Introducción
Las relaciones románticas adquieren mayor intensidad e intimidad en la adolescencia, extendiendo su importancia hasta la etapa de la adultez emergente; en ese sentido, el noviazgo, definido como “una relación diádica que implica reunirse para la interacción social y actividades conjuntas con una intención explícita o implícita de continuar la relación hasta que una u otra parte termine o hasta que se establezca otra relación más comprometida” (Straus, 2004, p. 792); es esencial en la interacción social en la vida de la mayoría de los jóvenes, contribuyendo al desarrollo de su intimidad, identidad, autoestima y refirmando o cuestionando su posición en el grupo de pares (Papalia, Feldman y Martorell, 2012). Aunado a esto, también se satisfacen distintas necesidades dependiendo del sexo, por ejemplo, las mujeres consideran el compromiso, la intimidad, la atención y al amor, así como la necesidad de cuidar o de amar; mientras que los hombres valoran la atracción interpersonal, la gratificación sexual y la exclusividad (Sedikides, Oliver y Campbell, 1994).
Ahora bien, es necesario mencionar, que en los últimos años las relaciones de noviazgo han desarrollado algunas modificaciones propias de los cambios culturales actuales; por ejemplo, a causa del internet se han revolucionado las interacciones personales, llevándolas de un plano real a uno virtual, generando así, nuevas oportunidades y prácticas de convivencia en los últimos años (Livingstone y Smith, 2014).
En este contexto, durante la contingencia sanitaria por COVID-19, el internet y los medios tecnológicos han otorgado la posibilidad, principalmente a jóvenes y adolescentes, de mantener contacto con familiares, amigos y parejas (Lozano-Díaz, Fernández-Prados, Figueredo y Martínez, 2020). Ante este cambio, resulta importante analizar la manera en cómo los y las jóvenes utilizan las redes sociales y medios tecnológicos, debido a que algunos antecedentes sobre la materia han demostrado que su uso inadecuado puede favorecer la aparición de conductas indeseables en sus relaciones interpersonales como, por ejemplo, la ciber violencia en el noviazgo (CDV; Donoso-Vázquez, Rubio y Vilà, 2017), la cual se entiende como el ejercicio reiterado de conductas abusivas a través de los medios tecnológicos e internet, con la finalidad de aislar, controlar y desvalorizar a la pareja o expareja (Muñiz, Cuesta, Monreal y Povedano, 2015), entre sus principales características se encuentra su facilidad de perpetración, debido a la accesibilidad que actualmente tienen los y las adolescentes a los medios tecnológicos, redes sociales y ciberespacio (Borrajo, Gámez-Guadix y Calvete, 2015a).
Tal vez, por esta misma razón, es que la CDV ha mostrado tener una alta frecuencia y cobrado a su vez relevancia en los últimos años; de tal manera, que algunos estudios han pretendido determinar su prevalencia y sus diversos factores asociados (Donoso, Hurtado y Vilá, 2019).
Es así, como el presente trabajo se encaminó a identificar uno de estos factores: la satisfacción en la relación, que es definida por Rusbult (1983), dentro de su “modelo de inversión”, como una característica de la relación que se compone de los aspectos positivos y el nivel de atracción, en este contexto, los individuos evalúan las recompensas, costos y expectativas de su relación de matrimonio o noviazgo para definir su grado de satisfacción con la misma (Oropeza, Armenta, García, Padilla y Diaz-Loving, 2010). Esta variable y su relación con la violencia en la pareja ha sido documentada, principalmente en mujeres y en relaciones maritales, señalando así que una mayor satisfacción en la relación se correlacionaría con una menor probabilidad de sufrir violencia en la pareja (Aponte et al., 2020; Reyes, 2015); no obstante, son pocas las investigaciones que han estudiado esta variable y su relación con la violencia en el noviazgo en población de jóvenes y adolescentes y más aún, bajo la modalidad de la violencia que se comete y sufre por los medios electrónicos en especial durante el confinamiento por COVID-19.
Desarrollo
Diseño y participantes
La investigación se realizó desde un enfoque cuantitativo, de diseño no experimental, corte transversal y ex post facto, con alcance exploratorio, descriptivo y correlacional.
Se obtuvo acceso vía online, por medio de la técnica bola de nieve, a una muestra de 110 personas (88 mujeres y 22 hombres) de entre 15 y 25 años de edad pertenecientes al estado de Puebla (México), que cumplen con las siguientes condiciones: tener o haber tenido una relación de pareja (novio/a, amigo/a con derechos, quedante, crush, ligue, etc.) con al menos un mes de duración durante el confinamiento causado por la pandemia del COVID-19 y no vivir con su pareja.
