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 issue104Rivero Taravillo, A. (2019). Diario austral. Crónica de un viaje a la Argentina. Madrid: La línea del horizonte ediciones (Cuadernos del Horizonte, 19). 148 pp., ISBN 978-8417594-39-8De la geografía agraria a la geografía minera y de los energéticos, síntesis de una trayectoria académica de largo y ancho camino: conversación con María Teresa Sánchez Salazar author indexsubject indexsearch form
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Investigaciones geográficas

On-line version ISSN 2448-7279Print version ISSN 0188-4611

Invest. Geog  n.104 Ciudad de México Apr. 2021  Epub Sep 20, 2021

https://doi.org/10.14350/rig.60377 

Reseñas

Moreira, R. (2019). Espaço, corpo do tempo. A construção geográfica da sociedade. Rio de Janeiro: Consequência Editora 280 pp., ISBN 978-85-69437-68-0

Gonzalo Hatch Kuri* 

*Colegio de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM

Moreira, R.. 2019. Espaço, corpo do tempo. A construção geográfica da sociedade. ., Rio de Janeiro: Consequência Editora, 280p. ISBN: 978-85-69437-68-0.


Ruy Moreira es doctor en geografía por la Universidad de São Paulo, especialista en teoría e historia de la geografía.1 En esta obra recupera el planteamiento original de su tesis doctoral defendida en 1994,2 cuya preocupación intelectual es fundamentar los entrecruces entre la técnica, el tiempo y la ideología, como elementos que explicarían la formación geográfica de las sociedades modernas. Coherente con el proyecto intelectual de renovación epistemológica de la geografía al que se adhirió en la década de 1970, Moreira sostiene que el paisaje es un constructo que revela la historia humana, y su complejidad esta mediada por la técnica y el trabajo, categorías que constituyen la base de la formación geográfica de las sociedades en el tiempo.

El libro se integra por ocho capítulos; su riqueza subyace en la revisión e interpretación que hace de la obra de seis geógrafos franceses, comenzando por Élisée Reclus (1830-1905), Paul Vidal de la Blache (1845-1918), Jean Brunhes (1869-1930) y concluye con Maximilien Sorre (1880-1962), Pierre George (1909-2006) y Paul Claval (Meudon, 1932).3 El examen de estos autores le sirve para contrastar entre las categorías empíricas del espacio (un ser humano demográfico), con las categorías teóricas de la economía política del espacio (un ser humano/sujeto político). Al respecto, dos trabajos de dimensiones semejantes se encuentran, por una parte, en David Harvey (2017), quien llevó a cabo un análisis de la obra del filósofo I. Kant (1724-1804) con relación a su idea de espacio y cómo esa formulación aún incide en la explicación contemporánea de la teoría social del espacio y, por otra, en Franco Farinelli (2000), quien fundamenta las matrices del iluminismo kantiano en la renovación del pensamiento geográfico alemán durante el siglo XIX, en las obras de Alexander von Humbolt (1769-1859), Karl Ritter (1779-1859) y Friedrich Ratzel (1844-1904).

De forma inusual, en el acápite introductorio, se advierte al lector que se debe comenzar leyendo el capítulo 5, “O mutante e o permanente”, donde se plantea la caracterización dialéctica de dos categorías centrales: el campo y la ciudad. Ambas expresan una transformación metabólica mediada por el avance tecnológico de los últimos 200 años, siendo el campo un recorte específico del espacio rural que se manifiesta en la agricultura tecnificada, mientras que la ciudad como recorte del espacio urbano extiende la vida fabril a través de los caminos y las relaciones obreras que transforman la composición paisajística del campo. Este planteamiento es la base sustantiva que estructura toda la obra.

