SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue79La geografía contemporánea y Elisée ReclusIII Seminário Internacional "Cidade, Comércio e Consumo" - Mutações nos Espaços Comerciais e de Serviços e o Consumo na Sociedade Contemporânea, São Paulo, 28-31 de maio de 2012 author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Investigaciones geográficas

On-line version ISSN 2448-7279Print version ISSN 0188-4611

Invest. Geog  n.79 Ciudad de México Dec. 2012

 

Notas y noticias

 

Coloquio Internacional "Spatialités et modernité: lieux, milieux et territoires", Palais Beaumont, Pau, Francia, 13–14 de octubre de 2011

 

Luigi Gaffuri*

 

* Dipartimento di Scienze umane Università degli Studi dell'Aquila, Bazzano (L'Aquila)

 

A mediados de octubre de 2011 tuvo lugar en Pau, en el suroeste de Francia, el coloquio internacional: "Spatialités et modernité: lieux, milieux et territoires". El programa científico de los trabajos, organizados en mesas redondas, planteó una serie de interrogantes acerca de las mutaciones en las relaciones humanas con los lugares durante la crisis, ya no tan reciente, de la modernidad. Una crisis más bien que ha interesado al "modernismo", es decir, la reducción de la modernidad a la racionalización del mundo y a las maneras en las que ésta ha efectuado la instrumentalización de lo real a través de la idea de progreso. Dicha impostación ha permitido darle la vuelta a una concepción de la posmodernidad que define en términos puramente negativos la actualidad, evaluando el presente como el resultado global de los efectos indeseados del desarrollo; por tanto, ha permitido observar con mayor plasticidad los resultados sociales, territoriales y ambientales derivados de una visión triunfante de la modernidad —típica de la civilización industrial de los últimos dos siglos, basada en las aplicaciones tecnológicas de los descubrimientos científicos.

Así, autores conocidos y jóvenes estudiosos de distintas nacionalidades, que pertenecen a tradiciones de investigación y horizontes disciplinarios diferentes, ofrecieron a la discusión sus hipótesis analíticas sobre la modernidad actual. La convicción difusa entre los participantes, a pesar de la heterogeneidad de los puntos de vista, es que en la era de la globalización, la modernidad asume las formas plurales y profundizadas de la hipermodernidad. Es decir, una modernidad que, sin abandonar la antigua tensión de hacer mejor el mundo de los seres humanos y el medio ambiente en que éstos viven, reflexiona de forma crítica sobre sí misma; una modernidad contemporánea de la que es necesario evaluar potencialidades y límites a través de los enfoques críticos de la geografía y de las demás ciencias sociales. En este sentido se avivó una tradición de estudios de la Université de Pau et des Pays de l'Adour (UPPA), ya que el evento fue la ocasión para celebrar el trigésimo aniversario de la fundación del Laboratoire SET (Société, Environnement, Territoire) —una institución geográfica creada al interior de la UPPA a principios de los años ochenta del siglo XX por Xavier Piolle, hoy director emérito de investigación en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS).

Al comenzar las ponencias, Josefina Gómez Mendoza (Universidad de Madrid) puso la geografía de frente a los desafíos y a las transformaciones de la modernidad, colocando su discurso en el horizonte europeo, junto a Angelo Turco (Universidad de Milán). Más orientada hacia lo local fue en cambio la ponencia de Vincent Berdoulay (UPPA), quien observó desde una perspectiva histórica la géographie paloise identificando, a partir de los años ochenta del siglo XX, una tradición no ortodoxa dirigida a las condiciones de producción del conocimiento geográfico y al individuo como eje de la reflexividad, es decir, la capacidad del individuo de reflexionar sobre sí mismo y sobre su relación con el mundo, adaptando el sentido de sus propias acciones a esta reflexión. A su vez, Armand Frémont, profesor emérito de la Universidad de Caen, recorrió el itinerario de la geografía social y cultural en Francia entre los años setenta y la década siguiente. Es notoria la contribución de este geógrafo a la renovación de la disciplina, tanto en el ámbito francés como europeo, emprendida con la elaboración del concepto de espacio vivido. Subrayando la función de la percepción individual en las representaciones del ambiente físico y humano, dicho concepto introdujo el rol del sujeto en el análisis espacial francófono (Frémont, 1999 [1976]).

