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Intersticios sociales

On-line version ISSN 2007-4964

Intersticios sociales  n.17 Zapopan Mar. 2019

 

Sección general

Nodos, actores y discursos en la generación de alternativas alimentarias locales en Quintana Roo y Yucatán, México, 2000-2016

Nodes, actors and discourses in the generation of local alimentary alternatives in Quintana Roo and Yucatán, Mexico, 2000-2016

Rocío García Bustamante1 
http://orcid.org/0000-0001-7117-0582

María Amalia Gracia2 
http://orcid.org/0000-0002-1920-5618

1 El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal, México. rogarbus@gmail.com

2 El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal, SNI II, México. magracia@ecosur.edu.mx


Resumen

Ante la vulnerabilidad alimentaria y el avance del capital privado en el sector agroalimentario distintos actores de la sociedad civil mexicana han venido construyendo iniciativas de producción, distribución y consumo local de alimentos en espacios urbanos y rurales. Mediante una metodología cualitativa este artículo identifica y caracteriza estas iniciativas en los estados de Quintana Roo y Yucatán, reconociendo sus actores, discursos y procesos de vinculación, resaltando la importancia de los intercambios materiales (alimentos y semillas) y simbólicos (discursos y conocimientos). El análisis de los resultados destaca la conformación de nodos alimentarios cuya pertinencia como experiencias sociales, habilita la conformación de alternativas alimentarias, económicas, ambientales, sociales y políticas a nivel local.

Palabras clave: actores; nodos; discursos; alternativas alimentarias; mercados; semillas

Abstract

In the face of food vulnerability and the advance of private capital in the agro-alimentary sector, several actors in Mexican civil society have been building initiatives for the production, distribution and local consumption of food in areas both urban and rural. By adopting a qualitative methodology, we were able to identify and characterize projects of this kind in the states of Quintana Roo and Yucatan, and to recognize the social actors, discourses and linking processes involved. The study underscores the importance of both material (food, seeds) and symbolic exchanges (discourses, knowledge). The analysis of results reveals the construction of food nodes whose importance as social experiences enables the conformation of alimentary, economic, environmental, social and political alternatives at the local level.

Keywords: social actors; nodes; discourses; food alternatives; local markets; seeds

Introducción

Desde el año 2000 se han ido gestando desde la sociedad civil mexicana diversas iniciativas alimentarias locales que promueven procesos de producción, distribución y/o intercambio de alimentos y semillas frente al avance de la agroindustria alimentaria. Actualmente, en México esta agroindustria acapara el 50 % de la venta de alimentos -mientras que en los años ochenta, dicho porcentaje era sólo del 20 %-,1 lo cual desdibuja a campesinos, pequeños productores familiares, comercializadores y distribuidores a pequeña escala, entre otros sujetos y actores sociales que históricamente tuvieron una importante participación en las economías locales.

Estas iniciativas surgen en un contexto de gran vulnerabilidad y dependencia alimentaria pues el país importa el 30 % del maíz, el 57 % del trigo y el 82 % del arroz.2 Asimismo, los datos indican que el 28.2 % de los hogares mexicanos siguen en un estado de inseguridad alimentaria moderada y severa3 es decir, tienen un acceso limitado a alimentos para satisfacer sus necesidades alimentarias diarias. En los estados de Yucatán y Quintana Roo, la población que no puede acceder a la alimentación alcanza el 16.9 % y 22.2 % de la población respectivamente.4

La vulnerabilidad, dependencia y acaparamiento alimentario se vinculan con la proliferación de sistemas de producción agrícola llamados convencionales caracterizados por el uso excesivo de energías fósiles e insumos de síntesis química, así como por la proliferación de monocultivos y el cambio en el uso de suelo, entre otros aspectos, todo lo cual tiene un importante impacto ecológico. De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura,5 este tipo de agricultura es responsable de alrededor del 20 % de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, y en México del 12 %.6 Asimismo, los sistemas de agricultura convencional van en detrimento de la diversidad cultural y biológica; se calcula que en el siglo veinte se perdió el 75 % de la diversidad agrícola7 y en la zona de estudio el porcentaje actual de producción ecológica y/o tradicional representa menos del 0.1 %, comparada con la convencional.8

Atendiendo este contexto, el artículo busca identificar iniciativas de producción e intercambio local de alimentos en ámbitos urbanos y rurales de los estados de Yucatán y Quintana Roo, al sureste del país, territorios amenazados por el crecimiento exponencial de áreas urbanas y turísticas que han ido ocupando cada vez más espacio y atrayendo mano de obra generalmente joven proveniente de las áreas rurales. Basado en una investigación posdoctoral realizada durante 2016 en el Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal que contó con el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT), el estudio se interroga sobre los actores que participan de las mencionadas iniciativas, por sus motivaciones y preocupaciones, formas de vinculación y pertinencia social económica, ambiental y política.

En el estado de Yucatán viven 2 097 174 personas, de las cuales el 30 % habla alguna lengua indígena (maya, chol, tzeltal y mixe); el 16 % de la población es rural, su principal actividad económica es el comercio y su producción primaria representa el 4 %.9 Este estado aporta el 1.5 % al PIB (Producto Interno Bruto Nacional) y muestra cifras importantes de pobreza pues, de acuerdo a datos del CONEVAL,10 ésta alcanza al 41.9 % de la población (siendo el promedio nacional de 43.6 %). Por su parte en el estado de Quintana Roo viven 1 501 562 de personas de las cuales el 88 % habitan en espacios urbanos y el 12 % rurales; del total de la población y el 17 % habla alguna lengua indígena (maya, tzotzil, chol, kanjobal); el turismo es el sector predominante y aporta el 1.6 % al PIB nacional; su contribución a actividades primarias es muy bajo con tan sólo el 0.8 % del PIB estatal.11 En este estado el porcentaje de pobreza es del 28.8 %.12

Ambos estados tienen una baja producción alimentaria y, en consecuencia, una alta dependencia de alimentos del exterior situación que, aunada a los porcentajes de pobreza, ocasiona que las poblaciones destinen en promedio el 60 % de su ingreso a la compra de alimentos.13 De lo anterior se advierte que la identificación de las iniciativas alimentarias contribuye a la construcción de alternativas desde el enfoque de soberanía alimentaria entendida como “el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo”,14 así como a la construcción de lugares y formas de intercambio en las que coinciden y se vinculan distintos actores sociales locales.

