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Frontera norte

On-line version ISSN 2594-0260Print version ISSN 0187-7372

Frontera norte vol.24 n.47 México Jan./Jun. 2012

 

Reseña bibliográfica

 

De las teorías del desarrollo al desarrollo sustentable

 

José Luis Coronado Ramírez

 

Esthela Gutiérrez Garza y Édgar González Gaudiano, México, siglo XXI Editores/Universidad Autónoma de Nuevo León, 216 pp.

 

Profesor–investigador de El Colegio de la Frontera Norte. Dirección electrónica: ccalderon22@hotmail.com

 

No hay rincón del planeta que no experimente las fuerzas naturales enfrentadas a los esfuerzos humanos por mejorar su propia condición de vida y esperanzas de bienestar. Por ello, los efectos en la naturaleza y sus propias leyes son una frontera compleja vinculada a los alcances de la sociedad y sus limitaciones, así como a los posibles horizontes en su afán de construirse, reconstruirse y sobrevivir sobre la faz de la tierra.

El texto de Gutiérrez y González nos lleva de la mano en un rápido y eficiente recorrido por las reflexiones teóricas que han rodeado y conformado la idea de desarrollo. Es un breve y valiente compendio que transita por las ideas cronológicamente debatidas en diversas disciplinas académicas y por políticos avezados (y los no tanto), desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. Es una obra breve que ayudará al interesado a penetrar de lleno en un mar de interpretaciones y significados de ideas clásicas de la modernidad, que los políticos quisieran dominar y controlar como el genio de la botella, ahora indisolubles: desarrollo y sustentabilidad.

La obra se estructura revisando los debates centrales que caracterizan y cuestionan las principales condiciones económicas, sociales y ambientales de las sociedades muy disímiles entre sí en las últimas cinco décadas. Sociedades que compiten entre ellas, enfrentadas también a diferentes condiciones naturales. Son ocho capítulos breves que transitan desde las primeras menciones del término "subdesarrollo" a mediados del siglo XX, hasta las últimas propuestas sugeridas a principios del siglo XX vinculadas con la sostenibilidad. Se revisan los debates en diversos foros internacionales contemporáneos y se desmenuzan las nociones y paradigmas en construcción, que perfilarán nuestro futuro inmediato.

El titánico recorrido se inicia con la delimitación histórica del surgimiento de las teorías del desarrollo. Parte de la discusión teórica en el seno de la economía, al afrontar los cuestionamientos derivados de la desigualdad económica y social con persistencia observada entre las naciones; debates y revisiones acerca del crecimiento y la acumulación de capital, así como de la relación entre campo y ciudad y el papel que juega la innovación tecnológica tanto en la agricultura (en la producción de alimentos) como en la manufactura y el crecimiento de la población, en países y regiones enteras, perfilando un concepto ligado a la noción de desarrollo concebido como el "proceso que libera potencialidades y permite alcanzar un nivel superior a los que se desarrollan".

Se hace ajuste de cuentas también con la economía neoclásica, que orienta su énfasis en la microeconomía, con un mercado en equilibrio que, como ineludible supuesto, garantizará una asignación óptima de los recursos y en el cual los precios determinados por la libre oferta y demanda de bienes y servicios hacen a un lado, con tranquilidad, la teoría del valor y la preocupación por el crecimiento. Es un rápido recorrido por los argumentos de Keynes, tan reales hoy día, y sus definiciones de política económica orientadas a la necesaria intervención del Estado. Con una perspectiva histórica que recrea al lector, es la puerta de entrada a las ideas muy influyentes en la segunda mitad del siglo XX en América Latina y México en particular. El modernismo convertido en arquetipo: imitar el desarrollo industrial de los países de mayor dinamismo capitalista.

