SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.41 issue2Neospora caninum: DNA detection in blood during first gestation of naturally infected heifers author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Veterinaria México

Print version ISSN 0301-5092

Vet. Méx vol.41 n.2 Ciudad de México Apr./Jun. 2010

 

Artículo de revisión

 

Vacunas contra el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV): escribiendo una historia

 

Vaccines against porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV): writing a history

 

Lilián Flores–Mendoza* Jesús Hernández*

 

* Laboratorio de Inmunología, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C., Carretera a la Victoria, Km 0.6, Hermosillo, Sonora, 83000, México, Teléfono y Fax: (662) 289–24–00, ext. 294, Correo electrónico: jhdez@ciad.mx

 

Recibido el 23 de abril de 2009.
Aceptado el 25 de enero de 2010.

 

Abstract

The porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) constitutes one of the most serious problems of the pig industry in the world. It affects pigs of all ages and causes reproductive and respiratory disorders that create great economic losses. These increase due to the rapid spread of the disease and the inefficiency of the commercial vaccines. Modified live and killed vaccines are the two types of commercial vaccines currently available on the market for American and European strains. Although these vaccines can reduce disease symptoms and viremia, they do not prevent infection in any way and cross–presentation is variable against heterologous virus. Furthermore, it has been reported that the vaccine's virus can spread to other susceptible animals. For these reason, many studies focused on the development of new vaccines that include different vectors for the development of DNA vaccines by evaluating various structural proteins. The use of PRRSV infectious clones, as well as the construction of viral chimeras between the vaccine virus and highly infectious virus have also been evaluated. All these strategies have failed to develop an effective vaccine against PRRSV; therefore it remains as a major challenge.

Key words: Porcine reproductive and respiratory syndrome, PRRSV, vaccines.

 

Resumen

El virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) constituye uno de los problemas más grandes de la industria porcina. Afecta a cerdos de todas las edades, causa problemas reproductivos y respiratorios que generan pérdidas económicas millonarias. Éstas van en aumento debido a la rápida diseminación del virus y a la poca eficiencia de las vacunas comerciales para su tratamiento. Actualmente existen dos tipos de vacunas contra el PRRSV: una utiliza el virus atenuado y otra el virus inactivado. Existen en el mercado ambos tipos, tanto para cepas americanas como europeas. Aun cuando dichas vacunas disminuyen los síntomas de la enfermedad y la viremia, no evitan la infección y la protección cruzada es variable frente a virus heterólogos. Además, se ha informado que el virus vacunal puede diseminarse a otros animales susceptibles. Por esta razón muchos estudios se han orientado al desarrollo de nuevas vacunas que incluyen diferentes vectores para el desarrollo de vacunas de ADN evaluando varias proteínas estructurales. También se ha evaluado el empleo de clones infecciosos de PRRSV, así como la construcción de quimeras virales entre el virus vacunal y un virus altamente infeccioso. Todas estas estrategias no han logrado desarrollar una vacuna eficaz contra el PRRSV, por lo que dicho propósito sigue siendo un reto muy importante.

Palabras clave: Virus del Síndrome reproductivo y respiratorio porcino, PRRS, vacunas.

 

Introducción

El síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) es una enfermedad distribuida en la mayoría de los países productores de carne de cerdo, donde genera millonarias pérdidas económicas. Por ejemplo, Estados Unidos de Smérica, Canadá y Japón han registrado más de 50% de sus hatos contaminados con esa enfermedad.1–3 Actualmente, sólo Noruega y Suecia permanecen libres de la enfermedad.4 En México no se ha registrado una cifra aproximada de pérdidas; sin embargo, algunos estudios muestran que éstas varían de 250 a 500 dólares por hembra.5 Aunadas a las pérdidas anuales causadas por el PRRS, recientemente se han descrito brotes agudos con cepas altamente patogénicas que incrementan estas cifras. En 2006 la organización China Animal Disease Control Center (CADC) informó de un brote de PRRS que afectó a 2 120 000 cerdos con mortalidad de 20%.6 Estas cifras presentan un panorama muy difícil para la industria porcícola a causa del PRRS; en este contexto, en los últimos años se ha tratado de desarrollar nuevas estrategias para el control y prevención de la enfermedad.

En lo que respecta a la enfermedad de PRRS se han logrado muchos avances en campos como la epidemiología, transmisión, características clínicas, etc.7,8 Otro aspecto estudiado ampliamente es el agente causal, el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV). Respecto de este último, se conoce su estructura, las células susceptibles y el mecanismo de infección celular.9–14 Sin embargo, no se han logrado esclarecer aspectos importantes como la evasión del sistema inmune por el virus y el desarrollo de vacunas eficientes para eliminar o prevenir la enfermedad, a pesar de las investigaciones realizadas hasta el momento.15

 

Generalidades del virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino

El PRRSV pertenece a la familia Arteriviridae (género Arterivirus, orden Nidovirales). Se trata de un virus envuelto con un genoma de ARN de cadena sencilla, polaridad positiva de aproximadamente 15 Kb.16 El genoma del PRRSV se compone en el extremo 5' de una región corta no traducida (UTR, por sus siglas en inglés, untranslated region) seguida de nueve marcos de lectura abierta (ORF) llamados ORF1a, ORF1b, ORF2a, ORF2b, ORF3, ORF4, ORF5, ORF6 y ORF7.17–19 Los ORF1a y ORF1b constituyen aproximadamente 75% del tamaño del genoma y codifican a una poliproteína con actividad de ARN polimerasa (pp1a) y también la poliproteína 1ab, producto de un cambio en el marco de lectura durante la traducción cercana al extremo 3' del ORF1a.20 Los ORF 2a y 3–7 codifican para las glicoproteínas estructurales (GP) 2a, GP3, GP4, GP5 y las proteínas no glicosiladas 2b, la proteína M de membrana y la N de la nucleocápside. También en el extremo 3' del genoma hay una región no traducida seguida de una cola de poli A.17,18,21

El ORF2 contiene un marco de lectura interno que codifica para una proteína no glicosilada conocida como 2b. Se ha identificado la presencia de esta proteína en células infectadas, así como una respuesta anti–2b en cerdos infectados con PRRSV.19 Recientemente se demostró que la proteína 2b es un componente integral del virión del PRRS.22 La GP3 es la proteína más glicosilada del PRRSV con siete sitios de N–glicosilación.23 Ésta ha sido detectada en el virión de algunas cepas europeas; sin embargo, en cepas americanas su presencia aún se cuestiona.24–26 Por su parte, la GP4 tiene cuatro sitios de N–glicosilación y se han identificado anticuerpos neutralizantes (AN) anti–GP4; sin embargo, éstos son menos efectivos que los inducidos por GP5.27

La GP5 es una proteína transmembranal glicosilada que se puede dividir en varios dominios: un péptido señal, un ectodominio (con un número variable de sitios potenciales de glicosilación), una región transmembranal y un endodominio.11,23 En el ectodominio se han detectado dos epítopes que inducen la producción de anticuerpos, de los cuales sólo un tipo es neutralizante. Estos epítopes se denominan A y B (el epítope B es el neutralizante).28 Este último es conservado entre los aislamientos de PRRS; sin embargo, no es inmunodominante, contrario al epítope A, el cual es inmunodominante e hipervariable. Estos epítopes se encuentran separados por siete aminoácidos. Los cerdos infectados con PRRSV primeramente desarrollan anticuerpos no neutralizantes contra el epítope A y tiempo después (cuatro semanas aproximadamente) aparecen los AN contra el epítope B. En tal contexto, el epítope A funciona como señuelo del virus, distrayendo de manera momentánea la respuesta neutralizante.29 Se ha observado que la GP5 forma heterodímeros con la proteína M en las partículas virales.30 Estos heterodímeros también se han relacionado con la infección celular por su unión a moléculas de heparán sulfato y sialoadesina, principalmente en macrófagos.31,32 Por su parte, la proteína N codificada por el ORF7 constituye entre 20%–40 % del contenido proteínico del virión.20,30 Esta proteína contiene 26% de residuos básicos en el extremo N terminal, lo cual puede facilitar su interacción con el ARN del genoma.23

Una característica importante del PRRSV es su alta variabilidad genética. En base a sus diferencias genéticas, los aislados del PRRSV pueden dividirse en: genotipo europeo (prototipo virus Lelystad) y genotipo americano (prototipo virus VR–2332). Estos genotipos tienen una similitud de nucleótidos de 55% a 70% cuando se compara todo el genoma.33,34 Se ha informado que en los aislados americanos existe mayor diversidad genética, en comparación con los europeos, que se encuentran genéticamente muy relacionados.35 Los genes que presentan mayor tasa de variabilidad son ORF5, ORF3 y ORF4, mientras que los genes de ORF2, ORF6 y ORF7 son los más conservados.33

La proteína M del PRRSV es la más conservada, con similitud de 94% y 100% a nivel de aminoácidos, dentro del mismo genotipo (europeo o americano). Sin embargo, entre ambos genotipos sólo hay 63% de identidad de aminoácidos.33 En el extremo opuesto, la GP5 es la proteína más heterogénea, con 88%–99% de identidad de aminoácidos entre cepas del mismo continente, y 52%–55% de identidad entre genotipos.33 En lo que respecta a las proteínas no estructurales (nsp, por sus siglas en inglés), codificadas por el ORF1a y ORF1b, hay publicaciones recientes que muestran que la nsp2 presenta una región de alta variabilidad (en las posiciones de aminoácidos 324 a 814) solamente con 40% de similitud de aminoácidos entre genotipos europeos y americanos, lo que representa el gen con la mayor tasa de variabilidad del PRRSV.36

