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vol.14 issue1Outlook of ejidos and agrarian communities in MéxicoRodolfo García Zamora (coord.) 2015. Megaminería, extractivismo y desarrollo económico en América Latina en el siglo XXI. Editorial Miguel Angel Porrúa. Universidad Autónoma de Zacatecas. ISBN-978-607 author indexsubject indexsearch form
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Agricultura, sociedad y desarrollo

Print version ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.14 n.1 Texcoco Jan./Mar. 2017

 

Artículos

Pluriempleo/pluriactividad: factor y consecuencia del cambio de ocupación del suelo en San Bernardino, Texcoco, México

Margarita Galán-Caballero1  * 

Miguel J. Escalona-Maurice1 

Rufino Vivar-Miranda1 

Vicente Espinosa-Hernández2 

M. Josefa Jiménez-Moreno1 

1 Programa de Desarrollo Rural, Colegio de Postgraduados. Km 36.5 Carretera México-Texcoco. Montecillo, Texcoco, Estado de México. 56230. México.

2 Programa de Edafología, Colegio de Postgraduados. Km 36.5 Carretera México-Texcoco. Montecillo, Texcoco, Estado de México. 56230. México.


Resumen:

El cambio de ocupación del suelo agrícola por urbano genera la pérdida de importantes zonas agrícolas, aumento de predios irregulares y la modificación de las actividades económico- productivas. El objetivo del estudio fue analizar el cambio de ocupación de suelo, de agrícola por urbano, en San Bernardino, Texcoco, y su relación con la pluriactividad (diversidad de actividades). La metodología contempla la observación etnográfica y la aplicación de encuestas a ejidatarios de la localidad. La detección de cambio espacial de uso de suelo del periodo 1996-2007 se realizó con las metodologías de Bosque y García (2001), Eastman (2001) y Martínez Vega (1989). El artículo presenta: 1) un análisis sociodemográfico, así como la pluriactividad encontrada; y 2) análisis territorial del cambio de Ocupación del suelo. Se concluye con una reflexión sobre los resultados encontrados, acerca de la relación que hay entre la pluriactividad y el cambio de ocupación del suelo; para el caso de la localidad de San Bernardino la relación es cíclica, donde la primera está actuando como factor y consecuencia; por otro lado se encuentra que la pluriactividad está dirigida al sector terciario y la zona agrícola presenta una pérdida de 4.41 ha por año.

Palabras clave: cambio de ocupación del suelo; ejidatarios; suelo agrícola y urbano

Abstract:

The change in land occupation from agricultural to urban generates the loss of important agricultural zones, an increase in irregular properties and the change in economic-productive activities. The objective of this study was to analyze the change of land occupation, from agricultural to urban, in San Bernardino, Texcoco, and its relationship with pluriactivity (diversity of activities). The methodology contemplates ethnographic observation and the application of surveys to ejidatarios in the locality. The detection of spatial change of land use from 1996 to 2007 was carried out with the methodologies by Bosque (2001), Eastman (2001) and Martínez (1989). The article presents: 1) sociodemographic analysis, as well as the pluriactivity found; and 2) territorial analysis of the change in land occupation. It concludes with a reflection regarding the results found, about the relationship there are between pluriactivity and the change in land occupation. For the case of the locality of San Bernardino, the relationship is cyclical, where the first is acting as factor and consequence; on the other hand, it is found that pluriactivity is directed towards the tertiary sector and the agricultural zone presents a loss of 4.41 ha per year.

Keywords: change of land occupation; ejidatarios; agricultural and urban land

Introducción

El avance de la mancha urbana es un proceso que ha cobrado importancia en muchos lugares del país; tal es el caso de la ciudad de Texcoco de Mora y sus localidades, que tienen una rápida expansión urbana a partir de 1970, debido a que durante la década de 1960 a 1970 en el Distrito Federal se produce un incremento en la densidad poblacional, lo que ocasiona que la ciudad se expanda sobre el Estado de México, trayendo como principal característica la transformación de predios agrícolas en terrenos destinados para uso urbano.

