Introducción
La noción de la esfera pública planteada por Habermas (1974) implica un espacio de libre acceso y participación ciudadana, en el que se busca llegar a acuerdos sobre los asuntos de interés común, a partir de un debate racional. De acuerdo con las diversas estructuras sociotécnicas de relación que prevalecen en plataformas sociodigitales, como Facebook y Twitter, es difícil argumentar que el entorno virtual dado por estos recursos pueda corresponder a tal caracterización. Su acceso no es totalmente libre y mucho menos universal,1 y las discusiones que tienen lugar en su interior no se distinguen precisamente por un intercambio de ideas bajo condiciones de racionalidad generalizada (Graham, 2012; Lazzarich, 2015).
Sin embargo, eso no significa que no constituyan un relevante ámbito de interacción social, en el que tiene lugar un conjunto de actos expresivos relativos a asuntos que son de interés general. A pesar de que se trata de aplicaciones que incorporan una serie de algoritmos de filtrado y jerarquización de información que responden en primera instancia al modelo de negocios de sus administradores (Zuiderveen Borgesius et al., 2016; Flaxman, Goel y Rao, 2016) y que han sido objeto de diversas estrategias de manipulación (Marwick y Lewis, 2017; Bradshaw y Howard, 2017), estas plataformas dan lugar a campos de interacción simbólica que albergan una gran cantidad de enunciaciones sobre diversos asuntos de interés público, en una compleja interrelación con los medios tradicionales y otros espacios de debate.
Desde este punto de partida, el objetivo central del presente trabajo es identificar, con base en una perspectiva cualitativa, la manera como un conjunto de unidades expresivas replicadas (que serán caracterizadas como “memes”) se utilizó para dar lugar a la expresión de distintos tipos de encuadre en relación con un suceso de alto impacto social: la escasez coyuntural de combustibles como consecuencia del combate al robo de combustible, durante el mes de enero de 2019.
Tomando en cuenta las muy diversas formas de entender y estudiar los procesos de encuadre, consideramos importante señalar que nuestro punto de vista estará basado en la consideración del meme en Internet como signo empleado en la transmisión de significados. Así, se pretende contribuir a la discusión sobre el uso social de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente en procesos comunicativos relacionados con formas de encuadre a través de premisas dadas por unidades de sentido replicadas.
Antecedentes conceptuales
La llamada Teoría del Encuadre (Framing) constituye un muy amplio y heterogéneo conjunto de enfoques metodológico-conceptuales que, en términos muy generales, se refiere a los procesos sociales de construcción de la realidad.2 Como Snow (2004: 384) plantea, se trata de una perspectiva que surge del interaccionismo simbólico y de la noción de que los sujetos no asignan un sentido de manera automática o natural a los objetos, eventos o experiencias, sino que dicha relación es resultado de procesos interpretativos relacionales. Para este autor el encuadre implica una serie de acciones que son llevadas a cabo por diversos actores sociales, en las que se asigna un significado específico a un suceso relevante,3 aunque, como sugiere Amadeo (2002), su estudio puede extenderse hasta la transmisión, extensión y ajuste de dicho significado.
Sin pretender hacer un recuento detallado de las distintas posturas que han surgido a partir de esta perspectiva, con base en Borah (2011), podemos identificar dos grandes áreas desde las cuales ha sido trabajada empíricamente: la sociológica y la psicológica. Nuestro abordaje partirá de esta primera, que como este autor señala, en buena medida ha partido del estudio de un conjunto de recursos expresivos, como palabras e imágenes, que son empleados para generar sentidos específicos en torno a los ya mencionados eventos clave.
