SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.26 issue3Determination of evapotranspiration and crop coefficient of Myrciaria dubia (Kunth) McVaugh for domestication and conservation on uplands author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Chapingo. Serie horticultura

On-line version ISSN 2007-4034Print version ISSN 1027-152X

Rev. Chapingo Ser.Hortic vol.26 n.3 Chapingo Sep./Dec. 2020  Epub Apr 23, 2021

https://doi.org/10.5154/r.rchsh.2019.10.021 

Artículo científico

Fertilización nitrogenada en nogal pecanero y su efecto en la concentración de nutrientes foliares, rendimiento y calidad de nuez

Oscar Cruz-Alvarez1 

Ofelia Adriana Hernández-Rodríguez1 

Juan Luis Jacobo-Cuellar1 

Graciela Ávila-Quezada1 

Emilio Morales-Maldonado2 

Rafael Ángel Parra-Quezada1 

Loreto Robles-Hernandez1 

Damaris Leopoldina Ojeda-Barrios1  * 

1Universidad Autónoma de Chihuahua, Facultad de Ciencias Agrotecnológicas. Campus 1 s/n, Chihuahua, Chihuahua, C. P. 31350, MÉXICO.

2Instituto Tecnológico Superior de Huichapan. Domicilio conocido, el Saucillo s/n, Huichapan, Hidalgo, C. P. 42411, MÉXICO.


Resumen

Diversas investigaciones indican que la fertilización nitrogenada es una de las principales limitantes para la obtención de mayores rendimientos y mejor calidad de la nuez en el nogal pecanero (Carya illinoensis [Wangenh] K. Koch). Por ello, el objetivo de esta investigación fue evaluar la aplicación total y fraccionada de nitrógeno en nogal pecanero variedad ‘Western Schley’, así como su efecto en la concentración de nutrientes foliares, rendimiento y calidad de nuez. Se estableció un diseño de bloques completos al azar con seis repeticiones. Las dosis de N fueron 100, 150 y 200 kg·ha-1; la aplicación total se realizó en marzo y la fraccionada en marzo y junio. Se determinó la concentración foliar de N total, P, K+, Ca2+, Mg2+, Fe2+, Mn2+, Zn2+ y Cu2+, el rendimiento (kg·árbol-1), la calidad (nueces por kilogramo y porcentaje de almendra) y la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN). Se detectó interacción significativa entre factores para la concentración de Zn2+ y la dosis de 200 kg·ha-1 aplicada en forma total. Con la aplicación total de 100 kg·ha-1 se presentaron los valores más altos de rendimiento (44.60 kg·árbol-1) y nueces por kilogramo (194.83), donde el porcentaje de almendra se mantuvo constante. La máxima EUN se obtuvo con 100 kg·ha-1 aplicados en forma total y parcial (31.10 y 30.10 kg de nuez producida por kg de N aplicado, respectivamente). El incremento del rendimiento y la calidad de nuez son el principal objetivo de aplicar dosis óptimas de N; sin embargo, también se debe buscar reducir el impacto económico y ambiental provocado por su aplicación excesiva.

Palabras clave Carya illinoensis; almendra comestible; eficiencia de uso del nitrógeno; manejo nutrimental; porcentaje de almendra

Abstract

Several studies indicate that nitrogen fertilization is one of the main constraints in obtaining higher yields and better nut quality in pecan (Carya illinoensis [Wangenh] K. Koch). Therefore, the aim of this research was to evaluate a single and split application of nitrogen in 'Western Schley' variety pecan, as well as its effect on leaf nutrient concentration, yield and nut quality. A randomized complete block design with six replicates was established. N doses were 100, 150 and 200 kg·ha-1; the single application was made in March and the split one in March and June. The leaf concentration of total N, P, K+, Ca2+, Mg2+, Fe2+, Mn2+, Zn2+ and Cu2+, yield (kg·tree-1), quality (nuts per kilogram and kernel percentage) and nitrogen use efficiency (NUE) were determined. Significant interaction between factors was detected for the Zn2+ concentration and the single applied dose of 200 kg·ha-1. With the single application of 100 kg·ha-1, the highest yield (44.60 kg·tree-1) and nuts per kilogram (194.83) values were recorded, where the kernel percentage remained constant. The maximum NUE was obtained with 100 kg·ha-1 applied in a single and split application (31.10 and 30.10 kg of nuts produced per kg of N applied, respectively). Increased yield and nut quality is the main objective in applying optimal N doses; however, ways of reducing the economic and environmental impact caused by its excessive application should also be sought.

Keywords Carya illinoensis; edible kernel; nitrogen use efficiency; nutritional management; kernel percentage

Introducción

El nogal pecanero (Carya illinoensis [Wangenh] K. Koch) es un cultivo con una amplia gama de usos y alta rentabilidad. La superficie cosechada de este cultivo por los principales países productores del mundo (China, Irán, Estados Unidos, Turquía y México) se encuentra entre 96,909 y 390,924 ha, con una clara tendencia a incrementarse (Food and Agriculture Organization of the United Nations [FAO], 2018). México destaca por ser el segundo productor más importante a nivel mundial de nuez pecanera, con un volumen de producción de 159,535 t. Entre las entidades federativas con más producción se encuentran Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Nuevo León, que en conjunto representan el 94.3 % de dicha producción (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera [SIAP], 2018). El 70 % de la producción total de México se exporta principalmente a Estados Unidos y China (Zhang, Peng, & Li, 2015).