Metodología

La metodología exploratoria y cualitativa que orientó la investigación nos llevó a redefinir la unidad de análisis inicial y ampliar sus alcances luego de la primera incursión en campo. Iniciamos en febrero de 2016 con la meta de relevar las experiencias de intercambio de alimentos que tuvieran importancia local y ecológica y se hubieran originado entre el 2000 y 2016, periodo en que se potencializó el surgimiento de este tipo de iniciativas en México como respuesta a un crecimiento de la demanda mundial de productos ecológicos.15 Para ello se seleccionaron lugares de intercambio de alimentos en la zona de estudio que trabajaran con producción local mediante valores ecológicos y sociales en áreas rurales y/o urbanas. Así, efectuamos un listado de los mercados locales a partir de fuentes secundarias y de información proporcionada por informantes claves. En primer lugar, se hizo un acercamiento a los mercados y, posteriormente a otras iniciativas de producción e intercambio como las canastas, las ventas directas, entre otras. En el estado de Quintana Roo se visitó el “Tianguis Orgánico el Mayab” situado en la ciudad de Cancún, el “Tianguis Agroecológico y Cultural” ubicado en el municipio de José María Morelos, el “K’iiwik Ecológico Cultural” de la ciudad de Carrillo Puerto; y en el estado de Yucatán el “Tianguis Alternativo de Valladolid”. Este acercamiento incluyó observación participante y entrevistas semiestructuradas a diferentes actores.

El análisis de la información generada en este primer momento, nos permitió reconocer que las unidades de observación no sólo operaban como lugares de intercambio de alimentos como habíamos previsto inicialmente, sino que constituían estrategias más complejas pues desarrollaban formas organizativas y procesos de vinculación con otros actores (ya sea consumidores, comercializadores, promotores, etcétera). De esta manera, redefinimos nuestra unidad de análisis y propusimos la categoría de nodos alimentarios, entendiendo por tales los puntos en donde confluyen y se encuentran distintos actores sociales para compartir, construir y ensayar colectivamente (aunque no siempre de manera coordinada ni continua) diversas formas de trabajo, producción, intercambio y organización articuladas en torno a lo alimentario. Esta categoría nodo nos permitiría explicar las iniciativas alimentarias de producción, intercambio y comercialización considerando elementos adicionales sin perder de vista el foco de acción en cada una de ellas. Por ejemplo, el foco de acción de los tianguis y mercados está en el intercambio y la comercialización directa, mientras que las iniciativas de producción enfatizan las prácticas productivas, de capacitación y cuidado de las semillas nativas y criollas. Así, el nodo como unidad analítica, tiene en cuenta las especificidades pero busca captar otras relaciones que se establecen entre las iniciativas por considerar que ellas constituyen procesos de experimentación social16 en los que se ensayan alternativas de alimentación a nivel local.

Esta redefinición metodológica nos llevó a considerar las estrategias que distintos actores generan a partir de los nodos alimentarios en los que no solamente coinciden proyectos de producción de alimentos en distintos contextos (rural y urbano), sino también se establecen relaciones, se socializa y se comparten motivaciones, preocupaciones, conocimientos y saberes de distinto tipo. Con este ajuste, y una vez identificados los espacios concretos que operaban como nodos en sus distintas manifestaciones, se realizaron 25 entrevistas semiestructuradas a actores clave, un grupo focal con productores y observación participante entre febrero y septiembre de 2016. Posteriormente esta información se complementó con investigación documental y hemerográfica. Luego de generar y sistematizar la información, se identificaron, caracterizaron y ubicaron geográficamente los nodos, los proyectos, los actores y se reconocieron sus temáticas, así como sus procesos de vinculación. El análisis se complementó a partir del “acercamiento y diálogo con aportaciones teóricas”,17 entre las que se incluyen categorías como rizomas,18 memoria y micropolítica doméstica,19 así como la discusión sobre generación de alternativas.20

Resultados de investigación

Los resultados de investigación se dividen en cuatro partes: la primera presenta la caracterización y tipos de nodos alimentarios encontrados, la lista de los mismos, así como su ubicación. La segunda parte, presenta los sujetos y actores sociales identificados, mencionando sus motivaciones y posturas particulares; por último, se presentan los procesos de vinculación de los nodos y un análisis sobre el devenir de los mismos.

Características, apuestas y espacios de funcionamiento de los nodos alimentarios

Los nodos alimentarios son interrelaciones de actores sociales que construyen, socializan y difunden discursos y prácticas encaminadas a la alimentación; dichas prácticas convergen en estrategias de producción, intercambio y comercialización que tienen lugar en espacios físicos determinados. En los nodos coinciden prácticas cotidianas que involucran recursos materiales, sociales, simbólicos, económicos y políticos, los cuales son gestados desde la sociedad civil, generalmente a partir de proyectos de carácter familiar, entendiendo proyectos como las actividades conscientes cuyo propósito es construir futuro21 que tienen distintas “capacidades de procesar la experiencia social y diseñar maneras de lidiar con la vida”.22 Estos espacios son heterogéneos y pueden desplegarse en contextos diversos, tanto urbanos como rurales pues se adaptan a distintas situaciones y territorios. Los nodos destacan por su sentido político. En ellos se pueden observar formas diversas de gestionar lo común y lo colectivo desde lo cotidiano que se acercan a la noción de política de la vida cotidiana que describe Gorz23 o a lo que Toledo llama micropolítica doméstica, entendida como las acciones respecto a la alimentación, salud, vivienda, agua, energía y ahorro y crédito que resultan de la toma de conciencia ecológica y social de los miembros de la familia que muestran un cambio de actitudes y la adopción de una nueva filosofía para y por la vida.24 Dentro de los nodos encontramos proyectos diversos de captación de agua, bancos de semillas, alimentación consciente, preparación de alimentos locales, rescate de especies, distintas formas de medicina tradicional, fabricación de productos artesanales, entre otros, que constituyen pequeñas alternativas de alimentación y trabajo; estas alternativas estimulan la constitución de procesos de soberanía alimentaria desde lo local al ampliar la oferta de alimentos e incidir en las decisiones sobre lo que se quiere producir y consumir con base a los distintos contextos culturales, histórico identitarios, ambientales y económicos de las zonas en las que se despliegan. Así, los nodos son espacios de resistencia -expresada en diferentes grados y formas- pues en ellos se observan disputas por las maneras de alimentarse, trabajar, producir, intercambiar, relacionarse con otros de vivir. A continuación, se presentan los nodos identificados en la zona de estudio:

Tabla 1 Nodos Alimentarios en Quintana Roo y Yucatán, 201625,26  

Mercados-Tianguis Ferias de Semillas Otras cadenas cortas
Estado Municipio Nombre y ubicación Ubicación Nombre y ubicación
Quintana
Roo
Benito Juárez Eco-tianguis solidario
y del trueque
Tianguis Orgánico Mayab
Solidaridad La Ceiba "Ecomarket" El jardín de todas
El Caracol Marino
Tulum Tianguis Orgánico y Natural
de Tulum
Expo Tulum consciente
Sahcab Mucuy Restaurante miembro
de Slow Food
Cozumel Tianguis Orgánico la Perlita
Puerto
Morelos
Puerto Morelos Market
Eco feria Kermesse del trueque
Carrillo
Puerto
K'íiwik ecológico-cultural Betania
Bacalar K'íiwik ecológico Blanca Flor, Nuevo
Jerusalén,
Guadalupe
Victoria, Buena Fe,
Buena Esperanza,
Paraíso
José María
Morelos
Tianguis Agroecológico
Cultural José María Morelos
Yucatán Valladolid Tianguis Alternativo
Valladolid
Mérida Slow Food Market Mérida Organik
Comerciando
como hermanos
Maní
Tekom
Temozón
Tixméhuac
Chankom
Peto
Cholul
(Dzutho)
(Xcopteil
(Yaxcopil))
Colectivo Milpa /
huerto

Fuente: Elaboración propia con base en trabajo de campo.27

Detectamos tres tipos de nodos ubicados en diversos lugares de Quintana Roo y Yucatán: los nodos de intercambio de alimentos y los de circuitos cortos, que tienen más presencia en el ámbito urbano y los de producción e intercambio de semillas, con predominancia en el ámbito rural. A continuación, se presenta una caracterización de los nodos según esta tipología.

  • a)Nodos de intercambio de alimentos: mercados alternativos locales. Estos nodos focalizan su acción en la comercialización e intercambio directo de alimentos, es decir de productor a consumidor. En ellos se despliegan y se ensayan formas variadas de intercambio dependiendo de los recursos materiales, subjetivos y organizativos de los actores que ahí coinciden. Por ejemplo, podemos mencionar el uso de monedas alternativas, como en el caso del Ecotianguis del trueque en la ciudad de Cancún que utiliza lo que denomina un facilitador para realizar sus intercambios; la moneda alternativa Xca28 permite a productores y consumidores cambiar el dinero convencional por Xcanes para realizar intercambios o bien facilitar el trueque que también se realiza en el mercado.

  • En estos nodos se resalta el valor de uso de los alimentos al, destacar su aporte nutritivo, saludable, local, ecológico, pero también su significado cultural, identitario e histórico; como lo afirman Trèmoliéres, Serville y Jacquot,29 “antes que nada comemos símbolos”. Asimismo, estos espacios promueven intercambios equitativos en los que discursivamente destacan la cooperación, solidaridad e incluso reciprocidad, entendida como el “intercambio de fuerza de trabajo (productos, tangibles e intangibles) sin la intermediación del mercado”.30 Este tipo de nodos se ubican principalmente en las ciudades medianas a grandes y en sus discursos refieren a una búsqueda de articulación entre campo-ciudad y producción-consumo (Mapa 1), aunque se observó que la participación de campesinos en estos mercados es baja, generalmente menor al 10 %, con excepción del caso de los tianguis agroecológicos de Cancún y José María Morelos en donde la participación campesina es de hasta el 30 %.

Fuente: Elaboración propia a partir de trabajo de campo, 2016.

Mapa 1 Ubicación de los nodos alimentarios en Quintana Roo y Yucatán, 2016 

  • Los nodos mercados alimentarios locales que se ubican en la zona costera convocan a residentes de los sectores urbanos, incluso turísticos; ofertan principalmente productos artesanales y representan una opción importante de trabajo para sus participantes. Específicamente, el tianguis Mayab de Cancún, además de enfocarse al sector urbano, hace énfasis en la comunidad universitaria de la Universidad del Caribe que lo gestó en vinculación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). En dicho mercado participan productores campesinos que provienen de las comunidades aledañas de Nuevo Durango y Leona Vicario, productores urbanos y agricultoras y agricultores nucleados en la red de ecohuertos de la ciudad.

  • Como ya se mencionó, los nodos pueden representar un acceso importante al mercado al permitir generar ingresos para los actores. Sin embargo, se pudo observar que los nodos que están más alejados de las ciudades turísticas no generan recursos monetarios de manera sostenida pues sólo se llevan a cabo una vez al mes o mes y medio y centran su papel en la difusión de la agroecología y la cultura rural campesina.

  • También se observó que los tianguis que están más cerca del estado de Yucatán y al sur del estado de Quintana Roo -destacan los municipios de Valladolid, Mérida y José María Morelos- tienen mayor presencia de consumidores locales y mantienen una relación estrecha con organizaciones sociales.

  • b)Nodos de producción e intercambio de semillas. Son puntos en donde confluyen actores sociales relacionados con la vida campesina y la producción local, en donde se intercambian y visibilizan semillas, plantas, platillos e incluso animales de traspatio; su interés principal es la producción para el autoconsumo y el intercambio y venta de excedentes, así como la defensa del patrimonio biocultural. Una de sus principales características es el intercambio de saberes en los que cada semilla representa historia, continuidad y futuro; los saberes se transmiten e intercambian para persistir en la vida campesina, reconociendo la lengua, la diversidad natural, la memoria, la identidad, las creencias espirituales, la cultura y la alimentación. Estos nodos tienen sus antecedentes en las ferias de semillas realizadas después del huracán Isidoro en el año 2002, las cuales se llevan a cabo cada año en los meses de abril y mayo, antes de la temporada de lluvias, promovidas principalmente por organizaciones sociales y universidades.

  • Las ferias tienen un carácter festivo, incluso en ocasiones son llamadas “fiestas de semillas”; en ellas se celebra la vida campesina, la biodiversidad, la alimentación y los saberes, pues se resalta el valor simbólico y la identidad cultural. En algunas de ellas, por ejemplo, en la fiesta que se desarrolla en Maní, se observa incluso una desmercantilización de los intercambios pues éstos no son mediados por dinero ya que la intención es resaltar el valor histórico, identitario, cultural, local, natural, incluso limitando los intercambio únicamente para la gente de la zona. La importancia de las semillas recae en su valor biológico, cultural, territorial, histórico y alimentario. En ellas hay expresiones culturales importantes incluso asociadas a cuestiones espirituales, pues se han observado rituales y ceremonias realizadas por sacerdotes (men) mayas. Asimismo, en las fiestas se distingue la relación semillas-comida, pues su intercambio muchas veces es acompañado por platillos de la región cocinados por mujeres, siendo ellas quienes seleccionan y guardan las semillas de mayor calidad para preparar los alimentos. “Las mujeres son guardianas de semillas, ellas las cuidan, seleccionan las semillas para la cocina, incluso se ha encontrado que son ellas quienes han preservado algunas de las especies”.31

  • Estos nodos intentan rescatar la memoria biocultural, la cual, de acuerdo a Toledo se refleja en la consciencia genética (de especie -s-), lingüística (lenguas) y cognitiva (sabidurías), aspectos fundamentales que permiten al ser humano “adquirir una perspectiva histórica de largo trazo, de velar los límites y sesgos epistemológicos, técnicos y económicos de la modernidad, y visualizar soluciones de escala civilizatoria a los problemas actuales”.32 En estas ferias se compaginan y encuentran especies biológicas, cultura maya, lengua, cosmovisiones; en esta conjunción entre espíritu, vida, tierra, los alimentos cobran un sentido profundo “hay una integralidad, no es solamente la semilla, sino es la sabiduría que la gente tiene”.33

  • Como se puede observar en el Mapa 1, las ferias de intercambios de semillas se realizan principalmente en la zona del centro sur de la península de Yucatán donde existen comunidades campesinas mayas peninsulares que han preservado distintos rasgos propios de esa cultura.