Como coinciden en señalar la mayor parte de los planteamientos hechos desde esta perspectiva, los trabajos de Bateson (1972) y Goffman (1974) han sido la base para el desarrollo de la Teoría del Encuadre. Para este segundo autor ante todo acto relevante los actores sociales emplean una serie de marcos o estructuras (frames) para su interpretación, de manera que puede asignarse un sentido, por ejemplo, a una serie de acontecimientos aparentemente no relacionados. Estos marcos, sugiere Goffman, están culturalmente determinados, por lo que suelen ser más o menos comunes al interior de un grupo determinado. De esta manera, es posible pensar incluso en la existencia de marcos de marcos, que en última instancia, constituyen recursos cognitivos compartidos en una comunidad, bajo la forma de sistemas de creencias.
Una parte considerable del trabajo de campo emprendido desde la Teoría del Encuadre se basa en la idea de que las estructuras interpretativas planteadas por Goffman se manifiestan en diversos actos discursivos (Pan y Kosicki, 1993; Snow, 2004). Como Snow (2004) propone, a través de distintas expresiones se conectan y coordinan elementos significantes, de forma que se da lugar a una especie de paquete relativamente integrado. El contexto en que esto ocurre ha sido identificado como un campo discursivo y es definido como el terreno simbólico en el cual se presenta la lucha por el sentido (Spillman, 1995). Desde esta visión, los campos discursivos están dados por aspectos culturales como valores, ideas, creencias y mitos; así como por actores cuyos intereses guarden algún tipo de correspondencia, entre los que se encuentran los medios y el público.
A partir de fenómenos comunicativos que tienen que ver con la producción de mensajes noticiosos (Tuchman, 1978), para autores como Gitlin (1980) y Entman (1993), el encuadre está asociado a las estrategias de selección, filtrado, énfasis, exclusión y prescripción que se hacen en un texto comunicativo, sobre un hecho que es presentado a la audiencia. De acuerdo con estos autores, los énfasis realizados en las narrativas informativas pueden tener una influencia notable en la manera como los sujetos se enfocan en aspectos determinados de tal suceso.
En concordancia con lo planteado por Druckman (2004), en el caso de los procesos de comunicación política, dichos elementos destacados son presentados a los ciudadanos con la intención de influir en su toma de decisiones, a través de la caracterización de ideas que dan sentido a los hechos que son abordados. En lo relativo a los movimientos sociales (Snow, 2007), los encuadres suelen ser utilizados para la contingente realización de acciones, basadas en la percepción relativa de los asuntos que estén siendo presentados. Al conjunto de acciones resultantes de un proceso de encuadre se le conoce como marcos de acción colectiva (Snow, 2007).
Como lo observaron Snow et al. (1986), a partir de situaciones donde ocurren procesos de adherencia ideológica en movimientos sociales, existen cuatro posibilidades en el proceso de encuadre en los públicos: establecimiento de puentes (bridging), amplificación, extensión y transformación de marcos. Dicha adherencia es definida por estos autores como las correspondencias que se establecen entre los marcos empleados por un emisor determinado y los utilizados de manera individual en los integrantes de su correspondiente público. Revisaremos brevemente cada una de estas variantes, que serán la base para el análisis de nuestro caso.
El establecimiento de puentes se refiere a la construcción de correspondencias ideológicas entre dos o más marcos que, aunque son congruentes, pueden estar estructuralmente desconectados, en relación con un asunto (issue) determinado. Estos puentes se establecen a través de redes de relaciones, que pueden darse tanto a través de diversas mediaciones, como en vínculos interpersonales directos. En general, se trata de hacer ver al público por qué un asunto determinado es relevante en función de sus propios intereses.
La amplificación de marcos tiene que ver con la aclaración y reforzamiento de un esquema interpretativo relativo a un asunto en particular donde, como lo plantean Snow et al. (1986), esto suele ocurrir a partir de dos posibilidades: la amplificación de valor o la amplificación de creencia. En el primer caso, el encuadre conduce a la identificación, idealización y elevación de algún aspecto que puede no haber tenido resonancia en la audiencia, ya sea porque haya caído en desuso o por haber sido reprimido por una estructura de poder. También es posible que su relevancia en relación con algún evento significativo haya sido presentada de manera ambigua. En lo relativo a la amplificación de creencias, estos autores proponen que se trata de elementos ideales que apoyan acciones relacionadas con valores deseados y pueden darse a partir de cinco posibilidades: 1) gravedad del asunto, 2) posicionamientos sobre el origen o causa de la cuestión, 3) creencias estereotípicas sobre los antagonistas, 4) posibilidades de cambio y, 5) creencias sobre la pertinencia de tomar una acción.