Existen diversas investigaciones donde se reporta que el agua y la fertilización nitrogenada son las principales limitantes para la obtención de mayores rendimientos y mejor calidad de la nuez (número de nueces por kilogramo y porcentaje de almendra) (Castillo-González et al., 2019; Flores-Córdova, Soto-Parra, Javier-Piña, Pérez-Leal, & Sánchez-Chávez, 2018; Retes-López, Nasaimea-Palafox, Moreno-Medina, Denogean-Ballesteros, & Martín-Rivera, 2014); un manejo deficiente contribuye a la alternancia reproductiva (Worley & Worley, 2000). El nitrógeno es el nutriente con mayor demanda y volumen de aplicación en huertos de nogal pecanero (Zaragoza-Lira et al., 2011), ya que posee una relación directa con la concentración foliar de nutrientes (Acuña-Maldonado et al., 2003; Wells, 2011), así como con el incremento en los costos de fertilización (Soto-Parra, Piña-Ramírez, Sánchez-Chávez, Pérez-Leal, & Basurto-Sotelo, 2016).

Se ha observado que la modificación de la dosis y la época de aplicación de nitrógeno son prácticas de manejo agronómico favorables para incrementar la productividad de los árboles de nogal (Sánchez et al., 2009). El uso de fuentes orgánicas de dicho elemento, como la composta y el humus de lombriz, no ha mostrado un efecto significativo sobre el rendimiento y la calidad de la nuez, además de mantener sin cambios el contenido de materia orgánica y nitratos (Soto-Parra et al., 2016), pero sí representan un incremento en el costo de producción por concepto de fertilización nitrogenada (Tarango-Rivero, Nevárez-Moorillón, & Orrantia-Borunda, 2009; Zaragoza-Lira et al., 2011).

Martínez-Rodríguez y Ávila-Ayala (2002) evaluaron en el norte de México diferentes dosis de N en árboles de nogal ‘Western Schley’ en producción, y concluyeron que la dosis de 60 kg·ha-1 mostró los valores más altos de rendimiento y calidad de la nuez cosechada. Flores-Córdova et al. (2018) aplicaron 226, 121 y 94 kg·ha-1 de N, P2O5, K2O, respectivamente, y encontraron un rendimiento de 1.94 t·ha-1, 159 nueces·kg-1 y 59 % de nuez comestible. Sánchez et al. (2009), en el municipio de Aldama, Chihuahua, México, probaron tres dosis de nitrógeno (160, 320 y 480 kg·ha-1), las cuales aplicaron en pre-brotación del árbol, amarre y crecimiento de fruto, estado acuoso y lechoso de almendra, madurez y poscosecha, y reportaron que la dosis de 160 kg·ha-1 mejora la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN), la productividad y la calidad de la nuez (139 nueces·kg-1 y 54 % de almendra).

La respuesta en el rendimiento está asociada con el manejo de la huerta; sin embargo, en años de producción baja existe un incremento en el peso de la almendra (Wells, 2010), donde el suministro de un elemento esencial como el N debe ser empleado cuando el análisis foliar revele su deficiencia (Medina-Morales, 2004). Además de ser una práctica de manejo agronómico que puede coadyuvar al incremento del rendimiento de las principales zonas de producción de nogal pecanero (Tarango-Rivero et al., 2009), el conocer la dosis óptima de fertilización nitrogenada representa una disminución en el impacto económico y ambiental ocasionado por la excesiva aplicación de fertilizantes químicos (Zaragoza-Lira et al., 2011). Por lo anterior, el objetivo de esta investigación fue evaluar la aplicación total y fraccionada de nitrógeno en nogal pecanero variedad ‘Western Schley’, así como su efecto en la concentración de nutrientes foliares, rendimiento y calidad de nuez.

Materiales y métodos

Ubicación del experimento, material vegetal y diseño experimental

El estudio se realizó de 2010 a 2014 en la huerta conocida como “La Florida”, ubicada en el municipio de Jiménez, Chihuahua, México (27° 06’ 16’’ latitud norte y 104o 56’ 09’’ longitud oeste, a 1,321 msnm), con temperatura y precipitación media anual de 18.6 °C y 369.8 mm, respectivamente. Como material vegetal se emplearon árboles de nogal ‘Western Schley’ plantados en 1989 en marco real de 12 x 12 m (69 árboles·ha-1) sobre un suelo tipo xerosol con las siguientes características: textura arcillo-limosa (18.1 % arena, 40.6 % limo y 41.3% arcilla), pH de 7.76, 0.75 % de materia orgánica, 8.54 % de carbonatos y 1.0 dS·m-1 de conductividad eléctrica. De acuerdo con el análisis químico previo del suelo, se encontraron los resultados siguientes (mg·kg-1): 28.5 de N total, 21.5 de P, 1,075 de K+, 3,900 Ca2+, 300 de Mg2+, 406 de Fe2+, 692 Mn2+, 86 Zn2+ y 79 de Cu2+. El suministro de agua durante el ciclo de producción (marzo a octubre) se realizó mediante un sistema de riego por microaspersión, aplicando 1,300 L por árbol en un intervalo de 15 días entre cada riego. El control de malezas se realizó de manera manual.

