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Espiral (Guadalajara)

Print version ISSN 1665-0565

Espiral (Guadalaj.) vol.12 n.34 Guadalajara Sep./Dec. 2005

 

Reseñas

 

Miradas sobre la personalidad política de Efraín González Luna

 

Luz Lomelí*

 

de Jorge Alonso

 

* Departamento de Disciplinas Sociopolíticas y Jurídicas, ITESO. México.

 

El libro Miradas sobre la personalidad política de Efraín González Luna, escrito por el doctor Jorge Alonso con la pericia del antropólogo y el politólogo profesional, proyecta la recia figura de Efraín González Luna cuya biografía se encuentra indisolublemente vinculada a la creación del Partido Acción Nacional y a la gestación de la sociedad tapatía posrevolucionaria. Durante la primera mitad del siglo XX, en la historia de Guadalajara destacan, entre otros, los nombres de Efraín González Luna, Jesús González Gallo, Hernández Loza y Guadalupe Zuno porque representan algunas de las visiones y de los intereses en torno a los cuales se reorganizó la vida social y política de la capital jalisciense al término de la lucha armada. El pensamiento y la militancia del primero corresponden al sector de la población "no incluido en la familia revolucionaria" (militantes y simpatizantes) que desde Jalisco conforman "la primera oposición durante el régimen priista" y que a finales de la centuria asumen el gobierno estatal (1995) y la Presidencia de la República (2000). La investigación que sustenta el libro estudia dicha perspectiva a partir de la biografía de este abogado jalisciense que destacó como uno de sus principales ideólogos y al que Manuel Gómez Morin llamó "el cerebro del partido".

El autor estructura la narración simultánea de la historia personal y de la vida partidaria sobre dos ejes que establecen un "antes" y un "después": el primero, el inicio de la militancia partidaria; y el segundo, su campaña como candidato a la Presidencia de la República. Demarca así "cuatro tramos" cronológicos que dibujan los rasgos individuales, a la vez que detallan la aportación del militante. En la segunda parte del libro incursiona en el pensamiento del líder político. La obra inicia con la presentación del rasgo que mejor define la participación del licenciado Efraín González Luna en la política de Jalisco y del país: un líder de oposición con talla nacional.

 

Perseguido político

El texto dibuja el perfil de "un político de oposición íntegro que se crece en medio de las dificultades". Como tal, es objeto de persecución política. Ésta se intensifica a medida que su participación adquiere mayor relevancia dentro de su partido y en la política mexicana. Si embargo, los ataques no se circunscriben al ámbito político sino que se dirigen en contra de su honorabilidad como persona y como abogado. El autor narra los vaivenes y las modalidades de una prolongada campaña de desprestigio que se inicia en 1946, adquiere intensidad en 1952, cuando se postula como candidato a la Presidencia de la República y se prolonga hasta su muerte en 1964.

Los datos sustentan la afirmación de que las agresiones buscan destruir una "bien conseguida fama de persona honorable" y que la finalidad es política. La campaña orquestada en su contra busca denigrar a la persona pero también al partido en que milita y al que, en forma destacada, contribuye a formar. Tras sus detractores individuales (Capistrán Garza, Sáinz Aldrete, Piña, etc.), afirma el analista, se encuentra "el régimen de partido de Estado" y el grupo político jalisciense conocido como los "Tecos". En este ámbito social, la Unión Nacional Sinarquista, a pesar de sus desacuerdos políticos, y el arzobispo de Guadalajara, José Garibi Rivera, le manifiestan públicamente su apoyo.

Los trazos definitorios, concluye el autor, muestran al "hombre de bien, profesionista honrado, ciudadano consciente de su responsabilidad, [quien] a pesar de las calumnias y del ataque público, se mantiene en primera fila en la lucha por impulsar procesos de ciudadanización".

 

Preparación de un político

En el primer tramo se establece a la ciudad de Guadalajara como el escenario donde transcurre la vida de Efraín González Luna y el centro de una militancia política que se proyecta más allá de los límites estatales; se aportan el contexto y las influencias que contribuyen a la formación de "un intelectual polifacético, un católico comprometido, un profesionista exitoso, un ideólogo y un líder político". Nace el 18 de octubre de 1898 en la población de Autlán, Jalisco, dentro de una familia católica en la que prevalece un rigor moral inflexible, como norma y ambiente del hogar. Cuando Efraín tiene doce años (1910), la familia se traslada a la capital del estado porque su padre considera que las perturbaciones revolucionarias hacen insegura la vida en las poblaciones pequeñas.