Visto lo anterior, un primer momento de la obra corresponde a los primeros tres capítulos, “O olhar e o mundo” (I, II y III), donde se distinguen dos cohortes predominantes del pensamiento geográfico francés. La primera es la explicación de la transformación de lo rural por la influencia de la técnica desarrollada en la primera fase de la revolución industrial (siglo XIX), mientras que la segunda es la expansión del fenómeno urbano como consecuencia directa de la segunda fase de la revolución industrial (siglos XX y XXI) que se expresa en la producción de una sociedad integrada, pero altamente jerarquizada.

Son, precisamente, las obras póstumas de Élisée Reclus, O homen e a Terra, y de Paul Vidal de la Blache, Principios de Geografía Humana,4 que Ruy Moreira señala para explicar la primer cohorte del pensamiento geográfico. De esta manera, Reclus denuncia la disolución de los lazos comunitarios de las antiguas sociedades (anarquismo) por efecto del establecimiento de las fronteras nacionales y el avance del capitalismo moderno, su denuncia contrasta con la postura de Vidal de La Blache. Este último advierte que los efectos derivados de la revolución industrial (ferrocarril, barco de vapor, electricidad, industria), mundializan el espacio, creando nuevos países y disolviendo pueblos antiguos, aspecto positivo, porque Europa avanzaba en su proceso civilizatorio mundial.

Esta transformación radical del paisaje rural y el naciente fenómeno de la urbanización, fueron objeto de análisis de Jean Brunhes en A Geografía Humana y de Maximilien Sorre, en A Geografía do Homen.5 Para el primero, los grandes paisajes del mundo se explican por el movimiento dialéctico de la “destrucción-creación-destrucción”, la urbanización no existe sin la destrucción de lo rural, el resultado son diferentes tipos de paisaje que contraponen regiones naturales y regiones históricas, ambas transformadas por la mediación del trabajo y del Estado. Max Sorre, por su parte, complementa el cuadro explicativo de Brunhes, planteando el fenómeno de la circulación y la constitución de un mundo en red, que acaba con la anquilosada postura del determinismo geográfico francés. Para Brunhes, los paisajes materializan flujos de circulación, intercambio y recepción de personas, recursos y capital y esto se palpa en las estaciones de ferrocarril, autobuses, puertos y aeropuertos, es un mundo que comprime el espacio-tiempo. La segunda cohorte del pensamiento geográfico francés concluye con la obra de Pierre George, A ação do homen (1968) y en lo que Moreira denomina “la geografía del hombre” de Paul Claval. Para ambos, la segunda mitad del siglo XX atestiguó la consolidación de la urbanización de lo rural en el contexto de una sociedad posindustrial. Para el primero, las relaciones obreras, la maquinaria industrial y los caminos invadieron los espacios rurales, creando una agricultura extensiva y un espacio “ciudad-jardín” que atrae a los citadinos al descanso y el turismo. Claval, complementa el cuadro de George, señalando que, con cada descubrimiento técnico, se complejiza la organización espacial de la sociedad así la productividad y la técnica, comandan la organización espacial de las sociedades contemporáneas.

De estos clásicos, Moreira, propone una clasificación de siete espacios en el tiempo, los cuales explica en el capítulo 4 “O tempo e a forma”. Aquí inicia el segundo momento de la obra. El primero de estos espacios es el que corresponde a lo que los clásicos identifican como las grandes civilizaciones, por ejemplo, Vidal de la Blache las entiende por los “géneros de vida”, donde cohabitan los espacios agrícolas y pastoriles. En el segundo espacio-tiempo, el feudalismo agrario atestiguó la expansión del espacio agrícola por efecto del dominio de la naturaleza estacional en las latitudes templadas y tropicales, surgiendo, además, la ciudad por el excedente y los primeros intercambios mercantiles. El tercer y cuarto espacio-tiempo, el Estado medieval comandó el desarrollo de los medios de transporte y difundió las especies y los animales nativos de otras latitudes, rompiendo los tradicionales regímenes alimentarios. El quinto y sexto espacio-tiempo advierten la organización del espacio en recortes nacionales por efecto de la revolución industrial (siglos XIX y XX), aquí las relaciones sociales son controladas por el mercado y se aprecia una nueva relación entre el campo-región-ciudad-metrópoli nacional. El séptimo, y último espacio, refleja un mundo unificado, la vida cotidiana se centra en los servicios, predomina una sociedad pos-industrial comunicada por el instante de una técnica globalizada; son nuestros días.

