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Estudios de Asia y África

versión On-line ISSN 2448-654Xversión impresa ISSN 0185-0164

Estud. Asia Áfr. vol.51 no.2 Ciudad de México may./ago. 2016

 

Traducción

Gaṇapatyatharvaśīrṣopaniṣat “La upaniṣad ‘Cabeza de Atharvan’ dedicada a Gaṇapati”

María Carolina Cañas Moreno** 

Julio María Fernández Meza*** 

Traducción:

Anselmo Hernández Quiroz* 

* Traducción del sánscrito e introducción, El Colegio de México

** Instituto Nacional de Bellas Artes

*** Universidad Nacional Autónoma de México


Introducción

Una de las divinidades más populares del hinduismo es aquella denominada Gaṇapati, o Gaṇeśa, cuyo culto se extiende prácticamente a toda India y ha tenido auge desde finales del siglo XIX. Su representación icónica antropomórfica es la de un dios con cabeza de elefante, cuatro manos y el vientre colgante. De acuerdo con la tradición, Gaṇapati es el dios de la sabiduría, el dador de dones y destructor de obstáculos. De manera general, cualquier empresa que se inicia -sea la inauguración de una casa, una boda, la apertura de un negocio o el comienzo de un viaje- es bendecida primero mediante la invocación a esta divinidad. Algunos aspectos de estas tradiciones y costumbres pueden rastrearse en fuentes védicas, aunque ello no implica necesariamente que éstas hayan sido āryas desde el comienzo, es decir, que hayan estado incluidas en la ortodoxia brahmánica védica. En el presente trabajo ofrecemos la traducción del texto sánscrito intitulado Gaṇapatyatharvaśīrṣopaniṣat, cuya traducción es “La upaniṣad ‘Cabeza de Atharvan’ dedicada a Gaṇapati”, un texto que probablemente proceda de ciertos círculos intelectuales constituidos a finales del siglo XVI que se particularizaban por la adoración de este dios como el dios supremo.

La fuente sánscrita más antigua que menciona el término gaṇapati es el Ṛg-Veda (compuesto alrededor del 1200 a.n.e.), donde es empleado como un epíteto del dios Bṛhaspati o Brahmaṇaspati. Esto podría sugerir que Gaṇapati formaba parte de las divinidades que están relacionadas con la composición del brahman, esto es, de la “palabra sabia” que es modelada en la forma de versos sacros. Sin embargo, de acuerdo con Beltz, esto no significa que en la época védica temprana se conociera a la divinidad con rostro de elefante, tal y como la conocemos hoy en día; en tanto que cabría preguntarse si esta divinidad fue o no fue en su origen un dios tribal incorporado posteriormente al panteón brahmánico.1 En un mantra o verso sacro del Ṛg-Veda se lee lo siguiente:

Te invocamos a ti Brahmaṇaspati, al señor de los grupos, al sabio más preeminente entre los sabios poetas, al que más excede en abundante escucha, al soberano principal de las palabras sabias. Que él escuchando [nuestra alabanza] venga a nosotros con sus protecciones y se siente en la sede [sacrificial].2

La deidad principal de este verso sacro es “el señor de las palabras sabias” (Brahmaṇaspati), y el término gaṇapati es un epíteto suyo que significa: yaḥ gaṇānām patiḥ saḥ gaṇapatiḥ, “aquél que es el señor de los grupos, él es Gaṇapati”. Según el contexto, esta denominación se correlaciona con otras que describen las cualidades propias de un dios que preside la com­ posición poética con base en la capacidad de ordenar métricamente el poder de escucha que soporta la revelación. Teniendo en cuenta que el brahman, o “la palabra sabia”, se manifiesta de manera tangible en los mantras o versos sacros que recogen la inspiración de los videntes modelada rítmica y métricamente, esto parecería indicar que los gaṇa o “grupos” sobre los cuales preside la deidad son las cadenas silábicas en distintos patrones numéricos que reúnen en un máximo de contacto las series vocálico-consonánticas combinadas eufónicamente a detalle. El hecho de que Gaṇapati presida sobre estas agrupaciones -las cuales forman de manera sucesiva sílabas, pies, hemistiquios, versos, himnos y ciclos- involucra por ello mismo que también presida la apertura al entendimiento de su significado en cada nivel de agrupación.