La alta variabilidad genética del PRRSV complica el desarrollo de una respuesta inmune efectiva entre las cepas heterólogas en reinfección. Constituye una de las principales limitantes en el desarrollo de vacunas, pues se ha observado que tras la vacunación no existe protección cruzada de 100% entre cepas heterólogas. Uno de los casos más representativos de este problema se presentó en Dinamarca, en 1996, donde se aplicó la vacuna a base de un virus atenuado de la cepa americana VR2332, y posteriormente se observó un brote de PRRSV con características atípicas. Cuando se analizó la secuencia de estos virus, la identidad fue de 99.3% y 99.5%, respecto al prototipo americano VR2332 y al vacunal.37 Este resultado indicó que la vacuna desarrolló un brote con el PRRSV e introdujo el genotipo americano al país. Actualmente se considera que en Dinamarca al menos 40% de las granjas están contaminadas con las cepas americana y europea.38

 

Respuesta inmune frente al PRRS

La respuesta inmune del cerdo frente al PRRSV es muy compleja y se deben considerar dos aspectos importantes que influyen en ella: alta variabilidad del virus y variabilidad en la respuesta de los cerdos infectados. Cuando estos últimos resultan con infección por el PRRSV inducen una inmunidad capaz de proteger en reinfecciones contra virus homólogos, e induce viremias prolongadas e infecciones persistentes.39 Estas características dan un panorama de la compleja interacción entre el PRRSV y la defensa de los cerdos al virus. Existen interrogantes sobre los eventos que inician la inmunidad durante la infección, así como del papel que desempeñan tanto los anticuerpos como las células T. Tampoco están claros los mecanismos moleculares y celulares involucrados en la regulación, inducción y maduración de la respuesta inmune. Además, aún faltan por esclarecer las consecuencias de la variabilidad genética del PRRSV, así como la variación genética de las diferentes poblaciones de cerdos frente al PRRSV en la respuesta inmune.39

La resistencia inicial que se presenta frente al PRRSV depende principalmente de la respuesta antiviral de las células infectadas y del sistema inmune innato en los primeros días antes del desarrollo de la respuesta adaptativa. El virus toma ventaja frente al cerdo al evadir en cierto grado la respuesta innata. Primeramente, el PRRSV infecta y se replica en algunas células que participan en la respuesta innata, como macrófagos y células dendríticas, importantes en el desarrollo de una respuesta inmune adecuada tanto innata como adaptativa.13,14,40 Otra característica importante del sistema innato frente a los virus es la producción de IFN tipo I (α/β), el cual induce la síntesis de una gran cantidad de proteínas antivirales, como es el caso de la proteína cinasa R, 2'–5' oligoadenilato–sintetasa, la adenosina–deaminasa específica de ARN, y de la proteína de mixoma (MxGTPasa), que inhiben la replicación viral y síntesis de proteínas virales.41 El PRRSV logra inhibir la expresión del IFN tipo I tanto in vivo como in vitro,42,43 pero la administración del IFN–α exógena inhibe la replicación del virus y favorece la respuesta humoral.44

En lo que respecta al perfil de citocinas proinfla–matorias, como el IFN–α, TNF–α e IL–1P, que son importantes en el inicio de una respuesta inflamatoria, la infección por el PRRSV inhibe la expresión de ARNm de estas citocinas.42–45 En experimentos in vitro utilizando macrófagos alveolares estimulados con acetato de forbol mirístico (PMA, por su siglas en inglés) e infectados con PRRSV, se observó una disminución en la expresión de ARNm de TNF–α.44 Mientras que los experimentos in vivo no logran detectar esta citocina (TNF–α) en los fluidos obtenidos de lavados broncoalveolares.42 Asimismo, se ha observado que el IFN–α es capaz de inhibir la replicación del PRRSV en cultivos de macrófagos alveolares; sin embargo, la expresión de esta citocina en lavados broncoalveolares fue mínima.43,45 Por lo anterior, se entiende que el virus logra, de alguna manera, modular la producción de INF–α en los macrófagos para asegurar su replicación en éstas y otras células. Se ha pensado que esta modulación puede ser a nivel de transcripción46 aunque otros estudios también sugieren que ésta se lleva a cabo al inhibir la síntesis de proteínas antivirales;47 sin embargo, es necesario realizar investigaciones para determinar el nivel al que actúa el PRRSV durante la inhibición del IFN tipo I. Se ha demostrado que al infectar células mononucleares con el PRRSV se induce la expresión de IL–10,48 la cual es una citocina antiinflamatoria que logra inhibir la expresión de la IL–1 y el TNF–α, y además participa en la diferenciación de células T reguladoras.49 La falta de una respuesta inflamatoria y la débil o nula respuesta antiviral (inducida por los IFN tipo I) crea un microambiente desfavorable en el desarrollo de la respuesta adaptativa.

La respuesta humoral frente al PRRSV se ha evaluado ampliamente. En suero de cerdos infectados se pueden encontrar anticuerpos IgM anti–PRRSV entre los días cinco y siete posinfección (PI); sin embargo, después de dos o tres semanas son indetectables.50–52 Posteriormente se detectan anticuerpos IgG entre los días siete y diez PI, con incremento entre la segunda y cuarta semanas.51,52 Los niveles de estos anticuerpos son detectables hasta 300 días PI a niveles bajos.53 Los anticuerpos anti–PRRSV del tipo IgA son detectados a partir de los 14 días PI con máximo a los 25 días hasta que desaparecen al mes, aproximadamente.51,52 Se ha informado que los AN aparecen a partir de la tercera semana PI;51,54 sin embargo, existen estudios que muestran la presencia de AN en la segunda semana PI (día 9).52 Esta respuesta temprana se presenta en algunos de los cerdos evaluados; sin embargo, a la tercera semana todos los cerdos muestran AN. Estas diferencias en la presencia de AN se debe a la variabilidad en la respuesta de los cerdos al PRRSV; de hecho, en algunos cerdos de otros estudios no es posible detectar niveles significativos de AN durante todo el ensayo.51,53 Sin embargo, los AN que se producen pueden permanecer durante periodos prolongados pero con títulos bajos.51, 52

Los primeros anticuerpos anti–PRRSV se dirigen contra la proteína N durante la primera semana PI.51,53 Recientemente se ha informado de evidencias de anticuerpos dirigidos contra varios epítopes lineares (formados por residuos de aminoácidos consecutivos incluidos en un mismo fragmento peptídico) y de conformación (constituidos por aminoácidos que, aunque están alejados en la secuencia primaria de la proteína, se aproximan cuando ésta se pliega para formar su estructura tridimensional) de la proteína nsp2 en la primera semana PI, y la respuesta fue más fuerte que la dirigida a la proteína N.55–58 Los anticuerpos contra la proteína N en las primeras semanas PI no tienen un efecto neutralizante. Estos anticuerpos se han relacionado con la diseminación del PRRSV en macrófagos, a través de un fenómeno conocido como incremento de la infección dependiente de anticuerpos (Antibody Dependent Enhancement, ADE, por sus siglas en inglés).59 A pesar de que existen anticuerpos no neutralizantes contra la GP5, también se pueden encontrar AN, éstos son los que se han relacionado principalmente con la neutralización del virus para ambos genotipos. Estos AN pueden ser detectados en algunos casos de manera temprana a partir del día 9 PI; sin embargo, generalmente se presentan a partir del día 28 PI.52 También se han detectado AN contra GP4, proteína M y en menor grado contra GP3.27,51,52,59

La participación de los AN en la protección contra el PRRSV se ha evaluado ampliamente, y existe cierta controversia respecto de su participación en la protección contra el PRRSV. Hay grupos que describen que éstos no participan en el control del virus, debido a que en cerdos que presentan un título elevado de AN fue posible aislar el virus de sangre. En el caso contrario, con un título indetectable de AN se logró resolver la viremia.60 Sin embargo, otros grupos han demostrado que la transferencia pasiva de AN a cerdas gestantes infectadas con PRRSV es capaz de bloquear la infección trasplacentaria.61 En otras palabras, los AN no son necesarios para la resolución de la viremia, son importantes para evitar la infección.

La respuesta celular se puede evaluar mediante la producción de IFN–γ o células productoras de IFN–γ. En la respuesta celular inducida por el PRRSV se han evaluado ambos aspectos.

La respuesta de células T específicas contra el PRRSV, analizadas mediante la proliferación de células mononucleares, aparece en la cuarta semana PI con un máximo a la semana siete y un declive entre las semanas 9 y 11.62 Sin embargo, otros estudios muestran que esta respuesta se detecta de manera débil a moderada a partir de la segunda semana PI, y se incrementa en la semana cuatro PI.63 Estas diferencias pueden deberse a la cepa del virus utilizada o a la variabilidad en la respuesta de los cerdos, que permitió clasificar la respuesta en tres niveles: bajo, intermedio y alto. En ambos casos, el fenotipo de células T secretoras de IFN–γ en respuesta al PRRSV parece consistir de linfocitos CD4+CD8+ de memoria y CD4+ cooperadoras.64,65

La expresión de IFN–γ se evaluó a nivel de transcritos en células de ganglios linfáticos, pulmón y sangre periférica de cerdos infectados con PRRSV. En todos los casos hubo expresión significativa de ARNm del IFN–γ; sin embargo, el IFN–γ producido no es suficiente o no es efectivo en la eliminación del virus debido a que también fue posible detectarlo en estos ganglios y tejidos.66 Al analizar las células productoras de IFN–γ específicas contra PRRSV (a través de ensayos de ELIspot) en sangre de cerdos infectados, se observó un número bajo de células productoras específicas, entre 50–100 células por cada 1 × 106 células en la primera semana PI; sólo fue posible detectar un número mayor de células durante una reinfección (400 por cada 1 × 106).67 Sin embargo, otros grupos de trabajo, como el de Ronald et al., observaron una producción significativa de IFN–γ en suero a las dos semanas PI. Ellos atribuyen esta producción temprana de IFN–γ a varios factores, entre ellos a la activación de células NK (las cuales hasta el momento no han sido evaluadas en la infección con PRRSV), a la cepa utilizada y a una activación policlonal de linfocitos, lo cual llevaría a una reducción en la disponibilidad de células capaces de responder.68

El papel de la inmunidad mediada por células en la eliminación del PRRSV no está totalmente definida; sin embargo, es importante en la eliminación completa del virus, pues la respuesta humoral sola no es capaz de eliminar a este último.

