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Polis

On-line version ISSN 2594-0686Print version ISSN 1870-2333

Polis vol.12 n.2 México Jul./Dec. 2016

 

Presentación

Presentación

Alicia Saldívar Garduño


En este número de la revista Polis México, el lector encontrará cinco artículos que giran en torno a temas políticos de gran relevancia para nuestro país: la participación política de actores específicos como jóvenes y habitantes de zonas marginadas; la evolución de un partido político de izquierda en un periodo específico de tiempo, y el fenómeno migratorio que se ha vivido ya durante muchas décadas en México y América Latina hacia otros lugares del mundo. Se incluyen dos reseñas de libros que coinciden con los tópicos mencionados, la primera referente a la democracia, la participación política y los partidos políticos, y la segunda, a la violencia que se vive en las universidades públicas tomando el caso de nuestra casa de estudios: la Universidad Autónoma Metropolitana.

En el primer texto “La revolución pasiva: motor del Estado Mexicano (1920-1940)”, Ernesto Soto Reyes Garmendia, siguiendo su línea de investigación de los últimos años, vinculada con los temas electorales y la democracia en México, emplea el concepto “revolución pasiva” de Antonio Gramsci para analizar un periodo que va desde el final de la lucha armada acaecida con la derrota de los ejércitos campesinos y populares, hasta el momento considerado por un número importante de historiadores como el año en que concluye y se consolida la revolución política y social. En este artículo, el autor destaca el papel protagónico que adquirieron las masas compuestas por campesinos, obreros y otros grupos populares en la lucha social y armada más importante del siglo XX, a pesar de su derrota militar; pero sobre todo, política, y analiza el hecho aplicando el concepto acuñado por Gramsci y plasmado en sus Cuadernos de la cárcel, pues la situación en México resulta en su opinión similar a la enfrentada por los sectores populares italianos a finales del siglo XVIII. Así, en opinión del autor, las clases populares mexicanas de inicios del siglo XX fueron incapaces de plantearse el tema del Estado Nacional, y menos aún pudieron identificar con claridad los objetivos de su propia lucha, sobre todo por su falta de experiencia organizativa y su desencuentro con el movimiento obrero que apenas comenzaba a surgir en ese momento. Así, nos recuerda que los gobiernos militares derivados de la Revolución Mexicana pacificaron al país y evitaron el surgimiento de nuevas rebeliones, cumpliendo algunas promesas a los campesinos y, pactando con los obreros, e inaugurando la lucha política por la vía de los partidos de reciente creación, consolidando el poder político sobre el militar durante el cardenismo. El impacto de esta “revolución pasiva”, cuyas batallas se han librado sobre todo en los terrenos político y social, se hace sentir todavía hoy, a casi cien años de distancia de la lucha armada, y sus lecciones deberían ser útiles para la construcción de un proyecto de organización que incluya a todos los sectores sociales que derive en una “revolución de conciencias” en nuestro país, concluye el autor.

El segundo artículo, “El Partido de la Revolución Democrática durante la dirigencia de la corriente Nueva Izquierda”, de Rosendo Bolívar Meza, se propone describir las circunstancias en las que surgió y se desarrolló la corriente Nueva Izquierda, dentro de uno de los partidos políticos más importantes de México. En un texto de fácil lectura, el autor inicia enunciando la dificultad para definir a los partidos políticos, aunque afirma que es posible caracterizarlos, exponer los elementos que conforman su estructura y su organización, y detallar la forma como en su interior se forman sub-unidades internas o grupos específicos de poder denominados camarillas. Dichas “camarillas” son “clanes” constituidos en torno de un líder influyente en los partidos, y al evolucionar forman grupos o corrientes con liderazgos propios, cuyo objetivo es ocupar los puestos clave y definir las líneas tácticas y programáticas de una agrupación política. Las corrientes que coexisten al interior de los partidos, sin embargo, tarde o temprano entran en confrontación para obtener mayores espacios de control e imponer su visión de la política, y apoyos de los militantes ofreciendo puestos y espacios de participación en la burocracia política, ganando con ello su lealtad. Considerando los elementos mencionados, mismos que dan sentido a la idea de que, desde sus orígenes el PRD más que un conjunto uniforme es una federación de corrientes con intereses propios, el autor analiza en el texto las circunstancias del surgimiento de la corriente Nueva Izquierda dentro del partido, y hace un seguimiento de su desarrollo, mismo que deriva en la toma del liderazgo de dicha organización política entre 2007 y 2015, en los que, según su juicio, en vez de hacerlo crecer y tomar una mayor fuerza entre la ciudadanía, lo debilitó como una opción para gobernar las distintas entidades del país al provocar una disminución de su presencia electoral, y una crisis de la cual aún no se recupera.