La extensión de marcos, según Snow et al. (1986), se presenta cuando los asuntos no tienen una relación directa con los intereses del público o bien se busca ampliar la base hacia la cual se dirige una estrategia de comunicación específica. Este tipo de encuadre se logra a través de mostrar cómo un planteamiento, objetivo o acción es congruente con los intereses de aquellos adherentes potenciales. En ocasiones, la extensión puede ocurrir a través del uso de un asunto que es relevante para la audiencia, pero que no necesariamente forma parte de la esencia del asunto o causa en cuestión como, por ejemplo, la organización de conciertos de rock para dar visibilidad a problemas como la hambruna o la discriminación.
En la cuarta de las posibilidades planteada por Snow et al. (1986), la transformación de marcos se presenta cuando las causas, programas o valores que son promovidos no tienen ninguna resonancia con el público o incluso cuando pueden ser percibidos como contrarios a los referentes valorativos prevalecientes. En este caso, nuevos valores suelen ser presentados y los significados anteriores son hechos a un lado; de forma que haya una modificación sustancial al marco y los asuntos sean vistos de una manera distinta. Por ejemplo, una situación que antes era percibida de manera desafortunada, pero tolerable, a partir de este cambio puede convertirse en un hecho absolutamente intolerable (como ha ocurrido con la acción de fumar en espacios públicos cerrados). Estos autores plantean dos tipos de transformación de marcos: 1) transformación de marcos interpretativos de asuntos específicos y, 2) cambios en marcos interpretativos globales.
En el primer caso, los autores se refieren a modificaciones relativamente autocontenidas pero sustanciales en torno a la forma como un determinado asunto es encuadrado, ya sea a través de la propuesta de que una situación que es dada por sentada deba cambiar; o bien, que una norma sea replanteada como injusta o innecesaria. Algunos ejemplos son el cambio en el estatus de una categoría colectiva, como mujeres, niños, adultos mayores, personas con discapacidad. En el segundo, el foco del cambio es ampliado de manera considerable, de tal manera que el marco en cuestión va adquiriendo cada vez mayor relevancia, hasta llegar al punto en que se convierte en un modelo primario para la interpretación de la experiencia social. Se trata del desplazamiento de un universo de discurso por otro. Esto se distingue de las transformaciones de asuntos específicos, donde, aunque cierto asunto puede ser resemantizado, en esencia permanece. En la tabla 1 se muestra un esquema que sintetiza las posibilidades de encuadre planteadas por estos autores.
Cualquiera que sea el tipo de encuadre que tenga lugar, estos autores destacan que, una vez alcanzado un posicionamiento en torno a un asunto determinado, éste no puede ser dado por hecho de manera permanente, puesto que se trata de procesos variables y constantemente sujetos a la renegociación y reevaluación de los públicos.
Establecimiento de puentes |
Amplificación de marcos |
Amplificación de valor |
Amplificación de creencia: |
Gravedad del asunto |
Posicionamientos sobre el origen o causa de la cuestión |
Creencias estereotípicas sobre los antagonistas |
Posibilidades de cambio |
Creencias sobre la pertinencia de tomar una acción |
Extensión de marcos |
Transformación de marcos |
Transformación de marcos interpretativos de asuntos específicos |
Cambios en marcos interpretativos globales |
Fuente: elaboración propia a partir de Snow et al. (1986).