Esta concepción de la divinidad apenas descrita -de carácter abstracta y cognitiva- durante la época clásica llegó a convertirse cada vez más en concreta y antropomórfica. En este periodo, los “grupos” sobre los que preside Gaṇapati se relacionaron principalmente con las “huestes” de espíritus o fantasmas -acompañantes de la deidad Śiva-, benevolentes en la mayoría de las ocasiones. En los textos de los purāṇas hay ya una proliferación de descripciones acerca de las particularidades que se han de tomar en cuenta en la imaginería y la formación del ídolo, tal y como frecuentemente es modelado en terracota o pintado sobre cualquier base. En el Skānda purāṇa, por ejemplo, se lee lo siguiente:

Él tiene cuatro manos, tres ojos [tryakṣa], tiene una lanza en su mano; sus ojos son rojizos; sus orejas son en forma cónica de criba [śaṅkukarṇa…] él es obeso [pīvara], tiene los cabellos trenzados [jaṭila], es enano [vāma], tiene una cobra como su cordón sagrado, sujeta en sus manos un hacha y también un loto.3

Esta descripción puede calificarse de carácter shivaíta, es decir, como aquella donde Gaṇapati es adorado con relación a símbolos que son principalmente parte de la figuración del dios Śiva, como, por ejemplo, el aspecto de un yogui melenudo. Curioso en esta descripción es la utilización del símbolo del enano, que corresponde más bien a la deidad Viṣṇu. Esto es tan sólo una muestra de símbolos que son compartidos en la adoración de diversas divinidades. Sin embargo, como se verá en la traducción, la manera de concebir, imaginar y formar a Gaṇapati también tiene sus características propias, bien marcadas, como el uso reiterado del color rojo, por ejemplo.

Según Bailey, el origen sectario del culto a Gaṇapati puede ser rastreado en una inscripción en el sur de India, hecha alrededor del siglo XII, donde se mencionan seis sectas, entre las cuales están incluidos los gāṇapatyas o seguidores de Gaṇapati.4 Para este autor, ello significaría que el culto dedicado a Gaṇeśa no fue consolidado sino hasta alrededor de los siglos X y XI de la era moderna, fechas que concuerdan con la de un importante texto hagiográfico que contiene datos al respecto; a saber, el Śaṅkara-digvijaya. El hecho es que la mayoría de las enciclopedias consultadas concuerdan en señalar que, a partir de la segunda mitad del siglo XVI, la adoración a esta divinidad llegó a ser muy popular, sobre todo en el área de Maharashtra, y se expandió luego hacia todas las demás partes de India, prominentemente hacia el sur. Y una vez más, según Bailey, probablemente fue en la efervescencia de este movimiento religioso del siglo XVI de la era cristiana que se compusieron, en el interior de sus círculos de élites, los textos que fundamentan doctrinalmente esta rama del hinduismo, los cuales son: dos purāṇas: el Gaṇeśa y el Mudgala; una upaniṣad: la Atharvaśiras (o Atharvaśīrṣa upaniṣad), y varios escritos menores tántricos poco estudiados.5 Sin embargo, aparte de estos textos, hay pocos datos que cubran las lagunas acerca del origen de los ritos dedicados a Gaṇapati y su desarrollo hasta convertirse en las grandes ceremonias públicas y festividades que pueden presenciarse hoy en día, las cuales fueron inventadas a finales del siglo XIX.6

El término upaniṣad generalmente ha sido interpretado como la denominación genérica para un texto que contiene enseñanzas filosóficas de carácter iniciático. Para Olivelle, este término debería traducirse como “conexión” o “equivalente”, debido a que la exposición de su contenido se basa en la proposición de múltiples correspondencias simbólicas; por ejemplo, entre el microcosmos (el ser humano) y el macrocosmos (el mundo).7 Para este autor, la capacidad de entendimiento de las conexiones secretas es lo que le otorga a una persona conocimiento, poder, riqueza y prestigio en este mundo, además de dicha celestial e inmortalidad. Las upaniṣads más antiguas -como por ejemplo la Bṛhadāraṇyaka- datan de alrededor del 800 al 500 a.n.e.; sin embargo, a partir del siglo IV hubo una proliferación de textos breves conocidos también como upaniṣads.

