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Signos históricos

Print version ISSN 1665-4420

Sig. his vol.23 n.45 México Jan./Jun. 2021  Epub June 02, 2021

 

Artículos

Los bulos en tiempos de influenza: la transmisión de rumores en internet durante la epidemia en México de 2009

The hoaxes in times of influenza: the transmission of rumors on the internet during the epidemic in Mexico of 2009

Amílcar Carpio Pérez* 
http://orcid.org/0000-0003-0725-6765

*Universidad Pedagógica Nacional, Ajusco, México. ozomatli_acp@hotmail.com


Resumen:

Los bulos o rumores se han difundido en el transcurso de la historia, según lo constatan Marc Bloch, Georges Lefebvre o Arlette Farge, entre otros. Los bulos siguen presentes hoy, aunque varían los medios y espacios por donde circulan: por ejemplo, internet. Como se demuestra en este artículo, los rumores mantienen una serie de elementos que nos permiten acercarnos a su estudio. Se analizan así los rumores que circularon por correo electrónico durante la epidemia de influenza en México de 2009. El artículo entra al debate sobre los documentos generados en internet como fuente de reflexión para el historiador.

Palabras clave: correo electrónico; miedo; historia reciente; Marc Bloch; epidemia

Abstract:

Hoaxes have spread in various societies throughout human history as evidenced by the research of historians: such as Marc Bloch, Georges Lefebvre or Arlette Farge, among others. Hoaxes are still present in todayʼs society, although what varies are the media and the spaces through which they circulate: for example, on the internet. As it is demonstrated in this writing the hoaxes maintain a series of elements that allow us to approach their study. The case of the hoaxes that circulated on the internet, specifically by email during the episode of the influenza epidemic in Mexico in 2009, will also be analyzed. Also, the text enters the debate on the analysis of documents generated on the internet as source of reflection for the historian.

Keywords: email; fear; recent history; Marc Bloch; epidemic

Hace casi cien años, Marc Bloch señalaba que los bulos,1 rumores, falsas noticias o simples chismes habían estado presentes a lo largo de la historia. En el siglo XXI, esas palabras no han perdido su actualidad: los rumores se siguen reproduciendo, llenando la vida y alterando la dinámica cotidiana, e incluso difundiéndose a través de espacios virtuales, como el internet. En México, los chismes2 son la variante más popular del rumor y han estado vigentes en nuestra sociedad; incluso, forman parte de la cultura nacional, como lo demuestran algunos refranes: “Chisme averiguado jamás es acabado”, “Chisme caliente mata a la gente”, “Chismes de viejas, hasta el infierno no paran”. Hoy deberíamos actualizar el refranero y decir: “Chisme en internet hasta el Papa lo va a saber”.

En esta era de la revolución tecnológica, el historiador debe ser sensible para captar los cambios y las permanencias de la sociedad por medio de los documentos que cotidianamente se están generando. Hoy, pocos ponen en duda que internet y las redes sociales sean una fuente para explicar la realidad; ambos medios cada día despiertan mayor interés, aunque las reflexiones en torno a ellos aún se encuentran en el CPU y las memorias USB de varios investigadores. El influjo de internet es innegable, su uso ha aumentado a pasos agigantados en casi todo el mundo y, por lo mismo, se ha vuelto una de las principales fuentes de información de la población, sobre todo entre los jóvenes. Sin embargo, no debe olvidarse que una parte de lo que se difunde por este medio es falso o parcialmente cierto; por ello, es importante proponer recursos y ejemplos para analizar esta información.

Este artículo tiene como eje de su análisis un problema relacionado con el rumor e internet. En las siguientes líneas busco acercarme a un problema social relativamente reciente, usando como fuente documentos difundidos en 2009 por correo electrónico. Para lograr esta empresa, me apoyo en un caso concreto sucedido en México: la epidemia de influenza de abril de 2009. De esta forma, propongo examinar los rumores difundidos por correo electrónico durante los primeros días de la influenza AH1N1, considerando el contexto y las noticias que se generaron en periódicos. Con ello, reflexiono sobre la importancia de valorar e incorporar en nuestra labor, como científicos sociales o humanistas, el uso de los documentos generados en nuestro tiempo, así como aproximarme al estudio del rumor a partir de fuentes originadas en internet, las cuales en ocasiones tienen una vida efímera. En este sentido, los historiadores actuales deben estar atentos, para respaldar los documentos y la información generada de manera virtual y que son de su interés o le son significativos. Sin duda, esta práctica de resguardar nueva documentación abrirá debates en el gremio.

En 1921, Marc Bloch escribió un artículo sobre los bulos surgidos durante la guerra; ahí, planteó una serie de preguntas esenciales para el análisis de este fenómeno, las cuales, por su claridad, guiaron parcialmente esta pesquisa: ¿cómo nace un falso rumor?, ¿de qué elementos extraen su contenido?, ¿cómo se propagan?, ¿cómo ganan amplitud a medida que van de boca en boca o de pluma en pluma? Asimismo, para la presente investigación, recuperé algunos aspectos del ambiente vivido durante la epidemia de influenza de 2009, para entender la situación imperante en la población, y analizar la difusión de los rumores a través de internet.

El artículo está dividido en cuatro apartados: en el primero, hago un breve acercamiento al problema de los rumores, destacando algunas de sus características y a los autores que se han ocupado del tema; en el segundo, trato de explicar y contextualizar la circulación de rumores sobre la influenza en México en 2009; en el tercero, analizo algunos correos electrónicos que circularon durante los primeros días de la influenza, y, finalmente, presento una interpretación de los rumores.

Un acercamiento al estudio de los rumores

Los bulos o rumores han existido a lo largo de la historia, forman parte de nuestra vida cotidiana y no son exclusivos de un solo espacio: del mercado al cubículo del académico, pasando por el cargador, el cura o el político, los rumores circulan de boca en boca, y en la actualidad también por correo electrónico, de muro en muro o de tweet en tweet. Por lo anterior, han llamado la atención de diferentes especialistas desde hace décadas. Para los historiadores, una de las primeras investigaciones acerca de este fenómeno -y que guio trabajos posteriores- es la de Marc Bloch sobre los falsos rumores surgidos durante la guerra.3 También destaca el libro clásico El gran pánico de 1789. La revolución francesa y los campesinos, de Georges Lefebvre, considerado uno de los textos pioneros.4

Otros ejemplos son Arlette Farge y Jacques Revel, quienes en Lógica de las multitudes analizan rumores relacionados con el robo de niños por parte de la policía francesa en el siglo XVIII, actos que desembocaron en un motín. La explicación que circuló sobre estos robos es clara:

Se murmura que el objeto de estos secuestros infantiles era que había un príncipe leproso para cuya curación hacía falta un baño, o baños de sangre humano, y que no habiendo ninguna más pura que la de los niños, los atrapaban para sangrarlos por los cuatro miembros y luego sacrificarlos, lo que indigna todavía más al pueblo.5

Jean Delumeau, en El miedo en Occidente, trata algunos episodios sobre rumores vinculados con el miedo y las sediciones: “La imaginación colectiva trabaja sobre todo tipo de rumores […]. Imposible […] separar los rumores y las sediciones, cualesquiera que fuesen las dimensiones cronológicas y geográficas de éstas”.6 Para Delumeau, es innegable la presencia de los rumores en la historia de Europa, así como los estragos que causan en las sociedades. El rumor, una vez echado a andar, era difícil de controlar. Antiguamente:

[…]era difícil quitarles la espoleta a los rumores. Porque obtenían crédito con mucha frecuencia en todos los estratos de la sociedad incluidas las esferas dirigentes. E incluso si no era éste el caso, las autoridades no disponían ni de medios de información (periódico, radio, televisión) gracias a los cuales puede intentarse aplacar una inquietud colectiva mediante una especie de “clínica del rumor”, ni de medios policiales suficientes para impedir las reuniones y la autoexcitación de la multitud.7

Hoy, a pesar de que los gobiernos tienen mayores medios de control y vigilancia, estos fenómenos siguen presentes. Por lo anterior, Delumeau señala que un rumor se origina “sobre un fondo previo de inquietudes acumuladas y es el resultado de una preparación mental creada por la convergencia de varias amenazas o diversas desgracias que suman sus efectos”.8 Esta idea es similar a la señalada por Marc Bloch, como se resaltará a continuación.

Por su parte, el historiador cultural Robert Darnton, en El Diablo en el agua bendita o el arte de la calumnia de Luis XIV a Napoleón, estudia una variante del bulo: la calumnia difundida a través de los libelos, en donde se desacreditaba a diferentes personalidades. Al respecto, este autor señala: “El asesinato de una reputación puede parecer sencillo: hurgue usted hasta encontrar algo de lodo y luego lánceselo a alguien”.9 Este tipo de escritos fueron populares en la Europa moderna. Un aspecto relevante de El Diablo en el agua bendita es la vinculación que se hace entre el libelo y los espacios donde circulan las noticias, en este caso, el café y el periódico. A lo largo de la historia, el rumor ha encontrado diferentes espacios y medios por donde circular, como veremos más adelante.

Desde otras disciplinas también se han analizado la lógica del rumor y la forma en la que se esparce. Quizás la obra más influyente ha sido Psicología del rumor, de Gordon W. Allport y Leo Postman, en el cual se aborda el tema como un problema social y psicológico de gran magnitud. En este estudio, los autores definen el rumor y algunas de sus características, y señalan que está presente en toda actividad humana, pero que se dispersa principalmente de forma oral y en momentos críticos: “Cuando quiera que haya tensión en el ambiente social, tornase realmente virulenta la difusión de noticias falsas”.10

Allport y Postman escribieron después de la Segunda Guerra Mundial; por ello, a pesar de destacar la forma tradicional de difusión de los rumores (de boca en boca), también observan el papel que han tenido en su difusión los medios de comunicación masiva en el siglo XX: periódico, radio, televisión. Uno de los factores clave en la circulación de rumores es la desinformación; así, sea en la Edad Media o en la actual época de noticias que desbordan las pantallas de nuestros dispositivos, los rumores persisten, sobre todo si no tenemos la certeza de lo sucedido. En general, somos “inexpertos” en muchas cosas y por eso somos susceptibles al rumor: “No disponemos del tiempo, ni de la paciencia para colacionar lo que oímos con elementos de prueba indubitables, aun cuando tales elementos existan y tengamos a la mano”.11

Según Allport y Postman, hay otras condiciones básicas para que los rumores sean más fáciles de difundir: a) deberán tener cierta importancia, y b) los hechos a que dan lugar deben ser ambiguos:

En el rumor hay muchas veces un grano de verdad, pero en el curso de su transmisión de boca a boca se lo ha recargado de adornos, obra de la fantasía, que rinden aquella base inicial irreconocible y, por ende, difícil de separar del resto. En las voces que circulan como rumores es casi siempre imposible decir con precisión cuáles son los hechos primarios, ni si tales hechos han existido en algún momento.12

Sobre los impulsos que han generado los rumores en la historia, los autores concluyen que cualquier necesidad humana los puede motivar, aunque los relacionados con el sexo, la ansiedad y el miedo han estimulado los casos más sombríos y negativos; asimismo, sentimientos como la esperanza y el deseo son la base de rumores rosados, y, por último, el odio es la base de la calumnia.13 De esta forma, en la base de un rumor está arraigado un sentimiento, sea negativo o positivo, y es la válvula de escape a esas emociones. Rumor y sentimientos van de la mano:

[…] los rumores suelen descargar la tensión emocional inmediata al proveer una salida verbal capaz de traer alivio; ellos protegen, a menudo, y justifican la existencia de estos estados de ánimo, los cuales si, encarados de frente, podrían resultar inaceptables lo mismo que los abriga, contribuyen a veces a conferir una más amplia interpretación de aspectos intrincados del mundo circunstante.14

Sobre la forma en la que se extienden, la explicación es clara: existe la intervención de individuos, así como de disposición para que algo se difunda, es decir, el rumor inicia y se desarrolla debido a “activos intereses” de un individuo o grupo que lo transmite: “La poderosa influencia de estos intereses exige que el rumor sirva ampliamente como elemento de racionalización: esto es, explicar, justificar y atribuir significado al interés emocional actuante”.15

Hay un punto que debe destacarse. Allport y Postman señalan la manera en la que los medios de comunicación transmiten un rumor; éstos parten de una fuente común, pero, como sucedió en la Segunda Guerra Mundial, en ocasiones no se valida la veracidad de la misma: “no siempre sabemos si estamos escuchando la relación de un hecho real o de un engendro de la fantasía. Una noticia fechada, presentada a todos los lectores de un diario de reputación intachable, puede tomarse […] por prueba indudable”.16 En la actualidad, este proceder se multiplica con las nuevas formas de transmisión de noticias, como internet. Hoy circulamos notas sin verificar cuál es su origen o si la información es verdadera; se siguen mismas prácticas en diferentes medios.