Estado de la cuestión
Aunque es un tema relativamente reciente y los trabajos no son aún muy numerosos, el cruce entre memes en Internet y la Teoría del Encuadre es un asunto que ha sido previamente abordado en diversos contextos discursivos. Tanto en Hahner (2013) como en Huntington (2013) y Kligler-Vilenchik y Thorson (2016), se parte del supuesto de que los memes en la Internet dan lugar a un discurso público donde se pueden expresar distintas posturas, que pueden ser tanto de resistencia a los mensajes mediáticos dominantes, como de debate en torno a un suceso clave.
Para Hahner (2013) el meme conocido como Riot Kiss4 se constituyó como una premisa visual que contribuyó a la propagación de distintos marcos interpretativos. Dado que se trató de una imagen sin un significado intrínseco prescrito, entre los usuarios de la red se construyeron diversos sentidos que dieron lugar a posturas que se enfrentaron entre sí, en ocasiones apoyados en modificaciones a la imagen original. Así, el meme en cuestión dio lugar a encuadres que tenían que ver tanto con su iconización como signo del triunfo de la vida sobre la muerte, como otros más bien relacionados con la crítica a los poderes establecidos.
Desde Kligler-Vilenchik y Thorson (2016) algunos memes en Internet han dado lugar a varias prescripciones sobre lo que significa ser un ciudadano digital. Mientras que algunas posturas sostienen que son necesarias acciones que trasciendan el ciberespacio y que vayan más allá de la replicación de memes, otras plantean que los espacios digitales están dando lugar a nuevos repertorios de involucramiento en asuntos de interés común. A partir de la discusión ocurrida en torno al video viral Kony2012, se dieron diversos encuadres en torno a la noción de buen ciudadano.5 Cada forma de entender esta ciudadanía deseable, según estas autoras, dio lugar a distintos tipos de encuadre, mismos que suscitaron enfrentamientos de posturas, de forma similar a lo reportado por Hahner (2013). En términos de los marcos de acción colectiva, Kligler-Vilenchik y Thorson (2016) identifican dos encuadres derivados de las interacciones observadas: cómo informarse y cómo actuar. En el primero, se registraron prescripciones en torno a la necesidad de informarse sobre la situación política en África antes de compartir información en línea, así como de llegar a debates basados en la razón. En el segundo, se encontraron preceptos relacionados con la actuación a través de instituciones formales, de forma sostenida a lo largo del tiempo.
El trabajo de Kligler-Vilenchik y Thorson (2016) coincide con el de Howley (2016) en lo que tiene que ver con la reflexión sobre distintas formas de participación política en los espacios virtuales. Si bien este segundo asume una postura más proclive a considerar los procesos de replicación de memes como una forma de involucramiento ciudadano, en ambos trabajos es clara la invitación a profundizar en el estudio de estas manifestaciones de los encuadres como marcos interpretativos empleados por los usuarios.
Estas variables que han sido encontradas en los antecedentes merecen una discusión en cuanto a su aplicación en la observación del caso abordado en este estudio, es decir, en los procesos de replicación de memes relativos a la escasez de gasolina en varias regiones de México como consecuencia de la lucha contra el huachicoleo.6 Como Amadeo (2002) sugiere, es posible identificar cuatro posibles niveles en el estudio de los procesos de encuadre, dependiendo del momento del acto comunicativo en que tengan lugar: primer nivel, en la elaboración del mensaje; segundo, cuando se refiere al contenido del mensaje y, tercero, relativo al proceso de recepción-interpretación. Un cuarto nivel sería aquel que analice el proceso completo. Nuestro acercamiento en este trabajo estará entre el segundo y el tercer nivel, de acuerdo con este autor.
Desde Dawkins (1976), un meme está dado por cualquier unidad cultural que es replicada y que forma parte del acervo de una comunidad determinada. Esto implica la existencia de una amplia variedad de memes en cuanto a su formato, que en la red pueden ir desde cadenas de caracteres como hashtags y emoticones, hasta videos virales. Nuestro corpus de análisis ha sido integrado a partir de imágenes estáticas recolectadas en Facebook y Twitter durante el mes de enero de 2019, incluyendo aquellas en las que se representan cadenas de caracteres, por lo que hablamos de paquetes de sentido que muchas veces son simultáneamente icónicos y lingüísticos.