Como hemos visto arriba, para Bailey, la Atharvaśīrṣa upaniṣad se habría compuesto probablemente alrededor del siglo XVI. Cabe señalar que este texto no está incluido en el famoso canon medieval conocido como Muktikā, que comprende una compilación de 108 upaniṣads. Sin embargo, el hecho de que en su composición presente los tres acentos védicos además de formas morfosintácticas posposicionales (e.g. vāsa-sa-, ‘ropas-con’, frente a sa-vāsa-, ‘con-ropas’) podría indicar que es mucho más antigua aún, o bien que sus compositores recurrieron a las reglas gramaticales en estricto apego a como éstas regulan la construcción de frases, oraciones y versos en sánscrito védico, lo cual no deja de ser un acto singular, pues, prácticamente, todos los textos del sánscrito clásico carecen de acentos y tienden ya al uso fijo de las adposiciones como preposiciones. Otra posibilidad al respecto es la de que el texto tal y como se ha recibido sea un “pastiche” de textos de diferentes periodos. En cualquier caso, la pura recepción de este texto merecería un estudio aparte.

De entre las ediciones que circulan en los sitios indológicos de la Internet hemos elegido la del sitio Sanskrit Safire debido a que es la más cuidada y presenta claramente la separación de todas las secciones.8 Por lo demás, sólo difiere al respecto de los versos benedictorios de aquella del sitio Sanskrit Documents y de la utilizada por Nagesh9 para su traducción al inglés. En nuestra opinión, la traducción de este último autor es más bien una versión libre con un marcado carácter devocional. Para Nagesh, Gaṇapati es una deidad no ārya en su origen, la cual fue introducida al culto brahmánico por influencia de videntes no āryos -procedentes del clan de los atharva y los linajes de los vratya, virupa y pramatha, cuyas composiciones terminarían por ser incluidas en la tradición védica. Sobre éste y otros puntos relevantes volveremos a anotar las opiniones de este autor en el lugar apropiado.

La Atharvaśīrṣa upaniṣad consta de catorce secciones a las que tradicionalmente se les agrega al principio y al final uno o más versos benedictorios. En la presente traducción le hemos dado un título a cada sección para encerrar en breve su contenido. A continuación se ofrece el listado de estas secciones junto con algunas referencias importantes que nos permitirán eximirnos de excesivas glosas y anotaciones en el cuerpo de la traducción:

  • 0. Versos benedictorios. Éstos son algunos de los versos sacros más comunes retomados del Ṛg-Veda, que usualmente son pronunciados de manera tradicional antes de iniciar la recitación formal de un texto para generar un ambiente de concentración y vigorización mediante la invocación del auxilio de las divinidades. El término svasti que se emplea en el original del verso sacro,10 funciona cuatro veces como el objeto directo que representa aquello que se pide a los dioses. Para algunos, se trata de una palabra indeclinable, mientras que otros la explican como un compuesto: su más asti, es decir, “lo que es bueno o está bien”; de aquí nuestra variada traducción, que intenta precisar su sentido abstracto: “el bienestar”, “lo próspero”, “lo bueno” y “el bien”.

  • 1. Salutación inicial y revelación inmediata del principio. El concepto clave aquí es el de un principio evidente que se manifiesta por sí mismo. El primer término con el que se identifica a Gaṇapati, esto es, tattvam, “principio”, es un compuesto de ‘tat’ (eso) y ‘tvam’ (tú). Estas dos palabras están presentes en el famoso proverbio upanishádico tattva-masi, “tú eres eso”, donde ‘tat’ significa el principio supremo (brahman) y ‘tvam’, el sí mismo (ātman).

  • 2. Ratificación del recitador. Los términos ṛta y satyam, que expresa aquel que vocea este verso, pueden ser entendidos como las dos manifestaciones principales del brahman del que se habla en el verso anterior. El primero puede traducirse como la “verdad en movimiento”, y el segundo simplemente como la “verdad”. Ambas son visiones del principio como fundamento y origen de la manifestación universal.

