SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.159 issue5Effect of COVID-19 mortality on life expectancy in municipalities of Mexico. Comparison between 2019 and 2020Factors associated with functional decline in COVID-19 elderly survivors hospitalized in a tertiary care center author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Gaceta médica de México

On-line version ISSN 2696-1288Print version ISSN 0016-3813

Gac. Méd. Méx vol.159 n.5 Ciudad de México Sep./Oct. 2023  Epub Feb 20, 2024

https://doi.org/10.24875/gmm.23000183 

Artículos originales

Representaciones médicas en el muralismo mexicano. Análisis histórico-médico de los murales del Hospital General en el Centro Médico Nacional La Raza

Medical representations in Mexican muralism. Medical-historical analysis of the murals at La Raza National Medical Center General Hospital

Rebeca Vargas-Olmos1  * 

Martha E. Rodríguez-Pérez2 

1Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas Odontológicas y de la Salud, Historia de las Ciencias de la Salud

2Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina. Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México


Resumen

Antecedentes:

En 1944 se lanzó la convocatoria para la construcción del Hospital de Zona Número 1 "La Raza" en el Distrito Federal, México. El proyecto incluyó la propuesta de realizar dos murales y los artistas invitados a participar fueron Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, quienes con su obra dieron testimonio del advenimiento de la medicina moderna y de la construcción del modelo de seguridad social vigente en México.

Objetivo:

Determinar cómo se enlaza históricamente el arte mural con la medicina en México y cómo se complementan entre sí, considerando dos trabajos realizados en la misma época y en el mismo hospital.

Material y métodos:

Análisis del contexto histórico y análisis iconográfico e iconológico de los murales del Hospital "La Raza".

Resultados:

Se logró esclarecer cuál fue la relación de los artistas con la medicina y qué papel desempeñan los murales dentro de la visión moderna de la medicina.

Conclusiones:

El arte mural se entrelaza con la medicina porque da testimonio del advenimiento de la construcción del modelo de seguridad social vigente en México, ya que los hospitales se convirtieron en logros sociales del Estado y se dieron a conocer como símbolos de bienestar y modernidad en México.

PALABRAS CLAVE Hospitales; Medicina; Muralismo

Abstract

Background:

In 1944, the call for the construction of "La Raza" Hospital in Mexico City was launched. The project included the proposal to create two murals, and the artists who were invited to participate were Diego Rivera and David Alfaro Siqueiros, who, with their work, bore testimony to the advent of modern medicine and the construction of the social security model in force in Mexico.

Objective:

To determine how mural art is historically linked to medicine in Mexico and how they complement each other, considering two works carried out at the same time and in the same hospital.

Material and methods:

Analysis of the historical context and iconographic and iconological analysis of "La Raza" Hospital murals.

Results:

It was possible to clarify the relationship of the artists with medicine and the role murals play within the modern vision of medicine.

Conclusions:

Mural art is intertwined with medicine because it bears witness to the advent of the construction of the social security model currently in force in Mexico, since hospitals became social achievements of the State and were to be known as symbols of welfare and modernity in Mexico.

KEYWORDS Hospitals; Medicine; Muralism

Antecedentes

Aunque la atención médica hospitalaria en México tiene sus orígenes en instituciones religiosas que surgieron en el siglo XVI,1 fue hasta el último tercio del siglo XIX, durante el gobierno de Porfirio Díaz, cuando se favoreció el desarrollo científico-médico. En las décadas de 1930 y 1940 se inició el modelo de construcción hospitalaria que prácticamente seguiría durante el resto del siglo XX. En esa época se construyeron el Instituto Nacional de Cardiología, el Hospital Infantil y el Hospital "Manuel Gea González";2 en 1943 apareció en el Diario Oficial la Ley del Seguro Social mexicano y en 1944 inició sus funciones el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cual debería proporcionar atención médica a los trabajadores y sus derechohabientes, lo que determinó la necesidad de disponer de instalaciones hospitalarias adecuadas. Los primeros servicios médicos se prestaron en las propias oficinas del IMSS, localizadas en las calles Rosales e Ignacio Mariscal; posteriormente se dieron a conocer contratos de arrendamiento y subrogación con algunos hospitales como la Clínica Lincoln, los cuales rápidamente experimentaron sobrecarga por la demanda, lo que hizo indispensable la planeación de hospitales.3 De tal forma, el 12 de julio de 1944 se aprobó la construcción del Hospital de Zona Número 1, que estaría ubicado frente al monumento a La Raza, y se lanzó la convocatoria para su diseño; el proyecto ganador fue el del arquitecto Enrique Yáñez, quien incluyó en su propuesta dos murales, siguiendo la idea de integrar el arte en la arquitectura.4 Al igual que Siqueiros, Yáñez opinaba que el pintor muralista debía diseñar junto con el arquitecto los espacios que recibirían la obra mural.

