Editorial

 

El aporte a la Química Iberoamericana del doctor Alfonso Romo de Vivar. Asegurar la inmortalidad de la ciencia para así perpetuar la humanidad

 

Mario Silva, Ph.D. (London)

 

Laboratorio de Química de Productos Naturales, Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias, Universidad de Concepción, Chile. Concepción, Chile. E-mail: mjsilva@udec.cl

 

El doctor Alfonso Romo de Vivar, hombre de ciencia e investigador emérito, pero también formador de hombres de ciencia e investigadores, ha sido un auténtico líder en el ideal del siglo XX: un científico que labora para encaminar al mundo y a los hombres hacia la verdad, que no es otra cosa que aquello que el hombre siempre ha anhelado y buscado con denuedo, por medios disímiles como lo son el arte, la reflexión, o la ciencia. Si se puede afirmar que la época renacentista busca a través del arte y que los siglos XVIII y XIX lo hacen a través de la reflexión, se puede postular, también, que el siglo XX ha acudido a la técnica y a la ciencia para encontrar las respuestas a la gran pregunta: ¿qué somos?

La segunda mitad del siglo XX ha sido obviamente el inicio de la era de la ciencia, en la que estamos profundamente sumergidos y en la que vemos aparecer sus frutos, a veces espectaculares, pero, las más de las veces, como cuestiones más bien banales, sin tener conciencia plena del esfuerzo y la inteligencia invertida por las personas en su realización. En este sentido, la labor del doctor Romo de Vivar es inconmensurable, al igual que la tarea de quizás cuántos científicos que, en el aislamiento del laboratorio, buscan y encuentran respuestas a las inquietudes que les despiertan las incógnitas del mundo.

La ciencia y su apoyo técnico han sido los motores del proceso de globalización que se vive en nuestros tiempos, donde lo que les sucede a nuestros congéneres lejanos nos afecta sobre manera y donde lo que hagamos o dejemos de hacer compromete no sólo a nuestros contemporáneos sino, más aún, a los descendientes nuestros y ajenos.

La globalización obedece a criterios de crecimiento económico originados en intereses que tienen como objetivo el éxito de la empresa sin que la felicidad o bienestar humano sea considerado y que requiere anular o por lo menos mitigar todas aquellas circunstancias que pudiesen alterar ese buen éxito. Frente a este proceso de globalización, que ha sido disparado por la ciencia, pero llevado a cabo por organismos extra científicos, se alzan visiones, propuestas y actos que desean preservar algunos tipos de identidad, creencias, prácticas y destinos: sin negarse a la inserción en el mundo: "quiero ser yo en mi grupo, con mis divinidades, mis ritos y mi vida después de mi vida".

El doctor Romo de Vivar ha realizado una labor extensa, densa y magnífica en pro de la ciencia y de la humanidad. Ha formado discípulos y con ello ha cumplido con la exigencia que se le hace al hombre de ciencia: asegurar la inmortalidad de la ciencia para así perpetuar la humanidad. Aunque, para bien o para mal, el hombre sea diferente en diferentes latitudes, y pese a las diversidades que se ofrecen en cuanto a culturas, idiomas y religiones, así como también en cuanto a tipos humanos, conductas sociales y cosmovisiones, la ciencia trata de suputar la esencia del hombre y la del mundo, pero, más allá, la esencia del hombre en el mundo y la del mundo en el hombre. En esta perspectiva, no es muy atrevido afirmar que el doctor Romo de Vivar ha indagado en estas dos últimas áreas, buscando y encontrando elementos, procedimientos y modos de acción de aquello que ofrece el mundo y que puede ponerse al servicio del hombre para su bienestar y su felicidad.

Como breve resumen de la labor del doctor Romo de Vivar podemos decir que ha dictado conferencias en diversos centros de alto nivel mundial, ha entregado sus conocimientos a nivel de difusión de la Química a estudiantes de pregrado y para el público en general; ha publicado brillantes trabajos en revistas científicas del más alto impacto y participado con sus alumnos en un número muy importante de Congresos Mexicanos e Internacionales. Además, el Dr. Romo de Vivar ha dirigido numerosas tesis de licenciatura, de maestría y de doctorado.

Cabe destacar que este hombre de ciencia ha recibido innumerables distinciones en México, tanto en su país, como a nivel internacional, entre las cuales destacan: Premio Universidad Nacional, Premio IOCD-Syntex para la Excelencia de la Química, Investigador Emérito Universitario, Investigador Nacional Emérito, entre otras distinciones.

Finalmente es importante señalar que el doctor Romo de Vivar está inscrito en el Cuadro de Honor de la Química, de México y Latinoamérica, junto a los Químicos que han sido destacados por la relevancia de su labor científica.

El doctor Alfonso Romo de Vivar, ¿un hombre de dos vidas paralelas, dos hombres en uno, un hombre en el mundo y otro o el mismo en la ciencia? Lo más cierto es que no hay respuesta, pero sólo él mismo puede percibir un bosquejo de sentimiento frente al tema, no como una reflexión acerca de su ego, sino como apreciación de la proyección de su yo y como complacencia desde donde puede mirar hacia atrás.

 

Nota

Agradezco al Dr. Guillermo Delgado y por su intermedio a la Sociedad Química de México la oportunidad que me brindaron para escribir esta nota sobre el Dr. Alfonso Romo de Vivar.