INTRODUCCIÓN
Cuando se realiza una investigación científica, identificar la unidad de análisis es trascendental, pues es el punto de referencia que define el ámbito de la investigación y la clasifica en un área específica; en torno a la unidad de análisis se construye la propuesta conceptual y metodológica, incluso la descripción e interpretación de los resultados se realiza en torno a ella y aun más, la discusión del documento. Así, por ejemplo, la investigación en pediatría1 define como unidad de análisis al infante, lo mismo sucede cuando se investiga en geriatría2, en ella el paciente geriátrico es la unidad de análisis, y si se investiga en cirugía3, la unidad de análisis es el paciente quirúrgico; no obstante, cuando se realiza investigación en medicina familiar la unidad de análisis se vuelve difusa.
En algunas publicaciones, no obstante, definir a la familia como unidad de análisis, termina siendo la paciente con cáncer de mama4, el paciente con trastorno mental5 o el paciente con diabetes mellitus6; sin embargo, también es verdad que en otras publicaciones se identifica adecuadamente como unidad de análisis a la familia7,8 y se abordan temas muy propios de la medicina familiar, entre ellos la dinámica familiar o su funcionalidad9-12.
En el protocolo de investigación científica y en el artículo científico de medicina familiar existen puntos críticos que deben revelar el abordaje familiar y a la familia como unidad de análisis, específicamente el marco conceptual y el planteamiento del problema de investigación requiere rebasar el plano individual para llegar al plano grupal, que para el caso específico es la familia.
De igual forma los objetivos y las hipótesis requieren el enfoque familiar: los objetivos, respetando los postulados de cualquier proyecto de investigación, pero redactados intencionalmente en torno a la familia; en las hipótesis estadísticas la información ahí contenida debe reflejar el comportamiento familiar, no el individual, es decir, si se plantea como hipótesis la edad, esta debe corresponder al promedio de edad de los integrantes de la familia y así para cualquier característica familiar que sea motivo de la investigación13.
El diseño de la investigación no tiene por qué ser diferente a los diseños ya conocidos14-16, sin embargo cuando se identifica la población de estudio es menester la definición clara de la población de familias estudiadas, y al señalar la unidad de análisis se deben especificar las características que definen a la familia de estudio; por ejemplo, si se estudia a la familia con embarazo o a la familia con diabetes o a la familia con cardiopatía, se debe ser específico en la definición; una posible descripción es la presencia de al menos uno de los integrantes con el evento de interés (esto lo deberá establecer el investigador en función del marco conceptual y del problema de investigación). Evidentemente, la propuesta se extiende a los grupos de comparación cuando el diseño así lo amerite.
Los criterios de selección se rigen por la misma lógica, se incluye, se excluye o se elimina a una familia, no a un individuo.
Sobra señalar que el cálculo del tamaño de la muestra, independientemente de que se calcule con las mismas fórmulas utilizadas para cada diseño epidemiológico y que se use como referencia el valor expresado en las hipótesis17, en el caso de la familia como unidad de análisis se refiere al número de familias que deberán estudiarse; de igual forma, la técnica muestral y el marco muestral tienen por referencia las familias, no los individuos.
Para el caso de la investigación en medicina familiar, las variables evaluadas en la misma escala de medición de cualquier diseño18 deben aplicar a todos los miembros de la familia; hacerlo así permite construir la variable del grupo familiar y ser congruente con el abordaje de la investigación. Esto significa que cuando se estudia la escolaridad, debe definirse en función del grado de estudios más alto alcanzado por uno de los integrantes de la familia; de igual forma, si la variable es sexo de la familia, se podría decir que existen familias donde predomina el sexo femenino o el masculino, en consecuencia, cuando se reporte el sexo predominante de las familias estudiadas se dirá que predominan las familias con sexo femenino o masculino; evidentemente, el estado civil de la familia está definido por el tipo de relación contractual de pareja que exista entre los integrantes originales.
Derivado de las variables surge el instrumento de recolección o encuesta. Esta tiene un diseño propio en el que se incorpora a todos los integrantes de la familia, y de cada uno de ellos se recolecta información en torno a todas las variables de estudio.
Los aspectos éticos no se encuentran exentos de particularidades. Cuando la unidad de análisis es la familia, específicamente la carta de consentimiento informado19 debe reflejar el conocimiento y autorización de la familia para participar en el estudio, evidentemente existe un representante de la familia que firma a nombre del resto de los miembros, pero la redacción de la carta debe involucrar al grupo familiar.
La redacción de los resultados en el artículo científico20 obedece a la misma lógica. En ellos se expresan las características de estudio en función de la familia, en consecuencia, el texto manifiesta el promedio de edad de la familia, el promedio de integrantes de la familia, el sexo predominante en la familia, el tiempo de evolución de ser familia con diabetes o hipertensión o la patología que caracterice a la familia de estudio; de igual forma, los diseños en los que se comparan variables debe reflejar el comportamiento del grupo familiar, no el comportamiento del individuo.
La discusión del artículo científico21 no tiene por qué alejarse de este abordaje, en ella la comparación, implicación, explicación, postura del investigador y conclusión se desarrolla en torno al grupo familiar. Si se acepta que lo publicado en la literatura preferentemente involucra al individuo, entonces la discusión de los resultados puede complicarse, pero aun en este escenario el investigador debe forzar la comparación, implicaciones, explicaciones y la postura del investigador para llevar el debate al ámbito familiar y alejarse del individual.
Finalmente, la conclusión, como en cualquier artículo de investigación, debe redactarse en torno al objetivo planteado22 y si este se ha propuesto en torno a la familia, la conclusión se redactará también en torno a la familia.
OBJETIVO
Realizar una propuesta en torno a la familia como unidad de análisis cuando se realiza investigación científica en medicina familiar, para abonar con ello a la discusión del tema.
DISCUSIÓN
En el contexto de la investigación científica, cuya razón de ser es la generación de conocimiento23, lo aquí planteado es una propuesta que tendrá que ser sometida a escrutinio y criticada. Aunado a ello, deberá consolidarse el marco conceptual que la sostenga y de su mano la metodología científica específica que le otorgue la característica de investigación en medicina familiar. Lograr esto significará darle a la medicina familiar el objeto de estudio y la unidad de análisis que le permita distinguirse de la investigación científica en cualquier otra área del conocimiento.
Evidentemente, esta propuesta tendrá detractores y los argumentos esgrimidos serán totalmente validos, seguramente se sostendrá que en medicina familiar ya está perfectamente delimitado el objeto de estudio, en este caso la familia; no obstante, en el ámbito de la investigación y del ejercicio de la práctica clínica, la realidad se aleja un poco de ello. Específicamente, en el caso de la investigación científica en medicina familiar, no obstante presentarse como investigación que estudia a la familia, implícitamente continúa identificando como unidad de análisis al individuo.
CONCLUSIÓN
Es verdad que la propuesta se circunscribe al ámbito de la investigación científica, pero implícitamente el abordaje alcanza el modo de estudiar a la familia en la práctica del ejercicio de la especialidad, entender en la investigación científica el estudio de la familia como grupo y no como individuo contribuye a la formación de la cultura organizacional en torno al tema.
FINANCIAMIENTO
La presente investigación no ha recibido ninguna beca específica de agencias de los sectores públicos, comercial o con ánimo de lucro.
RESPONSABILIDADES ÉTICAS
Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.