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vol.10 issue2Fichera, fichar and ficha: From Stricto Sensu Mexicanisms of Objective Field to Lato Sensu Due to its Diffusion in Other Spanish VariantsEsther Hernández y Pedro Martín Butragueño (eds.), Las palabras como unidades lingüísticas, Madrid / México, Consejo Superior de Investigaciones Científicas / El Colegio de México, 2020, 467 pp. ISBN (CSIC): 978-84-00-10693-5. ISBN (El Colegio de México): 978-607-564-208-6. author indexsubject indexsearch form
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Anuario de letras. Lingüística y filología

On-line version ISSN 2448-8224Print version ISSN 2448-6418

Anu. let. lingüíst. filol. vol.10 n.2 Ciudad de México Jul./Dec. 2022  Epub Dec 12, 2022

https://doi.org/10.19130/iifl.adel.2022.10.2.x00s25877 

Notas

Masiosare: un extraño… caso de apelativización en el español mexicano1

Masiosare: A Strange… Case of Appellativization in Mexican Spanish

aUniversidad Jaguelónica en Cracovia, Polonia, michael.kozminski@wp.pl


Resumen

El propósito del presente artículo es dar cuenta de los procesos evolutivos que provocaron la acuñación de un nuevo nombre propio Masiosare y, a la par, un nombre apelativo masiosare, a partir de un verso del Himno Nacional Mexicano. Asimismo, se efectúa un intento de delimitar los significados que puede adquirir la nueva unidad léxica. Para conseguirlo, se hace uso de cuatro corpus lingüísticos: CDEHG, CORPES, CREA, CDENOW, además de una serie de ejemplos encontrados en Internet.

Palabras clave: masiosare; español mexicano; apelativización; epónimo

Abstract

The goal of the current article is to find and explain the evolutive processes that caused the coinage of a new proper name Masiosare and, parallelly, an appellative masiosare, based on a Mexican National Anthem’s verse. Furthermore, an intent of ascribing adequate definitions to the newly created lexical unit is made. In order to achieve that, four linguistic corpora: CDEHG, CORPES, CREA, CDENOW; and a series of examples found on the internet are made use of.

Keywords: masiosare; Mexican Spanish; appellativization; eponym

Masiosare, un extraño enemigo / profanar con su planta tu suelo, ¿qué quieren decir estos versos del Himno Nacional Mexicano? ¿Quién es el extraño enemigo y de dónde salió? La identidad y el mito nacional mexicanos están reflejados en su idioma. Entre los arquetipos mexicanos encontramos, por ejemplo, al Chingón y la Chingada, que hacen referencia a la narrativa del opresor y la víctima, originaria en la historia de la Conquista y en el acto mítico de la creación de la nación mexicana con el parto del primer mestizo, hijo de Cortés (el Chingón, padre conquistador) y la Malinche (la Chingada, madre violada). La Malinche también dio origen a otro mexicanismo idiosincrático, malinchista (y malinchismo) ‘que muestra apego a lo extranjero con menosprecio de lo propio’ (DLE). El término se emplea para designar a las personas que se consideran “traicioneras” frente a sus valores culturales nativos. En las últimas décadas, por lo visto, se fue acuñando aun otro mexicanismo de la misma naturaleza: masiosare. Partiendo de un entendimiento pobre de un verso concreto del Himno Nacional Mexicano: Mas si osare, el extraño enemigo, esta palabra cobró propia vida. Actualmente, se utiliza en la prensa para denominar a los “extraños enemigos” de México, se escriben ensayos a propósito de explorar su simbolismo y su carga cultural,2 pero todavía no se ha estudiado como un fenómeno lingüístico digno de atención.

En el presente trabajo estudiaré el origen de masiosare, se indicarán los procesos de cambio lingüístico que determinaron el rumbo de su evolución funcional como nombre propio y como nombre común, después de lo cual se tratará de delimitar su significado, aparte de analizar otros datos sobre su uso, de acuerdo con los ejemplos obtenidos a través de los corpus lingüísticos y la propia pesquisa del autor.

El origen de la palabra: el metanálisis

Conviene empezar por el principio, es decir, el Himno Nacional Mexicano, cuya letra fue escrita por Francisco de Paula González Bocanegra en 1853 (con melodía de Jaime Nunó). Masiosare “aparece” en el quinto verso de la primera estrofa:

1. Mas si osare un extraño enemigo,

Profanar con su planta tu suelo,

Piensa ¡oh Patria querida! que el cielo

Un soldado en cada hijo te dio.

(González Bocanegra, 1853)

El fragmento destacado contiene hasta tres elementos cuyo uso se disminuyó o decayó completamente en la lengua hablada3 hace mucho tiempo. El primero, mas, es una conjunción adversativa prácticamente no usada hoy en la lengua hablada y en gran parte dominada por pero o sino en la lengua escrita. Su uso fue gradualmente decreciendo desde el siglo XVI (Herrero Ruiz de Loizaga, 1999, p. 317). Osar es un verbo más bien culto, equivalente a atreverse. El tercer elemento es de índole gramatical: osare es una forma del futuro imperfecto de subjuntivo, tiempo verbal obsoleto en México desde el siglo XVIII (Ramírez Luengo, 2008, p. 153), lo que sugiere que sería arcaico incluso para Bocanegra. Luego, la cláusula se traduciría hoy como: Pero si se atreviese un extraño enemigo

El himno de México probablemente se escuchaba con mucha más frecuencia de que se leyera, y así no siempre era posible comprobar la corrección de la letra. Debido a esta acumulación de elementos poco reconocibles, todo el verso en consideración sufrió una reinterpretación por parte de algunos hablantes. En vez de ser entendido como el antecedente de una frase condicional, se concibió como una aposición: Masiosare, un extraño enemigo en la cual Masiosare sugiere ser un ente maligno, especificado por el sintagma consiguiente un extraño enemigo.

