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Revista mexicana de ciencias agrícolas

Print version ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.8 n.7 Texcoco Sep./Nov. 2017

 

Ensayos

La denominación de origen del arroz de Morelos: vinculación y conformación de redes

Jessica Mariela Tolentino Martínez1  § 

Leonardo David Tenorio Martínez2 

1Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM. Circuito Mario de la Cueva, Ciudad de la Investigación en Humanidades, Ciudad Universitaria. CP. 04510. Ciudad de México. Tel. 01(55) 56230129 y 01(55) 56230100, ext. 42433.

2Facultad de Economía-UASLP. Av. Pintores S/N, Fraccionamiento Burócratas del Estado. San Luis Potosí, SLP, México. CP. 78263. Tel. (52) 4448131238, ext. 7056. (leonardotenorio@hotmail.com).


Resumen

En 2012 se otorgó en México la denominación de origen (DO) para el arroz del estado de Morelos, la cual fue resultado de una vinculación estrecha y de muy largo plazo entre productores, organismos gubernamentales federales y locales, así como de investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)- Campo Experimental Zacatepec. Particularmente la constante comunicación entre los productores e investigadores del INIFAP les permitió responder rápidamente a problemas técnicos de producción y les facilitó la incorporación de constantes innovaciones tecnológicas con efectos directos sobre la productividad y competitividad. La aportación de este trabajo será la identificación de los actores involucrados y su grado de participación en la conformación de la red que dio como resultado último, aunque no único, la obtención de la DO. Así como entender cómo es esa vinculación entre actores, quiénes son los actores relevantes y quiénes son los subsidiarios y en general identificar la dinámica entre los actores locales. La herramienta utilizada para la identificación de la red, es conocida como análisis de las redes sociales (ARS). El ARS se hizo a partir de 15 entrevistas semiestructuradas y a profundidad realizadas en el estado de Morelos entre 2013 y 2015 a productores, representantes gubernamentales, e investigadores(as) del INIFAP. Se concluye que la denominación de origen es resultado de una serie de procesos endógenos y organizativos que abren nuevas y amplias posibilidades a los integrantes de la red.

Palabras clave: análisis de redes sociales; desarrollo social y económico; innovación

Abstract

In 2012, Mexico received the designation of origin (DO) for the state of Morelos rice, which was the result of a close and very long-term relationship between producers, federal and local government agencies, and researchers from the National Institute of Forestry, Agriculture and Livestock Research (INIFAP)-Zacatepec Experimental Field. In particular, the constant communication between INIFAP producers and researchers allowed them to respond quickly to technical problems of production and facilitated the incorporation of constant technological innovations with direct effects on productivity and competitiveness. The contribution of this work will be the identification of the actors involved and their degree of participation in the conformation of the network that gave the final result, although not unique, the obtaining of the DO. As well as understanding how this linkage between actors, who are the relevant actors and who are the subsidiaries and in general identify the dynamics between the local actors. The tool used for the identification of the network, is known as analysis of social networks (ARS). The ARS was made from 15 semi-structured and in-depth interviews conducted in the state of Morelos between 2013 and 2015 to producers, government representatives, and researchers from INIFAP. It is concluded that the appellation of origin is the result of a series of endogenous and organizational processes that open new and wide possibilities to the members of the network

Keywords: innovation; social and economic development; social network analysis

Antecedentes

Para explicar el desarrollo económico regional, en las últimas décadas se ha prestado atención a la importancia de los actores locales en el desarrollo de espacios geográficos específicos, centrando la atención en condiciones endógenas particulares que hacen de cierto espacio un lugar propicio para el desarrollo de algún tipo de actividad económica, donde la vinculación y transferencia de conocimiento se hacen indispensables para lograr mayor eficiencia, productividad e innovación que contribuya al desarrollo regional.

Una de las vinculaciones más exitosas, en el ámbito internacional, para el crecimiento económico es la que se establece entre los sectores productivos, las universidades y centros de investigación. En un principio a las instituciones académicas y de investigación se asignó un papel casi exclusivo de producción de conocimiento, que ha ido evolucionando, en el marco de complejidad de la sociedad actual, y se ha extendido a la resolución de problemas y demandas del sector empresarial y la sociedad en general (López et al., 2006). En la década de los ochenta cuando se comienza a estrechar la relación entre academia y aparato productivo, donde la vinculación universidad-industria constituye una alternativa a la agudización de la competencia a escala internacional al estar basada en procesos de innovación continua.