El continuo crecimiento de poblaciones urbanas genera mayor presión en la conversión de tierras en varios niveles: de 1980 a 2010, casi 50 % de los estados redujeron su población rural, la mayor parte migrando a centros urbanos con economías fuertes (Bonilla et al., 2012), lo que sin duda provoca una urbanización acelerada en las entidades del país, originando un proceso continuo dinámico no regulado (Pérez García, 2015)

En muchas partes del país la incorporación de las áreas agrícolas al medio urbano se está dando principalmente a través de la venta legal o ilegal de terrenos, sobre todo en zonas aledañas a las ciudades; tal es el caso de San Bernardino, localidad perteneciente al municipio de Texcoco, la cual desde su fundación fue considerada como una comunidad agrícola, pues sus habitantes se dedicaban exclusivamente a trabajos agrícolas, como jornaleros, arrendatarios o aparceros de las haciendas de la región (RAN DF, Tomo 1, 2014); sin embargo, su cercanía a la periferia de la Ciudad de México la ha dejado expuesta a la expansión urbana descontrolada y sin planificación, trayendo en consecuencia un cambio acelerado de la ocupación del suelo agrícola por urbano, el cual es destinado principalmente para uso habitacional. Se presentan además múltiples cambios sociales, económicos y ambientales; sin embargo, el presente estudio se enfocó solo en la pluriactividad como uno de los cambios sociales y económicos importante que se está presentando en la localidad, ya que los ejidatarios no logran sobrevivir con lo que producen sus tierras, siendo insuficiente para su sostén económico. Por ello, recurren a la venta o renta de sus parcelas y al mismo tiempo a la venta de su trabajo, en muchos casos como jornaleros o en la informalidad. Salas Quintanal y González de la Fuente (2013), Salas Quintanal et al. (2011), Ruiz Rivera y Delgado Campos (2008) y Appendinni y Torres Manzura (2010) son algunos autores que hablan del cambio en la pluriactividad de los campesinos hacia el sector terciario.

Localización

San Bernardino está situado en el Municipio de Texcoco, Estado de México, en el Valle de México o Cuenca de México, al oriente del Lago de Texcoco, a 2 km al suroeste de la Universidad de Chapingo, a 3 km de la Ciudad de Texcoco de Mora, y a 36.5 km del Distrito Federal por la Carretera Federal México-Texcoco, a una altitud de 2245 m.

La localidad cuenta con 5667 habitantes, de los cuales 2778 son hombres y 2889 son mujeres; 47 habitantes hablan alguna lengua indígena, de los cuales 25 son hombres y 22 son mujeres (INEGI, 2010).

Metodología

Mediante el uso de ortofotos, escala 1:10000 del año 1996 y 2007, se realizó una restitución cartográfica para unificación de escalas. La ortofoto fue reducida por medio del software IDRISI 3.1 en el módulo de drisi-Reformat-Contract para reducción del tamaño de pixel, dos veces, entendiendo que la cartografía no se amplifica, solo se reduce (Campbell, 1983). De esta forma, el tamaño de pixel se unificó a dos metros en ambas ortofotos y la escala de trabajo se definió a 1:20000; finalmente, la escala de impresión es a 1:40000.

Se digitalizó la información de las ortofotos a través del programa QGIS 2.8 mediante la metodología de Pernía (1989) para fotoidentificar y digitalizar cuatro categorías temáticas que más destacan en el paisaje de la ocupación del suelo en la localidad: Zona Agrícola Ejidal, Zona Urbana, Compañía ALBAMEX, Límite original urbano del pueblo de San Bernardino (digitalizando 1996 y 2007). A cada segmento se le asignó un nombre, un identificador, un color y una descripción.

Posteriormente, por medio del software IDRISI 3.1 en el módulo de Series de tiempo/Crosstab, se obtuvo la matriz de cambios (Eastman, 2001; Bosque Sendra y García, 2001) para generar las áreas de transición donde se muestran las áreas estables, pérdidas y ganancias de los dos mapas de los años 1996 y 2007.

Al final de este procedimiento se calculó el área respectiva del periodo 1996-2007. Al concluir las operaciones se diseñó la maqueta cartográfica para construir los mapas dinámicos de ocupación del suelo (Martínez Vega, 1989) para la realización de los mapas finales.

