Diálogo metodológico sobre investigación educativa

Las múltiples dimensiones de la denominada crisis de la modernidad por la que atraviesan las ciencias sociales y las humanidades han puesto el foco de atención en la educación como un campo de conocimiento fuertemente tensionado ―a lo cual también se suma la vertiginosa adaptación de los sistemas educativos a la educación virtual o híbrida debido a la pandemia por el Covid-19―, al que es posible acudir justamente para reflexionar el tiempo complejo que estamos viviendo. Teniendo este escenario como marco de referencia, consideramos que se trata de un terreno fértil para que actores educativos de todo el mundo emprendan proyectos de investigación que permitan el acceso a nuevas explicaciones, rutas y formas novedosas de investigar, y plantear nuevas interrogantes sobre los diversos fenómenos en los que convergen las prácticas educativas contemporáneas, en su posible vínculo, asimismo, con procesos sociales y culturales más amplios que desbordan el espacio escolar.

Pese a todas las incertidumbres por las que transita, la educación sigue siendo una práctica de socialización a la que millones de niñas, niños y jóvenes adscriben sus biografías en la mayoría de las sociedades civilizadas. Tales prescripciones han sido históricamente el motor de la formación de un campo de estudio que ha evolucionado principalmente a partir de la emergencia de diversos paradigmas teórico-metodológicos que permiten a la investigación educativa construir problemas y objetos de estudio, desarrollar marcos teóricos, enmarcar abordajes conceptuales, elegir técnicas y diseñar instrumentos de investigación, así como hacer trabajos de sistematización y análisis de datos.

Desde el surgimiento de la llamada pedagogía experimental hasta la transición hacia el campo de la investigación educativa, es posible identificar una gama diversa de concepciones epistemológicas y metodológicas desde las cuales se fundamentan las prácticas de producción de conocimiento sobre los fenómenos relacionados con la educación. Al acudir a los diagnósticos más recientes sobre este campo, se vislumbra un espectro muy diverso de planteamientos teórico-metodológicos, pero también nuevos abordajes a los fenómenos educativos contemporáneos, apertura a diálogos interdisciplinarios con otros saberes en los que se incopora lo emergente y las complejidades más recientes que atraviesan a los sujetos educativos.

El estudio de las problemáticas en las que se enmarcan las prácticas educativas es una tarea tan amplia que convierte a la investigación educativa en un campo multi, trans e interdisciplinar que alberga y, al mismo tiempo, se nutre de todos aquellos saberes o disciplinas desde las cuales pueden problematizarse los conocimientos vigentes y plantearse nuevos abordajes explicativos. Es un reto y una posibilidad para construir una radiografía más nítida que nos permita identificar las principales tensiones que enfrenta la educación como práctica y como campo de conocimiento.

La articulación de un campo de investigación educativa sólido requiere de una discusión reflexiva, crítica y argumentada de los planteamientos epistemológicos que permiten a los investigadores desmontar las relaciones entre los elementos sobre los que construyen los problemas educativos, evidenciar qué es lo que se quiere conocer sobre la realidad y elegir las rutas teóricas y metodológicas que ha de seguir el proyecto de investigación. Las discusiones sobre los ejercicios de vigilancia epistemológica son fundamentales para la problematización de las implicaciones metodológicas de la tarea de investigar, representadas en la forma que los investigadores eligen para acercase a los objetos de estudio construidos, así como el conjunto de decisiones que toman sobre las perspectivas metodológicas, técnicas y herramientas utilizadas para construir datos.

Este panorama dinámico, diverso y vivo en el que se enmarcan las prácticas de investigación educativa exige abrir un diálogo que permita discutir, no solamente la manera en la que entendemos las tensiones educativas actuales sino, también, las formas en las que se lleva a cabo la investigación sobre educación, cuyos resultados nos permiten abrir la conversación sobre dichas incertidumbres. Consideramos que todas las exigencias y complejidades de los fluctuosos contextos educativos actuales son una invitación para que nos detengamos a repensar colectivamente y que podamos, entonces, alcanzar una mayor comprensión y el posible diseño de políticas educativas precisas.

Es así como la revista Diálogos sobre Educación. Temas actuales en investigación educativa presenta su número 26, titulado “La mirada metodológica en educación: visiones y perspectivas”, coordinado por los doctores Rodrigo González Reyes y Dorismilda Flores Márquez, a quienes agradecemos profundamente su valioso trabajo. Esperamos que el diálogo que este número abre sea del interés de nuestros lectores.