“Mi querida maestra Alicia” aunque parezca una frase de niños de primaria para mí fue así. Porque eso significó siempre: la que orienta, la que guía, la que retroalimenta, la que aconseja, la que acompaña, la que enseña. La conocí en 2003 cuando me entrevistó para ingresar a la Maestría en Desarrollo Educativo. Una entrevista cálida y receptiva que provocó que de inmediato me identificara y que naciera una admiración, cariño, cercanía y respeto.

Ser estudiante de la maestra Alicia implicaba un compromiso, trabajo sistemático y estar dispuesta a reflexionar sobre la práctica. Una de las cosas que más admiraba de ella fue su faceta como formadora de docentes; siempre destacaba, cuidaba y tenía una mirada atenta y analítica a la práctica docente. Ella nos introdujo al estudio de la Teoría Francesa; no solo estudiamos los textos de Guy Brousseau -uno de sus teóricos favoritos-, también los textos de Yves Chevallard y de Gérard Vergnaud. A sus clases siempre había que entrar con la lectura hecha y estar atenta a los múltiples ejemplos que recuperaba de la práctica docente.

Nos construimos como personas, construimos nuestras identidades a partir de las interacciones y experiencias vividas con otras personas. La maestra Alicia nos abrió el mundo de la investigación, nos enseñó a investigar, investigando, organizando el trabajo, a leer arduamente para afinar la mirada, a observar desde la teoría -no solo desde la experiencia-, a ser empáticos con el trabajo docente, a organizar y sistematizar el trabajo. Hacer investigación con ella implicaba planificar, leer, analizar, discutir, hacer materiales, diseñar instrumentos, involucrarse con la comunidad, devolver a la comunidad el resultado del proceso realizado.

Con ella aprendí que la investigación debe estar al servicio de los profesores, no considerarla como beneficio personal. La investigación debe contribuir a mejorar la educación, a que las personas vivan mejor, a crear buenas condiciones de vida. Su mirada siempre estaba atenta a las poblaciones indígenas, a las comunidades rurales, a los migrantes, a los adultos, a las poblaciones vulnerables. Una de las investigaciones que hicimos con ella fue “La enseñanza de las matemáticas en escuelas primarias indígenas. Análisis de sus condiciones y problemas” . Esta es de las investigaciones que más aprendizaje me dejó, no solo por el tiempo que nos tomó realizarla, sino por el equipo que conformó: maestras experimentadas, jóvenes investigadoras, docentes indígenas. El trabajo de campo se realizó en diversas comunidades indígenas en Michoacán, Puebla, Estado de México y Chiapas, el cual no solo implicó visitas a las comunidades, sino entrevistas con personajes de estas comunidades, con maestras y maestros, directivos y, sobre todo, con los niños.

Para la maestra Alicia no solo importaba el trabajo de investigación, el trabajo de divulgación también era un asunto al que dedicó tiempo. La revista Educación Matemática (rEM) fue uno de los proyectos que más cuidó y al que más tiempo, dinero y esfuerzo dedicó. No solo por el espacio para difundir conocimiento sobre la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, sino para ofrecer a los profesores conocimiento didáctico y un espacio donde existiera la posibilidad para comunicar sus saberes y encontraran ideas novedosas para llevarlas a la práctica.

La revista Educación Matemática es una creación colectiva que constituye un espacio de construcción, reflexión, discusión y difusión de saberes. Sin embargo, fue necesario el liderazgo, la entrega, el enfoque y esfuerzo de la maestra Alicia para darle el lugar que esta creación colectiva merece y tiene en la comunidad científica. El sello de la maestra Alicia no solo está en los artículos de su autoría que ahí encontramos, sino en la narrativa racional de la propia revista, la comunidad de aprendizaje que contribuyó a formar, y el rigor del trabajo, que inicialmente decíamos que era totalmente artesanal y que poco a poco las nuevas tecnologías fueron facilitando y ayudando a eficientar. Pero de no haber pasado por esa experiencia artesanal, difícilmente se habría logrado posicionar a la revista en el lugar que ahora tiene.