En la mañana del 13 de octubre tuvo lugar también la sesión plenaria dedicada a "Les avatars de la modernité en sciences sociales", en la que el sociólogo Francis Juaréguiberry, al interrogarse acerca de la posmodernidad y la hipermodernidad, reiteró la importancia de lo vivido de los lugares, en los que el individuo experimenta moviéndose entre dos polos contrapuestos de una distancia y de la hiperreflexividad. Sin embargo, en su opinión, las espacialidades posmodernas remiten sobre todo al rol de las redes que imponen al investigador nuevos compromisos analíticos, llevándolo a más tomas de responsabilidad entendidas como proyecto. Por su parte, Jean–Paul Ferrier (Universidad de Aix–Marseille) recordó críticamente la idea de "Modernidad 3", es decir, la tercera gran fase en la que se articula, según el geógrafo francés, la dinámica evolutiva de la modernidad. Una nueva forma de sociedad surgida durante los años setenta del siglo XX y caracterizada por el impulso de controlar el mundo, por el desarrollo de la persona, por la construcción del estado de derecho en una realidad geográfica en la que la "territorialización" ya corresponde a una cada vez más acelerada urbanización del planeta.

En las demás ponencias de la sesión plenaria, Nadine Cattan (CNRS), al volver a cuestionar la noción de territorio, abandonó las contraposiciones binarias entre global y local para proponer la adopción de análisis "transterritoriales", ejemplificando el caso de las mujeres srylankesas en Beirut. Por otra parte, Christian Grataloup (Universidad de París 7) planteó que el rostro actual del mundo es una herencia del evolucionismo, mostrando cómo la dicotomía "nosotros/los demás" es una fractura típica de la modernidad que hay que deconstruir y relativizar (los planisferios ponen hasta la fecha el "nosotros" en el centro y "los demás" en la periferia). Finalmente, Michel Lussault (Universidad de Lyon) centró su reflexión en el individuo en cuanto ser hablante que se coloca en el origen de la acción espacial estructurada como lenguaje; al evaluar la producción de sentido, generada en esta actuación, es importante considerar la función pragmática desarrollada por los "componentes básicos de la espacialidad".

En la tarde, los trabajos continuaron en dos sesiones, de las cuales la primera estaba dedicada a la "Modernité et développement durable". Aquí se tomó como pretexto la inminente conferencia de Río de Janeiro 2012 para volver a reflexionar acerca del desarrollo sustentable a veinte años de la primera conferencia que, en la misma ciudad, se había reconocido oficialmente como paradigma para contextualizar las políticas públicas de protección del medio ambiente. Las ponencias de los participantes fueron discutidas por Julien Rebotier, Thao Tran, Xavier Arnauld de Sartre (CNRS/UPPA), Olivier Soubeyran (Universidad de Grenoble), Jean–Paul Amat (La Sorbona), Christophe Grenier (Universidad de Nantes). Al inicio los participantes interrogaron tanto los conceptos operacionales (naturaleza, riesgo ambiental, política territorial), como los instrumentos técnicos o normativos (cartografía, geohistoria, niveles de escala, reubicación de las cadenas productivas) aplicables a los grandes principios del desarrollo sustentable. Luego, llamaron la atención sobre los intentos de aplicar este modelo de desarrollo a través de la creación de parques nacionales, la salvaguarda de los sistemas socio–ecológicos, la gestión de los conflictos ambientales y la patrimonialización de la naturaleza.

