1. Introducción
La educación financiera es uno de los elementos más importantes a considerar para la realización de políticas que mejoren la estabilidad de las personas. Al respecto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2018), señaló que la crisis global del 2008 expuso que la estabilidad del sistema financiero está vinculada a la calidad de la toma de decisiones personales, que el precio del analfabetismo financiero es elevado, y que el mal juicio en materia de finanzas puede tener consecuencias desfavorables para la economía global. Así mismo, reconoció que la educación financiera puede contribuir al crecimiento económico mundial, salvando brechas y desigualdades socioeconómicas en otros países, generando sociedades más inclusivas para todos y resultando en el mejoramiento del bienestar global.
En esta idea, el Grupo de los 20 [G20]1 se ha comprometido con la promoción de la inclusión financiera, apostando por los canales digitales, los cuales constituyen un ingrediente esencial para el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. El uso del teléfono móvil sirve ahora como catalizador de esta revolución, que permite el acceso a los servicios financieros a la población que hasta ahora no estaba bancarizada (Álvarez, 2017).
Las decisiones financieras de las personas involucran razonamiento matemático. En relación a este argumento Jayaraman, Jambunathan y Counselman (2018) llevan a cabo un estudio en el que exploraron la relación entre la educación financiera y la capacidad numérica en estudiantes de secundaria en la India. Entre sus principales hallazgos reportaron una fuerte relación entre la capacidad numérica y las habilidades de educación financiera; un poco más a detalle, la baja aritmética se asoció con una reducción del 4.8% de la educación financiera, mientras que un alto nivel de aritmética se asoció con un aumento de 5.6%.
El analfabetismo financiero es un tema que se encuentra en la agenda mundial de los países, de hecho, la relación que tiene con la capacidad de la toma de decisiones financieras es de suma importancia. Sobre esto, Cohen (2018) conformó un prototipo de guía para la educación financiera de los estudiantes universitarios, en él incorporó aspectos sobre presupuesto, crédito y tasas de interés.
En este contexto, es importante considerar que en general, los individuos están tomando muchas más decisiones financieras a lo largo de su vida, están viviendo más tiempo y con acceso a una gama de nuevos productos financieros. Esta tendencia, combinada con bajos niveles de educación financiera en todo el mundo y, particularmente, entre grupos vulnerables de la población, conlleva a que elevar la educación financiera se convierta en una prioridad para los responsables políticos de los países (Lusardi, 2019).
Otro estudio llevado a cabo en Italia por Bucciol, Manfre y Veronesi (2018) concluyó que la educación financiera avanzada es un determinante significativo que se asocia a la riqueza y que la educación financiera básica afecta solo a la propensión a planificar la jubilación y a la probabilidad de mantener una deuda. Finalmente, el estudio resalta la importancia de la educación financiera recibida de la familia durante la adolescencia.
Sobre el tema del analfabetismo financiero, Kalyani y Reddy (2018) identificaron que, a pesar de que las personas están alfabetizadas digitalmente, no tienen conocimientos en materia de finanzas. Además, reportaron que, debido a las posibilidades de robo y fraudes en línea, no están dispuestas ni interesadas en este tipo de transacciones, excepto para realizar compras. Chinthra y Selvam (2013) por su parte, concluyeron que los ingresos y la alfabetización tienen una asociación significativa con el nivel de inclusión financiera en la población. Estos estudios señalan que el analfabetismo financiero hace que muchas personas se conviertan en víctimas de préstamos abusivos, hipotecas de alto riesgo, fraudes y contratación de créditos con altas tasas de interés, lo que podría resultar en una quiebra o una ejecución hipotecaria.
Si bien es cierto que se ha logrado un progreso significativo a nivel mundial en materia de educación financiera, aún existen desafíos por delante, incluida la digitalización de las finanzas, mayor intervención para llegar a audiencias vulnerables y abordar las implicaciones de los cambios demográficos (OCDE, 2018).
En el caso de México, la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión (2018) sostiene que, de acuerdo a los datos obtenidos en los últimos años, se puede observar el bajo conocimiento financiero que poseen los mexicanos en promedio, por lo que diversas instituciones educativas y organismos se han dado a la tarea de desarrollar talleres y programas.
Dentro de este marco, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF, 2018) realiza un evento anual denominado Semana Nacional de Educación Financiera. El evento tiene la finalidad de que un mayor número de personas cuenten con conocimientos básicos sobre temas financieros, con miras a lograr finanzas personales sanas a través del desarrollo de habilidades por un mejor futuro de los mexicanos (Gobierno de México, 2018). Lo anterior permite deducir que la educación financiera es un tema que por su naturaleza se puede analizar desde diferentes perspectivas y en consecuencia debe ser actualizado continuamente (Ramos-Hernández, García-Santillán y Moreno-García, 2017). Los estudios sobre educación financiera se han orientado mucho hacia estudiantes de diferentes niveles escolares.2 De ahí que el presente estudio se centró en medir el nivel de educación financiera que prevalece entre los trabajadores de corporativos del sector alimenticio. Derivado de este planteamiento, surgen las siguientes interrogantes: ¿Cuál es el nivel de educación financiera que tienen los trabajadores del sector alimenticio? Además, se desea saber si existe una diferencia con respecto al género.
De ahí que en este estudio se busque determinar la estructura factorial que permita entender el nivel de educación financiera en los trabajadores de los corporativos del sector alimenticio, a partir del conocimiento que tienen en materia de ahorro, inversión, seguros, pensiones, crédito y presupuesto. Además, se busca determinar si existe diferencia por género.
El presente trabajo está organizado de la siguiente manera: en la sección 2 se proporciona una breve revisión de la literatura; en la sección 3 se presenta el diseño del experimento y el método estadístico; en la sección 4 se realiza el análisis de datos; en la sección 5 se lleva a cabo una discusión de los resultados; por último, en la sección 6 se presentan las conclusiones.
2. Revisión de literatura
La educación financiera es un factor relevante para el desarrollo de los individuos y para la economía de un país. Como lo menciona el trabajo de Ramos-Hernández et al (2017), diversos estudios sobre educación financiera se han llevado a cabo en diferentes sectores de la población y coinciden en la falta de conocimiento que hay sobre el tema, siendo referentes Chen y Volpe (1998), Mandell y Schmid Klein (2007), Lusardi y Mitchell (2008 y 2011) y Lusardi (2012 y 2013).
En relación a las finanzas personales, el trabajo de Joo y Garman (1998) ha sido un referente. En su estudio utilizaron encuestas que enviaron a empleados de oficina con el propósito de evaluar la productividad laboral relacionada con la percepción subjetiva de las finanzas personales. Para ello utilizaron cuatro medidas diferentes: auto informes de cambios en la productividad, calificación de desempeño, ausentismo y tiempo de trabajo utilizado para asuntos financieros personales. Al final los hallazgos reportaron que la educación financiera de los empleados puede tener efectos positivos potenciales en la productividad del trabajador, además de que es evidente que requieren una educación financiera integral.