La cooperación de las instituciones de educación superior y de investigación se vuelve un elemento clave para la solución de problemáticas, sin dejar de considerar otros elementos relevantes en el proceso de vinculación.

En el caso de México, los estudios se han realizado para analizar la vinculación entre la academia y la sociedad muestran que ésta es esporádica y generalmente no concluye en experiencias exitosas, ya que existe un desconocimiento y desconfianza por parte de las empresas y sectores productivos sobre las actividades que realizan las universidades, institutos y centros de investigación, mientras que por parte de los primeros es evidente el desinterés en participar en actividades productivas dada la falta de incentivos que las promuevan (Castaños, 1999; Tenorio, 2007; Rosales y Gómez, 2010).

Es en este sentido que este trabajo toma relevancia, al tener como hipótesis que: “la denominación de origen del arroz de Morelos es un resultado de la vinculación y conformación de redes de diversos actores locales entre los que destaca la vinculación entre los productores de arroz de Morelos y los investigadores(as) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)-Campo Experimental Zacatepec, lo que posibilitó entre otras cosas, el mejoramiento genético del arroz producto de constantes flujos de información y comunicación que dieron origen a un producto de calidad única”.

Partiendo de la idea que el cambio tecnológico es un proceso endógeno al propio proceso productivo, se recupera el enfoque analítico de las teorías evolucionistas que retoman fundamentos macroeconómicos de la dinámica económica y los análisis institucionalistas del desarrollo representada por Cimoli y Dosi (1995); Nelson (1993); Pérez (1983, 1992); Freeman (1995); Porter (1990); Lundvall (1992), a fin de entender a los procesos de aprendizaje y rutinas operativas como algo que puede modificarse en el tiempo y en contextos socioespaciales determinados, lo que genera que si algo sucede en algún lugar, esto necesariamente se replicará en otro.

Al respecto Pérez (1992) plantea que el comportamiento se encuentra arraigado a las instituciones que permiten la interrelación de los actores económicos capaces de armonizar esfuerzos para la creación de nuevas instituciones apropiadas para promover la innovación y así generar cambios (Pérez 1992; Chavero et al., 1997). En este sentido, el análisis se concentra en el quehacer de las instituciones dado que son instancias que pueden promover y constreñir la formación de ciertos hábitos, rutinas y prácticas sociales que reproducen el conjunto de la vida social en donde los hábitos y rutinas de los sujetos u organizaciones permitirán reproducir, regular y coordinar las acciones sociales, entre ellas y el desempeño económico de un lugar en particular (Nelson y Sampat, 2001).

Así, el ambiente institucional (sistema de convenciones formales e informales costumbres, normas y rutinas sociales) y los arreglos institucionales (formas particulares de organización: mercados, firmas, sindicatos, asociaciones, etc) son elementos importantes estrechamente vinculados al proceso de innovación que condiciona, mediante su capacidad para generar e incorporar conocimientos, al dinamismo económico y territorial (Martin, 2000; Hogson, 2007; Rosales, 2010). Se considera, que el éxito de los arreglos institucionales en la dinámica organizativa de la actividad socio productiva proviene de redes de cooperación entre los diversos actores locales como se apunta más adelante.

Autores como Glüker (2013) mencionan que el tema del desarrollo regional se encuentra intrínsecamente relacionado con la conformación y consolidación de redes económicas y la interacción entre las mismas. Por su parte Granovetter (2005) refiere que existe evidencia que respalda que las relaciones sociales tienen efectos sobre los resultados económicos, lo que coadyuva la vinculación entre las regiones o territorios y su desarrollo, por el hecho de que actores como empresas, universidades, centros de investigación y desarrollo, así como organismos gubernamentales tienden a tener objetivos comunes y que al buscar un mejor desempeño se vinculan naturalmente, lo que es afín a la teoría de redes que entiende a las interacciones entre nodos como redes, lo que permite el análisis de los mercados y las relaciones entre firmas como tal (White, 1981; Baker, 1990).