Así, a partir de la perspectiva de la historia de la medicina, el análisis histórico-médico cultural del muralismo hospitalario es pertinente, no solo porque la corriente muralista ocurrió en el importante periodo posrevolucionario, cuando acontecieron grandes cambios sociales, sino porque en esa etapa los hospitales se convirtieron en logros sociales del Estado y se dieron a conocer como símbolos de bienestar y modernidad de México.

En los espacios de sus edificios se muestran los murales como mensajes de una nación que busca las nuevas tendencias en los tratamientos médicos mientras está firmemente anclada a su pasado indígena, como el mural de Diego Rivera, donde resalta el interés por la medicina prehispánica y su evolución hacia la medicina moderna. Por otro lado, Siqueiros plasma, con una visión monumental y progresista, analogías entre las revoluciones científica y social de México.

El gran desarrollo del IMSS propició nuevos proyectos para hospitales y sentó las bases de la escuela de arquitectura hospitalaria. Esta institución dispuso en su momento de los hospitales más modernos y pasó del concepto de "hospital general" al de "centro médico", sin que desapareciera el primero. La forma de agrupar los servicios de salud y de intensificar las relaciones de comunicación entre especialidades paulatinamente adoptó la figura de centro médico, desarrollada sobre todo en la Ciudad de México, con la cualidad de ser nacional y que definió la modalidad médica mexicana del siglo XX.5

Material y métodos

El estudio de los murales se realizó mediante el análisis iconográfico-iconológico de Panofsky, con la revisión de la técnica empleada, la biografía de su autor, descripción de la temática reflejada, la valoración estética y la organización interna de la obra; se incluyó el tiempo y la cultura donde floreció la obra, así como la identificación de objetos, situaciones, personajes, formas y colores. El análisis iconográfico es la identificación de imágenes, historias y alegorías, implica un método descriptivo y no interpretativo y se ocupa de la identificación y clasificación de las imágenes. El análisis iconológico de la obra intenta dilucidar la significación del contenido.

El análisis del contexto histórico se realizó considerando los aspectos sociales, culturales, económicos y políticos que intervinieron para que el muralismo fuera influido por la medicina y viceversa.

Los murales hospitalarios con temática médica son obras con gran impacto en el público que permiten hacer conciencia del papel de la medicina y cómo esta fue cambiando a través del tiempo. Es oportuno realizar el análisis desde la historia de la medicina de estas obras plasmadas en las paredes de los hospitales, los cuales se convirtieron en espacios disputados donde el arte representaba la tecnología moderna y las prácticas médicas, al mismo tiempo que mostraba en colores vivos, el derecho de todos a la salud y la seguridad social.

Resultados

El muralismo mexicano ha sido analizado desde el punto de vista artístico, iconográfico, social e histórico. Logreira Campos6 realizó un análisis de las relaciones entre arquitectura patrimonial y la pintura mural del siglo XX; en su trabajo estableció una conexión entre el edificio y la obra mural, creando entre ambos un concepto de integración plástica. Otra perspectiva de estudio del muralismo es el que realizó Rosendo Uribe,7 quien estableció que en México la corriente muralista pretendía representar la idea de nacionalismo que surgió en la época posrevolucionaria.

En su texto Diego Rivera y la medicina mexicana, Cordero Galindo8 describe detalladamente los murales de Diego Rivera en el Centro Médico La Raza y el Instituto Nacional de Cardiología, resaltando el interés del artista por la medicina prehispánica y su evolución hacia la medicina moderna.

En su análisis de los murales hospitalarios, Soto Laveaga9 se enfocó en cómo los muralistas plasmaron obras que reflejan la modernidad a la que aspiraba el país en la era posrevolucionaria; describió los tres grandes murales realizados por Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en el Instituto Nacional de Cardiología y el Centro Médico Nacional La Raza. Al respecto expresó:

  • El mural es una parte funcional del edificio. Así que los visitantes y pacientes de los hospitales verán en sus salas de espera, vestíbulos y auditorios las representaciones de las esperanzas puestas en la ciencia y la medicina.

Es verdad que las imágenes plasmadas en los murales pueden interpretarse únicamente por lo que representan, pero los cambios sociales de la época después de la revolución llevaron a los artistas a expresar en su obra también sus convicciones ideológicas.

Rodríguez Gómez10 analizó el mural "El pueblo en demanda de salud", de Diego Rivera, a partir de los conceptos de salud pública y la medicina social; describió las imágenes como símbolos de las condiciones sanitarias imperantes antes de la seguridad social y la demanda de que fueran atendidas. Esa explicación puede surgir del título mismo de la obra, sin embargo, el lado izquierdo del mural puede interpretarse también como el surgimiento de las especialidades médicas en México.

Estos son ejemplos de cómo el análisis de los murales hospitalarios permite concienciar sobre el papel de la medicina y cómo esta fue cambiando a través del tiempo. No obstante, con el análisis histórico-médico de estas obras es posible establecer el vínculo entre el arte y la medicina y cómo las paredes de los hospitales se convirtieron en espacios disputados donde el arte representaba la tecnología moderna y las prácticas médicas, al mismo tiempo que muestra en colores vivos, el derecho de todos a la salud y la seguridad social.

