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Investigación económica

Print version ISSN 0185-1667

Inv. Econ vol.81 n.322 Ciudad de México Oct./Dec. 2022  Epub Feb 24, 2023

https://doi.org/10.22201/fe.01851667p.2022.322.83638 

Reseña bibliográfica

Breve historia del pensamiento económico, Heinz D. Kurz

Raúl Carbajal Cortés1 

1 Facultad de Economía, UNAM. Correo electrónico: raulc@economia.unam.mx

Breve historia del pensamiento económico. Kurz, Heinz D.. México: Fondo de Cultura Económica, 2022. 415p.


La historia del pensamiento económico ha evolucionado en los últimos años hacia la exposición sistemática de las teorías económicas que se han desarrollado a lo largo del tiempo, desde su exposición a través de la concepción de las doctrinas económicas, pasando por la noción de escuelas de pensamiento, hasta concebir las ideas económicas como sistemas económicos.

El libro Breve historia del pensamiento económico de Heinz D. Kurz, publicado por el Fondo de Cultura Económica, viene a aportar dentro de la literatura económica, de la historia de la teoría económica, un texto actual que expone de manera ponderada y reflexiva el desarrollo de las ideas económicas que se han gestado desde la antigüedad hasta la modernidad.

El eje articulador de la exposición de los sistemas de pensamiento es el de considerar que el desarrollo del análisis económico no es lineal, y que no necesariamente los planteamientos económicos del pasado deben ser desechados, sin pasar por una contrastación crítica de la similitud de aquellos puntos centrales de análisis entre las teorías económicas actuales y las del pasado.

Se debe partir, en el estudio del pensamiento, por considerar que las ideas económicas del pasado no necesariamente son erróneas por provenir de contextos históricos anteriores al dominio de la teoría económica actual; lo que el autor pone para la reflexión de los estudiosos de la historia del pensamiento económico es que su escrutinio permitirá “hacernos inmunes a la idea ingenua de que el privilegio de articular ideas correctas les corresponde sólo a los economistas vivos”. Es desde esta óptica que la lectura de las aportaciones de los pensadores económicos da una mejor perspectiva para evitar pensar que lo nuevo es necesariamente superior a lo escrito en épocas anteriores.

En el libro de Kurz la exposición sigue la cronología estándar para ubicar el desarrollo de las ideas económicas, analiza lo esencial y relevante de los sistemas de pensamiento, de autores y sus teorías económicas, en un fresco histórico-cronológico que ilustra puntualmente los avances y retrocesos del pensamiento económico.

El libro se divide en trece capítulos, y el último cobra especial relevancia porque revisa los avances del pensamiento económico latinoamericano que no es usual ver en la literatura del pensamiento económico, dominado por autores de habla anglosajona y en general europea.

El planteamiento de las primeras ideas económicas se remonta hasta el origen mismo de la civilización, como es el reconocimiento general en el estudio del pensamiento económico, que el autor menciona brevemente y a partir de este origen inicia su exposición.

El estudio de la economía tiene en la formación de precios uno de sus elementos centrales para explicar el mercado; con Aristóteles el intercambio se da con la mediación del oro, el resultado del intercambio debe ser justo y se expresa en el precio natural. En este contexto, el autor destaca que Aristóteles distingue entre valor de uso y valor de cambio, el primero para satisfacer ciertas necesidades y el segundo con la cantidad de dinero; Aristóteles presentó no cómo se forman los precios sino “una norma a la que los precios supuestamente prestan obediencia”, dicha norma que reproduce a la sociedad debe garantizar una distribución justa de la riqueza.

La integración del pensamiento aristotélico con la doctrina cristiana dio pasó al escolasticismo, destacando que el aspecto central de la doctrina económica del medioevo fue la condena contra la usura, entre los argumentos subrayan que “el dinero es estéril” y que “pedir y pagar un préstamo no justifica ningún interés”.

En el libro se destacan las corrientes del mercantilismo, el bullionismo, el colbertismo y el cameralismo, variantes reflejo, a decir de Kurz, de una falta de coherencia y clasificación clara. Kurz considera, para la economía política clásica, ocho elementos que dan forma al pensamiento clásico: primero, la economía se rige por las leyes; segundo, la sociedad se divide en clases; tercero, identifica la interdependencia de los mercados; cuarto, el interés personal rige las motivaciones individuales; quinto, la “riqueza de una nación se expresa en términos del tamaño de su producto social neto per cápita”; sexto, destaca a la competencia como “fuerza que presta orden y coherencia al sistema económico”; séptimo, el comportamiento de los capitalistas con relación a “[l]a concepción de una tendencia hacia una tasa uniforme de ganancias” y, por último, la explicación de la formación de precios de mercado: los precios gravitatorios.