En la misma línea, los trabajos de Edmiston, Gillett-Fisher y McGrath, (2009) evaluaron el comportamiento financiero de los empleados del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, de las oficinas de Denver y Kansas City. Los hallazgos se resumen en que las malas decisiones financieras que toman los consumidores obedecen al desconocimiento. Además, señalan que los consumidores no se dan cuenta de la importancia de ahorrar para el futuro, porque no perciben los problemas que pueden ocasionarse e incurren en grandes cantidades de deuda. Finalmente, se demostró una relación entre la educación financiera y el comportamiento financiero en función del grupo social al que las personas pertenecen.
La investigación de Koh y Mitchell (2019) llevada a cabo en Singapur, compara a trabajadores independientes con empleados regulares y desempleados, en términos de preparación y ahorro para la jubilación y diversificación de cartera. También examinaron hasta qué punto las diferencias en educación financiera explican los diferentes comportamientos entre los tipos de trabajadores. En general, encontraron que los trabajadores independientes y los empleados ahorran e invierten notablemente de manera similar. Los resultados también mostraron que las personas que tuvieron un mayor número de respuestas correctas, tuvieron en general mayores ganancias financieras, y las personas más alfabetizadas financieramente logran mejores carteras diversificadas sobre el ciclo vital.
Es claro que el conocimiento financiero conlleva a decisiones razonadas que conducen a administrar lo más adecuadamente posible las finanzas personales. De acuerdo a Porter y Garman (1993), el bienestar financiero ha sido un tema de mucho interés para investigadores, economistas y obviamente asesores financieros, estudiando en primer lugar las medidas objetivas (Foster y Metzen, 1981; Hefferan, 1982 y Williams, 1985), para posteriormente dar paso a estudios llevados a cabo sobre las medidas subjetivas, siendo los trabajos de Godwin y Carroll (1985), Hafstrom y Dunsing (1973); Hira (1986); Jeries y Allen (1986); Wilhelm, Iams, y Ridley (1987) los referentes en esta materia.
En el estudio del bienestar financiero se debe considerar el estrés ocasionado por los malos hábitos tales como la falta de hábitos de ahorro, poca cultura de previsión y de planeación de ingresos y gastos, que causan tensiones y afectan al individuo en su vida diaria, incluyendo la vida laboral, lo que ha impactado de manera negativa en las personas (Garman, Leech y Grable, 1996; Zaldivar, 2012; Rivera y Bernal, 2018). Dentro de esta perspectiva, la literatura refiere que el incremento en las deudas contraídas por los consumidores hizo que se multiplicaran los fracasos financieros personales, generando estrés financiero que se reflejó directamente en la productividad de los trabajadores (Joo y Garman, 1998).
Al respecto, el estudio de Garman, Kim, Kratzer, Brunson y Joo (1999) señaló que la capacitación en temas de educación financiera en el lugar de trabajo mediante talleres o programas, es efectiva y en consecuencia coadyuva a incrementar el bienestar financiero de los trabajadores. De este modo, los empresarios reconocen que la educación financiera mejora las perspectivas de sus trabajadores, los cuales es evidente también necesitan información por parte de sus empleadores (Garman et. al, 1999).
Si bien es cierto, hay factores determinantes en la percepción y expectativa de la situación financiera, estudios revelan que existen diferencias entre hombres y mujeres, siendo estas últimas más propensas a las compras compulsivas no planificadas, tal como lo mencionan Christensen et al., (1994), O’Quinn y Faber (1989) y Cottle (1976), mientras que otros trabajos no encontraron diferencias por género, siendo representativos los estudios de Kollat y Willett (1967), Fitzsimmons y Wakita (1993) y Hira y Mugenda (2000), Hernández, Manrique y Venegas-Martínez (2019).
En la misma línea, la literatura refiere que los empleados con más bajos niveles de educación financiera, sin distinción de género, son más proclives a malos hábitos en comparación con aquellos otros que tienen un conocimiento más elevado en materia financiera, lo que deja ver que el desconocimiento hacia estos tópicos es un factor determinante en el deterioro de las finanzas personales en los trabajadores (Edmiston y Gillett-Fisher, 2006; Edmiston, Gillett-Fisher y McGrath, 2009). Por su parte Cera y Tuzi (2019) encontraron diferencias de género con respecto a la toma de decisiones financieras.
Sus resultados reportan que, en comparación con las mujeres, los hombres reflexionan acerca de cómo enfrentar el riesgo y mejorar su conocimiento financiero. En contraste, las mujeres están más preocupadas por la administración del dinero y cómo ejercer el gasto.
Muleke y Gitari (2013) llevaron a cabo una investigación con el objetivo de identificar la influencia de la educación financiera en el bienestar de los empleados de una Universidad en Kenia. Los resultados de su investigación muestran que muchos empleados no tenían el conocimiento básico necesario para tomar buenas decisiones financieras y los problemas que resultaron de su mal manejo financiero personal afectó su productividad laboral. Además, eventualmente los trabajadores de esta universidad emplearon mecanismos para resolver sus problemas financieros tales como créditos adicionales para pagar deudas y hasta comportamientos destructivos adictivos que derivaban en ausentismo, corrupción y malas relaciones laborales en la institución. Los autores concluyeron que la educación financiera que se pueda proporcionar en el lugar de trabajo puede incrementar el nivel de conocimiento financiero y en muchos casos incrementar el bienestar financiero individual.
Los resultados del estudio anterior coinciden con los llevados a cabo por Kim (2004) en una investigación que tuvo como objetivo examinar el impacto de un programa de educación financiera entre un grupo de empleados de una universidad en Estados Unidos. Los resultados de la investigación reportan cambios significativos en el comportamiento financiero y el bienestar financiero de los empleados como consecuencia de una mayor educación financiera.
Es claro que, mayor conocimiento financiero conduce a mejores decisiones en relación al ahorro, a la deuda, a la inversión y, muy importante, a la jubilación. Al mismo tiempo se obtienen mejoras en el desempeño del trabajo, lo que necesariamente favorece el decremento en los niveles de estrés financiero (Edmiston, Gillett-Fisher y McGrath, 2009). Es por ello que, dentro del marco de las políticas públicas de los países, uno de los principales objetivos es el de incrementar el nivel de conocimiento financiero, para que las personas estén preparadas de mejor forma para tener un buen manejo del sobreendeudamiento, y en mejor condición para evitar las posibles quiebras (Huston, 2010).