El rumor en situaciones extremas puede servir para manipular a un colectivo con fines políticos o ideológicos; en estas situaciones, la información es distorsionada o usada como propaganda. Este tipo de rumores generan reacciones de acuerdo con una motivación y según las proyecciones individuales condicionadas por el contexto colectivo, resultando la presencia de manifestaciones de euforia, miedo, deseo, odio, alegría, etcétera.17 Por lo anterior, para el estudio del rumor se debe considerar el contexto en el que se produce.

Pero, desde la historia, ¿cómo podemos interpretar un rumor? Marc Bloch escribió unas líneas al respecto. El autor se había interesado por lo sucedido durante la Gran Guerra, donde experimentó en carne propia los estragos del conflicto. Sin duda, la guerra había dejado varias lecciones en el historiador, quien, además, fue influido por Charles Blondel, cuando señalaba, por ejemplo, que “la creación de los bulos se encuentra animada sobre todo por la psicología colectiva”.18 Bloch vivió un ambiente intelectual intenso en la Universidad de Estrasburgo, la segunda más importante de Francia durante la década de 1920, por la calidad de sus profesores y por su magnífica biblioteca. En esta universidad coincidió con los psicólogos Henry Wallon y Charles Blondel, así como con el sociólogo Maurice Halbwachs y su colega Lucien Febvre, entre otros. Bloch dejó evidencia de su interés por la psicología en varios trabajos, pero en Reflexiones de un historiador sobre los bulos surgidos durante la guerra (1921) desarrolló un acercamiento a lo que llamó psicología del testimonio, donde destacó la circulación de los rumores en las trincheras durante la guerra. De acuerdo con Bloch, los rumores debían ser analizados por ser un problema social vigente, así como por ser “errores colectivos” que requerían de una metodología crítica para su estudio: “En este asunto, las observaciones verdaderamente preciosas son las que vienen de individuos curtidos en los métodos críticos y habituados a estudiar los problemas sociales. La guerra […] ha sido un inmenso experimento de psicología social”.19

Para Bloch, los rumores eran una forma de error colectivo; por ello, el historiador debía ver en él una posibilidad de comprender a la sociedad:

El error es algo más que un cuerpo extraño que aquel se esfuerza por eliminar con la ayuda de toda la precisión que le permiten sus instrumentos; el historiador debe considerar al error como un objeto de estudio que también debe ser examinado a la hora de intentar comprender el encadenamiento de las acciones humanas.20

Así, los errores que circulan mediante los rumores son esenciales para entender los comportamientos colectivos. En general, los rumores son errores de percepción, relacionados con representaciones colectivas preexistentes que emergen en un contexto propicio:

[…] todo bulo nace siempre como consecuencia de representaciones colectivas preexistentes a su propio nacimiento; el bulo sólo es fortuito en apariencia o, más precisamente, todo lo que en él hay de fortuito se limita exclusivamente al incidente inicial, cualquiera que este haya sido, que pone en funcionamiento a la imaginación; sin embargo, esta puesta en marcha sólo tiene lugar debido a que la imaginación ya había sido previamente dispuesta, de modo firme y callado, para ello. Un acontecimiento, una mala percepción que, por ejemplo, no fuese contraria al sentimiento espiritual colectivo, podría como mucho dar origen a un error individual pero no a un bulo popular de gran difusión.21

Bloch concluye que los rumores son un espejo que permite acceder a la conciencia colectiva. En una época de investigaciones sobre lo colectivo, Bloch vio en los rumores un espacio para estudiar los errores y las representaciones colectivas. Esta idea también se encuentra en Los reyes taumaturgos (1924),22 donde analizó la sanación milagrosa de escrófulas efectuada por los reyes franceses, como bien lo señala Ginzburg: “más allá de la leyenda del error, una verdad más profunda, aquella de las ‘représentations collectives’ que permitieron afirmar y difundir la fe en el poder taumatúrgico de los reyes franceses e ingleses”.23 La sanación mediante el toque real sólo se explica por la preexistencia de una representación colectiva: la del poder curativo de los monarcas. En esta obra, se aprecia nuevamente el interés por las representaciones que difundieron la fe en el poder taumatúrgico.24 El rumor es un problema colectivo y su estudio amerita entender las representaciones colectivas que se generan alrededor de un error de percepción.

Bulos e influenza en la sociedad mexicana actual

A continuación, analizaré algunos datos generales sobre la influenza en México, así como el ambiente alrededor de la epidemia que azotó a México en abril de 2009. Para seguir la evolución de las noticias, se tomaron tanto periódicos nacionales como investigaciones previas sobre la epidemia de influenza en México. No se contrastó con otros medios por cuestiones de espacio y porque el objetivo principal de este apartado es aproximarnos al ambiente vivido durante esos días.

La influenza se extendió de manera intensa en varios estados del país desde el 22 de abril hasta la tercera semana de mayo de 2009, aunque el brote continuó presente hasta noviembre. Cuando ocurre una epidemia que afecta a una gran cantidad de personas, su inesperado desarrollo aumenta la necesidad de saber, predecir, anticipar o adivinar. Esto sucedió en México durante aquellas semanas: la inquietud de saber qué pasaría y cómo nos afectaría marcó la vida cotidiana de los mexicanos, en especial en la Ciudad de México. Durante este tipo de episodios, las incertidumbres son difíciles de tolerar.25

El virus había iniciado con dos casos en California, Estados Unidos, donde se determinó que se trataba de influenza A de origen porcino; por ello, se le conoció como influenza AH1N1. El virus había estado circulando en México desde febrero de 2009, aunque algunas investigaciones sugieren que surgió semanas antes. También se confirmó que era idéntico a una cepa que había surgido en cerdos en Norteamérica. La cepa se propagó rápidamente; por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reaccionó a la emergencia de salud pública decretando una alerta de pandemia de nivel 4 a 5, desde finales de abril. Para el 11 de junio de 2009, la OMS había declarado a la influenza pandemia y elevó el nivel de alerta a la fase 6, lo que significa una amplia distribución geográfica de propagación; de América se dispersó a otros continentes.26

En México, el escenario fue el siguiente: las noticias sobre contagios de influenza iniciaron a principios de mes; por ejemplo, el 3 de abril se informaba acerca del control de un brote en Veracruz; el 12 de abril, la Secretaría de Salud reportaba un aumento en las enfermedades respiratorias en el centro del país, y el 16, un aumento de muertes por neumonía. Ya para el 23 del mismo mes, el Laboratorio Nacional de Microbiología de la Agencia de Salud Pública de Canadá informaba que el virus de influenza en México era el mismo detectado en los casos de influenza en California. Según datos oficiales, la influenza en México provocó 65 672 infectados y causó la muerte de 656 personas en toda la República, entre abril y noviembre de 2009.27

Para mediados de abril, el problema rebasaba los círculos médicos y comenzaba a ser tema en los medios de comunicación. El viernes 24 de abril de 2009, la sociedad mexicana despertó con las siguientes noticias desplegadas en las primeras planas de los periódicos: “Epidemia de influenza ataca a México”, “Nuevo virus golpea la zona metropolitana; recomiendan evitar lugares concurridos”.28 Los días anteriores, la noticia había escalado en los medios de comunicación desde los espacios secundarios hasta volverse la nota central que acaparó durante las semanas siguientes la atención nacional y mundial.

Durante los primeros días del brote de influenza hubo una constante: el aumento y propagación de la zozobra y la incertidumbre entre la población mexicana. Se vivió la amenaza de una epidemia nueva, de la cual se sabía muy poco -con excepción de los especialistas en el tema-. En las historias de episodios de crisis sanitarias hay comportamientos similares que nos aportan luz sobre algunas de las reacciones de la población en 2009:

Durante el proceso de crisis de un evento epidémico […] suele presentarse pánico en la población por el miedo a enfermarse o incluso a morir. La […] percepción de la población ante el riesgo de enfermarse tiene que ver entre otras cosas, con el número de enfermos, la cantidad de muertos, y […] el manejo de la información por parte de los diversos sistemas de la estructura social respecto al suceso endémico.29

La epidemia sacó a flote nuestros miedos, y resaltó algunos hábitos adquiridos por las generaciones más jóvenes, como el peso otorgado al uso de internet para buscar respuestas y difundir noticias e información. En estas circunstancias, las interrogantes surgidas en la población fueron diversas, aunque la mayoría producto del desconocimiento sobre el problema; lo común entre la población fue cuestionarse lo siguiente: ¿es un virus real?, ¿qué tan mortal es?, ¿cuántos infectados hay?, ¿cuántas muertes ha provocado?, ¿cómo se transmite?, ¿qué tan rápido es el contagio?, ¿nos oculta información el gobierno? Estas preguntas se fueron respondiendo lentamente en el transcurso de los días, pero entre la población siguió existiendo la duda y la desconfianza, fomentada, en gran parte, por las versiones que empezaron a circular en diversos medios, las cuales, en ocasiones, ponían en duda los datos oficiales.

La información oficial fluyó lentamente a través de los medios de comunicación convencionales, donde el problema se trató, en general, de manera diversa, aunque en algunos casos los encabezados y reportajes propiciaban la zozobra por el tono de desconfianza en el que fueron redactados. Esta situación también se reflejó en el ciberespacio, donde circularon versiones que abonaron a la duda y la desinformación ya existentes. Desde el 21 de abril de 2009, los casos de influenza aumentaban y el desabasto de vacunas preventivas aparecía en los diarios: “El incremento de los casos de influenza en el país se presentó en un momento en que el sector salud ya agotó las 18 millones de dosis de vacunas que compró el año pasado”.30 El mismo 21 de abril se informaba: “el fin de semana pasado, autoridades de salud detectaron 5 personas muertas por influenza y 120 internadas por esa enfermedad en la Ciudad de México”.31 El 22 de abril, la noticia alcanzaba los encabezados: “Golpea influenza al DF. Fallecen cinco personas tan sólo el fin de semana en hospitales públicos y privados. Confirman autoridades 218 casos en nosocomios y reportan que no hay suficientes vacunas”.32 El anterior fin de semana, las autoridades de salud habían recorrido los hospitales públicos y privados para reportar 5 personas fallecidas y 120 internadas con “un cuadro clínico compatible con la enfermedad”.33

Para agravar la situación, la Secretaría de Salud reportó que sus vacunas se estaban agotando, hecho que aumentaba la alarma. La información sobre el desabasto fue uno de los detonantes de los rumores; porque el dato de fallecimientos era bajo, no hubo notas alarmantes relacionadas. Las noticias informaban que se habían agotado las 18 millones de dosis adquiridas el año anterior para prevenir la enfermedad:

Ante ello, la Secretaría de Salud (Ssa) se encuentra en pláticas con los laboratorios Glaxo y Novartis, que todavía cuentan con vacunas en sus bodegas, para poder aplicarlas al personal de salud, que es la prioridad en la actual alerta epidemiológica. Se estima las dos firmas cuentan con entre 200 mil y 400 mil dosis.34

El 22 abril, también se publicaron noticias relacionadas con campañas de prevención contra el brote; se destacaba que se daría prioridad de vacunación a personal médico y que se tomarían medidas extraordinarias en los hospitales: “Dan cerco sanitario a hospitales del DF. Ante los casos de influenza que ya cobraron 13 vidas en el DF, la Secretaría de Salud vacunó a personal médico, restringió visitas y dio cubrebocas”.35

El aumento de fallecidos pasó de 5 a 13 al día siguiente, un número aún bajo en un país de alrededor de 112 millones de habitantes. Sin embargo, otro encabezado no abonó a mejorar el ambiente: “Aumentan muertes por influenza. La Secretaría de Salud ha detectado 20 muertes por influenza desde el 18 de marzo”.36 Asimismo, se informaba que los casos de infectados aumentaban:

Reportan a 500 con influenza en Salud. Al menos 500 empleados del sector Salud federal en el DF padecen influenza […]. Ahorita nos están vacunando y están dando permisos de una semana a los empleados que están enfermos; pero esto ya se volvió una epidemia y creemos que si esto sigue esta semana podríamos tener a más de mil 500 contagiados.37

Con estas notas, la zozobra de la población iría en aumento, y con ello los rumores se harían presentes.

