Es muy difícil presentar un libro con 19 capítulos en pocas líneas. De abordar cada uno de ellos me daría tiempo apenas para delinear su contenido. Por esta razón he preferido abordar la discusión general que se entreteje a lo largo de la obra y que, gracias a las aportaciones de cada uno de los textos que la componen, se va conformando como un campo de exploración fascinante en torno a las dinámicas de los archivos digitales.

El tema de este libro responde al encuentro de dos eventos extraordinarios que cambiaron el rumbo de la historia y que es indispensable señalar aquí. El primero surge con la emergencia del desarrollo tecnológico que hace posible registrar nuevas expresiones más allá de la palabra escrita y la imagen gráfica. Grabaciones sonoras, fotografías y registros audiovisuales conquistan de manera abrumadora las colecciones históricas desde la última mitad del siglo XIX hasta que su registro se establece como práctica común a lo largo del siglo XX. Con ello, surge también la adopción de nuevas tecnologías para el registro, la consulta y la preservación de la información. A este primer evento le sigue la llegada, en el siglo XXI, del segundo evento: la era digital, que emerge como una nueva manera de efectuar registros, de consultarlos y de preservarlos a través del tiempo.

Este libro nos lleva a ver, justamente, de qué manera la era digital surge como una solución para sobrepasar las precariedades de almacenamiento y de preservación de estos materiales, todos ellos materiales análogos. Los capítulos de este libro tienen la particularidad de ofrecer una serie de reflexiones que dejan ver la importancia de considerar el mundo digital no tanto como un panorama de conservación resuelto, sino más bien como un campo de reflexión emergente sobre el manejo de los materiales sonoros y audiovisuales y sobre su preservación en el tiempo. De aquí la pertinencia de hablar de sustentabilidad como característica imprescindible de todo archivo digital que busca ir encontrando la manera de sobrevivir a pesar de -y gracias a- la vertiginosa transformación digital en la que nos tocó vivir.

Algunos de los artículos de esta obra nos dan detalles sobre los tipos de materiales que suelen almacenarse en los archivos digitales (visual, audiovisual, sonoro, partituras musicales, documentos sonoro-etnográficos, etcétera); otros nos dan ejemplos de proyectos archivísticos y sus metodologías; otros más nos exponen las metas atribuidas a los archivos digitales y a quienes se dedican a construirlos y preservarlos; otros más se concentran en expresar los retos y desafíos que suponen este tipo de repositorios.

Es de subrayar la diversidad de la experiencia archivística que se expone en este volumen: un acervo de programación de televisión, un archivo digital de lenguas y culturas indígenas, una plataforma digital, un centro de documentación universitario para el patrimonio fílmico, una fonoteca, un acervo de programas de radio, una agrupación de televisión y radio universitarias, una dirección de actividades cinematográficas, entre otros.

Todas estas iniciativas dejan ver los esfuerzos institucionales y personales que se han invertido en pos de los archivos digitales; también exponen las diversas perspectivas desde las cuales se enfrenta la cuestión de los archivos digitales: la bibliotecología y la técnica, pero también la museografía, la antropología, la lingüística, el arte, las ciencias de la comunicación. Esta riqueza de visiones es una de las grandes aportaciones del libro.

En el conjunto de la obra podemos distinguir tres temáticas centrales que ilustran la vida de los archivos digitales: los antecedentes, la planeación y puesta en marcha, su funcionamiento a través del tiempo (es decir, las distintas formas de implementación) y su futuro (los desafíos y retos).

La preservación aparece como una de sus tareas urgentes, para rescatar diversos tipos de materiales análogos (cinematográficos, de investigación lingüística, cultural, histórica, etcétera) y para garantizar la accesibilidad a los materiales digitales. El libro expone distintas estrategias y metodologías que se han empleado y se emplearán para lograrlo.

En todo el texto aparecen dos objetivos centrales que surgen como el hilo conductor entre toda la diversidad de propuestas sobre archivos digitales: la preservación digital y el acceso abierto. Con estos dos elementos y su consolidación, los repositorios digitales se coronan como los acervos privilegiados para el futuro y se exponen las dos metas principales de todo archivo digital: conservar y difundir, como estrategias para combatir la rápida obsolescencia tecnológica y la desigual distribución del conocimiento que se ha creado en distintos ámbitos del saber.

Para preservar los documentos digitales, cuyo número se multiplica exponencialmente cada día, no son pocos los pasos necesarios a seguir ni los temas a considerar. Además, el libro muestra cómo la transformación continua de la tecnología obliga a considerar el factor “tiempo”; como lo muestran las páginas de este libro, a un proyecto digital no suele proyectársele más de 5 años de vida, en los que, por cierto, deberá cumplir con una serie de procesos y requisitos como asegurar los procesos técnicos de la conservación y preservación digital; elaborar estructuras de clasificación y ordenamiento de metadatos; organizar y catalogar los fondos, actualizar archivos y acervos; garantizar el acceso abierto y la difusión, por sólo nombrar algunas de sus tareas.

Al abordar distintos procesos archivísticos desde diferentes perspectivas del conocimiento y desde los diferentes momentos de su desarrollo y consolidación, este libro ofrece material sin duda interesante para todos aquellos que se interesen en entender la dinámica de los archivos digitales, pero también para aquellos que, desde más cerca, busquen información para analizar un proyecto de repositorio digital o incluso para desarrollar o consolidar uno.

La modernidad exige colaboraciones complejas para abordar temas complejos, como lo son los registros digitales audiovisuales y sonoros. Sin duda, este libro sabe subrayar el contexto interinstitucional, plurinacional e interdisciplinario en el que emergen de manera natural los proyectos archivísticos digitales que les son consagrados a estas manifestaciones multimodales. De esta manera, ofrece al lector una gran probadita de lo que supone esta nueva manera de recordar, de resguardar y de recolectar información.