Por su parte Alkhiary (2011) lleva a cabo un estudio en el cual encontró que cierto grado de estrés en las personas es motivador para superar los obstáculos que se les presentan. Esta afirmación se deriva de un análisis que se realizó considerando los factores financieros estresantes causantes de la crisis económica y que influyen directamente en el bienestar de las familias. En esta sentido, Cordray (2014) señala que los elementos sustanciales del estrés desembocan en el trabajo, de acuerdo a los resultados de la encuesta “Estrés en América” llevada a cabo desde 2007 por la American Psychological Association.
En la misma idea para América Latina, la OCDE (INFE, 2013) realizó una encuesta regional contando con la participación de 17 países. Los resultados muestran que el sector público tiene la mayor participación en los procesos de educación financiera, destacando el papel de los bancos (Roa, Alonso-Másmela, García-Bohorquez y Rodríguez-Pinilla, 2014).
Otro estudio reveló que, a mayor cultura financiera, mejor toma de decisiones respecto a los tópicos financieros, considerando como una de las variables principales la edad promedio de la muestra, es decir, quienes superaban los 36 años lograron mejores rendimientos en inversiones y mostraron una mayor tendencia al ahorro, en comparación con los más jóvenes (Grinstein-Weiss, Guo, Reinertson y Russell, 2015).
Contreras-Rodríguez, García-Santillán y Vargas (2016) reconocen las posturas que existen al respecto de la inclusión financiera, por una parte, el interés de los organismos internacionales en dar mayor cultura financiera a la población, citando textual lo contenido en el reporte Principles and Report on Innovative Financial Inclusion from the Access through Innovations (2010) del G-20: “La inclusión financiera es una condición necesaria para la reducción de la pobreza... Contribuye al desarrollo del sector financiero, lo que incentiva el crecimiento económico mediante la movilización de ahorro y la inversión en el crecimiento del sector productivo (G-20, 2010).”
Por otra parte, los resultados de estudios empíricos reflejan un bajo o nulo conocimiento de la materia (Ortiz y Núñez, 2017), a pesar de que, en los últimos años, los esfuerzos para beneficiar el acceso a los servicios financieros se han diversificado, aún existen barreras de tipo socioeconómicas e institucionales que obstaculizan su desarrollo.
Desde esta perspectiva teórica y empírica, se analizan los constructos: ahorro, inversión, seguros, pensiones, crédito y presupuesto, las cuales permiten definir el método para desarrollar el estudio empírico con el propósito de responder las interrogantes que se han planteado en esta investigación.
3. Diseño y método
La población de estudio son empleados afiliados al Seguro Social, que conforma el grupo de trabajadores de los corporativos que participaron en el estudio. Para obtener los datos, se utilizó la encuesta diseñada por Contreras-Rodríguez y García-Santillán (2017) denominada test de Educación Financiera, la cual consta de dos secciones: en la sección A se recaban los datos del perfil del encuestado como son: género, edad, estado civil, estatus laboral, puesto que ocupa y rango de sueldo; todas con opción de respuesta múltiple, excepto la edad. En la sección B, se recogen respuestas sobre la percepción hacia la facilidad de acceso que tiene la persona en materia de inversión, ahorro, crédito, seguros y pensiones, gastos y presupuestos. Esta sección se integra de 30 ítems, en formato de escala Likert con opciones de respuesta que va de 1 “totalmente en desacuerdo”, 2 “algunas veces en desacuerdo”, 3 “neutral”, 4 “algunas veces de acuerdo” y 5 “totalmente de acuerdo”. El levantamiento de la información se llevó a cabo en los meses de abril y mayo de 2019.
Para validar la matriz de datos se utiliza el alfa de Cronbach’s para verificar la fiabilidad y consistencia interna. Posteriormente se comprueba la hipótesis de normalidad con el estadístico Kolmogorov-Smirnov. De ser fiable y normal la base de datos, se lleva a cabo el análisis factorial exploratorio con extracción de componentes principales y rotación Varimax. Además, para determinar si hay diferencia de medias, se utiliza la técnica del ANOVA y el estadístico de Levene con los indicadores resultantes de la estructura factorial que se obtenga.
4. Análisis de los datos
A continuación, se muestran los datos del perfil sociodemográfico de los encuestados en los cuadros 1 y 2.
Género | Frecuencia | Porcentaje | % válido | % acumulado | |
---|---|---|---|---|---|
Masculino | 109 | 33.5 | 33.5 | 33.5 | |
Femenino | 216 | 66.5 | 66.5 | 100.0 | |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 | ||
Edad | Frecuencia | Porcentaje | % válido | % acumulado | |
Edad | 18-21 | 47 | 14.5 | 14.5 | 14.5 |
>21-25 | 72 | 22.2 | 22.2 | 36.6 | |
>25-30 | 78 | 24.0 | 24.0 | 60.6 | |
>30-40 | 78 | 24.0 | 24.0 | 84.6 | |
>40-50 | 33 | 10.2 | 10.2 | 94.8 | |
>50-60 | 15 | 4.6 | 4.6 | 99.4 | |
>60 | 2 | .6 | .6 | 100.0 | |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 |
Fuente: elaboración propia.
El cuadro 1 muestra que el mayor porcentaje de participación de la muestra estudiada, lo representó el género femenino con 66.5%, cuyas edades oscilaron principalmente entre 21 y 25 años con el 22.2%, con el 24% en el rango de mayores de 25 hasta 30 años, y otro 24% en el rango de mayores de 30 hasta 40 años.
Estado civil | Frecuencia | Porcentaje | % válido | % acumulado | |
---|---|---|---|---|---|
Unión libre | 101 | 31.1 | 31.1 | 31.1 | |
Separado | 32 | 9.8 | 9.8 | 40.9 | |
Divorciado | 10 | 3.1 | 3.1 | 44.0 | |
Viudo | 14 | 4.3 | 4.3 | 48.3 | |
Casado | 78 | 24.0 | 24.0 | 72.3 | |
Soltero | 90 | 27.7 | 27.7 | 100.0 | |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 | ||
Estatus laboral | Frecuencia | Porcentaje | % válido | % acumulado | |
Solo trabaja | 263 | 80.9 | 80.9 | 80.9 | |
Estudia y trabaja | 32 | 9.8 | 9.8 | 90.8 | |
Trabaja y pretende estudiar | 30 | 9.2 | 9.2 | 100.0 | |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 | ||
Puesto | Frecuencia | Porcentaje | % válido | % acumulado | |
Válidos | Operativo | 290 | 89.2 | 89.2 | 89.2 |
Admon | 30 | 9.2 | 9.2 | 98.5 | |
Mando | 5 | 1.5 | 1.5 | 100.0 | |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 | ||
Ingresos | Frecuencia | Porcentaje | %válido | % acumulado | |
< $3,000 | 4 | 1.2 | 1.2 | 1.2 | |
$3,000-$4,999 | 253 | 77.8 | 77.8 | 79.1 | |
$5,000-$7,999 | 57 | 17.5 | 17.5 | 96.6 | |
$8,000-$12,999 | 6 | 1.8 | 1.8 | 98.5 | |
$13,000-$20,000 | 5 | 1.5 | 1.5 | 100.0 | |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 |
Fuente: elaboración propia.
