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Introducción
Tras el brote del coronavirus SARS-CoV2 y el posterior confinamiento, docentes en Instituciones de Educación Superior (IES) de todo el mundo tuvieron que incursionar en ambientes de enseñanza-aprendizaje remotos. Aunque hablar de educación a distancia o e-learning en pleno siglo XXI no resulta un tema nuevo,1 un porcentaje elevado de docentes de IES tuvo que continuar con las labores profesionales y académicas desde casa, consecuencia de las medidas de confinamiento impuestas tras las decisiones políticas tomadas por la mayoría de los Estados.
Lo anterior evidenció que, pese a la evolución de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) y de las experiencias exitosas de educación a distancia, el profesorado de nivel superior, por lo menos aquel fuera de la enseñanza remota, tenía poco o nulo conocimiento sobre la educación virtual (González, 2021). Además, desmontó la creencia de que “para este momento histórico ya se tendría un gran despliegue tecnológico al alcance de todos” (González, 2021).
La experiencia de la enseñanza-aprendizaje a raíz del confinamiento, tanto en lo académico como en lo laboral, llevó a gran parte del profesorado a la formación en la acción, es decir, al aprender-haciendo en la práctica. Lo anterior no está exento de problemas, que van desde no manejar con fluidez las TIC y el analfabestismo digital (González, 2021), hasta no entender que la presencia del profesorado y del alumnado en la educación a distancia es diferente a la que se tiene en un entorno físico.
En este sentido, el objetivo de este trabajo es identificar las representaciones y narrativas estereotipadas que usuarios de plataformas digitales de información y redes sociales en México han expresado sobre actividades del quehacer cotidiano del profesorado que se hicieron virales durante el confinamiento por Covid-19. Esta investigación es descriptiva-interpretativa. A partir de un análisis de contenido en plataformas digitales de información y redes sociales, identificamos recortes y sesgos de la realidad y cómo se expresan en narrativas estereotipadas sobre el profesorado.
El artículo está dividido en cinco apartados, en el primero presentamos el contexto en el que se dieron las representaciones y las narrativas estereotipadas del profesorado durante la pandemia en México. En el segundo mostramos la metodología. En el tercero presentamos el marco teórico de donde partimos para explicar la importancia del análisis de los estereotipos del profesorado. La cuarta sección concentra el desarrollo del análisis y los hallazgos de la investigación derivados de los comentarios en las plataformas digitales de información y en las redes sociales sobre los casos seleccionados. Finalmente, en el último apartado damos algunas conclusiones.
Contexto
Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el 4 de marzo de 2020 se iniciaba con el cierre “temporal” de escuelas, universidades y centros de investigación a nivel mundial,2 como medida para contener la propagación de Covid-19 (UNESCO, 2020). En el caso particular de las Instituciones de Educación Superior (IES) en América Latina y el Caribe, el cierre “temporal” inició el 12 de marzo y afectó aproximadamente a 23.4 millones de estudiantes y a 1.4 millones de profesores (IESALC-UNESCO, 2020). En México, el cierre de IES inició el 16 de marzo de 2020, afectando a 6,404 instituciones de educación superior, públicas y privadas, que albergan a casi 5.3 millones de personas, aproximadamente 4.2% de la población mexicana (SEP, 2020).
Sin saber con certeza cuánto tiempo podría durar el cierre de las IES, y con la esperanza de que sólo sería algo “temporal”,3 tanto alumnos como profesores se vieron obligados a adaptarse a la interacción remota y a aprender-haciendo en la práctica. En este sentido, la pandemia por SARS-CoV2 evidenció que en ninguna parte del mundo se contaba con planes de contingencia. En América Latina y el Caribe, sumó retos a los no resueltos, como “un crecimiento sin calidad, inequidades en el acceso y en los logros o la pérdida progresiva de financiamiento público” (IESALC-UNESCO, 2020: 11).
En México, así como en otros países de la región y de otras latitudes, los primeros meses de pandemia, tanto profesores como alumnos tuvieron que optar por recursos virtuales gratuitos, como plataformas e-learning (Google Classroom) y de videoconferencias (Zoom, Skype); diversos recursos disponibles en la Web (YouTube, Twitter, Facebook, Tik Tok); así como mensajería móvil instantánea (Whatsapp o Telegram) y medios asíncronos de comunicación personal (correo electrónico), lo que llevó a situaciones fuera de las cotidianas que cuestionaron las formas tradicionales de interactuar con otros individuos, así como las reglas, las normas y los códigos usados hasta entonces.