En la literatura, este fenómeno de reinterpretación por los hablantes adquiere nombres muy diversos: metanálisis, reaná­lisis, perintegración, resegmentación, rebracketing, falso corte mor­­fológico(véase p. ej. Jiráček, 1985), aunque su primera denomi­nación, Gliederungsverschiebung, fue acuñada ya por los neogramáticos (Weiss, 2019). Se trata de un proceso de cambio lingüístico que consiste en un desplazamiento de las fronteras de los morfemas dentro y/o fuera de la palabra, resultando en una nueva delimitación morfológica de esta. Un ejemplo conocido del metanálisis por deglutinación (nueva delimitación de morfemas constituyentes) es el del internacionalismo [Hamburg|er] a [ham|burger] ‘hamburguesa’. En el caso de Masiosare, se trata, para ser precisos, de una aglutinación (fusión de morfemas):

2. [mas] [si] [osare] > [Masiosare]4

Este proceso se muestra especialmente prolífico en las fórmulas fijas, automatizadas y/o arcaicas, que gradualmente pierden su motivación hasta el punto de reinterpretarse como otra unidad léxica.5 Véase, para este propósito, el último verso del padrenuestro: y líbranos del mal. Amén, las dos últimas palabras del cual se reanalizan en varias anécdotas (también mexicanas) como Malamén (también Malamen o Mala Men, cfr. CDENOW).

Revisión previa de los datos

Con el objeto de realizar el presente estudio se han recogido y analizado 141 ejemplos de uso de las unidades Masiosare y masiosare6 de los años 2009-2020,7 con algunas ocurrencias procedentes de 1987, 1997, 2004 y 2005. Los ejemplos proceden de cuatro corpus lingüísticos: CDENOW (Corpus del Español: News on the Web): 92 (113 con los duplicados), CORPES (Corpus del Español del Siglo XXI): 4, CREA (Corpus de Referencia del Español Actual): 2, CDEHG (Corpus del Español: Historical/Genres): 1. Además, se han recogido 42 ejemplos en diversos diarios de noticias por búsqueda propia a través de Google.

Hay que mencionar que el corpus CDENOW solo recoge artículos de prensa de todos los países hispanohablantes en los años 2012-2019. Mientras que el factor delimitador de las fuentes, como se pondrá de manifiesto más adelante, no parece haber tenido una influencia significativa en los resultados, el aspecto temporal sí que tiene que considerarse como una muestra y no como un panorama.

La frecuencia absoluta de todas las ocurrencias es infinitesimal (113:7200 millones de datos en CDENOW). Una comparación con un mexicanismo de similar naturaleza, malinchista/ -ismo, sugiere una frecuencia cuatro veces más baja (CDENOW: 113:391 [120+271], cfr. CORPES: 4:28 [11+17], CREA: 2:13 [7+6], CDEHG: 1:2 [1+1]), si bien masiosare no figura en los diccionarios (presentes en la bibliografía) y parece ser bastante menos reconocible entre los hablantes.8

¿Quién es Masiosare? Nombre propio Masiosare

Hace dos años, “El Heraldo de Tabasco” informaba:

3. Otros nombres que se tiene conocimiento se han empleado para el registro son Nefflix, McDonald, Apple, Aceituno, Cecerolo, Email, Facebook, James Bond, Masiosare, Rambo, Rocky, Twitter o Yahoo.

(El Heraldo de Tabasco, 2019, “Legislarían contra nombres ‘raros’ en Tabasco”, CDENOW)

Efectivamente, en México existen personas que llevan este nombre y muchas más que quieren ponérselo a su hijo. Un luchador de MMA9 incluso menciona un posible hipocorístico (acor­tamiento cariñoso):

4. Mi nombre completo es Masiosare. Me imagino que mi papá lo tomó del himno nacional y lo juntó, porque los mexicanos deben saber que esas palabras vienen separadas en el himno nacional. Desde pequeño en mi casa me llamaban ‘Masio, Masio’

(Medio Tiempo, 2014, “Masio Fullen, del Team Canelo a TUF Latinoamérica”, CDENOW)

Algunos personajes ficticios también reciben este nombre. Aparte de ello, Masiosare puede emplearse perfectamente como nombre de usuario, pseudónimo artístico y, obviamente, en muchos ejemplos recuperados se refiere al propio Masiosare, el “antagonista” del himno de México:

5. Érase un país surrealista, en un continente imaginario. Ese extraño país tenía un grande, poderoso, disciplinado y glorioso ejército compuesto por 183 mil 562 elementos (según sus cifras oficiales) cuya misión suprema era defender al territorio de algún extraño enemigo (las malas lenguas dicen que se llamaba Masiosare).

(El Imparcial Oaxaca, 2019, “Historieta post-neoliberal”, CDENOW)

Fuera de los usos antroponímicos, se encontraron también referencias a un estudio de diseño, un bar, un grupo de ciclismo, uno teatral, un blog, un suplemento de La Jornada y, por metonimia, al himno de México mismo (es de interés que en este caso sea acompañado por el artículo determinado):

6. Para servir a usted!, exclamó Homero incorporándose casi, como quien escucha el Masiosare Nacional, pero ca­yen­do en el acto de rodillas pidiendo ser escondido en la vieja casa de los padres de mi padre en Tlalpan […]

(Fuentes, C., 1987, Cristóbal Nonato, CREA)

7. De lo que no tengo duda es de que si logran algún triunfo, tampoco será su mérito. Ni, si acaso, se escucha el masiosare por algún lado carioca, como sucedió en Londres en 1948.