Para conocer la pluriactividad que se está presentando en la localidad se realizó una encuesta que se determinó mediante un muestreo de tipo no probabilístico, ya que la elección de los encuestados no dependía de la probabilidad, sino de causas relacionadas con las características de la investigación. En este caso, basándose en el número total de ejidatarios, con datos del RAN, se cuenta con 183 ejidatarios; sin embargo, según datos obtenidos del informante clave, el Sr. F. Jesús C., el número real de ejidatarios es de 1281. Para el desarrollo de la investigación se utilizaron 128 ejidatarios en total y se aplicó la siguiente formula:

n=NpqN-1×D+pq

donde: n: tamaño de la muestra; N: tamaño de la población; p: probabilidad de éxito=0.5; q: probabilidad de fracaso=0.5; D=(B/z)2; y B: máximo error aceptable. D=(0.10/1.645)2=0.003695457; B=0.10; z: nivel de confianza 90 % -> z=1,645; reemplazando valores en la fórmula se tiene: n=44.

Se obtuvo una muestra total de 44 encuestas, las cuales constan de 40 reactivos con el objetivo de analizar la modificación económico-productiva (pluriactividad) que el cambio de ocupación de suelo agrícola a urbano ha generado en la comunidad, enfocándose principalmente a la actividad agrícola y el cambio que ha sufrido, así como a las actividades alternas que han surgido a raíz de dicho cambio. Se obtuvieron 1760 reactivos, los cuales se analizaron con el programa SPSS.

Resultados y Discusión

Análisis sociodemográfico

De acuerdo con las encuestas realizadas el análisis de datos indica que 90 % de los encuestados son de género masculino y 10 % femenino. La familia rural en San Bernardino aún conserva las características del modelo patrilineal2 (Giddens, 2010); es decir, los hijos varones son los que heredan o tienen más derechos que las hijas, a pesar de que la Ley Federal de la Reforma Agraria (LFR) de 1971 otorga igualdad de derechos a las mujeres. La edad promedio de los productores encuestados es de 68 años; el de menor edad tiene 40 y el de mayor edad 90, lo que deja ver el envejecimiento de los ejidatarios; visto desde el lado lucrativo están llegando al final de su edad productiva y, aunado a la disminución de los jóvenes en el sector agrícola, se traduce en un innegable abandono del campo.

Lo anterior implica además que los ejidatarios ya mayores no trabajan directamente su parcela, pues difícilmente pueden emprender innovaciones tecnológicas o implementar mejoramientos en sus prácticas agrícolas.

En este contexto, el aumento de la población en la localidad es un elemento importante que demanda zonas para vivienda. De acuerdo con datos del INEGI, para 1995 había 3544 habitantes y para 2010 aumentó a 5667, lo que muestra la presión demográfica interna que se presenta en la localidad.

Nivel de estudios de los Encuestados

De acuerdo con el INEGI (2010), el grado de escolaridad promedio de la población a nivel nacional es de 8.6 años, que equivale a un poco más del segundo año de secundaria, mientras que en el Estado de México el promedio es de 9.1, que equivale a un poco más de la secundaria terminada. Comparando los datos de INEGI (2010) y de los ejidatarios encuestados se encuentran en un promedio de 2.3 años de escolaridad, que equivale a un poco más de dos años de primaria, nivel que está muy por abajo del indicador nacional y del estatal.

Lo anterior explica por qué los ejidatarios tienen menos acceso a la información, lo que les ocasiona pérdida de oportunidades para el desarrollo y bienestar de su localidad y familia, ya que son más renuentes a la modernidad e innovación.

Pluriactividad

La pluriactividad es central en la definición del campesinado y fundamental para preservar el modo de vida campesino; sin embargo, ha tomado direcciones diferentes, ya que si bien la pluriactividad en este sector no es nueva, anteriormente la variedad de actividades se daba dentro del predio familiar o relacionado con éste. Si bien sigue prevaleciendo la pluriactividad (diversidad de actividades), actualmente está dirigiéndose principalmente al sector terciario en la venta informal de productos, dejando de lado y en algunos casos por completo al sector primario (agrícola, pecuario y forestal).

Hoy por hoy, lo que define a las economías rurales es la diversificación laboral. La diversificación tiene tres características centrales: por una parte se orienta sobre todo a actividades de comercio y servicios. En segundo lugar, las modalidades de la diversificación -comercial, de servicios, manufacturera- tienen cada vez menos que ver con las actividades locales y cada vez más con las características de los mercados regionales y microrregionales de trabajo. Por último, las economías locales dependen cada vez más de dos recursos: las transferencias externas públicas, es decir, los subsidios a la pobreza y las transferencias privadas, o sea, las remesas que envían los migrantes internos e internacionales a sus grupos domésticos (Appendini y Torres Mazuera, 2010).