Los factores estudiados fueron dosis (100, 150 y 200 kg·ha-1) y forma de aplicación (total y fraccionada, dos aplicaciones de 50 % cada una) bajo un arreglo factorial 3 x 2 con seis tratamientos. El diseño experimental fue de bloques completos al azar con seis repeticiones, donde la unidad experimental fue un árbol con una altura de 10 ± 1 m y diámetro de tronco de 29.87 ± 2 cm (medido al inicio del estudio a 20 cm sobre el nivel del suelo). La fuente de N fue sulfato de amonio (20.5 % N y 24 % S). La aplicación del fertilizante nitrogenado se realizó en banda a 10 cm de profundidad y a 3 m del tronco (área de sombreo del árbol). La primera aplicación se realizó durante la tercera semana de marzo (floración) en todos los tratamientos, y la aplicación fraccionada fue la segunda semana de junio (fructificación). En cada año de evaluación, y de forma paralela a la aplicación total de N, también se aplicaron 100 kg·ha-1 de P y K+, donde la fuente de P fue el ácido fosfórico (49 % P2O5 y 1.61 kg·L-1 de densidad) y la fuente de K fue el tiosulfato de potasio (12.6 % K2O y 1.46 kg·L-1 de densidad).

Parámetros evaluados

Nutrientes foliares

En los años de evaluación (2010 a 2014), durante la tercera semana de julio, se realizó la toma de muestras de hojas para el análisis nutrimental; esto de acuerdo con lo indicado por Ojeda-Barrios et al. (2014). Para ello, de cada unidad experimental se seleccionaron 40 pares de folíolos sanos (ausencia de daños mecánicos o presencia de plagas y enfermedades) del ciclo de crecimiento en curso, ubicados en la parte media del dosel del árbol y de los cuatro puntos cardinales. Los folíolos se lavaron con una solución al 0.1 % de detergente libre de fosfato, seguido de un enjuague con agua desionizada y secado a 80 °C en una estufa (Heratherm™ VCA 230, Thermo Scientific™, EUA). Las muestras se homogeneizaron en un molino (Wiley®, EUA) con malla de 1 mm. El N total se cuantificó por el método de Micro-Kjeldahl (Novatech®, EUA y Micro Kjeldahl Labconco®, EUA) (Fernández, del Río, Abadía, & Abadía, 2006). A partir de 1 g de la muestra seca se determinó la concentración de Ca2+, Mg2+, K+, Cu2+, Fe2+, Mn2+ y Zn2+ por digestión triácida con HNO3, HClO4 y H2SO4 (25 mL de mezcla en una proporción 10:1:0:25). Las cuantificaciones de los analitos se realizaron con un espectrofotómetro de absorción atómica (Serie 300, Thermo Scientific™, EUA), y con el método de vanadato-molibdato de amonio se determinó el P total (Ojeda-Barrios et al., 2014).

Rendimiento, calidad de nuez y eficiencia de uso del nitrógeno

La cosecha para cada año de evaluación (2010 a 2014) se realizó en la cuarta semana de noviembre, donde cada unidad experimental se hizo vibrar mecánicamente y se recogieron, contaron y pesaron las nueces con una báscula (Combo-Rhino-122, Rhino®, México) con sensibilidad de 0.1 g, esto para obtener el rendimiento en kg·árbol-1. Las variables de calidad (número de nueces por kilogramo y porcentaje de nuez comestible) se determinaron de acuerdo con el método indicado por la Norma Mexicana NMX-FF-084-SCFI-2009 para productos alimenticios no industrializados para consumo humano, nuez pecanera (Secretaría de Economía, 2009). El número de nueces por kilogramo fue producto del número total de nueces cosechadas por árbol entre el peso total de las mismas. Para obtener el porcentaje de nuez comestible, se seleccionaron 300 g de nueces por unidad experimental, se separó la cáscara de la almendra (parte comestible) y se obtuvo el peso con una balanza electrónica portátil (Scout Pro SP202, Ohaus®, EUA) con sensibilidad de 0.01 g; finalmente, el peso se dividió entre el valor inicial de la muestra (300 g) y se multiplicó por 100. Por otro lado, la EUN se determinó de acuerdo con la metodología propuesta por Sánchez et al. (2009), que considera el cociente entre los kilogramos de nuez cosechada y los kilogramos de N aplicado, ambos por hectárea.