(El Horizonte, 2016, “Ciña, Oh Patria, tus sienes de oliva”, CDENOW)

Estos casos podrían llamarse transónimos, es decir, nombres propios cuya forma deriva de otro nombre propio, es decir, que traspasan de una subclase de nombres propios a otra. También es curioso constatar que es en los usos propios donde más varía la grafía, con algunos ejemplos de Maciosare con c y Massiosare con ss. La grafía de los usos apelativos ya está mucho más fijada.

¿Qué es masiosare? Nombre común masiosare y el fenómeno de la apelativización

A pesar de lo arriba expuesto, la unidad masiosare no solo se uti­liza para identificar a referentes individuales. La palabra se em­plea en los títulos de obras teatrales o como un calificativo y no parece tratarse de un mero nombre propio. Veamos algunos ejemplos:

8. El problema es que reconocerlo es visto como un asunto partidista ―digamos, como un ataque de la mafia en el poder―, cuando en realidad el violentado es México: asombra que en un país repleto de indignados a pocos les preocupe que un masiosare de verdad trate activamente de manipular el voto para llevar agua, no al molino de Morena, seleccionado solo como vía de colocar una agenda nacionalista y de la guerra fría en la frontera sur de los EU, sino al de Putin.

(Milenio, 2018, “Hijos de Putin”, CDENOW)

9. Según las declaraciones oficiales, este nuevo ‘Masiosareque se opone al feliz futuro del país, son funcionarios que se sienten fuera del nuevo proyecto.

(Sopitas, 2019, “Otro extraño enemigo: AMLO asegura que hay una campaña en contra del Conacyt”, CDENOW)

10. Los políticos descubrieron que el país funciona mejor cuando tiene un ‘Masiosare’ cerca.

(Más por más, 2017, “Masiosare, nuestro viejo amigo”, búsqueda propia)

11. Se trata de la obra ‘Masiosare, un extraño enemigo’, que en palabras de su propio autor y director, Fernando Bonilla, intenta ser una caricatura grotesca del México de hoy […]”

(La Jornada en línea, 2015, “ ‘Masiosare, un extraño enemigo’, obra que explora la falta de conciencia social”, CDENOW)

Efectivamente, los elementos colindantes: un masiosare de verdad, este nuevoMasiosare, unMasiosare” refuerzan la impresión de que aquí masiosare no es único, sino que denota más bien a una clase de nociones abstractas. Esta es la diferencia efectiva entre los nombres propios y los nombres comunes: los primeros sirven para identificar referentes específicos y los segundos tienen un significado más general que les permite, entonces, tener más de un referente. En otras palabras, los nombres propios tienen un contenido semántico rico y una extensión muy reducida, mientras que los nombres comunes, un contenido semántico pobre y una extensión más amplia (Kuryłowicz, 1956).

Ahora, el proceso de transición de un vocablo desde la clase de los nombres propios a la de los nombres comunes se llama apelativización10 o eponimización, y es una instancia de un mecanismo de enriquecimiento léxico mucho más amplio que es la lexicalización.11 Como resultado de este proceso, se acuña un nuevo término homónimo con el nombre propio y con su propio significado léxico que adquiere una denotación genérica (Rutkowski, 2007, p. 67). En este proceso, el nombre propio que le da la forma al nuevo lexema es un epónimo (gr. ἐπώνυμος ‘el que da el nombre’) y el nombre apelativo (común) correspondiente, un eponimismo.12 Unos ejemplos claros de los eponimismos son daltonismo (< John Dalton), sadismo (< marqués de Sade), pasteurización (< Louis Pasteur) o kleenex (< Kleenex ®) (DLE,DEM).

Tradicionalmente (por ejemplo, en la corriente referencialista de Mill)13 se postula que los nombres propios no obedecen el triángulo semiótico de Richards y Ogden (1923, p. 14),14 sino que establecen una relación directa signo-referente. Con todo, diversos autores (Coates, 2006; Włoskowicz, 2015; Portolés Lázaro, 2019) demuestran la inadecuación de este planteamiento, que se hace evidente particularmente en el proceso de la apelativización (Włoskowicz, 2015, pp. 70-72).

Coates (2006) y después también Portolés Lázaro (2019) demuestran que los nombres propios (y, por extensión, los verbos ―nixonizarse―, los adjetivos ―dantesco―, y los adverbios propios ―machadianamente―) poseen un modo de significar15propial diferente del semántico, es decir, que no significa de la misma manera que un apelativo, sino que se entiende exclusivamente por medio del conocimiento previo del referente que aporta la forma lingüística (Portolés Lázaro, 2019, pp. 784-785). Por ejemplo, para saber qué significa nixonizarse, primero es preciso saber quién era Richard Nixon.

Para Gerus-Tarnawecka (1981), el cambio de estatus ocurre junto con la transición de las connotaciones secundarias hacia la posición semántica central, sustituyendo la referencia individual.16 Luego, argumenta Włoskowicz, el nombre propio necesariamente remite primero a una noción en la mente que contiene dichas connotaciones (Portolés Lázaro [2019, pp. 788-792] recoge dos términos que denotan esas nociones, perchas o archivos mentales), esto es, que selecciona y ordena los rasgos más destacados o más relevantes del objeto-referente; estos últimos son el significado (noción) individual de este y, junto con la asociación, pueden pasar a generalizarse como el significado categorial de un eponimismo.