Al analizar la modificación en las actividades económico productivas en la localidad de San Bernardino se coincide con lo planteado por Salas y González (2013) en que el trabajo asalariado se ha convertido en una fundamental, pero no única, fuente de ingresos; sin embargo, es notoria la importancia que han ido adquiriendo las actividades terciarias, dentro de las que destaca el comercio, en detrimento de las actividades primarias, sin dejar de lado que aún hay un pequeño porcentaje que continúan cultivando, principalmente para el consumo de sus animales.

Dicho panorama fue constatado con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2014), donde se muestra que los sectores de actividad económica que concentran al mayor número de personas ocupadas en el país son Comercio, con 8.7 millones; Transformación, con 7.6 millones; y Agricultura, con 5.7 millones. Estos tres sectores alcanzan 47.2 % del total de la población ocupada (Servicio Nacional del Empleo, 2014).

Con base en datos de la ENOE (2014), el ingreso promedio mensual (neto) de los ocupados es de $5141 pesos. Por sector de actividad, el ingreso promedio mensual de los trabajadores en el Extractivo, Educación, Salud y Gobierno son los más elevados, ($9972, $8110 y $8016, respectivamente). Los sectores con los ingresos promedio más bajos son los de Turismo, con $4391; el de Servicios Personales, con $3841; y el Agropecuario, con $2855.

En poblados aledaños a las ciudades es muy común observar que los terrenos agrícolas presenten una alta demanda por ser tierras urbanizables, debido principalmente a la insuficiencia de espacios en la ciudad para albergar a la población que llega a ella; tal es el caso de la localidad de San Bernardino, situación que ha ido consumiendo sus tierras agrícolas, propiciando cambios sociales, económicos y ambientales en ella.

Dentro de los cambios socio-económicos se presenta una incertidumbre para generaciones futuras, como la falta del recurso suelo y los beneficios (económicos) que de éste se obtienen, así como por el fin del trabajo agrícola para ellos y sus familias, provocando sin duda el cambio de ocupación en las actividades económico-productivas y la migración campo-ciudad, la cual no necesariamente está dada por el cambio de domicilio o residencia, sino que se llega a ocupar el domicilio prácticamente como lugar para dormir, y es en algunos casos donde las personas que desean seguir dentro de su comunidad recurren a la pluriactividad en zonas cercanas.

La práctica de varias actividades con frecuencia va acompañada de desplazamientos temporales. Estas migraciones son una estrategia para adaptarse al crecimiento económico moderno, ya que anteriormente las economías campesinas se basaron en la agricultura, pero han llegado a una situación de deterioro, por lo que hoy en día las familias campesinas dependen cada vez más de diversos ingresos que se obtienen de la pluriactividad, es decir, de la combinación de diferentes actividades ajenas a la agricultura.

Actividad principal

A través del tiempo, en México se ha dado paulatinamente el cambio de una sociedad agraria a una sociedad urbana, donde la actividad agrícola no sólo coexiste con otras actividades económicas, sino que ha dejado de ser la actividad predominante, en términos del número de integrantes de la familia involucrados en esta rama, así como en el aumento en la generación de ingresos no agrícolas dentro de las familias (Figura 1).

Fuente: elaboración propia con datos tomados de INEGI (2010) y datos obtenidos por medio de la encuesta realizada en campo (MGC/2014).

Figura 1 Ocupación por sectores en el Estado de México. 

En la localidad de San Bernardino, el cambio de una sociedad rural a urbana se confirma con los datos obtenidos en campo, donde 27.26 % de los ejidatarios encuestados obtiene su principal fuente de ingresos desarrollando su actividad principal en el sector primario, otro 20.45 % en el secundario, y 52.29 % en el terciario.

Actividades complementarias

La situación que viven los ejidatarios de San Bernardino es muy difícil; sin embargo, quienes se resisten a dejar sus tierras buscan otras formas de subsistir, por lo que recurren a desempeñar varias actividades que complementen su ingreso familiar. La mayoría combina actividades dentro y fuera del predio familiar, es decir, son hogares pluriactivos. Es importante mencionar que no han perdido del todo su función como Unidad Económica Familiar.

