Introducción
Las comunidades humanas mantienen una estrecha relación con el medio ambiente, particularmente con las plantas, lo que les ha permitido cubrir diversas necesidades tanto biológicas como culturales (Jiménez-Escobar et al. 2003; Giraldo-Cañas, 2010). Los productos artesanales pueden considerarse parte de la historia y tradiciones de un área particular (Guarrera, 2008) y constituyen un medio de identidad de los pueblos que se pueden interpretar como la materialización de una identidad colectiva, que es producto de la interacción de estos grupos con su entorno (Morales, 2004; Trueba-Sánchez, 2005). Las artesanías se han definido como el conjunto de objetos que se hacen con las manos, con ayuda de herramientas que facilitan el trabajo y los cuales pueden ser utilitarios o decorativos; (Torres, 2012; Trujillo-Calderón et al. 2007). En este sentido, Segura (1998) caracteriza a las etnoartesanías como aquellas propias de comunidades rurales, cuya forma de elaboración pasa de generación en generación y la materia prima utilizada proviene casi exclusivamente del medio natural. Por tanto, puede decirse que los objetos de confección artesanal están condicionados por el medio natural y social (Herrera, 1996).
Se consideran plantas de uso artesanal a aquellas con las que se elaboran objetos decorativos, accesorios personales, cestería, utensilios de cocina y otros, así como herramientas de trabajo, instrumentos musicales o juguetes entre otros (Feuillet-Hurtado et al., 2011). La utilización de las mismas puede ser una importante fuente de ingresos para las comunidades (Granillo, 2011; Lugo-Morin et al. 2015), pero puede llevar a la sobreexplotación de las especies vegetales utilizadas para tal fin, debido principalmente al desconocimiento de estas y de su biología (Fleuret, 1980).
Las artesanías y los procesos de elaboración de las mismas forman parte del patrimonio cultural intangible de la humanidad, por lo que es necesario salvaguardar el mismo mediante su conservación, difusión y protección (UNESCO, 2003). Asimismo, el manejo tradicional de especies útiles para la producción de artesanías, es el resultado del conocimiento que ha sido transmitido de generación en generación, por lo que la reducción de las áreas naturales, trae como consecuencia una disminución en la disponibilidad de las materias primas utilizadas para la elaboración de productos artesanales, lo que lleva a una pérdida de estos saberes tradicionales (Trueba-Sánchez, 2005).
Las comunidades de Cumboto y Chuao se ubican en la costa del estado Aragua, ubicadas en el Parque Nacional Henri Pittier, estando conformadas principalmente por población afrodescendiente de la diáspora africana producto de la trata de esclavos en la época colonial. El pueblo de Chuao fue fundado en el siglo XVI y rápidamente se estableció en sus tierras una hacienda cacaotera que llego a ser una de las más importantes del país, considerándose hoy en día que el cacao producido es de muy alta calidad; la hacienda actualmente es una empresa campesina constituida por 61 socios, todos nativos de la localidad (Trujillo, Izquierdo, & Izquierdo, 1998). Las principales actividades económicas del pueblo son la pesca (25%), el turismo (27%) y la agricultura con un 6% de la población dedicada a la misma (Esparza, 2011) y más del 90% de sus pobladores es nativo de la zona, siendo muchos de ellos descendientes de los esclavos que allí se establecieron (Bacci, 2002). Aun cuando dentro del patrimonio material de esta comunidad se destacan los instrumentos musicales (tambores) y herramientas de trabajo hechos de forma artesanal (Bacci, 2002), la elaboración de artesanías no es una actividad económica importante en la zona (Esparza, 2011), por lo que valorizar estas prácticas tradicionales podría contribuir a promover nuevas fuentes de trabajo en la comunidad.
Para Cumboto, no se tiene referencia de la fecha de su fundación, pero a finales del siglo XIX existían en la zona haciendas cacaoteras de mediano tamaño, perteneciente a particulares y que eran explotadas con mano de obra esclava (Pacheco, 2012). Hoy en día, se sigue explotando el cacao en pequeñas extensiones de aproximadamente cuatro hectáreas, combinada con la siembra de musáceas que constituyen otra fuente de ingresos importante para la comunidad (Trujillo et al., 1998). La actividad turística puede considerarse de menor importancia, con poco desarrollo de infraestructura para la atención de los visitantes, además más del 50% de los pobladores tienen pequeñas siembras de cultivos asociados (conucos) para el autoconsumo y un alto porcentaje de la población presenta altos niveles de pobreza (Trujillo et al., 1998). En este sentido, la elaboración de artesanías para su comercialización en mercados locales y regionales podría ser una alternativa de desarrollo sostenible para la comunidad.
En estas poblaciones no se cuenta con un registro de las especies vegetales que son utilizadas en la elaboración de estos productos artesanales ni las formas de uso de las mismas, por lo que se plantea, en el marco de un proyecto más amplio del levantamiento de información etnobotánica de estas comunidades, realizar el registro de las plantas utilizadas para la elaboración de artesanías, a fin de contribuir a rescatar y conservar este conocimiento tradicional.