 

Vacunas contra el PRRSV

Cómo funcionan las vacunas: fundamentos básicos para una vacuna ideal

Por definición, las vacunas son productos formados con un microorganismo completo, atenuado o muerto, o fracciones de él, capaces de inducir una respuesta inmune protectora y duradera a dicho microorganismo. Su función es prevenir y controlar futuras infecciones.69 Para lograrlo, deben desencadenar una respuesta inmune protectora y además ser inocuas, es decir, incapaces de desencadenar una reacción adversa.69,70 Para que las vacunas puedan prevenir o controlar una enfermedad, tienen que estimular eficazmente el sistema inmunitario e inducir una memoria inmunológica.70 Se puede hacer una clasificación de las vacunas teniendo en cuenta la tecnología empleada en su diseño y producción.69

Las vacunas clásicas pueden ser vacunas inactivadas, vacunas atenuadas o vacunas de subunidades. Las primeras están compuestas por microorganismos completos o inactivados por medios físicos y químicos. Las vacunas atenuadas están formadas por microorganismos cuya virulencia se ha reducido utilizando diversos métodos como pases sucesivos en medios de cultivo, por métodos químicos, recombinación, etc. Las vacunas de subunidades contienen un preparado de fracciones antigénicas, ya sean lipopolisacáridos, proteínas purificadas o sintetizadas, extractos ribosómicos, etc. Este tipo de vacunas se emplea cuando se conocen los componentes responsables de la patogenicidad de un microorganismo.69 Los avances en biología molecular han permitido el desarrollo de nuevas vacunas que utilizan la manipulación genética, péptidos sintéticos, vacunas antiidiotipo (anticuerpos que reproducen la morfología de un antígeno).71

Vacunas atenuadas contra el PRRSV

La vacuna más utilizada contra el PRRSV utiliza virus vivo modificado (MLV, por sus siglas en inglés), atenuado por pasaje múltiple en cultivo celular. En el caso del PRRSV, las vacunas atenuadas son más eficientes que las inactivadas debido a que inducen mayor respuesta celular y humoral; sin embargo, esta respuesta es insuficiente para proteger completamente contra la infección frente a virus heterólogos.72,73

La vacunación de cerdos utilizando vacuna atenuada de tipo americano o europeo estimula la respuesta celular.65,73,74 Sin embargo, la proporción de células productoras de IFN–γ es muy baja (especialmente en cepas europeas) y su desarrollo muy lento si se compara con otras vacunas atenuadas como la del virus de Aujeszky, en la que la producción de células productoras de IFN–γ es de dos a cuatro veces mayor después de la vacunación.65,73,74 Por lo anterior, se afirma que la vacunación utilizando virus atenuados no es del todo eficiente, pues la respuesta celular medida por células productoras de IFN–γ tiene una evolución a partir del día 28 hasta el 42, en una proporción moderada pero significativa.74 En lo que respecta a la respuesta humoral que induce la vacuna de virus atenuado, los anticuerpos no neutralizantes aparecen en etapas tempranas de la infección y permanecen hasta por 96 semanas PI.75 Los AN sólo aparecen en algunos animales vacunados;65 sin embargo, algunos autores detectaron AN después de desafiar a cerdos vacunados.76

A pesar de lo anterior, varios experimentos han demostrado que el uso de la vacuna MLV reduce significativamente las lesiones y signos clínicos frente al desafío con cepas homólogas de PRRSV. Además, muestra una reducción en la proporción de cerdos infectados en forma persistente y en el tiempo de excreción viral utilizando cepas homólogas del virus vacunal.72,77 Sin embargo, es claro que la vacuna no previene la reinfección con cepas homólogas, sólo disminuye los signos de la enfermedad. Frente a cepas heterólogas, se presenta el mismo escenario pero la protección es menor. Un problema importante relacionado con la seguridad de esta vacuna es el hecho de que en algunos casos, los virus atenuados pueden revertirse a virulencia y ocasionar la propagación del virus en la población porcina.37

Vacunas inactivadas

La principal ventaja de las vacunas inactivadas es la debilidad de la mayoría de vacunas atenuadas, una de ellas es que no pueden revertir a la virulencia, pues utilizan virus muerto. Después de la vacunación no es posible, en ningún momento, detectar ARN viral en muestras de sangre o tejidos.78 Algunos autores han logrado cierto grado de protección en campo.79,80 Sin embargo, estudios más recientes que utilizan técnicas más precisas han obtenido respuesta nula frente al PRRSV. Nilubol et al. 78 y Zuckermann et al.,74 en cepas americanas y europeas, respectivamente, no encontraron incremento significativo en células productoras de IFN–y contra PRRSV, incluso después de desafiar a cerdos vacunados.

Las vacunas inactivadas de cepas americanas no son capaces de inducir una respuesta humoral; es decir, no son capaces de estimular la producción de AN.65 Aun cuando se observa un aumento de anticuerpos después del desafío, éstos no neutralizan.78 Sin embargo, las vacunas inactivadas de cepas europeas inducen una ligera producción de AN, aunque esto último no se refleja ni en la disminución de la viremia ni en la carga viral en tejidos.74

Alternativas de vacunas en campo

Las vacunas comerciales se han utilizado en gran número de granjas con resultados controversiales, lo cual puede deberse a la poca homología entre cepas (vacunal y de la granja), pues la protección cruzada es limitada.81 Ante este escenario se han instrumentado estrategias de control en las granjas, que se basan en el uso de sueros virémicos durante la aclimatación de las cerdas, en el pie de cría o en el simple contacto de animales enfermos con los animales que se pretende inmunizar.82–84 Shibata et al.85 mostraron que la exposición al virus de campo que circulaba en la granja, prevenía los signos clínicos de la enfermedad y observó disminución en los títulos de infección, así como su duración al integrar estos animales inmunizados con el resto.84,86 Esta estrategia se sigue utilizando y ayuda a controlar la diseminación de reinfección en la granja. Sin embargo, este método de exposición conlleva algunos riesgos; por ejemplo, el suero utilizado para la aclimatación puede contener algún otro patógeno, por lo que el lugar donde se lleva a cabo la aclimatación debe estar lo suficientemente lejos para prevenir reinfecciones en la granja o la introducción de nuevas cepas.86

Mejoras a las vacunas convencionales

En la mayoría de los casos la protección conferida por las vacunas convencionales no es eficaz en la prevención de la infección. Por esta razón se han desarrollado nuevas alternativas para mejorar la respuesta inducida por las vacunas. Básicamente se ha buscado aumentar la respuesta celular, la producción de AN y, además, fomentar la respuesta entre las cepas heterólogas. Una de las estrategias utilizadas para mejorar las vacunas convencionales consiste en la administración de citocinas recombinantes como adyuvantes.

Se han utilizado citocinas que son importantes en el desarrollo de la respuesta celular, es el caso de la interleucina–12 (IL–12) y el IFN–α.87 La IL–12 induce la diferenciación de los linfocitos T vírgenes a linfocitos Th1 y se ha comprobado que el IFN–α induce un estado antiviral en las células. Cuando se utiliza la IL–12 como adyuvante existe un aumento significativo en las células productoras de IFN–γ; sin embargo, el desarrollo de AN es nulo.73,76 Al evaluar el IFN–α, se observó que su comportamiento fue similar al de IL–12, ya que induce sólo aumento de la respuesta celular; sin embargo, éste fue temporal.65,73,76 En ambos casos el aumento de IFN–γ no se refleja en disminución de la viremia o en la sintomatología.

Foss et al.88 probaron la IL–1, IL–6 y la toxina del cólera como adyuvantes, debido a que son agentes de inducción de la respuesta inflamatoria en cerdos e importantes en la presentación de antígenos; sin embargo, sólo la toxina del cólera resultó buen adyuvante. La toxina del cólera indujo la producción de AN específicos contra ORF5, pero no estimuló la respuesta celular. Otra estrategia utilizada son los oligodeoxinucleótidos, éstos son polímeros sintéticos con secuencias ricas en los nucleótidos citocina y guanidina, que se utilizan como inmunoestimuladores.89,90 Este adyuvante indujo la producción de AN, así como ligero aumento en las células producto de IFN–γ. Incluso, se observó reducción en algunos de los signos de la enfermedad, como insuficiencia respiratoria.

Se han llevado a cabo varios intentos para evaluar la respuesta entre cepas heterólogas para disminuir el efecto debido a la gran variabilidad genética del PRRSV. Se han utilizado la combinación de vacunas atenuadas e inactivadas. Sin embargo, no se obtuvieron resultados satisfactorios pues hubo disminución de las células T efectoras y supresión de la respuesta humoral.91

Charerntantanakul et al.76 utilizaron vacunas atenuadas y evaluaron la respuesta inmune a péptidos de ORF5 de varias cepas, por la importancia de la GP5 en la inducción de AN. Sin embargo, esta adición no indujo mejoría clínica, aumentó ligeramente la respuesta celular sin incrementar la producción de anticuerpos. A pesar de todas las instrumentaciones de vacunas atenuadas o muertas, no se ha encontrado un adyuvante o estrategia adecuada para promover la prevención de la infección por el PRRSV; por tanto, es necesaria una nueva generación de vacunas con mayor seguridad y eficacia protectora para controlar el PRRS.