Los días sucesivos, el incremento de notas provocó la alerta en la población, aunque la situación aún era incierta. Una noticia que rompía con las creencias tradicionales sobre los infectados e involucraba a un sector diferente sólo abonó a la inquietud: “Pega influenza en jóvenes. El Secretario de Salud federal afirmó que las personas que están siendo atacadas por el virus de la influenza son principalmente jóvenes”.38 No obstante, también hubo notas más serenas: “El Secretario de Salud del DF, Armando Ahued, descartó que exista una emergencia sanitaria en la Ciudad por el repunte de casos de influenza”.39 En otra nota se daba voz a los especialistas para tranquilizar a la sociedad: “Llama especialista a no generar alarma. Aunque México sí ha registrado este año un aumento inusual en el número de casos de influenza, el país todavía está lejos de enfrentar una situación alarmante y mucho menos una pandemia”.40 Para el 23 de abril, el gobierno de la ciudad seguía en el mismo tenor al mencionar que la Secretaría de Salud rechazaba que los casos de influenza fueran una epidemia o pusieran en riesgo a la población, pero se hacía un llamado a fortalecer la prevención:

La proporción inusual de casos de influenza estacional que se están registrando entre la población joven hace necesario reforzar las acciones de prevención entre sector […] La campaña […] llamará a los estudiantes […] a que tomen cuidados como lavarse las manos, que estornuden de manera adecuada -no al aire, sino tapándose-, y a que acudan al médico y eviten acudir a clases si presentan alguna sintomatología respiratoria grave.41

En otras notas, el aumento de muertes incrementaba la alarma; una noticia del 23 de abril señalaba: Reporta Salud 20 decesos y el imss 28. Alertan sobre impacto de enfermedad entre población de menos de 45 años […]. Sabemos que, desafortunadamente, los fallecimientos van a crecer, porque hay pacientes graves que están entubados y la mortalidad en estos pacientes es alta”.42 Uno de los temas que más preocuparon desde el 23 de abril y durante los días siguientes fue la escasez de medicamentos; por ejemplo, el 23 se informó que el laboratorio Sanofi Aventis se ofrecía a donar 236 000 dosis de vacunas para evitar que la enfermedad avanzara.43 En otra nota, se informaba que la Secretaría de Salud rastreaba vacunas sobrantes, además de que algunas dosis disponibles caducarían en dos meses.44

La zozobra aumentaba en la población, como lo demuestra, por ejemplo, la compra de cubrebocas. Un comerciante ambulante establecido cerca de un hospital mencionaba: “Del lunes para acá se han vendido mucho más, antes vendía de 10 a 12 mascarillas, casi a puros médicos, estudiantes y una que otra enfermera, ahora son 60, 80 al día. Ahorita estoy vendiendo hasta cajas para los hospitales, cajas completas”.45 La ciudad se encontraba en vilo, con información incompleta; la influenza modificó por varios días la vida cotidiana. Esto quedó evidenciado en algunas notas; por ejemplo, los reporteros Daniela Rea, Julio Ramírez y Pilar Ramírez mencionaban que la actividad de los hospitales se había alterado:

El brote atípico de influenza […] modificó […] la rutina del Hospital Rubén Leñero: se suspendió el acceso a embarazadas, se cancelaron las prácticas de estudiantes durante 15 días y a familiares de los enfermos les entregaron cubrebocas para entrar. “Póngase cubrebocas, lávese las manos con desinfectante y por favor trate de no tocar nada adentro”, advertía el guardia del nosocomio con la mascarilla puesta a cada persona que llegaba a visitar a su enfermo.46

La nota cuestionaba la información y los datos oficiales; principalmente, ponía en entredicho el número de infectados. Este tipo de noticias sin duda fomentaron el inicio de los rumores:

De acuerdo con personal de enfermería y laboratorio […], hay tres pacientes contagiados, dos en aislamiento y un varón de 27 años falleció el sábado pasado. Sin embargo, la Secretaría de Salud capitalina negó todos estos casos […]. El mismo sábado […] falleció, relató una enfermera de urgencias. “Quienes sabemos los síntomas sabemos por qué murió. No quieren demostrarlo, pero la gente sí está preocupada”, confirmó la enfermera del nosocomio cuya capacidad es de 136 camas y atiende a alrededor de 160 urgencias diarias.47

La nota también resaltaba la escasez de las vacunas y el consecuente contagio del personal médico. Cabe destacar la duda sembrada respecto a los contagios en los hospitales que no habría reportado el gobierno:

El pasado domingo […], el personal médico […] acudió a una junta donde autoridades […] de la Secretaría de Salud federal les avisó que ante el brote atípico de influenza, el personal de urgencias y terapia intensiva sería vacunado. Cuatro días no han sido inmunizados, porque no hay vacunas. “Sí estamos preocupados porque las medidas de protección no son tan efectivas”, dijo una doctora.48

Otro de los temas de la nota es la duda sobre las formas de contagio de la enfermedad:

Algunos extreman precauciones (doble cubrebocas y manos desinfectadas), otros lo consideran una regla más. “Aquí ya hay dos enfermeras infectadas y siguen trabajando, eso es un riesgo para los enfermos”, cuchichearon visitantes en la entrada. “El bicho ya está en el aire, ahorita nomás de abrir la boca para platicar ya seguro se nos metió”, agregó la mamá de un paciente. -¿Les han pedido que extremen sus precauciones? […] se pidió al personal médico tomar medidas universales de higiene, usar tapabocas, estar tranquilos y no causar pánico ante el brote de influenza.49

Es evidente la sospecha que induce el texto con relación a los infectados: “Sabemos que hay algunas personas enfermas con influenza aisladas, no sabemos dónde, pero nos preocupa que nos podamos contagiar […]. Yo creo que a la entrada deberían de dar mínimo cubrebocas […], que te dijeran qué medidas preventivas puedes tomar, dijo Carmen”.50 En el mismo tenor, la zozobra aumentó con noticias sobre el incremento de los contagios y una supuesta difusión limitada u oculta de decesos. Por ejemplo, una nota resaltaba que “cientos” de médicos y enfermeras se habían contagiado, “lo que [había] causado temor y enojo en hospitales del DF”; de igual manera, trabajadores del sector salud señalaban:

[…] hasta ayer se tenían reportados más de 500 casos […]. El contagio de trabajadores ha afectado […] a empleados de los principales hospitales públicos del DF […]. De acuerdo con enfermeras del Hospital Rubén Leñero […], el miedo a ser contagiadas de influenza ha provocado que compañeras dejen de laborar. “Dos compañeras que estaban cuidando a los pacientes aislados en la mañana fueron a hablar con la responsable para decirle que se sentían mal, que si se podían ir a descansar a sus casas. Una dijo que tenía migraña y la otra la presión alta”, relató una enfermera contratada de confianza. Molesta, dijo que no está vacunada, no hay material en el hospital para su protección (un día antes se habían terminado los cubrebocas) y por ser de confianza no tiene seguro médico. “No se vale que nosotras, que no tenemos seguro médico, estemos arriesgándonos con los pacientes, porque tampoco tenemos vacuna”.51

Los rumores publicados en los diarios se hicieron presentes de manera abierta. En la misma nota se resalta:

La noche […] fue tensa para algunos de la Clínica 25. En el pasillo corrió el rumor de que 10 doctores han fallecido en todo el País por la influenza. Las estadísticas son un desmadre, no se sabe realmente cuántos muertos hay […], nos dijeron que tomáramos precauciones, […] “no sabemos qué tan cierto sea, pero mientras no nos den información de verdad el temor va a seguir creciendo”.52

Más adelante, se destacaba nuevamente la preocupación por la escasez de vacuna; en un tono de alarma se narra la siguiente historia:

“Pide una vacuna a como dé lugar”, le dijo una médico residente del Hospital General […] a su amiga Sandra […] por el celular. La doctora colgó el teléfono para abordar junto con otra compañera […] el Metro […]. Sandra llamó a su amiga para contarle que un doctor […] le había pedido que no lo saludara, porque estaba infectado de influenza, como varios de ahí del nosocomio. “Seguro que también ya está infectada”, le dijo la residente del celular a la doctora que la acompañaba en el vagón. “Aunque cueste 200 pesos hay que ponernos la vacuna, el problema es que ya no hay. Dicen que en Médica Sur había 10 y que ya pusieron 4”, insistió frente a los demás pasajeros del Metro […], su compañera le comentó que a quienes les darán vacunas […] serán a los doctores grandes de edad. “Pues sí, pero nosotros, desvelados y malcomidos, cómo no nos va a dar”, dijo la doctora del teléfono.53

Sin duda, éste fue el tipo de notas que alimentaron los rumores en 2009. Por su parte, el reportaje de Mayolo López y Margarita Vega tocaba el tema de la suspensión de clases en todos los niveles educativos, con la finalidad de evitar más contagios. De esta forma, la vida cotidiana se había alterado en unos pocos días: el Secretario de Salud, José Ángel Córdova, hizo el anuncio en cadena nacional […] Solamente como medida preventiva […] han considerado conveniente la suspensión de clases mañana viernes 24 de abril (hoy) en los planteles públicos y privados de todos los niveles educativos”.54

En los siguientes días, las notas continuaron en el mismo tenor.55 Por varios días, éste fue el leitmotiv de las notas; sin embargo, para la segunda semana de mayo fueron menguando, y la alerta sanitaria oficialmente terminó el 21 de ese mes, cuando el gobierno de la Ciudad de México puso fin a la emergencia: “El vocero del comité, el académico Malaquías López, de la UNAM, señaló que el último caso de contagio se registró hace siete días, y el regreso a clases de 2 millones de estudiantes de todos los niveles no generó ningún nuevo caso registrado de la enfermedad”.56

Pero, ¿cómo modificó la influenza la cotidianidad de los mexicanos? Además de los infectados y el número de decesos, hubo otras consecuencias que alteraron la rutina, sobre todo en la Ciudad de México y su zona conurbada. Por ejemplo, las medidas tomadas por la Secretaría de Salud fueron inéditas para la mayoría de la población, al implementar áreas específicas de atención en hospitales y en puntos ambulantes; al hacer mediática la búsqueda de medicamentos y vacunas; al priorizar los sectores más vulnerables a vacunar: adultos mayores, mujeres y niños. Otra de las medias importantes tuvo que ver con las alteraciones en la vida pública: por disposición oficial, se recomendó el resguardo de la población en sus casas entre el 29 de abril y el 7 de mayo, medida que modificó la vida cotidiana en el área metropolitana: “al no tener contacto con el exterior hubo necesidad de reorganizar su convivencia, la cual en ocasiones se volvió hostil e hizo referencia a la importancia del contacto externo”.57 No asistir a lugares concurridos, usar gel antibacterial y cubrebocas, así como evitar saludar de mano y beso fueron cambios que también alteraron la rutina. La ciudad se paralizó. Varias empresas, escuelas y oficinas gubernamentales suspendieron labores; una parte importante de la población decidió abandonar la ciudad e irse al interior de la República, y en algunos casos fueron tratados con recelo.

