Introducción
Las abejas melíferas africanizadas han sido muy exitosas desde el punto de vista biológico, ya que han colonizado con facilidad el continente Americano, reemplazando con gran rapidez a las poblaciones de abejas europeas; debido a que encontraron un ambiente muy propicio para su multiplicación.
Sin embargo, la alta conducta defensiva de estas abejas sigue causando problemas por picaduras a personas y animales; hecho que dificulta el manejo de las mismas y disminuye la productividad de la apicultura mexicana (Guzmán-Novoa, 2004; Guzmán-Novoa et al., 2011). Esta situación ha provocado que varios productores abandonen la actividad y que la sociedad rechace a los apicultores; por lo que es importante realizar acciones que contrarresten los efectos negativos de esta conducta de defensa.
Al ser el comportamiento defensivo una variable altamente heredable (Moritz et al., 1987; Guzmán y Page, 1993); esta característica se convierte en punto de interés en el mejoramiento genético de las abejas, por lo que resulta de gran utilidad para los productores apícolas de Jalisco iniciar con un programa de selección de colonias con baja defensividad para mejorar la conducta de defensa de sus abejas.
En la zona sur y sureste de Jalisco, se localizan más de la mitad de los productores apícolas de la entidad, con un registro aproximado de 23,000 colonias, que producen casi el 50 % de la miel que se obtiene en todo el Estado (Contreras-Escareño et al., 2013).
En estas regiones, la actividad apícola se desarrolla de manera intensiva, producen miel de alta calidad que es muy apreciada en el extranjero, por lo que los resultados de este proceso de selección tendrán un impacto positivo para tener en el futuro colonias con bajo comportamiento de defensa, que faciliten el trabajo de los apicultores.
El objetivo del presente trabajo fue seleccionar las colonias menos defensivas en el sur y sureste de Jalisco, para iniciar con un programa de reproducción de colonias de abejas con bajo comportamiento defensivo, y relacionar la conducta defensiva con los factores geográficos y ambientales de las regiones donde se ubican los apiarios.
Material y Métodos
Participaron ocho municipios de 21 que pertenecen a las zonas sur y sureste de Jalisco, los cuales se dividieron en dos regiones de acuerdo a su clima y que se eligieron por su participación en el programa de asesoría apícola del gobierno estatal: de montaña (Tapalpa, Atoyac) y valle (Ciudad Guzmán, Sayula, Zacoalco de Torres, Cocula, San Martín de Hidalgo y Tamazula). Las regiones se pueden observar en la figura 1.
Se evaluó la defensividad de 283 colonias, que fueron seleccionadas previamente con base en la producción de miel (Tomás Martínez, datos sin publicar). Se utilizó la prueba de conducta defensiva, mediante el uso de la bandera de gamuza negra (Collins y Kubasek, 1982; Guzmán-Novoa et al., 2003).
Dicha prueba se realizó de manera simultánea en las colonias seleccionadas por cada apiario, sin utilizar humo; en un horario de las 12:00 a las 2:00 pm. Se expuso una banderilla de gamuza de color negro de 10 x 10 cm delante de la piquera, y se agitó suavemente con movimientos de forma de péndulo por 60 segundos; con lo cual las abejas salieron a defender la colonia picando y dejando sus aguijones en la banderilla.
Al concluir este tiempo se retiró la banderilla y se depositó en una bolsa de plástico rotulada, con los datos de la colmena seleccionada. Posteriormente se contabilizaron los aguijones y se seleccionaron las colonias que tuvieron menos de la cantidad promedio, que se obtuvo de todas las colonias que participaron en la prueba (menos de 100 aguijones).
Estas pruebas de defensividad se realizaron durante el verano. Al momento de realizar la prueba y en tres ocasiones más por la mañana, y por la tarde se registró en cada apiario la temperatura (°C), la humedad relativa (HR) y la velocidad de viento (Km/h), con un higrotermómetro y anemómetro digital (Digital instruments, LM-8010). De cada apiario que participó en las pruebas, se registró la altitud con un GPS (Sportrack color Magellan).