Como ha sido planteado, los procesos de encuadre han sido estudiados desde una amplia variedad de situaciones y contextos. Una de las líneas más recurrentes tiene que ver con los enfoques que ocurren a partir de modelos de difusión de información, donde se destacan aspectos específicos de los acontecimientos a los que se hace referencia. Con base en los trabajos de Hahner (2013) y Kligler-Vilenchik y Thorson (2016) que hemos revisado, además de la mera difusión, es también posible hablar de los procesos de significación sobre los sucesos clave en cuestión. Consideramos que esta perspectiva es consistente con las dinámicas que tienen lugar al interior de las plataformas sociodigitales observadas, en función de los procesos de selección, filtrado, énfasis, exclusión y prescripción que los usuarios realizan cuando comparten elementos significantes en sus muros. Como Lincoln y Robards (2017) sugieren, algunos usuarios de Facebook escogen el tipo de información que publican, en función de la construcción de sus propias representaciones ante los demás. Sin embargo, el hecho de compartir un meme determinado sobre un asunto relevante posee una dimensión adicional: dado que con frecuencia se trata del relanzamiento de unidades de sentido que son tomadas de un contexto discursivo específico, partiremos del supuesto de que se trata de los marcos de acción colectiva asociados con diversos encuadres primarios. Estos encuadres han sido el resultado de procesos comunicativos tanto antecedentes como paralelos y que, en este caso, están dados de manera muy importante por el proceso electoral federal de 2018, en el que resultó ganador a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Así, a partir de Snow (2004), proponemos que los usuarios de Facebook y Twitter pueden ser considerados como agentes interpretantes involucrados en la producción y mantenimiento de sentidos asignados a protagonistas, antagonistas y observadores agrupados en torno a un asunto relevante, en los que el principal marco de acción colectiva que analizamos en este trabajo es la replicación sígnica.
En el primer apartado de este trabajo mencionamos que plataformas socio-digitales como Facebook y Twitter han sido susceptibles a diversas estrategias de manipulación en contextos de la comunicación política y los movimientos sociales. En este sentido, Marwick y Lewis (2017) y Esposito (2019) hablan del uso de memes por parte de grupos ideológicos minoritarios (como Alt-Right, en Estados Unidos) para dar visibilidad a planteamientos extremistas expresados en posturas como el antisemitismo, la homofobia y el ataque a los derechos de grupos vulnerables. A partir de estructuras de relación basadas en la provocación, ampliamente extendidas en foros como 4chan, este segundo autor habla de cómo la viralidad de memes durante la campaña presidencial de 2017, en la que Donald Trump resultó vencedor, dio lugar a marcos de acción colectiva que se opusieron a la corrección política y al neoliberalismo.
Método
Entre el 1 y el 31 de enero de 2019, se hizo un registro de memes en Facebook y Twitter, dados por imágenes estáticas que hicieran referencia al problema del desabasto de gasolina en diversas regiones de la República mexicana. Este registro se hizo a partir de los siguientes términos de búsqueda en dichas plataformas: escasez/desabasto gasolina, huachicoleo, huachicol (con y sin hashtag). Con base en este procedimiento, se logró recopilar un total de 171 imágenes (C1)
Posteriormente, se realizó un proceso de codificación sobre este primer conjunto, con la intención de separar las que hacían referencia a actores políticos concretos, así como a encuadres específicos; de aquellas cuyo sentido fundamental estaba dado en ser parte de la continuación de bromas más o menos generalizadas sobre dicho evento clave.7 Esto permitió identificar un corpus (C2), integrado por 55 memes. El análisis de sentido e identificación de marcos sobre C2 se presenta en el siguiente apartado.