Los datos obtenidos de la investigación indican que 86.36 % de los ejidatarios realizan varias actividades y sólo 16.64 % se desempeña en una única actividad.

Del total de las respuestas obtenidas, 54.54 % mencionaron que además de su actividad principal también desempeñan una actividad complementaria en el sector primario, 6.82 % en el secundario y 22.72 % en el terciario.

Para complementar su ingreso familiar algunos deben emplearse en una segunda actividad, por lo que 22.27 % se ocupa en el sector primario, 4.54 % en el secundario y 9.09 % en el terciario, mientras que 2.27 % tiene una tercera actividad dentro del primario.

Es necesario resaltar que el mayor porcentaje de los que realizan actividades complementarias son parte de la estadística del sector primario, lo cual se manifiesta porque son productores pecuarios y la necesidad de alimentar a su ganado los induce a desempeñar el rol mencionado; algunos con menos posibilidad de criar ganado destinan su pequeña producción a la manutención de sus animales de traspatio.

Asimismo, los ingresos que obtienen de estas actividades se muestran en el Cuadro 1 (de acuerdo con el salario mínimo de la Zona B, vigente a 2015):

SMV: Salario Mínimo Vigente al 2015 (DOF) Diario Oficial de la federación: Zona A 70.15: Zona B 60.45.

Cuadro 1 Ingreso por tipo de actividad de los participantes en el estudio. 

La pluriactividad es una estrategia que las familias han tenido que realizar con la finalidad de mejorar sus ingresos; es decir, entre mayor diversificación de actividades, más oportunidades de tener una mejor calidad de vida o reducir los niveles de pobreza. Los hogares de los ejidatarios encuestados recurren a la venta de su producción, venta de mano de obra o tienen un negocio pequeño, con lo que tratan de incrementar el ingreso familiar y mantenerse en una mejor posición.

Así pues, la pluriactividad en la comunidad de San Bernardino resulta ser real e implica una ruptura de la actividad única que desempeñaba la familia campesina; es decir, la actividad agraria ha dejado de ser la principal y la más importante, dando lugar así a uno de los más importantes efectos de las transformaciones en la sociedad local rural, la pluriactividad, y que además está siendo encaminada principalmente al sector terciario, desempeñando principalmente las actividades de taxista, albañil y comerciante.

Contribución no agrícola al ingreso familiar

La mitad del total de los ejidatarios encuestados manifestaron recibir apoyo económico de los miembros de su familia, con la finalidad de contribuir al ingreso familiar y estos realizan aportaciones mínimas de 1.49 SMV, máximo de hasta 6.45 SMV, y promedio de 2.80 SMV por día. Para obtener este ingreso se emplean en actividades ajenas a la agricultura y migran del campo a la ciudad; dicha migración suele ser temporal, ya que la ciudad carece de un mercado laboral que garantice a los pobladores rurales insertarse en este ámbito.

Asimismo, el hecho de habitar en el campo les permite mantener un estilo de vida menos caro en comparación con la ciudad.

El indicador de la Población Económicamente Activa (PEA) muestra la diversidad laboral que existe en familias campesinas y para determinar su tipo de ingreso se hizo la separación en ingreso agrícola y no agrícola; De acuerdo con datos del municipio, Texcoco tiene 90,460 habitantes, de los cuales 5.85 % son parte de la PEA agrícola y 94.15 % corresponden a la PEA no agrícola (Estadística Básica municipal del Estado de México, 2011).

Para San Bernardino, en el año 2000 la PEA era de 1755, de la cual 156 se encontraba en el sector primario, 588 en el secundario y 947 en el terciario3.

Por otra parte, 50 % de los ejidatarios respondió que sus hijos aportan al ingreso familiar, donde 13 % de las respuestas corresponden a una PEA agrícola, mientras que 77 % es de una PEA no agrícola, es decir, las actividades que desempeñan son, en su mayoría, totalmente ajenas a la agricultura o fuera de la unidad familiar; destacan la actividad de empleado y comerciante, con 29.54 %; albañil, 13.63 %, taxista, profesionista y otra actividad, 6.81 %.

La mano de obra familiar constituye un factor muy importante dentro de la producción agrícola; sin embargo en la localidad de San Bernardino las familias de los ejidatarios se caracterizan por incursionar en actividades no agropecuarias para emplearse en pequeños establecimientos comerciales o en la realización de oficios por su cuenta. Al respecto, la mayoría de los ejidatarios encuestados (90 %) manifestó no recibir ayuda de sus familiares para las actividades del campo.

