SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.22 issue76El Primero sueño de sor Juana Inés de la Cruz: Bases tomistasEl imaginario de Luis Márquez author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas

Print version ISSN 0185-1276

An. Inst. Investig. Estét vol.22 n.76 Ciudad de México Mar./Jun. 2000

 

Reseñas

 

Los gremios de plateros y de batihojas en la ciudad de Quito (siglo XVIII ) de Gloria M. Garzón Montenegro y Jesús Paniagua Pérez

 

por Jorge Zepeda

 

México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 2000 (Monografías de Arte, 26)

 

Como primera parte de una extensa investigación sobre la orfebrería en la ciudad de Quito, este volumen reúne diversos datos históricos y sociales que intentan aproximarse a las circunstancias que rodearon y condicionaron en más de una forma la actividad de los gremios de plateros y batihojas en el siglo XVIII.

En el primer capítulo ("Los plateros quiteños en los siglos XVI y XVII") se desarrolla la exposición pormenorizada de los escasos antecedentes disponibles en torno a este oficio en los siglos precedentes, punto de partida para contextualizar la trayectoria de dichos grupos de artesanos a lo largo del periodo examinado.

El segundo capítulo, "Quito en el siglo XVIII", traza un panorama de los distintos factores que configuraron la historia de la localidad a lo largo de la centuria, y cuyos rasgos más sobresalientes son la inestabilidad administrativa por los cambios de adscripción, ya como parte del virreinato de Lima o del intermitente virreinato de la Nueva Granda, hasta su reducción territorial, en 1803; fluctuación demográfica con tendencia a la baja debido a crisis económicas, epidemias y catástrofes naturales, entre otros; actividad económica reducida por carencias de circulante; revueltas populares en respuesta  a las reformas impositivas borbónicas; una clase clerical compuesta en su mayor parte por criollos, poseedores de recursos relativamente sanos óde ahí su importancia como clientes sobresalientes del gremio de los orfebresó; y una producción artística importante, a pesar de la crisis económica.

Una consecuencia de centrar el estudio del tema en el siglo XVIII es la posibilidad de apreciar los efectos de la puesta en práctica de las reformas borbónicas en materia fiscal, las cuales pusieron al descubierto que tanto plateros como batihojas se desempeñaban sin cumplir los lineamientos dispuestos por la corona. Así lo hacen patente también los intentos que, según los testimonios aportados, por lo menos dos maestros plateros protagonizaron por perpetuarse en los cargos de control del gremio, como se muestra paradigmáticamente en los casos de José Murillo y Xavier Ruiz, que evidencian el choque de intereses a su interior y los problemas de jurisdicción sobre nombramientos de tal naturaleza entre el cabildo quiteño, por una parte, y la Audiencia y el virrey. La historia de la cofradía correspondiente, de san Eligio o san Eloy, también atestiguó pugnas semejantes, centradas en el manejo de los recursos destinados al cumplimiento de las fiestas religiosas y las devociones debidas al patrono del gremio; en ellas destaca la rivalidad de los grupos encabezados por José Murillo y José Albán y Palis, respectivamente.

El capítulo "Los plateros y los batihojas" da cuenta de la organización jerárquica del gremio y de los mecanismos del ascenso, requisitos mediante los cuales un oficial llegaba a independizarse y a establecer su propio taller y tienda. La distribución de algunos de dichos sitios según un plano de 1725 (p. 136) permite percibir la ausencia de todos

los establecimientos de la calle que recibía el nombre del gremio, un efecto más de la crisis económica de la ciudad, y de los elevados costos de adquisición de inmuebles en dicha área, inaccesibles para un artesano. Como en todos los apartados descritos, el estudio de casos particulares posibilita el conocimiento de la dinámica interna del gremio.

"El oro y la plata" expone la escasez de orfebrería con respecto a las piezas inventariadas en la época colonial, debido a momentos muy precisos de la historia de la ciudad, que provocaron pérdidas y desapariciones, como la Independencia, la expulsión de los jesuitas y la Ley de Cultos de 1904. A ello debe sumarse la frecuente práctica de fundir piezas viejas para obtener otras, característica del sector eclesiástico. Se aprecian, también, otros aspectos de la ilegalidad extendida dentro del gremio, puesto que la mayor parte de los metales trabajados carecían de las marcas correspondientes al quinto y, por tanto, evadían al fisco. Consecuencia lógica de lo anterior era la falta, asimismo, de la marca del orfebre, lo cual dificulta el estudio estilístico de la platería que los autores realizan en el capítulo "La evolución formal de la platería quiteña". No obstante, se ofrece en él un esbozo introductorio y panorámico de la influencia predominante del barroco sobre el rococó decorativo y el neoclasicismo, tendencias desarrolladas a lo largo de esta etapa. Cierran el apartado los estudios descriptivos y contextuales de las piezas cuyo autor ha sido identificado, todas ellas de carácter eclesiástico, rasgo que los investigadores atribuyen a que la autoridad civil no actuaría legalmente a pesar de tratarse también, en la mayoría de los casos, de metal que había evadido sus disposiciones tributarias. Acompañan a esta breve panorámica fotografías en blanco y negro de las piezas susodichas, así como un conjunto de 16 reproducciones fotográficas más, todas ellas eclesiásticas. En resumen, un significativo balance de la producción de los orfebres quiteños.

El último capítulo corresponde a la nómina anotada de plateros y batihojas ordenada alfabéticamente, que reúne bajo cada entrada el total de la información disponible hasta el momento sobre cada uno de los artesanos identificados, los maestros plateros y sus respectivos oficiales.

Cierra el volumen el apéndice que reproduce las Ordenanzas de Guatemala (1781), documento que regía la actividad del gremio platero en todos sus aspectos, además del reglamento decretado por la Audiencia en 1779, efectivo sobre la jurisdicción de Quito.

Es de gran mérito la labor desarrollada por los autores, pues la investigación documental en el ámbito hispánico suele toparse con la carencia de fuentes merced a circunstancias sociales e históricas muy particulares, a la dispersión de documentos y testimonios, o a la imposibilidad de acceso a ciertos archivos o colecciones. El texto reseñado no estuvo libre de dichos obstáculos, mas resulta gratificante el empeño por reconstruir, así sea fragmentariamente, la nómina de los maestros mayores del gremio, la de los mayordomos de la cofradía, o aún más allá, la de los oficiales integrantes del taller de cierto maestro en un momento particular por medios indirectos (pp. 131-134). Si la tarea del historiador puede aspirar sólo a ofrecer aproximaciones parciales a realidades pretéritas, los autores han logrado obtener el máximo beneficio posible a partir de los recursos y la información disponibles a su empeño.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License