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La mística del Sanatorio de Huipulco será: sentido de trabajo y sentido de responsabilidad, mediante la cual cumpliremos con nuestro deber de médicos y de hombres con México, patria entrañable; con nuestros enfermos, hermanos en dolor y en el sufrimiento, y con el prestigio de la medicina de nuestro país, a la que servimos con cariño, desinterés y firme voluntad.
Dr. Ismael Cosío Villegas (19 de abril de 1958)
El 16 marzo de 2021 el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas (INER) cumple 85 años de vida, este octagenario edificio cuenta con una tradición de entrega, sacrificio, vocación, espíritu de servicio y alto sentido de responsabilidad a través de las décadas, el largo camino del antiguo Sanatorio para Tuberculosos de Huipulco a Instituto Nacional de Salud es digno de comentarse y reconocerse.
Génesis (1936-1945)
En la década de los 30 del siglo pasado, la tuberculosis, la llamada «peste blanca», se encontraba dentro de las ocho principales causas de muerte en nuestro país.
En 1905, el Hospital General de México contaba con dos pisos para el internamiento de los pacientes con tuberculosis, el Dr. Eduardo Liceaga, que inició el uso de la tuberculina, mencionó que el internar tuberculosos en el Hospital General era una solución transitoria, pues debería construirse un hospital especialmente dedicado al tratamiento de estos enfermos.
La necesidad imperante de contener dicha patología obligó a la apertura de centros hospitalarios, que ofrecieran el oportuno manejo y tratamiento para la población afectada por la tuberculosis, razón de ser del denominado Sanatorio de Huipulco.
La idea de su construcción viene desde la campaña antituberculosa encabezada por el Dr. Ismael Cosío Villegas en los años 20 (Figura 1).
Figura 1: Dr. Ismael Cosío Villegas.Tomada de: http://www.facmed.unam.mx/sms/seam2k1/2008/img/044_oct_04.jpg
El diseño y ubicación en Tlalpan del nuevo hospital contaba con las siguientes condiciones naturales requeridas, por lo que se consideraba que era el tratamiento óptimo para esta infección:
La pureza del aire, exento de humo y polvo.
Sequedad del mismo aire.
Una temperatura medida, no extremosa y sin contrastes demasiado marcados en el transcurso del día.
Protección contra los vientos, en especial los del norte, por bosques y montañas.
Exposición suficiente a los rayos solares e insolación de larga duración, con luminosidad intensa, limpieza de cielo y calma atmosférica (Figura 2).
El arquitecto José Villagrán García fue quien diseñó dicha encomienda, la estructura es de una singularidad que actualmente está protegida por la federación porque se considera un edificio clasificado, por lo que no es posible hacer modificaciones a su estructura original (Figura 3).
Figura 3: Estructura original del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Tomada de: http://www.medigraphic.com/iner/iner/e1-indir.htm
El 24 de febrero de 1934 aparece en el Diario Oficial por parte del presidente Abelardo L. Rodríguez el decreto que establece de modo permanente la «Campaña contra la tuberculosis».
«[...]considerando: que siendo la prevención de la tuberculosis una función de higiene social, deben ponerse en vigor medidas profilácticas, encaminadas a combatirla, y al encontrarse un agente de esta clase que sea inocuo y de valor efectivo, deberá hacerse su aplicación de un modo sistemático; que en el estado actual de nuestros conocimientos deberá considerarse que la prevención de la infección representa la actividad primaria en la campaña contra la tuberculosis; que los tratamientos especializados curan cierto número de enfermos, estancan la enfermedad en un número todavía mayor y merman la morbiletalidad, por lo que representan un medio profiláctico si se emprenden en establecimientos que al mismo tiempo que los imparten sean instituciones dedicadas al aislamiento y a convertir los casos abiertos en no infecciosos; que el organismo profiláctico esencial es el dispensario antituberculoso, destinado a buscar, clasificar y distribuir los casos de tuberculosos en todas las clases de la población, así como a vigilar las medidas profilácticas que están sujetos los enfermos de este mal».