Paralelamente tuvo lugar la segunda sesión reservada al tema: "Les constructions territoriales du politique", animada por Frédéric Tesson (UPPA), Martin Vanier (Universidad de Grenoble), Guy Di Méo (Universidad de Bordeaux 3), David Carassus, Jean Gourdou, Vincent Vlès, Olivier Bessy (UPPA). Con esta temática la focalización se trasladó de la dimensión política del medio ambiente al territorio como concepto aún por interrogar, haciendo hincapié en las problemáticas intermunicipales e interterritoriales relacionadas con el rol de las colectividades locales. En efecto, la afirmación del mundo global ha llevado a afrontar los desarrollos que, al involucrar herencias territoriales sedimentadas y vividas, han originado su funcionamiento, actuando diferentes tipos de governance (desde la escala del barrio a la mundial) y generando estructuraciones espaciales reticulares.

La jornada del 14 de octubre se abrió con la tercera sesión dedicada a la relación entre la gramática científica y las experiencias de investigación de campo, seguida por la cuarta sesión reservada a las prácticas espaciales de las tecnologías de la comunicación. En esta última, se encargaron de la discusión Philippe Vidal (Universidad de Le Havre), Emmanuel Eveno (Universidad de Tolosa 2), Jacques Lévy (école Polytechnique Fédérale de Lausana) y, otra vez, Jauréguiberry y Di Méo. En ella participaron algunos representantes de las ciencias geográficas en el áfrica subsahariana, como Alain Loukou (Universidad de Bouaké), Koffi Djeguema y Gabriel Ogalama (Universidad de Lomé). Reflexionando sobre las inéditas relaciones con el espacio, debido a la tecnología de la comunicación que caracterizan la hipermodernidad, la sesión enfocó la atención sobre las nuevas formas de vivir los lugares, más fluidas y, al mismo tiempo, más densas, pero también portadoras de desigualdades y formas de control que influyen en las condiciones de la ciudadanía y en la privacidad del individuo.

Y precisamente al individuo como puesta epistemológica de una modernidad crítica y plural fue dedicada la última sesión, dividida en dos mesas redondas: una intitulada "(Im)postures de terrain", con la participación de Jean–Baptiste Maudet (UPPA) y Francine Barthe (Universidad Jules Verne), y la otra intitulada "(Im)postures d'écriture", presentada por Danièle Laplace (UPPA). En el primer caso la reflexión se centró en las investigaciones de campo entendidas no como campo predefinido de aplicación de un método de objetivación, sino más bien como lugares de una experiencia intersubjetiva en la que nos interrogamos acerca de cómo transformar en descripciones científicas el mundo de valores del investigador y de los sujetos estudiados. Descripciones que resultan inevitables, cuando "decir el mundo" significa escribirlo tomando en cuenta la diferencia potencial entre lo que se busca en el campo y lo que luego se muestra haber descubierto a través de la escritura. Un camino que deja abierta la cuestión de cómo integrar en las estrategias discursivas la impostura siempre presente en la dimensión narrativa y de cómo articular la postura científica del sujeto–geógrafo que lleva a cabo las investigaciones de campo.

Así el individuo que practica la geografía —hombre de campo que reescribe el medio ambiente, el territorio, el paisaje y las sociedades que los habitan— se inserta en el debate sobre la crisis de la modernidad y cuestiona los criterios de la verificación y los protocolos disciplinarios generalmente aceptados por una comunidad científica. El debate que cerró este foro subrayó cómo, en la evaluación de los fenómenos socio–espaciales, una función importante es desarrollada por las imágenes: un aspecto que, sin embargo, según Berdoulay quedó relativamente ausente del evento —si se entiende la imagen más como presentación responsable del individuo que como verdadera representación. Al integrar las conclusiones de los participantes, Gómez Mendoza señaló que no se habló de los soportes (cartográficos, metodológicos, fotográficos, etc.) empleados por los geógrafos para redactar sus textos. Entonces se preguntó, cuál es la "acción" en la que los geógrafos pueden reconocerse como tales: viajar, observar, describir, crear imágenes del mundo. En realidad, la geógrafa española sostuvo que, en la geografía todo es trabajo de campo, ya que ello se manifiesta en una amplia variedad de modos, al centro de los cuales está la "persona" con sus representaciones culturales.