 

Vacunas de nueva generación: una alternativa para PRRSV

Se han evaluado varios sistemas de expresión de antígenos de PRRSV incluyendo bacterias,62,92,93 bacoluvirus,94 vacunas de ADN,95,96 adenovirus97,98 y el sistema del virus de Ankara (MVA, por sus siglas en inglés)99 en busca de una alternativa para mejorar la respuesta inmune contra el PRRSV o para utilizarse como vacunas. Se han utilizado bacterias como Salmonella typhymurium y el bacilo de calmette–Guérin (BCG) de Mycobacterium bovis como vectores en la expresión de la GP5 y la proteína M del PRRSV, utilizando ratones como modelo de estudio.93,100 En el caso donde se utiliza el BCG, sólo se logró la expresión de GP5 después de remover los primeros 30 residuos hidrofóbicos de la glicoproteína. La GP5 y la proteína M se expresaron en la membrana de Mycobacterium y se detectaron anticuerpos anti–GP5 y proteína M, también se detectaron células productoras de IFN–γ específicas del PRRSV en esplenocitos. Sin embargo, la respuesta en cerdos podría variar.101 Cuando se utilizó una cepa atenuada de S. typhymurium para evaluar la respuesta a la GP5 del PRRSV, se utilizó un plásmido que codificaba a la GP5, contenido en cepas de S. typhimurium. Sin embargo, en este caso la utilización de S. typhimurium como vector de expresión no marcó ninguna diferencia respecto a la utilización de ADN desnudo (plásmido que contiene la región que codifica a la GP5), resultando en ambos casos en una respuesta humoral y celular prácticamente nulas.100

También se ha evaluado el uso de virus como vectores de expresión para las proteínas GP5 y M del PRRSV en cerdos. Al virus de la seudorrabia (PRV, por sus siglas en inglés, causante de la enfermedad de Aujeszky) como vector de expresión, se le insertó la secuencia de la GP5 en el PRV y se obtuvo una vacuna doble dirigida al virus de Aujeszky y GP5–PRRSV. Esta vacuna redujo los daños causados por el virus en pulmón en cerdos infectados; sin embargo, no se detectaron niveles de AN.102,103 En contraste con estos resultados, cuando se utilizó el baculovirus (expresando el heterodímero GP5–M) en un modelo murino, se detectó un título alto de AN anti–GP5 y células productoras de IFN–γ. Sin embargo, la producción de IFN–γ no fue específica del PRRSV pues el baculovirus que no contenía el heterodímero GP5–M usado como testigo, indujo un nivel de células productoras de IFN–γ similar.104 El virus de la viruela aviar también se ha utilizado como vector de expresión para PRRSV dirigido al heterodímero GP3/GP5 e incluyendo como adyuvante la IL–18 porcina en el plásmido.105 El potencial del virus de la viruela aviar como vacuna para PRRSV ofrece resultados alentadores.106 Utilizando este modelo en cerdos se observó una reducción de la carga viral en pulmones y algunos ganglios, se detectaron títulos bajos de AN durante las primeras semanas PI, que aumentaron de manera significativa a los 56 días PI. También se observó aumento de linfocitos CD4+ y CD8+, y a pesar de encontrarse un gran número de células productoras de IFN–γ se cuantificó un aumento de IFN–γ por ELISA en suero.105 Además del virus de la viruela aviar se utilizó un virus recombinante de viruela modificado, conocido como virus de Ankara, el cual es un excelente sistema de expresión como vacuna.99 En este caso se expresó el heterodímero GP5/proteína M en modelo murino. Se obtuvieron AN a partir de la tercera semana posinoculación, pero con un título muy bajo, en la séptima semana posinoculación aumentó el título de AN. Este sistema indujo en los ratones ligera y tardía producción de IFN–γ, que se detectó a partir del día 30 posinoculación y se mantuvo hasta el día 90.99

Los adenovirus (Ad5) son excelentes sistemas para la expresión de genes de interés en el desarrollo de vacunas.107 Por ello también se han utilizado en el diseño de vacunas contra el PRRSV. Algunas de las construcciones que se han evaluado incluyen el Ad5 expresando GP5, la proteína M y su combinación (GP5–M). El constructo que expresaba el heterodímero GP5–M indujo un título mayor de AN y mayor proliferación de linfocitos específicos anti–PRRSV.98 Posteriormente se probaron otros constructos evaluando las combinaciones de las GP que inducen la producción de AN, GP3–GP5, GP4–GP5 y GP3–GP4–GP5.108 En el desarrollo de AN, la GP5 fue un común denominador al igual que en la mayoría de las construcciones que no son de Ad5, debido a su importancia inmunogénica. Se observaron AN contra todos los constructos; sin embargo, no fue posible determinar hacia qué GP eran dirigidos, debido a la falta de proteínas recombinantes de su especificidad (GP3, GP4 y GP5). Estos anticuerpos fueron detectados a partir de los 14 días PI, al igual que la proliferación de linfocitos PRRSV específicos para todos los constructos.108 Una de las ventajas del sistema de Ad5 sobre los otros sistemas utilizados consiste en que la expresión se lleva a cabo en células eucarióticas, lo cual hace que la conformación de la proteína sea similar a la del virus, facilitando la exposición de los epítopes neutralizantes. Sin embargo, para el caso de la GP5 el epítope "natural" pudiera no estar expuesto, debido a que el virión forma un heterodímero con la proteína M. Esta respuesta se observa si se compara la de los Ad5 que expresan GP3 y GP4, cuando se coadministra el constructo con la GP5 y no hay ningún aumento en esta respuesta.108

Además de los vectores usados para la expresión de las proteínas del PRRSV, recientemente se han utilizado las vacunas de ADN. Lo que distingue a estas vacunas de otras es la expresión de su naturaleza física.

Las vacunas de ADN están compuestas de un plásmido de ADN que codifica para alguna proteína o fracción de interés y no son infecciosas.109 Las vacunas de ADN tienen algunas características que les confieren ciertas ventajas frente a las convencionales, entre ellas la facilidad de producción, bajo costo, estables al calor, etc.110 Las vacunas de ADN han demostrado inducir anticuerpos séricos y una fuerte respuesta de células T cooperadoras y citotóxicas contra varios antígenos: virus, bacterias, parásitos y algunos tumores.

En vacunas de ADN contra el PRRSV se han evaluado todos los ORF del PRRSV en distintos plásmidos.95,96,111,112 Barfoed et al.112 caracterizaron la contribución de cada proteína viral en el desarrollo de una respuesta protectora. Sólo se encontró una respuesta de anticuerpos en los cerdos vacunados con el plásmido que contenía el ORF7 después del desafío con una cepa homóloga del PRRSV; sin embargo, esta es la proteína más inmunogénica del virus y contra la cual se crean anticuerpos en la etapa inicial de la infección.53 También se observaron anticuerpos dirigidos a Nsp2 y GP4 tras la inoculación; sin embargo, después de retar a los cerdos con una cepa del PRRSV no se observó ninguna respuesta específica.112 Una de las razones probables para la falta de respuesta ante la vacunación con GP2, GP3, GP5 y GP6, pudo ser la estrategia de inoculación (pistola de genes y el plásmido cubierto de partículas de oro), además en ningún momento se evaluó la expresión de las proteínas virales en el cerdo.112 Estos resultados coinciden con los de otros autores para el caso de la proteína N (plásmido con ORF7); sin embargo, ellos sí encontraron respuesta en la sueroneutralización para la GP5 y GP6.95

Debido a que los AN van dirigidos en su mayoría a la GP5, se han probado vacunas de ADN contra la GP5 del virus; pero éstas no producen AN, lo que confirma la importancia de la conformación de esta proteína.111 Lo anterior se ha comprobado al desarrollar nuevas vacunas mediante el uso de vectores, como el adenovirus, que expresan la GP5 y desarrollan AN, aunque su desarrollo es débil y lento.97,113 Además de estos resultados, se demostró que la GP5 formaba dímeros con la proteína M en las partículas virales,32 por lo que se han dirigido algunas investigaciones al desarrollo de vacunas de ADN que expresan este heterodímero (GP5–proteína M).96,99,114,115 Los resultados obtenidos con estas vacunas muestran que existe mayor producción de AN que cuando se utiliza la GP5 o la proteína M individualmente. El uso de este heterodímero desarrolla una respuesta similar a la descrita antes con el uso del baculovirus, seudorrabia, adenovirus, etc., que consiste en la producción de AN, la cual se desarrolla de manera lenta y débil a partir de la sexta semana.95,97,101,116 Por otra parte, la respuesta de células T específicas es alta, pero se desarrolla entre la sexta y octava semanas PI.114

La GP5 de la cepa americana contiene dos epítopes en el extremo N terminal que producen anticuerpos; sin embargo, sólo uno de ellos es neutralizante, mientras que el otro funciona como señuelo que provoca la reducción de AN, lo cual se observa en la respuesta a la infección por PRRSV nativa y en vacunas. Fang et al.117 determinaron si el efecto del epítope señuelo puede ser reducido o eliminado, con este propósito se insertó, entre el epítope neutralizante y el señuelo, una secuencia de aminoácidos conocida como PADRE (Pan DR helper T cell epitope). Ésta consta de los aminoácidos: AKFVAAWTLKAA,118 y favorece la respuesta de AN y producción de IFN–γ.119–121 Los resultados de Fang et al.117 muestran que en ratones, la producción de AN es mayor y más rápida con la vacuna de ADN, en donde la secuencia de la GP5 contiene la secuencia PADRE, comparada con la que tiene la GP5 sin modificaciones. Sin embargo, estos resultados pueden deberse a la función de la secuencia PADRE como adyuvante y no por la interrupción del epítope señuelo en la secuencia de la GP5.117