A principios de 1935, se nombra al Dr. Donato G. Alarcón como organizador de los trabajos a punto de concluirse y primer director del Sanatorio de Huipulco, mostrando un informe del mismo el 31 de octubre del mismo año. Se hace la inauguración del predio el 31 de diciembre y el 03 de enero de 1936 aparece en la revista Asistencia:
«[...]está formado por tres pabellones, con cuatro salas cada uno, donde pueden alojarse más de trecientos pacientes, contando las plantas, alta y baja, con sendos turnos de médicos y enfermeras. En las salas de cura de aire y reposo hay suficiente capacidad, con ventanas que permiten graduar la ventilación, siendo de notarse que los pisos son especiales para temperaturas determinadas, sin faltar sanitarios y esterilización para enfermos febricitantes... asciendo el costo del sanatorio a millón y medio de pesos, teniendo en cuenta, además, la parte material que es de un acabado poco común por razones de acondicionamiento en la totalidad de sus dependencias, incluyendo farmacia, cocina, lavandería y demás, cuyos equipos compiten con los mejores».
El 16 de marzo de 1936 ingresa el primer paciente al Sanatorio, de nombre Luciano González Z. de 36 años, agricultor (Tabla 1).
Tabla 1: Primeros médicos en el Sanatorio de Huipulco.
| Donato G. Alarcón |
| Ismael Cosío Villegas |
| Aniceto del Río Peralta |
| Sergio Varela A. del Castillo |
| Alfredo Iglesias Ávila |
| Miguel Jiménez Sánchez |
| Javier Hernández Salamanca |
| Mario Vergara Soto |
| Alejandro Celis Salazar |
| Ricardo Tapia Acuña |
La jefa de enfermeras era la señorita Aurelia Saldierna Rodríguez, de quien en su honor la escuela de enfermería del INER lleva su nombre en la actualidad, con una trayectoria exitosa de egresados en alianza académica con la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de nuestra máxima casa de estudios.
Para 1938, el auge de pacientes ingresados hacía insuficiente la estructura inicial, por lo que se decidió su ampliación. En 1941 se agregan a la plantilla médica los doctores Fernando Katz Avrutzky y Fernando Rébora Gutiérrez.
A pesar de la crisis ocasionada por la Segunda Guerra Mundial en 1942, el Sanatorio de Huipulco con sus 220 camas sobrepasaba en trabajo a los hospitales Metropolitan y Bellevue de Nueva York. El número de dispensarios para el manejo de la tuberculosis en el Distrito Federal eran ocho y 25 en el resto del país.
Para obtener recursos económicos se emite un timbre postal en 1943 con un boceto y fantasía inspirada en el Cuadro La adoración de los pastores o La noche de Antonio Allegri, en años subsecuentes se ofrecieron otros diseños (Figura 4).
El maestro Dr. Leo Eloesser, eminente cirujano de tórax, visita el sanatorio en febrero de dicho año, teniendo además la visita de distinguidas personalidades en septiembre, debido a la realización del octavo curso de posgraduados sobre tuberculosis, como los doctores Chevalier Jackson y Edgar Mayer, realizándose la primera intubación orotraqueal en una lobectomía durante el congreso por el Dr. William B. Neff.
En 1944 se realiza el primer Congreso Nacional de Tuberculosis, donde los médicos del sanatorio tuvieron una participación relevante.
Debido a las largas estancias hospitalarias que podrían ser de un año, el número de ingresos no variaba enormemente. Ingresos: 1941: 317; 1942: 365; 1943: 398; 1944: 455; y 1945: 518.
Desarrollo (1946-2007)
El Sanatorio de Huipulco trata de estrechar lazos entre todos quienes se dedican al estudio de la tuberculosis; busca armonizar el criterio diagnóstico para, evaluado cada caso, aplicar un tratamiento uniforme que siente las bases del cuidado de los enfermos en todo el país. Crece en número de camas y en los servicios auxiliares.
El 17 de julio de 1953, el Dr. Miguel Schulz Contreras, reciente fallecido, realiza la primera autopsia en el hospital, aún sin contar con un departamento especializado para el mismo.
En 1956 asume el cargo de director el Dr. Ismael Cosío Villegas con la encomienda de mejorar el desempeño del sanatorio.
Para 1959 el hospital contaba con 48 médicos y 88 enfermeras.
Se fortalece la campaña contra la tuberculosis 1959-1960.
En 1961 se abre la unidad de patología.