Se les informó a los y las participantes el objetivo de la investigación, la voluntariedad, el anonimato y la confidencialidad poniendo a su disposición en formato breve y extenso el consentimiento informado, donde se estableció la posibilidad de participar o de abandonar el estudio en el momento que lo decidieran.
Instrumentos
Datos sociodemográficos y de la relación de pareja. Están conformados por 5 ítems de opción múltiple que recolectaron información sobre la edad, sexo, estado de procedencia y nivel educativo cursado actualmente; en el caso de estar estudiando, se solicitó también el nombre de la institución. Posteriormente se incluyeron 7 ítems respecto a la relación de pareja: si tienen o han tenido una relación de pareja, tipo de relación, duración en meses de la relación, tiempo que pasa con su pareja de manera presencial y virtual durante el confinamiento.
La Escala de Satisfacción (RAS). Elaborada por Hendrick (1988), el RAS es una escala de tipo likert que evalúa la satisfacción de la relación, con 7 reactivos que varían en un rango de 1 al 5, por lo cual la escala presenta un recorrido potencial de 7 a 35 puntos, donde a mayor puntaje mayor satisfacción. Presenta una consistencia interna alta (alfa de Cronbach de .86) y una estructura unifactorial. Cuenta también con dos reactivos que son de escala inversa el número 4) ¿Con qué frecuencia desearías no haber comenzado esta relación? y 7) ¿Cuántos problemas hay en tu relación?
Cyber Dating Abuse Questionnaire (CDAQ; Borrajo, Gámez-Guadix, Pereda y Calvete, 2015). El cuestionario desarrollado consta de 20 ítems que miden la perpetración y victimización (p. ej., “Mi pareja o expareja ha controlado las actualizaciones de estado del muro de mi red social” y “He controlado las actualizaciones de estado del muro de la red social de mi pareja o expareja”), los cuales recopilan información sobre varios aspectos relacionados con abuso, amenazas, robo de identidad, control y humillación. La escala se compone de una escala Likert que va del 1 al 6, donde: 1= Nunca (no ha pasado en nuestra relación), 2= No en el último año, pero sí anteriormente, 3= Rara vez (ha ocurrido en una o dos ocasiones), 4= A veces (ha ocurrido entre tres y diez veces), 5= Con frecuencia (ha ocurrido entre once y veinte ocasiones), 6= Casi siempre (ha ocurrido más de veinte veces). Esta escala multifactorial consta de dos factores: control y agresión directa. El Alfa de Cronbach se encuentra entre .73 y .87.
Procedimiento
Por motivos de la contingencia sanitaria actual el formulario fue enviado a varios participantes quienes a su vez lo distribuyeron a sus grupos inmediatos y al mismo tiempo fue publicado en diversos perfiles de Facebook con el fin de que fuera contestado por las personas interesadas en participar en la presente investigación. La encuesta se contestó vía online en la plataforma de Google Forms, requiriendo un promedio de tiempo de contestación de 10 a 15 minutos.
Aspectos éticos
Previo a responder el cuestionario, se recalcó el anonimato, la confidencialidad de los datos obtenidos y la participación voluntaria, a través de un ítem que otorgaba la opción de seguir con el formulario o de abandonarlo. En la primera parte de la encuesta se presentaron los objetivos y naturaleza de la investigación, así como el consentimiento informado tanto en formato breve como extenso. Finalmente, en el último ítem del formulario se puso a disposición de los participantes ayuda psicológica en caso de que fuera requerida por motivos del estudio. Todo lo anterior se realizó acorde con los lineamientos establecidos por la Asociación Mexicana de Psicología (2009), la declaración de Helsinki (Comisión Nacional de Bioética, 2013) y el Código Ético de la APA (2017).
Análisis estadísticos
En primer lugar, se realizaron los análisis descriptivos en los que se calculó la confiabilidad de los instrumentos por medio del índice de Alfa de Cronbach (α), se llevaron a cabo los análisis de normalidad con el test de Kolmogorov-Smirnov, (K-S) y se obtuvieron las medidas de tendencia central de las escalas y subescalas utilizadas. Por último, para los análisis inferenciales se realizaron análisis de correlaciones, a través del índice de Spearman (rho).
Es importante mencionar, que para obtener los análisis estadísticos correspondientes, se utilizó el programa Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) en su versión 21.