Aquí, el punto central son las interacciones o relaciones que los actores establecen, porque de ellas se pueden inferir expectativas sobre las acciones individuales o colectivas (Mizruchi, 1994; Gulati, 1998) que permitan la definición de estructuras que afectan el desempeño de éstos y con ello el desempeño económico regional, pero que además determinen aspectos del comportamiento de los actores en la red, quienes puedan ser considerados actores dominantes o determinantes, al jugar un papel relevante en el desempeño de la misma.

Retomando estos elementos y conceptos esbozados se validará la hipótesis con la ayuda del análisis de redes sociales (ARS) como se verá en el siguiente apartado.

Metodología

La identificación, medición de colaboración y grado de vinculación de una red, que puede ser formal o informal, nos permite entender en qué sentido y cómo se dan, fortalecen y acentúan las relaciones que derivan en y de situaciones de cambio tecnológico, innovación, desarrollo económico y social en el ámbito regional, así como de formación de capital social, lo que hace del análisis de redes sociales (ARS) una herramienta poderosa para la concreción de estas tareas.

El ARS, tiene sus orígenes en los primigenios trabajos de la sociometría de Moreno (1934) para el estudio de las propiedades formales de las redes sociales, utiliza la teoría de grafos para definir a los actores como nodos y a sus relaciones como aristas o arcos (dependiendo si la relación es unívoca o biunívoca) y así asociar un grafo G, donde G={V, X} y V son los actores y X son las relaciones que los actores establecen entre si (Lozares 1996), con diversos tipos de vinculaciones o relaciones si: i) los actores y sus acciones son interdependientes; ii) los lazos relacionales son transferencias de recursos materiales y no materiales; iii) los modelos de redes identifican estructuras económicas, políticas, sociales, etc, como pautas constantes de relación (Wasserman y Faust, 1994; Izquierdo y Hanneman, 2006), o como en nuestro caso; y iv) las redes derivan en la concreción de objetivos económicos, sociales y políticos.

Conceptos como la densidad de una red, o cuan vinculados están los actores, la conexidad, o a través de cuántos actores uno de ellos está comunicado y la centralidad, que denota al grado nodal, o número de lazos relacionados con un nodo, a la cercanía o distancia mínima entre nodos y la intermediación, o frecuencia con que aparece un nodo, son elementos que nos permitirán definir estructuralmente a las redes, cómo y quiénes las conforman, además de justificar aseveraciones sobre la preponderancia, importancia y trascendencia de los actores para con su red y los objetivos que ésta persigue (Velázquez y Aguilar, 2005).

El ARS se fortalece con el análisis gráfico, el que aprovecha a los algoritmos dirigidos por fuerza como el Kamada Kawai (KK) para transformar a los vértices de una red en resortes proporcionales a la distancia gráfica de los vértices (Hu, 2006), lo que permite, visualmente, que las aristas se conviertan en resortes que hacen que aquellos nodos o actores con mayor vinculación concentren más fuerza y esto los lleve a ocupar lugares centrales en la gráfica y de la misma forma haga que aquellos con menos vínculos tiendan a ocupar lugares periféricos, lo que se traduce en una identificación visual rápida del grado de vinculación o preponderancia que ocupan los nodos para con la red y con ello determinar el peso específico de los actores en la misma.

Ahora bien, a partir de entrevistas semiestructuradas, estudios de campo y documentos bibliográficos fue posible identificar a quince actores, entre personas y organismos públicos y privados, que han participado y se consideran parte de la red del arroz de Morelos, mismos que explican la obtención de la DO del arroz, como un proceso de conformación de la “red del arroz de Morelos” y que al vincularse han hecho posible la creación e incorporación de cambios tecnológicos en los procesos para generar un tipo muy específico de arroz en una región y en última instancia la DO, acompañada de una creciente productividad como resultado de innovaciones constantes, con efectos sociales y económicos positivos para el desarrollo de la actividad y la región.

