La familia Rallidae posee una distribución casi cosmopolita, sin embargo, varias especies del grupo viven en hábitats poco accesibles o presentan conductas crípticas, por lo que el conocimiento de la biología, ecología y tamaño poblacional de muchas de ellas es bastante limitado (Taylor & Van Perlo, 1988; Howell & Webb, 1995; Del Barco & Beltzer, 2002). Por otro lado, se ha reportado una disminución en los números de algunos rálidos como resultado de la pérdida y deterioro de su hábitat (Ripley & Beehler, 1985; Eddleman et al., 1988; Taylor & Van Perlo, 1988). Lo anterior resalta la importancia de localizar sus poblaciones como primer paso, para efectuar acciones encaminadas a su conservación.
El rascón pinto, Pardirallus maculatus (Boddaert, 1783), es una especie poco común en México, se encuentra desde Nayarit y Veracruz hasta Chiapas y la Península de Yucatán, y está ausente en la mayor parte del centro del país, aunque se le puede encontrar en el Estado de México, Morelos y Puebla (Howell & Webb, 1995). El hábitat de la especie en México lo constituyen humedales de agua dulce con vegetación, particularmente tulares (Typha); también campos inundados y canales de riego (Dickerman & Parkes, 1969; Dickerman, 1971; Scott et al., 1985; Howell & Webb, 1995; González Bernal et al., 2006).
En Veracruz, se distribuye principalmente cercano a la costa del Golfo (Dickerman & Parkes, 1969; Howell & Webb, 1995; Schaldach, 1998-2003; eBird, 2019). En este trabajo se presentan registros de la especie efectuados en el centro-occidente de Veracruz, en áreas fuera de la distribución antes mencionada y observaciones sobre su alimentación, la cual ha sido poco documentada en México.
Se registró en tres fechas durante abril y mayo de 2014 un individuo (presumiblemente el mismo, con base en las características observadas) de P.maculatus en Peñuela, Amatlán de los Reyes (18° 51' 43" N; 96° 54' 25" O; 770 msnm; Fig. 1). Se observó al ave en un estanque perenne de aproximadamente 100 m2 en cuya orilla había pastos y tules (Typha domingensis Pers.) y sobre su superficie, abundantes lentejas de agua (familia Lemnaceae); dicho cuerpo de agua es alimentado por escurrimientos durante la época de lluvias. El paisaje en que se ubica el estanque está conformado en su mayor parte por cañaverales (Saccharum officinarum L.) con algunas zonas arboladas, principalmente a lo largo de arroyos y como cercos vivos; los alrededores del sitio están escasamente poblados, sin embargo, se encuentra relativamente cerca a centros urbanos, como Peñuela (1 km) y Buena Vista (0.5 km).
El 29 de abril a las 9:50 a.m. se observó al rascón perchado sobre un tronco parcialmente sumergido en el borde del estanque, el ave permaneció ahí por algunos minutos (Fig. 2a) y posteriormente se ocultó entre la vegetación. El 7 de mayo a las 11:30 a.m. se le observó alimentarse: el rálido picoteaba las lentejas de agua mientras vadeaba por la orilla del estanque, en este lugar el agua solo alcanzaba a cubrirle hasta la parte baja del tarso (Fig. 2b). El 20 de mayo a las 10:40 a.m., se le observó desplazarse entre la vegetación, aparentemente, en busca de alimento. No se le encontró en visitas posteriores al estanque, el cual fue recorrido dos veces el mes siguiente y de forma irregular los siguientes dos años.
El segundo registro tuvo lugar el 16 de febrero de 2015, a unos 20 km al oeste del sitio en Peñuela. Se nos informó de un P. maculatus que llegó al patio de un domicilio particular en las afueras de la ciudad de Orizaba (18° 50' 28" N; 97° 5' 16" O; 1,230 msnm; Fig. 1). Cabe mencionar que, aunque este registro ocurrió en una zona urbana, Orizaba cuenta con numerosos cuerpos y corrientes de agua de donde podría haber provenido este organismo. El ave fue capturada y dado que se encontraba en buena condición física, se le liberó en un cuerpo de agua rodeado por pastos altos, la laguna el Novillero (18° 53' 3" N; 97° 6' 3" O; 1,300 msnm; Figura 2c), a unos 5 km de distancia.