Pese a que años atrás varios de estos recursos, que en un primer momento sólo se habían concebido con un fin comunicacional, ya eran considerados como parte de los entornos virtuales de aprendizaje (Delgado, Martínez, 2021), su uso continuo durante la pandemia supuso una serie de complicaciones tanto para alumnos como para profesores. Incluso, surgieron nuevos términos para referirse a las problemáticas propias de los entornos virtuales, como el de “zoom-bombing”, que se refiere a una forma de acoso cibernético denunciado por algunos usuarios de la aplicación Zoom, que han informado que algunas de sus llamadas (principalmente aquellas que están abiertas y que por ser gratuitas no cuentan con protección) han sido interceptadas por personas o troles no identificados, que arrojan lenguaje de odio o comparten imágenes perturbadoras (Andone, 2020).4
Aunado a esto, la asequibilidad y los avances tecnológicos alcanzados, por ejemplo los teléfonos móviles, en los que prácticamente se puede hacer todo lo que antes forzosamente se hacía a través de un teléfono fijo o una computadora de escritorio. Lo anterior ha permitido mayor movilidad e inmediatez, e incluso viralidad, lo que ha condicionado el trabajo y la vida de los profesores (González, 2021).
Pese a estos incidentes, muchos docentes tuvieron que seguir ocupando los recursos virtuales gratuitos hasta contar con medios institucionales. A más de un año de que inició el cierre de las IES, la mayoría de los profesores de nivel superior en México ya cuentan con medios institucionales para “enfrentar” el reto de la educación remota, sin que esto signifique dominar los recursos virtuales o estar completamente adaptados a estos. Además, siguen estando presentes los temas sobre seguridad y privacidad pues, aun con recursos institucionales, no han quedado de lado los malos entendidos, las burlas, las falta de respeto, la lástima, la empatía o la ausencia de la misma, entre otros.
Marco teórico
Atribuir connotaciones a un grupo social desde las plataformas digitales de información y las redes sociales produce narrativas constructoras de identidades marginadas con una fuerte carga estigmatizante. Segun Irving Goffman (1989),
La imagen publica de un individuo [estigmatizado] pareceria estar constituida por una reducida seleccion de acontecimientos verdaderos que se inflan hasta adquirir una apariencia dramatica y llamativa, y que se utilizan entonces como descripcion completa de su persona (Goffman, 1989: 89).
El concepto estereotipo, lo entendemos como “práctica significante”, como lo teoriza Stuart Hall (2010). El problema del estereotipo no es que sea falso sino que “esencializa, naturaliza y fija la diferencia”, además de que tiene una “práctica de cerradura y exclusión. Simbólicamente fija límites y excluye todo lo que no pertenece”. Así pues, el estereotipo “tiende a ocurrir donde existen grandes desigualdades de poder” y “clasifica a gente según una norma y construye al excluido como ‘otro’” (Hall, 2010: 429-431).
Es así que la aparición de estereotipos nos permite ver en la práctica la conexión entre “representación, diferencia y poder” y permite ubicar diferentes “regímenes de representación”. Coincidimos con Hall cuando explica que,
El punto importante es que los estereotipos se refieren tanto a lo que se imagina en la fantasía como a lo que se percibe como “real”. Y lo que se produce visualmente, por medio de las prácticas de representación, es sólo la mitad de la historia. La otra mitad -el significado más profundo- reside en lo que no se dice, pero está siendo fantaseado, lo que se infiere pero no se puede mostrar (Hall, 2010: 435).
Las plataformas digitales de información y las redes sociales ofrecen representaciones de los sujetos. En este caso, los estereotipos relacionados con el profesorado como práctica significante nos permiten guiar la discusión sobre cómo se forman ciertas representaciones y narrativas. En medios de comunicación y en redes sociales se apela continuamente a un estereotipo dicotómico entre el buen y el mal profesor.
Martini y Luchessi (2004) mencionan cómo los medios de comunicacion (plataformas digitales de información), y ahora las redes sociales, construyen discursos sobre la actualidad y reproducen los sentidos primordiales de una “identidad basica” como un presupuesto absolutamente concreto, distinguible o pétreo. En este sentido, las plataformas digitales de información y las redes sociales se encargan de hacer ver cómo cierta la idea o imagen sobre las percepciones que ellos muestran sobre el profesorado, en este caso, otorgándole una imagen y provocando que el publico lo estigmatice.