Es importante destacar que sólo 13.63 % de los hijos de ejidatarios se dedican a la agricultura, lo que muestra la disminución de la participación de los jóvenes en el campo.

Se observa así un proceso de abandono en el campo, los jóvenes están renunciando a la transferencia del conocimiento de una generación a otra, le dan poca importancia al trabajo agrícola. De los datos obtenidos, 70.45 % de los encuestados manifestaron que sus hijos no les apoyan en las actividades del campo porque no saben y no están interesados en aprender; 45.45 % expresó que a sus hijos no les gusta trabajar en las actividades agrícolas, mientras que 40.90 % comentó que las labores de sus hijos no les dejan tiempo para ocuparse en las actividades del campo. Por otra parte, 6.82 % de los encuestados afirmó recibir ayuda de uno de sus hijos y 2.27 % de dos de ellos en las labores agrícolas.

Lo anterior se debe principalmente a que los hijos de los ejidatarios estudian y paradójicamente se ocupan en otra actividad, mientras que los no poseedores junto con sus hijos trabajan la tierra porque no tienen un índice escolar como para insertarse en el mercado laboral urbano, ni los medios de producción para generarse ese ingreso

El abandono del campo no sólo se ve reflejado en la indiferencia de los jóvenes por apoyar en las labores de éste. En el Cuadro 2, realizado con datos del Programa de Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO), se puede observar cómo la siembra ha disminuido considerablemente en la localidad de estudio; se muestra el número de beneficiarios que PROCAMPO ha apoyado desde 1995 hasta 2013, donde se puede observar una enorme disminución de apoyos, ya que para 1995 se apoyaba a 152 ejidatarios y para 2007 sólo eran 90, mientras que para 2013 disminuyó a 75.

Cuadro 2 Matriz de cambios en el periodo 1996-2007. 

Es importante mencionar que el PROCAMPO tiene como objetivo complementar el ingreso económico de los productores del campo mexicano para contribuir a su crecimiento económico individual y al del país, apoyo brindado para la producción de cultivos lícitos.

Con los datos de PROCAMPO se puede ver cómo el apoyo al campo en años anteriores era importante en la localidad, y en la actualidad la siembra ha disminuido de una forma considerable, reducción que va directamente ligada con la expansión urbana en las zonas agrícolas, ya que donde antes había cultivos de alfalfa, maíz y calabaza, por mencionar los más importantes que se llevaban a cabo en la localidad, ahora se ven principalmente casas habitación y en algunos terrenos hasta fábricas.

Análisis territorial del cambio de ocupación del suelo

De acuerdo con el proceso de análisis geográfico realizado entre dos mapas de fechas diferentes, 1996 y 2007, de la localidad de San Bernardino, Municipio de Texcoco, se calcularon las áreas de transición, áreas estables, pérdidas y ganancias, obteniéndose la matriz de cambios, con la ayuda del software IDRISI 3.1 en el módulo de Series de tiempo/Crosstab; los resultados se presentan a continuación.

El cambio de ocupación del suelo agrícola a urbano en la localidad estudiada se ha presentado de forma gradual, a un ritmo de 4.41 ha por año, que para el periodo 1996-2007 representa un total de 48.62 ha agrícolas, incorporadas a la zona urbana. (Cuadro 2).

La agricultura es considerada como una actividad fundamental en el medio rural; sin embargo, las dificultades a las que se enfrenta han generado la pérdida y el abandono de las tierras agrícolas.

Para los cultivos en la comunidad de San Bernardino se maneja el sistema de riego, y gracias a éste la actividad agrícola se ha mantenido vigente, aunque en menor proporción. De los ejidatarios encuestados, 61.36 % manifestó que aún cultiva sus tierras, mientras que 38.64 % dijo ya no cultivar. Predominan la alfalfa, maíz, calabaza, frijol, cilantro y zanahoria. Por otra parte, los ejidatarios que aún conservan sus tierras, pero que han dejado de lado los cultivos, manifestaron haber cambiado la actividad agrícola por otra, en la que destaca la renta de parcelas ejidales.