Resultados
Con el objetivo de identificar la manera como un conjunto de memes en la Internet fueron empleados para dar lugar a la expresión de distintos tipos de encuadre en relación con la escasez de gasolina en diversas regiones de México durante enero de 2019, se realizó la codificación de 55 imágenes encontradas en Facebook y Twitter. El cuadro 1 muestra la cantidad de memes por cada clase identificada, donde el referente es el sentido general al que se hace alusión en los memes registrados:
Referente | ƒ | % |
---|---|---|
AMLO (en contra) | 23 | 41.82 |
AMLO (en apoyo) | 12 | 21.82 |
Viejo régimen* | 7 | 12.73 |
Ciudadanos** | 5 | 9.09 |
Ecologistas*** | 5 | 9.09 |
Otros | 3 | 5.45 |
Total: | 55 | 100.00 |
Como es posible observar, en la mayoría de estas imágenes el personaje al que se alude de manera directa es AMLO. Dadas las afectaciones y molestias generadas entre la población en las zonas donde ocurrió el desabasto de combustible,8 no sorprende que la mayor parte de los memes considerados en este trabajo sean en su contra. Este posicionamiento, además, tiene como antecedente contextual un proceso electoral en el que, a pesar de haber ganado con una considerable ventaja,9 hubo una profunda división entre los votantes, caracterizada por posturas muy extremas entre sus simpatizantes y adversarios. En este caso, es posible hablar de la reproducción y amplificación de un encuadre oposicional, en el cual la relación que se establece es de AMLO como causante directo del desabasto de gasolina y que estuvo presente en el discurso oficial de los dos principales partidos de oposición: Partido Acción Nacional (PAN) y Partido Revolucionario Institucional (PRI) (figura 1). Esto corresponde a un encuadre de amplificación de creencia, bajo la modalidad de posicionamientos sobre el origen o causa de la cuestión, según Snow et al. (1986).
De manera más precisa, en este encuadre se esgrime una supuesta incapacidad para gobernar, de forma que el tratamiento discursivo-argumentativo10 deja a un lado el combate al robo de combustibles en los gasoductos como causa directa del desabasto (figura 2).
A los pocos días de haberse establecido este encuadre, comenzaron a circular otros memes en apoyo a las acciones de AMLO, en los que es posible observar el posicionamiento de la lucha contra el robo de combustible como una acción necesaria, a pesar de sus consecuencias indeseables traducidas en desabasto en algunas regiones (figura 3).
En la Figura 3, en el tercer meme (de izquierda a derecha), es posible observar el término derechairos, que fue empleado durante el proceso electoral de 2018 para referirse de manera despectiva a los detractores de AMLO. En sí mismo, esto contribuye a la representación estereotipada del antagonista, según el planteamiento de Snow et al. (1986), dentro de los encuadres de amplificación de creencia.
Un tercer encuadre observado se relaciona con el señalamiento a personajes y partidos políticos que han ocupado el Poder Ejecutivo federal en el pasado, como agentes supuestamente beneficiados con el robo de gasolina (figura 4). Este es un encuadre que de manera indirecta opera como un apoyo a las acciones de AMLO, a modo de reiteración discursiva sobre los beneficios del cambio de régimen a raíz del proceso electoral de 2018.
Como fue planteado en el apartado conceptual, según Snow et al. (1986), la extensión de marcos tiene lugar cuando, a través de un acontecimiento clave, se establece una relación que no había sido enunciada de manera explícita, y que en este caso corresponde a la escasez de gasolina y el cuidado medioambiental. Esto se observó a partir de dos líneas argumentativas específicas: la reducción en los niveles de contaminación y el impulso al uso de la bicicleta como medio de transporte urbano (figura 5), que establecieron una discusión paralela al debate político-institucional de los encuadres anteriores.
También, paralelo al debate político, se encuentra un quinto encuadre relacionado con una serie de enunciaciones con un sentido ciudadano propositivo, ante la situación de escasez. Ajenos a los ataques y apoyos a funcionarios públicos, se caracterizaron por la expresión de sugerencias sobre autoorganización y civilidad (figura 6).