El profesorado, en estos videos virales es presentado fuera de contexto; apenas con unos minutos nos muestran una situación y fijan la representación de las y los profesores reducidos a rasgos “esenciales”. Más allá de estas representaciones y narrativas, lo que está presente son recortes de la realidad insuficientes que no evocan la complejidad del momento, en el que conviven la precariedad, la falta de capacitación, las actitudes del estudiantado y el hartazgo por la modalidad de trabajo remoto durante la pandemia.
Con el aumento del uso de internet, las noticias, los videos, las imágenes y en general todo tipo de información, se difunde y expande de manera exponencial; a esto que se le denomina viralización, a modo de metafora que nace a partir de la naturaleza de los virus. Según Berger y Milkman (2012), compartir contenido en línea es una parte integral de la vida moderna.
Los aspectos emocionales que se generan sobre el contenido pueden afectar la decisión de si se comparte o no. En este sentido, según Berger y Milkman (2012), el contenido más inspirador (una emoción positiva) es más viral y el contenido que induce a la tristeza (una emoción negativa) es menos viral, aunque algunas emociones negativas se asocian positivamente con la viralidad. Además, estos autores afirman que las historias que provocan ansiedad e ira tienen más probabilidades de formar parte del contenido viralizado. Esto sugiere que la trasmisión es más que simplemente compartir cosas positivas y evitar compartir las negativas. De acuerdo con estos autores, el contenido que evoca emociones tales como el asombro, la ira y la ansiedad puede ser más viral.
En este sentido, ocupamos la categoría de “profesores virales” para hacer mención a estos sujetos que son representados en relatos donde la historia se despliega a través de múltiples plataformas digitales de información y redes sociales, y en la cual una parte de los consumidores asume un rol activo en ese proceso de expansión del relato, creando narrativas y representaciones estereotipadas a través de videos, fotografías, memes, etcétera.
Metodología
Este trabajo es de carácter descriptivo-interpretativo. Basándonos en la propuesta metodológica de Olmos Alcaraz (2018), analizamos contenido a modo de comentarios generados en plataformas digitales de información (MetrópoliMx y televisa.NEWS) y en redes sociales (Twitter y Facebook) sobre dos noticias viralizadas que dan cuenta de formas de trabajo remoto realizadas por docentes de nivel superior en contextos de pandemia, con el fin de pensar las narrativas y representaciones estereotipadas que en este contexto se han generado en México.
Para esto, tras la viralización que obtuvieron en medios de comunicación y redes sociales, seleccionamos dos noticias particulares sobre el quehacer docente durante la pandemia en México:
Así fue el agarrón entre una maestra y alumnos de la carrera de Contaduría del Tecnológico de La Paz, cuando no supieron el significado de “Fuente Bibliográfica” (MetropoliMx).
Maestro que no tiene internet acude diario a cibercafé para dar clases (televisa.NEWS).
La obtención de datos se realizó por medio de tres estrategias: en primer lugar, se revisaron de manera directa las noticias publicadas en las páginas web de las plataformas informativas de los medios de comunicación (MetropoliMx y televisa.NEWS); en un segundo momento, se revisaron de manera directa los comentarios que las noticias generaron en las redes sociales (Twitter y Facebook) de las mismas plataformas informativas de los medios. En tercero, se realizó una búsqueda rápida de publicaciones relacionadas con los casos desde un buscador de internet (Google).
Es importante mencionar algunas consideraciones éticas acerca de la recogida de datos en este trabajo: no se recolectaron datos privados de los perfiles, ni información sobre los avatares, únicamente se registraron comentarios en publicaciones en medios públicos; adicionalmente, no se recogieron datos de identificación de usuarios para garantizar el anonimato de la fuente.
Tras la recolección del dato, realizamos el análisis del contenido obtenido e identificamos que las narrativas y las representaciones que se desprenden de los comentarios tendían a estereotipos dicotómicos entre el buen y el mal profesor, como veremos con los casos seleccionados.
Análisis de los casos de los profesores virales
Lo novedoso del análisis recae en el factor “viralización” de los sucesos (recortes de la realidad) y de los estereotipos derivados. Antes del auge de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las situaciones (positivas o negativas) sucedidas en las aulas tardaban en socializarse y volverse parte del escrutinio público. Sin embargo, tras la pandemia, el uso de las TIC se hizo indispensable para acceder a la educación. Con esto, muchas de las dinámicas que sucedían en espacios “privados” se volvieron públicas. El profesorado dejó de dar clase exclusivamente para sus alumnos y alumnas, y con la pandemia, incluso se vió obligado a exponer su vida íntima.