El enclaustramiento de la población en sus hogares provocó otros problemas, como bien se resume a continuación:

[…] la pérdida de 268 millones de pesos en los cines; el sector turístico fue el más afectado por la ausencia de turistas por el miedo a ser contagiados; por ejemplo, en algunas zonas del sur del país se cancelaron hasta 70 por ciento de reservaciones de hoteles, mientras que la ocupación hotelera en el Distrito Federal cayó hasta cerca de 15 por ciento […] el transporte aéreo tuvo una caída de 25 por ciento […], varios países adoptarán sus respectivas medidas de protección. Argentina, Cuba, Ecuador y Perú suspendieron vuelos desde y hacia México.58

Como puede verse, en lo económico la influenza dejó grandes pérdidas para México, las cuales se calculan en cerca de 40 000 millones de pesos, 0.4 por ciento del PIB.

Hacia el exterior, el mexicano tuvo que vivir el recelo de los pobladores de otros países o ser tratado con precaución; las medidas de prevención, en ciertos casos, fueron extremas. La canciller de México, Patricia Espinosa, refirió que algunas de éstas eran inaceptables: “Lamentamos profundamente las acciones y reacciones que algunos gobiernos de países hermanos han tenido para con nuestros connacionales en el exterior”.59 Entre estas acciones, se encuentran la revisión a mexicanos en China, donde las autoridades “examinaron a los pasajeros de un avión proveniente de México en busca de potenciales portadores del virus AH1N1”. Hubo otros incidentes, como el caso de una familia que vivió un caso de discriminación: “Las autoridades […] habrían sacado a la familia del hotel […] con el argumento de hacerles una revisión médica, dejándolos posteriormente en el hospital donde fueron examinados”. En Hong Kong, aproximadamente 200 huéspedes y 100 empleados de un hotel estuvieron en cuarentena luego de que un viajero mexicano fuera diagnosticado con influenza.

En algunos casos, los mexicanos vivieron la burla y la discriminación. Por ejemplo, el 29 de abril, en el marco de los octavos de final de la Copa Libertadores, donde el equipo de las Chivas de Guadalajara debía enfrentar al Everton de Chile; a causa de la prohibición de llevarse a cabo espectáculos públicos en México, el Club Guadalajara debía buscar un estadio, pero varios países -entre ellos Colombia- se negaron a facilitar un espacio. El partido se efectuó en Chile, no sin algunos altercados, en los cuales los jugadores mexicanos fueron objeto de burla:

[…] los jugadores del Chivas denunciaron que fueron “tratados como leprosos” por hinchas y jugadores del equipo chileno durante un partido en la ciudad de Viña del Mar. En un incidente en particular, el jugador mexicano Héctor Reynoso reaccionó escupiendo, tosiendo y sonándose la nariz frente al argentino Sebastián Penco, mientras le gritaba: “Acá tienes, ahora te contagio la gripe porcina”.60

La prensa chilena condenó esta acción. El diario Últimas Noticias publicó: “Mexicano escupió a jugador de Everton en plena sicosis por fiebre porcina. Héctor Reynoso babosea a Sebastián Penco”. Este diario describió a detalle el incidente:

[Reynoso] se tapó un orificio de la nariz en un gesto típico de futbolistas cuando se suenan […]. No contento con eso, infló sus mejillas acumulando la saliva necesaria para escupirlo […]. Una escupida en un partido no tiene nada de extraordinario a estas alturas, pero se trata de la escupida […] y el aliento de un futbolista mexicano, que proviene del foco mismo donde se detectó la fiebre porcina.

Por su parte, La Tercera señaló lo siguiente: “los mexicanos humillados en todo momento por el morbo de la casi pandémica influenza porcina (varios hinchas llegaron con mascarilla) esperaban dar el golpe”.61 Con las notas anteriores queda claro que, a escala mundial, la influenza estigmatizó a los mexicanos; pasó a ser conocida como la gripe porcina y la gripe mexicana: “Se desató una fuerte discriminación hacia los mexicanos y/o a los extranjeros que habían en México durante la crisis de la pandemia”.62

En México, fuera de la capital, la situación fue similar. Algunos encabezados referían que el miedo de los habitantes ante el éxodo de capitalinos iba en aumento: “Desde Acapulco piden: mejor no nos visiten”.63 Ante la salida de capitalinos hacia destinos de playa o balnearios y el temor al contagio, las posiciones de rechazo aumentaron, a pesar de que el gobierno instó a que los habitantes de la Ciudad de México y su zona metropolitana se quedaran ese fin de semana largo en sus casas para frenar la propagación del virus.64 No obstante, una parte importante de la población decidió “vacacionar” en lugares como Cuernavaca y Acapulco. En Morelos, el gobierno estatal instruyó a todos los prestadores de servicios y balnearios para que mantuvieran sus instalaciones cerradas hasta después del 5 de mayo, por lo menos. En Acapulco, la directora general de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas desalentaba la visita de “chilangos”; pidió no viajar al puerto: “Aquí no ha habido muertos ni afectados. Pero les recordamos que no están abiertos ni antros, restaurantes ni bares, por lo que, contrario a lo normal, los invitamos a quedarse en su casa y no venir a Acapulco”.65 En este contexto, se dieron episodios más agresivos en los cuales se vieron involucrados pobladores de la Ciudad de México: “durante dos días se reportaron ataques a pedradas contra vehículos que con placas del Distrito Federal que viajaban por la autopista del Sol rumbo a Acapulco”. Fueron cinco automóviles y dos camiones los que denunciaron agresiones a pedradas. El alcalde de Acapulco declaró que éstas respondían a una fobia hacia los capitalinos debido al virus de la influenza: “No podemos provocar fobias y, bueno, la gente no debe agredir a nadie, debe de tomar conciencia de lo que estamos viviendo”, pero también agregaba: “quienes nos visitan y puedan tener una gripe, pues ojalá se hubieran quedado en su casa”.66

Aparentemente, estos ataques se incrementaron durante los días de la influenza, debido al miedo de los lugareños, quienes veían crecer la llegada de capitalinos:

[…] la población flotante en esta zona podría llegar a 500 mil personas procedentes del DF […], hace dos días advirtieron que 200 mil ya estaban en Cuernavaca […]. En esa ciudad lo que ya se contagió es el miedo […] por que salen a la calle con tapabocas, guantes y algunos traen hasta botiquín de primeros auxilios.67

En la capital del país y zona metropolitana, así como en centros turísticos como Cuernavaca y Acapulco, el gobierno tomó la medida de cerrar todo centro de reunión público; así, aunque una parte de los capitalinos salió de la ciudad, se encontró con lugares cerrados, sin servicios. El Secretario de Salud de Morelos manifestaba: “estarán cerrados balnearios, cines, teatros, centros de esparcimiento de todo tipo, como son los parques acuáticos […]. No hay nada que hacer en la calle, va a haber una parálisis real del trabajo económico”.68

Al rechazo se sumó el problema del encierro, para algunos una experiencia poco grata, sobre todo para aquellos habitantes con hogares con espacios pequeños o que lo compartían con varias personas. La solicitud del gobierno para evitar la propagación del virus fue que la población se mantuviera en sus casas por tiempo indefinido; esta situación provocó que las familias tuvieran una convivencia poco común, como lo encabezó Excélsior: “Familia del DF le teme más a estar encerrada”; en la nota se destacaba que varias familias pasarían la contingencia encerrados en hogares de 60 metros cuadrados, situación que viven cerca de 18 millones y medio de mexicanos, quienes además comparten hogar con seis o más personas.69 En estas circunstancias, la influenza provocó una interacción complicada:

En este departamento […] viven Daniel y Magdalena, y sus dos hijos, Gabriela y Karla. También habitan en esos 60 metros cuadrados el esposo de Karla, Paco, y los cuatro niños de esta pareja: Paco, Carlos, Marifer y la bebé Alisson. Karla […] es de carácter fuerte. Cuando pasa más de un día sin salir del departamento se pone histérica y comienza a gritarle a cualquiera a su paso. “¡Cállate!”, “¡Bájale a la tele!”, “¡Cálmate!”, despotrica contra todos si el encierro la consume. Desde que inició la contingencia por la influenza humana se acabaron los pleitos en la mañana por el baño, porque los niños no van a la escuela, pero se desató otro peor, cómo mantenerlos ocupados tantos días en un espacio reducido […]. Karla impuso una rutina: despertarse, desayunar, ver la tele, ayudar a mamá con las labores domésticas y con el cuidado de Alisson, y bañarse. Pero cuando concluyen las actividades a las cuatro de la tarde, todo lo demás dentro de la casa es ocio, aburrimiento, desesperación.70

No se puede asegurar que estas situaciones se vivieran en todos los hogares, pero, sin duda, durante varios días la influenza modificó la dinámica cotidiana y la rutina familiar; para algunos, el encierro agravó la situación ya existente: abonó a la paranoia de la población.

Los bulos en tiempos de influenza: e-mails y “cadenas”

A inicios de la epidemia, los medios de comunicación tradicionales alertaron a la población con información confusa, a medias e infundada. Tras la incertidumbre generada por los vacíos de información, los rumores fueron creciendo. En el pasado, éstos se difundían en espacios públicos: mercados, cantinas, escuelas, transporte, etcétera, pero en la actualidad encontraron otro medio más rápido y de mayor alcance con internet. A continuación, trataré algunos rumores que circularon a través de correos electrónicos, por lo general como “cadenas”, es decir, mensajes sin un destinatario particular, y que generalmente concluyen con una solicitud para compartir la información entre los contactos personales.

Se difundieron dos tipos de mensajes, principalmente: unos que consideraron la influenza como un virus fuera de control y peligroso, y otros que lo consideraron un virus inventado o exagerado para producir una cortina de humo que ocultaría decisiones políticas y económicas. Como ejemplo del primer tipo de rumor tenemos el siguiente mensaje con fecha de 28 de abril de 2009:

Este mail es de primera mano, no es cadena […]. Tengo una tía trabajando en el Instituto Nacional de Rehabilitación que acaba de llamarnos por teléfono para ponernos al tanto de que no es una epidemia de influenza, es un virus que se encuentra suspendió en el medio ambiente SUMAMENTE PELIGROSO. Siguen desconociendo el origen, pero los síntomas son un malestar general en el cuerpo, cuerpo cortado, dolores de cabeza fuertes, irritación en los ojos y mucho ardor […]. En el Instituto además de innumerables muertes de pacientes, han muerto ya 10 médicos, y están hospitalizados 2 médicos de 25 años. El hospital Juárez […] está cerrado por cuarentena. Es un virus tan fuerte que los síntomas se presentan uno o dos días y si no es atendido de emergencia es mortal en todos los casos […]. Desde luego, el gobierno no quiere dar a conocer tal información para no crear pánico, pero es una realidad. Las clases ya se suspendieron, el presidente acaba de cancelar su gira. Esto no ocurre a menos que haya una causa de fuerza mayor para que se lleve a cabo. Todos ustedes me conocen, esto no es una cadena, lo estoy escribiendo porque creo que es muy necesario ser un poco paranóicos […] circulen esta información con todos sus contactos. Si alguien tiene más información háganla circular, porque evidentemente este tipo de información tan confidencial también se filtra.71

El correo resaltaba el hecho de tener supuesta información de primera mano: “una tía” en un centro médico, quien informaba que el virus era sumamente peligroso. En el mensaje no se dan nombres, por lo que sobresale el anonimato de los autores. A pesar de aceptar la existencia del virus, predomina la alarma al grado de suponer que el gobierno oculta información para no crear pánico. El mensaje concluye solicitando que se comparta la información confidencial que se llegue a filtrar, lo cual abona a crear un ambiente donde la sospecha y la alarma dominan. Este mensaje tiene elementos similares a la nota publicada en el Reforma el 23 de abril, donde el rumor se alimenta de la sospecha.