  • c)Nodos de otras cadenas cortas. Son aquellos nodos que promueven formas de comercialización sin utilizar el mercado como lugar físico de venta y que conservan las relaciones de proximidad entre productor y consumidor a partir de la distancia del intercambio. Estas acercan a productores y consumidores pues el número de intermediarios va de cero a uno; asimismo, estas formas de comercialización favorecen la participación de actores locales relacionados con la distribución de alimentos a nivel territorial.34 En la zona de estudio logramos identificar las siguientes:

Fuente: Elaboración propia a partir de trabajo de campo, 2016.

Figura 1 Circuitos cortos identificados en Quintana Roo y Yucatán, 2016 

  1. Sistemas de acopio para venta directa: aglutinan diversos productores de alimentos que reúnen su producción en un lugar predeterminado para luego venderla colectivamente en contenedores varios (canastas, bolsas, cajas, etc.) que se entregan en un punto fijo o domiciliariamente. En estos sistemas destacó la escuela agroecológica U Yits ka’an en Maní Yucatán, llamada “comerciando como hermanos” que acopia y/o recibe la producción de los campesinos previamente capacitados en materia de técnicas agroecológicas. Con los productos así acopiados se llenan sabucanes (canastas) que se llevan cada quince días a la ciudad de Mérida para su venta, aunque en ocasiones los consumidores apartan sus canastas y las recogen en algún punto previamente convenido.

  2. Venta en punto de producción: circuitos más directo que facilitan la venta o intercambio inmediato desde la unidad de producción, generalmente de carácter familiar. El acercamiento entre productores y consumidores permite crear un proceso de sensibilización y socialización de las formas productivas hacia los consumidores. Ejemplos de esta forma de cadena corta son los proyectos de Colectivo Milpa en Mérida y Ecohuertos en Cancún que venden en sus propios lugares de producción distintos productos, plantas y semillas acompañados de información sobre formas de producción, siembra, cuidado y manejo de plagas, entre otros aspectos.

  3. Puntos de venta: en los que un intermediario acopia los productos de varios productores para venderlos. A pesar de que la relación no es directa, estos espacios mantienen la información entre productores y consumidores. Ejemplos de este tipo de cadena corta son las tiendas y restaurantes de venta de las ciudades más grandes como Cancún y Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo, así como Mérida, estado de Yucatán cuya importancia radica en la posibilidad de diversificar ventas.

Sujetos y actores involucrados

En los nodos alimentarios participan y convergen sujetos y actores institucionales, de la sociedad civil local y regional de diverso tipo (Figura 2) con distintas motivaciones, características sociodemográficas y culturales. Asimismo, dentro de esta diversidad encontramos temáticas y discursos comunes que son dinámicos y se generan en diálogo con los diferentes contextos. En primer lugar, haremos una presentación de cada sujeto/actor social enfatizando su perfil y posteriormente analizaremos algunas coincidencias discursivas y temáticas.

Fuente: Elaboración propia a partir de trabajo de campo, 2016.

Figura 2 Sujetos y actores sociales que participan de los nodos alimentarios 

  • a)Campesinos y campesinas de origen étnico maya provenientes de comunidades cercanas que están presentes, sobretodo, en los nodos de intercambio de semillas; en los otros nodos su participación aún es baja, ya que va del 10 al 30 % del total de productores. Se encuentran principalmente en los tianguis de las ciudades de Cancún, Puerto Morelos, José María Morelos, Valladolid y Carrillo Puerto. Sus discursos giran en torno a la defensa del patrimonio biocultural, el rescate de su identidad cultural, la espiritualidad, agroecología, autoconsumo y creación de ingresos económicos (ver figura 3). Sus problemáticas son la producción, disminución de variedades de las semillas, cambios en el patrón de lluvias, aumento de temperaturas, adaptación a las temporadas y al mercado, así como emigración de los jóvenes hacia centros turísticos y ciudades (ver figura 4) Su participación obedece a dinámicas familiares de división del trabajo donde los varones se enfocan al área productiva que requiere más fuerza y las mujeres a la producción en el solar (huerto doméstico), al cuidado, a la selección de semillas, la preparación de alimentos y la comercialización. Por su parte las campesinas se refieren en sus discursos a la agricultura, a la alimentación familiar (la propia y la de otros), el cuidado de la diversidad, la generación de ingresos para la familia, salud, medicina tradicional, saberes ancestrales de herencia familiar, alimentos preparados como expresión y memoria biocultural. En cuanto a las problemáticas, ellas hablan de los transgénicos como peligrosos, cambio en el clima, discontinuidad en las ventas y falta de tiempo para atender procesos organizativos (ver Figura 3).

Fuente: Elaboración propia.

Figura 3 Discursos identificados en los nodos alimentarios 

Fuente: Elaboración propia.

Figura 4 Problemáticas compartidas identificadas en los nodos alimentarios 

  • b)Mujeres urbanas de entre 25 a 60 años que buscan generar alimentos e ingresos para sus familias. Algunas realizan actividades de agricultura urbana, reproducen plantas en viveros domésticos y muchas otras preparan alimentos de manera artesanal para la venta. La mayoría proviene de estados del centro y sur del país. Su participación se da, sobretodo, en los nodos de intercambio de productos. Sus discursos giran en torno a la agricultura urbana, la alimentación sana para la familia, temas de salud, generación de ingresos, creación de trabajo autogestionado ante la precarización de sueldos, promoción del consumo local, oportunidad para el establecimiento de vínculos y relaciones con otros.

  • c)Jubilados profesionistas que terminaron su vida laboral y encuentran en la agricultura una ocupación. Muchas veces estas formas de vida tienen sus raíces en la herencia familiar, o bien, son creadas a partir del interés por la naturaleza; participan, sobre todo, en los nodos de intercambio de alimentos y comercialización y en sus discursos asocian la agricultura a terapia, ocupacional, generación de ingresos, vinculación con la naturaleza y forma de vida. Entre sus principales problemas, estos sujetos refieren la falta de apoyos institucionales para la producción orgánica local y a pequeña escala, así como acceso a inversión.

