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Revista mexicana de ciencias forestales

Print version ISSN 2007-1132

Rev. mex. de cienc. forestales vol.5 n.24 México Jul./Aug. 2014

 

Artículo

 

Productos maderables y no maderables de tres especies del sureste de México

 

Wood and non-wood products of three species of southeast Mexico

 

María Leonor Román Miranda1, Agustín Gallegos Rodríguez1, Antonio Mora Santacruz1, Magaly Sánchez Durán1, Gerardo A. González Cueva1 y Efrén Hernández Álvarez1

 

1 Departamento de Producción Forestal. Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. Universidad de Guadalajara. Correo. e: romanmarleo@yahoo.com

 

Fecha de recepción: 21 de abril de 2014;
Fecha de aceptación: 23 de junio de 2014.

 

RESUMEN

Los ecosistemas forestales no solo representan belleza escénica, sino que además son proveedores de bienes y servicios que se pierden con la deforestación. El objetivo de este estudio fue identificar la diversidad de usos, distribución ecológica y fenología de Brosimum alicastrum, Metopium brownei y Piscidia piscipula en el sureste de México. Se realizó un análisis de los datos del Inventario Nacional Forestal y de Suelos, revisiones bibliográficas, consulta de ejemplares en tres herbarios del país y recorridos de campo en algunos ejidos de Campeche y Quintana Roo. Los resultados indicaron la presencia de las tres especies que coexisten en el trópico húmedo y trópico seco en selvas altas, mediana subperennifolias, subcaducifolias y bajas caducifolias; el inventario evidenció la presencia de P. piscipula en 2 218 conglomerados, con 27 750 individuos; M. brownei en 1 586, con 14 482 y B. alicastrum; en 958, con 5 770 individuos. Los usos maderables incluyen aserrío, artesanías y construcciones rurales. Los productos no maderables de B. alicastrum y P. piscipula corresponden a forraje para animales domésticos y fauna silvestre; se les utiliza en medicina tradicional, como ornamentales y para la apicultura. La fenología varía según el tipo de vegetación: M. brownei y P. piscipula son caducifolias en la época seca, y su floración es de enero a mayo; la fructificación ocurre a partir de abril, para los tres taxa. Se concluye que por su distribución ecológica, abundancia y diversidad de usos, las especies estudiadas representan un recurso valioso para las comunidades rurales.

Palabras clave: Especies nativas tropicales, Brosimum alicastrum Sw., fenología, Metopium brownei (Jacq.) Urb., Piscidia piscipula (L.) Sarg., recursos forestales.

 

ABSTRACT

Forest ecosystems do not only represent beautiful scenery, but they also provide goods and services that are lost with deforestation. The aim of this study was to identify the diversity of use, ecological distribution and phenology of Brosimum alicastrum, Metopium brownei and Piscidia piscipula at southeast Mexico. A data analysis of the National Soil and Forest Inventory was made, in addition to bibliographic reviews, a review of samples from three national herbaria and field trips in some ejidos of Campeche and Quintana Roo states. Results showed the presence of three species in the humid tropic and in the dry tropic, in high tropical forests, medium subevergreen, subdeciduos and low deciduos forests; the inventory showed the presence of P. piscipula in 2 218 conglomerates and 27 750 individuals; M. brownei in 1 586, with 14 482 plants and B. alicastrum in 958, with 5 770. Woody uses include lumber, handicrafts and rural buildings. Non-wood products of B. alicastrum and P. piscipula are used as forage for domestic animals and wildlife, as well as traditional medicine, ornaments and apiculture. Phenology varies according to the type of vegetation: M. brownei and P. piscipula are deciduous in the dry season; flowering occurs from January to May; fructification starts in April for the three taxa. It is concluded that from its ecological distribution, abundance and use diversity, the studied species are a valuable resource for rural communities.

Key words: Tropical native species, Brosimum alicastrum Sw., phenology, Metopium brownei (Jacq.) Urb., Piscidia piscipula (L.) Sarg., forest resources.

 

INTRODUCCIÓN

Los bosques tropicales son de los más diversos en términos de riqueza y abundancia de flora y fauna; constituyen una fuente valiosa de servicios ambientales como captura de carbono, control de la erosión de los suelos, protección de cuencas hidrológicas y conservación de la biodiversidad; también son el hábitat de comunidades campesinas o grupos indígenas que obtienen su sustento de plantas y animales que albergan; sin embargo, la vegetación está fragmentada por varios factores, entre ellos las actividades humanas (Balvanera, 2012; Palacios et al, 2014; Ruiz et al, 2007).