Esta explicación se hace posible para la unidad masiosare una vez que admitimos la existencia previa de un referente imaginario: Masiosare (un extraño enemigo), que en consecuencia dará cabida al proceso de apelativización tal como se presentó arriba.17 El proceso de reanálisis es artísticamente recreado en este fragmento prosado de Armando Ramírez (y con una grafía bastante original del nombre):

12. Fue un lunes, cuando son los honores a la bandera y yo pregunté que qué quería decir Maciosare, el más grande de la clase me dijo:

―¡Un extraño enemigo! ¡Menso!

Yo repliqué con otra inquietante pregunta:

―Ah, ¿Maciosare son los gringos?

―Nooo ¡taras!

―Entonces, ¿los alemanes?

[…]

―¿Un extraño enemigo son los rusos? ¿Los comunistas? ¿Los judíos?

[…]

―Ah, ya entendí: Maciosare son las amenazas a la Patria tan­gibles e intangibles.

(Ramírez, 2001, cap. 3)

Masiosare: el grado de apelativización

Gerus-Tarnawecka (1981, pp. 428-429) concibe el fenómeno de la apelativización como un proceso fluido y distingue tres etapas en su devenir: apelativización ocasional, parcial y plena. La apelativización ocasional es un uso situacional e inconsistente de la connotación atribuida al nombre propio; el sentido es deducido con base en una implicatura pragmática. La apelativización parcial consiste en un empleo consciente y metafórico de un eponimismo. Este grado de convencionalización y sistematicidad de su nuevo significado permite una evolución funcional: se encuentran casos del uso plural, simbólico, fraseológico y derivacional. Al terminar el proceso de apelativización, se pierde el vínculo primordial con el nombre propio (epónimo) y los hablantes dejan de estar conscientes de la motivación semántica detrás del lexema.

De acuerdo con los datos obtenidos de los corpus, masiosare cumple con los siguientes criterios:

a. Pluralización:18

13. Los ‘Masiosares’ han tenido diferentes rostros y motivos, pero siempre le han dado a esta nación la oportunidad de reafirmar su existencia.

(Más por más, 2017, “Masiosare, nuestro viejo amigo”, búsqueda propia)

14. En 1519, llegaron los primeros Masiosares españoles y, después de la independencia, en 1822, el catalán Isidro Barradas quiso reconquistar a México; […] años después, los Masiosares de James Polk declararon en 1846 la guerra a México con las consecuencias de todos conocidas […]

(Excélsior, 2017, “El Masiosare, Davos y otros huevos”, CDENOW)

b. Usos simbólicos y metafóricos:

15. Como ya se ha discutido aquí, [el presidente López Obrador] está y estará sometido a tentaciones y presiones formidables, desde las veleidades racistas de masiosare Trump19 hasta el canto de las sirenas aduladoras que lo quieren aislar en una espesa neblina de halagos mentirosos […]

(Impacto, 2019, “AMLO y el canto de las sirenas”, CDENOW)

c. Fraseologismos: no se encontraron ejemplos claros.20

d. Derivados:

16. Véase por ejemplo esta imagen tomada de la página de Face­book de Jóvenes Morena de Comitán, Chiapas, donde se mezclan el nacionalismo anti-Masiosare con uno de sus aliados naturales, el antisemitismo.21

(Letras Libres, 2013, “Dos encuentros cercanos con Masiosare”, búsqueda propia)

17. Y que quede muy claro que mi indignación no se alimenta de chovinismo barato, pues nunca he sido propenso al ‘masio­sarismo’ ramplón.22

(Juristas UNAM, 2016, “La Doctrina Videgaray”, búsqueda propia)

18. Y creo que ¡al fin, caray! alguien atinó en sugerir la figura que pueda imponer, con los rasgos de su rostro, la fuerza y la autoridad que se necesitan para armar la blitzkrieg anteayer sugerida en este espacio, ‘con varios de los mejores elementos, menos endoctrinados en el masiosarismo que todo lo frena si es bueno para México…’

(Crónica, 2018, “¿Dónde escondía el PRI esa cara?”, búsqueda propia)

Además, se analizaron tres factores que ayudan a determinar el grado de apelativización de masiosare:

e. El grado de autonomía contextual: es el cociente de los casos que se dieron sin alusión explícita a las palabras del himno. Un 63.3% de los casos presentaron autonomía contextual.

f. Frecuencia de actualización mediante artículos sin otros modificadores: es el cociente del empleo del artículo sin presencia de modificadores (como en México frente a el México de hoy).23 En un 26.6% de los casos se observó una actualización independiente de otros factores.

g. La grafía con minúscula: considerando que el uso de mayúscula inicial sin modificaciones gráficas (cursivas, comillas, etc.) sería la grafía original, característica de los nombres propios, y que el uso de solo minúsculas sería una grafía completamente apelativizada, podemos sacar más conclusiones a partir de su escritura. Las ocurrencias que gráficamente sugieren un empleo diferente de nombre propio (sin mayúscula inicial o en cursiva/con comillas) constituyen un 54% de todos los ejemplos. Las ocurrencias en minúscula igualan a un 27% y dentro de ese número, los ejemplos de minúscula sin otras modificaciones gráficas llegan a un 10% de las ocurrencias:

Diagrama 1 Ocurrencias del eponimismo masiosare según la grafía 

Podríamos concluir esta sección confirmando que masiosare cumple perfectamente con los criterios (a, b, d) e incumple con el (c); además, tiene un grado de autonomía contextual (e) en más de la mitad de los casos, requiere de actualizadores en una cuarta parte de las ocurrencias (f) y difiere gráficamente del nombre propio Masiosare casi en una mitad de los casos (g), si bien apenas alcanza una décima parte conforme sus usos apelativos gráficamente no marcados (esto es, con pura minúscula). Obtenida esta evidencia, una conclusión más plausible sería que masiosare como apelativo es un eponimismo parcial, cuyo uso es demasiado consistente para todavía ser exclusivamente pragmático, pero que al mismo tiempo no termina de prescindir de su motivación primaria: Masiosare, un extraño enemigo.