Los porcentajes más representativos que se muestran en el cuadro 2, señalan lo siguiente: en relación al estado civil, el 31.1% manifestó estar en unión libre, seguido del 27.7% que son solteros, y del total de la muestra, el 80.9% manifestó que su única actividad es la de trabajar. En cuanto al tipo de trabajo, el personal operativo estuvo representado por el 89.2% con ingresos (salario) que fluctúan entre los $3,000.00 a $4,999.00 pesos mensuales, según refieren el 77.8% de los encuestados. Finalmente, se muestra en el cuadro 3, la integración de la muestra por cada una de las sucursales que conforman los corporativos y en el cuadro 4, los estadísticos descriptivos de los 30 indicadores del instrumento.
Sucursal/Ubicación | Frecuencia | Porcentaje | %válido | % acumulado |
---|---|---|---|---|
Base 1 Hidalgo | 12 | 3.7 | 3.7 | 3.7 |
Base 2 Independencia (Boca del Río) | 8 | 2.5 | 2.5 | 6.2 |
Base 3 Díaz Mirón | 6 | 1.8 | 1.8 | 8.0 |
Base 4 Plaza Américas | 6 | 1.8 | 1.8 | 9.8 |
Base 5 Esteban Morales | 10 | 3.1 | 3.1 | 12.9 |
Base 6 Cortés | 7 | 2.2 | 2.2 | 15.1 |
Base 7 Lázaro Cárdenas | 8 | 2.5 | 2.5 | 17.5 |
Base 8 Estadio | 14 | 4.3 | 4.3 | 21.8 |
Base 9 Malibrán | 7 | 2.2 | 2.2 | 24.0 |
Base 10 Jardines de Virginia | 9 | 2.8 | 2.8 | 26.8 |
Base 11 Brisas | 5 | 1.5 | 1.5 | 28.3 |
Base 12 El Morro | 6 | 1.8 | 1.8 | 30.2 |
Base 13 Graciano Sánchez | 6 | 1.8 | 1.8 | 32.0 |
Base 14 Río Magdalena | 14 | 4.3 | 4.3 | 36.3 |
Base 15 Condado Valle Dorado | 7 | 2.2 | 2.2 | 38.5 |
Base 16 Puente Moreno | 12 | 3.7 | 3.7 | 42.2 |
Base 17 Puente Moreno | 11 | 3.4 | 3.4 | 45.5 |
Base 18 Geo Villas Los Pinos | 7 | 2.2 | 2.2 | 47.7 |
Base 19 Plaza Carey | 11 | 3.4 | 3.4 | 51.1 |
Base 20 Paso del Toro | 31 | 9.5 | 9.5 | 60.6 |
Base 21 Geo Villas del Puerto | 19 | 5.8 | 5.8 | 66.5 |
Base 22 Las Vegas | 7 | 2.2 | 2.2 | 68.6 |
Base 23 Superama | 12 | 3.7 | 3.7 | 72.3 |
Base 24 Jardines de Virginia | 21 | 6.5 | 6.5 | 78.8 |
Base 25 Conchal | 19 | 5.8 | 5.8 | 84.6 |
Base 26 Tejería | 11 | 3.4 | 3.4 | 88.0 |
Base 27 Amapolas | 6 | 1.8 | 1.8 | 89.8 |
Base 28 Donato Casas | 5 | 1.5 | 1.5 | 91.4 |
Base 29 Laguna Real | 4 | 1.2 | 1.2 | 92.6 |
Base 30 Oficinas | 24 | 7.4 | 7.4 | 100.0 |
Total | 325 | 100.0 | 100.0 |
Fuente: elaboración propia.
El número de casos que se obtuvo para conformar la muestra, de acuerdo a la fórmula, fue de 169, sin embargo, los dueños de las empresas solicitaron ampliar la muestra y se contó con la participación de 325 empleados. En el cuadro 4 se muestra el coeficiente alfa de Cronbach.
Casos | N | % | Alfa de Cronbach | N de elementos |
---|---|---|---|---|
Válidos | 325 | 100.0 | ||
Excluidos(a) | 0 | .0 | .752 | 37 ítems (incluye perfil sociodemográfico) |
Total | 325 | 100.0 | .854 | 30 indicadores de los 5 constructos |
a Eliminación por lista basada en todas las variables del procedimiento.
Como se observa, el total de ítems del instrumento de las secciones A y B, presenta un valor alfa de Cronbach de 0.752 y los 30 ítems que corresponden a los cinco constructos arroja un valor de 0.854, en ambos casos son aceptables de acuerdo a Hair et al (1979). A continuación, en el cuadro 5 se evalúa la normalidad de los datos con los constructos.
Pruebas | X1_INV | X2_AHO | X3_CRE | X4_SP | X5_GP | |
---|---|---|---|---|---|---|
N | 325 | 325 | 325 | 325 | 325 | |
Parámetros normales(a,b) | Media | 15.240 | 15.652 | 24.587 | 30.033 | 10.418 |
Desviación típica | 4.3847 | 4.539 | 6.277 | 6.836 | 2.698 | |
Diferencias más extremas | Absoluta | .090 | .065 | .090 | .052 | .096 |
Positiva | .047 | .065 | .047 | .047 | .073 | |
Negativa | -.090 | -.061 | -.090 | -.052 | -.096 | |
Z de Kolmogorov-Smirnov | 1.631 | 1.169 | 1.203 | .944 | 1.739 | |
Sig. asintót. (bilateral) | .107 | .130 | .140 | .335 | .057 |
a La distribución de contraste es la Normal. b Se han calculado a partir de los datos.
*X1-INVERSION; X2-AHORRO; X3-CREDITO; X4-SEGUROS y PENSIONES y X5-GASTO y PRESUPUESTO
Los valores descritos en el cuadro 5 muestran la significancia asintótica, los cuales son superiores al p > 0.05 en las variables, lo cual significa que presentan normalidad multivariante. Con esta consideración, el análisis se realiza incluyendo los 30 ítems de los cinco constructos, siempre y cuando los valores KMO, Chi2, MSA y el determinante, cumplan con los criterios teóricos que justifiquen el uso de la técnica.