En este contexto, en donde se exponen apenas unos minutos de diversas realidades recortadas, una parte de las personas que consumen este contenido viral asume roles activos, no sólo en el proceso de la expansión de los sucesos sino, incluso, en la creación, reproducción y socialización de narrativas y representaciones estereotipadas sobre cómo perciben ese corte de la realidad y a sus actores.
En lo que respecta a los casos que analizamos, les denominamos profesorado viral. Lo anterior, porque en ambos casos se muestra tanto la viralización de los hechos como de los estereotipos dicotómicos, a veces más tendientes a la celebración de los actos, otras al vilipendio.
Caso: El “agarrón” por el significado de “Fuente Bibliográfica”
El 13 de noviembre de 2020, a las 16:34 horas, MetrópoliMx (plataforma informativa lanzada oficialmente el 21 de octubre de 2016 en el estado de Baja California Sur), subió a su cuenta de Facebook un video de 14 minutos y 39 segundos, con el encabezado “#Video: Asi fue el agarrón entre una maestra y alumnos de la carrera de Contaduría del Tecnológico de La Paz, cuando no supieron el significado de ‘Fuente Bibliográfica’. Aquí, el audio completo en exclusiva en MetropoliMx” y los hashtag “#Maestras#Alumnos#Tecnologico#LaPaz#BC”.5 A las 18:45 horas de ese mismo día, MetrópoliMx subió el mismo video, con los mismos encabezado y hashtag, a su cuenta en Twitter. Tras ambos hechos, el video se viralizó en redes sociales.
En el video se observa la imagen estática de una presentación de diapositivas, mientras se escuchan diferentes voces que discuten sobre el significado de “Fuente bibliográfica”. Con el paso de los minutos, se escuchan reclamos (de varios alumnos) sobre cómo el término estaba afectando la entrega de tareas: “usted nos habla en términos de Derecho [...] nosotros no estamos familiarizados con sus términos [...] batallamos para encontrar la tarea”. En los últimos minutos del video se escucha a una alumna solicitar a la profesora “ser más empática” pues se encuentra ante alumnos de Contaduría y no de Derecho, a lo que la profesora responde “a lo mejor no se informaron muy bien sobre el contenido temático”. Los hechos sucedieron durante una de las sesiones síncronas de la asignatura de Fundamentos de Derecho, a cargo de la profesora Guadalupe Martínez Hernández, que forma parte de la currícula de la Licenciatura de Contaduría del Tecnológico de La Paz, Baja California Sur.
El video se compartió en un primer momento con la intención de poner en evidencia a la docente y cuestionar su desempeño, etiquetado como “injusto y poco empático”. Una vez hecho público, causó polémica, propiciando tanto comentarios a favor como en contra.
Más tarde, el mismo medio publicó en su página de internet una nota con el encabezado “Polémica queja de alumnos del Tecnológico de La Paz se convierte en viral”, en la que se pueden encontrar capturas de pantalla, todas de diferentes aplicaciones (Facebook, Teams, Whatsapp) donde se leen conversaciones entre alumnos sobre lo sucedido. De esas publicaciones se desprenden varias reacciones a favor o en contra del comportamiento de la maestra y los alumnos.
Reacciones en plataformas digitales de información y redes sociales
En la publicación de Facebook del medio informativo MetrópoliMx, del 13 de noviembre de 2020, se registraron más de 52 mil reacciones, 42 mil de las cuales eran “Me divierte”, 4,200 “Me sorprende”, 3 mil “Me gusta”, 1,300 “Me entristece”, 1,200 “Me enoja”, 91 “Me encanta” y 52 “Me importa”. Además se registraron más de 23 mil comentarios, entre los que se pueden leer:
“Ojalá les nieguen el título, el contador solo sabe de números, que bárbaro, maestra la admiro por su paciencia y mesura le deseo vacaciones pronto!!!” (14 de noviembre de 2020).
“Deberian de investigar a esos alumno, parece que apropósito quieren dañar la imagen de la maestra, y eso no se vale” (14 de noviembre de 2020).
“Vamos a a hacer viral a esta bola de sanganos y a esta maestra q se merece todo nuestro reconocimiento y admiración porq tiene toda la paciencia y mesura para soportar y no salirse de sus casillas con estos chavos que son ...ahí pónganse ustedes q son”.
En la publicación en el Twitter de MetrópoliMx el video tuvo 149,300 reproducciones, 1,500 retweets, 1,200 me gusta y 946 comentarios, entre los que se puede leer:
“Pobres maestros, puros animales y con iniciativa” (15 de noviembre de 2020).