Para mejorar la respuesta de las vacunas de ADN también se ha estudiado la administración de citocinas. Se ha utilizado IL–2 e IFN–y por su importancia en la proliferación celular y la actividad de los linfocitos. Xue et al.122 encontraron que la administración de estas citocinas como adyuvantes en vacunas de ADN que codifican para ORF5 y ORF7, protegen al cerdo de las lesiones pulmonares características de PRRSV. También se observó reducción en cierto grado de la replicación del virus. Sin embargo, estos resultados son parciales debido a que el efecto protector fue sólo en 33% de los animales cuando se utilizó la IL–2 y en 66% de los animales con el IFN–γ. Rompato et al.123 estudiaron el efecto de la IL–2 e IL–4 en el desarrollo de la respuesta inmune inducida por una vacuna de ADN que codifica ORF7, utilizando el vector de expresión phCMV. Los resultados demuestran que la IL–2 induce una respuesta celular específica, mientras que IL–4 parece tener un efecto supresor en este tipo de respuestas. Estos datos también sugieren que ORF7 puede participar en la reducción de la carga viral de los animales infectados con PRRSV, esto último coincide con otros autores.122

Una alternativa para mejorar las vacunas de ADN contra PRRSV es el procesamiento y presentación de antígenos a través de la conjugación de la ubiquitina con la GP5 en un plásmido. En este caso la proteína expresada junto a la ubiquitina se dirigió al proteosoma para ser degradada, con lo que se favorece el procesamiento y la presentación, pues los antígenos degradados por esta vía facilitan su presentación vía MHC I, y permiten la repuesta celular. Hou et al.124 determinaron la respuesta inmune de cerdos vacunados con un plásmido que expresaba la GP5 conjugada a la ubiquitina porcina. Se observó aumento en la expresión IFN–γ, disminución de la carga viral en sangre después del desafío de cerdos y disminución en el número y severidad de lesiones en pulmón de los cerdos desafiados, respecto de los testigos (vacuna sin la conjugación a ubiquitina y el del plásmido libre de GP5 y ubiquitina). Sin embargo, la respuesta de anticuerpos fue nula, probablemente debido a la rápida degradación intracelular de la proteína ubiquitina–GP5, sin dejar un nivel de proteína suficiente para la interacción con linfocitos B.

Recientemente surgió una nueva estrategia en el desarrollo de vacunas, basada en la manipulación del genoma viral para introducir modificaciones específicas para crear virus mutantes genéticamente modificados: clonas infecciosas. El desarrollo de éstas se describe como la formación de ADN complementario a partir del virus, bajo el control de un promotor.125 La importancia de las clonas infecciosas en el desarrollo de una vacuna contra el PRRSV radica en el hecho de dirigir cambios específicos en el PRRSV y con ello determinar la participación de alguna proteína o de algún aminoácido específicos en la infección, unión a receptores, etc. Actualmente se cuenta con clonas infecciosas de prototipo americano y europeo. Se han evaluado modificaciones puntuales en los sitios necesarios para formar el heterodímero GP5–proteína M, se encontró que la cisteína 23 de la proteína N es indispensable para formar un homodímero, el cual está estrechamente ligado a la infectividad del PRRSV, mutaciones en el epítope neutralizante de GP5, produciendo cepas sin capacidad de infección.125 Además, con esta tecnología se han desarrollado virus quiméricos que amplían el conocimiento de los factores importantes para la virulencia, atenuación, patogenicidad e inmunogenicidad. Wang et al.126 utilizaron una cepa altamente patógena del PRRSV (aislado MN184) y un virus vacunal (a base de virus vivo modificado), para desarrollar virus quiméricos. Uno de éstos contenía ORF1a y 1b de la cepa vacunal y las proteínas estructurales de la cepa patógena y viceversa. Se utilizaron estos virus quiméricos como vacunas y después del reto con PRRSV, disminuyeron las lesiones en los pulmones, el desarrollo de los AN presentó un incremento más oportuno y ligeramente mayor que en las cepas originales.126

 

Conclusiones

La aparición del PRRSV trajo consigo un gran problema para la industria porcina debido a las cuantiosas pérdidas económicas que causa. Como consecuencia de lo anterior se ha trabajado en el desarrollo de vacunas y estrategias de control del virus en el campo. Actualmente se comercializan dos vacunas que involucran virus atenuado e inactivado. Aunque estas vacunas han sido ampliamente utilizadas en el campo, los estudios realizados analizando la respuesta inmune, muestran que éstas son ineficientes para prevenir la infección. Sin embargo, en algunas granjas han tenido buenos resultados en el control de la enfermedad; no obstante la vacuna comercial de virus vivo modificado PRRSV al utilizarse en granjas ha introducido nuevas cepas de virus. Tal fue el caso en Dinamarca, en 1996, pues el virus al estar sólo atenuado puede provocar infección en los cerdos. La falta de control del PRRSV en la mayoría de las granjas infectadas ha provocado que se desarrollen estrategias alternas para el control de la enfermedad. Sin embargo, estas estrategias, aun cuando ayudan en el control de la enfermedad no resuelven el problema de raíz. Por ello se crearon nuevos prototipos de vacunas que incluyen vacunas de ADN, diferentes sistemas de expresión de antígenos de PRRSV, desarrollo de clonas infecciosas, etc. Todas estas estrategias han contribuido al conocimiento de distintos antígenos que inducen un título alto de AN, así como un número significativo de células productoras de IFN–γ; también se han localizado los epítopes que favorecen estas respuestas. Sin embargo, a pesar de los adelantos logrados aún no se cuenta con una nueva vacuna contra el PRRSV que logre una respuesta óptima contra el virus. Por esta razón deben explorarse nuevas estrategias, tanto en el uso de nuevos vectores como en las cepas del virus, las proteínas o péptidos involucrados, como respuesta, con la finalidad de desarrollar una vacuna más eficaz y segura.

 

Agradecimientos

Este trabajo recibió el apoyo de Fondos Sectoriales SEP–Conacyt, proyecto número 82850.

 

Referencias

1. NATIONAL ANIMAL HEALT MONITORING SYSTEM. Prevalence of PRRS virus on the united state. Centers of Epidemiology and Animal Health. United States Department of agriculture: Animal health inspection service. Fort Collins, Colorado, United States of America: Center for Epidemiology and Animal health, [serial online] 1995 [cited:2004 June 10] Available from: http://aphisweb.aphis.usda.gov/ceah/cahm/swine/sw95prr2.htm.        [ Links ]

2. HURNIK D. The prevalence of transmissible gastroenteritis virus and porcine reproductive and respiratory syndrome virus antibodies on Prince Edward Island. The 16th Veterinary Society Congress;2000 september 17–20; Melbourne Australia. Melbourne (Australia): International Pig Veterinary Society 2000:71.        [ Links ]

3. YAHARA Y, YAMAGUCHI T, WENSON M. Porcine reproductive and respiratory syndrome in Japan a field force survey in 45 farms. The 16th Veterinary Society Conress;2000 September 17–20; Melbourne Australia. Melbourne (Australia): International Pig Veterinary Society, 2000:74.        [ Links ]

4. ZIMMERMAN J, STEVENSON G, DEE S.A. The 1998 PRRS compendium. 1998:1–128.        [ Links ]

5. CARREÓN NR, RAMIREZ MH, MERCADO GC, SOTO M. Detección de anticuerpos contra el virus del Síndrome Reproductivo y Respiratorio de Cerdos en diferentes estados de la República Mexicana. Memorias XXXIV Congreso Asociación Mexicana de Veterinarios Especialistas en Cerdos; 1999 Julio 28–31; Mérida (Yucatán) México. México (DF): Asociación Mexicana de Veterinarios especialista en Cerdos, 1999:168–169.        [ Links ]

6. TIAN K, YU X, ZHAO T, FENG Y, CAO Z, WANG C et al. Emergence of fatal PRRSV variants: unparalleled outbreaks of atypical PRRS in China and molecular dissection of the unique hallmark. PLoS ONE 2007;2:e526.        [ Links ]

7. CHO JG, DEE SA. Porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Theriogenology 2006;66:655–662.        [ Links ]

8. PRIETO C, CASTRO JM. Porcine reproductive and respiratory syndrome virus infection in the boar: a review. Theriogenology 2005;63:1–16.        [ Links ]

9. DEA S, GAGNON CA, MARDASSI H, PIRZADEH B, ROGAN D. Current knowledge on the structural proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS) virus: comparison of the North American and European isolates. Arch Virol 2000;145:659–688.        [ Links ]

10. DELPUTTE PL, NAUWYNCK HJ. Porcine arterivirus entry in macrophages: heparan sulfate–mediated attachment, sialoadhesin–mediated internalization, and a cell–specific factor mediating virus disassembly and genome release. Adv Exp Med Biol 2006;581:247–252.        [ Links ]

11. BALASURIYA UB, MACLACHLAN NJ. The immune response to equine arteritis virus: potential lessons for other arteriviruses. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:107–129.        [ Links ]

12. SUAREZ P. Ultrastructural pathogenesis of the PRRS virus. Vet Res 2000;31:47–55.        [ Links ]

13. WANG X, EATON M, MAYER M, LI H, HE D, NELSON E et al. Porcine reproductive and respiratory syndrome virus productively infects monocyte–derived dendritic cells and compromises their antigen–presenting ability. Arch Virol 2007;152:289–303.        [ Links ]

14. FLORES–MENDOZA L, SILVA–CAMPA E, RESENDIZ M, OSORIO FA, HERNANDEZ J. Porcine reproductive and respiratory syndrome virus infects mature porcine dendritic cells and up–regulates interleukin–10 production. Clin Vaccine Immunol 2008;15:720–725.        [ Links ]

15. MATEU E, DIAZ I. The challenge of PRRS immunology. Vet J 2008;177:345–351.        [ Links ]

16. CAVANAGH D. NIDOVIRALES: a new order comprising Coronaviridae and Arteriviridae. Arch Virol 1997;142:629.        [ Links ]

17. MEULENBERG JJ, DE MEIJER EJ MOORMANN RJ. Subgenomic RNAs of Lelystad virus contain a conserved leader–body junction sequence. J Gen Virol 1993;74:1697–1701.        [ Links ]