Otro ejemplo de este tipo es el siguiente, del 29 de abril, donde se resalta la peligrosidad del virus y nuevamente se sospecha de las acciones del gobierno:

[…] no se puede confiar en este gobierno, la epidemia es real, y […] no se me hace raro que haya aparecido en México […]. La cepa original es de Asia, pero este es un mutante mexicano o gringo […]. Hay otros virus con otros origenes (ebola y vih son africanos, sars y gripe aviar son asiaticos). La informacion mas confiable puede encontrarse en el sitio de la OMS.72

En el mensaje se comparten ligas para constatar esta información, las cuales enlazan con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).73 El mensaje agrega elementos para el rumor, la alarma y la sospecha, dirigido por una opinión sin fundamento identificable con un “yo creo”:

Nunca antes se habia visto que se cerraran tantos lugares publicos por una epidemia, porque afortunadamente hace mas de 50 años que no padecemos una en México […]. Cuando sars y gripe aviar atacaron China y Canada principalmente […] sitiaron las ciudades donde apareció: […] Aqui no se ha hecho eso, pero al margen de la desconfianza fundada en este “gobierno”, las medidas adoptadas son correctas […]. Yo creo que tenian sospechas del brote antes de Obama, pero 1. No estaban seguros: eran pocos casos, pocos muertos y no daba la prueba para influenza 2. No convenia “arruinar” el teatro que se monto para Obama 3. En realidad el sistema de salud mexicano que hace solo 20 años era de los mejores del mundo, ha caido en un estado deplorable […] y eso hace que las enfermedades no se detecten oportunamente, y que los pacientes no asistan a consulta ante la amenaza de pasar 3-4 horas antes de que los atiendan para que al final les den un naproxen […], de modo que muchos de los pacientes asistieron cuando la enfermedad ya estaba muy avanzada y de ahi las muertes […]. Si, no hay que olvidarnos de otros asuntos, pero Ni por asomo se nos ocurra pensar que esto solo es un montaje del gobierno mexicano: la alerta es real.74

En el mensaje se delinean dos elementos que aparecerán en otros correos: por un lado, la sospecha sobre decisiones políticas por parte del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), que lo llevaron aparentemente a ocultar la gravedad de la situación debido a la visita del presidente estadounidense Barak Obama, sucedida el 16 de abril; por otro, las supuestas motivaciones ocultas de este encuentro. Ambos personajes serán de los principales sospechosos involucrados en este episodio. Ejemplo de lo anterior son los mensajes que negaban la existencia de una epidemia y destacaban que sólo era una cortina de humo para ocultar problemas de corte político; de esta forma, la conspiración y sospecha alimentaban el bulo:

Que ocultan detrás de este nuevo tema de polémica la INFLUENZA.

Esto es sólo una estrategia del gobierno, una distracción para la reforma educativa en la que se contempla privatizar las escuelas públicas sobre todo de educacion superior […] y en la que nadie se dara cuenta porque […] es recomendable no salir de sus casas y por ende no protestar. Pensemos un poco, si dicen que en el metro, centrales de autobus, cines, teatros, aeropuertos etc, hay más riesgo de contagio porque entonces no cierran todo, si realmente hubiese epidemia se tomaria medidas más fuertes no sólo decirle a la gente que se compre su cubre bocas […]. Por que sólo cerraron las escuelas cuando tambien en los lugares mencionados anteriormente hay más riesgo de contagio […] piensenlo […] esto esta muy raro y de verdad no suena tan descabellado tomando en cuenta las estupideces de nuestro gobierno y los funcionarios ineptos que tenemos.75

En estas líneas se sospecha de una reforma para privatizar la educación superior, misma que hasta la fecha no ha sucedido. El motivo para alarmar a la población e impedir que salieran a los espacios públicos habría sido evitar la reunión y con ello una posible protesta. Más adelante, el mensaje resalta la aparición de rumores previos, como el que circuló por televisión en la década de 1990: el chupacabras. Lo anterior para resaltar la creación de rumores como una estrategia de manipulación gubernamental. En México, el chupacabras se volvió mediático durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), ocupando los espacios principales de los noticiarios. La historia hacía referencia a un supuesto animal que atacaba en las noches al ganado, cuyos cuerpos aparecían en las mañanas con orificios en el cuello, por donde les sorbía la sangre. Este animal nunca fue grabado, pero por semanas desvío la atención de la población de los problemas que aquejaban al país:

Ya pasamos por una experiencia como para creernos que regreso el chupacabras, pero si nos han enajenado con mentiras cinematograficos gringos como epidemia, realmente tal enfermedad no existe, y si un virus esta matando gente, este esta siendo suministrado por asesinos en lugares clave, todo completamente controlado, para que como siempre, se jodan los que para ellos no valen nada (el pueblo), solo basta con ver como se toman medidas que apantallan a toda la población ignorante del tema […] pero cosas tan basicas como el metro, ni en cuenta […] solo recuerden que los noticieros son muy amarillistas al cual les pagan por no decir la verdad de las situaciones que vivimos.76

Como colofón, el mensaje exalta el contexto político del país y acontecimientos futuros, como las elecciones, para justificar la necesidad de una cortina de humo. Se resalta que el problema real es “el virus de la política” y la corrupción, al grado de sospechar de la venta de recursos naturales del país; en este sentido, la influenza sería sólo un rumor que habría funcionado para entretener al público:

Podría ser un distractor más para que no veamos las penosas realidades de nuestro país. Como las proximas fraudulentas elecciones o la militarización del país con el pretexto del narco, de la salud y demás; es probable que se va a vender algo más de nuestra patria como lo ha sido el agua, las minas, el petróleo, el uranio, la sal […]. Estemos atentos a lo que sucede en todos los ámbitos y no nos quedemos callados. La influenza no es el problema. El problema real y peligroso es el virus de la política. Estamos en tiempos electorales. Saca tu conclusión.77

Otro ejemplo de rumor que consideró la influenza una cortina de humo para ocultar intereses y decisiones políticas lo tenemos en el siguiente correo del 28 de abril:

Detrás de la epidemia. Nunca vi […] que cerraran tantos lugares públicos debido a una epidemia, da miedo ver como una enfermedad puede poner en pánico a toda la población. No hay vacuna […] ya iban mas de mil infectados, como 60 muertos pero no todos confirmados por el extraño virus […] ¿Cómo empezó todo? […] es un virus asiático que entró a nuestro país por Estados Unidos […] y el brote principal ha sido en el DF y en San Luis Potosí. ¿Pero no se supone que es altamente contagioso? si viene de Asia, ¿Por qué no hay una epidemia allá? ¿Por qué solo en México se dio la epidemia? Bueno creo que tendremos que estar al pendiente de los medios de comunicación a ver que pasa […] ¿Pero en serio vamos a creer en ellos, cuando han demostrado que mienten, manipulan información y crean grandes historias? Yo prefiero no creer mas allá de lo que el sentido común imponga. ¿A qué vino Obama a nuestro país?, ¿Por qué no hablan de la Anexión del Ejercito Mexicano al Pentágono? ¿Acaso los medios han expuesto cómo los ejercicios de guerra en los que ahora participa México junto con el Ejército Estadounidense rompe nuestra neutralidad? […] ahora somos enemigos de sus enemigos también! ¿Pasaron eso en la televisión? han hablado del aspan (Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte), y de los temas antes mencionados, tanto como del nuevo virus? Me parece que no. Sin el objeto de malinterpretación alguna, el virus es una realidad y ha muerto gente por ello. Pero ¿no resulta extraño que esto haya iniciado después de que Obama vino a México? y que no se habló […] que tendremos la misma moneda desde Canadá hasta México (El Amero).78

Cabe resaltar que, hasta el momento, el amero no ha pasado de ser un rumor de moneda; asimismo, formalmente no existe aún una anexión del ejército mexicano al pentágono, aunque en algunos medios de comunicación se habló de la propuesta de militarizar la frontera por parte de los presidentes de México y Estados Unidos: a unos días de su visita a México en 2009, Obama solicitó al Congreso recursos para reforzar la lucha contra el narcotráfico en México desde el Pentágono, con el envío de tropas a la frontera.79 El objetivo de la visita de Obama a México, según las declaraciones de este presidente, fue buscar una frontera segura y colaborar en la lucha contra el narco: “No se puede pelear esta guerra con una sola mano. Los dos países tenemos que estar coordinados y comprometidos. Nosotros tenemos también nuestras responsabilidades y tenemos que esforzarnos por cortar el flujo de dinero y de armas hacia México”.80

El correo finaliza con una recomendación para analizar la situación con videos donde se destaca la doctrina del shock: “La invitación a todos es investigar lo que hay más allá de los elementos discursivos, para ello los siguientes vídeos son muy esclarecedores […] el generado sobre la doctrina del shock”.81 “Conmocionarlos hasta que obedezcan”, ésa es la premisa de esta doctrina desarrollada en el video de aproximadamente siete minutos dirigido por Alfonso Cuarón. La idea principal es cómo los gobiernos aplican esta doctrina a la sociedad: “Un trauma colectivo, una guerra, un golpe de Estado, un desastre natural, un atentado terrorista nos hace entrar en estado de shock. Y como el prisionero en la sala de interrogatorios también nos volvemos más infantiles. Propensos a seguir a líderes que afirman protegernos”. De esta forma, los gobiernos aprovechan el shock provocado por un acontecimiento para implementar políticas, alzas, reformas, etcétera. Los gobiernos deben implementar estas medidas momentos después de la crisis, “para imponer de golpe todas las políticas más dolorosas antes de que la población recobre de nuevo el equilibrio”. Ésta es la esencia de la doctrina del shock que se presenta en el video.82 De esta forma, el correo deja como un tema secundario la influenza, centrando su atención en las posibles decisiones políticas que se desarrollen durante esos días. Más que un virus, la influenza fue un rumor que forma parte de la doctrina del shock en México.