Desde tiempos ancestrales y en todo el mundo existe el interés por saber cuáles son los beneficios que proporcionan las plantas; así, los estudios de Miranda y Hernández (1963), Rzedowski (1994) y Pennington y Sarukhán (2005) indicaron la importancia de conocer la flora que componen los diferentes ecosistemas. Niembro (1990), Toledo et al. (1995), Moreno y Paradowska (2009) y Zamora et al. (2009) realizaron trabajos sobre la utilidad de diferentes especies. Respecto a la estructura y composición arbórea han sido efectuados por Gutiérrez et al. (2011), Dzib et al. (2014), López et al. (2014), entre otros.

La diversidad cultural y biológica en los distintos tipos de vegetación del país son una fortaleza del capital social y natural, para el manejo sostenible de los recursos que proporcionan. Sin embargo, sus beneficios van más allá de una región en particular, ya que, uno de ellos, los bosques, son generadores de servicios ambientales útiles para la humanidad y constituyen una fuente de productos: los maderables y no maderables (Ruiz et al, 2007; Burbano, 2013).

Entre las especies maderables, la caoba (Swietenia macrophylla King) y el cedro rojo (Cedrela odorata L.) (Carreón, 2013; Negreros y Mize, 2013; Orantes et al, 2013) tienen más de un siglo de ser aprovechados intensamente (Vester y Navarro, 2011), lo que aunado a los desastres naturales y a la deforestación por cambio de uso de suelo han propiciado una severa disminución de sus poblaciones naturales, y consecuentemente, escasez en los mercados (Santos y González, 2013). Ante este panorama, la segunda especie, Cedrela odorata, ha sido incluida en la Norma Oficial Mexicana, NOM-059-SEMARNAT-2010 (Semarnat, 2010) e instituciones como la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT), (ITTO por sus siglas en inglés) ha orientado su interés por estudiar y caracterizar otras alternativas de especies tropicales maderables.

Los productos forestales no maderables (PFNM) cumplen un papel crucial en la vida diaria de las comunidades locales pues son fuente de insumos como alimento, forraje, fertilizante, energía, medicina, aceite, resina, goma y material de construcción, entre otros bienes (FAO, 1995; Orantes et al, 2013).

No obstante, la riqueza que se tiene en las zonas tropicales, su conservación está amenazada, dado que en ellos habitan personas en extrema pobreza, por lo que fraccionan estos territorios para atender sus mínimas necesidades de subsistencia (Ochoa et al., 2007) y propician una severa deforestación. Al respecto, López et al. (2014) señalan que las selvas de Chiapas exhiben una intensa pérdida de vegetación arbórea y que en la actualidad solo quedan fragmentos de la original.

La deforestación no solo implica la falta de belleza escénica, sino que, además, representa la desaparición de especies forestales que no han sido debidamente estudiadas y que pueden ser la fuente de principios activos para la industria farmacéutica, el aporte de néctar y polen para la apicultura, o recursos genéticos para mejorar las especies vegetales ya domesticadas, así como, la reducción de los servicios ambientales que generan los ecosistemas.

Por lo anterior, los objetivos del presente estudio fueron identificar la distribución ecológica, diversidad de usos y algunos aspectos de la fenología de Brosimum alicastrum Sw., Metopium brownei (Jacq.) Urb. y Piscidia piscipula (L.) Sarg.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Ubicación geográfica

La zona de estudio comprendió las entidades federativas de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, que forman parte de Mesoamérica (Plan Puebla-Panamá) (Figura 1). Ocupa una superficie aproximada de 500 000 km2 y se localiza en las coordenadas geográficas 14° 32' - 22° 28' N y 102° 10' - 86° 44' O.

Los climas que predominan, según la clasificación de Köppen con las modificaciones de García (1988), son cálidos húmedos con lluvias todo el año, (Af), cálidos húmedos con lluvias intensas en verano y con pocos meses secos (Am), y cálidos subhúmedos con lluvias en verano (Aw0, Aw1 y Aw2); con temperatura media anual de 18 a 35 °C y precipitación pluvial anual de 1 200 hasta 4 000 mm. Sin embargo, dentro del área también se presentan los climas secos cálidos (BS0h y BS1h), con precipitación pluvial menor a 500 mm y temperatura media anual de 27 °C.