Entre las circunstancias que enmarcan su época de formación y lo definen como un político de oposición cobran relevancia las siguientes: la revolución que derroca la dictadura porfirista y su secuela de violencia armada que perdura durante décadas; la conformación de un gobierno que se le manifiesta como corrupto, sin respeto al voto ciudadano, perseguidor de la Iglesia católica y forjador de instituciones que se apartan de los postulados clásicos de la democracia liberal, sobre todo porque establecen una relación corporativa entre gobernantes y gobernados en detrimento de la participación como ciudadanos y, por ende, de la representación política. Esta visión orienta su preocupación como teórico y como militante político.

Durante esta época, las influencias que marcan una impronta social en el pensamiento de uno de los principales ideólogos del naciente Partido Acción Nacional, son sus estudios sobre la doctrina social de la Iglesia católica, su participación en la Asociación Católica de Jóvenes Mexicanos (ACJM) y la amistad con el líder carismático Anacleto González Flores. Más tarde, a finales de los años treinta, influye también la amistad y la colaboración con Manuel Gómez Morin, quien lo invita a oponerse al régimen desde la plataforma de un partido político. El relato antropológico describe al esposo, al padre de ocho hijos, al hombre culto versado en filosofía, literatura, música; traductor y crítico, a la vez que diestro en la palabra oral y escrita.

 

El aprendizaje del arte de la política

El segundo tramo cronológico comprende los años 19391951 y se centra en la organización del naciente partido y las primeras incursiones en los procesos electorales. Manuel Gómez Morin es determinante para que González Luna pase de una actividad cultural a un compromiso político. La idea de oponerse al incipiente "régimen revolucionario" mediante la organización de un partido "de ciudadanos" es de Gómez Morin. Con ese propósito recorre el país y contacta a personas y grupos que puedan interesarse en ese proyecto. A principio de los años treinta busca al abogado jalisciense por su fama y su perfil ideológico. En 1938 inician la organización partidaria; lo que propicia una estrecha relación entre los dos militantes y los lleva a una amistad tanto personal como familiar. A partir de esa fecha, González Luna combina sus responsabilidades familiares, el ejercicio de su profesión y sus inquietudes literarias con las exigencias de una comprometida militancia que lo convierte en cofundador de Acción Nacional y en dirigente de la Región Occidente.

La aproximación antropológica muestra al detalle la participación de González Luna. Nos muestra al dirigente que impulsa y supervisa la organización del nuevo partido en Jalisco; realiza labor de convencimiento, la cual redunda en nuevos adeptos; asume tareas concernientes a la educación política, publica artículos y contribuye a la redacción de los principios y los postulados doctrinales del partido. Su cargo de dirigente se inicia en 1939 con la constitución del Comité Organizador Estatal, la organización del Comité Ejecutivo Regional de Jalisco y colabora en la definición de sus funciones. Entre sus actividades partidarias destacan el impulso a la formación de los Comités Locales y la organización de grupos de militantes por profesiones así como de empleados, obreros y gente sin ocupación definida. Una comisión de jaliscienses encabezada por Efraín participa en la Asamblea Constitutiva de Acción Nacional.

 

La candidatura presidencial

Efraín González Luna sostiene que, en su tiempo, no sólo era inútil sino contraproducente cualquier forma de colaboración con el régimen político pero también que el deber político de cada ciudadano es un imperativo ineludible. Denuncia la práctica fraudulenta de los procesos electorales pero se pronuncia en contra del abstencionismo culpable. Sostiene la tesis de que "la rehabilitación política es condición para la vigencia de los derechos personales y de las comunidades naturales así como para la efectividad de la representación política". En razón de estos postulados acepta, en 1952, contender por la Presidencia de la República.

Acción Nacional lo propuso como su candidato. La campaña constituye una etapa breve pero de intensa actividad. A la usanza, recorre el país, busca el contacto personal y la cercanía con el pueblo. Su arma principal es la palabra que convence y el contenido de sus discursos que develan las distorsiones del régimen vigente y explican lo sustancial del "deber ser" de un orden democrático liberal. El doctor Jorge Alonso, en el libro, narra el recorrido geográfico y los temas que abordan los discursos del candidato. Consigna que el número se elevó a 160 discursos, ninguno repetido. En ellos señala los puntos básicos de su programa de gobierno en el que resaltan la construcción de ciudadanías enérgicamente activas y organizadas, la rehabilitación de la vida municipal, garantizar la autonomía de los ayuntamientos, rescatar los sindicatos del control político, garantizar la dignidad del trabajo, rehabilitar las instituciones cooperativas, desarrollar el campo y garantizar el sufragio popular libre y efectivo.