Ítem | Media | Desviación estándar | N de análisis | Ítem | Media | Desviación estándar | N de análisis |
---|---|---|---|---|---|---|---|
INV1 | 3.1477 | 1.28730 | 325 | CRE16 | 3.0923 | 1.33012 | 325 |
INV2 | 2.9477 | 1.27912 | 325 | CRE17 | 3.2215 | 1.26936 | 325 |
INV3 | 2.9508 | 1.17223 | 325 | CRE18 | 3.0308 | 1.32135 | 325 |
INV4 | 3.1938 | 1.25313 | 325 | SEGP19 | 3.4646 | 1.28000 | 325 |
INV5 | 3.0000 | 1.19412 | 325 | SEGP20 | 3.1846 | 1.32512 | 325 |
AHO6 | 3.4215 | 1.23134 | 325 | SEGP21 | 3.1631 | 1.29857 | 325 |
AHO7 | 3.0338 | 1.27974 | 325 | SEGP22 | 3.4462 | 1.29136 | 325 |
AHO8 | 2.9692 | 1.21677 | 325 | SEGP23 | 3.5662 | 1.39424 | 325 |
AHO9 | 3.1815 | 1.22763 | 325 | SEGP24 | 3.4431 | 1.27439 | 325 |
AHO10 | 3.0462 | 1.25991 | 325 | SEGP25 | 3.3908 | 1.30215 | 325 |
CRE11 | 3.0862 | 1.28090 | 325 | SEGP26 | 3.0831 | 1.24816 | 325 |
CRE12 | 3.1200 | 1.30090 | 325 | SEGP27 | 3.3908 | 1.23150 | 325 |
CRE13 | 3.0462 | 1.36344 | 325 | GASPRE28 | 3.6000 | 1.35401 | 325 |
CRE14 | 2.9538 | 1.21247 | 325 | GASPRE29 | 2.9231 | 1.19293 | 325 |
CRE15 | 3.0369 | 1.24914 | 325 | GASPRE30 | 3.8954 | 1.34766 | 325 |
Fuente: elaboración propia.
Como se observa en el cuadro 6, las medias y desviaciones estándar de los 325 casos observados, denotan diferencias entre sí, lo que no constituye preocupación alguna, ya que el Análisis Factorial Exploratorio (AFE) se realiza a partir de la matriz de correlaciones reproducidas. A continuación, se muestran las correlaciones entre los constructos y el test de esfericidad de Bartlett con KMO, así como los valores Chi2, MSA, el determinante y la significancia estadística (0.01) en los cuadros 7 y 7.b respectivamente.
Ítems | INV1 | INV2 | INV3 | INV4 | INV5 | AHO6 | AHO7 | AHO8 | AHO9 | AHO10 | CRE11 | CRE12 | CRE13 | CRE14 | CRE15 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
INV1 | .420a | .439 | .449 | .455 | .420 | .140 | .251 | .270 | .309 | .228 | .094 | .059 | .128 | .002 | .003 |
INV2 | .569a | .491 | .481 | .443 | .153 | .363 | .400 | .412 | .286 | .121 | .042 | .179 | .125 | .088 | |
INV3 | .554a | .526 | .465 | .078 | .223 | .232 | .295 | .225 | .083 | .074 | .117 | -.002 | .007 | ||
INV4 | .520a | .476 | .137 | .261 | .277 | .326 | .246 | .064 | .024 | .089 | -.021 | -.014 | |||
INV5 | .452a | .184 | .286 | .308 | .337 | .252 | .033 | -.042 | .045 | -.030 | -.028 | ||||
AHO6 | .456a | .446 | .481 | .432 | .314 | .141 | -.050 | .076 | .218 | .236 | |||||
AHO7 | .555a | .605 | .553 | .387 | .199 | -.007 | .174 | .320 | .305 | ||||||
AHO8 | .662a | .599 | .417 | .200 | -.030 | .177 | .339 | .316 | |||||||
AHO9 | .564a | .399 | .221 | .036 | .204 | .310 | .303 | ||||||||
AHO10 | .286a | .157 | .030 | .138 | .207 | .211 | |||||||||
CRE11 | .355a | .377 | .370 | .337 | .364 | ||||||||||
CRE12 | .520a | .420 | .274 | .317 | |||||||||||
CRE13 | .416a | .338 | .350 | ||||||||||||
CRE14 | .468a | .464 | |||||||||||||
CRE15 | .485ª |
Ítems | CRE16 | CRE17 | CRE18 | SP19 | SP20 | SP21 | SP22 | SP23 | SP24 | SP25 | SP26 | SP27 | GP28 | GP29 | GP30 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
CRE16 | .383a | .369 | .380 | .265 | .259 | .292 | .271 | .154 | .011 | .127 | .047 | .170 | .155 | .304 | .139 |
CRE17 | .403a | .354 | .280 | .299 | .326 | .311 | .250 | .113 | .234 | .155 | .261 | .223 | .297 | .243 | |
CRE18 | .455a | .163 | .189 | .231 | .188 | .076 | -.091 | .081 | .035 | .200 | .118 | .260 | .037 | ||
SP19 | .433a | .477 | .447 | .461 | .267 | .129 | .070 | -.077 | .033 | .127 | .200 | .187 | |||
SP20 | .632a | .573 | .582 | .336 | .108 | .080 | -.074 | .089 | .095 | .138 | .128 | ||||
SP21 | .533a | .536 | .317 | .099 | .109 | -.032 | .121 | .113 | .181 | .141 | |||||
SP22 | .548a | .335 | .129 | .119 | -.025 | .107 | .114 | .176 | .162 | ||||||
SP23 | .339a | .252 | .286 | .217 | .230 | .191 | .141 | .290 | |||||||
SP24 | .319a | .257 | .220 | .151 | .215 | .068 | .357 | ||||||||
SP25 | .425a | .444 | .357 | .212 | .179 | .311 | |||||||||
SP26 | .521a | .383 | .168 | .128 | .249 | ||||||||||
SP27 | .379a | .187 | .153 | .215 | |||||||||||
GP28 | .243a | .152 | .318 | ||||||||||||
GP29 | .301a | .181 | |||||||||||||
GP30 | .467a |
Fuente: elaboración propia.
En los cuadros 7 y 7.b de la matriz de correlaciones reproducidas se observa diversidad en los valores de correlación. De acuerdo a los criterios teóricos, si las correlaciones son demasiado altas (≥.9) sería conveniente eliminarlas, ya que estarían midiendo lo mismo, caso contrario, si son demasiado bajas (≤ .1) se podrían incluir en un solo componente. En relación a los valores obtenidos del test de esfericidad de Bartlett son: KMO (0.823), Chi2 (2638.99) con 435 grados de libertad (gl) con valor de p < 0.01 (0.000) dan evidencia para justificar la factorización de acuerdo a Hair et al. (1979). Ahora en el cuadro 8 se muestra la extracción de componentes por el criterio de factores y la varianza total explicada.