Los tipos de vegetación que ocupan mayor superficie son las Selvas Medianas Subperennifolias, y Subcaducifolias y en pequeñas áreas la Selva Alta Perennifolia (Miranda y Hernández, 1963). También se desarrollan Selvas Bajas Caducifolias, Manglares, Dunas Costeras, Vegetación Secundaria y Acahuales.

Los tipos de suelos que predominan son Rendzina, Litosol, Glysoles y Regosol.

Se hizo la sobreposición de la base de datos del Inventario Nacional Forestal y de Suelos 2004-2009 (conglomerados) (Conafor, 2012), con los mapas de las Unidades de Manejo Forestal (Umafores) de los nueve estados que comprendió el trabajo. Posteriormente se seleccionaron de Campeche y Quintana Roo por reunir mayor número de especies.

Se realizaron recorridos de campo para verificar la presencia o ausencia de los taxa de interés en 72 sitios de muestreo, en los ejidos de Pich, El Naranjal, Xbacab, del estado de Campeche; y Xmab, Caobas y Carrillo Puerto de Quintana Roo. Para conocer el aprovechamiento forestal se realizó un foro de consulta Petcacab, Quintana Roo, en el que participaron productores forestales, prestadores de servicios técnicos forestales, funcionarios del gobierno estatal y federal e industriales de la madera.

Se llevaron a cabo revisiones bibliográficas y entrevistas a los productores en los ejidos antes citados, sobre otros usos de las plantas de estudio. La información se complementó con los datos procedentes de los herbarios MEXU, de la Universidad Nacional Autónoma de México; XAL, del Instituto de Ecología de Xalapa e (IBUG del Instituto de Botánica y Zoología de la Universidad de Guadalajara.

A partir de las etiquetas de los ejemplares de herbario se obtuvo la altitud, tipos de vegetación, localidad y, en algunas de ellas, los usos en el medio rural. Con la fecha de colecta y la presencia de flor o fruto se elaboró un calendario sobre la floración y fructificación. Se revisaron alrededor de 900 ejemplares de los tres herbarios, en su mayoría de los estados de Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Yucatán y Chiapas. La caducidad de las hojas se basó en citas bibliográficas.

El análisis dasométrico se hizo con base en los datos del Inventario Nacional Forestal y de Suelos. Las unidades de muestreo (conglomerados) se ubicaron en las Unidades de Manejo Forestal (Umafores) (Cuadro 1), mismas que se definen en el Artículo 112 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable de 2002, como "El territorio cuyas condiciones físicas, ambientales, sociales y económicas guardan cierta similitud para fines de ordenación, manejo forestal sustentable y conservación de los recursos."

El criterio fue seleccionar la Umafor con mayor abundancia de B. alicastrum, M. brownei y P. piscipula.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Distribución de las especies

Los tres taxa presentan una amplia distribución ecológica, tanto en el trópico húmedo, como en el trópico seco; forman parte de las selvas altas perennifolias, medianas subperennifolias, subcaducifolias y bajas caducifolias. En el Cuadro 2 se ordenan los tipos de vegetación y los datos de altitud registrados en las etiquetas en los ejemplares de los herbarios consultados. La distribución altitudinal va de 12 a 640 m, para B. alicastrum; de 0 a 450 m para M brownei; y de 0 a 1 180 m para P. piscipula. Es importante señalar que esos datos corresponden a los sitios de colecta, lo cual no implica que se puedan localizar en otras alturas.

Meiners et al. (2009) y Palacios et al. (2014) consignan que B. alicastrum, es muy abundante en la selva mediana subcaducifolia; Pennington y Sarukhán (2005) indicaron que también es dominante de las selvas de México, con una distribución en el Golfo de México a lo largo de la Sierra Madre Oriental y Sierra de Chiapas; a una altura de hasta 600 msnm; en la vertiente del Pacífico se presenta desde el sur de Sinaloa hasta Chiapas, en altitudes de 800 m, aunque Meiners et al. (2009) citan que el intervalo altitudinal de B. alicastrum va de 0 a 1 000 m.