Material y métodos
Área de estudio
Las comunidades de Chuao y Cumboto están ubicadas al norte del estado Aragua, Venezuela (fig. 1). El pueblo de Cumboto se ubica en el Municipio Costa de Oro, en las coordenadas geográficas 10° 23´9´´ N y 67° 46´ 36´´ O, a una altitud aproximada de 64 m s.n.m. y una temperatura media anual de 25.8 °C y una población de aproximadamente 670 habitantes. La comunidad de Chuao está ubicada en el Municipio Santiago Mariño en las coordenadas geográficas 10°29´36´´ N y 67°31´38´´ O a aproximadamente 50 msnm y con una temperatura promedio anual de 28 °C. Chuao y los caseríos vecinos cuentan con un estimado de 2 330 habitantes (Censo 2008).
Instrumentos para la recolección de datos
En visitas previas en ambas comunidades, se presentó el mencionado proyecto a los entes organizados en la comunidad y se solicitó su aval para iniciar el mismo. Posteriormente, se diseñaron entrevistas semiestructuradas, que consisten en diálogos guiados que contienen una lista de tópicos que el entrevistador quiere abordar, con preguntas abiertas y donde el informante puede expresar su opinión (Bernard, Killworth, Kronenfeld, & Sailer, 1984). Estas fueron aplicadas a aproximadamente un 20% de la población, distribuidos en distintos grupos etarios (12-18 años; > 18-35 años; > 35-60 años; > 60 años), tanto a hombres como a mujeres, para lo que se realizó un muestreo aleatorio estratificado, ya que dentro de cada grupo etario se seleccionaron al azar los entrevistados de ambos sexos (cuadro 1), teniendo un total de 174 personas entrevistadas en la comunidad de Cumboto y 345 en Chuao. En las entrevistas (anexo 1) se recopiló la información correspondiente a los datos personales del entrevistado y se incluyó una serie de preguntas sobre nombres comunes de las plantas utilizadas para la elaboración de artesanías, modo de obtención, procedencia, parte de la planta usada y modo de procesamiento de las mismas, según lo sugerido por Weller & Romney (1988).
Inventario de plantas de uso artesanal
Con base en las entrevistas, se procedió a hacer una lista de nombres comunes de las plantas y posteriormente, en compañía de baquianos u otros miembros de la comunidad conocedores de las mismas, se hizo la recolección de muestras botánicas. Las muestras recolectadas fueron identificadas taxonómicamente mediante la consulta de herbario, claves y especialistas de los diversos grupos. Se determinó en cada caso, nombre científico, familia botánica a la que pertenece, biotipo y origen de cada una de las plantas mencionadas por los informantes. Los especímenes fueron depositados en el herbario “Víctor Manuel Badillo” (MY) de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela.
Categorías de uso
Las categorías de uso son los distintos propósitos con los que son utilizadas las plantas en una comunidad dada. El establecimiento de las categorías y subcategorías de uso puede llegar a ser muy amplia, tendiendo a ser un proceso subjetivo que depende de los objetivos que se plantea cada investigación (Prance, Balee, Boom, & Carneiro, 1987). La estandarización de estas categorías puede contribuir a facilitar la compilación, comparación y presentación de los datos (Hoffman & Gallaher, 2007). Sin embargo, estos autores indican que la categorización de los usos tiende a ser bastante compleja y puede llegar a afectar el valor de algunos índices que permiten cuantificar la importancia etnobotánica de las diversas especies vegetales en una localidad. En el presente estudio, se establecieron seis subcategorías de uso de las plantas empleadas con fines artesanales en las comunidades estudiadas, las cuales están basadas en estudios anteriores en otras regiones (Cadena-Vargas et al., 2007; Feuillet Hurtado et al., 2011). Las subcategorías de uso definidas son:
Cestería: empleo de partes vegetales para la elaboración de cestas de distintas formas y usos (decorativas, almacenamiento, materos, floristería, otros).
Bisutería: utilización de estructuras de la planta para elaborar distintos accesorios con fines de adorno personal, tales como collares, zarcillos, anillos, pulseras, sujetadores del cabello, entre otros.
Objetos decorativos: Elaboración de elementos de uso ornamental en la vivienda, como jarrones, flores, muñecas, móviles, adornos, con plantas o partes de estas.
Utensilios: utilización de distintas partes de la planta para la elaboración de utensilios de cocina (cucharas, recipientes, otros), o como herramientas de trabajo (cabos de hacha, escardillas, chícoras, cañas de pescar, entre otros).
Instrumentos musicales: objetos fabricados a partir de materia prima vegetal, empleados en interpretaciones musicales (maracas, tambores, entre otros).
Juguetes tradicionales: objetos elaborados a partir de materia prima vegetal, con fines de diversión y esparcimiento (trompos, perinolas, carritos, papagayos, otros).