Análisis estadístico

El análisis de los datos se realizó con la información de los cinco años del estudio. Se verificó la normalidad con la prueba de Kolmogorov-Smirnov (Sokal & Rohlf, 1995), y cuando no se cumplió este supuesto, se empleó la transformación de datos con logaritmo base 10. Posteriormente, se realizó el análisis de varianza con el diseño experimental de bloques completos al azar, considerando un diseño de tratamientos factorial. En los caracteres donde se detectó efecto de tratamientos, se realizaron pruebas de comparaciones de medias de Tukey (P ≤ 0.05). En todos los casos se empleó el programa estadístico SAS versión 9.3 (SAS Institute Inc., 2011).

Resultados y discusión

Nutrientes foliares

La concentración foliar de N total, P y K+ no mostró diferencia significativa en relación con las dosis de N, la forma de aplicación o la interacción de ellos (Cuadro 1), lo cual se confirmó con la ausencia de clorosis intervenal en folíolos maduros. Los intervalos encontrados en este estudio para N total (27.4 a 28.9 g·kg-1), P (1.6 a1.7 g·kg-1) y K+ (10.6 a 11.6 g·kg-1) son similares a los reportados por Medina-Morales (2004) y Walworth, White, Comeau, y Heerema (2017) en huertas de nogal en producción, ubicadas en el norte de México y Sureste de Estados Unidos de Norteamérica. Asimismo, Martínez-Rodríguez y Ávila-Ayala (2002) no encontraron diferencias estadísticas entre tratamientos con la aplicación de 60, 120 y 180 kg·ha-1 de sulfato de amonio con relación a la concentración foliar de N total. En este sentido, la magnitud de la respuesta del nogal a la fertilización con N no muestra una tendencia de acuerdo con la dosis aplicada. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el P y K+, dado que su reacción es lenta o no detectable (Smith, Rohla, & Goff, 2012), y su efecto se puede constatar en el peso y porcentaje de almendra (Smith & Cheary, 2013), de ahí la importancia de monitorear y realizar la aplicación oportuna para mantener los niveles óptimos de estos elementos (Pond et al., 2006).

Cuadro 1 Comparación de medias de la interacción de la dosis de nitrógeno (N) (kg·ha-1) y forma de aplicación (total o fraccionada) sobre la concentración nutrimental en hojas de árboles de nogal pecanero ‘Western Schley’. 

Dosis y forma de aplicación (kg·ha-1) N total P K+ Ca2+ Mg2+ Fe2+ Mn2+ Zn2+ Cu2+
g·kg-1 mg·kg-1
100total 27.4 az 1.6 a 11.2 a 20 a 4.0 a 140.3 a 539.0 a 36.9 ab 9.21 a
150total 28.8 a 1.6 a 11.4 a 17 b 4.0 ab 138.6 a 632.6 a 35.8 ab 9.5 a
200total 28.4 a 1.6 a 11.1 a 19 ab 4.0 ab 132.2 a 569.9 a 39.7 a 10.0 a
100fraccionado 28.9 a 1.6 a 11.6 a 18 ab 4.0 ab 122.1 a 411.8 a 35.9 ab 9.1 a
150fraccionado 28.6 a 1.7 a 10.8 a 19 ab 3.0 b 125.8 a 393.5 a 32.9 b 9.3 a
200fraccionado 28.6 a 1.6 a 10.6 a 19 ab 4.0 ab 133.2 a 472.8 a 36.8 ab 9.5 a
CV (%) 2.3 5.7 5.2 11.0 12.3 6.3 22.2 4.9 6.5

CV = coeficiente de variación. zMedias con las mismas letras dentro de cada columna no difieren estadísticamente (Tukey, P ≤ 0.05). Los datos corresponden al promedio obtenido de 2010 a 2014.

Se detectó interacción significativa entre dosis y forma de aplicación de N para Ca2+, Mg2+ y Zn2+, donde la mayor concentración foliar de calcio y magnesio se obtuvo con la aplicación total de 100 kg·ha-1, con valores de 20 y 4.0 g·kg-1, respectivamente. Valores similares de calcio (20.2 g·kg-1) y magnesio (4.94 g·kg-1) son reportados por Pond et al. (2006) en huertas de nogal establecidas en Arizona, EUA, así como por Medina-Morales (2004) en el norte de México, con 18.0 y 3.82 g·kg-1, respectivamente. Las concentraciones foliares de calcio y magnesio encontradas en este estudio pueden ser consideradas adecuadas o normales, esto de acuerdo con el rango de concentración de 15.7 a 24.2 y de 3.9 a 5.0 g·kg-1, respectivamente, indicados para dichos elementos por Pond et al. (2006). En este sentido, Zaragoza-Lira et al. (2011) mencionan que la presencia de suelos calcáreos con una alta saturación de bases y un pH entre 7 y 8 incrementa la absorción de calcio y magnesio. Para el caso de magnesio, se mantuvo una concentración similar a través de los años de evaluación.