Piscidia piscipula se distribuye tanto en el Golfo de México como en el Pacífico, desde Jalisco hasta Chiapas; M. brownei es la única que solo se localiza en la vertiente del Golfo, tal como lo registraron Pennington y Sarukhán (2005); sin embargo, crece en varios tipos de vegetación y es dominante en sitios conocidos como "chechenales", tal como lo señalan Valdez y Alexander (2011), quienes confirman que esta especie se desarrolla en la selva alta subperennifolia, mediana subperennifolia y mediana subcaducifolia junto con B. alicastrum. P. piscipula tuvo el intervalo altitudinal mayor, en un bosque de encino, aunque se le asocia con mayor frecuencia con selvas bajas caducifolias, altas perennifolias, medianas perennifolias, subperennifolias y subcaducifolias. Lo anterior coincide con lo observado por Palacios et al. (2014) y es muy abundante en vegetación secundaria derivada del sistema roza, tumba y quema, actividad frecuente en la zona de estudio.

En las selvas tropicales intervenidas por el sistema de agricultura migratoria en la Península de Yucatán se establecen especies de alto valor económico como tzalam [Lysiloma latisiliquum (L.) Benth.], jabín (Piscidia piscipula), ramón (Brosimum alicastrum), chechem (Metopium brownei), granadillo (Platymiscium yucatanum Standl.), chacah (Bursera simaruba (L.) Sarg.) y guayacán (Guaiacum sanctum L.) (Rebollar et al., 2002). Esto confirma su distribución desde masas puras de vegetación hasta sitios fragmentados de selvas. Dzib et al. (2014) registraron que Piscidia piscipula, Lonchocarpus xuul Lundell, L. latisiliquum, B. simaruba y Vitex gaumeri Greenm. tuvieron el mayor número de individuos en la selva baja caducifolia y la selva mediana subcaducifolia, en Campeche. Asimismo, en Quintana Roo, P. piscipula es uno de los árboles de amplia distribución en el estado de acuerdo a Duno de Stefano et al. (2011). Valdez y Alexander (2011) registran a este taxón como muy abundante en la vegetación secundaria.

 

Análisis de los datos del Inventario Nacional Forestal y de Suelos 2004-2009

Se revisaron 7 800 conglomerados para todas las especies en estudio, en 33.5 % una de las de interés, B. alicastrum, se localizó en 958 conglomerados, M. brownei en 1 586 y P. piscipula en 2 218, con un total de 5 770, 14 482 y 27 750 individuos, respectivamente. Aunque todas tienen una distribución muy amplia en Quintana Roo (Cuadro 3), en Guerrero, Chiapas y Puebla ninguna de ellas fue identificada en alguno de los conglomerados.

Quintana Roo contó con el mayor número de individuos de las tres especies (Cuadro 3). En el Cuadro 4 se observa que la Umafor 2304 tuvo una abundancia superior para M. brownei y B. alicastrum, ambas presentes en 418 conglomerados, M. brownei con 4 429 individuos; y 130 conglomerados para B. alicastrum con 947 individuos. P. piscipula estuvo mejor representada en la Umafor 2306, en 135 conglomerados.

Las clases diamétricas de B. alicastrum se indican en la Figura 2. La forma de distribución es una J invertida, lo que muestra buena regeneración natural, con el mayor número de individuos en la primera clase (7.50-12.49 cm). Sin embargo, se reconocen individuos con diámetros mayores; estos resultados coinciden con los de López et al. (2014) en un estudio sobre la estructura en bosques secundarios en tres regiones de Chiapas (valle, colina y ladera), donde los mayores diámetros se registraron en el valle y la colina, lo que responde, probablemente, a su uso múltiple, sobre todo como fuente de forraje para la ganadería y que es muy apreciado por los productores, razón por la cual regularmente la conservan en sus sistemas de producción.

La estructura diamétrica para M. brownei presenta una distribución en forma de J invertida, en la que se concentran los individuos en la primera clase, lo que coincide con los resultados que de Vester y Navarro (2007) quienes ubican altas densidades en clases diamétricas menores a 30 cm, en los ejidos de Cacao, Nuevo Bécal y Tres Reyes de Quintana Roo. La reducción del número de individuos en las siguientes clases probablemente obedece a que los productores la utilizan en el medio rural para diversos fines entre ellos: leña (para obtener ceniza), mangos para implementos agrícolas y construcciones rurales (Figura 3).