Índices cuantitativos
Con la finalidad de cuantificar y validar estadísticamente la información recopilada, se calculó los siguientes índices:
Índice de similitud de Sorensen (Sorensen, 1948): permite estimar el número de especies que son compartidas entre dos comunidades dadas. Relaciona el número de especies en común con respecto a todas las especies presentes en los dos sitios comparados. Los valores cercanos a 1 indican que ambas localidades tienen un gran número de especies comunes. Se calcula como:
donde:
a: número de especies de la localidad a
b: número de especies de la localidad b
c: número de especies compartidas por a y b
Índice de Friedman (Friedman, Yaniv, Dafni, & Palewitch, 1986): permite estimar la importancia relativa de cada especie a partir del grado de consenso de los informantes. Se calcula como:
donde:
Ip: número de informantes que mencionaron una especie para cualquier uso (frecuencia de mención); It: número total de informantes.
Índice de factor de consenso del informante (Heinrich, Ankli, Frei, Weimann, & Sticher, 1998): estima la importancia relativa de distintas especies para una categoría de uso. Se calcula como:
donde:
nur: número de usos señalados por los informantes en cada sub-categoría; nt: número de taxones usados en cada sub-categoría.
Patrones de la distribución del conocimiento entre los informantes
Para establecer la posible existencia de patrones de distribución del conocimiento, se cuantificó el número de entrevistados que mencionaron plantas artesanales, distribuidos por sexo y edad. Con los datos obtenidos de estos informantes, se realizó un Análisis de Coordenadas Principales (PCO) utilizando la versión 2.0 del programa estadístico NTSYS (Rohlf, 2000), donde la matriz base se construyó colocando en las filas las especies de plantas artesanales mencionadas y en las columnas a los informantes (OTUS) que mencionaron plantas artesanales siguiendo a Hernández, Canales, Caballero, Durán, & Lira (2005) y se relacionaron estos resultados con el sexo y edad de los informantes. Asimismo, se cuantificó el número de informantes que mencionaron diez (10) o más plantas artesanales en cada una de las comunidades donde se realizó el estudio.
Resultados
En las comunidades estudiadas, se registró un total de 42 taxones empleados con fines artesanales, de los cuales 20 son comunes entre ambas localidades (cuadro 2). En Cumboto, 27 taxones fueron señalados de uso artesanal, mientras que en Chuao son utilizados 35. Estos taxones se distribuyen en 25 familias de angiospermas, siendo Leguminosae la más diversa en cuanto a número de especies utilizadas.
Familia | Nombre científico | Nombre común | Biotipo | PR | Origen | Usos | Parte utilizada | Ip | IF | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Cu | Ch | Cu | Ch | Cu | Ch | Cu | Ch | ||||||
Anacardiaceae | Mangifera indica L. | Mango | A | CU | I | … | JT | … | semilla | … | 2 | … | 1.85 |
Anacardiaceae | Anacardium excelsum (Bertero ex Kunth) Skeels | Mijagüe, Mijao, Majagüero, Mijagüa | A | CA | N | U | JT | tallo | tallo | 2 | 4 | 2.86 | 3.7 |
Apocynaceae | Aspidosperma cuspa (Kunth) S.F. Blake ex Pittier | Cupa, Cuspa | A | CA | N | … | U JT | … | tallo | … | 1 | … | 0.93 |
Araceae | Monstera adansonii Schott | Piragua | H | CA | N | C | ... | tallo hoja | ... | 9 | ... | 12.86 | ... |
Arecaceae | Cocos nucifera L. | Coco, Cocotero | A | CA | I | OD C JT | JT OD | fruto hoja semilla | fruto hoja semilla | 20 | 8 | 28.57 | 7.41 |
Arecaceae | Acrocomia aculeata (Jacq.) Lodd. ex Mart. | Corozo | A | CA | N | JT | … | fruto semilla | … | 2 | … | 2.86 | … |
Asparagaceae | Furcraea acaulis (Kunth) B. Ullrich | Cocuiza, Cocuiza dulce, Maguey | H | CA | N | OD | OD | hoja | hoja | 1 | 6 | 1.43 | 5.56 |
Bignoniaceae | Tabebuia rosea (Bertol.) Bertero ex A. DC. | Apamate | A | CA | N | JT | … | tallo | … | 2 | … | 2.86 | … |
Bignoniaceae | Crescentia cujete L. | Tapara, Taparo, Totumo, Totuma | A | CU | N | U OD JT IM | U OD JT IM | fruto tallo | fruto tallo | 33 | 28 | 47.14 | 25.93 |
Boraginaceae | Cordia alba (Jacq.) Roem. & Schult. | Caujaro | A | CA | N | JT | … | fruto | … | 4 | … | 5.71 | … |