Durante su campaña, el candidato panista sostiene que el pueblo no se encuentra representado en el gobierno, que el sufragio es obstaculizado, falsificado y burlado por quienes detentan el poder; pero manifiesta su fe en el pueblo mexicano y en las posibilidades que se abren cuando éste recuerda que es el dueño de su propio destino, el titular de la autoridad. Por ello, elige como lema "El pueblo es capaz de la victoria". Su labor, con frecuencia, encuentra obstáculos en las autoridades vinculadas al partido de Estado; pero también es evidente su capacidad de convocatoria, tanto por el número de asistente a los mítines como por el monto de la votación obtenida. Al término de las elecciones, Gómez Morin asegura que se lograron muchos más votos de los que se reconocieron oficialmente. A pesar de ello, la cantidad de votos reconocidos significa un gran logro en comparación con la anterior candidatura independiente de Vasconcelos.

 

Encendiendo luces en tiempo de oscuridad

Al término de su campaña, Efraín González Luna retoma sus actividades profesionales y sus responsabilidades de dirigente panista. La candidatura prestigia su imagen a escala nacional y le proporciona una experiencia directa del pueblo mexicano y del régimen faccioso. Estas circunstancias aunadas a la militancia de los años previos y a una permanente actividad intelectual contribuyen hacer de los años subsiguientes (1953-1964) una etapa de madurez política que incrementa su influencia en el ámbito nacional.

Sin abandonar sus tareas de dirigente regional, acentúa actividades que rebasan los límites territoriales de la región. Entre ellas resaltan las de teórico, analista y conferencista político, articulista, crítico del régimen, estudioso de los problemas nacionales y de las coyunturas internacionales. Año con año, el autor nos cuenta la inmersión del dirigente panista en el acontecer político. Resalta el asunto de lo que llama el monopolio de la representatividad política vinculado necesariamente con la libertad y el respeto del voto y, por ende, con el dilema de la participación o la abstención en los procesos electorales. Propone el Frente Electoral como una estrategia para formar ciudadanos y enfrentar al régimen faccioso. Insiste en el esfuerzo de perseverar en la lucha electoral para llegar un día a la victoria. Sin embargo, en las circunstancias de 1955 concuerda con la decisión del partido de retirarse del proceso electoral ante la evidencia del fraude y la imposibilidad de detenerlo. Su lealtad al partido es total e incondicional y así lo exige a los demás militantes. Afirma que el régimen de aquel tiempo y Acción Nacional son antagónicos por lo que no se puede colaborar con ambos. Es necesario elegir.

 

El pensamiento político

La tercera parte del libro está dedicada al pensamiento político del intelectual jalisciense que influyó en forma determinante en la estrategia política, la orientación ideológica y doctrinal de Acción Nacional durante su etapa inicial. El doctor Jorge Alonso se aproxima a dicho pensamiento desde diferentes ángulos y realiza un minucioso y sustentado compendio del mismo. Entre los rasgos más sobresalientes se encuentra el humanismo político, el catolicismo comprometido, la hispanidad, el anticomunismo, un liberalismo pensado desde México. Entre sus temas resaltan el bien común, la dignidad de la persona, la justicia social, el catolicismo democrático, el compromiso ciudadano, la rehabilitación del régimen mexicano. Analiza las coyunturas pero le importan, sobre todo, los procesos de larga duración. Por ello, la lectura del texto se vuelve necesaria para comprender la etapa inicial del Partido Acción Nacional, el sustento teórico y doctrinal de sus textos fundadores y los objetivos políticos de largo alcance que orientaron la actividad de sus primeros militantes. Ellos responden a su época desde los intereses de un amplio sector de la población y, por consiguiente, desde "una visión del contexto sociopolítico". Su actividad rebasa lo testimonial porque busca formar ciudadanos, organizar un partido político, transformar los términos de la representación política y, en sus palabras, "rehabilitar las instituciones políticas".

El libro, como se lo propone, nos ofrece una mirada minuciosa y profunda sobre la personalidad y el pensamiento político de Efraín González Luna y, en forma simultánea, desde los ojos de este destacado militante, vemos el escenario donde nace Acción Nacional. En efecto, vemos desde Jalisco y con la perspectiva blanquiazul, el acontecer político mexicano donde se definen aliados y adversarios, se consolidan el régimen posrevolucionario y su principal opositor por la vía electoral: el Partido Acción Nacional. La calidad de las fuentes, la solidez de los datos y el profesionalismo del autor, hacen del texto un documento valioso para los interesados en el partido blanquiazul y en la política mexicana; en particular, en la construcción del sistema de partidos.

 

Nota

Alonso Sánchez, Jorge, Miradas sobre la personalidad política de Efraín González Luna, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2003, 375 pp.         [ Links ]

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