En el mismo sentido, el siguiente mensaje difundió un rumor de tipo político, señalando que la influenza era una estrategia para ocultar temas de política nacional y que, incluso, involucraba planes internacionales que afectarían al país:

Es realmente deprimente ver como la gente se ha dejado sorprender […] por parte de la tv y el radio a causa de la “Influenza Porcina”. El jueves […] el señor calderon dio un mensaje […] diciendo que se habia dado un brote de influenza porcina la cual es un virus “nuevo e incurable” y que ya habia causado varios muertos, de inmediato dijeron: no salgan a la calle, no vayan a la escuela, al cine, a los antros, etc. Pero jamas dijeron: “No tengan miedo”. Claro, si es lo unico que buscan. Leyendo un poco […] encontré […] que el virus es el mismo que aparecio hace unos años y fue conocido como la “Gripe Asiatica”, lo cual se trato de una cortina de humo para ocultar la grave situacion económica que se vivia en Asia en esos momentos. La situacion en Mexico es similar, el mismo jueves […] el Senado de la Republica estaba aprobando la iniciativa […] que […] permite la portacion de dosis minimas de marihuana, cocaina, opio, cristal y otras drogas; perdonen mi falta de atencion, pero no he visto en ningun noticiero que hayan hablado de esto […]. Nada grave verdad? Pues otra de las leyes que se aprobaron el jueves […] es la “ley de La Policia Federal” con la cual […] se aprueba lo siguiente: La utilizacion de agentes policiales sin uniforme […] (Bravo! policias encubiertos, “civiles” armados, mas robos y secuestros impunes) La intervencion de las llamadas telefonicas. (Adios privacidad) La policia federal ahora podra intervenir e incluso retener los correos electronicos […]. Se les otorga toda la facilidad para solicitar a las empresas privadas informacion personal de sus clientes […]. La corporacion realizará acciones de vigilancia, identificacion, monitoreo y rastreo en la Red Publica de Internet sobre sitios web, con el fin de prevenir conductas delictivas. (O mejor dicho para prevenir golpes de estado, marchas, movimientos civiles, etc.83

Esta parte del mensaje resalta la realización de reformas concretadas el 28 de abril y que no tuvieron difusión en los medios de comunicación; la influenza otra vez fue el distractor. Sobre el tema de las drogas, el mismo día se aprobó la portación para uso personal: 5 gramos si es marihuana y 500 miligramos si es cocaína. En relación con el actuar policiaco, se aprobó la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública, autorizando la creación de agentes encubiertos. El mensaje continúa exponiendo decisiones internacionales que afectaban a México. El aumento de la deuda externa fue una supuesta noticia omitida por el tema de la influenza:

[…] el 18 de abril, el Fondo monetario internacional aprobó un credito de 47,000 millones de dolares que solicito el gobierno de mexico para afrontar la crisis […] en un plazo de un año, esto significa que si habia deuda externa, ahora la hay y en grande, pero como siempre el que paga es el pueblo, […] los noticieros solamente dieron la noticia, no hablaron del riesgo que significa un prestamo de tal magnitud […]. Y la ultima razon para haber creado tal psicosis por una enfermedad curable es esta: El presidente Obama hizo una visita a Mexico el 16 de abril, ¿de que se hablo? Algunos dicen que de seguridad nacional, lo cierto es que Obama venia a cerrar un trato (El comando Norte) con el que se acepta que militares estadounidenses entren a Mexico y poco a poco se apoderen del territorio, de los pozos petroleros y de las reservas de los mantos acuiferos. Carajo! ni el mismisimo Antonio Lopez de Santa Anna. Todo esto bien pudo haber sido el causante de algunas marchas, cierres de carreteras, movilizaciones civiles, e incluso levantamientos armados por parte del Narco, pero todo fue aplacado por la curiosamente oportuna Influenza, tan oportuna que hizo que las dependencias de gobierno (los sindicatos) no laboraran; la gente no saliera a las calles y por logica no comentara nada. Lo unico que podian hacer era quedarse en casa sin otra opcion que prender la television y cada 15 minutos ver algun spot para prevenir la influenza, y cada 2 o 3 horas algun noticiero hablando todo el tiempo de lo mismo. Ahora bien, es una Epidemia o un terrorismo de Estado? Recuerdan al Chupacabras? La mataviejitas? Los naufragos? El rasismo a los emos? todo es parte de la misma cadena […] sino reenvias este mensaje a todos tus contactos, te enfermaras de influenza.84

El mensaje enfatiza la sospecha contra el gobierno por intentar esconder una decisión que afectaría la soberanía y los recursos naturales del país. A continuación, en un correo del 30 de abril de 2009 tenemos otro ejemplo de rumor donde se hace presente la sospecha de corte político y de una conspiración internacional. El 2 de abril,

[…] durante la reunión del grupo de G7 […] se dieron 2 conclusiones fundamentales. 1- La economía mundial necesitaba un cambio 2- El fmi. Destinaria 500,000 millones de dólares para ayudar a las economías emergentes […] 3- Luego vino la reunión privada del presidente Obama y Felipe Calderón el 16 y 17 de abril. Sorpresivamente el jueves 23 de abril el presidente de México convoco a una reunión de emergencia con su gabinete, y por la noche el secretario de salud José ángel córdoba Villalobos anunciaba en cadena nacional la aparición del virus de la influenza, y las medidas inmediatas como la suspensión de las clases a todos los niveles en el DF y el estado de México. El 24 de abril el G7 declara la economía mundial debería ponerse en marcha este año y que se lanzarían todas las acciones necesarias. Finalmente lunes 27 de abril la empresa farmacéutica Sanofi Aventis anuncia que inyectara 100 millones de euros en una nueva planta de vacunas y donaría 236,000 dosis a México como apoyo al control de la enfermedad.85

Las presiones de organismos internacionales y la figura del mandatario estadounidense aparecen en primer plano; la economía mundial y el endeudamiento del país alimentan el rumor. Un mensaje que resume las dudas manifestadas en los otros correos es el siguiente, donde se reiteran las sospechas de una epidemia que, si bien existe, es aprovechada para difundir miedo entre la población, para generar un distractor:

MENTIRA (INVENTO DEL GOBIERNO. La influenza es una enfermedad k fue creada de una mutacion entre el animal porcino y el ser humano, la influenza como tal siempre ha existido, pero ahora es una epidemia […]. Una epidemia??? segun kien?? segun el gobierno de mexico, segun los medios masivos de comunicacion, segun televisa, segun tv azteca. Sera como el invento del chupacabras cuando la devaluación del 94 y las osamentas encontradas en aquellos tiempos, pues porque ahora el tema de conversación es la epidemia “que se vive actualmente”, ya nadie habla de narcotráfico, crisis ni algún otro problema que antes nos preocupaba y le exigíamos al gobierno. No comparemos tanto con el chupacabras. hay casos como el de inventar colera en el 94, los emos para tapar la venta de pemex, los naufragos para cubrir el fraude de 2006 y varias cosas que ni los mas experimentados de la sociedad se darian cuenta. Pero existe algo llamado: “Psicosis”, es histeria colectiva, o lo definiré para que ustedes lo entiendan: “espanta ingnorantes, usando TV y Radio”.86

Nuevamente, la influenza aparece como una enfermedad aprovechada por el gobierno y las televisoras para ocultar problemas sociales y políticos: narcotráfico, crisis económica, etcétera. Por ello, comparan la epidemia con otros episodios recientes considerados como distractores: emos, náufragos, chupacabras. El mensaje continúa señalando la “ignorancia” de aquellos que creen en la existencia de la influenza por ser un distractor:

[…] los ignorantes no ven mas allá de su nariz […] estamos ante un distractor de enormes proporciones, la gente esta desviando la mirada por mentiras, en stos momentos de caos y paniko, creado por los medios de comunicaciones aparte del gobierno. se estan aprobando cosas que la opiniion publica rechazaria, pero estas tan espantado usando cubre bocas baratos pensando que eso te salvara si hubiera una epidemia de verdad, y tan espantada que cualkier cosa que le digan la acepta sin rechazarla como: aki estan varios puntos que pueden kedar a casualidades si ustedes lo kieren!! […]

  1. k casualidad que siempre pasan cosas extrañas antes de las elecciones siempre.

  2. el dolar el sabado amenecia en 13.09 pesos y hoy lunes amanecio en 14.28 pesos, la caida de la bolsa mas grande en un solo día […] pero nadie se dio cuenta, pork andas en las farmacias tratando de conseguir un inch.. papel para ponerte en la boca.

  3. se acaba de aprobar la ley de portacion minima de droga para uso personal (es decir legalizo la marihuana) sabias eso, no pork todo es tengo influenza tengo influenza […]. osh.

  4. EL LIDER DEL PAN INAGURA ERA DE NEPOTISMO A DEDAZO LIMPIO, REPARTIENDO DIPUTACIONES

  5. se hacen reformas a la ley penal

  6. Juicios express por internet.

  7. ley de Adquisiciones, de Obras Públicas y de Responsabilidad de los Servidores Públicos

  8. hasta hoy se dice que van 126 casos de personas muertas en todo el pais.. aun en kaso de k esto fuera cierto […] si dividimos este numero entre las personas k habitamos mexico, el resultado es .0000000000000000000001 %, CREO Q ES EL FIN DEL MUNDO NO INVENTES!!

  9. La OMS […] confirmo la influenza como epidemia, siendo k solo ha matado poco mas de 100 personas, ojo!! la OMS esta a cargo de USa, y k casualidad k todo esto paso despues de la visita de Obama a mexico, justo antes de elecciones, en plena crisis, y aprobaciones d leyes contradictorias a la lucha del gobierno.87

Aparecen nuevamente sospechas que se mencionan en otros mensajes: la influenza es un distractor para la aprobación de leyes, para ocultar los verdaderos motivos de la visita de Obama, para alertarnos de una crisis mundial que “ya viene”, para ocultar el alza del dólar, etcétera; por eso, el mensaje hace el llamado a que la gente piense y no se deje influenciar por el “Miedo a ser ignorantes”:

PIENSEN […] Otra cosa, viene a nivel internacional una gran crisis […] donde se va a violentar los derechos de las personas, aguas!!! con pretextos baratos, y la “gripita del puerco” va a ser la excusa perfecta, de hecho esa cepa H1N1, salió de un laboratorio de Texas (al igual que la del sida), por eso, no es extraña que a raíz de la visita del “Esclavo aculturado” (OBAMA)a tierras de verdaderos nativos americanos, sea después LA FAMOSA INFECCIÓN NACIONAL (EL DF Y EDO MEX NO ES TODO MÉXICO) de la gripa del puerco […] EL MIEDO HACE QUE TOMEMOS DESICIONES A LA LIGERA EL MIEDO TE LO ESTAN INFUNDIENDO PARA FINES CONTRA TI […] A todos aquellos que dicen que esto es delicado y que conocen casos cercanos […] NO SON MAS QUE MERAS PLATICAS CON AMIGOS DE CONOCIDOS, o sea fulanito, perenganito y sutanito, o sea NADIE HA VISTO DIRECTACTAMENTE UN CASO DE UN MUERTO, ni a los familiares, todos son primos y tios doctores que dijeron. Para mi valdria si me dicen […] mi papa tiene y murio, entonces si, De nada me sirve el amigo, el vecino, etc…

Metete a Internet e investiga que es TERRORISMO DE ESTADO. Divúlgalo […] es importante que no nos vean la cara […] y aunke traigas tu cubrebokitas te la van a ver completita.88

El correo hace mofa de quienes creen en la existencia de la epidemia, cuya fuente son sólo los amigos “fulanito, perenganito o sutanito”; por ello, resalta “metete a internet e investiga”: internet se vuelve el espacio privilegiado para informarse. El correo introduce una variante de la doctrina del shock, al insinuar que este episodio es una forma de terrorismo de Estado. Nuevamente, la influenza es minimizada: lo importante es lo que el gobierno, los medios de comunicación, los organismos internacionales y el gobierno de Obama quieren “escondernos”.

Una variante es la que involucra a empresas farmacéuticas como causantes del virus de la influenza en México, como se muestra a continuación:

[…] el escenario mundial es apocalíptico por varias razones […] la crisis sistémica del capitalismo y sus diferentes manifestaciones -crisis financiera, amenaza nuclear, calentamiento global […]- hay que sumarle ahora la amenaza de una pandemia causada por una gripe porcina que supuestamente se ha generado en México, donde ya hay decenas de muertes […] Ya han comenzado las primeras especulaciones científicas al respecto y, sin embargo, todavía no se ha escuchado ni una sola crítica sobre las múltiples y profundas causas asociadas a la actividad humana -causas sociopolíticas, por lo tanto- que se esconden tras este tipo de fenómenos. Cabe recordar que antes de los cerdos fueron los pollos, las terneras y las ovejas las especies que afectaron a los humanos. Todas ellas son parte de una industria alimentaria que funciona a escala global. No se trata de una apología animalista. Se trata sobre todo de una constatación, de una denuncia y de una reivindicación de la soberanía, también en el terreno alimentario. En definitiva, que el debate público al respecto no está en el terreno de la ciencia, sino en el político. En ese contexto, antes de perderse en estériles debates sobre epidemiología, se debería mirar a la concepción de la alimentación como una industria más. Porque la culpa no es de esos cerdos, sino de otros que han convertido la alimentación en un activo más de mercado, sujeta a sus leyes y ajena a las de la naturaleza y la humanidad.89

Decisiones políticas en combinación con la industria alimentaria mundial dieron como resultado una variante donde la alimentación para animales y humanos se convierte en una industria más interesada en el lucro que en el bienestar, apoyada por la corrupción política. La influenza nuevamente pasa a segundo término: el rumor recae en los planes ocultos de la industria alimentaria mundial.