Cannaceae | Canna x generalis L.H. Bailey & E.Z. Bailey | Capacho, Capacho amarillo, Capacho rojo | H | CU | I | IM | IM | semilla | semilla | 4 | 4 | 5.71 | 3.7 |
Capparaceae | Cynophalla hastata (Jacq.) J. Presl | Tapamujer | A | CA | N | … | JT | … | tallo | … | 5 | … | 4.63 |
Combretaceae | Combretum fruticosum (Loefl.) Stuntz | Chupachupa, Bejuco de chupachupa | TR | CA | N | C OD | … | tallo | … | 4 | … | 5.71 | … |
Cucurbitaceae | Luffa cylindrica (L.) M. Roem. | Estropajo | TR | CA | I | U | U | fruto | fruto | 1 | 1 | 1.43 | 0.93 |
Euphorbiaceae | Hura crepitans L. | Jabillo, Cachito | A | CA | N | JT | U JT B | fruto semilla | tallo fruto semilla | 14 | 21 | 20 | 19.44 |
Lauraceae | Persea americana Mill. | Aguacate | A | CU | N | IM | IM | tallo | tallo | 16 | 2 | 22.86 | 1.85 |
Leguminosae | Bauhinia glabra Jacq. | Bejuco de cadena, Cadena | TR | CA | N | C OD | OD | tallo | tallo | 15 | 7 | 21.43 | 6.48 |
Leguminosae | Myrospermum frutescens Jacq. | Cereipo | A | CA | N | … | JT | … | tallo | … | 1 | … | 0.93 |
Leguminosae | Abrus precatorius L. | Peonía | TR | CA | I | … | B | … | semilla | … | 5 | … | 4.63 |
Leguminosae | Mucuna urens (L.) Medik. | Pepa e' zamuro | TR | CA | N | B OD JT | B | semilla | semilla | 2 | 6 | 2.86 | 5.56 |
Leguminosae | Albizia saman (Jacq.) Merr. | Samán | A | CA | N | … | U JT | … | tallo | … | 3 | … | 2.78 |
Leguminosae | Fissicalyx fendleri Benth. | Tasajo | A | CA | N | IM | … | tallo | … | 1 | … | 1.43 | … |
Malvaceae | Theobroma cacao L. | Cacao | A | CU | N | … | OD U | … | hoja tallo | … | 3 | … | 2.78 |
Malvaceae | Guazuma ulmifolia Lam. | Guácimo | A | CA | N | … | JT | … | tallo | … | 1 | … | 0.93 |
Malvaceae | Luehea candida (Moc. & Sessé ex DC.) Mart. | Guácimo cimarrón | A | CA | N | … | JT | … | tallo | … | 2 | … | 1.85 |
Malvaceae | Ochroma pyramidale (Cav. ex Lam.) Urb. | Lano | A | CA | N | U IM | JT | tricomas de la semilla tallo | tallo | 4 | 1 | 5.71 | 0.93 |
Malvaceae | Byttneria scabra L. | Zarzahueco, Zarzahueca | TR | CA | N | … | IM | … | rama | … | 1 | … | 0.93 |
Meliaceae | Swietenia macrophylla King | Caoba | A | CA | N | U | … | tallo | … | 1 | … | 1.43 | … |
Meliaceae | Cedrela odorata L. | Cedro, Cedro negro | A | CA | N | U | … | tallo | … | 1 | … | 1.43 | … |
Musaceae | Musa AAA | Cambur pineo | H | CU | I | OD | JT C | hoja | hoja | 2 | 2 | 2.86 | 1.85 |
Musaceae | Musa AAB | Plátano | H | CU | I | OD | OD C JT | hoja | nervadura de la hoja tallo | 3 | 34 | 4.26 | 31.48 |
Myrtaceae | Psidium guajava L. | Guayaba, Guayabo | A | CU | N | JT | U IM JT | tallo | tallo | 5 | 22 | 7.14 | 20.37 |
Plantaginaceae | Scoparia dulcis L. | Escoba dulce | H | CA | I | … | U | … | toda la planta | … | 2 | … | 1.85 |
Poaceae | Guadua angustifolia Kunth | Guasdua, Bambú | H | CA | N | OD JT IM | OD JT IM U | tallo rama | tallo rama | 25 | 46 | 35.71 | 45.59 |
Poaceae | Gynerium sagittatum (Aubl.) P. Beauv. | Caña amarga, Caña brava | H | CA | N | JT OD | JT C U | tallo inflorescencia | tallo inflorescencia | 9 | 16 | 12.86 | 14.81 |
Poaceae | Olyra longifolia Kunth | Carrizo, Bambusillo | H | CA | N | … | JT U | … | rama | … | 7 | … | 6.48 |
Poaceae | Zea mays L. | Maíz | H | CU | N | C JT | OD | brácteas de la infrutescencia semilla fruto | hoja fruto | 6 | 1 | 8.57 | 0.93 |
Rutaceae | Zanthoxylum caribaeum Lam. | Mapurite | A | CA | N | JT | tallo | … | 1 | … | 0.93 | ||
Sapindaceae | Sapindus saponaria L. | Parapara | A | CA | N | JT | JT | semilla | semilla | 1 | 17 | 1.43 | 15.74 |
Solanaceae | Capsicum chinense Jacq. | Ají, Ají dulce | SF | CU | I | … | OD | … | toda la planta | … | 1 | … | 0.93 |
Typhaceae | Typha domingensis Pers. | Enea | H | CA | I | C | OD C | tallo | hoja inflorescencia toda la planta | 1 | 24 | 1.43 | 22.22 |
Zygophyllaceae | Bulnesia arborea (Jacq.) Engl. | Vero, Vera | A | CA | N | JT | JT | tallo | tallo | 3 | 25 | 4.26 | 23.15 |
Biotipo (A: árbol; H: hierba; AR: arbusto; TR: trepadora; SF: Sufrútice); PR: procedencia (CA: campo; CU: cultivada); Origen (I: introducida; N: nativa); Usos (B: bisutería; C: cestería; IM: instrumentos musicales; U: utensilios; JT: juguetes tradicionales; OD: Objetos decorativos); Cu: Cumboto; Ch: Chuao; IF: Índice de Friedman; Ip: Número de informantes que mencionaron la especie.