  • 3. Petición de protección. La raíz verbal av-, “proteger”, que se emplea de manera monótona en el original, significa también “incrementar” o “vigorizar”.

  • 4. Hechura de Gaṇapati. A partir de la manifestación dinámica de la verdad, el dios se presenta de manera universal bajo los aspectos esenciales del conocimiento y la felicidad. Nótese que cada aspecto cognitivo o de beatitud se concibe integrado en el principio mismo de manera absoluta, es decir, no fragmentado.

  • 5. Gaṇapati es la plenitud universal. El cierre de esta sección menciona la concepción tradicional de “los cuatro pies de la Palabra (vāc)”. Éstos son distintos niveles que van desde el habla humana hasta el habla trascendental: vaikhari (lenguaje común), madhyama (lenguaje mental), paśyanti (lenguaje que sólo se intelige o “ve”) y para (lenguaje trascendente).

  • 6. Condición de Gaṇapati. La trascendencia de la deidad respecto de la manifestación es hecha patente a partir de una serie de ternas, de las cuales él es su principio, y se ubica de modo trascendente como el elemento que sobresale en cada serie. Aunque no se menciona explícitamente el término turīya/caturtha (cuarto), parece haber la implicación de que se acepta la tradicional enumeración simbólica del Vedānta, donde el cuarto estado es trascendental respecto de los otros tres, al tiempo que es su causa y soporte.

  • 7. Construcción y formación mística del bīja-mantra de Gaṇapati. Ésta es una de las secciones más interesantes dado que nos muestra la técnica de elaboración del bīja-mantra o mantra raíz, el cual consiste en una semilla de sonido que conlleva la divinidad de manera inherente.

  • 8. El mantra Gāyatrī de Gaṇapati. El término gāyatrī se refiere, en primer lugar, a un metro de origen védico que consta de 24 sílabas agrupadas en tres pies de ocho sílabas cada uno, y forma un hemistiquio con los dos primeros pies. El mantra más famoso compuesto con esta métrica es sin duda alguna el siguiente: (om) tat savitur vareṇyam / bhargo devasya dhīmahi; dhiyo yo naḥ pracodayāt [“(Om) intuimos ese excelente esplendor del dios Savitṛ; que él impela nuestra intuición”].11 A partir de este mantra se han modelado innumerables versos dedicados a distintas deidades del hinduismo, e incluso de otras religiones. De tal manera que el término gāyatrī se refiere, en segundo lugar, a un tipo de verso sacro dedicado a una divinidad en particular y se emplea generalmente como el mantra elegido para realizar la repetición silenciosa (japa).

  • 9. Descripción de la imagen de Gaṇapati. Aquí se presentan los elementos básicos que conforman la imaginería de esta divinidad. Cabe mencionar que la creatividad mitológica en general se ha centrado en gran medida en la explicación de por qué Gaṇeśa ostenta un solo colmillo. En algunos relatos se narra que uno de sus colmillos fue roto durante algún tipo de contienda, o bien que fue quebrado a propósito por él mismo para terminar de escribir el Mahābhārata, que le era dictado por Vyāsa. En cuanto a la explicación de por qué tiene una cabeza de elefante, en muchos relatos del periodo clásico entran frecuentemente en juego los celos del dios Śiva, provocados sin querer por una hazaña de su esposa. Por otra parte, el título de esta upaniṣad, a saber, Atharvaśīrṣa, o “Cabeza de Atharvan”, podría sugerir alguna conexión con el relato narrado en la Bṛhadāraṇyaka upaniṣad, acerca de la doctrina de la inmortalidad y las cosas mutuamente provechosas, que le fuera declarada a los Aśvins por el vidente Dadhyac, versado en el Atharva Veda.12 Dadhyac tuvo que intercambiar su cabeza por la de un caballo para que el dios Indra no lo matase por haber declarado la antedicha doctrina. El punto obvio en comparación es el intercambio de cabezas; aunque no tan claro, así queda la relación análoga de la transmisión de un conocimiento.