Heinz D. Kurz expone el pensamiento de Adam Smith como una teoría aún vigente en temas como las motivaciones del interés personal, la explicación del mercado, la acumulación de capital, la distribución del producto social, y nos recuerda al Smith crítico de la actividad económica del sector privado, al considerar que la participación del Estado “sólo debía ocuparse de las tareas que los agentes privados fueran incapaces de llevar a cabo”.

La exposición que Kurz hace de la teoría del valor trabajo de David Ricardo sirve para explicar la distribución del ingreso, y sus conocimientos de cómo se forma la renta diferencial de la tierra, conocimiento que adicionalmente le permitió a Ricardo adquirir tierras y convertirse en un acaudalado terrateniente. La aportación central respecto al principio de la ventaja comparativa propuesta por Ricardo, y destacada por Kurz, es que cualquier país que tenga un comercio exterior desfavorable puede mediante su participación conseguir que la “división del trabajo sea mutuamente ventajosa” entre los países.

El pensamiento crítico de Karl Marx se expone en este libro como la construcción teórica de un sistema en donde en el trasfondo del excedente y la reproducción del capital están las relaciones antagónicas entre dos clases sociales, situación que agudiza las contradicciones del modo de producción capitalista y crea las condiciones para incidir en un cambio radical del sistema hacia una nueva sociedad. En este sentido, Kurz reconoce en Marx las aportaciones importantes de la “ley del movimiento” del capitalismo junto con la “variable clave” de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. En las consideraciones sobre el estudio de la obra de Marx, menciona el proyecto de Marcello Musto de reorganizar los vastos borradores de las obras completas de Marx (MEGA), en donde “Marx sentía que sus estudios no llegaban al grado de madurez necesaria para su publicación”.

La lectura de los capítulos dedicados al marginalismo, desde sus precursores hasta los cuatro autores centrales, William Stanley Jevons, Carl Menger, Léon Walras y Alfred Marshall, enseña que esta corriente de pensamiento viró el marco de análisis hacia las condiciones de la formación de decisiones racionales, ya no de clases, sino de consumidores y factores de la producción. En este sentido, la crítica se dirigió hacia la economía política clásica y hacia el marxismo, aportando un nuevo análisis que partía de redefinir las categorías del comportamiento de los consumidores. De ahí que centraran sus ideas en cómo los consumidores decidían en función de la utilidad marginal.

Kurz expone ocho características de la teoría económica marginalista: es una “nueva definición de la disciplina” basada en el “individualismo metodológico”; la “teoría completa de precios y distribución del ingreso debe tomar en cuenta factores o fuerzas tanto objetivos como subjetivos”, donde el “individuo aislado” es el objeto de estudio; enfatiza el incremento en el margen de las variables, “el razonamiento contrafactual” y la estática comparativa usual en el análisis microeconómico actual; establece la existencia de leyes similares en la producción y el consumo destacando que el principio de la productividad marginal permitió explicar la distribución entre los factores de la producción; distingue los “problemas de optimización restringida”; se basa en el conocido supuesto ceteris paribus; la sustituibilidad entre los bienes y los factores de la producción para alcanzar un nivel de producción de equilibrio y, por último, la distinción entre equilibrio parcial y equilibrio general.

El equilibrio parcial, como herramienta de análisis microeconómico, se basa en una propuesta metodológica de Alfred Marshall, explica las interacciones entre la demanda y la oferta en condiciones de mercados perfectos y como complemento al estudio del equilibrio general. Marshall destaca el “análisis del periodo” al introducir el factor tiempo, y con ello el efecto en los precios en el corto y largo plazo. Kurz plantea que al igual que los clásicos, Marshall identificó una “tasa uniforme de rendimiento del capital”.

En la teoría de la empresa en torno a la curva de oferta de largo plazo en donde el precio se determina por los costos unitarios, Marshall introduce las economías de escala y las economías externas de las industrias para explicar los grandes volúmenes de producción; Kurz destaca la crítica que realizó Sraffa al análisis del equilibrio parcial al afirmar que para la industria el “caso de los costos variables es incompatible con el supuesto de competencia”.

El utilitarismo como corriente de pensamiento filosófico se integra al análisis marginalista, sus autores clásicos son Jeremy Bentham, Francis Y. Edgeworth y, con algunas variantes, Eugene Slustky, John Hicks, Arthur C. Pigou y Vilfredo Pareto, entre otros. Pareto desarrolló los teoremas del bienestar y como consecuencia empírica de lo anterior se derivó la medición de la distribución del ingreso y la curva de Lorenz.