Para determinar y medir la actuación y el grado de vinculación entre los actores, se construyó una matriz cuadrada de doble entrada (se podrá consultar en anexo) que representa, mediante números, la existencia o no de vínculos y relaciones entre éstos, en donde un número entero mayor a cero representa la existencia y el grado de vinculación entre dos actores; mientras mayor sea el número, más grande será el vínculo, en tanto que si se le asigna un cero, eso significará la inexistencia de éste.

Por tanto, el valor numérico representará la existencia o no de alguna vinculación entre actores a través de tipos de relaciones tales como: productivas y económicas históricas o de jerarquía, contratos o leyes que los vinculen; flujos de información, conocimientos, recursos humanos y materiales, o retroalimentación, lo que es necesario para reconocer la existencia o no de vínculos y en caso particular para ver la cercanía que tienen algunos actores claves para tener como resultado la creciente productividad, innovación y desempeño productivo. La vinculación se considerará relacional cuando exista retroalimentación entre dos nodos de forma biunívoca y funcional cuando el flujo de información va en un solo sentido, lo que se representará con flechas para el primer caso y aristas para el segundo.

Discusiones

El arroz Morelos tiene características que lo distinguen de otros tipos de arroz, lo que es resultado de las particularidades fisiográficas de la región y que permitió que el arroz germinara con cualidades diferentes a las de otras regiones, características como la panza blanca, localizada en el centro del grano, la cual es producto de la acumulación de almidón favorecida por las altas temperaturas durante el día y frescas durante la noche, reduciendo la respiración nocturna de la planta a la vez que produce mayores niveles de desarrollo del cultivo (INIFAP, 2011).

Dicha característica especial fue la que inicialmente motivara el interés en la investigación por parte del INIFAP y algunos de sus investigadores desde la década de los cuarenta, además de su rendimiento promedio de 23 raciones por taza a diferencia de las 18 raciones que da una taza de arroz de cualquier otra variedad y de su eficiente cocción (de tan sólo 30 min contra el promedio de otros arroces de 40-45 min) (IMPI, 2011).

La calidad actual del arroz Morelos ha sido en gran parte fruto de la investigación que se realiza en el INIFAP, Campo Experiemntal Zacatepec, centro público dedicado a las investigaciones de diversos cultivos, quien tiene al arroz como uno de los productos más estudiados, debido principalmente a la historia y tradición que guarda el cultivo en la región.

De manera particular el INIFAP cuenta con un laboratorio de calidad que realiza pruebas de germoplasma, gelatinización y degustación (pruebas importantes que posibilitan o no la liberación de nuevas variedades de arroz) y en donde se analizan granos de arroces nacionales y de diversos países latinoamericanos.

Como se puede observar las características fisiográficas de la entidad son importantes para el cultivo; sin embargo, otros factores han sido también determinantes para su desarrollo. Uno de los más relevantes es el conocimiento tácito ancestral que los productores de arroz han transmitido de generación en generación, el cual se encuentra presente en cada una de las fases del proceso productivo desde la siembra de los almácigos, el aborde, el trasplante, la fertilización, el deshierbe (también conocido como tlamateca), hasta el pajareo y la cosecha, actividades que generalmente se realizan manualmente.

Así, el arroz Morelos que se cosecha hoy día es producto del conocimiento tácito y del mejoramiento genético por medio de métodos convencionales a través de cruzamientos entre las mismas variedades de arroz.

Dicho mejoramiento genético inició en la década de 1980 apoyados en las colectas de ecotipos (de las plantas que viven en la zona de estudio) las que medían más de 1.5 metros de altura lo que provocaba que la planta tuviera un vasto follaje que daba un grano que se veía como manchado, el cual llamaron meco. El meco dio origen a la variedad Jojutla misma que a partir de mejoras resultó en la semilla que se siembra en Morelos, tal y como lo mencionó una investigadora del INIFAP “… el INIFAP tiene la semilla, la cual es de diferentes categorías, semilla original nosotros la sembramos y de ahí se obtiene la semilla básica, después de la semilla básica se obtiene la semilla certificada y esta semilla nosotros la vendemos al productor que a su vez puede producir la semilla certificada para sembrar” (entrevista 03 de julio, 2013).