P. piscipula muestra un mayor número de ejemplares en la clase de 7.50-12.49 cm, y en las siguientes clases se reduce el número de especímenes en más de 50 %; es decir, aunque existen muchos árboles en la primera clase, no pasan a las categorías subsecuentes, probablemente por preferencia de los productores que la utilizan como postes para cercas, por la dureza de su madera y también es muy apreciada para leña (Quiroz y Cantú, 2012; Zamora et al, 2009); sin embargo, otros autores consignan diámetros más grandes para esta especie (Gutiérrez et al, 2013; Zamora et al, 2008) (Figura 4).

 

Uso maderable

Los usos de las tres especies son muy diversos, incluyen los maderables y no maderables; de los primeros, únicamente, para el estado de Quintana Roo se citan 22 especies que se aprovechan en forma comercial; entre ellas: M. brownei y P. piscipula (Vester y Navarro, 2007). Otros autores como Carreón (2013) señalan el uso maderable para las tres especies e indican que solo en un ejido de Quintana Roo, el volumen autorizado en el período de 2001 a 2007 incluyó a 16 taxa y destacan entre todas a M. brownei con 1 650 m3 r.

Balvanera (2012) hizo referencia al uso maderable de B. alicastrum y otras especies de maderas duras apreciadas por lo vistoso de sus colores. Meiners et al. (2009) mencionan que B. alicastrum tiene madera densa y de lento crecimiento, apta para utilizarse en los programas de bonos de carbono. Metopium brownei es la más importante para la producción de durmientes (Santos et al. s/f), Niembro (1990) y Pennington y Sarukhán (2005) indicaron que su madera es de excelente calidad y de veteado exótico; durable y muy resistente. Se emplea en muebles finos, gabinetes, carpintería y ebanistería, pisos de camiones, puertas y ventanas.

En su diagnóstico sobre los recursos forestales de Yucatán, Montañez et al. (2010) identificaron a 18 especies de las más utilizadas en las comunidades rurales, una de las cuales es P. piscipula, considerada como un taxón multipropósito; se usa para elaborar carbón, para construcciones rurales y, frecuentemente, como leña. Al respecto, Quiroz y Cantú (2012) registran para la región maya-yucateca 43 taxa vegetales empleadas como leña, entre ellas a M. bownei, para la obtención de ceniza y P. piscipula, esta última es preferida en festividades locales y para ciertos alimentos por su olor y sabor agradable que proporciona a los platillos regionales.

Adicionalmente, se consideró dar un valor agregado al uso maderable, por lo que para M. brownei se recomendó emplearlo en la fabricación de pisos como parquet y duela. Asimismo, en la literatura y en las etiquetas de herbario se documentan los usos para aserrío, construcción, aperos agrícolas, postes, leña, entre otros (Cuadro 5).

Referente a los recursos forestales no maderables sobresale destaca B. alicastrum, cuyo uso data desde la cultura maya, como recurso alimentario en época de escasez. Las hojas frescas y secas, los tallos tiernos y los frutos son muy apreciados como forraje tanto para animales domésticos como para fauna silvestre, tales como aves y mamíferos, uno de los cuales es el murciélago que actúa como agente dispersor de semillas. Orantes et al. (2013) registran su uso medicinal, forrajero y comestible; señalan que en Chiapas se le considera como árbol de uso múltiple y se recomienda para reforestación, restauración y plantaciones comerciales. Estos datos concuerdan con lo citado por Benítez et al. (2004) en el estado de Veracruz. Se le reconoce su importancia apícola, sobre todo, por la aportación de polen (Benítez et al, 2004; Román y Palma, 2007; Román et al, 2011). La semilla tostada se emplea como sustituto de café. Meiners et al. (2009) consignan que la corteza y el látex tienen aplicación en la medicina tradicional. Por su porte y belleza es una especie ornamental, en cercas vivas y como cortina rompevientos. Además, se utiliza para la recuperación de suelos degradados.

Metopium brownei se describe con propiedades medicinales en las etiquetas de herbario de colectas procedentes de Izamal y Chelem, Yucatán, donde el látex se usa para quitar verrugas. La manipulación de esta especie debe realizarse con mucho cuidado, ya que la resina cáustica que exuda es muy tóxica; provoca dolor de estómago, de cabeza y dermatitis. Lo anterior coincide con lo que Quintanilla y Arenas (2009) especifican respecto a que las reacciones a M. brownei pueden ser causadas por un compuesto químico llamado urushiol. Por su prolongada floración es una especie útil para la apicultura, actividad recurrente en la Península de Yucatán. Su miel es de excelente calidad para el mercado, lo que sugiere que en sus estructuras florales no hay sustancias tóxicas. Los frutos son consumidos por animales domésticos y de fauna silvestre, entre estos últimos las aves Psarocolius montezuma (Lesso, 1830) (Nava, 1994); y algunas especies de ungulados que consumen las hojas de M. brownei (González et al., 2008).