Componente | Sumas de rotación de cargas al cuadrado | ||
---|---|---|---|
Total | % de varianza | % acumulado | |
1 | 3.290 | 10.966 | 10.966 |
2 | 2.901 | 9.670 | 20.635 |
3 | 2.765 | 9.218 | 29.853 |
4 | 2.670 | 8.900 | 38.753 |
5 | 2.034 | 6.781 | 45.534 |
Fuente: elaboración propia
El total de la varianza que explica el conocimiento que tienen los trabajadores en relación a los tópicos financieros: ahorro, inversión, seguros, pensiones, crédito y presupuesto se explica en 5 componentes con el 45.53%, lo cual es aceptable para responder la pregunta central del estudio.
Al ser 5 los componentes extraídos se busca redistribuir la varianza en todos los componentes de la matriz, de ahí que el método de rotación ortogonal Varimax es recomendable ya que simplifica el modelo obteniendo resultados más claros que permiten identificar los factores de cada componente, al aproximar las cargas altas a 1 ó -1 y las cargas bajas de la matriz no rotada a 0, lo que además permite eliminar las ambigüedades existentes en la matriz no rotada (cuadro 9). Con este método de rotación se obtienen nuevos valores y vectores propios con diferentes porcentajes de explicación, manteniendo la variación total de los cinco componentes extraídos con el 45.53% de la varianza.
Indicadores | Componente | ||||
---|---|---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | |
AHO8 | .757 | ||||
AHO7 | .688 | ||||
AHO9 | .642 | ||||
AHO6 | .615 | ||||
CRE12 | .679 | ||||
CRE13 | .612 | ||||
CRE15 | .571 | ||||
CRE18 | .568 | ||||
CRE11 | .556 | ||||
CRE14 | .539 | ||||
INV3 | .701 | ||||
INV4 | .683 | ||||
INV2 | .681 | ||||
INV1 | .616 | ||||
INV5 | .612 | ||||
SEGP20 | .787 | ||||
SEGP22 | .716 | ||||
SEGP21 | .706 | ||||
SEGP19 | .598 | ||||
SEGP26 | .614 | ||||
SEGP25 | .587 | ||||
GASPRE30 | .549 | ||||
SEGP24 | .501 |
Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: Varimax con normalización Kaiser. a. La rotación ha convergido en 14 iteraciones.
Fuente: elaboración propia
La extracción de los 5 componentes referidos en el cuadro 9 por el criterio de factores (>.5) mediante el método de rotación ortogonal Varimax, permitió redistribuir las cargas más representativas del total de la varianza, siendo los indicadores AHO10, CRE16, CRE17, SEGP23, SEGP27, GASPRE28 y GASPRE29 los que se excluyen por no presentar cargas factoriales significativas al modelo (> 0.5). En el cuadro 10 se desglosa cada componente con sus indicadores, los autovalores y la varianza de cada factor, para su posterior discusión.
Fuente: elaboración propia
Posteriormente se busca comprobar si hay diferencia de medias en las poblaciones estudiadas con respecto al género, para ello se contrastan las hipótesis que establecen: H0: µ1=µ2= …=µk Las medias poblacionales son iguales y H1: Al menos dos medias poblacionales son distintas µ1≠µ2≠ …≠µk. El siguiente paso es el cálculo de ANOVA que permite comparar varios grupos y probar la hipótesis si las medias poblacionales de los ítems con relación al género son iguales. El estadístico de prueba utilizado es F y se contrasta con el valor de significancia (p-value), en el cuadro 11 se muestran los valores de F de cada uno de los ítems y su significancia.
El criterio de decisión es si F calculada es mayor que F en tablas se rechaza la hipótesis nula; el valor de F en tablas con 1 y 323 gl es de 3.84, en la tabla 11 se observa que el único ítem que tiene un valor de F mayor que en F de tablas es CRE13 (4.311) lo que significa que hay una diferencia entre hombres y mujeres con relación al ítem CRE13, para corroborar, se recurre al valor de significancia, como este valor es menor (0.039) al de 0.05, se puede decir que hay suficientes evidencia para rechazar la hipótesis nula y decir que en el ítem CRE13 con relación al género hay diferencia. Es decir que los hombres y las mujeres no perciben de igual forma que los requisitos que piden las instituciones financieras para otorgar un crédito automotriz, sean sencillos y accesibles.
Item | Medias cuadrática | F | sig. | |
---|---|---|---|---|
gl 1 (Entre grupos) | gl 323 (Dentro de grupos) | |||
INV1 | 0.512 | 1.661 | 0.309 | 0.579 |
INV2 | 0.548 | 1.64 | 0.334 | 0.564 |
INV3 | 0.397 | 1.377 | 0.289 | 0.591 |
INV4 | 1.345 | 1.571 | 0.856 | 0.356 |
INV5 | 2.333 | 1.423 | 1.639 | 0.201 |
AHO6 | 0.058 | 1.521 | 0.038 | 0.845 |
AHO7 | 0.816 | 1.64 | 0.498 | 0.481 |
AHO8 | 0.025 | 1.485 | 0.017 | 0.896 |
AHO9 | 0.02 | 1.512 | 0.013 | 0.908 |
CRE11 | 4.28 | 1.633 | 2.622 | 0.106 |
CRE12 | 2.304 | 1.69 | 1.363 | 0.244 |
CRE13 | 7.931 | 1.84 | 4.311 | 0.039 |
CRE14 | 0.492 | 1.473 | 0.334 | 0.564 |
CRE15 | 0.342 | 1.564 | 0.218 | 0.641 |
CRE18 | 5.328 | 1.735 | 3.071 | 0.081 |
SP19 | 1.284 | 1.64 | 0.783 | 0.377 |
SP20 | 0.011 | 1.761 | 0.006 | 0.938 |
SP21 | 1.739 | 1.686 | 1.031 | 0.311 |
SP22 | 0.026 | 1.673 | 0.015 | 0.901 |
SP24 | 0.15 | 1.629 | 0.092 | 0.762 |
SP25 | 1.019 | 1.698 | 0.601 | 0.439 |
SP26 | 0.227 | 1.562 | 0.145 | 0.703 |
GP30 | 3.802 | 1.81 | 2.101 | 0.148 |
Fuente: elaboración propia
El cuadro 12 contiene el estadístico de Levene sobre igualdad de varianzas. Junto con el valor aparece los grados de libertad y la significancia estadística. Puesto que el nivel crítico es menor de 0.005 en tres de los ítems se debe rechazar la hipótesis de igualdad de varianza y concluir que las poblaciones definidas por los dos grupos (hombres y mujeres) no son iguales (Hair et al., 1979).