A partir de este momento, Kurz explora las teorías de la competencia imperfecta. Si aplicáramos la metodología de Lakatos,1 empezaría a formarse aquí un programa de investigación científica en torno a construir un cinturón protector frente al núcleo central de la teoría económica marginalista o neoclásica a través de la crítica a la competencia perfecta. El libro de Kurz tiene un capítulo referente a la trascendencia de las aportaciones de Joseph Schumpeter, coloca sus aportes en el mismo nivel que los de Marx y Keynes; una de sus contribuciones más importantes fue el análisis de la “destrucción creativa” como el motivo de los cambios en la economía.

Con el nacimiento de la macroeconomía moderna la teoría económica encuentra en la aplicación práctica de la política económica el principio de la demanda efectiva, desarrollado por John Maynard Keynes. Keynes extendió su crítica a la ortodoxia neoclásica centrada en la ley de Say en el sentido de que en el mercado de trabajo el salario real es inflexible a la baja. Kurz analiza la manera en que Keynes concibe la tasa de interés determinada en el mercado de dinero, en la cual Keynes había trabajado antes de su Teoría General. Keynes sostiene que en condiciones de liquidez suficiente puede incentivar la inversión productiva, dado que “la esfera real y la monetaria de la economía se encuentran estrechamente relacionadas”.

Una de las reacciones al pensamiento keynesiano se tradujo en una síntesis de la teoría de la demanda efectiva y de la tasa de interés en el modelo IS-LM (la síntesis neoclásica) de Hicks. Otros desarrollos analíticos fueron la dinámica económica de Roy Harrod y Evsey Domar, la teoría de los ciclos económicos de Michal Kalecki. En el caso particular de este último, Kurz reconoce su aporte de la teoría de la demanda efectiva antes que Keynes, tal y como también Joan Robinson lo había planteado.

Por último, como una contribución novedosa en un libro de historia del pensamiento económico, Kurz revisa las teorías recientes, por ejemplo, la teoría de juegos, el debate sobre la teoría del capital, del crecimiento económico, la economía espacial y urbana, la economía del desarrollo y la nueva geografía económica, la teoría de la elección pública, la economía conductual y experimental, la nueva economía institucional y la de mercados financieros eficientes; todas las teorías las presenta con un tratamiento puntual que invita a profundizar en las diversas temáticas que por sí mismas arrojan proyectos de investigación científica con alta especialización en la actualidad.

La inclusión del capítulo “La teoría del desarrollo económico en América Latina”, es un aporte sustancial en la bibliografía sobre el pensamiento económico para el mundo latinoamericano; el tema de este capítulo rara vez es incluido en un texto de historia general del pensamiento económico. En nuestro subcontinente, desde la era de la colonia, las ideas mercantilistas permeaban en la política comercial, desde Jerónimo de Ustáriz hasta Pedro de Campomanes; en la independencia y la consolidación de los Estados latinoamericanos la influencia de las ideas panfletistas del pensamiento liberal delineó las políticas de los países de América Latina; no será sino hasta mediados del siglo XX que, con la influencia de las teorías del desarrollo, del marxismo y del keynesianismo surgirá una teoría original propiamente del subcontinente latinoamericano.

El autor de este capítulo final, Ignacio Perrotini, expone las ideas originales de los pensadores latinoamericanos a través de los enfoques estructuralista, neomarxista y sociológico de la dependencia, que se van construyendo a lo largo del siglo XX, y que ante los cambios mundiales productos de la globalización han dado lugar a las ideas neoestructuralistas y el enfoque más reciente, en originalidad, que integra los planteamientos de la economía del desarrollo y la teoría neoclásica del crecimiento económico endógeno que revitaliza el pensamiento latinoamericano actual.

Heinz D. Kurz concluye que el estudio del pensamiento económico nos obliga a prevenirnos de las ideas que hoy, revestidas de modernismo e infalibilidad técnica, nos dictan políticas que no necesariamente son las correctas. Por ello estudiar la historia del pensamiento económico debe pasar por el tamiz de la experiencia vivida por los economistas más lúcidos del pasado.

Referencias

Blaug, M. (1980). La metodología de la economía. Madrid: Alianza editorial. [ Links ]

Brue, S.L. y Grant, R.R. (2008). Historia del pensamiento económico. México: CENGAGE Learning. [ Links ]

Ekelud, B.R. y Hébert, F.R. (1996). Historia de la teoría económica y de su método. México: McGraw Hill. [ Links ]

Kicillof, A. (2019). De Smith a Keynes. México: Siglo XXI. [ Links ]

Rima, H. (1996). Análisis del desarrollo económico. España: IRWIN. [ Links ]

Roncaglia, A. (1998). La riqueza de las ideas. España: Prensa UZ. [ Links ]

1 Blaug (1980) hace una revisión de las metodologías para el estudio de las ideas económicas.

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