Soflama final para historiadores

El episodio de epidemia de influenza en México es sólo un ejemplo de cómo a lo largo de la historia y a través de diferentes medios han circulado falsos rumores o bulos. En la actualidad, internet forma parte del repertorio de medios por donde se han difundido. Las nuevas tecnologías no destierran algunas costumbres y comportamientos presentes en la sociedad, y, como lo resaltó Marc Bloch: “Los bulos en toda su multiplicidad de formas -simples chismes, imposturas, leyendas- han llenado la vida de la humanidad”.90 Al parecer, poco han cambiado las reacciones ante una situación de incertidumbre, pero aumentan las posibilidades de los medios por donde circulan: hoy es internet, hace medio siglo fueron la radio y la televisión, el teléfono, y, siglos atrás, los lavaderos, el mercado o la iglesia. ¿Por qué nuevo medio se difundirán los rumores en unas décadas?

Seguimos reaccionando de la misma manera que nuestros antepasados a determinadas circunstancias. Como en otros casos, los rumores surgidos en torno a la influenza están ligados a la desinformación y al miedo provocado por una crisis inesperada. El miedo a enfrentarse a lo desconocido es un acelerador del rumor. En su obra mencionada sobre el rumor, Bloch concluye con una reflexión en torno a la circulación de falsas noticias durante la guerra. Bloch escribió que estas noticias no se originaron en la línea de fuego, por el contrario, surgían alejadas del frente de batalla, como en las cocinas. Advirtió que la cocina era el lugar donde se reunían las personas que durante el día habían estado en diversos puntos y tenían contacto entre ellas, intercambiando información: “los bulos sólo surgen allí donde se pueden encontrar individuos procedentes de diferentes grupos”.91 En contraparte, en la vanguardia, en las trincheras, se encontraban soldados a la espera de la batalla, muchas veces aislados por largo tiempo, separados y dispersos del grueso de sus compañeros; los soldados debían guardar posiciones por varios días a la espera de las acciones. En esta situación de escaso contacto, las falsas noticias generadas en las cocinas llegaban de vez en vez a la trinchera, donde el aislamiento había generado un ambiente propicio para la circulación de rumores. Aislados, los soldados no podían autentificar o desmentir noticia alguna. Bloch consideraba que encontrar colectivos en la historia en esta situación de dispersión era raro, pero, en esos casos, el papel de ciertos individuos era fundamental para difundir noticias: vagabundos, buhoneros, viajeros, por ejemplo; estos personajes aprovechaban ciertos espacios o celebraciones para difundir noticias o rumores:

El papel de los buhoneros y de todo tipo de vagabundos, viajeros cuyo paso escapaba a toda posible previsión, lo realizaban en el frente los agentes de enlace, los telefonistas que iban para realizar reparaciones en las líneas o los observadores de artillería, personas todas ellas de importancia a las que los suboficiales interrogaban con avidez pero que se relacionaban muy poco con la tropa. Las comunicaciones periódicas, de mucha mayor importancia, se hacían necesarias por causa de la alimentación. El “ágora” de este microcosmos de las trincheras eran las cocinas.92

En 2009, por unos días, México vivió una situación en la que su población estuvo desconectada o dispersa al evitar espacios públicos. La población se atrincheró en sus hogares o se alejó del epicentro de la epidemia. En esta situación, los personajes que nutrieron de noticias a la sociedad llegaron por el espacio virtual: internet fue uno de los medios que difundió las opiniones o noticias sobre la influenza. Una sociedad alejada de los espacios públicos dificultó por unos días el análisis crítico de los hechos, que posibilita el contrastar las diversas versiones de una noticia: la población se atrincheró en sus hogares, se aisló, se dispersó por unos días, y, como el soldado agazapado en el frente de batalla, fue presa de las falsas noticias, de los rumores, al no poder corroborar y contrastar en alguna “cocina” la veracidad de las noticias que circulaban los “buhoneros” de internet.

Cabe resaltar que en 2009 las redes sociales en México estaban en sus inicios. Facebook y Twitter, por ejemplo, tuvieron su boom durante los años siguientes. Asimismo, el smartphone no se había generalizado en la población y la conexión a internet no se había expandido como en la actualidad. Por ello, una parte de las noticias se compartían sólo a través de los correos electrónicos.

Otra explicación sobre los rumores la aportan las ideas de Jean Delumeau y Marc Bloch. Para el primero, los rumores y los factores que generaron miedo en la sociedad occidental durante siglos están vinculadas a condiciones y circunstancias diversas:

La propagación de rumores alarmantes -que circulaban siempre a través de canales no institucionalizados- marcaba el momento en que la inquietud popular alcanzaba su paroxismo. Declarada la alerta del instinto de conservación por amenazas persistentes contra la seguridad ontológica de un grupo, las frustraciones y ansiedades colectivas acumuladas, conducían -y no dejarían de conducir de nuevo en casos semejantes- a proyecciones alucinatorias. El rumor aparece entonces como la confesión y explicitación de una angustia generalizada y, al mismo tiempo, como el primer estadio del proceso de liberación que provisionalmente va a liberar a la multitud de su miedo. Es identificación de una amenaza y clarificación de una situación que se ha vuelto insoportable. Porque, al rechazar toda incertidumbre, la población que acepta un rumor está haciendo una acusación. El enemigo público está desenmascarado; y esto es ya un alivio. Incluso en su versión optimista, el rumor designa a uno o varios culpables.93

En el mismo sentido, Bloch señaló que los rumores son errores de percepción, relacionados con representaciones colectivas preexistentes que emergen en un contexto propicio: “todo bulo nace siempre como consecuencia de representaciones colectivas preexistentes a su propio nacimiento […] esta puesta en marcha sólo tiene lugar debido a que la imaginación ya había sido previamente dispuesta, de modo firme y callado, para ello”.94 La alerta en la sociedad mexicana se fue escabullendo a través de diversas notas periodísticas y mensajes en internet, lo que provocó ansiedad, zozobra y miedo, hasta llegar a proyecciones sin suficientes evidencias. De esta forma, la sociedad hizo eco de rumores; algunos los aceptaron y buscaron identificar a los culpables: “El enemigo público está desenmascarado […] el rumor designa a uno o varios culpables”. En 2009, el enemigo desenmascarado fue el gobierno de Felipe Calderón, quien llegó al poder bajo el manto de la duda y señalado por sus opositores, al ganar las elecciones presidenciales bajo sospecha de fraude electoral por un margen mínimo de votos de 0.56 por ciento. Asimismo, otro presunto enemigo señalado fue el presidente Barak Obama y la intromisión de su gobierno en el país, sospecha que ha estado presente en la sociedad mexicana por décadas. Asimismo, Bloch y Delumeau identificaron que los rumores se explican por una larga preparación mental o una representación colectiva preexistente. En las elecciones de 2006, la sociedad se polarizó por sus preferencias políticas; esta situación preparó mentalmente a una parte de la sociedad y se consideró que las acciones del gobierno estaban encaminadas a apoyar a un grupo privilegiado y en contra del pueblo. Esta imagen fue generada, en gran medida, por sus opositores, encabezados por Andrés Manuel López Obrador. Así, la representación colectiva de un gobierno inepto y corrupto, cuya finalidad era la entrega de los recursos del país al gobierno estadounidense, fue una percepción presente durante este sexenio. Estos cuestionamientos hacia la imagen presidencial y a las políticas de corte neoliberal orientadas a la privatización de empresas paraestatales y de servicios se han mantenido hasta el sexenio.

Según lo evidencian los mensajes presentados y como lo señala Delumeu, el rumor tiende a magnificar los poderes del “enemigo desenmascarado” y a situarlo en el corazón de una red de complicidades: “Cuanto más intenso sea el miedo colectivo, más tendencia se tendrá a creer en vastas conjuras apoyadas en ramificaciones que están dentro […] un rumor es, en la mayoría de los casos, la revelación de un complot, es decir de una traición”.95 En los mensajes, son evidentes estas ramificaciones malignas, donde el Estado mexicano, los medios de comunicación, el gobierno estadounidense, las organizaciones multinacionales o la industria farmacéutica están inmiscuidas en el origen del virus de la influenza; sin embargo, la mayor sospecha es que se trata de mantener oculta la información real a la sociedad. Respecto a la manera en la que se representa un enemigo, Carlo Ginzburg destacó que una representación negativa sobre un colectivo (como los judíos) en realidad es una creación que se ha ido retomando de otros contextos y otros textos: es decir, una publicación nueva que representa un enemigo seguramente ha extraído algunos elementos de publicaciones más antiguas.96 En un futuro, faltará un trabajo que profundice en esta dirección, es decir, en la creencia de un enemigo que se representa por una “conspiración mundial neoliberal”; una conjuración de organismos internacionales, empresas multinacionales, potencias mundiales (principalmente Estados Unidos), gobiernos nacionales, medios de comunicación, etcétera, en contra de la soberanía y libertad de los pueblos. Los correos revisados en este artículo no permiten profundizar en el origen de esta idea, pero podemos constatar que son enemigos recurrentes entre los movimientos sociales recientes en nuestro país. Por lo tanto, esta creencia aparecerá de manera constante, sobre todo acompañando alguna noticia mediática, y permitirá retornar a la idea de que todo lo que acontece es “una cortina de humo” o “una caja china” que oculta una maniobra de estos enemigos mundiales.

Con lo dicho hasta aquí estamos en la posibilidad de responder las preguntas sugeridas por Marc Bloch al inicio de este texto: ¿cómo nace un falso rumor? En nuestro caso, los rumores emergieron a inicios de abril de 2009 ante la falta de información y la difusión de noticias sobre la escasez de vacunas, así como el aumento de infectados y muertos por un virus desconocido en México; a esto se sumó el hecho de haber sido creados en una situación de dispersión y aislamiento. ¿De qué elementos tomaron su contenido? Una parte fueron extraídos de la información que se fue dando durante las primeras semanas, otros del contexto nacional y mundial, aunque magnificados. ¿Cómo se propagan? Se propagaron por todos los medios. El rumor en la actualidad fluye por medios tradicionales, pero también por internet, las redes sociales, el smartphone, etcétera. El rumor encontró viejos y nuevos medios para propagarse. ¿Cómo ganan amplitud a medida que van de boca en boca o de pluma en pluma? En la actualidad, en un clic, el rumor viaja de manera inmediata de casa en casa y en unos segundos rebasa los límites de la comunidad, el Estado, el país, y puede ser conocido por todo individuo con conexión a internet.

Otras preguntas que finalmente debemos responder son las siguientes: ¿fue un virus real? La influenza en México en 2009 fue un virus real que tuvo su clímax entre abril y mayo, aunque se reportaron casos hasta finales de año. ¿Qué tan mortal es? Es un virus mortal si no es atendido oportunamente. ¿Cuántos infectados hubo? Entre abril y noviembre se reportaron 65 672 casos en toda la República mexicana. ¿Cuántas muertes provocó? Entre esos meses se reportaron 656 decesos. ¿Nos oculta información el gobierno? La información relacionada con el brote de influenza fue transmitida de manera mesurada; considerando que fue una contingencia inédita en el país, el gobierno actuó con medidas para evitar el contagio, aunque no pudo evitar la alarma. En este caso, el tratamiento de la noticia por parte de los medios y algunas declaraciones oficiales abonaron a detonar la paranoia y los rumores entre la sociedad. ¿Cuál fue la función social de estos rumores? Es difícil responder esta pregunta sin tener la certeza del grupo o la persona que generó el mensaje. Estos rumores circularon en un periodo de polarización política, donde se destacó como culpables a actores políticos y económicos; por lo tanto, es posible que estos rumores formen parte de las narrativas de polarización del país de esos años. ¿Qué impacto tuvo el rumor en la sociedad mexicana? Por unos días, la Ciudad de México y su zona conurbada se paralizó, la vida cotidiana se alteró; las afectaciones se pueden medir en vidas humanas, pérdidas económicas, cambios en la sociedad, etcétera, pero las repercusiones más difíciles de medir son los cambios en la mentalidad que provocaron la zozobra, el miedo, la paranoia. Por unos días, la sociedad mexicana se enfrentó a situaciones vividas hace siglos, pero poco vistas en la historia reciente del país.