  • d)Productores no campesinos, en donde sobresale la participación de hombres de entre 25 y 55 años de edad con antecedentes urbanos (antes vivían en zonas urbanas y ahora viven en zonas rurales) que promueven la agricultura bajo distintos figura y discursos como: producción orgánica, agroecológica, permacultura, biointensiva, etc. Estos producen en pequeñas cantidades y generalmente complementan sus ingresos con otras actividades productivas, en sus discursos destacan la agricultura como forma de vida y la alimentación como una manera de mejorarla, el trabajo autogestionado para la generación de ingresos, la recuperación y diálogo entre producción tradicional y tendencias como la agroecología y la permacultura. Ellos hablan sobre la importancia de la capacitación y formación, el rescate de las semillas criollas locales y especies tradicionales, así como de promover una alimentación consciente.

  • e)Jóvenes profesionistas, hombres y mujeres originarios de la región de carreras relacionadas con la biología, la agronomía o el trabajo comunitario, buscan crear proyectos productivos en agricultura y/o procesamiento de alimentos, ya sea propios o en conjunto con las comunidades. Se trata de jóvenes de entre 23 y 30 años que en su mayoría no tienen origen indígena y participan sobre todo en los nodos de intercambio de alimentos de las ciudades de Carrillo Puerto, Valladolid y José María Morelos. Entre las motivaciones de estos jóvenes destacan la creación de proyectos productivos para la generación de ingresos, la necesidad de generar fuentes de trabajo para ellos y para otros, la organización y capacitación comunitaria, la revaloración de la vida comunitaria, el rescate de semillas y de procesos productivos tradicionales, el autoconsumo y soberanía alimentaria, cuidado y conservación de la naturaleza, conocimiento ancestral, importancia de la cultura local y tradicional. Como amenazas para la consolidación de sus experiencias, estos sujetos refieren la emigración de jóvenes hacia zonas turísticas, el cambio de hábitos alimenticios en las comunidades, políticas públicas encaminadas a la distribución de semillas tratadas, híbridas y no criollas, el avance del sector privado en la distribución de alimentos; también enfatizan como problemas la dificultad de vinculación entre producción y mercado, el transporte y distribución de los productos, el desfase entre oferta y demanda, el sentido paternalista en las comunidades y los recursos limitados de los que disponen.

  • f)Jóvenes urbanos con proyectos productivos (producción, distribución y venta de alimentos). Son jóvenes entre 20 y 40 años con proyectos, de producción, compra, acopio y/o distribución de alimentos. Tienen orígenes urbanos y en ellos destaca su interés por la alimentación que llaman sana. En sus discursos resaltan la importancia de la alimentación consciente, la autogeneración de trabajo con sentido de vida, importancia de vincularse con otros para formar alianzas y redes. En cuanto a los problemas que enfrentan hablan de la falta de interés del consumidor local, temperaturas muy altas.

  • g)Instituciones universitarias que tienen un papel importante en los nodos alimentarios pues muchas veces son las gestoras de los proyectos; su importancia radica en la disposición de recursos académicos como el conocimiento sobre temas vinculados a la producción, gestión y comercialización que aportan profesores, investigadores y estudiantes, quienes a su vez se enriquecen con los conocimientos que se generan en los nodos; se ha encontrado que la participación de las universidades puede provenir del extranjero (un ejemplo de esto es la Universidad de Kyoto y su vinculación con la escuela agroecológica de Maní). Los discursos de estas instituciones van desde el trabajo comunitario, el desarrollo local, la recuperación y revaloración de las semillas y de la vida comunitaria, los conocimientos ancestrales y la soberanía alimentaria. Dentro de las instituciones académicas podemos resaltar la participación de profesores que colaboran en los nodos a título personal o bien como parte de las actividades propias de las instituciones. Estos académicos tienen un papel importante en la vinculación de distintos actores y la gestión de recursos, además de que fungen como facilitadores en los procesos organizativos. Éstos están presentes principalmente en los mercados de Cancún (Universidad del Caribe), José María Morelos (Universidad Intercultural Maya), Felipe Carrillo Puerto (Tecnológico). Sus discursos señalan a los nodos como lugares para generar y diversificar ingresos, visibilizar a distintos actores sociales, poner sobre la mesa la importancia de la agricultura, lo local y la vida comunitaria, así como promover la alimentación consciente y crear espacios de socialización y concientización a nivel local.

  • h)Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) que participan enfatizan temas como el trabajo comunitario, la alimentación orgánica y local, la venta directa, promoción y difusión de temas ambientales. Los recursos financieros de estas OSC provienen de fundaciones como la Kellogg's o Heifer, de instancias gubernamentales vinculadas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), a la Secretaría de Cultura, como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) o a la Secretaría de Desarrollo Social, como el Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL). Sus discursos, aunque variados, coinciden en la promoción del trabajo colectivo y comunitario, la soberanía y seguridad alimentaria, la importancia de la vida campesina, las semillas criollas y el trabajo coordinado con otras instituciones y organizaciones. Los principales problemas que refieren son los conflictos internos en las comunidades, el cambio climático, la desmotivación frente al trabajo comunitario y colectivo, así como el cambio en los de hábitos alimentarios en las comunidades.

  • i)Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) enfocadas a la formación. Aunque existe una variedad de organizaciones en la zona, en los nodos resalta la participación de aquellas cuyo objetivo es la capacitación y formación. Se trata de organizaciones interesadas en el intercambio, construcción y gestión de conocimientos relacionados a la agricultura, el medio ambiente y la alimentación que realizan formaciones encaminadas a la producción de alimentos en contextos urbanos y rurales. El papel de estos actores es importante para ampliar el movimiento de alimentación local pues promueven prácticas, aprendizajes y conocimientos a partir de los discursos de la soberanía y seguridad alimentaria, la producción orgánica y local, el autoconsumo y la biodiversidad. Algunas de ellas realizan un diálogo entre el conocimiento tradicional y el conocimiento académico; por ejemplo, en el caso de la escuela agroecológica en Maní (Yucatán), los profesores son campesinos, pero también algunos son profesionistas en agricultura, lo cual crea una amalgama de conocimientos que enfatiza el aspecto humano, la espiritualidad, la historia, la medicina tradicional y el cooperativismo, siempre respetando el conocimiento tradicional. Las organizaciones de formación identificadas son: Red Ecohuertos, Colectivo Milpa, U Yits Ka’an, Luum Ayni, U Yool che y Hojas verdes.

  • Dentro de estas OSC se identificó la participación de profesionistas formados en técnicas agroecológicas y de presbíteros, específicamente en la escuela agroecológica U Yits Ka’an en Maní, Yucatán. Los problemas que las personas involucradas en este grupo se vinculan con el clima y la periodicidad en los sistemas productivos, la variabilidad en los apoyos económicos, la mercantilización de la agricultura y las semillas.