En 1962 el Dr. Cosío es presidente de la Academia Nacional de Medicina.
Ingresos anuales 1959: 651; 1960: 641; 1961: 720; 1962: 827; y 1963: 896, las camas de hospitalización aumentaron a 567 en 1963.
A pesar del ímpetu y apoyo del Dr. Ismael Cosío Villegas hacia el sanatorio, se le exige su renuncia por su participación en el movimiento médico, denominado «movimiento blanco» el 1 de febrero de 1965.
No obstante, el Dr. Cosío continúa en el sanatorio unos meses más, recibe en devolución las renuncias de 30 médicos del personal de planta en solidaridad con él desde la Secretaría de Salubridad y Asistencia encabezada por el Dr. Rafael Moreno Valle, le explica que por acuerdo presidencial no se les aceptan, tomando en cuenta la indispensable colaboración de ellos para seguir atendiendo las labores hospitalarias.
El Dr. Cosío presenta su renuncia definitiva al sanatorio el 30 de septiembre de 1965, no volviendo en el resto de su vida a su casa académica. Lo sustituye el Dr. Fernando Rébora y en noviembre de 1966 se designa al Dr. Miguel Jiménez Sánchez como nuevo director. El período del Dr. Jiménez se caracterizó por crecimiento cuantitativo y cualitativo de las actividades del hospital, se crearon y se remodelaron áreas, se edificaron servicios auxiliares y de consulta, fundó las bases para la creación de lo que sería la neumología moderna.
En 1965 se inicia la unidad infantil con 48 camas, siendo el Dr. Fernando Katz Avrutzky el jefe de servicio, en la actualidad la unidad lleva su nombre.
El INER fue el único centro de atención de tuberculosis de los 33 existentes en el país que sobrevivió a su vocación de servicio, la patología pulmonar.
Hubo reestructuración del número de camas, disminuyendo el número de las mismas, pero haciendo los pabellones de especialidad: Pabellón 1: neumopatía intersticial; 2: tuberculosis y patología pleural; 3: cáncer pulmonar; 4: VIH y enfermedades infecciosas; 5: EPOC; 6: asma por varias décadas, actualmente unidad de farmacología.
En 1971, se hace la ceremonia de inauguración del aula «Doctor Miguel Jiménez», la cual con el paso de los años se convirtió en el Auditorio Miguel Jiménez.
Durante las jornadas del hospital se tuvo la visita de los Dres. Giuseppe Daddi, Annik Rouillón y J.R. Bignall, prominentes especialistas en medicina respiratoria.
En 1972, el Dr. Miguel Jiménez Sánchez asume la presidencia de la Unión Internacional contra la Tuberculosis.
En 1973 se construyeron las aulas de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, y en 1974 se hace un nuevo comedor para empleados.
El 16 de enero de 1975, por acuerdo del Secretario de Salubridad y Asistencia, el Doctor Jorge Jiménez Cantú, nace el Instituto Nacional de Enfermedades Pulmonares (INEP), en 1976 se crea el servicio de medicina nuclear.
El 22 de enero de 1977, el Dr. Miguel Jiménez presenta su renuncia por causas de salud, queda a cargo de la dirección el Dr. José Luis Luna Aguilar a partir del 10 de febrero de 1977, el Dr. Jiménez fallece el 22 de abril del mismo año.
El 09 de marzo de 1977, se le hace un homenaje al Dr. Ismael Cosío Villegas en el Instituto Nacional de Cardiología, para festejar sus 50 años de labor profesional.
En 1978, el secretario de salubridad el Dr. Emilio Martínez Manautou visita el hospital. Durante el período 1977-1980 hubo contratación importante de personal médico, paramédico, técnico y administrativo.
Debido a enfrentamientos con la base trabajadora, el Dr. Luna es removido de su cargo el 11 de julio de 1980, dejando al Dr. Horacio Rubio Monteverde como nuevo director.
Esta nueva gestión se enfrenta con el riesgo de desaparecer al INEP, ya que se tenía la intención de hacerlo hospital general, se convocó a un estudio que duró más de 14 meses y se presentó a las autoridades de la Secretaría de Salubridad, reflejando la imperiosa necesidad de mantener la vocación de servicio de la salud respiratoria, siendo el único hospital de atención de tuberculosis que se mantuvo en su línea asistencial.