18. SNIJDER EJ, MEULENBERG JJ. The molecular biology of arteriviruses. J Gen Virol 1998;79:961–979.        [ Links ]

19. WU WH, FANG Y, FARWELL R, STEFFEN–BIEN M, ROWLAND RR, CHRISTOPHER–HENNINGS J et al. A 10–kDa structural protein of porcine reproductive and respiratory syndrome virus encoded by ORF2b. Virology 2001;287:183–191.        [ Links ]

20. MEULENBERG JJ. PRRSV, the virus. Vet Res 2000;31:11–21.        [ Links ]

21. ABE JI, CHE W, YOSHIZUMI M, HUANG Q, GLASSMAN M, OHTA S et al. Bcr in vascular smooth muscle cells involvement of Ras and Raf–1 activation by Bcr. Ann N Y Acad Sci 2001;947:341–343.        [ Links ]

22. WU WH, FANG Y, ROWLAND RR, LAWSON SR, CHRISTOPHER–HENNINGS J, YOON KJ et al. The 2b protein as a minor structural component of PRRSV. Virus Res 2005;114:177–181.        [ Links ]

23. MEULENBERG JJ, PETERSEN–DEN BESTEN A, DE KLUYVER EP, MOORMANN RJ, SCHAAPER WM, WENSVOORT G. Characterization of proteins encoded by ORFs 2 to 7 of Lelystad virus. Virology 1995;206:155–163.        [ Links ]

24. MARDASSI H, GONIN P, GAGNON CA, MASSIE B, DEA S. A subset of porcine reproductive and respiratory syndrome virus GP3 glycoprotein is released into the culture medium of cells as a non–virion–associated and membrane–free (soluble) form. J Virol 1998;72:6298–6306.        [ Links ]

25. VAN NIEUWSTADT AP, MEULENBERG JJ, VAN ESSEN–ZANBERGEN A, PETERSEN–DEN BESTEN A, BENDE RJ, MOORMANN RJ et al. Proteins encoded by open reading frames 3 and 4 of the genome of Lelystad virus (Arteriviridae) are structural proteins of the virion. J Virol 1996;70:4767–4772.        [ Links ]

26. GONIN P, MARDASSI H, GAGNON CA, MASSIE B, DEA S. A nonstructural and antigenic glycoprotein is encoded by ORF3 of the IAF–Klop strain of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Arch Virol 1998;143:1927–1940.        [ Links ]

27. WEILAND E, WIECZOREK–KROHMER M, KOHL D, CONZELMANN KK, WEILAND F. Monoclonalantibodies to the GP5 of porcine reproductive and respiratory syndrome virus are more effective in virus neutralization than monoclonal antibodies to the GP4. Vet Microbiol 1999;66:171–186.        [ Links ]

28. OSTROWSKI M, GALEOTA JA, JAR AM, PLATT KB, OSORIO FA, LOPEZ OJ. Identification of neutralizing and nonneutralizing epitopes in the porcine reproductive and respiratory syndrome virus GP5 ectodomain. J Virol 2002;76:4241–4250.        [ Links ]

29. PLAGEMANN PG. GP5 ectodomain epitope of porcine reproductive and respiratory syndrome virus, strain Lelystad virus. Virus Res 2004;102:225–230.        [ Links ]

30. MARDASSI H, MASSIE B, DEA S. Intracellular synthesis, processing, and transport of proteins encoded by ORFs 5 to 7 of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Virology 1996;221:98–112.        [ Links ]

31. VANDERHEIJDEN N, DELPUTTE PL, FAVOREEL HW, VANDEKERCKHOVE J, VAN DAMME J, VAN WOENSEL PA et al. Involvement of sialoadhesin in entry of porcine reproductive and respiratory syndrome virus into porcine alveolar macrophages. J Virol 2003;77:8207–8215.        [ Links ]

32. DELPUTTE PL, VANDERHEIJDEN N, NAUWYNCK HJ, PENSAERT MB. Involvement of the matrix protein in attachment of porcine reproductive and respiratory syndrome virus to a heparinlike receptor on porcine alveolar macrophages. J Virol 2002;76:4312–4320.        [ Links ]

33. MURTAUGH MP, ELAM MR, KAKACH LT. Comparison of the structural protein coding sequences of the VR–2332 and Lelystad virus strains of the PRRS virus. Arch Virol 1995;140:1451–1460.        [ Links ]

34. WENSVOORT G, TERPSTRA C, POL JM, TER LAAK EA, BLOEMRAAD M, DE KLUYVER EP et al. Mystery swine disease in The Netherlands: the isolation of Lelystad virus. Vet Q 1991;13:121–130.        [ Links ]

35. KAPUR V, ELAM MR, PAWLOVICH TM, MURTAUGH MP. Genetic variation in porcine reproductive and respiratory syndrome virus isolates in the midwestern United States. J Gen Virol 1996;77:1271–1276.        [ Links ]

36. ALLENDE R, LEWIS TL, LU Z, ROCK DL, KUTISH GF, ALI A et al. North American and European porcine reproductive and respiratory syndrome viruses differ in non–structural protein coding regions. J Gen Virol 1999;80:307–315.        [ Links ]

37. BOTNER A, STRANDBYGAARD B, SORENSEN KJ, HAVE P, MADSEN KG, MADSEN ES et al. Appearance of acute PRRS–like symptoms in sow herds after vaccination with a modified live PRRS vaccine. Vet Rec 1997;141:497–499.        [ Links ]

38. MADSEN KG, HANSEN CM, MADSEN ES, STRANDBYGAARD B, BOTNER A, SORENSEN KJ. Sequence analysis of porcine reproductive and respiratory syndrome virus of the American type collected from Danish swine herds. Arch Virol 1998;143:1683–1700.        [ Links ]

39. MURTAUGH MP, XIAO Z, ZUCKERMANN F. Immunological responses of swine to porcine reproductive and respiratory syndrome virus infection. Viral Immunol 2002;15:533–547.        [ Links ]

40. COSTERS S, DELPUTTE PL, NAUWYNCK HJ. Porcine reproductive and respiratory syndrome virus–infected alveolar macrophages contain no detectable levels of viral proteins in their plasma membrane and are protected against antibody–dependent, complement–mediated cell lysis. J Gen Virol 2006;87:2341–2351.        [ Links ]

41. VICEK J, SEN G. Interferons and other cytokines . In: FIELDS B, KNIPE D, HOWLEY P, editors.Fields' Virology. 3rd ed. Vol. 13. Philadelphia: Lippincott–Raven Publishers, 1996:375–400.        [ Links ]

42. VAN REETH K, LABARQUE G, NAUWYNCK H, PENSAERT M. Differential production of proinflammatory cytokines in the pig lung during different respiratory virus infections: correlations with pathogenicity. Res Vet Sci 1999;67:47–52.        [ Links ]

43. ALBINA E, CARRAT C, CHARLEY B. Interferon–alpha response to swine arterivirus (PoAV), the porcine reproductive and respiratory syndrome virus. J Interferon Cytokine Res 1998;18:485–490.        [ Links ]

44. LOPEZ–FUERTES L, CAMPOS E, DOMENECH N, EZQUERRA A, CASTRO JM, DOMINGUEZ J et al. Porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS) virus down–modulates TNF–alpha production in infected macrophages. Virus Res 2000; 69:41–46.        [ Links ]

45. CHOI C, CHO WS, KIM B, CHAE C. Expression of Interferon–gamma and tumour necrosis factor–alpha in pigs experimentally infected with Porcine Reproductive and Respiratory Syndrome Virus (PRRSV). J Comp Pathol 2002;127:106–113.        [ Links ]

46. MILLER LC, LAEGREID WW, BONO JL, CHITKOMCKOWN CG, FOX JM. Interferon type I response in porcine reproductive and respiratory syndrome virus–infected MARC–145 cells. Arch Virol 2004;149:2453–2463.        [ Links ]

47. LEE SM, SCHOMMER SK, KLEIBOEKER SB. Porcine reproductive and respiratory syndrome virus field isolates differ in in vitro interferon phenotypes. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:217–31.        [ Links ]

48. SURADHAT S, THANAWONGNUWECH R, POOVORAWAN Y. Upregulation of IL–10 gene expression in porcine peripheral blood mononuclear cells by porcine reproductive and respiratory syndrome virus. J Gen Virol 2003;84:453–459.        [ Links ]

49. MCGUIRK P, MCCANN C, MILLS KH. Pathogen–specific T regulatory 1 cells induced in the respiratory tract by a bacterial molecule that stimulates interleukin 10 production by dendritic cells: a novel strategy for evasion of protective T helper type 1 responses by Bordetella pertussis. J Exp Med 2002;195:221–231.        [ Links ]

50. JOO HS, PARK BK, DEE SA, PIJOAN C. Indirect fluorescent IgM antibody response of pigs infected with porcine reproductive and respiratory syndrome syndrome virus. Vet Microbiol 1997;55:303–307.        [ Links ]

51. LOEMBA HD, MOUNIR S, MARDASSI H, ARCHAMBAULT D, DEA S. Kinetics of humoral immune response to the major structural proteins of the porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Arch Virol 1996;141:751–761.        [ Links ]

52. YOON KJ, ZIMMERMAN JJ, SWENSON SL, MCGINLEY MJ, EERNISSE KA, BREVIK A et al. Characterization of the humoral immune response to porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS) virus infection. J Vet Diagn Invest 1995;7:305–312.        [ Links ]

53. NELSON EA,CHRISTOPHER–HENNINGS J, BENFIELD DA. Serum immune responses to the proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS) virus. J Vet Diagn Invest 1994;6:410–15.        [ Links ]

54. ALBINA E, PIRIOU L, HUTET E, CARIOLET R, L'HOSPITALIER R. Immune responses in pigs infected with porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV). Vet Immunol Immunopathol 1998;61:49–66.        [ Links ]