Estadístico de Levene | gl1 | gl2 | Sig. | |
---|---|---|---|---|
INV1 | .011 | 1 | 323 | .916 |
INV2 | 3.129 | 1 | 323 | .078 |
INV3 | .304 | 1 | 323 | .582 |
INV4 | .256 | 1 | 323 | .613 |
INV5 | 4.355 | 1 | 323 | .038 |
AHO6 | .530 | 1 | 323 | .467 |
AHO7 | 1.613 | 1 | 323 | .205 |
AHO8 | .426 | 1 | 323 | .514 |
AHO9 | .047 | 1 | 323 | .828 |
CRE11 | .794 | 1 | 323 | .373 |
CRE12 | .424 | 1 | 323 | .515 |
CRE13 | .368 | 1 | 323 | .544 |
CRE14 | .333 | 1 | 323 | .564 |
CRE15 | .648 | 1 | 323 | .422 |
CRE18 | .325 | 1 | 323 | .569 |
SP19 | .922 | 1 | 323 | .338 |
SP20 | 3.650 | 1 | 323 | .057 |
SP21 | .074 | 1 | 323 | .786 |
SP22 | 6.928 | 1 | 323 | .009 |
SP24 | 1.146 | 1 | 323 | .285 |
SP25 | 1.975 | 1 | 323 | .161 |
SP26 | 8.022 | 1 | 323 | .005 |
GP30 | .499 | 1 | 323 | .481 |
Fuente: elaboración propia
5. Discusión de resultados
Posterior al análisis de la matriz de datos y su interpretación, ahora se presenta la siguiente discusión: En primer lugar, nos referimos a la matriz de datos que es la base del análisis para el estudio empírico. Por lo tanto, podemos señalar que se cumple el supuesto de normalidad de acuerdo a la significancia asintótica (>0.01 en todas las variables) en la prueba Kolmogorov-Smirnov. De igual forma se demostró que la matriz de correlaciones reproducidas no es una matriz identidad (valores cercanos a 1), por lo que no tiene problema de multicolinealidad.
El test utilizado presenta una adecuada consistencia interna y fiabilidad (α= 0.752 y 0.854) en los términos teóricos sugeridos (Hair et al, 1979), con estos resultados se justifica el uso de la técnica de análisis factorial exploratorio y la extracción de componentes con rotación Varimax. Con el resultado del análisis de los datos se está en condición de responder a las preguntas de investigación, alcanzar los objetivos planteados y el correspondiente contraste de las hipótesis, en los siguientes términos:
Sobre la pregunta acerca de cuál es el nivel de educación financiera que tienen los empleados sobre algunos temas financieros tales como: ahorro, inversión, seguros y pensiones, crédito, gasto y presupuesto, se logró identificar, a partir de la técnica estadística utilizada, una estructura factorial de 5 componentes, mismos que a continuación se describen.
Como se pudo observar en la matriz de componentes rotados (cuadro 9) y el resumen del cuadro 10, la estructura factorial proporciona evidencia para explicar lo siguiente.
Componente 1 sobre el ahorro: Con relación a los factores de ahorro, los trabajadores de los corporativos opinan mayormente que las cuentas de ahorro que les han ofrecido las instituciones financieras se han adaptado a sus necesidades, además el banco les ha ofrecido diferentes alternativas para ahorrar. En su mayoría coinciden que la información que les han proporcionado las instituciones financieras ha sido clara y completa, además refieren que son muy accesibles los requisitos para apertura de cuentas de ahorro.
Componente 2 sobre crédito: Este factor recoge interesante información, considerando que las instituciones financieras empiezan con su papel de oferentes de crédito, apenas la persona tenga una cuenta abierta en su institución. Es común esta práctica, más aún cuando la nómina se les paga a los trabajadores mediante una tarjeta de débito. Es por ello que los trabajadores de los corporativos opinan que las instituciones financieras otorgan facilidades para contratar un crédito hipotecario y los requisitos son sencillos y accesibles. Esta oportunidad de tener la posibilidad de adquirir un crédito la consideran suficiente para resolver sus necesidades.
Además, hay apertura para la adquisición de créditos personales, los cuales comúnmente se utilizan para consumos básicos y los requisitos son accesibles. En este tipo de créditos, es común la tarjeta de crédito con un crédito acorde a sus ingresos y para aquellos que han recurrido a contratar un crédito pymes o microcréditos, esto les ha resultado sencillo y accesible.
Componente 3 sobre inversión: Los trabajadores opinan que las alternativas de inversión que les han ofrecido las instituciones financieras se adaptan a sus necesidades. Además, la información que les han proporcionado al respecto es clara y completa.
Componente 4 sobre seguros y pensiones: Este tópico por sus características e implicaciones resulta muy importante considerarlo, ya que en un futuro el trabajador buscará la jubilación, la cual es un derecho que le corresponde, sea la ley anterior o denominada ley 40 y el nuevo esquema de jubilación por las Afores. Al respecto, los trabajadores de los corporativo que fueron encuestados manifiestan que hay facilidad para poder acceder a una cuenta de ahorro para el retiro. Así mismo, consideran que la información que proporcionan las Afores en relación a las comisionas que cobran es clara y oportuna. De igual forma prevalece un sentimiento de confianza en las Afores para manejar sus recursos para el retiro.
Componente 5 seguros-pensiones y gasto-presupuesto: en este componente en particular se fusionaron algunos indicadores del constructo de seguros y pensiones, con uno de los indicadores del constructo gasto y presupuesto. En relación a este componente, los trabajadores manifiestan que las aseguradoras les han ofrecido alternativas al exponer sus necesidades de cobertura. Además, consideran tener las facilidades para contratar un seguro, ya que es muy importante contar con este tipo de coberturas, incluso con un seguro de vida, de ahí la importancia de llevar un control de sus gastos, ya que es indispensable para tener finanzas sanas.
La extracción de estos 5 componentes y su composición, deja ver la importancia que conlleva tener conocimientos básicos en temas de educación financiera, que además de verse reflejada en las decisiones financieras y habilidades numéricas de las personas, también favorece el tener finanzas personales sanas. Este argumento concuerda con lo expuesto por Jayaraman, Jambunathan y Counselman (2018) quienes demostraron una fuerte relación entre la capacidad numérica y las habilidades de educación financiera en estudiantes. Para el caso de los trabajadores de los corporativos y considerando la edad de los mismos, es factible homologar este comportamiento.
Estos resultados, coinciden parcialmente con el trabajo de Cohen (2008) quien incorporó un prototipo de educación financiera para revertir el analfabetismo financiero con aspectos centrados en el presupuesto, crédito y tasas de interés. Si bien, son muy importantes estos temas, lo que se cuestiona es, por que no integran otros tópicos que pudieran resultar de interés como el ahorro, la inversión, los seguros y las pensiones, todo ello, para fomentar una educación integral en la materia financiera. Recordemos que del presupuesto se derivan las partidas de ingresos y egresos, los cuales se habrán de canalizar hacia los diferentes rubros que la persona considere necesario hacer, por ejemplo, hacia el ahorro e inversión, para prever el futuro y fomentar el ahorro para el retiro, para asegurar los bienes que las personas adquieren, como un carro o una casa.