Los dos rascones observados tenían el plumaje negruzco y densamente manchado de blanco (Fig. 2), como se ha descrito para los adultos de la especie (Howell & Webb, 1995), el cual es distinto del plumaje café oscuro con solo algunas manchas blancas propio de los jóvenes de la subespecie que habita en México (P. m.insolitus [Bangs & Peck, 1908]) (Dickerman & Parkes, 1969; Howell & Webb, 1995). Sin embargo, el color de los ojos y de las patas también puede ayudar a identificar la edad en esta familia (Pyle, 2008). Así, el rascón de Peñuela tenía los ojos rojos y las patas color rojo rosáceo brillante, por lo que corresponde en su totalidad con la descripción del adulto (Howell & Webb, 1995), mientras que el ave de Orizaba, tenía las patas rosa-grisáceas, por lo que se trataría de un inmaduro.
Al considerar también las características del plumaje, y de acuerdo con la clasificación de edades de Pyle (2008), el rascón de Peñuela podría encontrarse entre las categorías AHY (After Hatching Year = Después del Año de Eclosión) y ASY (After Second Year = Después del Segundo Año), ya que las plumas del ala son uniformemente básicas, con rémiges relativamente brillantes y nuevas, además de contar con el color de ojos característico de los adultos que especies emparentadas adquieren hasta después del primer año; por otro lado, el ave de Orizaba se encontraría entre HY (Hatching Year = Año del Eclosión) y SY (Second Year = Segundo Año) ya que muestra cobertoras y plumas de vuelo desgastadas (plumaje de inmaduro) contrastante con las plumas del cuerpo ya remplazadas por plumas nuevas (Pyle, 2008).
Las observaciones presentadas constituyen los primeros registros de la especie en el centro-occidente del estado de Veracruz y se sitúan a 70 km (Peñuela) y 90 km (Orizaba) del límite de distribución señalado anteriormente (Howell & Webb, 1995; IUCN, 2019), a 90 y 110 km, respectivamente, de los registros más cercanos en la vertiente del Golfo de México (Dickerman & Parkes, 1969; Schaldach, 1998-2003; IBUNAM, 2007), y a 130 y 150 km, respectivamente, de la localidad más cercana en el centro de México (Dickerman, 1971; ebird, 2019).
La gran capacidad de vagabundeo y dispersión de los rálidos les permite llegar a sitios con hábitat apropiado atravesando grandes distancias, incluso han colonizado islas oceánicas (Ripley & Beehler, 1985; García-R. & Trewick, 2015). Pardirallus maculatus, es un vagabundo notable, se le ha registrado a más de 2,700 km del límite de su distribución, tanto al norte como al sur y en mar abierto a más de 300 km de la costa (Parkes et al., 1978), así pues, es una posibilidad que las aves observadas fueran individuos vagabundos. Por otro lado, también es posible que este rascón tenga una distribución más amplia que la conocida y que a causa de su conducta elusiva exista un sesgo en los registros de la especie (Parkes et al., 1978; Howell & Webb, 1995); debido a que en el área en que se obtuvieron los registros existen diversos cuerpos y corrientes de agua que podrían brindar hábitat adecuado a esta especie, parece una explicación factible.
Pardirallus maculatus se alimenta de caracoles, insectos, lombrices, peces, anfibios (Birkenholz & Jenni, 1964; Scott et al., 1985; Del Barco & Beltzer, 2002; Lucero, 2012) y solo una planta se ha reportado como parte de su dieta, la herbácea acuática Potamogeton epihydrus Raf. (Parkes et al., 1978). Sin embargo, las lemnáceas han sido indicadas como alimento de otros miembros de Rallidae (Ripley & Beehler, 1985; Taylor & Van Perlo, 1988). Respecto a la estrategia de alimentación observada, aunque el picoteo no había sido registrado para P.maculatus, se sabe que es utilizado por varios rálidos para ingerir plantas flotantes e invertebrados que se encuentran sobre ellas (Beltzer & Quiroga, 2007).
Los nuevos registros pueden ayudar a entender la biología evolutiva de las especies, identificar cambios en sus áreas de distribución y contribuir a la conservación, al reportar poblaciones aisladas o poco abundantes que puedan requerir protección (Monroy-Ojeda & Isern, 2013; Sánchez-González, 2013). Dado que las localidades de P. maculatus en México son relativamente escasas y su tendencia poblacional es indeterminada (IUCN, 2019), los registros aquí presentados son relevantes, ya que pueden dar pie a estudios posteriores sobre la abundancia de la especie en esta región de México. La información que se aporta sobre su hábitat y alimentación puede ser útil en estrategias de manejo de este rascón escasamente conocido.