“Aprendí el significado de ‘Fuente’ a través de Cri-Cri. Tenía un chorrito que se hacía grandote y se hacía chiquito. Pero, maestra, si una ‘Fuente bibliográfica’ no lleva agua como puede tener un chorrito de biblos que se haga grandote y chiquito? Carece usted de empatía, neta!” (16 de noviembre de 2020).
“La profesora fue muy paciente. Nunca hubo tal agarrón. A los que deberían dejar mal parados y exhibirlos, son a esos tres insolentes” (16 de noviembre de 2020).
“¿Pero que reclaman estos alumnos? ¿Que la maestra los tacha de ignorantes?, pues es la verdad, IGNORANTES, sin la humildad de aceptar que no saben, con flojera de aprender, con arrogancia de creerse merecedores de todo".
“Repruébelos maestra, encima de todo no se dejan ayudar” (16 de noviembre de 2020).
“Ni para googlear “Qué es Fuente Bibliográfica” sirven caray ! Pero que tal el Tick Tock. Muy bien maestra ! Póngales un cero por falta de inicativa (17 de noviembre de 2020).
“Ojala no corran a la maestra acusandola de maltrato psicologico por usar términos desconocidos para los alumnos” (18 de noviembre de 2020).
“Maestra, repruébelos a todos! Que se regresen a la primaria por burros, necios y soberbios” (20 de noviembre de 2020).
Los comentarios muestran varias cosas. En primer lugar, como se mencionó en el apartado teórico, evidencian recortes de la realidad que permiten la construcción de narrativas y representaciones estereotipadas y dicotómicas, que por un lado celebran el actuar de la profesora mientras que por otro la interpelan. En este caso, la mayoría de los comentarios en esta publicación son a favor del proceder de la profesora, generando una especie de “apoyo colectivo”. Lo que contrasta con los comentarios que se leen directamente en los muros de los alumnos que compartieron el video, en donde se observan frases como: “falta de empatía de la maestra y exceso de la carga de trabajo impuesta por la maestra”, “ahora esa maestra está diciéndole a alumnos de otros semestres que la defiendan porque sabe que está mal y tiene miedo”. Reiterando que la construcción de las narrativas y percepciones tiene un sesgo.
Segundo, partiendo del supuesto de que el video se compartió por los propios alumnos de la profesora con la finalidad de evidenciar y cuestionar su trabajo, se muestra que la viralidad no responde de manera lógica, por el contrario, es tan volátil que puede llevar a resultados alejados de los esperados.
En tercer lugar, evidencia que, aunque varios expertos afirman que los contenidos de emociones positivas son más virales (Berger, Milkman, 2012), en la actualidad, y sobre todo tras la pandemia por SARS-CoV2 y el hartazgo producido por el trabajo remoto, la viralización de emociones negativas incluso relacionadas con prácticas discriminatorias y violentas no están exentas.
En cuarto lugar, muestran que las narrativas y representaciones estereotipadas a modo de mensajes se dan bajo condiciones como el anonimato, lo instantáneo del mensaje, la facilidad de reproducción y la viralización, lo que permite prácticas discriminatorias y violentas.
Durante la búsqueda rápida se encontró la publicación del mismo video en diferentes páginas web como yucatan.com.mx, televisa.com, tolucabellacd.com, tvazteca.com, almanaquerevista.com, sopitas.com, entre otras. En búsquedas relacionadas se encontraron frases como “maestra pide fuentes bibliográficas”, “estudiantes del tec de #lapazbcs tratan de exhibir a maestra”, “maestra fuentes bibliográficas”, “instituto tecnológico la paz”, por mencionar algunos.
Además, se encontró que dos días después de que se subió por primera vez el video y de que éste se hiciera viral, Metró́poliMx compartió en su página de internet otra nota con el encabezado “Tecnológico de La Paz supervisará a maestra de estudiantes ignorantes”, en la que se relataba que, tras la queja formal interpuesta por la estudiante Laura Elena Villalobos Lucero ante las autoridades de la institución, respecto al comportamiento de la maestra Guadalupe Martínez Hernández, el Instituto Tecnológico de La Paz había tomado la decisión de que el jefe del departamento de Ciencias Económico-Administrativas entrara a supervisar las sesiones sincrónicas de la profesora.
También se encontró una nota en el medio BCSnoticias, con fecha 16 de noviembre, en la que la Sociedad de Egresados y Exalumnos del Instituto Tecnológico de la Paz (SEEITP) realizó un posicionamiento rechazando críticas y estigmatizaciones realizadas tras el incidente y la polémica generada.