Resultados
En primer lugar, se obtuvo la consistencia interna de cada subescala en la muestra total y segmentada por sexo, así como los análisis de normalidad (ver Tabla 1). De acuerdo con los resultados obtenidos, se observa que en la subescala de la agresión directa cometida en la muestra de mujeres se obtuvo una fiabilidad baja (.556), lo que sugiere cautela al momento de interpretar los resultados. A la par de esto, dentro de la subescala agresión directa sufrida, en la muestra de varones se encontró la fiabilidad más alta (.971). Por otra parte, la distribución de la muestra resultó ser diferente a la normal en las escala de violencia, mientras que la escala de satisfacción mostró una normalidad en la submuestra masculina, no así en la muestra total la cual refleja anormalidad.
α | K-S | ||
Satisfacción en la relación | Total | .888 | .001 |
Mujeres | .900 | .006 | |
Hombres | .770 | .200* | |
Violencia control cometida | Total | .858 | .000 |
Mujeres | .857 | .000 | |
Hombres | .868 | .000 | |
Violencia control sufrida | Total | .930 | .000 |
Mujeres | .924 | .000 | |
Hombres | .961 | .000 | |
Agresión directa cometida | Total | .642 | .000 |
Mujeres | .556 | .000 | |
Hombres | .811 | .000 | |
Agresión directa sufrida | Total | .905 | .000 |
Mujeres | .846 | .000 | |
Hombres | .971 | .000 |
Nota: α=Alfa de Cronbach, K-S=Índice de Kolmogorov Smirnov.
Posteriormente, se obtuvieron las principales medidas de tendencia central (ver Tabla 2), donde se destaca que de manera general se encontraron puntuaciones altas en la satisfacción de la relación, mientras que la frecuencia de la ciber violencia de pareja fue baja.
M | Md | DT | Mín. | Máx. | ||
Satisfacción en la relación | Total | 3.84 | 4.00 | .881 | 2 | 5 |
Mujeres | 3.79 | 4.00 | .927 | 2 | 5 | |
Hombres | 4.03 | 4.07 | .645 | 3 | 5 | |
Violencia control cometida | Total | 1.36 | 1.11 | .580 | 1 | 5 |
Mujeres | 1.37 | 1.11 | .595 | 1 | 5 | |
Hombres | 1.34 | 1.11 | .528 | 1 | 3 | |
Violencia control sufrida | Total | 1.59 | 1.22 | .962 | 1 | 5 |
Mujeres | 1.61 | 1.22 | .982 | 1 | 5 | |
Hombres | 1.51 | 1.17 | .896 | 1 | 5 | |
Agresión directa cometida | Total | 1.08 | 1.00 | .163 | 1 | 2 |
Mujeres | 1.07 | 1.00 | .147 | 1 | 2 | |
Hombres | 1.10 | 1.00 | .219 | 1 | 2 | |
Agresión directa sufrida | Total | 1.19 | 1.00 | .504 | 1 | 5 |
Mujeres | 1.16 | 1.00 | .408 | 1 | 4 | |
Hombres | 1.31 | 1.00 | .780 | 1 | 5 |
Nota: M=Media, Md=Mediana, DT=Desviación Típica, Mín=Mínimo, Máx=Máximo.
Por otra parte, se pretendió identificar la prevalencia de la ciber violencia de pareja, de acuerdo con los resultados obtenidos se encontró que la violencia del control cometido y control sufrido tuvieron mayor prevalencia (ver Tabla 3).
Ausencia | Presencia | ||
n (%) | n (%) | ||
Violencia control cometida | Total | 51 (46.4) | 59 (53.6) |
Mujeres | 41 (46.6) | 47 (53.4.0) | |
Hombres | 10 (45.5) | 12 (54.5) | |
Violencia control sufrida | Total | 42 (38.2) | 68 (61.8) |
Mujeres | 35 (39.8) | 53 (60.2) | |
Hombres | 7 (31.8) | 15 (68.2) | |
Agresión directa cometida | Total | 74 (67.3) | 36 (32.7) |
Mujeres | 59 (67.0) | 29 (33.0) | |
Hombres | 15 (68.2) | 7 (31.8) | |
Agresión directa sufrida | Total | 71 (64.5) | 39 (35.5) |
Mujeres | 57 (64.8) | 31 (35.2) | |
Hombres | 14 (63.3) | 8 (36.4) |
Por último, se realizó la asociación entre variables en la muestra total a través del análisis de rho Spearman (ver Tabla 4), donde se observa que la violencia control cometida se relacionó de manera positiva con violencia control sufrida (rho=.702**, p=.01), con agresión directa cometida (rho=.221*, p=.05) y con agresión directa sufrida (rho=.283**, p=.01); de igual manera violencia control sufrido se asoció con agresión directa sufrida (rho=.424**, p=.01); esta última subescala se correlacionó con agresión directa cometida (rho=.536**, p=.01). Por otra parte, satisfacción con la relación se correlacionó negativamente con agresión directa sufrida (rho=-.307**, p=.01).