Piscidia piscipula es muy apreciada en la zona de estudio, por su utilidad y abundancia en acahuales y vegetación secundaria, además, se le atribuyen propiedades medicinales, mágico-religiosas y culinarias. La corteza contiene una substancia llamada piscidina (Niembro, 1990), que se utiliza como sedante, analgésico, antitusivo y narcótico. Es importante en la industria apícola por su prolongada floración (4 a 8 meses), se utiliza también como forraje, ornamental y como planta madrina para otras especies (Zamora et al., 2009) (Cuadro 6).

 

Fenología

La fenología puede resolver algunos problemas forestales y sienta las bases para entender la biología de la reproducción de las especies, la dinámica de las comunidades y la interacción planta-animal. Un factor importante en la fenología es la precipitación (Palacios et al., 2014); así B. alicastrum, en zonas húmedas es perennifolio, pero en áreas secas es semicaducifolio, ya que pierde parcialmente las hojas durante los primeros tres meses del año. Con base en la información curatorial, la floración se presenta en enero, marzo, agosto y septiembre en huertos familiares (HF), selvas medianas subcaducifolias (SMSc) y bajas caducifolias (SBC); y en noviembre en selvas medianas subperennifolias (SMSp). El fruto se manifiesta a partir de abril (SMSc) y en junio y julio en HF. Ochoa et al. (2008) indican que B. alicastrum florece en abril y mayo de forma diferente a lo anotado en las etiquetas de herbario; sin embargo, coincide en la fructificación, la cual ocurre de febrero a julio, así como en diciembre (Cuadro 7).

M. brownei es caducifolio en la época de sequía (abril, mayo); las flores aparecen de marzo a mayo y los frutos maduran de mayo a octubre. Alfaro et al. (2010) confirman que este mismo período (mayo a octubre) es la etapa de floración. De acuerdo a las revisiones de los herbarios, esta etapa se inicia a partir de marzo; en abril, la formación del fruto que, alternativamente, presenta floración y fructificación en el mismo árbol, hasta mayo; en los meses siguientes se tiene solo la fructificación y en ocasiones hasta enero. Ochoa et al. (2008) citan que M. brownei florece en abril, mayo y junio y fructifica desde marzo hasta julio. La información contenida en las etiquetas de los herbarios indica que la fructificación coincide con lo indicado con estos autores, no así la floración que inicia en marzo en la mayoría de los tipos de vegetación.

Piscidia piscipula es caducifolia al inicio de la primavera; a partir de abril las flores empiezan a secarse y se produce el brote de las hojas. Las flores aparecen desde marzo en la mayoría de los tipos de vegetación hasta julio; sin embargo, Alfaro et al. (2010) describen un periodo de floración muy amplio, que comienza en febrero y concluye en noviembre, por lo que se le considera una de las especies de mayor importancia para la apicultura; en abril surgen tanto el fruto verde como el fruto maduro; en la selva mediana subperennifolia, esto inicia en julio y continúa hasta agosto, excepto en bosques de encino que ocurre en febrero, abril y junio (Cuadro 7).

 

CONCLUSIONES

Las especies en estudio están en el trópico húmedo y trópico seco, formando parte de los componentes de diversos tipos de vegetación de selvas.

B. alicastrum sobresale por ser un árbol de uso múltiple, tanto maderable como no maderable.

Piscidia piscipula y Metopium brownei son caducifolias en la época más seca del año, no así B. alicastrum que casi en todos los tipos de vegetación se comporta como perennifolio. La floración en las dos primeras especies es prolongada, de ahí su importancia para la industria apícola.

Con base en los resultados anteriores, se enfatiza el valor de las especies estudiadas por su diversidad de usos, tanto maderables como no maderables, por lo que representan un recurso inapreciable para los habitantes de las comunidades rurales.

 

AGRADECIMIENTOS

A la ITTO, por el apoyo financiero al proyecto "Industrialización, Comercialización y Manejo Sostenible de Diez Especies Nativas Mexicanas". PD 385/05 Rev.4 (I, F) a la Conafor por el apoyo logístico y económico, en cursos y reuniones en la zona de estudio y a la Universidad de Guadalajara.

 

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