La viralidad provocada por el caso tuvo consecuencias, en un primer momento hacia la profesora, a quien se le obligó a la supervisión de su trabajo. De manera indirecta, el escrutinio producto de la viralización llevó a que exalumnos se posicionaran al respecto, pues con el caso, incluso se cuestionó la calidad de la institución.
Caso: La fotografía del profesor en un cibercafé
El 7 de septiembre de 2020, el portal de noticias televisa.NEWS circuló la fotografía de un profesor que de lunes a viernes acude a un cibercafé para poder dar clase a distancia a sus alumnos, pues en su vivienda no cuenta con servicio de internet. En la fotografía aparece el maestro, aparentemente de la tercera edad, sentado frente a la computadora cuyo monitor muestra una reunión virtual por medio de una plataforma digital con los estudiantes de su grupo. Causó tanto revuelo, que se iniciaron varias campañas de influencers para juntar recursos para comprar algún equipo o pagar internet en el domicilio del profesor. La noticia en el portal televisa.NEWS recoge un tweet de una cuenta con casi 14 mil seguidores cuyo post fue realizado el 6 de septiembre de 2020 y que consiguió 7,744 retweets, 335 tweets citados y 20,500 Me gusta. El post original que acompañaba la foto era el siguiente:
VIBRA SIEMPRE EN POSITIVO Y TAL VEZ ALGÚN DÍA CONTAGIEMOS A ALGUIEN!!!! Una nueva misión mís twitteros. AYÚDENME CON SU RT PARA DAR CON ESTE PROFE QUE CON TAL DE IMPARTIR SUS CLASES VA TODOS LOS DÍAS A ALQUILAR UNA CIMPUTADORA (Post de twitter, 2020).
A raíz de ese post se multiplicaron las noticias al respecto, incluida la propia noticia de televisa.NEWS. El post de twitter fue más viral que el medio de donde lo citó, el cual fue un medio local llamado la Prensa de Tehuacán, que no cuenta con página de internet, sino que da a conocer sus noticias vía Facebook y Twitter; en dicho medio se dio a conocer la noticia el día 4 de septiembre de 2020. Este post de Facebook titulado “PROFESOR DANDO CLASES DESDE UN CIBER 
DIOS LO BENDIGA” cuenta con 190 comentarios y cerca de 2,700 veces compartido.
Reacciones en plataformas digitales de información y en redes sociales
De esas publicaciones se desprenden varios comentarios de los usuarios. Se puede leer en los comentarios de la noticia:
“Señor!!... mi admiración a usted, eso es vocación.
Ojalá y el del internet pueda condónarle o apoyarlo con el pago del servicio” (5 de septiembre de 2020). “A ver si los alumnos aprenden un poquito con este ejemplo hay niños que tienen computadora tablet teléfono y todavía no quieren estudiar” (5 de septiembre de 2020).
“Que tristeza, el estado debería velar para que sus docentes estén bien equipados, sin importar si es colegio oficial o no” (4 de septiembre de 2020).
“Felicidades, es digno de admirarlo, porque son pocos los maestros que tienen esa vocación interés de enseñar. Dios recompensa su trabajo. Bueno sería que todos los maestros hicieran o tuvieran ese mismo deseo el país sería mejor. En cambio hay otros que ni siquiera contestan un correo electrónico, teniendo la posibilidad de hacerlo y con la tecnología al alcance. Solo se preocupan que en recibir sus salarios mensualmente, pero el aprendizaje de los niños no es de importancia para ellos” (8 de septiembre de 2020).
Aunque los comentarios de apoyo eran la mayoría, también podían leerse comentarios que hacían burla o destacaban que no había ningún mérito en lo que mostraba la fotografía, tal como se puede observar en los siguientes comentarios:
“Pobrecito no le alcanza para contratar internet en su casa...jajajaja” (4 de septiembre de 2020).
“Es su trabajo debe hacerlo” (4 de septiembre de 2020).
“con el sueldo que tienen les alcanza muy bien. Pero la mayoría prefiere chelas...” (4 de septiembre de 2020).
“si pues que llo sepa se les paga y muy bien mucho más de lo que merecen ya quisieran muchos objetos que si trabajan hasta más de ocho horas al día y no como los maestros y esos otros si ganan miceros salarios” (5 de septiembre de 2020).