La cuestión de la experiencia de campo fue retomada también por Martin de la Soudière, etnólogo de la école des Hautes études en Sciences Sociales de París, hallando en este método de investigación un espacio de contigüidad entre geografía y etnología. Su vínculo es testimoniado por la circunstancia por la que —aunque no buscan en el campo las mismas cosas— tienen sin embargo la misma preocupación científica inherente a la "rugosidad" del campo. En todo caso, ninguna ciencia humana es capaz de aprender el espíritu de campo, porque éste tiene que ser descubierto y reinventado cada vez. Se trata de una cuestión moral, que se inserta en un juego de tres elementos: sujeto, destinatario, escritura. ¿Pero la experiencia de campo puede efectivamente ser escrita, si no se logra plantear una escritura polifónica que combine a su interior más registros expresivos?

Interviniendo en el debate de las conclusiones sobre las prácticas inéditas de los lugares generadas por las tecnologías de comunicación, Lévy reivindicó a su vez una necesidad de "higiene epistemológica". La adopción en geografía de las perspectivas contrapuestas del constructivismo y del realismo ha producido consecuencias en la forma de concebir la modernidad que, según el geógrafo francés, es el componente del futuro al interior del presente. En este sentido, no es correcto hablar de sociedades tradicionales: cada sociedad tiene tradiciones y todas las sociedades son atravesadas por componentes de modernidad. Sin embargo, existen cuatro "acontecimientos" que definen en términos esenciales la modernidad: las formas de concebir la relación individuo/sociedad/mundo, la reflexividad (competencia), la globalización (entendida también como metropolización) y la ética. Pero en este nuevo escenario, ¿realmente el espacio es todavía una condición de la modernidad? Resulta así claro que las intervenciones finales del foro estuvieron más propensas a formular preguntas o indicaciones de investigación que a proporcionar respuestas.

A tal propósito, Turco delineó algunos núcleos de reflexión. En primera instancia, evocó el rol del "destinatario" de los discursos científicos: con esta figura hay que establecer un pacto de lectura, ya que en la comunicación el lector es el principal contrayente que se mide con el texto. Entonces se vuelve importante entender en qué medida este pacto es viable. En segunda instancia, el geógrafo italiano sostuvo que sería necesario ya abandonar la occidentalización de la mirada al mundo. Y si la comunicación es siempre, al menos en parte, mistificación, entonces se vuelve urgente darse unas reglas para mistificar. Así como es crucial tomar en cuenta el papel que tiene la incertidumbre, evocada por Soubeyran. Todos los temas atestiguan la complejidad de las cuestiones puestas en la mesa y la comparación entre tres generaciones de estudiosos: de algunos líderes como Claval, Frémont, Piolle, a los que en los años ochenta sostuvieron la innovación en ámbito no sólo geográfico como Berdoulay, Ferrier, Gómez Mendoza, Jauréguiberry, Lévy, Lussault o Turco, a los alumnos que retomaron la "tradición" del Laboratoire SET (entre otros, Arnauld de Sartre, Maudet, Laplace). No es pues una casualidad si también la síntesis ofrecida en la clausura por uno de los decanos de la geografía francesa, Paul Claval, profesor emérito de La Sorbona, se interrogó acerca de la contribución históricamente ofrecida por dicha disciplina humanística a la definición de una modernidad cada vez más plural. ésta representa un desafío para las ciencias sociales y de la cultura porque, a través de las transformaciones desencadenadas por ella misma, se han instaurado nuevas relaciones con el espacio y con el tiempo han hecho surgir nexos imprevistos entre la naturaleza y el trabajo humano.

 

Referencias 

Frémont, A. (1999 [1976]), La région espace vécu, Flammarion, Paris (Champs, 429).         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License