Discusión y consideraciones finales
Los memes en la Internet constituyen recursos expresivos que pueden ser utilizados en relación con una muy amplia variedad de asuntos de interés público. En términos de los estudios hechos desde la Teoría del Encuadre, la observación de las dinámicas de enmarcado que tienen lugar al interior de las redes sociodigitales representa un abordaje que brinda nuevos elementos de análisis a los trabajos realizados durante la última década, desde esta perspectiva. Las lógicas concentradoras de los flujos de información de los medios tradicionales tienen en estos espacios virtuales condiciones distintas, dada la descentralización y las estructuras reticulares que los caracterizan. Así, se observan procesos en los que la diseminación y la reproducción de marcos tienen lugar no desde las emisiones de una cantidad reducida de agentes, sino a partir de las interacciones entre un indeterminable conjunto de usuarios.
Una de las principales ideas que consideramos relevante resaltar tiene que ver con el uso de memes como parte de las estrategias que son empleadas para el encuadre de los fenómenos sociales de alta relevancia. Si bien el alcance de una enunciación individual puede ser sumamente limitado al diluirse entre una gran cantidad de publicaciones en la sociósfera digital, el asunto se traslada al plano de lo colectivo cuando se convierte en una expresión compartida en la que se sintetizan y plantean formas concretas de conformar la agenda e interpretar la realidad. Si se alcanzan altos valores de viralidad, la enunciación replicada se vuelve visible para grandes cantidades de usuarios, quienes tienen la posibilidad de contribuir a retroalimentar positivamente su alcance en una espiral de expresiones reiteradas.
Nos parece oportuno señalar que los resultados del presente trabajo deben ser ubicados en su justa dimensión. Se trata de la identificación de encuadres presentes en un conjunto no probabilístico y no representativo de memes registrados a partir de búsquedas en Facebook y Twitter cuyos resultados de ninguna manera pueden ser generalizados. Sin embargo, a partir de Snow et al. (1986), consideramos que la mayor parte de los memes observados en C2 se presentaron bajo las modalidades de amplificación y extensión de marcos, como se detalla en la figura 7.
En concordancia con lo encontrado por Hahner (2013) y Kligler-Vilenchik y Thorson (2016), en ambos casos, ha prevalecido el uso de memes como un marco de acción colectiva empleado para la transmisión de significados, sobre todo en lo que hemos denominado como encuadres político-institucionales. En ellos, se observaron sentidos existentes simultáneamente en otros planos y entornos de interacción social, a partir de actores claramente identificados: por un lado, la oposición al gobierno de AMLO y, por el otro, sus simpatizantes. Sin que podamos sugerir ninguna relación causal, desde dicha oposición se elaboraron diversos argumentos que resultaron resonantes con los marcos de un conjunto de usuarios contrarios a AMLO, donde sobresalió una presunta incapacidad como premisa, que fue objeto de muy numerosas enunciaciones en los memes que registramos.
En lo que tiene que ver con los marcos de apoyo a AMLO, un aspecto a destacar en este contexto discursivo es el hecho de que la figura del expresidente del periodo inmediato anterior (2012-2018), Enrique Peña Nieto, no necesariamente fue a quien se hizo alusión de forma más negativa, sino más bien, a Felipe Calderón Hinojosa (quien ocupó la Presidencia de la República entre 2006 y 2012).11 En todo caso, dentro de este marco, que es tanto interpretativo como expresivo, parece ubicarse a todos los partidos de oposición, y especialmente al PRI y al PAN¸ en un paquete simbólico de enfrentamiento a las acciones de AMLO, con notables insinuaciones sobre su participación en el robo de combustible como premisa argumental, lo que constituye una falacia de tipo hombre de paja.