Este tipo de comentarios tenían múltiples respuestas y eran mencionados en mensajes subsecuentes:
“Leer comentarios burlándose, escribiendo sandeces, me da la razón al deducir que lo que sufre actualmente Tehuacán en diferentes ámbitos es directamente proporcional al gobierno que ‘tenemos’, y que merecemos, pinche gente retrograda, me imagino que aquellos que ofenden no tienen idea de lo que es tener amistades y familiares que dedican su vida a la enseñanza y son facilitadores del aprendizaje, claro ustedes, los que ofenden, no van a entender absolutamente nada porqué es difícil que sus neuronas hagan sinapsis, quiero decir, que les suba agua al tinaco para que comprendan, son realmente ignorantes y por eso siempre van a quedarse ahí, sumergidos en su pobreza, y no me refiero a la falta de economía...” (4 de septiembre de 2020).
“no amigo muchos maestr@s están sin sueldo aún, no en todos los estados es lo mismo algunos llevan quincenas atrasadas desde que empezó la pandemia” (4 de septiembre de 2020).
“no le veo porque la burla de jajaja. No sabemos si el maestro en donde viva tenga los servicios. Hay localidades o comunidades donde no hay servicios. Es un ejemplo de amor a su profesión” (4 de septiembre de 2020).
“obvio no le alcanza, y se esfuerza por dar sus clases porque tal vez es el único sustento que tiene para sobrevivir, pero si ahuevo, eso es darlo todo, el profesor es una persona adulta que por su edad está poniendo en riesgo su vida por salir a dar clases”(5 de septiembre de 2020).
El día 7 de septiembre se sigue comentando en otras redes como en Twitter, y un influencer llamado Chumel Torres asegura que se ofrece a comprarle una computadora e invita a varias marcas de internet móvil a patrocinar al profesor. En una actualización del día 11 de septiembre, se asegura que se le dio una cooperación al profesor para que pudiera contar con los instrumentos para la enseñanza. En esa nota se aclara que el profesor enseña y acude al cibercafé en el Estado de México. Sin embargo, al final sólo existe otra fotografía de una usuaria de Twitter que oculta la cara del profesor, donde en un comentario se afirma que la donación fue realizada, mencionando que el profesor no quiso revelar su nombre ni ubicación. Después de lo anterior, no hay ningún medio que haya retomado la nota sobre el profesor para conocer su opinión al respecto o conocer más sobre su situación laboral.
Las personas que comentan en las plataformas muestran ciertas cuestiones. En primer lugar, los comentarios presentan sesgos de la realidad, tal como en el primer caso, que promueven la circulación de ciertas narrativas y estereotipos. En este caso, la mayoría de los comentarios derivados de la fotografía y de las noticias que la retoman, denotan un “sentir favorable” que apoya el trabajo del docente y su compromiso con sus quehaceres cotidianos. Lo que contrasta con algunos comentarios negativos sobre la burla a la precariedad y a las limitaciones sobre la conectividad, la compra de los equipos de cómputo o complementos que el profesorado en México se ha enfrentado durante el periodo de la enseñanza remota causada por el confinamiento. Se reitera que la construcción de las narrativas y percepciones tiene un sesgo, en este caso, un sesgo de clase que por un lado romantiza la falta de recursos y su arreglo paliativo a través de una colecta, y por el otro lado una mofa a la precariedad del día a día. Finalmente, aquellos comentarios que debaten sobre la burla realizada a las condiciones laborales del profesorado.
Segundo, los medios que compartieron la noticia muestran imprecisiones sobre el lugar donde fue tomada la fotografía: mientras unos ubicaban al profesor en Tehuacán, Puebla, otros en Veracruz o en el Estado de México. Esta fotografía compartida múltiples veces y que llegó a ser viral, presenta fragmentos inconexos de una realidad compleja que, más allá de explorarse, queda sólo como una narrativa de superación personal, en vez de la situación difícil que un gremio ha pasado durante el confinamiento producto de la crisis sanitaria en México.
En tercer lugar, en este caso particular se coincide con Berger y Milkman (2012), quienes afirman que los contenidos de emociones positivas son más virales, en este caso se presentaba continuamente el apelativo “héroe sin capa” para referirse al profesor y se habló en múltiples comentarios sobre el compromiso expresado por el docente. Encontramos, sin embargo, que los comentarios negativos y los insultos se mantenían en reiteradas ocasiones, no importando qué tan positivo fuera el ángulo de la noticia. Pueden ubicarse varias cuentas de usuarios que se dedican a comentar negativamente y que son considerados trolls, que más allá de pensarlo como un problema individual, es un rasgo social extendido en la comunicación en redes sociales, a decir de Foa y Reynares (2019).