Como tercer artículo, se presenta “Marginación, clientelismo y participación electoral en una ciudad petrolera. El caso de Ciudad del Carmen”, de Moisés Frutos Cortés y Esther Solano Palacios. En este trabajo, los autores analizan la relación que existe entre la marginación y la participación política con la cultura política, la ciudadanía, la actitud y la alternancia en una localidad del Estado de Campeche que tiene como actividad principal la industria petrolera, y que se caracteriza por un alto grado de desigualdad salarial y social y por una migración creciente que ha rebasado la infraestructura disponible para la atención de las necesidades de los pobladores. Los autores buscan dar respuesta a preguntas sobre la existencia de la participación social y política de habitantes en zonas irregulares en los procesos locales, y cómo es que ésta ocurre; asimismo, se cuestionan sobre la forma como la marginación ha obstaculizado el desarrollo de la democracia en la entidad, considerando que durante toda su historia, no ha habido aún alternancia en el partido en el poder estatal; finalmente, buscan conocer cómo se manifiesta la lealtad de la clientela electoral en un contexto con las precariedades que aquejan a la comunidad de estudio elegida. Una vez clarificados los conceptos eje del trabajo, y establecida la distinción entre la participación ciudadana y la participación social, elementos de la sociología de la acción colectiva, y la participación política (electoral y social), se describen las características el espacio urbano marginal de Ciudad del Carmen y su comportamiento político-electoral. En las conclusiones, los autores llaman la atención sobre un comportamiento político que puede manifestarse en un voto diferenciado en los ámbitos municipal, estatal y federal, y también dependiendo del cargo del que se trate; es decir, demuestran que la alternancia ocurre a pesar de la marginación. De modo que, concluyen, lo que más obstaculiza a la democracia en la entidad no es la marginación, sino la permanencia de un sistema político donde imperan el clientelismo, el paternalismo y la corrupción. Desde luego, hace falta tomar en cuenta, para una mejor comprensión de este fenómeno en colonias con alto grado de marginación, el desempleo, la precariedad, la migración y otros procesos que trascienden el terreno político-electoral.

Siguiendo con los temas relativos a las acciones políticas ciudadanas, Tania Villanueva Martínez y Emily R. Ito Sugiyama, presentan el artículo “La participación política de jóvenes desde los marcos de significación. Una propuesta metodológica”, en el que se proponen analizar los significados atribuidos por los propios actores sociales a su intervención en el ámbito político, considerando sus marcos de referencia y las características de su comportamiento político. En este apartado, las autoras comienzan desmintiendo la idea ampliamente difundida de que los jóvenes no están interesados en la política, y plantean que más bien no se apegan a las formas tradicionales; y posteriormente señalan que lo que parece tener inconformes a ese grupo de la población son las formas como se expresa la democracia. El recorrido en el texto comienza describiendo las nuevas formas de participación política de los jóvenes, entre las que se destacan el uso del “internet” y las redes sociales, y llama la atención sobre la desconfianza que impera en este grupo, y también sobre las formas de organización que obedecen a proyectos concretos, los intereses culturales y de consumo, así como la defensa de los derechos relacionados con la orientación sexual, el cuidado del medio ambiente, el género, la etnia y la defensa de los derechos democráticos, entre otros. Es decir, que la participación de los jóvenes no se limita a la conducta de voto, ni a la participación en partidos políticos, sino que cobra formas innovadoras y constructivas, a las cuales es preciso dotar de una significación. A continuación, se recupera la propuesta de Erving Goffman acerca de los marcos de significación o marcos comprensivos que permiten explicar cómo en una situación cada participante tiene una perspectiva diferente sobre los acontecimientos. Posteriormente, se retoma la idea desarrollada por Chihu respecto de los marcos para la acción colectiva, útiles para el estudio de los movimientos sociales a partir del problema, las metas, el actor protagonista, la audiencia y el antagonista. A partir de la realización de entrevistas con un integrante de la comunidad “okupa” (que toman espacios habitacionales de los que no tienen propiedad para vivir en ellos) que forma parte de un colectivo cuyo trabajo busca forjar sentido de comunidad y empoderamiento entre sus miembros y el grupo de vecinos del que forman parte, se ejemplifica la diversidad de posibilidades que tienen ahora los jóvenes para expresarse y participar políticamente, aplicando el marco analítico del enmarcado o framing propuesto por Chihu. Las autoras develan cómo el entrevistado significa su realidad a partir de sus experiencias de vida, y de la negociación de significados que se da en la interacción con otros; en su caso, esta significación se encuentra marcada por su cercanía geográfica y temporal con el surgimiento del movimiento zapatista en los años 90, y por su experiencia como “okupa” en un contexto de oposición al sistema capitalista. En opinión de las autoras, este trabajo rescata la importancia de los marcos de significación para la acción colectiva de los jóvenes, mismos que se constituyen a partir de la interacción y negociación de los marcos de significación particulares en relación con la participación política de quienes forman parte de colectivos de distinta naturaleza.