Los nodos alimentarios: sus temáticas y discursos comunes

A pesar de su diversidad, los nodos alimentarios comparten temáticas, discursos, motivaciones y preocupaciones respecto a la alimentación, agricultura, relación producción-consumo y sentido de vida (Tabla 2). Estas coincidencias son fundamentales pues habilitan la participación y vinculación de los distintos actores en ellos. Paralelamente a los elementos compartidos observamos también que cada nodo va diferenciándose y presentando especificidades; por ejemplo, los nodos de intercambio de alimentos ponen el énfasis en la relación directa con los consumidores a partir de la alimentación, salud, agricultura y medio ambiente, mientras que los nodos de cadenas cortas conservan los discursos sobre alimentación, agricultura, lo local y la alimentación pero van perdiendo los elementos discursivos relacionados con la memoria biocultural. En los nodos de producción e intercambio de semillas destaca el componente identitario pues los temas de alimentación sana se vinculan en ellos con la memoria, la historia y el territorio, además de enfatizarse la preservación del patrimonio biocultural, la defensa de semillas y las formas de vida comunitaria todo lo cual evidencia un componente político más fuerte.

Tabla 2 Temáticas en los nodos alimentarios 

Discursos Nodos
Intercambio
de alimentos
Producción e
intercambio
de semillas
Otras cadenas
cortas
MOTIVACIONES
Trabajo auto-gestionado / generación ingresos X X X
Alimentación familiar sana X X X
Sentido de vida X X X
Relación directa consumidor-productor X X
Rescate memoria y patrimonio biocultural X X
Agricultura, prácticas productivas ecológicas X X X
Conexión con la naturaleza X X X
Defensa y resistencia (sentido político) X X




PROBLEMÁTICAS
Cambio de hábitos alimenticios X X X
Falta de apoyos y recursos X X X
Emigración de jóvenes X
Transgénicos como amenaza X X X
Cambios en el clima X
Sentido paternalista en las comunidades X X
Reducción de las variedades biológicas X

Fuente: Elaboración propia a partir de trabajo de campo, noviembre 2016.

En cuanto a las problemáticas, los nodos coinciden en la falta de apoyos, cambios de hábitos alimenticios en la población y en visualizar a los transgénicos como amenaza. Sin embargo, los nodos productivos y de semillas hacen una referencia más fuerte a problemáticas socio-ambientales, específicamente mencionan: cambio climático, disminución en las variedades biológicas, (semillas, flora, fauna), además de la emigración de jóvenes hacia los polos turísticos que amenaza la reproducción de los modos de vida rurales y sus procesos culturales locales, entre ellos los hábitos alimenticios y las formas socio productivas. Asimismo, los entrevistados mencionan que las políticas públicas alimentarias actuales no refuerzan la producción y el consumo local, y tienen una dinámica paternalista que inhibe la incorporación y participación de comunidades rurales en procesos de producción alimentaria local. Además, resaltan la falta de recursos económicos y de capacitación, lo cual dificulta la consolidación y fortalecimiento de los proyectos alimentarios. Finalmente, una preocupación constante es la amenaza frente a la posible aprobación de soya transgénica para la siembra comercial en la zona, lo cual afectaría de manera nodal los ecosistemas regionales que tienen una fuerte vulnerabilidad debido a su conectividad y suelo cárstico.

Los procesos de vinculación de los nodos como estructuras rizomáticas

En los nodos se observan una serie de vínculos a partir de temas y problemas comunes que se conectan entre sí de manera rizomática. Los rizomas son estructuras de vinculación que pueden adoptar diversas formas y se caracterizan por ramificarse en distintos sentidos y concretarse temporalmente en bulbos y tubérculos (puntos que guardan potencia para producción de otras raíces y brotes). El hecho de que los rizomas relacionen distintos puntos sin importar su relación con un nodo o centro, les permite continuar con otras ramificaciones, aunque ellas sean cortadas.35

Considerando lo anterior entendemos que los nodos alimentarios fungen como puntos (bulbos) en los que los encuentros entre actores y proyectos detonan procesos de subjetivación con ecos en la generación de nuevos sujetos y proyectos. Como lo expresa un promotor de los nodos alimentarios “estamos aquí plantados como una semilla”

Los nodos alimentarios, como los rizomas, tienen diversas formas y cualquiera de sus puntos (proyectos), puede conectarse con otros. Algunos de los proyectos de los nodos alimentarios participan en varios puntos aglutinantes, por ejemplo, los eco-huertos de Cancún colaboran en el tianguis orgánico de la misma ciudad y en el mercado de Puerto Morelos; o bien, productores egresados de la escuela agroecológica de Maní en Yucatán, participan en el tianguis orgánico de Valladolid, o son fundadores del Colectivo Milpa en Mérida.

Fuente: Elaboración propia a partir de propuestas de Deleuze y Guattari (1976), 2016.

Figura 5 Rizoma 

Las relaciones que se generan en y a partir de los nodos, son dinámicas y varían en su intensidad, pues se establecen lazos fuertes, débiles, continuos, discontinuos y no lineales que cambian en el tiempo. Sobre todo, se observó que los actores que geográficamente están cerca, establecen relaciones y encuentran coincidencias en los discursos y prácticas. Otra característica de rizoma que se observó en los nodos, es que las relaciones entre ellos son independientes, así que, si se rompe alguna, vuelven a brotar de otra manera pues el deseo es una energía positiva, productiva y creadora.36 Por ejemplo, el tianguis orgánico de Playa del Carmen se disolvió por falta de acuerdos, sin embargo, varios de sus proyectos integrantes comenzaron o reforzaron su participación en otros nodos, como lo observa una de las productoras “participábamos en el tianguis de Playa [del Carmen], pero nosotras empezamos a abrir otros tianguis, más como de productores locales, porque allá (en Playa) eran muy puristas (en torno a la calidad orgánica)…y es que producir aquí es bien difícil”.37

Lo anterior evidencia que las relaciones rizomáticas pueden tener puntos de quiebre ocasionados por problemas al interior, mostrando que los nodos, como proceso social, no son lugares exentos de tensiones y conflictos. No obstante, los actores se vinculan a partir de proyectos que convergen en los nodos y relaciones dinámicas y discontinuas, pero motivadas por el deseo y aspectos simbólicos que les otorgan fuerza y articulación.

Del devenir de los nodos en la construcción de alternativas y la búsqueda de la soberanía alimentaria

El impacto de los nodos en cuanto al abasto alimentario real es bajo, es decir, la cantidad de producción e intercambio de alimentos y productos que comercializan no es representativo en comparación con la venta de alimentos en la región; sin embargo, se han convertido en alternativas de trabajo, alimentación y vida para muchos de sus actores.

