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 issue45Centroamérica: entre la guerra y la paz. Del Pacto de Corinto a los Acuerdos de EsquipulasMario Magallón Anaya y Roberto Mora Martínez [coords.], Historia de las ideas: repensar la América Latina, México, CCYDEL-DGAPA-UNAM, 2006, 252 pp. author indexsubject indexsearch form
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Latinoamérica. Revista de estudios Latinoamericanos

On-line version ISSN 2448-6914Print version ISSN 1665-8574

Latinoamérica  n.45 Ciudad de México Jul./Dec. 2007

 

Reseñas

Patricia Escandón [coord.], De la Iglesia indiana. Homenaje a Elsa Cecilia Frost, México, CCYDEL-UNAM, 2006, 157 pp.

José Rubén Romero* 

* FFyL-UNAM, México

Escandón, Patricia. De la Iglesia indiana. Homenaje a Elsa Cecilia Frost. México: CCYDEL-UNAM, 2006. 157p.


El pasado 1o de julio se cumplió el segundo aniversario de la muerte de la doctora Elsa Frost. Hoy nuestra Universidad, a través del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, le rinde homenaje con la publicación del libro colectivo que hoy presentamos.

Rendir un homenaje póstumo tiene, como todo lo que el hombre realiza, varios sentidos. Es, en primer lugar, recordar a quien ya no está entre nosotros y hacer patente que de ello se tiene conciencia; también es reconocer en el ausente las cualidades que le fueron propias y que constituyen los elementos de la imagen que, en este caso de Elsa, guardamos celosamente, parafraseando a San Agustín, como “un recuerdo en el alma”; es también un acto de justicia, que si bien es cierto de poco servirá a quien es objeto de tal homenaje, tiene, al ser justo, un valor en sí mismo; y, al fin, es un acto de amistad, pues es reconocer que quien ha partido sigue siendo objeto de un sentimiento que nos vincula profundamente con él en la más humana de las experiencia, la manifestación del eros en el esplendor de la amistad.

Elsa es hoy recordada y tal recuerdo se prolongará tanto como la existencia de cada uno de los que tuvimos la enorme fortuna de compartir con ella un trecho del camino. Si bien es cierto tal compañía tuvo lugar en la realidad material del pasado, sigue teniendo vigencia, pues ese tiempo -y Elsa, quien estudió tanto a San Agustín como a Ortega y Gasset, lo entendió muy bien- está en el presente. Para el obispo de Hipona, ya lo dijimos, el pasado permanece como un recuerdo en el alma; para el filósofo español como una manera peculiar de ser del presente, este tiempo que, lleno de dinamismo, se precipita en el pasado para enriquecerlo y hacerlo en verdad parte de nosotros, pues acaso es lo único que podemos poseer.

El libro que hoy presentamos, De la Iglesia indiana. Homenaje a Elsa Cecilia Frost, cuya coordinación se debe a nuestra colega Patricia Escandón, ostenta en la portada una composición fotográfica muy acertada. Elsa aparece sonriente, plena de vida, se le percibe feliz. Está apoyada en una columna que según se ve es el sostén de un arco rebajado del claustro alto de algún convento, supongo dominico. Detrás, en el sitio en el que en la fotografía original debió aparecer el cielo, el observador se topa con un retablo barroco -¿será alguno de los laterales del templo jesuita de Tepotzotlán?-, en cuyo nicho central aparece un santo varón que, desafiando al cansancio de cerca de dos siglos, sostiene un libro abierto, de no magras dimensiones. No se alcanza a ver del todo bien de quien se trata. Creo percibir en él a San Ignacio de Loyola, pero es posible que el ojo defectuoso o mis pobres conocimientos me conduzcan despiadadamente al error. Elsa Frost, nuestra sabia amiga, está pues en medio de signos cuya lectura nos pone en contacto con los temas cuyo cultivo permitió a Elsa no sólo comprender mejor al ser humano que todos somos, sino, incluso, crecer en la fe que muchos de nosotros compartimos con ella. Tales temas fueron, entre otros, la historia de la Iglesia novohispana, sus instituciones y su representación entre el siglo XVI y el siglo XVIII.