En este trabajo, no se detectó interacción significativa entre dosis y forma de aplicación de N para la concentración de Fe2+, Mn2+ y Cu2+ en los folíolos. Al respecto, Pond et al. (2006), al determinar la concentración estándar nutrimental en árboles de ‘Western Schley’ cultivados en Arizona, reportan rangos (bajo, normal y alto) de valores para Fe2+, Mn2+ y Cu2+, y al comparar dichos rangos con los valores obtenidos en este trabajo se observa que el Mn2+ se encuentra en el rango normal (104 a 673 mg kg-1). Los valores de Fe2+ y Cu2+ fueron similares a los rangos reportados de 104 a 673 y de 6 a 10 mg·kg-1, respectivamente. Lo anterior puede estar asociado con una ligera disminución del valor inicial de pH (7.76) en la zona radicular de los árboles, dado que muchos microelementos, entre estos el Fe2+, Mn2+ y Cu2+, se encuentran en forma no disponible o en condiciones que impiden su absorción cuando el pH es alcalino (Tarango-Rivero et al., 2009). Esto último está asociado con las condiciones de aridez prevalecientes en las principales zonas de producción de nogal en México (Flores-Córdova et al., 2018; Martínez-Rodríguez, & Ávila-Ayala, 2002; Medina-Morales, 2004).

En cuanto al Zn2+, la aplicación de 200 kg·ha-1 de N en forma total incrementó significativamente la concentración foliar de este nutriente (39.7 g·kg-1), en relación con los 32.9 g·kg-1 obtenidos con 150 kg·ha-1 de N aplicado en forma fraccionada (Cuadro 1). En el caso particular del nogal, después del N, el Zn2+ constituye el elemento nutrimental más importante, y su deficiencia (20 mg·kg-1) se manifiesta con la excesiva reducción del crecimiento vegetativo “roseteado” (Castillo-González et al., 2019) asociado con la presencia de suelos alcalinos, tal como lo indican Ojeda-Barrios, Abadía, Lombardini, Abadía, y Vázquez (2012). Heerema et al. (2017) señalan que los rangos de suficiencia para Zn2+ se encuentran entre 20 y 50 mg·kg-1. Por su parte, Pond et al. (2006) indican que la concentración normal está entre 86 y 256 mg·kg-1, lo cual supera los valores encontrados en este estudio, por lo que se podrían considerar como insuficientes.

Dada la diferencia entre lo observado y reportado por otros autores, es importante señalar que durante la evaluación no se observó clorosis intervenal, necrosis o presencia de hojas con márgenes ondulados roseteados (Castillo-González et al., 2019). Adicionalmente, es importante considerar que el árbol de nogal muestra un comportamiento alternante con respecto a su producción (Flores-Córdova et al., 2018), y en los años de producción alta, la demanda de macro y micronutrientes es mayor y su concentración foliar muestra una tendencia decreciente, contrario a lo que se presenta en los años de producción baja (Smith, 2010; Smith et al., 2012; Wood, Conner, & Worley, 2003).

Rendimiento, calidad de la nuez y eficiencia de uso del nitrógeno

El rendimiento y la calidad de nuez se encuentran ampliamente asociadas con la aportación de N (Sánchez et al., 2009). En este estudio, después de cinco ciclos de producción y evaluación, se observó interacción significativa para rendimiento, número de nueces por kilogramo y EUN; así, la dosis de 100 kg·ha-1 de N con ambas formas de aplicación mostró el mayor valor de EUN (P ≤ 0.05) (Cuadro 2). El rendimiento de 44.60 kg·árbol-1, obtenido con la dosis 100 kg·ha-1 en forma total, fue estadísticamente superior a los 34.78 kg·árbol-1 alcanzados con la aplicación de 150 kg·ha-1 en forma fraccionada (Cuadro 2). Estos resultados contrastan con datos reportados por Castillo-González et al. (2019) de 15.67 ± 1.96 kg·árbol-1 en huertas de nogal con 20 años de establecidas.

Cuadro 2 Comparación de medias de la interacción de la dosis de nitrógeno (kg·ha-1) y la forma de aplicación (total o fraccionada) sobre el rendimiento, la calidad de nuez y la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN) en árboles de nogal pecanero ‘Western Schley’. 

Dosis y forma de aplicación (kg·ha-1) Rendimiento (kg·árbol-1) Número de nueces por kg Almendra comestible (%) EUN (kgnuez·kgN -1)
100total 44.60 az 194.8 a 57.1 a 31.10 a
150total 38.90 ab 186.7 b 58.7 a 18.15 b
200total 40.48 ab 187.1 ab 58.3 a 14.10 c
100fraccionado 43.06 ab 196.2 a 56.3 a 30.10 a
150fraccionado 34.78 b 186.9 b 58.3 a 16.23 b
200fraccionado 42.09 ab 188.6 ab 58.1 a 14.00 c
CV (%) 11.28 4.00 8.97 12.00

CV = coeficiente de variación. ZMedias con las mismas letras dentro de cada columna no difieren estadísticamente (Tukey, P ≤ 0.05). Los datos presentados corresponden al promedio obtenido de 2010 a 2014.