Un alto porcentaje de las plantas artesanales registradas son nativas (76.2%), mientras que un 23.8% son taxones introducidos. La mayoría de los taxones son obtenidos de la flora silvestre (32 taxones) y solo 10 especies son cultivadas.
El biotipo predominante entre las plantas artesanales en estas comunidades de la costa aragüeña es el árbol (57.1%), seguido de las hierbas (26.2%); mientras que otros biotipos tienen poca representación.
El órgano de la planta más utilizado para la elaboración de artesanías en ambas localidades es el tallo (45.2% en Chuao y 38.1% en Cumboto), semillas en la comunidad de Chuao (16.7%) y frutos en Cumboto (19%).
Entre las artesanías elaboradas en ambas comunidades, destacan los tambores construidos con el tronco de Persea americana, los cuales son utilizados en distintas festividades en estas zonas, así como objetos decorativos, cestería y bisutería realizados con diversas especies vegetales (fig. 2), los cuales son comercializados entre los turistas que visitan estas localidades.
Los informantes señalaron 21 taxones utilizados para la elaboración de juguetes tradicionales en Chuao y 13 taxones se señalaron en Cumboto con estos mismos fines; mientras que en Chuao se utilizan 10 taxones en la elaboración de objetos decorativos y en Cumboto son usados siete taxones para elaborar utensilios (cuadro 3).
Categorías de uso | Nur | nt | Fic | |||
---|---|---|---|---|---|---|
CUMBOTO | CHUAO | CUMBOTO | CHUAO | CUMBOTO | CHUAO | |
Bisutería | 2 | 17 | 1 | 3 | 1 | 0.88 |
Cestería | 20 | 25 | 6 | 4 | 0.74 | 0.87 |
Instrumentos musicales | 30 | 21 | 6 | 5 | 0.83 | 0.80 |
Juguetes tradicionales | 53 | 94 | 13 | 21 | 0.77 | 0.78 |
Objetos decorativos | 38 | 65 | 6 | 10 | 0.86 | 0.86 |
Utensilios | 22 | 32 | 7 | 8 | 0.71 | 0.77 |
Nur: número de usos señalados; nt: número de taxones usados en cada categoría; Fic: Factor de Consenso
En cuanto a los distintos usos mencionados dentro de cada subcategoría (Cuadro 4), en la comunidad de Cumboto se señalan 25 usos distintos, con una mayor mención en las subcategorias de objetos decorativos (8) y juguetes tradicionales (6), mientras que en Chuao se indican 32 diferentes usos, con una mayor diversidad de usos en las subcategorías objetos decorativos (9) y juguetes tradicionales (8).
Subcategoría de uso | Usos mencionados | |
CUMBOTO | CHUAO | |
Bisutería | Collares | Collares, pulseras, zarcillos |
Cestería | Cestas, materos | Cestas, materos |
Instrumentos musicales | Tambores, maracas, charrascas | Tambores, maracas, flautas |
Juguetes tradicionales | Carritos, gurrufios, papagayos, perilonas, trompos, zarandas | Bates, columpios, gurrufios, metras papagayos, perinolas, trompos, yo-yos |
Objetos decorativos | Esteras, faldas, floreros, llaveros, máscaras, pesebres, revisteros, sombreros | Abanicos, arbolitos navideños, cofres, esteras, flores, máscaras, muñecas, móviles, trajes tradicionales |
Utensilios | Bateas, cucharas, copas, esponjas, pilones | Bateas, bastones, cucharas para recoger cacao, cañas de pescar, escobas, remos, utensilios de cocina |
El índice de Sorensen estimado es de 0.6349, indicando que existe una alta similitud entre ambas comunidades, con relación a los taxones usados en la elaboración de distintas artesanías. Las especies con mayores valores de importancia relativa, con base en el Índice de Friedman (cuadro 2), fueron Crescentia cujete (47.14), Guadua angustifolia (35.71) y Cocos nucifera (28.57) en la comunidad de Cumboto y en Chuao los valores más altos los presentaron Guadua angustifolia (45.59), Musa AAB (31.48) y Crescentia cujete (25.93).
Las categorías de uso con mayor importancia relativa (cuadro 3) para Cumboto fueron la bisutería (Factor de consenso 1), objetos decorativos (0.86) e instrumentos musicales (0.83); mientras que en Chuao resultaron ser la bisutería (0.88) seguida de la cestería (0.87) y objetos decorativos (0.86).