  • 10. Segunda salutación. Es de notar una vez más el carácter shivaíta de esta upaniṣad patente en la declaración explícita del dios Gaṇapati como “el hijo del dios Śiva”. Por otro lado, Nagesh apunta lo siguiente: “Por primera vez el vidente identifica aquí a Gaṇapati con la deidad de los linajes de los vratya y pramatha, que eran dos de los principales linajes no āryos que se habían asimilado dentro de la comunidad ārya”.13

  • 11. Los frutos que se obtienen a través de la acción de recitar y

  • 14. escuchar. Las últimas cuatro secciones culminan con el tradicional phalaśruti, o porción final de un texto, donde se hacen explícitos los resultados que se espera obtener a través de la recitación constante. En este sentido, el acto de escuchar, en tanto que un instrumento, es la mediación entre la fuente primaria que otorga los frutos o dones descritos y aquel que los recibe. El punto de contacto que actualiza esta relación es el conocimiento. De ahí que la upaniṣad cierre con el usual epítome upanishádico: ya evam veda: “y aquel quien así conoce [logra también este resultado]”.

La upaniṣad “cabeza de atharvan” dedicada a gaṇapati

Versos benedictorios

Om. ¡Oh, dioses, que escuchemos lo benigno con nuestros oídos! ¡Oh, medios sacrificiales, que veamos con nuestros propios ojos lo próspero! Que gocemos profundamente de la vida que nos ha sido conferida por los dioses mientras los alabamos con cuerpos sanos y miembros firmes.14

Que Indra, cuya capacidad de escucha se incrementa, nos otorgue el bienestar; que Pūṣān, el omnisciente, nos dé lo próspero; que Tārkṣya, el de armas invencibles, nos conceda lo bueno; que Bṛhaspati nos obsequie el bien.15

Om. Paz, paz, paz

Salutación inicial y revelación inmediata del principio

1. Om. Saludos para Gaṇapati.16 Sólo tú eres el principio evidente. Sólo tú eres el único hacedor. Sólo tú eres el único sustentador. Sólo tú eres el único destructor. Sólo tú eres con toda certeza el principio supremo [brahma]. Tú eres eternamente el sí mismo que es su propio testigo.

Ratificación del recitador

2. Yo expreso el ṛta [o digo lo correcto]. Yo expreso el satya [o digo lo verdadero].

Petición de protección

3. Protégeme a mí. Resguarda al recitador. Ampara al auditor. Auxilia al dador. Preserva al sostenedor. Cuida al devoto al estudio y a quien es un discípulo. Protégeme desde el Poniente. Resguárdame desde el Oriente. Ampárame desde el Norte. Auxíliame desde el Sur. Presérvame desde el cenit. Cuídame desde el nadir. Protégeme desde todos lados. Protege completamente.

Hechura de Gaṇapati

4. Tú consistes en la palabra, tú estás hecho de intelecto. Tú te constituyes de felicidad, tú estás hecho de brahman. Tú eres el ser [o lo real], la inteligencia y la dicha no duales. Tú eres el brahman evidente. Tú te compones de conocimiento y discernimiento.

Gaṇapati es la plenitud universal

5. Todo este universo procede de ti. Todo este universo permanece a causa de ti. Todo este universo se disolverá en ti. Todo este universo se dirige hacia ti. Tú eres la tierra, las aguas, el aire, el fuego y la quintaesencia [o el éter]. Tú eres los cuatro pies de la palabra.

Condición de Gaṇapati

6. Tú estás más allá de las tres cualidades de la naturaleza. Tú estás allende las tres condiciones del universo. Tú trasciendes los tres cuerpos. Tú sobrepasas el triple tiempo. Tú estás eternamente establecido en la base del chakra raíz [mūlādhāra]. Tú eres la esencia del triple poder.17 Los yoguis eternamente te intuyen. Tú eres Brahmā, Visṇu, Rudra, Indra, Agni, Vāyu, Sūrya y Candramas. Tú eres brahman, el principio supremo, [representado por la sílaba] Om [que contiene en sí misma los tres vyāhṛti o expresiones místicas] bhūḥ [tierra], bhuvas [espacio intermedio] y svar [cielo].