Al mismo tiempo, encontramos expresiones en forma de memes, dentro de lo que hemos identificado como encuadres paralelos. En ellos, los marcos se extendieron hacia asuntos que tenían que ver con tópicos menos radicalizados, a partir de dos líneas: 1) referentes medioambientales y, 2) iniciativas ciudadanas propositivas. En el primer caso, como ya ha sido mostrado en los resultados, este encuadre pretendió sacar a la escasez de gasolina del centro de la atención y argumentar en su lugar formas alternativas de transporte en las grandes ciudades, como la bicicleta. En el segundo, pudimos observar marcos dados por propuestas con un sentido cívico cuyos referentes estaban orientados al respeto y la autoorganización, especialmente en las propuestas relativas a días específicos para cargar gasolina de acuerdo con la terminación de las placas de los automóviles12 y la posibilidad de realizar traslados compartidos.
Las enunciaciones que hemos observado dan lugar a una reflexión sobre un asunto que, aunque no ha sido el enfoque central de este trabajo, consideramos relevante mencionar, en función de posibles abordajes en otras investigaciones: la posibilidad de considerar su creación, modificación y recirculación, como una forma de participación ciudadana. Muchos de los memes observados corresponden a manifestaciones de protesta y denuncia, según los indicadores de ciudadanía participativa de autores como De Weerd et al. (2005) y Abs y Veldhuis (2006). Como fue revisado en los antecedentes, autores como Hahner (2013), Kligler-Vilenchik y Thorson (2016) y Howley (2016) tienden a asumir una postura dentro de esta línea, bajo la premisa de que se trata de fenómenos que amplían los repertorios de acción ciudadana, que ocurren en un entorno caracterizado por asincronías espaciotemporales. Quizá la noción de Campos y Silván (2012: 69) de acciones ciudadanas complementarias sea la que mejor se ajuste a lo que fue observado en los memes sobre el huachicoleo. No parece haber en estas publicaciones procesos de argumentación racional, sino más bien, manifestaciones resonantes entre lo individual y lo colectivo, de carácter aparentemente13 espontáneo. La correspondencia de marcos bien pudo haber sido una de las principales causas de la replicación de los memes, en virtud de lo discutido por Lincoln y Robards (2017), quienes sugieren que se publica en línea aquello que de alguna manera corresponde con los posicionamientos propios.
Los memes observados constituyen ciertamente expresiones relacionadas con un asunto de interés público -la escasez de gasolina-, sin embargo, difícilmente sería posible hablar de un movimiento social como ha sido definido en Snow (2007), dados los muy bajos niveles de estructuración observados en los marcos de acción colectiva, que pudieran estar orientados al logro de una meta específica. La demanda generalizada de restablecimiento del abasto parecía entrar en una suerte de contradicción operativa con el combate al robo de gasolina, razón por la cual posiblemente el marco de estrategia incorrecta se extendió ampliamente en muchos de los memes observados.
Consideramos oportuno resaltar que, aunque AMLO se refirió al asunto del desabasto de combustible durante todo el tiempo que tuvo lugar esta contingencia, es imposible decir que esto haya sido el resultado directo de una presión social en los entornos digitales. Plataformas como Facebook y Twitter fueron sólo un ámbito más en el que tuvieron lugar muy complejos procesos de encuadre, a partir tanto de acciones de presión de la oposición, como de la cobertura de las industrias de la información, con sus respectivos encuadres noticiosos donde se enfatizaron las molestias ocasionadas a los automovilistas y los posibles impactos en la actividad económica.
En tanto elemento expresivo que puede ser elaborado buscando resonancias que favorezcan su replicación, el meme en la red constituye un fenómeno comunicativo de la mayor relevancia, en función de su empleo en situaciones de alto impacto social. Por un lado, desde una postura basada en la aplicación del conocimiento, su monitoreo puede permitir la identificación de marcos interpretativos que, dependiendo de las agendas de los actores involucrados, pueden ir desde su objetivación, hasta ser la base para el desarrollo de diversas estrategias de intervención discursiva. Por otro lado, a partir de una perspectiva más académica, se trata de formas expresivas que, en concordancia con varios de los postulados de la Escuela de Birmingham, pueden ser analizados con la intención de identificar algunos de los marcos culturales que forman parte del sistema de creencias, que son socialmente construidos a partir de muy diversos procesos de interacción.