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Problemas del desarrollo

Print version ISSN 0301-7036

Prob. Des vol.37 n.145 Ciudad de México Apr./Jun. 2006

 

Testimonios

 

Celebrando a André Gunder Frank y la diversidad

 

Pat Lauderdale*

 

* Arizona State University.

 

André Gunder Frank falleció hace unos meses; sin embargo, mucha gente alrededor del mundo continúa celebrando su vida.

Un motivo esencial de esta celebración es el trabajo de toda una existencia para promover la diversidad y la justicia. Todo ello es muy claro. Él reconoció los peligros de la radical y creciente homogeneización y reducción a mercancía de todas las formas de la vida. Mientras que el sistema frecuentemente intentó retratarlo como un contestario, su historia personal y profesional muestra claramente la naturaleza positiva de su protesta. Ésta consistía en promover y celebrar la diversidad. El se desvió de la norma para ayudar a los pobres, a los oprimidos, y a los desposeídos. Si él fue un marginal, entonces fue un buen marginal, un marginal positivo.

Gunder sabía que el camino al infierno estaba pavimentado con buenas intenciones y que el cambio real se basaba en el trabajo duro, en el actuar colectivamente y en colocarse en la línea de fuego. Desde que desacreditó la afirmación de que el desarrollo dependiente (conocido también como el "desarrollo del subdesarrollo" por los países ricos y sus organizaciones) era bueno para los países pobres, hasta su reto a la perspectiva del sistema mundial ortodoxo, sufrió muchos ataques. No obstante, Gunder no vaciló. Ciertamente actúo en su favor la larga relación/matrimonio con Marta Fuentes en Chile, y la crianza de sus dos amables y brillantes hijos. Allí y en algunos otros países económicamente pobres, pero culturalmente ricos, ellos lucharon por la justicia y no por el egoísmo neoliberal. Gunder entendió profundamente la diferencia entre los estados de pobreza económica y de riqueza cultural. La periferia visible (los países económicamente pobres o los países en desarrollo tecnológico) es rica en muchos otros aspectos.

Cuando nos conocimos, hace más de 20 años, Gunder me habló a un nivel personal, me explicó sus preocupaciones sobre la justicia antes que hablar de nosotros mismos o en un parloteo pretencioso, seudoradical. De manera apasionada, poco convencional, expresó su interés por buscar justicia para todos. Sus palabras me sugirieron que estudiaba la ciencia de manera compasiva y sin caer en la dicotomía falsa de un análisis que oponía lo objetivo a lo subjetivo. Su ciencia era de un tipo muy antiguo; la ciencia original de la precisión, y no las declaraciones, frecuentemente pretenciosas, de la objetividad de la ciencia normal o la pomposa ficción de la subjetividad de la ciencia social. Me habló sobre los factores más importantes de la estructura social que han conducido, y conducen, a sucesos similares por todas partes del mundo; y me explicó sus reacciones a la injusticia. Era tan claro en esos días como lo es ahora: el lugar real donde nuestros caminos se cruzaban era el estudio de la injusticia, ya que la justicia como un concepto académico y político es por lo general, desgraciadamente, una quimera.

Muchas veces, Gunder expresó sus puntos de vista, o tuvo que expresarlos, usando la ironía. Observó que los verdaderos creyentes en el poder de la ideología política y en el de la fe individual creían que podían mover montañas (y colocarlas donde quisieran, en vez de en donde quería el glaciar en movimiento), y que el populismo encarnado en el poder de un líder que controle la comunicación central generará, por supuesto, una fuerza opositora, incluso si el líder es mejor creando la ilusión de que es capaz de mover montañas que moviéndolas a éstas o al curso de la historia.

De muchas maneras, su reacción frente a la investigación de parte de políticos y académicos en países económicamente ricos fue escéptica, lo que causó fricciones moderadas, aunque muchas chispas en debates y desacuerdos tanto personales como profesionales. Fue sensible a la diferencia entre la conducta radical y la del radical-chic. Su sensibilidad y celebración de la diversidad se hace más evidente al comparar los obituarios de varias fuentes. Los que parecen entender la compleja naturaleza de las relaciones personales y profesionales de Gunder provienen de esos sitios económicamente pobres pero culturalmente ricos. Les invito a probar algunos de esos comentarios, por ejemplo, en el Asia Times, Business Standard (New Delhi), El Diario, Daily Times (Pakistan), The International South Asian Forum Bulletin, las publicaciones globales de organizaciones como la World Federation of Trade Unions, y numerosas publicaciones en Sudamérica. Ahí se dice más de lo que yo jamás podría decir.

 

Nota

* Publicado por la International Journal of Comparative Sociology, junio 2005. Copyright @ 2005 SAGE Publications www.sagepublications.com Londres, Thousand Oaks, and New Delhi), Vol 46(3): 271-272. DOI: 10.1177/0020715205058802        [ Links ]

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