Construcción y formación mística del mantra de Gaṇapati

7. Primero han de pronunciarse los grupos de letras y después letra por letra. El anusvāra es la forma más elevada. Luego aparece la media luna en crecimiento con una excelente riqueza. Ésta es tu propia forma humana. [Ahora sigue la divina.] La letra g es tu forma prima. La letra a es tu forma media. Y la es tu forma última. El punto es tu forma suprema.18 El sonido es el vínculo de unión. La combinación es la conjunción. He aquí el conocimiento de Gaṇeśa. El vidente es Gaṇaka. La métrica es el Gāyatrī defectivo. La divinidad es el gran glorioso Gaṇapati. Om gaṃ saludos para Gaṇapati.

El mantra Gāyatrī de Gaṇapati

8. Nosotros conocemos al de un solo colmillo, intuimos al de la trompa torcida. Que el de un solo colmillo nos inspire esa [intuición].

Descripción de la imagen de Gaṇapati

9. De un solo colmillo, con cuatro manos, en una sostiene la cuerda para amarrar bestias y en la otra un gancho para guiarlas [con las otras dos otorga bendiciones y firmeza de ánimo]. Al de la trompa de garfio, al dador de dones, al que se reclina apoyándose con las manos y cuya insignia es un ratón. De color rojo, con vientre colgante y orejas en forma de criba, adornado con vestidos rojos. Al que está ungido a lo largo de su cuerpo con esencias rojas y es bien adorado con flores rojas. Al dios que causa tremor en los devotos, origen del universo e indeclinable. Al que hace emanar la manifestación a partir de la naturaleza y el espíritu supremo. Quien intuya esto eternamente, ese yogui es el mejor de todos los yoguis.

Segunda salutación

10. Saludos para el Señor de los Votos. Saludos para Gaṇapati. Saludos para el Señor de las Huestes. Que los saludos sean para ti, el de vientre colgante, el de un solo colmillo, el destructor de obstáculos, el hijo de Śiva, el dador de dones de gloriosa forma. Saludos.

Los frutos que se obtienen a través de la acción de recitar y escuchar

11. Aquel que estudia esta [upaniṣad] Atharvaśīrṣa [Cabeza de Atharvan] se capacita en gran medida para lograr el brahman. No está atado por ningún obstáculo y la felicidad crece en él por doquier. Es librado vehementemente de los cinco grandes males. La recitación vespertina causa la destrucción del mal así como el sol [ilumina el día]. La recitación matutina causa la destrucción del mal así como la luna [ilumina la noche]. El que se unce [a la recitación] vespertina y matutina llega a estar más allá de la virtud y el pecado. Y logra [los cuatro objetivos de la vida humana]: el deber, la riqueza, el erotismo y la liberación. Esta upaniṣad no debe entregarse a quien no sea un discípulo. Si así se hiciese, él mismo se entregará al engaño y se convertirá en un pecador. [Pero] aquel [discípulo debidamente iniciado] que la estudia y recita miles de veces obtiene todos sus deseos. Mediante esta upaniṣad, él cumplirá lo que desea una y otra vez.

12. El que rocía con esta [recitación] a Gaṇapati se convierte en dueño de la palabra. El que hace la repetición silenciosa [de su mantra Gāyatrī] el cuarto día [de la luna creciente] estando en ayuno se convierte en un sabio. Éstas son las palabras del vidente Atharvan. El que comienza la recitación dedicada a Brahmā y las demás [divinidades] consigue sus logros y no tiene temor en ningún momento.

13. Aquel que sacrifica con la hierba dūrva llega a ser el más excelente Vaiśravaṇa [otro nombre de Kubera, dios de la riqueza]. Aquel que rinde culto con granos de arroz fritos llega a ser famoso y se convierte en inteligente. Aquel que ofrenda con miles de confituras alcanza para sí los frutos deseados. El que lleva a cabo la adoración con leños untados con mantequilla clarificada, ése obtiene todo, ése obtiene todo.