El cambio de ocupación del suelo tiene varias formas o expresiones de cómo analizarse, ya que los usos del suelo son la materialización de la economía y de las condiciones sociales, Ídem, la primera de ellas, que podemos ver territorialmente hablando, es el cambio de agrícola por urbano, desde el ángulo económico, por medio del pluriempleo y la venta de terrenos; el cambio de uso de suelo desde el ángulo territorial se presenta cuando el paisaje cambia de rural a urbano.

En la Figura 2 se observa el crecimiento de la zona urbana sobre la zona agrícola, que para 1996 era de 8.47 ha.

Fuente: Colegio de Postgraduados. Programa de Desarrollo Rural. Diseño y elaboración: MGC/2015. INEGI (1996/2007), ortofoto digital. Escala 1: 20 000 y 1:10 000. México. INEGI (1998/2005) datos vectoriales de la carta E14-B31 Chalco, escala 1:50 000, México. Metodología: digitalización QGIS 2.8. Composición cartográfica: ILWIS 3.1, escala 1:40 000. Fecha 2015. Autorizó: MJEM/2015. Colegio de posgraduados.

Figura 2 Mapa del cambio de ocupación del suelo de la localidad de San Bernardino en año 1996. 

En la Figura 3 se observa cómo para 2007 la zona urbana ya abarca 57.09 ha sobre el área agrícola.

Fuente: Colegio de Postgraduados. Programa de Desarrollo Rural. Diseño y elaboración: MGC/2015. INEGI (1996/2007), ortofoto digital. Escala 1: 20 000 y 1:10 000. México. INEGI (1998/2005) datos vectoriales de la carta E14-B31 Chalco, escala 1:50 000, México. Metodología: digitalización QGIS 2.8. Composición cartográfica: ILWIS 3.1, escala 1:40 000. Fecha 2015. Autorizó: MJEM/2015. Colegio de posgraduados.

Figura 3 Mapa del cambio de ocupación del suelo de la localidad de San Bernardino en el año 2007. 

En la Figura 4 ya se muestra el cambio total de ocupación del suelo de 1996 y 2007, donde la zona urbana ganó sobre la agrícola 48.62 ha.

Fuente: Colegio de Postgraduados. Programa de Desarrollo Rural. Diseño y elaboración: MGC/2015. INEGI (1996/2007), ortofoto digital. Escala 1: 20 000 y 1:10 000. México. INEGI (1998/2005) datos vectoriales de la carta E14-B31 Chalco, escala 1:50 000, México. Metodología: digitalización QGIS 2.8. Composición cartográfica: ILWIS 3.1, escala 1:40 000. Fecha 2015. Autorizó: MJEM/2015. Colegio de posgraduados.

Figura 4 Mapa dinámico del cambio de ocupación del suelo de la localidad de San Bernardino en 1996. 

Con respecto al mapa en las zonas norte, sur, sur este y oeste se ubican las parcelas ejidales que ha sido urbanizadas; asimismo, en el occidente (oeste) también se ubican algunas parcelas que han sido expropiadas.

Este notable cambio refuerza lo obtenido en la aplicación de encuestas, realizadas en junio de 2014 a ejidatarios de la localidad, donde 52.29 % obtiene su ingreso principalmente en el sector terciario, es decir, se está presentando un notable abandono de las tierras agrícolas, lo que en la mayoría de los casos los lleva a la venta o renta de estas para emplearse en actividades diferentes a la agricultura.

De los encuestados, 65.91 % dijo haber recurrido a la venta de terrenos agrícolas y solo 34.09 % asegura no haber vendido. Los ejidatarios comentan que las principales causas que los han obligado a la venta de dichos terrenos es poca ganancia de las cosechas y, por ende, la necesidad de dinero (70.45 %), seguida del desinterés de los hijos por la actividad agrícola (61.36 %), poco apoyo de mano de obra familiar (56.82 %), urgencias familiares (47.73 %).

La principal causa por la que manifiestan haber vendido sus terrenos agrícolas es la poca ganancia de las cosechas y, por ende, la necesidad de dinero, seguida del desinterés de los hijos por la actividad agrícola, poco apoyo de mano de obra familiar y urgencias familiares.

Respecto a los problemas que enfrentan para completar el proceso de producción de sus productos, en algunos casos la producción no es suficiente, no da excedentes que se puedan incorporar a la oferta; además, interfieren otros elementos, la accesibilidad y la compatibilidad con el mercado (Kunz Bolaños, 1987).