Masiosare: en torno a una característica general del uso

La unidad masiosare desempeña en los textos diversas funciones: se encontraron cinco casos de homónimos sintácticos24 (en calidad anecdótica y sin referencia efectiva), 46 nombres propios, 79 eponimismos y cinco casos de transición o poco claros.

Diagrama 2 Ocurrencias de masiosare según la función 

Un análisis diacrónico resulta menos confiable, debido a pocas ocurrencias en general y un periodo bastante limitado. Una proyección de los datos sobre el eje temporal parece revelar una tendencia al incremento de los usos eponímicos a corto plazo, con el apogeo en el año 2017:25

Diagrama 3 Ocurrencias de masiosare en un panorama temporal 

Desde la perspectiva diatópica, masiosare como apelativo eponímico es un claro mexicanismo. Lo corroboran los datos de corpus (véase el diagrama 4): los usos localizados en México constituyen un 91% de las ocurrencias y todo el resto (Estados Unidos, 6%; España, 3%) son usos accidentales, además siempre de alguna manera referidos a México.26

Diagrama 4 Ocurrencias del eponimismo masiosare según el país 

Teniendo en cuenta el vínculo directo de masiosare con el himno de México y su supuesta explicación aposicional: un extraño enemigo, no provoca gran asombro que su contexto de uso casi exclusivo sean los artículos de prensa (un 65%) y textos con afán ensayístico27 (ensayos, columnas, blogs, etc. ―un 28% [15% + 13%]―), en la mayoría de los casos sobre temática política y social. Las ocurrencias de drama teatral (6%) también podrían clasificarse como arte comprometido.28

Diagrama 5 Ocurrencias del eponimismo masiosare según el género textual 

A modo de resumen de este apartado, podemos recapitular que masiosare es un mexicanismo de uso principalmente eponímico cuya frecuencia en los últimos años fue creciendo y que se emplea sobre todo en el ámbito de la política y sociedad.

Masiosare: ¿qué significa?

“En un diccionario deberían encontrarse los nombres cuyo significado connotativo puede convertirse en información semántica”29 (Cieślikowa, 1993, p. 29, apudKowalik, 2008, p. 193). En este último punto de mi análisis se realizará un intento de asignarle un significado léxico a masiosare. La hipótesis previa es que la invariante semántica de masiosare se formula con la segunda parte de la aposición: un extraño enemigo. A fin de cuentas, es la única connotación que se da en el Himno Nacional Mexicano. Para verificar estas intuiciones, se hará uso de los contextos de uso de las ocurrencias, indicando los referentes de cada ejemplo y, con base en esto, se extraerán los rasgos connotativos que acompañan a su uso. Dado que se espera observar un uso consistente de algunas connotaciones que indicaría su deslizamiento hacia el núcleo semántico, el análisis incluirá todas las referencias y connotaciones de los usos eponímicos de masiosare para ir descartando todos los valores pragmáticos que resulten accidentales.

No todos los ejemplos tienen un referente concreto. Debido a las todavía escasas ocurrencias de la palabra, en lo sucesivo se da cuenta de todas sus referencias específicas. Hasta una cuarta parte de las ocurrencias (27%) hace referencia a Donald Trump, cosa que no debería sorprender, vistas las relaciones diplomáticas entre México y los Estados Unidos durante su presidencia. Un 23% son vagas alusiones a los enemigos y agresores pasados y potenciales de la tierra mexicana. Se observa un uso simbólico en un 12% de las ocurrencias que son títulos de obras literarias. Otros referentes son: un político desconocido (8%), las autoridades de México (6%), el constructo sociocultural que es masiosare (6%), alguna amenaza o peligro (5%), los Estados Unidos (4%), el descuido de la lengua española (3%) y otras seis de una sola ocurrencia (un 1% cada una): Masiosare, los conquistadores españoles, algún extranjero, el nacionalismo mexicano, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y una referencia vacía (la culpa es de Masiosare).

Diagrama 6 Ocurrencias del eponimismo masiosare según la referencia 

Por mucho que parezca que masiosare solamente quiere decir “las amenazas externas de la patria mexicana”, se encontraron también algunas alusiones al interior de México: las autoridades mexicanas como el enemigo de la nación (ejemplo 19), un mexicano como invasor de otro país (ejemplo 20) y masiosare como una fuerza o rabia solidaria del pueblo mexicano dirigida contra un enemigo (ejemplo 21), los dos últimos más que nada como metáforas:

19. Por lo pronto, la Secretaría de Gobernación, la Procuraduría General de la República y todas las oficinas investigadoras de la seguridad nacional del masiosare respondieron con una inmediatez digna de encomio: a coro reprodujeron un boletín insulso que habla de que el Poder Judicial no entiende la separación de poderes.