Tal como se aprecia en el cuadro 5, en la comunidad de Cumboto un 72.98% de los entrevistados mencionaron plantas artesanales, mientras que en Chuao fueron mencionadas por el 89.8% de los informantes. En la comunidad de Cumboto solo cuatro personas mencionaron más de 10 plantas de uso artesanal, mientras que en Chuao lo hicieron 51 personas (16.45% de los informantes que mencionaron plantas artesanales) distribuidos equitativamente entre hombres y mujeres, siendo el grupo etario entre >35 - 60 años el que presento el mayor número de menciones (21.48%).
SEXO/EDAD | 12-18 años | > 18-35 años | > 35-60 años | > 60 años |
---|---|---|---|---|
CUMBOTO | ||||
Femenino | 6 (0) | 17 (0) | 33 (2) | 17 (0) |
Masculino | 1 (0) | 7 (0) | 28 (2) | 18 (0) |
CHUAO | ||||
Femenino | 15 (2) | 74 (7) | 65 (15) | 15 (4) |
Masculino | 10 (1) | 41 (8) | 69 (14) | 21 (2) |
Con relación a los patrones de distribución del conocimiento, el análisis multivariante no muestra que exista relación entre el número de plantas artesanales mencionadas por los informantes y la edad (fig. 3) o el sexo (fig. 4) en ambas comunidades.
Discusión
En las comunidades de la costa aragüeña donde se llevó a cabo el estudio, se mencionaron relativamente pocas especies (42) para la elaboración de artesanías en comparación con otras regiones americanas. Así, Martínez (2006) encontró que en Santiago de Cuba son utilizados 114 taxones vegetales para estos fines, mientras que en la Amazonia colombiana se señala el uso de 78 especies de plantas(Cadena-Vargas et al., 2007) y en el Valle del Cauca, Colombia, se utilizan 221 especies (Feuillet Hurtado et al., 2011). No obstante, este número de especies de uso artesanal es similar al que se ha encontrado para una región al norte de la India (Reddy, Pattanaik, Reddy, Murthy, & Raju, 2008).
El bajo número de plantas artesanales mencionada podría estar relacionado con el hecho de que la venta de artesanías no es una actividad económica importante en ninguna de las comunidades abordadas; además se aprecia que una misma especie es utilizada para elaborar distintos objetos artesanales.
Con relación a las familias botánicas más utilizadas con fines artesanales en las comunidades costeras estudiadas, Leguminosae resultó ser la más común, lo cual es similar a lo encontrado en Santiago de Cuba (Martínez, 2006) y en una comunidad indígena colombiana (Frausin, Trujillo, Correa, & Gonzalez, 2008), mientras que en un estudio realizado en el Valle del Cauca (Colombia), las familias predominantes eran Arecaceae y Poaceae (Feuillet Hurtado et al., 2011). La mayor utilización de Leguminosae, podría estar asociado a que esta familia es la más abundante en las formaciones vegetales adyacentes a ambas comunidades (Alvarado & Ponce, 1998; García, 1993).
Las plantas de uso artesanal registradas para las comunidades estudiadas, son predominantemente especies nativas, lo cual es similar a lo señalado para especies vegetales artesanales en Santiago de Cuba (Martínez, 2006). Asimismo, la mayoría de los taxones son obtenidos directamente de la flora silvestre y solo una pequeña proporción son cultivados con estos fines, coincidiendo con lo encontrado para una comunidad de la Amazonía colombiana (Cadena-Vargas et al., 2007). Estos resultados parecen indicar que los habitantes de las comunidades costeras estudiadas hacen un intensivo uso de los recursos naturales de su entorno. Hay un predominio del uso de árboles seguido de las hierbas para la elaboración de artesanías en las comunidades costeras estudiadas del estado Aragua, lo que coincide con lo encontrado en el Valle del Cauca (Feuillet Hurtado et al., 2011).
Con respecto a los órganos de la planta más comúnmente utilizadas en ambas comunidades para la elaboración de artesanías, es frecuente el uso de tallos, seguido de semillas y frutos. En el caso particular de los tallos, la mayoría de las especies utilizadas son árboles, por lo que se usa básicamente la madera, lo cual es similar a lo encontrado en el Valle del Cauca (Feuillet Hurtado et al., 2011) y el norte de la India (Reddy et al., 2008), mientras que en Santiago de Cuba es mucho más común el uso de flores y hojas en la elaboración de artesanías (Martínez, 2006). Con respecto al uso de semillas con fines artesanales, se ha encontrado que Leguminosae es el grupo predominante, particularmente especies con semillas de colores vistosos (Cadena-Vargas et al., 2007; Feuillet Hurtado et al., 2011; Martínez, 2006). No obstante, en las comunidades estudiadas, las semillas con uso artesanal pertenecen a distintas familias botánicas, presentándose solo dos especies de Leguminosae.
