ESTADÍSTICAS VITALES

 

Mortalidad de la población de menores de cinco años en México durante 2011

 

Mortality of children under 5 years of age in Mexico during 2011

 

Sonia Fernández Cantón,¹ Ana María Hernández Martínez,¹ Ricardo Viguri Uribe²

 

¹ Dirección de Información Epidemiológica, Secretaría de Salud
² Departamento de Ediciones Médicas, Hospital Infantil de México ''Federico Gómez''


México, D.F., México

 

Autor de correspondencia: Dra. Sonia B. Fernández Cantón
Correo electrónico: sfernandez@dgepi.salud.org.mx; sonia_fernandez@prodigy.net.mx

 

Fecha de recepción: 18-12-12
Fecha de aceptación: 08-01-13

 

Las estadísticas vitales constituyen la fuente de información adecuada para el conocimiento de la mortalidad general. Dentro de éstas, es particularmente importante la tendencia observada por las defunciones del grupo de menores de cinco años, ya que sus tasas de mortalidad representan un indicador de los avances registrados en el ámbito de la salud pública y del desarrollo socioeconómico de toda la sociedad.

En esta ocasión, como material de análisis para la presente sección, se consideran las cifras definitivas de las estadísticas de mortalidad en 2011, recientemente liberadas por el INEGI/SSA (Instituto Nacional de Estadística y Geografía/Secretaría de Salud). Los datos actuales ratifican, en términos generales, los resultados preliminares publicados en el mes de julio del año previo en cuanto al descenso de la mortalidad, tanto en los menores de un año como en el grupo de 1 a 4 años. La tendencia registrada desde 1940 se muestra de manera resumida en el Cuadro 1.

No obstante la importancia de esta visión histórica que da cuenta de la gran reducción de la mortalidad en los primeros años de la vida, resulta conveniente un acercamiento al comportamiento anual registrado durante los últimos 20 años (Cuadro 2).

Entre los resultados más relevantes destaca el hecho de que, si bien a lo largo de todo el periodo la mortalidad en los grupos de edad presentados sigue disminuyendo, la velocidad de cambio es notoriamente diferente en las dos décadas analizadas (1990-2011). El descenso ha sido mucho menor mientras el periodo es más reciente e, incluso, la tasa de mortalidad infantil llega a aumentar ligeramente en 2010.

En cuanto a la mortalidad de los menores de un año durante el periodo de análisis, la tasa se reduce globalmente en aproximadamente 46% (al pasar de 2,800 a 1,520 defunciones por cada cien mil nacimientos), aun cuando 90% de esa reducción ocurre entre 1990 y 2000. La tasa de mortalidad permanece casi estable en los años recientes. De 2007 a la fecha, la reducción en el número de muertes es de apenas 1,653 defunciones, situándose la cifra de 2011 en 28,772 defunciones, solo 93 menos que el año previo (Figura 1).

 

 

Ocurre una situación semejante con el grupo de 1 a 4 años, cuya mortalidad desciende en 66% entre 1990 y 2000 (la tasa disminuye de 221 a 76 defunciones por cada cien mil habitantes de esa edad). Sin embargo, solo se reduce 4% en el 2000 y la cifra actual (la tasa baja de 76 a 73 muertes por cien mil, con un ligero incremento en 2009). El número de defunciones en 2011 es de 5,574, es decir, 77 menos que las registradas en 2010 (Figura 2).

 

 

En todos los casos, la distribución por sexo se mantiene a través del tiempo. Las defunciones de los varones son más frecuentes, de tal forma que el índice de sobremortalidad masculina es de aproximadamente 127 por cada 100 muertes de mujeres.

En cuanto a la mortalidad general, el peso relativo de los menores de cinco años es de casi 6% a la fecha. Esto significa que de cada cien muertes ocurridas en el país durante 2011, seis fueron de niños menores de cinco años. Esta cifra contrasta con el 20% que ocurría hace 20 años y el 48% que se observaba en 1940 (Figura 3). Este comportamiento se explica por un doble efecto: el genuino descenso de las muertes de menores de cinco años y el claro envejecimiento de la población.

 

 

Es importante notar que la información de los últimos dos años (2010 y 2011) ha sido impactada por un hecho de gran relevancia. Gracias a nuevos procedimientos implementados por la Dirección General de Información en Salud, de la SSA y el INEGI, la información ha aumentado en cuanto a la cobertura e integridad de los datos. Con ello se ha asegurado una mejora considerable en la calidad de esta, mediante la reducción de los niveles de subregistro de las muertes en los primeros años de vida.