(Peninsular Digital, 2018, “Tribunal exhibe indolencia y colusión de EPN en el caso Ayotzinapa”, CDENOW)

20. Hasta hoy, el único ‘masiosare mexicano’ [Pancho Villa]30 y quizá, la razón que empiece la construcción del muro el enojado vecino.

(Expreso, 2017, “La actualidad de la Carta Magna”, CDENOW)

21. Lo logró por fin: Trump despertó el fantasma del na­cionalismo mexicano. Con su firma del decreto de cons­trucción del muro fronterizo sin esperar siquiera la visita de Peña Nieto, el buen Masiosare que llevamos dentro estiró las piernas y los brazos entumecidos desde los viejos tiempos lopezportillistas.

(Milenio, 2017, “El muro de Trump y el nuevo nacionalismo mexicano”, CDENOW)

Además, vale la pena notar que dos ocurrencias (en un mismo artículo) identifican al masiosare en el mal uso de la lengua española31 (ejemplo 22) y además se dan por lo menos cinco casos de una alusión consciente al masiosare como el constructo sociocultural en el que se convirtió (ejemplo 23):

22. Y su mal uso [de la lengua] es el verdadero ‘extraño enemigo’, el auténtico masiosare.

(Expansión, 2011, “El (verdadero) masiosare”, búsqueda propia)

23. Una de las tristes herencias del nacionalismo revolucionario que hoy celebramos es la construcción social del ‘masiosare’: todo el que viene de fuera es potencialmente un extraño enemigo.

(Informador, 2018, “Paco Taibo II, por qué sí”, CDENOW)

En el diagrama 7 se pueden apreciar los componentes connotativos extraídos de cada contexto (a veces se identifica más de un componente, por ejemplo).

Diagrama 7 Connotación de las ocurrencias eponímicas de masiosare 

El valor central es, sin lugar a duda, [+enemigo] ―un individuo o un colectivo con actividad hostil hacia México o los mexicanos― con 73 casos entre los 79.

El componente [+amenaza] (29 ejemplos) se marcó siempre que, además de manifestar posturas adversas, el referente también se concebía como un peligro inminente para el país o en los casos donde el referente no era animado y no podía clasificarse como enemigo.32 La diferencia entre estos componentes, aparte de su animicidad, es mínima; por ello, estos componentes se fusionarán más adelante a la hora de sintetizar los resultados.

Luego, resalta el hecho de que masiosare admita tanto la propiedad de [+externo] (30 ejemplos) como [-externo] (13 ejemplos), a veces incluso de modo simultáneo: “[los mexicanos] se parecen a ‘masiosare’ aquel extraño enemigo, pero el enemigo está en casa(Milenio, 2015, “«Masiosare» Un extraño enemigo”, búsqueda propia). Podríamos excluir el componente [±externo] del modelo de la invariante, ya que ambos valores se cancelan mutuamente y por eso ninguna puede ser una condición necesaria de masiosare. Sin embargo, parece que el valor [+externo] se suele sobreentender con más frecuencia gracias a la aposición Masiosare (un extraño enemigo) y que la connotación [-externo] solo se incorpora con una expresión explícita adjunta a masiosare, por lo que podemos suponer que el componente [±externo] servirá para distinguir los significados primarios de los secundarios (o los semánticos de los pragmáticos).

La marca [+constructo social] (11 ejemplos) señala los usos a un metanivel, referidos a la convicción sobre una constante amenaza para el Estado mexicano que tiene que combatirse. Su relación con [+enemigo] sería de índole metonímica totum pro parte (el constructo social por su elemento constitutivo).

El componente [+nacionalismo] se atribuyó al ejemplo 21, dado que no corresponde a otras ocurrencias más que por denotar lucha u hostilidad implícita y además es el único ejemplo de masiosare que implicaría una lucha defensiva.

En fin, como el ejemplo la culpa es de Masiosare (véase la nota 20) tiene una referencia vacía (un referente ficticio), la marca connotativa que se le atribuye es [+nadie].

Proyectados los resultados sobre el diagrama 8, se hace evidente la estructura semántica de masiosare: en el centro, en negrita, se encuentra la invariante, siendo el significado más prototípico, presente en casi todas las ocurrencias; además, los componentes dentro del círculo interno pertenecen al significado primario de masiosare; todo lo que queda fuera son los significados secundarios y textuales o las connotaciones inconsistentes.33 Los valores de [+nadie] y [+nacionalismo] no se van a tomar en cuenta en el presente análisis debido a las escasas ocurrencias.

Diagrama 8 La estructura semántica de masiosare 

Partiendo de este análisis, se pueden plantear dos significados principales de masiosare: i) [+enemigo, +amenaza, +externo > ―externo] y, por metonimia, ii) [+constructo social, +enemigo, +amenaza, ±externo]. Abajo se propone una formulación completa de las definiciones correspondientes:

masiosare

1. m. mex.34 Todo lo que constituye una amenaza para México o los mexicanos, sobre todo si viene desde fuera.

2. m. mex. El constructo social que consiste en una creencia de una constante amenaza para México o los mexicanos, que tiene que combatirse. Presente en expresiones como mito de masiosare, síndrome del masiosare, complejo de masiosare y parecidas.

Una conclusión interesante, aunque tal vez poco prominente, es que en oposición a la definición popular de masiosare ‘un extraño enemigo’ la amenaza del pueblo mexicano no necesariamente toma referentes animados; puede ser un problema o una situación perjudicial para ese último; asimismo, la amenaza no tiene por qué ser “extraña” (si bien lo es en la mayoría de los casos) ―masiosare también denota a enemigos dentro de la nación mexicana―.