El contenido de internet es una fuente para reconstruir la historia reciente. Esto nos lleva a reflexionar sobre el empleo de este tipo de documentos y la pertinencia de la historia en el análisis del tiempo presente. Siempre que exista una fuente que interpretar, el historiador tendrá elementos para analizar a la sociedad. Es necesario considerar un elemento más en futuras investigaciones: no todos los documentos generados y difundidos en internet tienen la misma lógica; por ejemplo, un correo electrónico es diferente a la forma en la que se difunde una noticia en Twitter, Facebook, Instagram, etcétera; en la actualidad, las redes sociales y el smartphone aceleran la difusión de las noticias; en otros casos, una imagen u opinión tienen una vida efímera: si su autor la comparte y posteriormente la elimina, puede no dejar rastro; por ello, debemos adoptar el hábito de resguardar aquello que nos parezca significativo para nuestras investigaciones y aprender a clasificarlo.

Hemerografía

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1Se entiende por bulo una noticia falsa propalada con algún fin.

2La RAE define chisme como una “Noticia verdadera o falsa, o comentario como generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”.

3Véase Marc Bloch, Historia e historiadores (Madrid: Akal, 2008), 175-197 y 238-244, y La Guerra e le false notizie. Ricordi (1914-1915) e reflessioni (1921) (Roma: Donzelli Editore, 2004), 106.

4 Georges Lefebvre, El gran pánico de 1789. La Revolución francesa y los campesinos (Barcelona: Paidós, 1986), 311.

5 Arlette Farge y Jacques Revel, Lógica de las multitudes. Secuestro infantil en París, 1750 (Rosario: HomoSapiens Ediciones, 1998), 111-112.

6 Jean Delumeau, El miedo en Occidente (siglos XIV-XVIII). Una ciudad sitiada (Barcelona: Taurus, 2002), 267.

7 Delumeau, El miedo, 268.

8 Delumeau, El miedo, 273.

9 Robert Darnton, El Diablo en el agua bendita o el arte de la calumnia de Luis XIV a Napoleón (México: Fondo de Cultura Económica, 2014), 18.

10 Gordon W. Allport y Leo Postman, Psicología del rumor (Buenos Aires: Editorial Psique, 1967), 9.

11 Allport y Postman, Psicología, 13.

12 Allport y Postman, Psicología, 15.

13 Allport y Postman, Psicología, 18.

14 Allport y Postman, Psicología, 20.

15 Allport y Postman, Psicología, 25.

16 Allport y Postman, Psicología, 12.

17 Allport y Postman, Psicología, 159.

18 Bloch, Historia, 179.

19 Bloch, Historia, 197.

20 Bloch, Historia, 177.

21 Bloch, Historia, 193.

22 Marc Bloch, Los reyes taumaturgos (México: Fondo de Cultura Económica, 2006), 663.

23 Carlo Ginzburg, “Prólogo a la edición italiana de I Re Taumaturghi de Marc Bloch”, Argumentos, núm. 26 (1997): 21.

24 Ginzburg, “Prólogo”, 21.

25 Erika Mansnerus, Silence of Evidence in the Case of Pandemic Influenza Risk Assessment (Londres: Centre for Analysis of Risk and Regulation-The London School of Economics and Political Science, 2010), 2.

26 Mansnerus, Silence, 8.

27 Cristina Oehmichen-Bazan y María Dolores Paris-Pombo, “El rumor y el racismo sanitario durante la epidemia de influenza A/H1N1”, Cultura y Representaciones Sociales, vol. v, núm. 9 (2010): 152.

28 La Jornada, 24 de abril de 2009. El Universal, 24 de abril de 2009.

29 Mayra Chávez Courtois, Georgina Sánchez Miranda, Ricardo Figueroa Damián y Arturo Cérbulo Vázquez, “Percepción de la influenza AH1N1 de embarazadas y la conducta del cuidado en México”, Cuicuilco, vol. XVIII, núm. 52 (2011): 274.

30Margarita Vega, “Agota SSA vacunas contra la influenza”, Reforma, 21 de abril de 2009.

31Margarita Vega, “Golpea Influenza al DF”, Reforma, 21 de abril de 2009.

32Margarita Vega, “Golpea Influenza al DF”, Reforma, 22 de abril de 2009.

33Vega, “Golpea”, 22 de abril de 2009.

34Margarita Vega, “Agota SSA vacunas contra influenza”, Reforma, 22 de abril de 2009.

35Daniela Rea y Margarita Vega, “Ponen cerco sanitario a hospitales del DF”, Reforma, 22 de abril de 2009.

36Margarita Vega y Silvia Garduño, “Aumentan muertes por influenza”, Reforma, 22 de abril de 2009.

37Imelda García, “Reportan a 500 con influenza en salud”, Reforma, 22 de abril de 2009.

38Mirtha Hernández, “Pega influenza a jóvenes. SSA”, Reforma, 22 de abril de 2009.

39Rafael Cabrera, “Descarta Salud emergencia por influenza”, Reforma, 22 de abril de 2009.

40Cabrera, “Descarta Salud”.

41Silvia Garduño, “Descarta Córdova una pandemia”, Reforma, 23 de abril de 2009.

42Margarita Vega, “Aumentan muertes por influenza”, Reforma, 23 de abril de 2009.

43Sara Cantera, “Ofrecen donar 236 mil dosis”, Reforma, 23 de abril de 2009.

44Silvia Garduño y Margarita Vega, “Rastrea Salud vacunas sobrantes”, Reforma, 23 de abril de 2009.

45Julio Ramírez, “Hasta vendo cubrebocas por cajas”, Reforma, 23 de abril de 2009.

46Daniela Rea, Julio Ramírez y Pilar Ramírez, “Cercan hospitales ante brote de virus”, Reforma, 23 de abril de 2009.

47Rea, Ramírez y Ramírez, “Cercan hospitales”.

48Rea, Ramírez y Ramírez, “Cercan hospitales”.

49Rea, Ramírez y Ramírez, “Cercan hospitales”.

50Rea, Ramírez y Ramírez, “Cercan hospitales”.

51Redacción, “Inquieta contagio a personal médico”, Reforma, 23 de abril de 2009.

52Redacción, “Inquieta contagio”.

53Redacción, “Inquieta contagio”.

54Mayolo López y Margarita Vega, “Suspenden clases por casos de Influenza”, Reforma, 23 de abril de 2009.

55Por ejemplo: Redacción, “Inquieta contagio”; Pilar Gutiérrez, “Reporta GDF 79 casos de influenza”, Reforma, 23 de abril de 2009. Daniela Rea, Imelda García y Silvia Garduño, “Inquieta contagio a personal médico”; Silvia Garduño, “Fallece otro en sanatorio”; Margarita Vega, “Ubican 13 brotes”; Mario López, “Cancelan turistas su visita al DF”; Verónica Sánchez, “Reportan falta de vacunas en Iztapalapa”; Mayolo López, “Virus es contagioso y mortal. Ssa.”; Redacción, “Altera influenza rutina de fin de semana”, Reforma, 24 de abril de 2009 (esta última resaltaba que el brote de influenza había ocasionado el cierre de universidades, oficinas públicas y clubes deportivos en el Estado de México).

56Rafael Cabrera y Manuel, “Pone DF fin a emergencia por influenza”, Reforma, 22 de mayo de 2009.

59 Cecilia Barría, “Mexicanos ‘discriminados’ por el virus”, BBC News Mundo, 3 de mayo de 2009.

60 Barría, “Mexicanos”.

61Redacción, “Influenza ‘Baboseo’ de Reynoso recibe condena en Chile”, El Universal, 30 de abril de 2009.

63Redacción, “Desde Acapulco piden: mejor no nos visiten”, Excélsior, 1 de mayo de 2009, 6.

64A la suspensión de clases y labores por la epidemia, se sumaron los días feriados del 1º y 5 de mayo.

65Redacción, “Desde Acapulco”.

66Redacción, “Desde Acapulco”.

67Redacción, “Desde Acapulco”.

68Redacción, “Prefieren que chilangos se queden en sus casas”, Excélsior, 1 de mayo de 2009, 6.

69Claudia Solera, “Familia del DF le teme más a estar encerrada”, Excélsior, 1 de mayo de 2009, 9.

70Solera, “Familia del DF”.

71 “Importante”, “Detrás de la epidemia”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 28 de abril de 2009. La ortografía en el cuerpo de este correo electrónico y los casos sucesivos es del original.

72Detrás de la epidemia”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 29 de abril de 2009.

73Por ejemplo, el artículo “Pandemic (H1N1) 2009: frequently asked questions”, en World Health Organization.

74Detrás de la epidemia”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 29 de abril de 2009.

75Lee y analiza”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 27 de abril de 2009.

76Lee y analiza”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 27 de abril de 2009.

77Lee y analiza”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 27 de abril de 2009.

78Detrás de la epidemia”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 28 de abril de 2009.

79 Jesús Esquivel, “Obama en México hacia la militarización de la frontera”, Proceso, 12 de abril de 2009.

80 Antonio Caño, “Obama hace suya la guerra contra el narcotráfico”, El País, 15 de abril de 2009.

81Detrás de la epidemia”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 28 de abril de 2009.

82Véase “The shock doctrine”, en YouTube.

83Influenza la mentira del año… nos pone en ke pensar”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 29 de abril de 2009.

84Influenza la mentira del año… nos pone en ke pensar”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 29 de abril de 2009.

85Hey ve esto”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 30 de abril de 2009.

86Verdad o mentira”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 4 de mayo de 2009.

87Verdad o mentira”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 4 de mayo de 2009.

88Verdad o mentira”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 4 de mayo de 2009.

89La culpa no es de esos cerdos”, mensaje para Amílcar Carpio Pérez, 28 de abril de 2009.

90 Bloch, Historia, 178.

91 Bloch, Historia, 194.

92 Bloch, Historia, 195.

93 Delumeau, El miedo, 275.

94 Bloch, Historia, 193.

95 Delumeau, El miedo, 276.

96 Carlo Ginzburg, El hilo y las huellas. Lo verdadero, lo falso, lo ficticio (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2010), 492.

Recibido: 02 de Septiembre de 2019; Aprobado: 22 de Enero de 2020

Amílcar Carpio Pérez es doctor en Historia por la UAM-Iztapalapa, profesor en la UPN-Ajusco. Especialista en catolicismo popular, enseñanza de la historia, historia reciente e historiografía. Últimas publicaciones: “De historia y poderes de lo escrito: libros de texto y las condicionantes de su escritura”, en Sánchez y Arciga (coords.), Psicología cultural, narración y educación (2019); “La imagen del martirio en Taxco de Alarcón, Guerrero”, Meyibó, núm. 18 (2019); “Prácticas de religiosidad transfronteriza: los miedos a la guerra U.S. Army”, en Solis et al. (coords.), Cruce de fronteras: la influencia de los Estados Unidos y América Latina en los proyectos de nación católicos en México (2020). D. R. © Amílcar Carpio Pérez, Ciudad de México, enero-junio, 2021.

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