El 14 de enero de 1982, se crea el nuevo Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), apareciendo en el Diario Oficial de la Federación el decreto presidencial. Se cuenta con un total de 1,208 personas en la plantilla laboral.
En 1983 se obtiene equipo de telecomando de rayos X. Se forma la biblioteca «Doctor Horacio Rubio Palacios» en presencia del homenajeado. Crece el Departamento de Enseñanza con 10 aulas, bibliohemeroteca, residencia de médicos, área de audiovisual y oficinas administrativas.
En 1985 se hace la inauguración del Departamento de Microbiología y Virología por el Dr. Guillermo Soberón, Secretario de Salud.
Muere el Dr. Ismael Cosío Villegas el 02 de agosto de 1985, se le rinde homenaje el 21 de dicho mes en la sala de juntas de la Subdirección Médica del INER, en la Academia Nacional de Medicina el 13 de septiembre y el 25 de septiembre se hace un homenaje póstumo encabezado por la Dirección General.
En 1986, se conmemoran los 50 años de apertura del hospital y cuatro de descentralización, XVIII Jornadas Médico-Quirúrgicas tiene como conferencia de apertura la participación del Secretario de Salud Guillermo Soberón Acevedo con el tema El Sistema Nacional de Salud.
En 1987, se inicia la publicación de folletos de divulgación de patología respiratoria, teniendo gran éxito y aceptación en médicos de primer nivel de atención. En agosto del mismo año, el Dr. Jesús Kumate, Subsecretario de Salud, acude al nombramiento de establecimientos sectorizados del INER, rindiendo homenaje a los doctores Donato Alarcón, Ismael Cosío Villegas y Fernando Rébora.
En 1988 nace la revista del instituto, donde se da difusión a los artículos científicos de los investigadores nacionales e internacionales en patología respiratoria.
Se diseña un espirómetro de turbina en el INER. Se hace un homenaje póstumo al Dr. Horacio Rubio Palacios, se ratifica como director general al Dr. Horacio Rubio Monteverde. Se continúa la función del boletín INER informa, se forma la clínica de tabaquismo, se adecuan nuevas instalaciones de Urgencias.
En 1989, se realiza el primer trasplante pulmonar en Latinoamérica al paciente Andrés Romero Carrasco de profesión carpintero.
En ese mismo año se hizo el convenio de colaboración México-Canadá, donde se estableció intercambio académico entre ambos países beneficiando al INER y la Universidad de British Columbia, se tuvo la visita de los doctores Peter Paré y Elizabeth Baile. Del 10-14 de julio acontece la XXI Jornada Médico-Quirúrgicas inaugurada por la entonces Subsecretaria de regulación sanitaria y desarrollo de la Secretaría de Salud, la Dra. Mercedes Juan López.
El 15 de noviembre de 1989 se festeja el cincuentenario del Comité Nacional de Lucha contra la Tuberculosis.
En 1990, el entonces presidente de la República Carlos Salinas de Gortari visita el instituto junto con el Secretario de Salud, Dr. Jesús Kumate, en su visita ofrecen un tomógrafo axial computarizado.
Se tienen las visitas del Doctor Ganesh Raghu, experto en fibrosis pulmonar y del Doctor John Fleetham, experto en enfermedades respiratorias durante el sueño.
En 1991 se tienen las visitas de los Dres. Mario Rigatto y Stefan Grzybowski, expertos en oxígeno y tuberculosis respectivamente.
Se hace la inauguración de la nueva Unidad de Terapia Intensiva y se remodela el edificio de admisión. El Dr. Raja T. Abboud del Hospital de Vancouver, Canadá, dona al instituto equipo para la medición de la difusión del monóxido de carbono y capacidad funcional residual.
El 06 de agosto de 1991 fallece el Dr. Donato G. Alarcón, se le realiza un homenaje póstumo en 1992 con la presencia del Dr. Juan Ramón de la Fuente en su calidad de director de la Facultad de Medicina de la UNAM, el Dr. Salvador Zubirán, fundador del Instituto Nacional de la Nutrición, el Dr. Manuel Campuzano Fernández, director general del Instituto Nacional de la Nutrición «Salvador Zubirán» y el Dr. Donato Alarcón Segovia, hijo del homenajeado.