[...] Afecta una parte central de la construccion del lazo social en los diversos ambitos de interaccion humana y, los variados modos en que nos vinculamos mediante las redes sociales emergen como uno de sus flancos mas visibles. El fenomeno de los trolls [...] pone de relieve un aspecto agresivo y segregativo en las dinamicas de los nuevos medios de comunicacion que, lejos de ser accesorio, constituye como veremos el nucleo de su constitucion subjetiva (2019: 286).
Como en el caso de la profesora, se puede apreciar que las narrativas producto de ciertos mensajes se dan en condiciones como el anonimato, la inmediatez, así como la viralización, lo que fomenta en ambos casos formas de comunicación discriminatorias, y en ocasiones violentas.
En este caso particular, a pesar de la viralidad manifestada por las miles de veces que se compartió la imagen, no se conoció la identidad del profesor. Al contrario que en el caso de la profesora, no se manifestó en noticias subsecuentes si tuvo incidencia en su práctica docente. De forma tangencial, en post que retomaban la noticia se mencionaron temas referentes a las condiciones laborales del profesorado y, en particular, las brechas digitales y desigualdades sociales existentes en México.
Conclusión
El oficio de las y los docentes a raíz de esta pandemia se ha complejizado y ha develado ciertas problemáticas que si bien no son novedosas, se han exacerbado. A decir de la UNESCO, la pandemia por Covid-19 sumó retos a los no resueltos en materia de educación en varios países de América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO, 2020).
Aunado a ello, se puede observar cada vez con más frecuencia situaciones donde las noticias, los videos, las fotografías o los memes del profesorado se convierten en un producto de consumo tanto informativo como de entretenimiento. La categoría de profesorado viral nos permite dilucidar este proceso.
Lo que llamamos profesorado viral refiere a aquellos que son grabados únicamente en su práctica docente para exponer algún punto de la misma. Lo que proponemos es mirar más allá de los estereotipos y analizar críticamente las narrativas y las representaciones que han surgido cotidianamente en los espacios de enseñanza remota durante el contexto de la pandemia. Habrá que observar cómo la interacción entre el estudiantado y el profesorado ha cambiado, ya que antes, a pesar de que las cátedras no eran espacios cerrados para el diálogo y la crítica, no se siguen los mismos patrones en la virtualidad.
Al escoger los casos de análisis, nos distanciamos de las prácticas que han sido grabadas con fines de exponer comentarios sexistas, misóginos y clasistas que ya en sí mismos implican una conducta violenta del profesorado o contra el profesorado.
En los casos seleccionados observamos que no hay consentimiento expreso de los docentes para compartir sus imágenes y videos en las redes sociales o en las plataformas digitales de información. Sin embargo, estos circularon masivamente en distintos medios, generando múltiples vistas (views) y que se compartiera dicho material.
En ambos casos se evidencian narrativas y representaciones estereotipadas y dicotómicas sobre el profesorado. En el caso de la profesora del Tecnológico de Baja California, puede observarse en el video un intento por exponerla en su práctica por parte de algunos estudiantes, al acusarla de no ser empática con la situación actual. Al mismo tiempo, cuando el suceso se viralizó, la profesora obtuvo apoyo de un gran número de personas. En el caso del profesor del Estado de México, sólo se muestra una fotografía de él impartido clase en el cibercafé, lo que lo llevó a tener muestras de apoyo, pero también algunas burlas por su condición precaria.
En estos ejemplos se despliegan comentarios que no dan cuenta de la situación que atraviesan las y los profesores y sólo reflejan visiones parciales o distorsionadas que condicionan muchas veces la práctica docente.
Escribimos esta reflexión desde una perspectiva situada en la que experimentamos los efectos de esta enseñanza remota, el cuidado de los gestos, la autocensura, algunos miedos y también las limitaciones materiales que se viven en países de nuestra región -dificultad en la conectividad, falta de licencias de software, carencias económicas y tecnológicas del estudiantado, por mencionar algunas.
El análisis de las plataformas digitales de información y las redes sociales es obligado en un momento en que la labor docente se ha trasladado al ámbito remoto. En el corto plazo no hay vuelta atrás, es decir, hay que plantearnos las discusiones sobre cómo adaptarnos a esta nueva normalidad (modelos remotos e híbridos) en el ámbito educativo. Más allá de quedarnos con esos momentos virales que expresan una narrativa transmedia, debemos comprometernos a hacer análisis constantes de las implicaciones de convertirse en una persona pública, combatir las prácticas discriminatorias y reflexionar sobre la disputa por la protección de datos personales.