Asimismo, los nodos como espacios sociales pueden presentar distintos conflictos al interior, por ser espacios heterogéneos. Los desacuerdos se dan particularmente en cuestiones organizativas y de gestión, pues mientras algunas personas toman roles protagonistas, otros no toman compromisos dentro de las responsabilidades para funcionamiento de los nodos, lo que genera discordancia. No obstante, las diferencias que pueden presentarse, la importancia de los nodos radica en la experiencia social que en ellos se despliegan, pues estos espacios permiten ensayar formas organizativas que incluso toman un sentido político.

Al mismo tiempo son procesos vulnerables en varios sentidos. Como mencionamos con anterioridad la zona en la que se despliegan tiene un crecimiento urbano y turístico-industrial que amenaza los territorios rurales y atrae población generalmente joven. Al mismo tiempo, el nulo o bajo apoyo junto con los cambios y variaciones del clima afectan las condiciones de siembra y dificultad su afianzamiento. La vulnerabilidad está también presente a partir de las estructuras comerciales y de distribución pues en la mayoría de los casos no hay un transporte que facilite los intercambios y sistemas de refrigeración para productos perecederos.

Más allá de todo esto, la importancia de los nodos reside en los procesos sociales que en ellos se despliegan y su mayor impacto se da en lo simbólico, los nodos coadyuvan a la creación de imaginarios que habilitan otras formas de alimentarse, trabajar, vivir y relacionarse en colectivo. A los consumidores estos espacios les permiten contar con alternativas alimentarias distintas a la agroindustria y a los productores recuperar, continuar y reforzar prácticas productivas ecológicas y compartirlas con otros. Sin embargo, para que estos procesos perduren es necesario reforzarlos en distintos sentidos, entre ellos, incrementando una vinculación más constante para aumentar su impacto. Asimismo, es importante reconocer a los nodos como estrategias en la construcción de alternativas que se plantan frente a las formas de la agroindustria moderna, alternativas que nacen desde la sociedad civil y que buscan producir alimentos de acuerdo a los distintos contextos socio-ambientales, económicos y políticos.

Conclusiones

Esta investigación se llevó a cabo en los estados de Quintana Roo y Yucatán, en donde se ubicaron iniciativas alimentarias de producción, distribución e intercambio de alimentos y semillas. En el análisis se utilizó la categoría de nodos alimentarios locales entendidos como los puntos en donde confluyen distintos actores para compartir, construir y ensayar proyectos en torno al tema alimentario. En los nodos se despliegan interrelaciones, se socializan y difunden discursos y prácticas de producción, distribución e intercambio de alimentos. Los intercambios que ahí se realizan son de carácter material, (alimentos, plantas, semillas, platillos, entre otros), pero también simbólico (discursos, conocimientos, información, problemas, motivaciones, etc.). Se identificaron tres tipologías de nodos: los de intercambio de alimentos, de producción e intercambio de semillas y de circuitos cortos. Además de conservar las características de los nodos, cada una de estas tipologías ponen el foco de acción en diferentes prácticas; por ejemplo, mientras los intercambios de alimentos se enfocan en los mercados, los de semillas y producción ponen el foco en la agricultura, la memoria biocultural y las ferias de semillas.

Como resultado de investigación se encontró que los nodos muestran vinculaciones rizomáticas, en tanto estructuran relaciones articuladas por determinados discursos; siendo estos y los procesos de socialización los que facilitan y permiten la vinculación entre los distintos actores. Así, se reconocieron temas coincidentes en los nodos, los cuales son: creación de trabajo auto-gestionado, sentido de vida que tienen los proyectos, alimentación sana y familiar y las prácticas productivas ecológicas. Como problemáticas, las principales coincidencias fueron la falta de apoyo (recursos) y las amenazas al patrimonio biocultural. En cuanto a las diferencias en los nodos, se encontró que el nodo de producción e intercambio de semillas, tiene un componente político más presente, pues muestra discursos fuertes relacionados a la vida comunitaria, la defensa del patrimonio biocultural y la alimentación como signo de identidad.

Asimismo, se reconoció que, lejos de ser procesos acabados, los nodos son dinámicos y luchan por una existencia que experimenta distintas amenazas centradas en los territorios donde confluyen y en el avance cada vez más fuerte de la agroindustria alimentaria.

No obstante, la importancia de los nodos está en los procesos sociales que en ellos se desarrollan, en la construcción de imaginarios y las alternativas de trabajo y alimentación que están ofreciendo. En estos se ensayan formas y relaciones sociales, se construyen discursos y prácticas en torno a las alternativas alimentarias, además se revalorizan los alimentos en su aspecto cultural, económico, territorial, ambiental y político.

Referencias

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1 Felipe Torres, "El abasto de los alimentos en México hacia una transición económica territorial", Problemas del Desarrollo 42.166 (julio-septiembre 2011): 166-42, disponible en http://www.revistas.unam.mx/index.php/pde/article/view/25918 (consultado en agosto 2016).

2Servicio de Información de Agricultura y Pesca (SIAP), “Balanza disponibilidad-consumo de productos agropecuarios seleccionados”, gob.mx, 27 de noviembre de 2018, disponible en https://www.gob.mx/siap/documentos/balanzas-disponibilidad-consumo-de-productos-agropecuarios-seleccionados-104471 (consultado en mayo 2016).

3Instituto Nacional de Salud Pública, “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. “Resultados por entidad federativa. Quintana Roo”, disponible en http://ensanut.insp.mx/informes/QuintanaRoo-OCT.pdf (consultado en mayo de 2016); Instituto Nacional de Salud Pública, “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. Resultados por entidad federativa. Yucatán”, disponible en http://ensanut.insp.mx/informes/Yucatan-OCT.pdf (consultado en julio del 2017).

4Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), “CONEVAL informa la evolución de la pobreza 2010 a 2016”, 30 de agosto de 2017, disponible en http://www.coneval.org.mx/SalaPrensa/Comunicadosprensa/Documents/Comunicado-09-Medicion-pobreza-2016.pdf (consultado en agosto 2017).

5Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “Estimación de emisiones de gases efecto invernadero en la agricultura. Un manual para abordar los requisitos de los datos para los países en desarrollo”, disponible en http://www.fao.org/3/a-i4260s.pdf (consultado en agosto 2016).

6Instituto Nacional de Ecología y Cambio climático (INECC), “Informe de la Situación del Medio Ambiente en México. Compendio de Estadísticas Ambientales. Indicadores Clave, de Desempeño Ambiental y de Crecimiento Verde. Edición 2015. Sección Cambio Climático”, 3 de noviembre de 2016, disponible en https://www.gob.mx/inecc/documentos/informe-de-la-situacion-del-medio-ambiente-en-mexico-compendio-de-estadisticas-ambientales-indicadores-clave-de-desempeno-ambiental-y-de-crecimiento-verde-edicion-2015 (consultado en junio 2016).

7Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) “Biodiversidad agrícola, utilizarla para que no se pierda”, 26 de octubre de 2010, disponible en http://www.fao.org/news/story/es/item/46805/icode/ (consultada en septiembre 2016).