Si bien en la primera existe dicho excedente, no logran concretar el proceso productivo, debido a no contar con mercado local que adquiera la producción, volviéndola así de manutención, lo que lleva a los campesinos y a sus familias a buscar otras formas de obtener o completar el ingreso familiar, incorporando entonces nuevos empleos de otros sectores diferentes al primario, pasando el campo a segundo o tercer término, rompiendo con el equilibrio regional, provocando además que el conocimiento de la producción ya no sea campesino; es decir, el conocimiento agrícola se va perdiendo, la familia ya no participa en la función de la producción y no existe un subsidio de mano de obra. En este sentido se rompe el equilibrio funcional del proceso, fragmentando así el esquema campo-producción (Kunz Bolaños, 1987).

La compatibilidad ahora está relacionada con los procesos urbanos, lo que provoca que el valor de la tierra agrícola disminuya y aumente el urbano porque hay una presión demográfica que demanda suelo para vivienda. En segundo lugar se relaciona con el proceso de producción pecuaria, en pequeña escala.

Al romperse el proceso de producción agrícola se da el cambio de ocupación de suelo, principalmente de forma irregular, fraccionando los terrenos agrícolas para el uso urbano, especialmente para vivienda, debido a la alta presión demográfica que existe.

Conclusiones

El proceso del cambio de ocupación del suelo es complejo y está determinado por múltiples factores económicos, políticos, sociales y ambientales. Todos ellos se encuentran a nivel macro y micro, y por la complejidad de este proceso en el presente estudio solo se aborda a nivel local la relación de la pluriactividad/pluriempleo del sector campesino y su relación con el cambio de ocupación del suelo.

De acuerdo con el análisis realizado se concluye que, si bien es cierto que la pluriactividad siempre ha existido como una estrategia de supervivencia en el modo de vida campesino, los resultados de la presente investigación indican que ésta presenta una relación cíclica con el cambio de ocupación del suelo, toda vez que al inicio parecía ser una consecuencia y, sin embargo, el análisis arroja que también puede ser un factor importante que influye en la intensificación del cambio de ocupación del suelo agrícola por urbano.

Como consecuencia y como factor, la pluriactividad parece tener la misma explicación; el incremento en la modificación de las actividades económico-productivas (pluriactividad/pluriempleo) de los ejidatarios, las cuales están siendo dirigidas principalmente hacia el sector terciario (entre las que destacan albañil, comercio y taxista) se debe a que estas representan un ingreso mayor y, por ende, el acceso una mejor calidad de vida que el que se genera en la actividad agrícola.

La pluriactividad como estrategia campesina sigue presente en San Bernardino, lo que permite a los campesinos tener una mejor calidad de vida o reducir los niveles de pobreza, pero en la mayoría de los casos es hacia afuera y dirigiéndose de forma importante al sector terciario, dejando incluso de lado la actividad agrícola.

Los hogares de los ejidatarios encuestados recurren a la venta de su producción, venta de mano de obra o tienen un negocio pequeño, con lo que tratan de incrementar el ingreso familiar y mantenerse en una mejor posición.

Por otro lado, el cambio de ocupación del suelo agrícola a urbano en San Bernardino se ha venido dando de forma gradual, presentándose a un ritmo de 4.41 ha por año, que durante el periodo evaluado (1996-2007) representa un total de 48.62 ha perdidas de la zona agrícola que se han transformado en zona urbana, lo que ha provocado una reconfiguración del paisaje en su estructura territorial.

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1(Existe un área dentro del ejido, llamada zona de uso común (salitral), en la cual se repartieron 1000 m2 a todos los ejidatarios activos; en total fueron 128 ejidatarios beneficiados, por lo que se decidió tomar este dato como el real, debido a que la lista que aparece en el RAN no se encuentra totalmente actualizada, pues hay ejidatarios que ya fallecieron y siguen registrados).

2En el pasado la propiedad se heredaba siguiendo generalmente la línea masculina, aunque hoy en día eso es menos habitual.

3Fuente: INEGI (1980/1990/2000): Censo General de Población y Vivienda del Estado de México. México.

Recibido: Julio de 2015; Aprobado: Mayo de 2016

Autor responsable: margarita.galan@colpos.mx

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