A partir de allí, los autores abordan las teorías de la sociedad dual y la del crecimiento por etapas, tan sugerentes como ahora criticadas, pero que tuvieron la virtud y valentía de traer explicaciones (ahora lo sabemos) sencillas y no alejadas de una dinámica interna de las economías tradicionales contra las modernas: campo contra ciudad y agricultura (o actividades primarias) contra gran industria (o manufactura), con esquemas simples donde la presión demográfica y la demanda de bienes y servicios parecían constantes inalterables y con tendencias previsibles. Su revisión ahora muestra los riesgos de intentar simplificar demasiado la realidad.

El texto revisa con una postura crítica lo propuesto en América Latina en torno de la idea de desarrollo. En particular lo propuesto desde la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), con una gama de autores latinoamericanos muy conocidos en México. Son revisadas también las teorías de la economía internacional, de la sustitución de importaciones y las que ubican al Estado como base para el desarrollo. Las tan mencionadas categorías de análisis como centro–periferia, intercambio comercial, términos de intercambio, etcétera, son recordadas, revaloradas y cuestionadas con la perspectiva que la historia de estas teorías experimentó. Es interesante cómo los autores recuerdan lo que no se hizo en materia económica como nación, con la reflexión de que era imposible hacerlo, basándose solamente en esos análisis. Al final de ese apartado se detienen los autores para revisar la teoría de la dependencia, tan cara a la academia.

Los esfuerzos por revisar la cronología de las aportaciones teóricas al desarrollo sustentable se inician en estilo sugerente cuando se recuerdan y reseñan las obras precursoras de Rachel Carson, Edward Goldsmith y Fritz Schumacher de las décadas de 1960 y 1970. Tan importantes como reveladoras para el mundo entero, cuando se empezaron a descubrir los problemas derivados del uso indiscriminado de la tecnología en la explotación de recursos naturales, los cambios generados y la urgencia de llevar a la palestra política soluciones inmediatas a un ambiente vapuleado sin piedad por la mano humana. Desde entonces, por ejemplo, se empezó a vislumbrar el efecto causado al clima y los imprevisibles trastornos por venir. También se empezaron a buscar caminos para una sociedad más estable y sustentable. En el libro se analiza, por supuesto, el papel que jugó el Club de Roma y los informes que sucedieron a Los límites del crecimiento, revisando sus aspectos positivos y los no tanto, dando paso a que se cuestionaran las ideas de progreso y las derivadas promesas de la ciencia y la tecnología con bases bastante sólidas; ya en esos años, el discurso de la modernidad tenía severas fisuras.

Además, se menciona con acierto el resurgimiento de un viejo amigo de cualquier política hegemónica: el anarquismo, ahora, a inicios del siglo XXI, revestido de múltiples motivos y justificaciones. Fueron los tiempos en que surgió también la idea del ecodesarrollo, tan efímera como conciliadora. La revisión no estaría completa si las teorías europeas de la regulación no hubieran sido consideradas. El trabajo da cuenta de los esfuerzos analíticos, principalmente en Francia, por explicar el sistema de mercado, cuya regulación según M. Aglietta, R. Boyer, B. Coriat y A. Lipietz, entre otros, pudo ser la clave para entender la temporalidad de los "hechos económicos vividos por los sujetos y el contenido social de las relaciones económicas establecidas por ellos". Distintas teorías, del Estado de bienestar, de la relación salarial y del régimen de acumulación fordista, se explican con brevedad a partir de la visión de cada modo de regulación y, por supuesto, también se critican: pues no incorporan en ellas la visión ecológica ni el cuidado ambiental, sobrevalorando el papel de las instituciones y centrando su interés en las economías de mercado de mayores dimensiones.

Otro acontecimiento remarcable en la obra es la discusión e impacto que causó traer a la mesa conceptos y visiones de Amartya Sen con la idea de desarrollo humano. Sin embargo, no es la única mencionada. En esa década, las reacciones al Consenso de Washington fueron amplias y de diverso carácter, incluso las del notable economista francés Francoise Perroux, tan influyente en la práctica y en los estudios regionales en México, que explicó con precisión las causas del subdesarrollo no sólo en América Latina, sino en todo el mundo.