Para determinar si alguno de estos parámetros pudo influir en la actitud defensiva de las abejas, se procedió a realizar una correlación de Pearson (Zar, 1999); adicionalmente para establecer diferencias entre las dos zonas de estudio; en cuanto al número de aguijones, se realizó una prueba de T de student (Zar, 1999). Para el análisis estadístico se utilizó el software Statgraphics Plus (2002(r)).
Resultados y Discusión
Del total de colonias evaluadas, 72.79% (206 colonias) cumplieron con el parámetro establecido de menos de 100 aguijones. El promedio de aguijones de todas las colmenas seleccionas fue de 21.32 ± 20.19. En la zona de montaña se tuvo un promedio de 15.75 ± 14.15; mientras que en la región valle fue de 23.35 ± 22.19. Por municipios, el que presentó mayor número de aguijones fue Cocula, con promedio de 43.00 ± 28.87; mientras que en Cd. Guzmán fue 13.25 ± 12.56 aguijones. El número total de colmenas que participaron por municipio, el número de colmenas seleccionadas y el número promedio de aguijones, se observan en la figura 2.
Se encontraron diferencias estadísticas significativas entre las dos zonas de estudio en cuanto al número de aguijones (T=-3.12, P<0.05); en la zona Valle, se presentó el mayor número de aguijones. De acuerdo con los resultados obtenidos, se observó que el número de colonias que pasaron la prueba en relación al universo de estudio fue alto (72.79 %).
En otros trabajos realizados en Yucatán y Tabasco (Ramírez, 2004 y Payro et al., 2008), observaron que menos del 50% de las colonias evaluadas presentaron bajo comportamiento defensivo. En este mismo sentido, Mantilla et al. (1997) en Medellín, Colombia y Silva-Contreras et al. (2013) en Güemes, Tamaulipas, obtuvieron resultados similares a los que se reporta en este trabajo.
Estos resultados permiten afirmar que en estas regiones de Jalisco, existe un buen porcentaje de colonias con baja defensividad, para utilizarlas como progenitoras para iniciar un proyecto de reproducción de colonias con baja respuesta defensiva; que puede ser heredada a las siguientes generaciones (Stort, 1975; Guzmán-Novoa y Page, 1994; Guzmán-Novoa et al., 2002; Barrera, 2013).
De manera general, se encontró una baja correlación estadística entre el número de aguijones, los parámetros ambientales y la altitud sobre el nivel del mar, (P >0.05); lo que indica que estos parámetros no tienen mucha influencia en la respuesta defensiva. Estos resultados se contraponen a lo observado por Southwick y Moritz, (1987), quienes mostraron evidencias de que el comportamiento defensivo tiene una significativa intercorrelación entre los diversos factores meteorológicos. Sin embargo, Mantilla et al. (1997) tampoco encontró relación estadística en un trabajo realizado en Colombia; en donde explica que esta situación puede ser como consecuencia de que las bajas en temperaturas predominantes en esa zona, no permiten la presencia de abejas africanizadas; esto permite suponer que las abejas presentes en ese lugar, no reaccionaron de manera defensiva ante los cambios ambientales.
Esto mismo puede suceder en Jalisco, especialmente en las zonas de montaña, donde el clima templado pudiera jugar un papel fundamental para que las abejas africanizadas no proliferen demasiado, y que la conducta defensiva de las colonias no sea tan marcada. Una evidencia indirecta que puede soportar esta afirmación, es que los promedios de números de aguijones en la zona de montaña, fueron menores que en la zona valle; con el antecedente de que en esta zona, las temperaturas son mayores; y que éstas permitirían la incidencia y reproducción de las abejas africanizadas.
Conclusión
De acuerdo con los resultados obtenidos en el presente estudio, se concluye que los factores geográficos y ambientales no influyen sobre el comportamiento defensivo de las colonias, y que las colonias de la región sur y sureste de Jalisco presentan baja defensividad; característica deseable que puede ser heredable a las siguientes generaciones, por lo que se pueden esperar buenos resultados en la continuación de este proyecto de selección, y obtener en el futuro colonias poco defensivas que beneficien a la actividad apícola de la región.