Son seis los colegas cuyos trabajos forman el libro De la Iglesia indiana. Miguel Ángel Sobrino Ordóñez escribió “La conquista de las almas y la metáfora del cuerpo como sociedad política”; Iván Escamilla preparó el artículo “El carácter de la ‘Nación Española’ en la Historia eclesiástica indiana de fray Jerónimo de Mendieta”. Por su parte, María del Carmen León Cázares publica “Los mayas peninsulares bajo la mirada de sus evangelizadores” y Magdalena Vences Vidal “Devoción y poder en la ciudad de México. La Virgen de la Antigua en un sistema de afirmación de identidad”. Antonio Rubial García escribió “Juan de Palafox. Promotor de prodigios” y, finalmente, Patricia Escandón, “La alianza de altar y trono. El imperio español y los colegios franciscanos de América”.

Se trata de seis trabajos que versan todos sobre cuestiones que están vinculadas con temas que Elsa Frost trató a lo largo de su carrera académica. Es cierto que pudieron ser más artículos y más temas los abordados, pues tanto en sus obras publicadas como en las sesiones de sus clases y seminarios afloraron muchos aspectos, sobre todo de la vida religiosa novohispana, cuyo tratamiento es necesario para mejor comprender al hombre de ese tiempo.

En los dos primeros artículos está presente el análisis esclarecedor de textos novohispanos para obtener de ellos elementos que permiten profundizar en el conocimiento de la manera como dos religiosos, ambos miembros de la Orden seráfica, pensaron aspectos de la realidad que les tocó vivir. Fray Alonso de Molina, cuya obra es capital para los trabajos de traducción del náhuatl, dejó consignadas una serie de ideas que permitieron a Miguel Ángel Sobrino acceder con maestría a aquello que de algún modo expresó el franciscano al considerar la importancia de la unidad de la “república” en torno a la figura central de la autoridad. Miguel Ángel Sobrino, cuando aborda esta cuestión, busca en las fuentes mismas en las que fray Alonso pudo haber abrevado, a fin de poner en claro las propuestas que plasmó en sus escritos. Así en esta discusión participan tanto San Pablo, como Aristóteles, junto a San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino, para no citar sino a algunos. De esta forma, cuando el autor de este artículo aborda el tema que lo ocupa, quedan retratadas las circunstancias intelectuales en las que se desenvolvió el nahuatlato fray Alonso, tan preocupado por la conversión de los indios, empresa que cumplida debía de tornar verdadera la unidad del imperio bajo la luz de la Redención.

En el segundo artículo, Iván Escamilla explora en la Historia eclesiástica indina, obra de otro franciscano, fray Jerónimo de Mendieta, los elementos característicos de la “nación española”, pues el religioso, al dar cuenta del complicado proceso de evangelización, introduce una serie de juicios que permiten al lector aquilatar la manera como este misionero percibía, lleno de desánimo, la realidad de las Indias. Iván Escamilla supo bien introducirse en el universo de la obra de Mendieta para beneficiar en ella aquellos pasajes que le permitieron reconstruir con cuidado estos elementos de la conciencia que un franciscano pudo tener en el siglo XVI de la realidad novohispana.

Sendos artículos hacen honor al interés que Elsa Frost prestó siempre a la lectura cuidadosa, crítica y por ello reveladora de las obras de religiosos del siglo XVI, a las que supo enmarcar en el vasto panorama de la reflexión teológica de la época tanto como en las circunstancias novohispanas de su creación.

Por todos es conocido el interés que Elsa puso en estudiar con profundidad el proceso de la evangelización en Nueva España. Fruto de ello es su revelador libro La historia de Dios en las Indias. Allí la autora nos colocó, con una inusual frescura, frente a ese devenir no siempre bien comprendido. Los conocimientos de Elsa en teología y patrística le permitieron penetrar, a través de la mirada franciscana, en ese tiempo en que en estas tierras se comenzaba a sembrar la semilla de la fe. Este proceso es explicado teniendo en cuenta la manera como los religiosos miraron el mundo de los indígenas.