55. DE LIMA M. Serologic marker candidates identified among B–cell linear epitopes of Nsp2 and structural proteins of a North American strain of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Virology 2006;353:410–421.        [ Links ]

56. JOHNSON W, ROOF M, VAUGHN E, CHRISTOPHER–HENNINGS J, JOHNSON CR, MURTAUGH MP. Pathogenic and humoral immune responses to porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) are related to viral load in acute infection. Vet immunol immunopathol 2004;102:233–247.        [ Links ]

57. JOHNSON CR, YU W, MURTAUGH MP. Cross–reactive antibody responses to nsp1 and nsp2 of Porcine reproductive and respiratory syndrome virus. J General Virol 2007;88:1184–1195.        [ Links ]

58. OLEKSIEWICZ MB, BOTNER A, TOFT P, NORMANN P, STORGAARD T. Epitope mapping porcine reproductive and respiratory syndrome virus by phage display: the nsp2 fragment of the replicase polyprotein contains a cluster of B–cell epitopes. J Virol 2001;75:3277–3290.        [ Links ]

59. CANCEL–TIRADO SM, EVANS RB, YOON KJ. Monoclonal antibody analysis of porcine reproductive and respiratory syndrome virus epitopes associated with antibody–dependent enhancement and neutralization of virus infection. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:249–262.        [ Links ]

60. VEZINA SA, LOEMBA H, FOURNIER M, DEA S, ARCHAMBAULT D. Antibody production and blastogenic response in pigs experimentally infected with porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Can J Vet Res 1996;60:94–99.        [ Links ]

61. OSORIO FA, GALEOTA JA, NELSON E, BRODERSEN B, DOSTER A, WILLS R et al. Passive transfer of virus–specific antibodies confers protection against reproductive failure induced by a virulent strain of porcine reproductive and respiratory syndrome virus and establishes sterilizing immunity. Virology 2002;302:9–20.        [ Links ]

62. BAUTISTA EM, MOLITOR TW. Cell–mediated immunity to porcine reproductive and respiratory syndrome virus in swine. Viral Immunol 1997;10:83–94.        [ Links ]

63. XIAO Z, BATISTA L, DEE S, HALBUR P, MURTAUGH MP. The level of virus–specific T–cell and macrophage recruitment in porcine reproductive and respiratory syndrome virus infection in pigs is independent of virus load. J Virol 2004;78:5923–5933.        [ Links ]

64. LOPEZ FUERTES L, DOMENECH N, ALVAREZ B, EZQUERRA A, DOMINGUEZ J, CASTRO JM et al. Analysis of cellular immune response in pigs recovered from porcine respiratory and reproductive syndrome infection. Virus Res 1999;64:33–42.        [ Links ]

65. MEIER WA, GALEOTA J, OSORIO FA, HUSMANN RJ, SCHNITZLEIN WM, ZUCKERMANN FA. Gradual development of the interferon–gamma response of swine to porcine reproductive and respiratory syndrome virus infection or vaccination. Virology 2003;309:18–31.        [ Links ]

66. ROWLAND RR, ROBINSON B, STEFANICK J, KIM TS, GUANGHUA L, LAWSON SR et al. Inhibition of porcine reproductive and respiratory syndrome virus by interferon–gamma and recovery of virus replication with 2–aminopurine. Arch Virol 2001;146:539–555.        [ Links ]

67. MEIER W, WHEELER J, HUSMANN RJ. Characteristics of the immune response of pigs to PRRS virus. Vet Res 2000;31:41.        [ Links ]

68. RONALD D. WESLEY KML, MARCUS E, KEHRLI JR. Infection with porcine reproductive and respiratory syndrome virus stimulates an early gamma interferon responses in the serum of pigs. J Canadian Vet Res 2006;70:176–182.        [ Links ]

69. LÓPEZ M, PARDO R., VEGA M. Vacunas de nueva generación. Genoma Esp, Salud Hum 2004:7:12–15.        [ Links ]

70. ROGAN D, BABIUK LA. Novel vaccines from biotechnology. Rev Sci Tech 2005;24:159–174.        [ Links ]

71. ZHENG CF, BROWNLIE R, HUANG DY, BABIUK LA, VAN DRUNEN LITTEL–VAN DEN HURK S. Intercellular trafficking of the major tegument protein VP22 of bovine herpesvirus–1 and its application to improve a DNA vaccine. Arch Virol 2006;151:985–993.        [ Links ]

72. CANO JP, DEE SA, MURTAUGH MP, TRINCADO CA, PIJOAN CB. Effect of vaccination with a modified–live porcine reproductive and respiratory syndrome virus vaccine on dynamics of homologous viral infection in pigs. Am J Vet Res 2007;68:565–571.        [ Links ]

73. ROYAEE AR, HUSMANN RJ, DAWSON HD, CALZADANOVA G, SCHNITZLEIN WM, ZUCKERMANN FA et al. Deciphering the involvement of innate immune factors in the development of the host response to PRRSV vaccination. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:199–216.        [ Links ]

74. ZUCKERMANN FA, GARCIA EA, LUQUE ID, CHRISTOPHER–HENNINGS J, DOSTER A, BRITO M et al. Assessment of the efficacy of commercial porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) vaccines based on measurement of serologic response, frequency of gamma–IFN–producing cells and virological parameters of protection upon challenge. Vet Microbiol 2007;123:69–85.        [ Links ]

75. YOON KJ, WU LL, ZIMMERMAN JJ, HILL HT, PLATT KB. Antibody–dependent enhancement (ADE) of porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) infection in pigs. Viral Immunol 1996;9:51–63.        [ Links ]

76. CHARERNTANTANAKUL W, PLATT R, JOHNSON W, ROOF M, VAUGHN E, ROTH JA. Immune responses and protection by vaccine and various vaccine adjuvant candidates to virulent porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Vet Immunol Immunopathol 2006;109:99–115.        [ Links ]

77. NODELIJK G, DE JONG MC, VAN LEENGOED LA, WENSVOORT G, POL JM, STEVERINK PJ et al. A quantitative assessment of the effectiveness of PRRSV vaccination in pigs under experimental conditions. Vaccine 2001;19:3636–3644.        [ Links ]

78. NILUBOL D, PLATT KB, HALBUR PG, TORREMORELL M, HARRIS DL. The effect of a killed porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) vaccine treatment on virus shedding in previously PRRSV infected pigs. Vet Microbiol 2004;102:11–18.        [ Links ]

79. CHRISTOPHER–HENNINGS J, NELSON EA, HINES RJ, NELSON JK, SWENSON SL, ZIMMERMAN JJ et al. Persistence of porcine reproductive and respiratory syndrome virus in serum and semen of adult boars. J Vet Diagn Invest 1995;7:456–464.        [ Links ]

80. PLANA–DURAN J, BASTONS M, URNIZA A, VAYREDA M, VILA X, MANE H. Efficacy of an inactivated vaccine for prevention of reproductive failure induced by porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Vet Microbiol 1997;55:361–370.        [ Links ]

81. MENG XJ. Heterogeneity of porcine reproductive and respiratory syndrome virus: implications for current vaccine efficacy and future vaccine development. Vet Microbiol 2000;74:309–329.        [ Links ]

82. DEE SA, JOO HS, POLSON DD, PARK BK, PIJOAN C, MOLITOR TW et al. Evaluation of the effects of nursery depopulation on the persistence of porcine reproductive and respiratory syndrome virus and the productivity of 34 farms. Vet Rec 1997;140:247–248.        [ Links ]

83. DEE SA, JOO H. Strategies to control PRRS: a summary of field and research experiences. Vet Microbiol 1997;55:347–353.        [ Links ]

84. FANO E, OLEA L, PIJOAN C. Eradication of porcine reproductive and respiratory syndrome virus by serum inoculation of naive gilts. Can J Vet Res 2005;69:71–74.        [ Links ]

85. SHIBATA I, MORI M, YAZAWA S. Experimental reinfection with homologous porcine reproductive and respiratory syndrome virus in SPF pigs. J Vet Med Sci 2000;62:105–108.        [ Links ]

86. BATISTA L, PIJOAN C, TORREMOREL M. Experimental injection of gilts with porcine reproductive an respiratory syndrome (PRRSV) during acclimatation. Swine Health Prod 2002;10:147–150.        [ Links ]

87. ORANGE JS, BIRON CA. An absolute and restricted requirement for IL–12 in natural killer cell IFN–gamma production and antiviral defense. Studies of natural killer and T cell responses in contrasting viral infections. J Immunol 1996;156:1138–1142.        [ Links ]

88. FOSS DL, ZILLIOX MJ, MEIER W, ZUCKERMANN F, MURTAUGH MP. Adjuvant danger signals increase the immune response to porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Viral Immunol 2002;15:557–566.        [ Links ]

89. LINGHUA Z, XINGSHAN T, YONG G, FENGZHEN Z. Effects of CpG ODN on CD4+ and CD8+ T subpopulations in the immune response to porcine reproductive and respiratory syndrome killed virus vaccine. Vaccine 2006;24:1874–1879.        [ Links ]

90. ZHANG YJ, STEIN DA, FAN SM, WANG KY, KROEKER AD, MENG XJ et al. Suppression of porcine reproductive and respiratory syndrome virus replication by morpholino antisense oligomers. Vet Microbiol 2006;117:117–129.        [ Links ]

91. MENGELING WL, VORWALD AC, LAGER KM, BROCKMEIER SL. Comparison among strains of porcine reproductive and respiratory syndrome virus for their ability to cause reproductive failure. Am J Vet Res 1996;57:834–839.        [ Links ]

92. JIANG Y, FANG L, XIAO S, ZHANG H, PAN Y, LUO R et al. Immunogenicity and protective efficacy of recombinant pseudorabies virus expressing the two major membrane–associated proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Vaccine 2007;25:547–560.        [ Links ]