En los capítulos 6, 7 y 8 se aprecia el tercer y último momento de la obra. Aquí el autor contrasta las categorías empíricas del espacio con las categorías de la economía política del espacio, de cuño marxista. En el capítulo 6, “A estructura é o proceso”, se esbozan las categorías empíricas del espacio, que los clásicos emplearon para explicar a las sociedades en sus formas concretas de existencia histórica, y que son: la selectividad, la tecnificación, la fluidez, la urbanización, la sociodensificación y la unicidad humana. Para Moreira, en cada una de estas categorías priva una visión del ser humano como sinónimo de población, un sujeto despolitizado y objeto de las leyes de la demografía. El capítulo 7, “O paradigma e a norma”, analiza las categorías teóricas de la economía política del espacio, que, si bien no son excluyentes de las empíricas, plantean a un sujeto político como el centro de la formación geográfica de las sociedades. Estas son el espacio-tiempo, el valor del trabajo, el maquinismo, la constitución corpórea y la sociedad de consumo de masas. Moreira cierra este planteamiento en el último capítulo “A fábrica, a cidade e o operiarado”, señalando que la técnica, la industria y la circulación de la fuerza de trabajo, las mercancías y el dinero, median la construcción de las sociedades geográficas en el espacio. El ser humano, a diferentes escalas, plasma la vida fabril que estructura a una nueva relación entre la ciudad-campo-nación en el contexto de un mundo unificado por la técnica, pero profundamente dividido por la división internacional del trabajo.

No hay ápice de duda que la principal contribución de Ruy Moreira al debate de la renovación epistemológica de la geografía contemporánea reside precisamente, en su profundo conocimiento de las matrices originarias del pensamiento geográfico. Estas ideas no deben soslayarse en la formación obligada de cualquier estudiante de geografía, sin importar la orientación (aplicada, ambiental o humana), porque simplemente constituyen la base de la discusión de las categorías que fundaron esta disciplina en su versión moderna, como el espacio y el paisaje, ambas discutidas profusamente en esta obra.

REFERENCIAS

Farinelli, F. (2000). Friedrich Ratzel and the nature of (political) geography. Political geography, 19(8), 943-955. [ Links ]

Harvey, D. (2017). El cosmopolitismo y las geografías de la libertad. Madrid: Ediciones Akal. [ Links ]

Moreira, R. (2008). O pensamento geográfico brasileiro. Volumen 1: As matrices clássicas originárias. São Paulo: Editora Contexto. [ Links ]

1Moreira fue profesor-investigador en la Universidad Federal Fluminense, Río de Janeiro y autor de 14 libros, entre los que destacan la colección O pensamento geográfico 1, 2, 3 (2008, 2009 y 2010), Sociedade e espaço geográfico no Brasil (2011) y Geografía e práxis. A presença do espaço na teoría e na prática geográficas (2012).

2Con el título Espaço, corpo do tempo, dirigida por Armando Corrêa da Silva y el sínodo conformado por Milton Santos, Lía Machado Osório, Ana Clara Torres Ribeiro y Gabriel Cohn.

3Un análisis profundo de las matrices originarias del pensamiento geográfico francés se encuentra en el primer tomo de su colección sobre el pensamiento geográfico (Moreira, 2008).

4La primera traducida al español en 1931 por el Fondo de Cultura Económica. La segunda se tradujo al portugués en 1954 por Ediciones Cosmos, Lisboa.

5La obra de Brunhes se publicó en 1935 y se tradujo al portugués en 1962 por el Fondo de Cultura de Rio de Janeiro, mientras que la obra de Sorre fue traducida al español en 1961 por la editorial Labor.

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