Es así que el artículo de Carmen León se ajusta a esa línea de investigación que Elsa privilegió y de la que obtuvo frutos que le valieron el reconocimiento de la comunidad de historiadores. “Los mayas peninsulares bajo la mirada de sus evangelizadores” es un artículo que se aproxima a la evangelización de aquellas tierras a través de las percepciones que los religiosos misioneros tuvieron de los indígenas de la región. Una cuidadosa revisión historiográfica permitió a Carmen León realizar este trabajo en el que entra en contacto con distintos momentos de la elaboración de la imagen del indígena de aquellas tierras. Lo que subyace es la importante cuestión del otro que se hace evidente en las crónicas novohispanas, y a cuya solución contribuyen los elementos que la autora nos brinda en este trabajo, fruto de una labor realizada con sumo cuidado.

El universo de la religiosidad novohispana no fue en nada ajeno a los intereses de Elsa Frost, así lo atestigua su trabajo sobre el guadalupanismo. Magdalena Vences y Antonio Rubial honran a nuestra maestra con sendos artículos en los que dan cuenta de aspectos importantes y relevantes de la religiosidad en estas tierras.

Magdalena Vences, en su artículo “Devoción y poder en la ciudad de México. La Virgen de la Antigua en un sistema de afirmación de identidad” se da a la tarea de explorar el universo de una devoción y su importancia para determinados grupos sociales de la Nueva España. Queda claro que en un ambiente tan profundamente religioso como lo fue el novohispano, la devoción a una advocación mariana, igual que la que recibieron otras imágenes, fue factor importante en los procesos en verdad complejos de la conformación de identidades en estas tierras. Magdalena Vences nos lleva por los senderos de una sociedad muy creyente para la que devociones como la que estudia eran no sólo la posibilidad de contar con poderosas intercesiones ante el Creador, sino el espacio para encontrar elementos que permitieran construir un profundo sentido de pertenencia a una comunidad.

Por su parte, Antonio Rubial nos ofrece un artículo en el que se da a la tarea de aproximarnos a la figura de Juan de Palafox, en tanto promotor de devociones que se basan en hechos prodigiosos. Para el lector de principios del siglo XXI resulta en verdad revelador el interés del obispo de Puebla por dar a conocer prodigios y forjar devociones. Sin embargo, esta revelación cobra sentido desde el momento en que Antonio Rubial, con base en una investigación cuidadosa y en la elaboración brillante de explicaciones, da cuenta de los motivos que se encontraban detrás de los intereses que el obispo Palafox compartió con otros miembros importantes de la sociedad novohispana. Se trataba, a fin de cuentas, de establecer los elementos para que Roma reconociera en la Nueva España a la hija ya madura, capaz de darle hombres y mujeres santos dignos de veneración e intercesores de sus coterráneos ante el Todopoderoso.

Cierra este volumen de homenaje a Elsa Frost el trabajo de quien lo coordinó, Patricia Escandón. En él aborda el tema de los colegios franciscanos en América que en los siglos XVII y XVIII cumplieron con funciones de primer orden en cuanto a la difusión del Evangelio y a la expansión del imperio español en zonas habitadas por indígenas, cuya cultura y belicosidad habían sido factores que habían impedido el avance del dominio hispano. En efecto, los colegios de Propaganda Fide, con los que los franciscanos encararon en la América española la difícil tarea de penetrar en zonas habitadas por hombres de culturas de las llamadas marginales, constituyeron una obra capital cuyos frutos fueron por todos reconocidos. El artículo de Patricia Escandón al mirar en su conjunto, por toda América, esta obra seráfica, abre la puerta a un tema de gran importancia y hasta ahora poco atendido.

Elsa seguramente conoció estos trabajos en sus distintas etapas de elaboración y debe estar satisfecha de que las ideas-semillas que ella se preocupó por sembrar en alumnos y colegas den frutos cuya calidad los hace dignos de figurar en un volumen que la honra y que queda para su memoria tanto como todo el cariño que nos prodigó y los trabajos que nos legó.

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