93. BASTOS RG, DELLAGOSTIN OA, BARLETTA RG, DOSTER AR, NELSON E, OSORIO FA. Construction and immunogenicity of recombinant Mycobacterium bovis BCG expressing GP5 and M protein of porcine reproductive respiratory syndrome virus. Vaccine 2002;21:21–29.        [ Links ]

94. MEULENBERG JJ, BENDE RJ, POL JM, WENSVOORT G, MOORMANN RJ. Nucleocapsid protein N of Lelystad virus: expression by recombinant baculovirus, immunological properties, and suitability for detection of serum antibodies. Clin Diagn Lab Immunol 1995;2:652–656.        [ Links ]

95. KWANG J, ZUCKERMANN F, ROSS G, YANG S, OSORIO F, LIU W et al. Antibody and cellular immune responses of swine following immunisation with plasmid DNA encoding the PRRS virus ORF's 4, 5, 6 and 7. Res Vet Sci 1999;67:199–201.        [ Links ]

96. JIANG Y, XIAO S, FANG L, YU X, SONG Y, NIU C et al. DNA vaccines co–expressing GP5 and M proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) display enhanced immunogenicity. Vaccine 2006;24:2869–2879.        [ Links ]

97. GAGNON CA, LACHAPELLE G, LANGELIER Y, MASSIE B, DEA S. Adenoviral–expressed GP5 of porcine respiratory and reproductive syndrome virus differs in its cellular maturation from the authentic viral protein but maintains known biological functions. Arch Virol 2003;148:951–972.        [ Links ]

98. JIANG W, JIANG P, LI Y, TANG J, WANG X, MA S. Recombinant adenovirus expressing GP5 and M fusion proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome virus induce both humoral and cell–mediated immune responses in mice. Vet Immunol Immunopathol 2006;113:169–180.        [ Links ]

99. ZHENG Q, CHEN D, LI P, BI Z, CAO R, ZHOU B et al. Co–expressing GP5 and M proteins under different promoters in recombinant modified vaccinia virus ankara (rMVA)–based vaccine vector enhanced the humoral and cellular immune responses of porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV). Virus Genes 2007;35:585–595.        [ Links ]

100. JIANG P, JIANG W, LI Y, WU S, XU J. Humoral immune response induced by oral administration of S. typhimurium containing a DNA vaccine against porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:321–328.        [ Links ]

101. BASTOS RG, DELLAGOSTIN OA, BARLETTA RG, DOSTER AR, NELSON E, ZUCKERMANN F et al. Immune response of pigs inoculated with Mycobacterium bovis BCG expressing a truncated form of GP5 and M protein of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Vaccine 2004;22:467–474.        [ Links ]

102. TIAN ZJ, QIU HJ, NI JQ, ZHOU YJ, CAI XH, ZHOU GH et al. Construction and characterization of a recombinant pseudorabies virus expressing porcine reproductive and respiratory syndrome virus GP5. Yi Chuan Xue Bao 2005;32:1248–1255.        [ Links ]

103. QIU HJ, TIAN ZJ, TONG GZ, ZHOU YJ, NI JQ, LUO YZ et al. Protective immunity induced by a recombinant pseudorabies virus expressing the GP5 of porcine reproductive and respiratory syndrome virus in piglets. Vet Immunol Immunopathol 2005;106:309–319.        [ Links ]

104. WANG S, FANG L, FAN H, JIANG Y, PAN Y, LUO R et al. Construction and immunogenicity of pseudotype baculovirus expressing GP5 and M protein of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Vaccine 2007;25:8220–8227.        [ Links ]

105. SHEN G, JIN N, MA M, JIN K, ZHENG M, ZHUANG T et al. Immune responses of pigs inoculated with a recombinant fowlpox virus coexpressing GP5/GP3 of porcine reproductive and respiratory syndrome virus and swine IL–18. Vaccine 2007;25:4193–4202.        [ Links ]

106. ZHENG M, JIN N, ZHANG H, JIN M, LU H, MA M et al. Construction and immunogenicity of a recombinant fowlpox virus containing the capsid and 3C protease coding regions of foot–and–mouth disease virus. J Virol Methods 2006;136:230–237.        [ Links ]

107. AMBRIOVIC A, ADAM M, MONTEIL M, PAULIN D, ELOIT M. Efficacy of replication–defective adenovirus–vectored vaccines: protection following intramuscular injection is linked to promoter efficiency in muscle representative cells. Virology 1997;238:327–335.        [ Links ]

108. JIANG W, JIANG P, WANG X, LI Y, DU Y. Enhanced immune responses of mice inoculated recombinant        [ Links ]

109. adenoviruses expressing GP5 by fusion with GP3 and/ or GP4 of PRRS virus. Virus Res 2008;136:50–57. ULMER JB. Influenza DNA vaccines. Vaccine 2002;20 (Suppl 2):S74–76.        [ Links ]

110. SASAKI S, TAKESHITA F, XIN KQ, ISHII N, OKUDA K. Adjuvant formulations and delivery systems for DNA vaccines. Methods 2003;31:243–254.        [ Links ]

111. PIRZADEH B, DEA S. Immune response in pigs vaccinated with plasmid DNA encoding ORF5 of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. J Gen Virol 1998;79:989–999.        [ Links ]

112. BARFOED AM, BLIXENKRONE–MOLLER M, JENSEN MH, BOTNER A, KAMSTRUP S. DNA vaccination of pigs with open reading frame 1–7 of PRRS virus. Vaccine 2004;22:3628–3641.        [ Links ]

113. GAGNON CA, MARDASSI H, GONIN P, MASSIE, B, DEA S. Adenovirus expression of ORFs 3, 5 and 7 products of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Proceedings of the 78th Conference for Research Workers in Animal Diseases, 1997 Nov 1011: Chicago, USA. Iowa, USA: Iowa State Press, 1997:57.        [ Links ]

114. JIANG YB, FANG LR, XIAO SB, XIE TT, CHEN HC. Expression of GP5–M fusion protein of porcine reproductive and respiratory syndrone virus (PRRSV) and establishment of ELISA diagnose based on the recombinant fusion protein. Sheng Wu Gong Cheng Xue Bao 2005;21:259–264.        [ Links ]

115. MA Y, JIANG YB, XIAO SB, FANG LR, CHEN HC. Co–expressed GP5 and M proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome virus can form heterodimers. Wei Sheng Wu Xue Bao 2006;46:639–643.        [ Links ]

116. PLANA DURAN J, CLIMENT I, SARRASECA J, URNIZA A, CORTES E, VELA C et al. Baculovirus expression of proteins of porcine reproductive and respiratory syndrome virus strain Olot/91. Involvement of ORF3 and ORF5 proteins in protection. Virus Genes 1997;14:19–29.        [ Links ]

117. FANG L, JIANG Y, XIAO S, NIU C, ZHANG H, CHEN H. Enhanced immunogenicity of the modified GP5 of porcine reproductive and respiratory syndrome virus. Virus Genes 2006;32:5–11.        [ Links ]

118. ALEXANDER J, SIDNEY J, SOUTHWOOD S, RUPPERT J, OSEROFF C, MAEWAL A et al. Development of high potency universal DR–restricted helper epitopes by modification of high affinity DR–blocking peptides. Immunity 1994;:751–61.         [ Links ]

119. ALEXANDER J, DEL GUERCIO MF, FRAME B, MAEWAL A, SETTE A, NAHM MH et al. Development of experimental carbohydrate–conjugate vaccines composed of Streptococcus pneumoniae capsular polysaccharides and the universal helper T–lymphocyte epitope (PADRE). Vaccine 2004;22:2362–2367.        [ Links ]

120. ALEXANDER J, DEL GUERCIO MF, MAEWAL A, QIAO L, FIKES J, CHESNUT RW et al. Linear PADRE T helper epitope and carbohydrate B cell epitope conjugates induce specific high titer IgG antibody responses. J Immunol 2000;164:1625–1633.        [ Links ]

121. DEL GUERCIO MF, ALEXANDER J, KUBO RT, ARRHENIUS T, MAEWAL A, APPELLA E et al. Potent immunogenic short linear peptide constructs composed of B cell epitopes and Pan DR T helper epitopes (PADRE) for antibody responses in vivo. Vaccine 1997;15:441–448.        [ Links ]

122. XUE Q, ZHAO YG, ZHOU YJ, QIU HJ, WANG YF, WU DL et al. Immune responses of swine following DNA immunization with plasmids encoding porcine reproductive and respiratory syndrome virus ORFs 5 and 7, and porcine IL–2 and IFNgamma. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:291–298.        [ Links ]

123. ROMPATO G, LING E, CHEN Z, VAN KRUININGEN H, GARMENDIA AE. Positive inductive effect of IL–2 on virus–specific cellular responses elicited by a PRRSV–ORF7 DNA vaccine in swine. Vet Immunol Immunopathol 2006;109:151–160.        [ Links ]

124. HOU YH, CHEN J, TONG GZ, TIAN ZJ, ZHOU YJ, LI GX et al. A recombinant plasmid co–expressing swine ubiquitin and the GP5 encoding–gene of porcine reproductive and respiratory syndrome virus induces protective immunity in piglets. Vaccine 2008;26:1438– 1449.        [ Links ]

125. YOO D, WELCH SK, LEE C, CALVERT JG. Infectious cDNA clones of porcine reproductive and respiratory syndrome virus and their potential as vaccine vectors. Vet Immunol Immunopathol 2004;102:143–154.        [ Links ]

126. WANG Y, LIANG Y, HAN J, BURKHART KM, VAUGHN EM, ROOF MB et al. Attenuation of porcine reproductive and respiratory syndrome virus strain MN184 using chimeric construction with vaccine sequence. Virology 2008;371:418–429.        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License