Asimismo, los investigadores del INIFAP mediante sus investigaciones han encontrado la forma de controlar plagas, por ejemplo, en la década de los años ochenta controlaron el avenamiento de la planta y entre 2013 y 2014 estaban interesados en controlar el manchado del grano.

Sin lugar a dudas el mejoramiento genético y la investigación realizada por el INIFAP ha posibilitado obtener mayor rendimiento desde la década de los 80 cuando se obtenían 6.7 t hasta alcanzar los 10.07 t por hectárea para el año 2014 (SIAP, 2016), colocando a Morelos en el primer lugar de productividad a nivel nacional.

Dicho mejoramiento genético no hubiera sido posible sin la estrecha vinculación entre los productores e investigadores(as) y los arreglos institucionales que se traducen en una cercana relación de cooperación y confianza entre ambos actores y que quedó plasmado en las entrevistas realizadas a los productores, quienes no dudaban en consultar a los investigadores(as) del INIFAP para cualquier problema con su cultivo. Asimismo, se encontró que los productores llevan a cabo las indicaciones o experimentos de los investigadores en sus parcelas, apoyando así a la investigación y el desarrollo del cultivo, donde la mayor parte del costo, constantemente, ha sido absorbido por el productor. Esta cooperación se ha mantenido por largos periodos de investigación del cultivo del arroz donde investigadores(as) del instituto han estado dedicados a la investigación de la problemática durante años.

Como se mencionó, generalmente existe una escasa vinculación entre la academia y los sectores productivos; sin embargo, en el caso del INIFAP esto no ha ocurrido, al menos en el estudio que se presenta, ya que las investigaciones relativas al arroz en el Instituto dependen totalmente de las necesidades de sus productores, dado que el recurso es a realizar por parte de los arroceros tal y como lo mencionó una de las investigadoras: “…nosotros tenemos que tener una carta de los productores en la que estén avalando el proyecto y con los productos que se van a obtener (…) si no tenemos esa carta no se puede realizar el proyecto porque debe de estar de acuerdo a la demanda...”.

Posteriormente cuando se aprueba el proyecto se realiza nuevamente una reunión con los productores con quienes se dialoga qué es lo que se espera obtener y en cuánto tiempo, se elabora una matriz en la que se especifica el objetivo de la investigación y se presenta a la fundación PRODUCE quien es finalmente quien decide si se aprueba el proyecto.

Anteriormente, de acuerdo a las entrevistas efectuadas, el recurso para realizar la investigación llegaba directo y los investigadores tenían mayor libertad para decidir los trabajos de investigación que pensaban realizar. Esta situación tiene dos aristas importantes: 1) cuando el investigador(a) establece el primer diálogo con el productor este último puede plantear que existe alguna otra problemática que requiere una pronta intervención y reorientar la investigación hacia ella lo que sin duda contribuye a solucionar problemas reales de la actividad productiva; y 2) el productor puede, en determinado momento, frenar el proyecto o investigación sobre una problemática que el investigador(a) ha identificado previamente si al productor no le parece que esta sea una necesidad real o se empecina en que se solucione algo que tal vez no tenga el mismo impacto o trascendencia que el proyecto original que planteaba el investigador(a) aunque hasta el momento éste último punto no ha sido el caso de los actores involucrados en el cultivo del arroz ya que prácticamente el total de veces la problemática a atender ha sido identificada tanto por los productores como por los investigadores(as).

Otro de los elementos a considerar en la vinculación de los productores y el INIFAP es sin lugar a dudas su localización geográfica estratégica de éste último, ya que el Campo Experimental Zacatepec se encuentra en las inmediaciones de las zonas productoras de arroz, permitiéndoles a los investigadores un desplazamiento y conocimiento importante de la región. En este sentido, el enfoque de la investigación realizada en el INIFAP respecto al arroz también juega un papel relevante en la respuesta a las demandas de conocimiento e innovación tecnológica de los arroceros.