Acuña-Maldonado et al. (2003), con la aplicación anual (octubre) de 125 kg·ha-1 de N y fraccionada en nogal ‘Western Schley’, no encontraron diferencias significativas relacionadas con el rendimiento obtenido por árbol, lo cual indica que el uso de este elemento pudiese estar asociado con la brotación vegetativa del siguiente periodo de crecimiento más que con el desarrollo del fruto (Sánchez et al., 2009). Adicionalmente, algunos investigadores indican que el hecho de que los árboles permanezcan con hojas hasta mediados de octubre incide en la acumulación de fotoasimilados, los cuales son favorables al momento de iniciar la brotación, el amarre y el crecimiento de los frutos (Acuña-Maldonado et al., 2003; Wells, 2011). La aplicación de una menor cantidad de N al suelo disminuye la contaminación del mismo por procesos de volatilización, lixiviación y desnitrificación (Soto-Parra et al., 2016); además, reduce los costos de producción por concepto de aplicación de fertilizantes nitrogenados (Flores-Córdova et al., 2018).

El pH del suelo es otro factor a considerar, ya que afecta de manera considerable la disponibilidad de los nutrientes y, en consecuencia, la absorción radicular. En este trabajo no se observaron cambios en los valores de pH, lo cual se podría explicar a través de la capacidad amortiguadora que tiene el suelo y la manera en cómo se adicionó el fertilizante en el experimento (Wells, 2011).

El valor promedio de 194.8 nueces por kilogramo, obtenido en los árboles fertilizados con 100 kg·ha-1 de N en aplicación total a inicio de año, fue significativamente mayor en relación con los 186.9 obtenidos con 150 kg·ha-1 aplicados en forma fraccionada en marzo y junio. En contraste, Sánchez et al. (2009), con la aplicación multifraccionada de N (usando como fuente sulfato de amonio) de acuerdo con la etapa fenológica (pre-brotación, inicio de amarre de fruto, crecimiento de fruto, estado acuoso, estado lechoso, maduración y recarga poscosecha), reportan 139, 140 y 142 nueces por kg, para 160, 320 y 480 kg·ha-1 de N, respectivamente. Lo encontrado en este estudio puede estar asociado con una disminución en el tamaño y menor calidad (Wells, 2011). Asimismo, el número de nueces por kilogramo es una característica cuantitativa e influye directamente en el peso (Smith, Wood, & Raun, 2007). De acuerdo con la NMX-FF-084-SCFI-2009, los valores encontrados corresponden al tamaño promedio de la nuez (171 a 210 nueces por kg).

Otra variable de calidad importante es el porcentaje de almendra comestible, dado que mantiene una relación directamente proporcional con el valor obtenido en el mercado, y es una característica valorada entre los productores de nuez (Flores-Córdova et al., 2018). En este estudio, los valores del porcentaje de nuez comestible fluctuaron entre 56.3 y 58.7, sin mostrar diferencia estadística por la dosis, la forma de aplicación del N o su interacción (Cuadro 2). Flores-Córdova et al. (2018) y Sánchez et al. (2009) obtuvieron resultados similares y, de acuerdo con la NMX-FF-084-SCFI-2009, el porcentaje de almendra obtenido se clasifica como excelente.

El aumento en el costo de los fertilizantes nitrogenados y la contaminación generada por su aplicación excesiva hace primordial el uso de indicadores como la EUN, la cual es una medida de la eficiencia productiva del cultivo de nogal pecanero (Sánchez et al., 2009). En este estudio, los datos fluctuaron entre 14.00 y 31.10 kg de nuez producida por kg de N aplicado, donde la aplicación total y la fraccionada de 100 kg·ha-1 fueron estadísticamente más sobresalientes (31.10 y 30.10 kg de nuez producida por kg de N aplicado, respectivamente) (Cuadro 2). Lo anterior, en términos prácticos, indica la diferencia entre aplicar 100 o 200 kg·ha-1, que además de no afectar el rendimiento obtenido, sí representa un desembolso económico importante para el productor (Ojeda-Barrios et al., 2012; Wells, 2010). Sánchez et al. (2009) reportan valores de 16.91 kg de nuez producida por kg de N aplicado, esto con la aplicación fraccionada de 160 kg·ha-1 de N en siete aplicaciones con base en la etapa fenológica de nogal ‘Western Schley’.

Conclusiones

La dosis y la forma de aplicación del N no afectaron la concentración foliar de N total, P, K+, Fe2+, Mn2+ y Cu2+. Se detectó interacción significativa entre factores para la concentración de Zn2+ y la dosis de 200 kg·ha-1 de N aplicada en forma total, al incrementar de manera significativa la concentración foliar de este nutriente a 39.7 g·kg-1. Con la aplicación de 100 kg·ha-1 de N en forma total, se observaron los valores más altos de rendimiento (44.60 kg·árbol-1) y nueces por kilogramo (194.8), mientras que el porcentaje de almendra se mantuvo sin cambios. La máxima eficiencia de uso del nitrógeno se obtuvo con la dosis de 100 kg·ha-1 en forma total o fraccionada, con 31.10 y 30.10 kg de nuez producida por kg de N aplicado, respectivamente.