Conclusión

El presente estudio revela que masiosare es una unidad léxica todavía no incorporada en la lexicografía y con origen en uno de los versos del himno de México que sufrió un reanálisis morfológico (mas si osare > Masiosare) y sintáctico (antecedente condicional > aposición). Un estudio de corpus muestra que la nueva palabra pasó por un doble proceso evolutivo (ilustrado en el diagrama 9), como nombre propio con un abanico de usos (Masiosare) y como nombre apelativo (masiosare).

Diagrama 9 La evolucion funcional de masiosare 

Este segundo uso de la palabra se debe al proceso de la apelativización, gracias a la cual fue posible su paso de la clase de los nombres propios a la de los nombres comunes. Según los datos, masiosare es un mexicanismo que aparece sobre todo en los contextos políticos y sociales. Finalmente, en el análisis semántico se concibieron dos significados principales de masiosare en una relación de metonimia.

Este estudio es probablemente el primer intento de describir masiosare como una unidad léxica, así que todavía falta evidencia sobre la extensión de su empleo y sobre su desarrollo en el tiempo. Al escribir la letra del Himno Nacional Mexicano, Bocanegra seguramente no esperaba enriquecer el vocabulario mexicano. ¿Y hoy? Masiosare forma parte de la realidad mexicana y es un símbolo reproducido en nuevos contextos, proliferando al imaginario nacional.

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1 El presente estudio es, en gran parte, fruto de un trabajo anual realizado en el año 2021 en la asignatura “El español de América”, con la asesoría de la doctora Ewa Stala, en la Universidad Jaguelónica en Cracovia.

2Un escritor excepcionalmente prolífico en procesar y extender la carga simbólica de Masiosare es Juan Miguel Zunzúñegui. Un lector curioso encontrará más sobre la mentalidad mexicana en su libro de ensayos: Zunzúñegui, J. M. (2017). Masiosare, nuestro extraño enemigo. Los mitos que nos dieron traumas 2. México: Grijalbo. Sin embargo, en el libro falta información relevante precisamente desde el punto de vista lingüístico, ya que el autor opta por centrarse en las cuestiones sociopolíticas.

3Se hace hincapié en que, aunque los ejemplos tratados en el presente estudio sean exclusivamente escritos, el paso del fragmento “mas si osare” a “Masiosare” solo pudo llevarse a cabo en la lengua hablada, debido a los fenómenos fonológicos que acompañan el metanálisis (véase la nota 4).

4Fonológicamente, se identifican aquí una simplificación del grupo consonántico o s doble en /massi/ > /masi/ y una sinéresis en /si.os’are/ > /sjos’are/.

5 Weiss (2019) argumenta también que el metanálisis ayuda a reducir el cargo es­tructural del componente léxico, de acuerdo con el principio de economía, cosa que no es el caso en el presente trabajo, puesto que masiosare sufre un cambio drástico de significado, de tal modo que podría hablarse de una “reescritura” o un “palimpsesto” semántico.

6En el trabajo se utilizará la grafía con mayúscula para referirnos a Masiosarecomo nombre propio y con minúscula siempre que se trate de masiosare como nueva unidad léxica o nombre común, independientemente de la grafía concreta de cada ejemplo.

7Es de suponer que Masiosare y su uso no son tan recientes como parecen indicar las fuentes; sin embargo, falta material para poder decir algo cierto desde la perspectiva diacrónica.

8Conversación privada con dos hablantes de Ciudad de México.

9Como puede comprobarse en la página oficial de la federación immaf (https://immaf.org/about/what-is-mma/), mma o Mixed Martial Arts es una disci­plina sin­crética que une diversas artes marciales.

10 Rudnicka (2005, pp. 109-112) distingue claramente entre la apelativización y la deonimización, siendo la segunda un proceso más amplio y que no necesariamente sobrepasa los límites de la esfera de los nombres propios. Una especie de deonimización es la transonimización mencionada respecto a los ejemplos 6 y 7.

11Se podría argumentar que un enfoque más adecuado para analizar el vocablo masiosare es el de la lexicalización. No obstante, opto por explicar la aparición de esta nueva unidad léxica en términos de apelativización. Este enfoque, siendo más específico, me permite relacionar mejor las connotaciones dadas en el himno con el significado del nuevo lexema sin perder de vista el paso intermedio que es la anécdota de Masiosare, el extraño enemigo, que actúa como catalizador en acumular la información connotativa que pasará a formar un significado más fijo en el nombre apelativo.

12Aquí se optó una vez más por la terminología propuesta por Ewa Rudnicka (2005, pp. 119-121), que efectúa una delimitación de lo que se entiende por un epónimo, postulando la denominación eponimismo o apelativo eponímico para designar el producto final de la apelativización.

13“[los NNpp] denote the individuals who are called by them; but they do not indicate or imply any attributes as belonging to those individuals. When we name a child by the name Paul, or a dog by the name Cæsar, these names are simply marks used to enable those individuals to be made subjects of discourse” (Mill, 1882 [1843], pp. 40-41 apud Portolés Lázaro, 2019, p. 782).

14Según su teoría, el signo lingüístico remite primero a la noción sobre el designado, siendo esa última una idea ordenada y selectiva de todos los rasgos que posee el objeto en el mundo real. Así, la relación símbolo-noción-referente refleja el vínculo indirecto entre el lenguaje y la realidad.