Al respecto se puede decir que desde hace un par de años los investigadores del INIFAP han intentado convencer y capacitar a los productores de arroz para que ellos implementen el sistema de siembra directa de arroz con bordos mecanizados, en julio del año 2014 lograron una parcela demostrativa de siembra directa en la que le explicaban al productor cómo sembrar y cuál sería la ventaja de hacerlo. Sin lugar a dudas esta innovación de llegar a ser aplicada por la mayoría de los productores de arroz del estado de Morelos sería un avance por demás importante para ellos dado que “… se espera ahorrar en el proceso de la siembra, tiempo y recursos al evitar hacer el trasplante. De igual manera se ahorrará agua dado que la siembra directa tan sólo necesita agua dos veces por semana, a diferencia de la siembra por trasplante que necesita agua toda la semana” (Tolentino y del Valle, 2014). Asimismo, están proponiendo la adquisición de niveladoras de rayo láser que permita la absorción de agua y fertilizantes de manera homogénea en la superficie de arroz sembrada.

Remitiéndonos a la teoría, se están considerando las adaptaciones y cambios en rutinas operativas que se pueden realizar gracias al contexto socio productivo y espacial en que se desarrolla el cultivo, así como de la flexibilidad y confianza existente entre las partes. En este sentido el ambiente institucional y los arreglos institucionales representados en este caso por las asociaciones de productores de arroz del estado de Morelos, están estrechamente vinculados a los procesos de innovación que están generando nuevas dinámicas productivas e institucionales, la DO es un claro ejemplo.

La historia de la adquisición de la DO comienza en 1994, cuando los productores se organizan para conseguir ayuda del gobierno local y del INIFAP. Sin embargo, es hasta el 16 de febrero de 2012 que se consigue la denominación de origen para el “arroz del estado de Morelos”. Con la denominación de origen se amparó la planta, la semilla y el grano de la planta de “arroz del estado de Morelos”. Específicamente los productos terminados que abarca la denominación de origen son: a) “arroz del estado de Morelos” palay; b) “arroz del estado de Morelos” integral o moreno; c) “arroz del estado de Morelos” Pulido; y d) subproductos de “arroz del estado de Morelos”: cascarilla, medio grano, tres cuartos de grano, granillo, salvado y harina. La denominación de origen (DO), la cual es una figura jurídica reconocida internacionalmente “se define como aquella que utiliza el nombre de una región o un lugar geográfico de un país para designar un producto originario cuya calidad o características se deben exclusivamente a ese medio geográfico, resultado de factores naturales y humanos” (LPI, 2010).

En este caso la DO se obtuvo debido a las particularidades del grano, a su excelente calidad y a las bondades fisiográficas de la región pero, sobre todo, al mejoramiento genético realizado por los investigadores del INIFAP y la organización de los productores, que les abrió una ventana de oportunidades para competir en el mercado nacional e incluso internacional. El INIFAP, dentro de este proceso, jugó nuevamente un papel relevante al facilitar las investigaciones realizadas en el campus a lo largo de los años así como los trabajos que certificaban la calidad, genética y alimenticia del arroz de Morelos.

En el momento en que se aplicaron las entrevistas, los productores habían solicitado la ayuda de INIFAP para obtener la norma de arroz del estado Morelos, la cual se presentó en el mes de junio de 2015 con el objeto de que los interesados externaran sus comentarios y que finalmente fue aprobada por unanimidad en el mes de noviembre del 2016. La Norma Oficial Mexicana NOM-080-SCFI-2016, arroz del estado de Morelos se constituye como un instrumento para la protección de los intereses del consumidor ya que establece las especificaciones fisicoquímicas, los métodos de prueba para demostrar el cumplimiento con la norma y la información comercial que debe contener las etiquetas para la venta del grano (NOM NOM-080-SCFI-2016).

Con ayuda del programa Pajek (software de acceso libre utilizado internacionalmente para el análisis de redes por su versatilidad y constante avance) en la definición de las relaciones que establecen los actores de la red del arroz y que quedó plasmada en la matriz relacional, vemos que ésta logra un nivel de densidad de 72%, lo que implica un nivel de vinculación entre nodos muy alto, ya que el grado de densidad de una red se establece a partir del cociente entre el número de vínculos existente y el número de vínculos posibles, es decir D=r⁄N(N-1) . Donde r es el número de vínculos existentes y N es el número de actores. Donde la vinculación más estrecha está en aquellos actores encargados de las áreas productivas, financieras y de innovación que contribuyeron a la obtención de la DO.