La similitud entre las plantas con uso artesanal mencionadas por los informantes de ambas comunidades costeras es alta, coincidiendo con lo referido por Moya (2012) para plantas útiles en varias comunidades indígenas de Ecuador. Esta autora indica que los mayores índices de similitud se presentan entre comunidades cercanas, debido posiblemente a un manejo similar de los recursos naturales por parte de sus pobladores. En el presente estudio, las comunidades costeras estudiadas no están muy cercanas geográficamente, pero las formaciones vegetales asociadas a las mismas son parecidas; asimismo, los usos que se dan a las plantas para la elaboración de las artesanías muestran una alta coincidencia, lo que podría estar reflejando que ambas comunidades comparten muchos rasgos culturales, lo que se manifiesta en su forma de manejar los recursos de su entorno.
El mayor número de taxones en ambas comunidades es usado en la elaboración de juguetes tradicionales, seguido de los utensilios y objetos decorativos. Estos resultados difieren de lo encontrado en otras regiones, donde hay un predominio de taxones utilizados para la elaboración de utensilios (Cadena-Vargas et al., 2007) o de objetos decorativos (Martínez, 2006). Es interesante resaltar que en la mayoría de la literatura revisada, no se considera la categoría de juguetes tradicionales, pero sí existen excepciones: Giraldo-Cañas (2010) hace mención a la misma en su trabajo sobre las gramíneas artesanales de Colombia, mencionando 4 especies de Poaceae utilizadas para la elaboración de juguetes y Levy-Tacher, Aguirre-Rivera, Martínez-Romero, & Durán-Fernández (2002) indican que los lacandones usan una especie con este fin.
La diversidad de juguetes tradicionales mencionados por los informantes de ambas comunidades no es muy grande, por lo que el alto número de taxones utilizados para la elaboración de los mismos podría estar relacionado con el hecho de que varias especies pueden ser usadas indistintamente para realizar el mismo juguete (por ejemplo, para la elaboración de los trompos se mencionan 9 taxones distintos), y también se aprecia que en la elaboración de un mismo juguete, pueden ser utilizadas diversas especies vegetales.
El valor del índice de Friedman para las especies vegetales de uso artesanal en ambas comunidades fue menor al 50%. Este índice pretende estimar la importancia relativa que tiene una especie particular en una comunidad dada, por lo que los bajos valores obtenidos podrían estar indicando que las plantas artesanales no tienen gran relevancia en estas comunidades, relacionado posiblemente con el hecho de que son pocos los objetos artesanales que se elaboran, siendo principalmente para decoración y juguetes, que no tienen utilidad relevante en la vida diaria de estos grupos humanos, particularmente porque la venta de los mismos no constituye una actividad económica importante en la zona. Esto contrasta con lo señalado para la Amazonía colombiana (Cadena-Vargas et al., 2007), donde se señalan 74 objetos artesanales distintos que son utilizados con distintos fines por estas comunidades indígenas y para los que la comercialización de diversas artesanías constituye un ingreso económico importante.
Con relación a los taxones con un mayor valor de consenso, en la comunidad de Cumboto destaca la especie Crescentia cujete, incluida en cuatro categorías de uso artesanal, similares a las de la comunidad de Chuao, donde existe un menor consenso entre los informantes en cuanto al uso de la misma; mientras que Guadua angustifolia es la especie con mayor valor de consenso en la comunidad de Chuao, siendo mencionada para cuatro categorías de uso por los informantes. Ambas especies son de fácil acceso para los pobladores, ya que en el caso de C. cujete está cultivada en un gran número de jardines, mientras que G. angustifolia se encuentra creciendo en la ribera de los ríos adyacentes a los centros poblados. Esto apoya el planteamiento de Hernández et al. (2005), de que generalmente las especies que presentan los más altos índices de consenso tienden a ser aquellas que son más abundantes y accesibles para la comunidad.
El factor de consenso estima si los informantes de una comunidad dada están de acuerdo con relación a los taxones utilizados con un fin particular (Heinrich et al., 1998). En la presente investigación este factor fue mayor a 0.70 en todas las subcategorías de uso, lo cual expresa que los informantes tienden a mencionar a las mismas plantas con uso artesanal en ambas comunidades. Al comparar nuestros resultados con lo encontrado en otras regiones, tenemos que, a pesar de no considerar expresamente el índice de factor de consenso en su investigación, Cadena-Vargas et al. (2007) señalan que en la Amazonía colombiana, el mayor número de reportes de los informantes es con referencia a la elaboración de objetos de almacenamiento, seguido de construcciones y accesorios corporales. No obstante, estos resultados no son totalmente comparables, por lo que recomendamos que los trabajos estandaricen los métodos de análisis de resultados, a fin de poder hacer comparaciones entre comunidades de distintas regiones que puedan tener afinidades culturales y que permitan posteriormente proponer programas de conservación y rescate de los conocimientos tradicionales de aquellas especies en que se determine sobreexplotación, así como planes de manejo que ayuden a su conservación y un aprovechamiento sostenible de estos recursos.