14. Habiendo convocado ocho brahmanes íntegros [para realizar el rito] llega a tener el resplandor del sol. Habiendo hecho la repetición silenciosa o sumergido la imagen [de Gaṇapati] en un gran río durante un eclipse solar, llega a ser alguien cuyos mantras son efectivos. Es librado con vehemencia del gran obstáculo. Es manumitido con ímpetu del gran daño. Es dispensado con ahínco del gran mal. Es salvado con vehemencia del gran vuelco de la vida. Ése se convierte en un conocedor de todo, ése se convierte en un conocedor de todo. Y aquel quien así conoce [logra también este resultado]. Ésta es la upaniṣad.

Bibliografía

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Long, Jeffery D., Historical Dictionary of Hinduism, Lanham, Scarecrow Press, 2011. [ Links ]

Nagesh, D. Sonde, Sri Ganapati Atharva Sheersha: Original in Sanskrit translated in English with commentary , Mumbai, New Age Printing Press, 2004. [ Links ]

Olivelle, Patrick, The Early Upaniṣads: Annotated Text and Translation, Nueva York, Oxford University Press, 1998. [ Links ]

1Denise Cush, Catherine Robinson y Michael York (eds.), Encyclopedia of Hinduism, Nueva York, Routledge, 2008, p. 257.

2Ṛg-Veda 2.23.1: gaṇānāṃ tvā gaṇapatiṃ havāmahe kaviṃ kavīnām upamaśra vastamam. jyeṣṭha rājāṃ brahmaṇāṃ brahmaṇaspata ā naḥ śṛṇvannūtibhissīdasādanam.

3A. Sadashiv Dange, Encyclopedia of Puranic Beliefs and Practices, Nueva Delhi, Navrang, 1987, pp. 574-575.

4Jeffery D. Long, Historical Dictionary of Hinduism, Lanham, Scarecrow Press, 2011, pp. 252-253.

5Idem.

6La popularización de estas festividades no ha estado lejos de los motivos polí-ticos de distintos frentes hindúes que buscaban, entre otras cosas, unificación social y retorno al idílico pasado indio. Por otro lado, la popularización de la adoración a Gaṇapati —tanto como, por ejemplo, la de Rāma, Kṛṣṇa, etcétera— ha servido quizás como una muestra de que, en el plano religioso, al menos, sí ha habido un quiebre de los límites entre lo brahmánico y lo no brahmánico, lo hindú y lo no hindú, etcétera.

7Patrick Olivelle, The Early Upaniṣads: Annotated Text and Translation, Nueva York, Oxford University Press, 1998.

8Gaṇapatyatharvaśīrṣopaniṣat, en Sanskrit.safire.com.

9D. Sonde Nagesh, Sri Ganapati Atharva Sheersha: Original in Sanskrit translated in English with commentary, Mumbai, New Age Printing Press, 2004.

10Ṛg-Veda 1.89.6.

11Ṛg-Veda 3.62.10.

12Bṛhadāraṇyaka upaniṣad II.v.16-19.

13Nagesh, Sri Ganapati Atharva Sheersha, op. cit., p. 42.

14Ṛg-Veda 1.89.8.

15Ibid., 1.89.6.

16Nagesh (Sri Ganapati Atharva Sheersha, op. cit., p. 14) no coordina el pronombre te con gaṇapataye, pues los toma ambos como sustantivos en aposición: “Ofrezco obediencia a Ése (Uno), a Gaṇapati”. El paréntesis en la cita es nuestro.

17Nagesh (ibid., p. 34) apunta lo siguiente respecto al término śakti-traya-ātmakaḥ: “Tú eres el triple centro de energía: bhautika (relativa a los seres producidos), adhibhautika (relativa a lo que está por encima de los seres producidos), yadhyātmika (relativa al sí mismo). La sabiduría y la energía que son obtenidas aquí no son fragmentarias sino omniabarcantes, y acompasan todas las regiones y direcciones”. El triple poder también podría referirse a las “esposas” de los tres dioses principales, simbolizadas a menudo como “sabiduría”, “fuerza” y “belleza”.

18El bīja-mantra como tal es meramente sonoro. Sin embargo, es interesante cómo esta sonoridad se describe gráficamente en el alfabeto devanāgarī como sigue: गं, compuesto de (g) más । (a) más ॱ (); en tanto que su cuarta forma, el “fonema” supremo, correspondería a un punto no representable como tal.

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