8Manuel Ángel Gómez, Agricultura, Apicultura y Ganadería Orgánica de México 2009. Estado Actual-Retos-Tendencias (México: UACh-CIIDRI-CONACyT: 2010), 18-41.

9Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), “Encuesta Intercensal 2015”, disponible en http://www.beta.inegi.org.mx/programas/intercensal/2015/ [actualicé el enlace, favor de revisar] (consultado en agosto del 2017).

10Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), “Evolución de las carencias sociales 2015 y su comparativo 2010-2014, disponible en http://www.coneval.org.mx/Medicion/EDP/Paginas/Datos-del-Modulo-de-Condiciones-Socioeconomicas.aspx (consultado en agosto 2017).

11Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), “Sistema de Cuentas Nacionales de México”, disponible en https://www.inegi.org.mx/app/areasgeograficas/?ag=23 (consultado el agosto del 2017).

12CONEVAL, “CONEVAL informa la evolución de la pobreza…”.

13Instituto Nacional de Salud Pública, “Encuesta Nacional de Salud… Quintana Roo”; Instituto Nacional de Salud Pública “Encuesta Nacional de Salud… Yucatán”.

14Declaración de Nyéléni. Con base en el Foro para la Soberanía Alimentaria. Malí, febrero 2007, disponible en https://nyeleni.org/spip.php?article291 (consultado en septiembre 2017).

15Rocío García-Bustamante, Susana Rappo y Ludoviq Temple, “Innovaciones socioambientales en el sistema agroalimentario de México: los mercados locales alternativos (tianguis)”, Agroalimentaria 22.43 (julio-diciembre de 2016) http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/agroalimentaria/article/view/8273/8220 (consultado julio 2016).

16María Amalia Gracia, “Movilización de saberes para la construcción de autonomía en comunidades mayas del municipio de Bacalar, Q. Roo, México”, Otra Economía, 9.17 (2015): 136-150, disponible en http://revistas.unisinos.br/index.php/otraeconomia/article/view/otra.2015.917.03 (consultado mayo 2016).

17Raúl Rojas, Investigación social: teoría y praxis (Ciudad de México: Plaza y Valdés, 1988), 77.

18Gilles Deleuze y Félix Guattari, "Rizoma", Revista de la Ciudad de México 1, disponible en http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/files/journals/1/articles/10506/public/10506-15904-1-PB.pdf (consultado de enero 2016).

19Víctor Manuel Toledo, "Otro mundo ¿es realmente posible?", La Jornada del Campo 18, 17 de marzo del 2009, disponible en http://www.jornada.unam.mx/2009/03/17/crisis.html (consultado junio 2016).

20Luis Reygadas, María Pozzio, María Amalia Gracia, Ángeles López Santillán y Teresa Ramos Maza (coords.), Economías alternativas: utopías, desencantos y procesos emergentes, (Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana, 2004), 1-360; Gracia, “Movilización de saberes…”, 136.

21Hugo Zemelman Merino, “Sujeto y subjetividad: la problemática de las alternativas como construcción posible”, Polis Revista Latinoamericana 27 (abril del 2010): 355-366, disponible en http://polis.revues.org/943 (consultado en enero 2017).

22Norman Long, “Sociología del Desarrollo: una perspectiva centrada en el actor” (México: Colegio de San Luis/CIESAS, 2007), 37-38.

23André Gorz, Miserias del presente, riqueza de lo posible (Buenos Aires: Paidós, 1998), 10.

24Toledo, “Otro”, 18.

25El Comité Peninsular de semillas está constituido por distintos comités micro-regionales que organizan ferias y fiestas de semillas en distintas comunidades del poniente de Bacalar y el municipio de Felipe Carrillo Puerto, en el estado de Quintana Roo, en el sur y sur-poniente de Yucatán, (sobre todo en el municipio y comunidades de Tixméhuac) y del Municipio de Hopelchén en el estado de Campeche.

26Hay indicios de creación de mercados en Peto y Yokdzonot, sin embargo, hasta el momento no se han concretado.

27Se tiene información de algunas otras ferias anteriores en la comunidad de XBox en el municipio de Chacsinkin, en Panabá (Yucatán), Nuevo Jerusalén (Quintana Roo). Juan Ramón Pérez Peréz, Landy Mireya Silveira Sáenz y María Karina Olguín Puch, “Feria de Intercambio de Saberes: semillas, animales y herramientas de trabajo K’eex ne’ek oób balchee’ob yetel u nuculil meyaj”, Revista de Geografía Agrícola 46-47 (enero-diciembre, 2011): 29-52, disponible en https://www.redalyc.org/pdf/757/75729625004.pdf (consultado en enero de 2017).

28“En maya can o caan puede significar semilla o sabiduría, con el prefijo X indica femenino, lo podemos traducir como semilla fértil o semilla de sabiduría fértil” (Entrevista a Miguel, entrevista realizada por Rocío García Bustamante, Cancún, Quintana Roo, abril 2016).

29Jacquot Trémolières, Yvonne Serville y Jacquot Raymond, Manuel élémentaire d'alimentation humaine (Paris: Les éditions sociales françaises, 1956), 366, citado en José Muchnik “Identidad territorial y calidad de los alimentos: procesos de calificación y competencias de los consumidores” Agroalimentaria 12 (enero-junio 2006): 89-98 (consultada en noviembre 2016).

30Aníbal Quijano, “¿Sistemas alternativos de producción?”, en Producir para vivir, los caminos de la producción no capitalista, coordinado por Boaventura Santos (México: Fondo de Cultura Económica, 2011), 376.

31Entrevista a promotor comunitario de agricultura orgánica, conocido como Tilo, entrevista realizada por Rocío García Bustamante, Maní, Yucatán, agosto de 2016.

32Víctor Manuel Toledo y Narciso Barrera-Bassols, La memoria biocultural. La importancia de las sabidurías ancestrales (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2009), 76-96.

33Toledo y Barrera-Bassols, La memoria biocultural, 76.

34Yuna Chiffoleau, "Circuits courts alimentaires, dynamiques relationnelles et lutte contre l’exclusion en agriculture", Économie Rurale 332 (2012): 88-101, disponible en http://doi.org/10.4000/economierurale.3694 (consultado en enero de 2016).

35Gilles y Guattari “Rizoma”, 1-12.

36Gilles Deleuze, En medio de Spinoza (Buenos Aires: Cactus, 2008), 37.

37Entrevista a productora, entrevista realizada por Rocío García Bustamante, Valladolid, Yucatán, marzo de 2016).

Recibido: 16 de Octubre de 2017; Aprobado: 15 de Enero de 2018

Rocío García Bustamante. Doctora en Economía Política del Desarrollo por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

María Amalia Gracia. Doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Sociología por El Colegio de México.

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