Un alto porcentaje de las personas entrevistadas en ambas comunidades mencionaron plantas de uso artesanal, pero la gran mayoría conoce solo pocos taxones y no se aprecia una estructuración de los informantes con relación a su conocimiento sobre el uso de las mismas asociado a la edad. De igual forma, no se aprecia relación con el sexo, ya que tanto mujeres como hombres también muestran dispersión con respecto a este conocimiento tradicional. Siendo estos resultados similares a los encontrados por (Canales et al., 2006) y Aguilar (2007) en comunidades campesinas mexicanas. No obstante, otras investigaciones han encontrado relación con el sexo de los informantes (Arango, 2004) y su grupo etario (Pasquini, Sánchez-Ospina, & Mendoza, 2014).
El muestreo de los informantes podría influir en los patrones de distribución del conocimiento tradicional cuando se realiza un estudio etnobotánico, ya que como señala Aguilar (2007), la selección no aleatoria de los entrevistados puede llevar a obtener información sesgada y sobrevalorar la percepción que tienen las comunidades de su entorno natural. Esta autora además resalta la importancia de trabajar con distintos grupos etarios, ya que los jóvenes pueden brindar información de interés con respecto al uso de las plantas que generalmente no es levantada, ya que se tiende a priorizar el trabajo con las personas de mayor edad. En el caso de las comunidades donde se realizó el estudio, en Chuao se pudo apreciar que informantes de distintos grupos etarios conocían 10 o más de uso artesanal, mientras que en Cumboto el conocimiento tradicional está mucho más disperso, ya que solo cuatro de los informantes mencionaron 10 o más plantas de uso artesanal. Estos resultados estarían indicando que el conocimiento tradicional asociado al uso de las plantas artesanales en estos grupos humanos no está relacionado con una pérdida generacional, ya que las personas de mayor edad no mostraron conocer un mayor número de especies en comparación con otros grupos etarios. Por otra parte, se ha intentado relacionar la ocupación de los informantes con su conocimiento sobre el uso de las plantas, tal como indican Hernández et al. (2005), quienes encuentran que los médicos tradicionales son los que conocen un mayor número de plantas medicinales en una comunidad campesina de México; sin embargo, en las comunidades costeras de Aragua esta relación entre los artesanos y su conocimiento sobre las plantas artesanales es variable y parece estar relacionado con la especialización de los mismo. Así, un artesano dedicado a la elaboración de tambores en Cumboto solo menciono dos plantas de uso artesanal, posiblemente debido a que requiere solo una especie en su trabajo, mientras que en Chuao una artesana dedicada a la elaboración de objetos decorativos para la venta, menciono un mayor número de especies probablemente porque requiere una gran variedad de plantas para realizar sus artesanías.
Con base a todo lo anteriormente analizado, se puede apreciar que el conocimiento sobre el uso de plantas artesanales en las comunidades costeras consideradas está bastante disperso entre los informantes. Se ha señalado que la dispersión del conocimiento tradicional en un grupo humano dado puede estar relacionado con formas de organización comunitaria que permita la socialización del conocimiento, así como las relaciones de parentesco entre los informantes (Canales et al., 2006) pero aun cuando en Cumboto y Chuao hay diversas formas de organización comunal así como muchos de los informantes están emparentados, estos factores no parecen explicar esta dispersión del conocimiento tradicional, ya que la mayoría de los informantes conocen muy pocas plantas de uso artesanal y, en muchos casos, no son las mismas. Es por esto, que la recopilación de esta información es de vital importancia para garantizar mantener estos saberes tradicionales disponibles para futuras generaciones en estas comunidades.
Conclusiones
Se registraron 42 taxones de uso artesanal con 20 comunes para ambas comunidades, distribuidos en 25 familias de angiospermas, siendo Leguminosae la familia más frecuente. El predominio de esta familia de plantas puede relacionarse a que es el grupo más abundante en las formaciones vegetales adyacentes a las comunidades.
La mayoría de las especies son nativas (76.2%), siendo 32 obtenidas del campo y 10 cultivadas. El biotipo predominante entre las plantas de uso artesanal es el árbol (57.1%) y las partes más utilizadas para la elaboración de las artesanías son los tallos, semillas y frutos.
Se identificaron seis subcategorías de uso artesanal, debido posiblemente a que un mismo juguete puede ser elaborado a partir de distintas especies.
Las especies con mayor índice de consenso son Crescentia cujete y Guadua angustifolia, ambas especies de fácil acceso en estas comunidades.
La gran mayoría de las subcategorías de uso tienen un alto índice de consenso, lo cual puede estar asociado a que los informantes muestran un alto nivel de acuerdo con relación a las plantas utilizadas con fines artesanales en ambas comunidades.
El conocimiento tradicional sobre el uso de plantas artesanales está muy disperso en ambas comunidades, lo cual se evidencia en que un bajo número de los informantes conocen muchas plantas artesanales y no se presenta relación entre la distribución de este conocimiento y el sexo o edad. Por tanto, no se aprecia una pérdida generacional de este conocimiento, ya que las personas de mayor edad no son las más conocedoras de las especies de uso artesanal.