Desde luego que el incorporar el manejo de tasas de interés es importante, ya que un buen entendimiento de este tema, trae consigo decisiones financieras razonadas en materia de crédito y ahorro. Sin embargo, el tema de educación financiera debe ser un asunto que conlleva una educación más integral. Sobre esto se fundamenta en la sugerencia realizada por Joo y Garman (1998) que han sido un referente en este campo.
En su estudio evaluaron las finanzas personales de unos empleados de oficina. El propósito fue evaluar la relación entre la productividad laboral y la percepción subjetiva de las finanzas personales. En sus hallazgos concluyen en la importancia que conlleva un buen nivel de educación financiera, lo que genera un efecto positivo en la productividad de los empleados. Es por ello que el resultado de nuestro estudio empírico que explica el 45.53% de la varianza total, y que además recoge información valiosa de los cinco constructos (ahorro, inversión, crédito, seguros y pensiones, gasto y presupuesto), se alinea a la propuesta de Joo y Garman (1998) acerca de una educación financiera integral.
En relación a los resultados del ANOVA, se demostró estadísticamente que no existe diferencia por género. Si bien es cierto, en el estudio la participación femenina superó en casi el doble a la participación masculina (66.5% mujeres y 33.5 hombres), se considera un hallazgo significativo, ya que la percepción sobre el conocimiento que se tiene hacia los tópicos que se analizaron, presenta valores aceptables en las cargas factoriales.
A partir de los resultados del análisis, es posible decir que se demostró estadísticamente que no existe diferencia por género en los constructos que se estudiaron, considerando que para probar las hipótesis: H0: µ1=µ2= …=µk las medias poblacionales son iguales y H1: Al menos dos medias poblacionales son distintas µ1≠µ2≠ …≠µk se consideró el criterio de decisión que señala que si la significancia estadística es > 0.05 y el valor del estadístico F calculado es mayor que el de tablas, entonces no se rechazar HO, caso contrario se rechaza, aceptando Hi.
Como se señaló en el apartado correspondiente al análisis ANOVA, de los 30 indicadores de los cinco constructos, se excluyeron los siete ítems que no formaron parte de la estructura factorial que se obtuvo en el análisis factorial exploratorio con extracción de componentes y rotación Varimax, siendo únicamente 23 ítems, de los cuales solo el indicador CRE13 presentó valores en el estadístico F (4.355) mayores que el valor de F de tablas y la significancia de 0.038 es menor a 0.05 lo que apoya el rechazo de HO.
A partir del análisis, es posible identificar que no opinan lo mismo hombres y mujeres respecto al indicador CRE13, que cuestiona si los requisitos de las instituciones financieras para otorgar un crédito automotriz son sencillos y accesibles. Este procedimiento es lo que permite inferir que hay diferencia de opiniones entre los hombres y las mujeres trabajadores de los corporativos.
Sobre las varianzas poblacionales se observó un comportamiento como en el ANOVA, ya que la gran mayoría de los indicadores tuvo un comportamiento similar que nos lleva a inferir que hay igualdad de varianzas, siguiendo el criterio teórico de decisión: si el nivel crítico (sig.) es ≤ 0.05, se rechaza HO caso contrario se aceptaría HI (Hair et al, 1979), además si el valor calculado del estadístico de Levene es > que el valor de tablas, también apoya esta decisión. Puesto que el nivel crítico es menor de 0.005 en tres de los ítems (INV5, SEGP22, SEGP26) se debe rechazar la hipótesis de igualdad de varianzas y concluir que las poblaciones definidas por los dos grupos (hombres y mujeres) no son iguales. Dichos indicadores cuestionan si: se puede confiar en una institución financiera para invertir los recursos; La información que presenta el estado de cuenta de su afore es clara y completa, y finalmente, las aseguradoras le han ofrecido alternativas al exponer sus necesidades de cobertura.
6. Conclusiones
A manera de conclusión podemos decir que, al final del análisis de datos y la discusión de los hallazgos con los argumentos teóricos, se concluye que los resultados de este estudio empírico coinciden con la propuesta de Cohen (2018), en relación a la guía que propuso para revertir el analfabetismo financiero, la cual incorpora aspectos sobre presupuesto, ahorro, gasto y crédito, con énfasis en el uso de tarjetas de crédito, pago de deuda y las tasas de interés, la cual busca fortalecer la disciplina de no permitir que los gastos excedan los ingresos. En este sentido, los empleados de los corporativos tienen en general un conocimiento aceptable de los cinco constructos que se analizaron, por lo que se podría esperar un buen manejo de sus finanzas personales.
Además, es pertinente mencionar que durante la aplicación del instrumento, se tuvo oportunidad de platicar con personal del área de Contraloría General de los Corporativos participantes, quienes comentaron acerca de las acciones que se vienen desarrollando en las empresas, siendo una de ellas de interés para este trabajo, ya que se refiere a cursos de capacitación en materia de finanzas personales que esa área les ha venido impartiendo al personal de las diferentes sucursales que se señalaron en la tabla 3. A priori se hubiese pensado que el nivel de educación financiera de los trabajadores sería bajo, sin embargo, con el resultado del 45.53% de la varianza total de los cinco constructos, hay evidencia de que no es así.
En cuanto a las diferencias que pudiera haber entre hombres y mujeres respecto al conocimiento que tienen sobre estos temas financieros, el resultado de la presente investigación concuerda con los trabajos de Kollat y Willett (1967), Fitzsimmons y Wakita (1993), Hira y Mugenda (2000), Arceo-Gómez y Villagómez (2017) y Hernández, Manrique y Venegas-Martínez (2019) quienes no encontraron diferencias por género, esto permite suponer que el conocimiento en esta materia tanto en hombres como en mujeres es muy similar. La batería de preguntas ciertamente es de un nivel básico a intermedio, con esto se puede dimensionar el alcance de esta aseveración a partir del resultado estadístico que se obtuvo.
Finalmente, llevar a cabo estudios en materia de educación financiera en poblaciones de trabajadores es relevante a partir de la evidencia que hay, de que un mayor nivel de educación financiera, mejora la toma de decisiones y el bienestar del trabajador (Kim, Kratzer, Brunson y Joo, 1999; Kim, 2004; Edmiston y Gillett-Fisher, 2006; Edmiston, Gillett-Fisher y McGrath, 2009; Muleke y Gitari, 2013; Koh y Mitchell, 2019) así como la productividad laboral (Joo y Garman, 1998; Muleke y Gitari, 2013). En ese sentido, es conveniente que no solo los hacedores de políticas públicas sino también las empresas diseñen e implementen programas de educación financiera para sus colaboradores.