Discusión
El objetivo del presente estudio fue evaluar la prevalencia de la ciber violencia de pareja y su posible relación con la satisfacción en la relación; y bien, a la luz de los resultados obtenidos se encontró que de manera general la violencia del control mostró mayor prevalencia, aunque las cifras fueron menores a las obtenidas en otros estudios internacionales (Borrajo et al., 2015); así mismo, se encontró una posible bidireccionalidad de la ciber violencia de pareja, congruente con lo encontrado por Benavides-Delgado (2015); por ello, la presencia de estos resultados podría indicar que nuevas formas de violencia en el noviazgo han eclosionado a la par del incremento de la importancia y frecuencia de uso de los medios tecnológicos y redes sociales (Zweig, Lachman, Yahner y Dank, 2014), aspecto que debe ser considerado especialmente durante esta época de confinamiento.
Para el caso de la satisfacción de la relación, los y las jóvenes mostraron puntuaciones altas, resultados en la línea de lo hallado por Sánchez, Ortega, Ortega y Viejo (2008), lo que podría deberse a una adecuada cercanía emocional y buena capacidad de resolución de conflictos en sus relaciones de noviazgo (García, Fuentes y Sánchez, 2016).
De acuerdo con los resultados, se encontró una relación entre el control y la agresión en ambas modalidades, sufrido y cometido, datos que concuerdan con lo hallado por Javier-Juárez, Hidalgo-Rasmussen, Díaz-Reséndiz y Vizcarra-Larrañaga (2021); al respecto Borrajo, Gámez-Guadix y Calvete (2015b) sugieren que esta perpetración y recepción del control se debe en su mayoría a la influencia de diversos mitos sobre el amor ya que estas conductas están ampliamente normalizadas en la juventud, lo cual las haría especialmente peligrosas.
Entre otros resultados, se identificó una relación negativa entre la satisfacción de la relación y la ciber violencia sufrida en su modalidad de agresión directa; esto concuerda con lo encontrado en algunas revisiones sistemáticas (Rubio-Garay, Carrasco, Amor y López-González, 2015) y meta analíticas (Puente-Martínez, Ubillos-Landa, Echeburúa y Páez-Rovira, 2016), lo anterior podría explicarse a partir de la idea de que las parejas que viven con violencia valoran su relación como insatisfactoria (Díaz, Estévez, Momeñe y Linares, 2018).
Conclusiones
En conclusión, esta investigación se encaminó a explorar la relación entre la satisfacción con la pareja y la ciber violencia en el noviazgo en la población de jóvenes y adolescentes, que a pesar de ser un fenómeno emergente ya tiene un reconocimiento como problema social y de salud pública (Jaen-Cortés, Rivera-Aragón, Reidl-Martínez y García-Méndez, 2017).
Al respecto, se evidenció una bidireccionalidad de la ciber violencia, así como una prevalencia del control sufrido y cometido y una asociación negativa entre la satisfacción de la relación y la agresión directa, en ese sentido se resalta la necesidad de desarrollar estudios que permitan profundizar en las características y factores de este fenómeno en el contexto mexicano con el objetivo de adquirir un mayor conocimiento sobre el mismo y poder diseñar estrategias de prevención adecuadas.
Limitaciones y futuras líneas de investigación
Por último, es preciso señalar algunas limitaciones del estudio entre las cuales se destaca la selección de la muestra, la cual fue no representativa y no probabilística, por lo que estos resultados no pueden ser generalizables, además de que la muestra se conformó únicamente de adolescentes heterosexuales y la franja etaria que se utilizó fue amplia, esto último sugiere cautela para la interpretación de los resultados, debido algunos aspectos del desarrollo que pueden ser diferentes entre un adolescente de 15 y un joven de 25. Esta misma precaución se sugiere para la interpretación de los resultados correspondiente a la subescala de agresión directa cometida por mujeres, debido a que se identificó un índice de confiabilidad bajo.
Ahora bien, en futuros estudios resultaría pertinente la utilización de una muestra representativa y probabilística, así como la inclusión de adolescentes homosexuales, todo lo anterior sin olvidar la necesidad de realizar estudios diádicos donde se recabe información a través de ambos miembros de la pareja.