El caso de las propuestas apoyadas en la obra de Sen y otros, tiene un eco importante. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1990 puso a discusión importantes conceptos en torno al desarrollo, escapando del sincretismo economicista de medirlo con base en el producto interno bruto (PIB). Conceptos e ideas tan importantes como libertad, democracia, capacidades, vida plena, vida saludable, etcétera, ubicaron en primer plano al ser humano como sujeto principal del desarrollo, e involucraron al menos tres dimensiones en su construcción conceptual: vida digna, vida saludable y acceso al conocimiento. Ahora se sabe que las propuestas del PNUD no han descansado y que los esfuerzos durante más de 20 años han venido perfeccionando, afinando e incorporando importantes temas como la pobreza, las diferencias de género, la desigualdad, condiciones de sustentabilidad, entre otras, al cálculo y medición del desarrollo.

Los autores penetran, en los dos últimos capítulos, en el desarrollo sustentable, derivado de las propuestas sucintamente revisadas de la historia de las ideas de desarrollo económico, social y cultural, en un afán por dejar claro y bien definido su concepto, así como sus actuales y diversas interpretaciones. La tarea no fue sencilla, aunque pareciera fácil traer las principales argumentaciones que incorporan lo esencial del medio ambiente como parte indispensable del desarrollo. Es la parte de la obra que le da sustento al título, pues en ella no se desglosa sólo las posturas principales del desarrollo sustentable, sino que penetra en el papel de las instituciones al proponer sus respectivas políticas, que en ocasiones se leen tan acertadas como irreales. "Responsabilidad", "transparencia", "comunidad", "honestidad", "decencia", entre otras, son categorías imperativas en ello, no obstante lo ingenuo de su exigencia en los hechos.

Más adelante, los autores se vieron obligados a repasar las diversas posturas y propuestas de los movimientos sociales ambientalistas y aceptar, dentro de toda la gama de posturas, una tipología simple pero cercana a una rápida y fácil valoración: Los ecologistas conservadores, los moderados o de sustentabilidad "débil" y los humanistas críticos. Con todas las variantes posibles en dicha clasificación de la que se derivarán las políticas y campañas mediáticas conocidas en relación con el medio ambiente. Al menos son desglosadas las propuestas siguientes: capacidad de carga, economía estacionaria, ecoespacio, huella ecológica, mochila ecológica, PIB verde, ecoeficiencia.

Es interesante cómo los autores también rescatan los esfuerzos en la concertación internacional y traen a discusión las condiciones, el peso de los aportes, los acuerdos, las desilusiones y los alcances de las conferencias internacionales de Estocolmo (1972), Ro (1992) y Johanesburgo (2002), así como el enorme peso del Informe Brundtland (1987), Nuestro futuro común. Desde una tierra a un mundo, en los cuales, con variaciones importantes, se fueron ventilando y acordando las urgentes acciones que nuestro planeta requiere de sus habitantes a fin de sobrevivir con dignidad en él.

Finalmente, la experiencia de repasar lo dicho y hecho en medio siglo, obligó a Esthela Gutiérrez y a Édgar González a debatir los temas de mayor trascendencia al concluir su obra. De hecho, se puede afirmar que el último capítulo es no sólo necesario, por la gran cantidad de preguntas que surgen a través del texto, sino conveniente y alentador. Es muy interesante verificar que la discusión aborda y da peso a los temas culturales y éticos. La constante oposición entre la ética antropocéntrica y la ética biocentrista es un marco real en que los procesos globales permiten visualizar condiciones peores para millones de personas e inclina la balanza hacia los argumentos de uno y otro lado: equidad en el desarrollo y preservación del medio ambiente.

Es una obra resumen de un largo trecho caminado por la humanidad para comprender las implicaciones de las ideas de desarrollo y de sustentabilidad como relatos modernos que se encadenan todavía a ese optimismo racional por mejorar lo que sistemáticamente destruimos: nuestro planeta.

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