El Dr. Moisés Selman Lama recibe el premio «Miguel Otero» de manos del presidente Carlos Salinas de Gortari.
El Dr. Selman junto con el Dr. Roberto Barrios escriben el libro Interstitial pulmonary diseases: selected topics de la editorial CRC, teniendo gran aceptación en el mundo de la medicina respiratoria.
El INER asienta su prestigio en España durante las IX Jornadas de Intercambio Científico-Cultural de la Sociedad Médica Hispano-Mexicana, la que en reunión conjunta con la Sociedad Internacional Pro-Valores Humanos «Erich Fromm-Salvador Zubirán» celebran el 5o Encuentro Medicina y Humanismo, Quinto Centenario, en las ciudades de Madrid, Salamanca y Sevilla, del 15 al 28 de mayo de 1992.
Fructifican los programas de estudio de enfermedades fibrosantes del pulmón, nuevos métodos diagnósticos para la tuberculosis, relación huésped-agente en tuberculosis, tabaquismo, hiperreactividad de las vías aéreas, inmunogenética, cáncer pulmonar, contaminación atmosférica y trasplante pulmonar.
Se certifica al laboratorio de química clínica por la excelente calidad analítica, emite el diploma la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en conjunto con el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Se reabre la unidad de investigación el 15 de febrero de 1993. Fallece el 30 de julio el Dr. Fernando Katz Avrutzky, se nombra al Dr. Jaime Villalba Caloca como nuevo director general del INER.
En 1994 se establecen convenios de colaboración con diversas instituciones de alto prestigio, lo mismo nacionales que extranjeras, con el propósito de elevar el nivel académico como la Universidad de Colorado, el National Jewish Center for immunology and Respiratory Medicine, Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Universidad de Nuevo México, Universidad de Kentucky y con el Hospital Central de Asturias.
Se realiza el primer curso de epidemiología en enfermedades respiratorias auspiciado por la American Thoracic Society (ATS).
Se apertura una sala de hemodinamia; en 1995 hacen convenios académicos con la Universidad de California, Calgary, New Hampshire, Lieja y Case Western. El 24 de noviembre nos visita la Duquesa de Gloucester. Se reabre la biblioteca. Se adquiere nuevo ultrasonido.
Acuden al Instituto los Dres. Talmadge King, presidente de la ATS y experto de neumopatía intersticial, así como el Dr. Rodríguez Roisin, de Barcelona, España, experto en EPOC. El 23 de abril fallece el Dr. Juan Manuel Cristerna Aguirre, jefe de laboratorios clínicos y microbiología.
El 20 de mayo de 1996, la Dra. Rocío Chapela Mendoza, experta en asma, ingresa a la Academia Nacional de Medicina. Se abre un laboratorio de cómputo (INER-UNAM), se remodela el Servicio de Urgencias con la presencia del Secretario de Salud, Dr. Juan Ramón de la Fuente.
En 1997 se hace la remodelación de la Central de Equipos y Esterilización (CEYE) y el Departamento de Nutrición, el 31 de mayo de 1997 acude el Secretario de Salud a nuestro instituto por el Día Mundial Sin Fumar.
El Dr. Jaime Villalba Caloca ingresa a la Academia Nacional de Medicina el 25 de junio de 1997, en la década de los 90 se incrementan el número de actividades de atención, para 1997 había 66,319 consultas, 2,958 cirugías, 13,201 atenciones de urgencias y 4,517 ingresos, llegando a tener un total de 250 camas. Se cuenta con 60 investigadores y 98 publicaciones anuales.
En 1998 se elige al Dr. Jaime Villalba Caloca para un segundo período en la Dirección General.
El Dr. José Morales realiza el primer trasplante pulmonar en paciente pediátrico en Latinoamérica en 2003.
Se elige al Dr. Fernando Cano Valle para la dirección general, durante su período se reconstruye el Servicio de Urgencias y Pediatría, se abre la escuela de Técnico Superior Universitario en Inhaloterapia y se apertura la licenciatura en enfermería (ENEO-UNAM), se rediseña el logo institucional y se propone a la Cámara de Diputados el nombramiento del INER como «Ismael Cosío Villegas» (Figura 5).