El primer artículo de la revista Educación Matemática es de la maestra Alicia, publicado en abril de 1989. Se encuentra en el volumen 1, número 1 y se titula: “Divulgación: diagnóstico de habilidades computacionales y actividades para remediar los errores”, cuya autoría comparte con Eduardo Mancera. El segundo artículo se encuentra en el volumen 3, número 3 con el título “La reforma en la secundaria a las matemáticas en primaria, lo posible y lo necesario”. El tercer artículo está en el volumen 5, número 3 con el título “El saber matemático extraescolar en los libros para la educación de adultos”. En 1994, en el volumen 6, número 3, escribe una reseña del libro Mariño, Germán: El dibujo espontáneo y la concepción del espacio en los adultos de los sectores populares.

En el reciente siglo, en el año 2001, encontramos en el volumen 13, número 3, uno de los artículos más consultados de la maestra Alicia: “El maestro y el contrato en la teoría Brousseauniana”. En el volumen 16, número 1, la reseña que escribió para el libro Conocimientos y aptitudes para la vida. Resultados de PISA 2000. En el volumen 16, número 2 encontramos otro texto de su autoría, titulado “Entre la costumbre y las presiones de la innovación. La enseñanza de los números en primer grado”.

En el volumen 18, número 1 participa con el artículo “Prácticas cotidianas y conocimiento sobre las fracciones. Estudio con adultos de escasa o nula escolaridad”. En el año 2007, volumen 19, número 3, publica un informe sobre la rEM con el título: “Educación Matemática, 2004-2007. Una descripción amplia”. El séptimo de sus artículos para la rEM, lo publica en el volumen 20, número 2 con el título "Los profesores y los decimales. Conocimientos y creencias acerca de un contenido de saber cuasi invisible". Para su octavo artículo en coautoría con José Luis Estrada, publicado en el volumen 21 número 3, lo titulan "Los usuarios de la educación básica para jóvenes y adultos y la solución de un problema de área".

En el volumen 24, número 2 presenta su artículo “Estudiar matemáticas en una primaria nocturna. Logos y praxis en un proyecto con orientación social”.

En 2014 se publica un libro en conmemoración del 25 aniversario de la rEM y la maestra Alicia participa en esta edición con el capítulo “Del saber de la experiencia al saber en la experiencia: 25 años de investigación sobre saberes matemáticos y escolarización tardía en México”.

El décimo artículo para la rEM lo publica en coautoría con Evelyn Valencia en el volumen 27, número 3 y lo titulan “Ideas previas sobre la multiplicación y división con decimales su evolución a partir de una experiencia con el Laberinto de los decimales”. En el volumen 28, número 3 publica su artículo “La investigación en educación matemática en México: una mirada a 40 años de trabajo”.

En 2018 la rEM cumple 30 años de publicación y la maestra Alicia coordina la publicación del texto de aniversario denominado “Rutas de la Educación Matemática”, en el que se incluye un capítulo de su autoría llamado “Venturas y desventuras de la investigación sobre saberes no escolares y educación matemática de jóvenes y adultos”.

El doceavo artículo para la rEM, lo publica en el volumen 31, número 2 y lo titula “Significados, representaciones y lenguaje: las fracciones en tres generaciones de libros de texto para primaria”. Encontramos otro artículo en coautoría con Carmen Gutiérrez en el volumen 34, número 3, con el título “Formas heterogéneas de apropiación: prácticas de enseñanza después de un proceso formativo sobre la proporcionalidad”.

El último artículo que escribió para la revista aparece en abril de 2023, es el décimo cuarto y lo tituló “Educación matemática en pandemia: los efectos de la distancia”. Este artículo forma parte de los artículos invitados para conmemorar el 35 aniversario de la rEM.

Sin duda el sello de nuestra querida maestra Alicia Avila está presente en la revista Educación Matemática desde el primer volumen hasta el actual, participando de diversas maneras. Es una huella que queda para la historia de nuestra revista y para muchos, en nuestros corazones.