En la Figura 1, que es resultado de la aplicación de ciertas funciones e indicadores, nos muestra al conjunto de actores separados según la cantidad de relaciones o ligas. Donde en la parte más central se encuentran, como decíamos, los encargados de la parte financiera, productiva y de innovación. A fin de identificar a los actores, los representados por un triángulo interactúan en el ámbito productivo, entre los que se encuentran: el Sr. Jesús Solís A. (JSA), representante no gubernamental ante el sistema producto, los molinos de arroz (MA), representantes agrícolas (RA), sociedades de producción rural (SPR), unión de productores de arroz Morelos (UPAM), el sistema producto arroz (SPA) y el consejo regulador del arroz del estado de Morelos AC (CRAEM); los círculos en el de la innovación: el INIFAP, el centro de productos bióticos (CEPROBI) y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y los cuadrados por los actores gubernamentales a nivel federal y estatal: Secretaría de Agricultura, Ganadería, desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA), quien participa activamente a partir de la Fundación PRODUCE, Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Secretaría de Economía (SE), Secretaría de Desarrollo Agrícola (SEDRAGO), dependiente del estado y el Gobierno Estatal, quien tiene una participación subsidiaria en el desarrollo de la región.

Figura 1 El grado nodal de la red del arroz. Elaboración con base en entrevistas e información documental.  

El mayor grado nodal, que implica quién tiene mayor número de vínculos, lo tiene el representante no gubernamental (JSA) ante el sistema producto, quién ha sido el eslabón de comunicación e información entre los productores en todos los ámbitos económicos y el INIFAP, lo que, debido a su nivel de conocimiento le ha permitido ser copartícipe directo de los procesos de innovación junto con el INIFAP y es evidente en la Figura 1, que lo muestra en una posición central por el número de relaciones que alcanza.

El grado de cercanía entre actores que genera Pajek y que se entiende como la capacidad de influencia o poder de algún actor sobre otro u otros, se presenta en la Figura 2, que es semejante a la anterior, pero en la que se destaca la fuerte relación entre la mayoría de actores.

Figura 2 Nivel de cercanía de la red del arroz. Elaboración con base en entrevistas e información documental.  

También en la Figura 2 refiere que el representante no gubernamental (JSA) y el INIFAP son quienes más activamente participan con los representes agrícolas y las sociedades de representación rural, lo que permite que la información fluya hacia los demás actores, retroalimentándolos con flujos de información y conocimientos que afectan positivamente a la producción con el mejoramiento genético. En la medida que los actores se descentralizan de la gráfica, en esa medida se entiende que sus aportaciones son menos trascendentales en el ámbito productivo y de innovación, por lo que ocupan lugares en la periferia, tales son los casos de organismos de gobierno federal y estatal. Ahora bien al aplicar el algoritmo KK, la figura nos permite observar que los lugares centrales están siendo ocupados, principal pero no exclusivamente, por actores del sector productivo, que junto con el INIFAP obtienen los resultados de eficiencia productiva, cambio tecnológico e innovación.

En tanto que al considerar a la cercanía entre actores, que es resultado tanto del número de vínculos como de su magnitud y que es revelada gráficamente con el grosor de las flechas donde a mayor grosor mayor vinculación y viceversa, nos permite ubicar dos grupos de actores, uno, de los actores centrales cuya vinculación genera capital social, entendido como el grado de confianza, colaboración, reciprocidad, que permiten alcanzar y acrecentar la eficiencia productiva y de innovación como resultado del establecimiento de reglas y la conformación de instituciones. En este sentido, los investigadores de los institutos para realizar su investigación han requerido y contado con el apoyo de las organizaciones productivas, quienes al verse beneficiadas con las aportaciones de los primeros se han ido vinculando y colaborando por los resultados y beneficios que han obtenido producto de las innovaciones incrementales que en conjunto y en el tiempo explican la DO.