En el último artículo “La integración sociocultural: una visión del inmigrante latinoamericano residente en Cataluña”, escrito por Ricardo Medina Audelo, se aborda uno de los temas que en la actualidad constituyen el foco de atención de analistas e investigadores en distintos países: la migración. Sin duda, la movilización masiva de personas en los últimos años, producto de la grave situación económica que atraviesan los países “emergentes”, o bien de los conflictos bélicos que asolan distintas regiones del mundo, tienen entre otras consecuencias importantes, un impacto en la mayor diversidad cultural de los países receptores, planteando a las sociedades el difícil reto de la integración. Tal es el caso de los miles de latinoamericanos que arriban a España y se instalan principalmente en las comunidades de Madrid, Cataluña, Valencia y Andalucía en busca de una vida mejor. Tomando como marco analítico a las representaciones sociales, y el modelo “psicosociosemidiscursivo” de la comunicación, el autor reseña la investigación realizada con inmigrantes latinoamericanos de primera generación residentes de Cataluña, para explorar sus significaciones imaginarias en torno al tema de la integración. Entre los resultados, destaca la actitud ideológica de colonizados de los participantes, la idea de que la integración es un proceso, la concepción de la integración como un intercambio cultural, la visión de la fusión de intereses culturales y también el anhelo de un trato igualitario e igualdad de condiciones. Estas significaciones coinciden con las posturas del multiculturalismo y el interculturalismo, y se muestran conscientes de que las acciones para lograr la integración han sido llevadas a cabo principalmente por los migrantes, mientras que las realizadas por el gobierno español son aún insuficientes a ese respecto.

Para concluir, este número se presentan dos reseñas que constituyen sugerencias de lectura. La primera, sobre el libro “Democracia, participación y partidos” de Octavio Rodríguez Araujo, y referido por Víctor Alarcón Olguín, plantea de manera clara el reto que tienen los partidos políticos, particularmente los denominados de izquierda, para revertir el desencanto de la ciudadanía que ha derivado en una baja significativa en la participación política, provocado por el agotamiento y el desgaste de los organismos políticos y sus fórmulas; dicho fenómeno, sin embargo, no sólo afecta a los países de América Latina, sino también a los de otras latitudes, y parece estar asociado con el neoliberalismo y la globalización, lo que no ha permitido dar un justo valor a la democracia como la pieza central de la transformación de nuestras sociedades. Por otra parte, y en un tenor muy distinto, Luis Alberto Monroy Lara y Rafael Montesinos Carrera, nos acercan a una problemática de gran relevancia para las instituciones de educación superior: la violencia, abordada por Rosalía Carrillo Meraz en su libro Violencia en las universidades públicas. El caso de la Universidad Autónoma Metropolitana, en la que se ofrece un primer diagnóstico sobre las formas que toma ésta en las instituciones de educación superior, aplicando métodos cuantitativos y cualitativos para la recolección de datos; a partir de los resultados obtenidos, se develan prácticas ya conocidas en otros escenarios sociales, y se derivan recomendaciones para promover la cultura de la no violencia.

Este número resulta atractivo para quienes, ya sea desde la trinchera académica, desde el trabajo partidista, desde el activismo social, o simplemente desde la acción ciudadana individual, tiene interés por acercarse y comprender acerca de la diversa y compleja realidad política y sus actores. Los enfoques que aquí se presentan ofrecen al lector la posibilidad de vislumbrar un espectro amplio de opciones conceptuales y metodológicas para pensar y también para plantearse nuevas preguntas sobre el actuar de los individuos y de los grupos sociales, y enriquece la reflexión acerca de nuestro necesario involucramiento en los temas públicos.

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