La pandemia COVID-19 que nos ha tocado vivir nos ha golpeado inesperadamente y ha afectado de una forma u otra nuestras vidas requiriendo readaptarnos para convivir con este virus. Mi nombre es Gabriel de la Hoz Ruiz y recientemente terminé mi trabajo de investigación de maestría con el Dr. Manojkumar Arthikala en la unidad ENES-UNAM bajo el programa de doble titulación entre España y México. En la actualidad estoy tramitando los documentos para la defensa y titulación de mi tesis. Durante la pandemia, todo el proceso administrativo se ralentizó, aunque las actividades académicas se están realizando de forma regular, de modo que no es necesario aplazarlas. La investigación ha continuado, siempre con apego a los lineamientos de seguridad, permitiéndonos adquirir más y más conocimiento sobre el área agrogenómica. A nivel personal, mi estilo de vida ha cambiado mucho. El tiempo familiar se ha reducido con el fin de evitar riesgos de contagio y por restricciones de movilidad local. Mi vida social también se ha afectado, ya que existe la sensación de inseguridad sobre la situación de salud respecto a COVID-19 de los demás. Esto me genera monotonía al serme tan necesaria la interacción social.

Sin embargo, el confinamiento ha provocado mayor conectividad social y más unidad familiar por medios digitales. Estos han ayudado a suplir la distancia social y la falta de nuestros seres queridos. Por estas vías, emocionalmente se ha podido tener el apoyo familiar cuando más los necesitamos. En conclusión, nos estamos adaptando en todos los ámbitos de la mejor forma posible, demostrando como sociedad que podemos seguir realizando una vida académica y laboral con la mayor normalidad posible para no frenar nuestro crecimiento personal, pero con la debida protección y responsabilidad de cuidar la salud de los que nos rodean.