Agradecimientos

Los autores agradecen el apoyo logístico y administrativo proporcionado por el Sistema Producto Nuez Chihuahua (México) en la realización de esta investigación.

REFERENCIAS

Acuña-Maldonado, L. E., Smith, M. W., Maness, N. O., Cheary, B. S., Carroll, B. L., & Johnson, G. V. (2003). Influence of nitrogen application time on nitrogen absorption, partitioning, and yield of pecan. Journal of the American Society for Horticultural Science, 128(2), 155-162. doi: 10.21273/JASHS.128.2.0155 [ Links ]

Castillo-González, J., Ojeda-Barrios, D., Hernández-Rodríguez, A., Abadia, J., Sánchez, E., Parra-Quezada, R., & Sida-Arriola, J. (2019). Zinc nutritional status of pecan trees influences physiological and nutritional indicators, the metabolism of oxidative stress, and yield and fruit quality. Notulae Botanicae Horti Agrobotanici Cluj-Napoca, 47(2) 531-538. doi: 10.15835/nbha47211389 [ Links ]

Fernández, V., del Río, V., Abadía, J., & Abadía, A. (2006). Foliar iron fertilization of peach (Prunus persica (L.) Batsch): effects of iron compounds, surfactants and other adjuvants. Plant and Soil, 289(1-2), 239-252. doi: 10.1007/s11104-006-9132-1 [ Links ]

Flores-Córdova, M. A., Soto-Parra, J. M., Javier-Piña, F., Pérez-Leal, R., & Sánchez-Chávez, E. (2018). Contribución de nutrientes, enmiendas orgánicas y micorrizas, sobre los componentes de rendimiento en nogal pecanero ( Carya ilinoinensis ). Cultivos Tropicales, 39(1), 35-42. Retrieved from http://scielo.sld.cu/pdf/ctr/v39n1/ctr04118.pdf Links ]

Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO). (2018). Food and agriculture data (FAOSTAT). Retrieved from http:// http://www.fao.org/faostat/en/#data/QCLinks ]

Heerema, R. J., VanLeeuwen, D., Thompson, M. Y., Sherman, J. D., Comeau, M. J., & Walworth, J. L. (2017). Soil-application of Zinc-EDTA increases leaf photosynthesis of immature ‘Wichita’ pecan trees. Journal of the American Society for Horticultural Science , 142(1), 27-35. doi: 10.21273/JASHS03938-16 [ Links ]

Martínez-Rodríguez, O. A., & Ávila-Ayala, M. (2002). Effect of ammonium sulfate on foliar concentration of nutrients, yield and quality of pecan walnut (Carya illinoinensis Koch). Revista Chapingo Serie Zonas Aridas, 3(1), 19-24. Retrieved from https://chapingo.mx/revistas/zonas_aridas/contenido.php?id_articulo=902&doi=0000&id_revista=8Links ]

Medina-Morales, M. C. (2004). Normas DRIS preliminares para nogal pecanero. Terra Latinoamericana, 22(4), 445-450. Retrieved from http://www.redalyc.org/pdf/573/57311096008.pdfLinks ]

Ojeda-Barrios, D. L., Abadía, J., Lombardini, L., Abadía, A., & Vázquez, S. (2012). Zinc deficiency in field grown pecan trees: changes in leaf nutrient concentrations and structure. Journal of the Science of Food and Agriculture, 92(8), 1672-1678. doi: 10.1002/jsfa.5530 [ Links ]

Ojeda-Barrios, D. L., Perea-Portillo, E., Hernández-Rodríguez, O. A., Ávila-Quezada, G., Abadía, J., & Lombardini, L. (2014). Foliar fertilization with zinc in pecan trees. HortScience, 49(5), 562-566. doi: 10.21273/HORTSCI.49.5.562 [ Links ]

Pond, A. P., Walworth, J. L., Kilby, M. W., Gibson, R. D., Call, R. E., & Núnez, H. (2006). Leaf nutrient levels for pecans. HortScience, 41(5), 1339-1341. doi: 10.21273/HORTSCI.41.5.1339 [ Links ]

Retes-López, R., Nasaimea-Palafox, A. R., Moreno-Medina, S., Denogean-Ballesteros, F. G., & Martín-Rivera, M. (2014). Análisis de rentabilidad del cultivo de nogal pecanero en la costa de Hermosillo. Revista Mexicana de Agronegocios, 18(34), 872-882. Retrieved from http://www.redalyc.org/pdf/141/14131514021.pdfLinks ]

Sánchez, E., Soto, J. M., Sosa-Cerecedo, M., Yáñez, R. M., Muñoz, E., & Anchondo, Á. (2009). Eficiencia de uso del nitrógeno en nogal pecanero. Terra Latinoamericana , 27(4), 311-317. Retrieved from http://www.scielo.org.mx/pdf/tl/v27n4/v27n4a5.pdfLinks ]