El segundo grupo, formado por aquellos menos involucrados con los ámbitos productivos y de innovación, son actores que desarrollan actividades de apoyo directo o indirecto al financiamiento e innovación como lo es la SAGARPA. Su labor es más suplementaria, no quiere decir que no sea trascendental en ámbito tecnológico y de innovación, ya que al entender de la importancia del trabajo realizado, colaboran para que los recursos financieros, los apoyos institucionales, organizacionales y legales fluyan, lo que evita la posible desvinculación de los nodos encargados de la investigación y el desarrollo y la producción y con ello que logren que la dinámica de innovación y cambio tecnológico no se detenga e impacte en la ampliación de los conocimientos y la especialización de los recursos humanos y el fortalecimiento de los lazos entre la red (Figura 3).

Figura 3 Centralidad de la red del arroz, a partir del algoritmo KK. Elaboración con base en entrevistas e información documental. 

El consejo regulador del arroz del estado de Morelos AC (CRAEM), originado en el ambiente institucional y mediante arreglos institucionales, merece una mención aparte, ya que sus funciones no se han echado andar del todo, pero se espera que en futuro cercano pueda cumplir con actividades que coadyuven con la redefinición de la red, lo que le permita ubicar oportunidades económicas y de negocio a procesos de cambio tecnológico e innovación, al analizar las necesidades presentes y futuras y con ello conformar nuevos nichos de mercados nacionales e internacionales en los que se pueda participar y obtener beneficios dadas las ventajas competitivas alcanzadas.

Esto permitiría un replanteamiento de lo que tendría o debería ser la DO como mecanismo dinamizador del desarrollo regional, lo que será posible con la incorporación de actores que profundicen el grado de desarrollo educativo y la formación de capital humano afines a la industria.

Conclusiones

El contexto histórico y socioproductivo del arroz de Morelos ha permitido un importante vínculo entre los productores e investigadores del INIFAP traducido no solo en un aumento de la productividad del arroz de la región, también en un respaldo institucional que ha sido aprovechado por los productores para conseguir la DO.

La investigación realizada por los especialistas del INIFAP y la colaboración con los actores de la red de arroz ha permitido una diferenciación del grano de Morelos de otros que se siembran en territorio mexicano y extranjero originado por las particularidades fisiográficas, productivas, de investigación y desarrollo, así como de innovación en torno a él.

En este sentido el ARS nos permitió identificar, medir y analizar el grado de vinculación presente en el grupo de organizaciones, empresas y personas responsables de la obtención de la DO para el arroz Morelos, la que es resultado en gran parte del mejoramiento genético realizado por investigadores del INIFAP y de la colaboración y retroalimentación de la red del arroz entorno a éstos, en especial el representante no gubernamental, quien es evidente que juega un papel preponderante en todas las partes que integran el proceso de innovación y DO.

La conformación de la red, que significa la suma de conocimientos e intereses para un bien común y que se entiende como la creación de capital social porque significa la generación de eficiencias que puedes ser cuantificables en términos económicos y que benefician al conjunto con la formación de reglas e instituciones que impactan positivamente a la misma, incluye a entes de diversos ámbitos y extracciones como son los del orden público y privado, estatales y federales, los que mantienen y mantuvieron una colaboración estrecha directa o indirecta y una comunicación cada vez más eficaz, lo que redundó en la constante creación de innovaciones y en la DO.

Dados los logros alcanzados y las oportunidades que genera la DO, se puede y debe seguir en el camino de eficiencia productiva y la innovación, al buscar desarrollar e incorporar a más actores que permitan una más amplia profesionalización al crear instituciones y organismos en contextos administrativos y organizacionales, empresariales, laborales, económicos y jurídicos, como sería el recientemente creado Consejo Regulador del Arroz del estado de Morelos, que les permitan aprovechar, consolidar y ampliar los beneficios propios de la denominación de origen, así como de presentes y futuras innovaciones que permitirán expandir sus mercados de influencia, al poner al arroz Morelos al alcance de diversos mercados e involucrar a cada vez más actores económicos y sociales de ésta y otras regiones que les permitan avanzar en la profesionalización de los métodos de comercialización y distribución, y así lograr sus objetivos.

Literatura citada

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Recibido: 01 de Marzo de 2017; Aprobado: 01 de Junio de 2017

§Autora para correspondencia: jtolentino@iiec.unam.mx

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