15Para Coates (2006, p. 372), es el modo de referir (mode of referring, mode of re­f­erence).

16También por esta razón los datos que se analizan en la parte práctica del presente estudio incluirán las ocurrencias del uso expresivo y connotativo de masiosare, con el objetivo de abstraer de la totalidad del material disponible una invariante semántica a partir de las connotaciones más constantes en el uso del vocablo.

17 Portolés Lázaro (2019) aduce otros ejemplos de neologismos creados a partir de los nombres propios: nixonizarse (< Nixon), barcelonizar (< Barcelona), desalmodovizar (< Almodóvar), y cuyo modo de significar es “propial” en vez de semántico, es decir, depende de la identificación de los rasgos comúnmente atribuidos a los referentes del nombre propio subyacente. Estos nombres suelen ser, como afirma el autor, “efímeros”, por su escaso uso y expresividad contextual. No es exactamente el caso de masiosare, que, además de algunos usos ocasionales, lleva también una invariante semántica que parece fija y bien establecida en la totalidad de sus usos.

18De acuerdo con Coseriu (1973, p. 269 apudPortolés Lázaro, 2019, p. 792), los usos plurales de un nombre propio como Juanes o Marías son siempre usos apelativos.

19Vale la pena notar que la categoría nominal en español es bastante fluida, y en este caso sería posible una interpretación de masiosare como adjetivo. No obstante, en este artículo el autor se abstiene de saltar a conclusiones y se limita a una descripción más general, tratando masiosare como una categoría nominal, en términos similares a la clase de los nombres en la Gramática de la lengua castellana de 1771 (RAE, 1771, parte I, cap. III).

20Todavía falta evidencia cuantitativa de los usos fraseológicos, si bien vale la pena anotar una ocurrencia más bien lúdica con un significado global: la culpa es de Masiosare (El Vigia, 2016, “La culpa es de Masiosare”, CDENOW), con una posible explicación: ‘se dice para expresar la desaprobación cuando nadie quiere asumir la responsabilidad por algo o cuando esta última se ve difuminada’. Esta aclaración es plausible, puesto que haciendo alusión a un referente imaginario se da a entender de manera irónica que no pudo haber sido él. La unidad revela semejanzas formales con el título del libro La culpa es de la vaca (Lopera Gutiérrez y Bernal Trujillo [2002]. Bogotá: Editorial Nomos), utilizado con el mismo significado, y semántico-pragmáticas con Fuente Ovejuna, el símbolo de una responsabilidad no asumida por nadie, que se conserva en diversas expresiones y frases hechas, partiendo de Fuente Ouejuna lo hizo, originalmente anotada por Covarrubias (1611, fol. 417).

21Solo se observó una ocurrencia de anti-Masiosare.

22Masiosarismo en estos y demás ejemplos se ha utilizado con el sentido de “com­portamiento o actitud de Masiosare”. Este derivado se encuentra mencionado también en la base neológica Morfolex (Zacarías, 2008). Los ejemplos 17 y 18 se aducen con el fin de fortalecer la presente argumentación, pero sus fuentes no se incorporan en el análisis semántico llevado a cabo en la segunda parte del estudio. Agradecemos esta observación al revisor anónimo.

23La presencia de modificadores permite acompañar al nombre propio de un artículo sin que deje de ser un nombre propio. Por motivos del presente análisis, solamente se tomaron en cuenta los casos de una actualización que permitiera reinterpretar masiosare como un nombre apelativo.

24La homonimia sintáctica es una coincidencia fonológica de dos o más secuencias de palabras que permite más de una interpretación de esta.

25Los casos transitorios y confusos del diagrama 2 no se incorporan en el diagrama 3 en favor de una mayor visibilidad de los datos relevantes.

26No debería sorprender, dado el origen y la semántica (véase el siguiente apartado) que se le adscribe.

27Recuérdese, sin embargo, que las limitaciones metodológicas pueden haber pro­piciado un tipo determinado de resultados más presente. No obstante, estos géneros textuales parecen ser “naturales” para masiosare.

28Por “arte comprometido” se entiende aquel tipo de arte que, en oposición al arte puro, busca provocar una reflexión sobre las cuestiones directamente relacionadas con la vida humana, por ejemplo la guerra, la muerte, la opresión política, etcétera.

29Traducción propia.

30José Doroteo Arango Arámbula (1878-1923), apodado Pancho Villa, fue uno de los jefes de la Revolución Mexicana, que el 9 de marzo de 1916 invadió el territorio estadounidense en Columbus, Nuevo México.

31Probablemente su uso es más bien anecdótico, lo que no impide ver que detrás de este uso pragmático identifiquemos una base semántica ya establecida: ‘amenaza’.

32En diversas situaciones no era posible atribuir una marca semántica con toda la cer­teza, así que en muchos casos su determinación dependió de las intuiciones propias.

33Los valores localizados en el segundo círculo no se consideran parte del significado de masiosare.

34La abreviatura m. indica ‘masculino’ y mex., ‘mexicanismo’.

Recibido: 01 de Octubre de 2021; Aprobado: 04 de Abril de 2022

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Michał Koźmiński, nacido en 1998, estudiante de Filología Hispánica y Lingüística General en la Universidad Jaguelónica en Cracovia (Polonia). Actualmente es redactor jefe del anuario estudiantil Roman. En su tesis de maestría se ocupa de la evolución diacrónica de la perífrasis evidencial quiere + infinitivo en el español de México. Ha publicado artículos y traducciones en Studia Iberystyczne o Tlen Literacki, entre otros.

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