SAS Institute Inc. (SAS). (2011). SAS/ QC 9.3 User´s Guide , version 9.3. Cary, N.Y., USA: Author. Retrieved from https://support.sas.com/documentation/cdl/en/qcug/63964/PDF/default/qcug.pdfLinks ]

Secretaría de Economía. (2009). Norma Oficial Mexicana NMX-FF-084-SCFI-2009. Productos alimenticios no industralizados para consumo humano - fruto fresco - nuez pecanera Carya illinoensis (Wangenh) K. Koch - especificaciones y métodos de prueba. Retrieved January 22, 2019 from http://comenuez.com/wp-content/uploads/2018/assets/nmx-ff-084-scfi-2009.pdfLinks ]

Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). (2018). Anuario estadístico de la producción agrícola. Retrieved from https://nube.siap.gob.mx/cierreagricola/Links ]

Smith, M. W. (2010). Relationship of leaf necrosis and defoliation to phosphorus and potassium concentrations in selected tissue and to certain fruit quality parameters of pecan. Scientia Horticulturae, 125(2), 117-122. doi: 10.1016/j.scienta.2010.03.002 [ Links ]

Smith, M. W., & Cheary, B. S. (2013). Response of pecan to annual soil band applications of phosphorus and potassium. HortScience, 48(11), 411-1415. doi: 10.21273/HORTSCI.48.11.1411 [ Links ]

Smith, M. W., Rohla, C. T., & Goff, W. D. (2012). Pecan leaf elemental sufficiency ranges and fertilizer recommendations. HortTechnology, 22(5), 594-599. doi: 10.21273/HORTTECH.22.5.594 [ Links ]

Smith, M. W., Wood, B. W., & Raun, W. R. (2007). Recovery and partitioning of nitrogen from early spring and midsummer applications to pecan trees. Journal of the American Society for Horticultural Science , 132(6), 758-763. doi: 10.21273/JASHS.132.6.758 [ Links ]

Sokal, R. R., & Rohlf, F. J. (1995). Biometry: The principles and practice of statistics in biological research. New York, USA: W.H. Freeman. [ Links ]

Soto-Parra, J. M., Piña-Ramírez, F. J., Sánchez-Chávez, E., Pérez-Leal, R., & Basurto-Sotelo, M. (2016). Alternativas orgánicas para disminuir la aplicación de nitrógeno en nogal pecanero. Nova Scientia, 8(16), 140-161. Retrieved from http://novascientia.delasalle.edu.mx/ojs/index.php/Nova/article/view/413Links ]

Tarango-Rivero, S. H., Nevárez-Moorillón, V. G., & Orrantia-Borunda, E. (2009). Growth, yield, and nutrient status of pecans fertilized with biosolids and inoculated with rizosphere fungi. Bioresource Technology, 100(6), 1992-1998. doi: 10.1016/j.biortech.2007.12.078 [ Links ]

Walworth, J. L., White, S. A., Comeau, M. J., & Heerema, R. J. (2017). Soil-applied ZnEDTA: vegetative growth, nut production, and nutrient acquisition of immature pecan trees grown in an alkaline, calcareous soil. HortScience , 52(2), 301-305. doi: 10.21273/HORTSCI11467-16 [ Links ]

Wells, M. L. (2010). Nutritional, environmental, and cultural disorders of pecan. USA: University of Georgia and Fort Valley State University. [ Links ]

Wells, M. L. (2011). Nitrogen availability in pecan orchard soil: implications for pecan fertilizer management. Hortscience, 46(9), 1294-1297. doi: 10.21273/HORTSCI.46.9.1294 [ Links ]

Wood, B. W., Conner, P. J., & Worley, R. E. (2003). Relationship of alternate bearing intensity in pecan to fruit and canopy characteristics. HortScience , 38(3), 361-366. doi: 10.21273/HORTSCI.38.3.361 [ Links ]

Worley, P. J., & Worley, R. E. (2000). Alternate bearing intensity of pecan cultivars. HortScience , 35(6), 1067-1069. doi: 10.21273/HORTSCI.35.6.1067 [ Links ]

Zaragoza-Lira, M. M., Preciado-Rangel, P., Figueroa-Viramontes, U., García-Hernández, J. L., Fortis-Hernández, M., Segura-Castruita, M. A., Lagarda-Murrieta, A., & Madero-Tamargo, E. (2011). Aplicación de composta en la producción del nogal pecanero. Revista Chapingo Serie Horticultura, 17(1), 33-37. doi: 10.5154/r.rchsh.2011.17.035 [ Links ]

Zhang, R., Peng, F., & Li, Y. (2015). Pecan production in China. Scientia Horticultuare, 197, 719-727. doi: 10.1016/j.scienta.2015.10.035 [ Links ]

Recibido: 22 de Octubre de 2019; Aprobado: 04 de Mayo de 2020

Creative Commons License This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License