Formación de la corriente muralista

La pintura mural en México surgió como una necesidad de los artistas de crear un estilo propio que los alejara de la pintura europea y de construir una estética nacionalista para una identidad cultural mexicana, con la intención de identificar a los mexicanos como tales dentro y fuera del país. La meta del movimiento muralista mexicano consistió en enfatizar la rica tradición cultural de México, reflejar los cambios sociales, los avances técnicos y científicos que se gestaban en el país y hacer llegar el arte a toda la población. Esta corriente se inició en 1920 y continuó hasta 1970, periodo durante el cual los artistas realizaron sus obras en diferentes recintos.

El momento decisivo para la creación del movimiento fue la reunión de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en París en 1919. Ese instante representó el encuentro de dos realidades: la toma de conciencia política sobre el acontecer nacional experimentada por Siqueiros y el desarrollo del lenguaje artístico vanguardista en Europa después de la Primera Guerra Mundial vivido por Rivera. Esta confluencia reveló las opiniones que los artistas tuvieron sobre el nacionalismo mexicano y cómo se materializaron en la pintura mural.11

Al regresar a México y reunirse con el secretario de educación, José Vasconcelos, los artistas coincidieron con sus ideas respecto a la filosofía que debía inspirar su obra y en la consecución de varios objetivos: educar el gusto, trasmitir ideas de patriotismo y de orgullo por lo netamente mexicano, fomentar la igualdad social y llegar al fondo del alma del espectador para transformarlo. Para ello, la pintura mural debería dirigirse a todo mexicano, instruido o ignorante, pensando en la colectividad y en el individuo; se trata de una pintura que pone en contacto al gran público con el gran artista.12

Los artistas pintaron en edificios públicos, primero por comisión gubernamental y después por contrato con particulares, incluso en otros países, pero siempre con el espíritu de hacer un arte público que dejara huella en quienes lo observaban, que desencadenara preguntas sobre los temas plasmados y ampliara la precepción de la belleza al hacerlos llegar a todas las personas.

No es de extrañar que el interés de los artistas se diversificara e incluyera también temas científicos como los relacionados con el área de la salud. Con la construcción de los nuevos centros hospitalarios surgió también la necesidad de plasmar en sus grandes muros los nuevos ideales del renacimiento artístico mexicano. En 1945, el arquitecto Enrique Yáñez propuso a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros la creación de dos murales en el nuevo Hospital de Zona número 1 "La Raza". En 1953, Rivera concluyó el mural "El pueblo en demanda de salud" y Siqueiros realizó la obra que tituló "Por una seguridad social completa y para todos los mexicanos". Ambos murales representan la visión de la medicina y de la seguridad social que tenían esos artistas, quienes consideraban que los servicios de salud eran un logro de la revolución y debían hacerse accesibles cada vez más a la población.

Influencia de la medicina en la pintura mural mexicana

La pintura mural surgió cuando empezó a vislumbrarse la paz después de la Revolución iniciada en 1910; en sus inicios se representaban las luchas populares y sus ideales. Los muralistas propusieron un arte popular, público, nacionalista y antiimperialista, uno de los movimientos contemporáneos con sentido social del arte y transformaciones tanto políticas como artísticas. Sin embargo, no estuvo libre de críticas debido a su alto contenido de mensajes políticos, incluso, en algunas ocasiones se le consideró un medio propagandístico ideológico más que un verdadero movimiento artístico que tenía como objetivo la fundación de una nueva sociedad.13

En la década de 1940, el movimiento muralista estaba consolidado y la necesidad crítica ya no era necesaria en una institución como el IMSS, uno de los frutos de la Revolución. Los artistas para entonces plasmaban los triunfos de la lucha armada, uno de ellos, la conquista del derecho a la salud. Este hecho, aunado al interés personal de los pintores, permitió que en la pintura mural se abordaran temas relacionados con la medicina.

El tema de la salud preocupó toda su vida a Diego Rivera, quien llevó a cabo estudios de anatomía humana para ser mejor dibujante y fue ayudante del doctor Servín, profesor de Anatomía en la Escuela de Medicina. Sus conocimientos de herbolaria eran extensos, especialmente la de los antiguos mexicanos. Los años que pasó junto a Frida Kahlo lo hicieron también acercarse a numerosos médicos; fue amigo del destacado cardiólogo Ignacio Chávez, su compañero de El Colegio Nacional, y de Benjamín Trillo, director del Hospital de Jesús, eminente cirujano con quien asistía al quirófano para observar los órganos en vivo, lo que reforzó sus conocimientos anatómicos. Todo ello explica su interés por los asuntos relacionados con la salud. Así, realizó varias obras públicas con esta temática, como las pinturas y vitrales de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, entre 1929 y 1930; el mural "El hombre en el cruce de caminos", en 1934, para el Palacio de Bellas Artes; los murales "Historia de la cardiología", para el Instituto Nacional de Cardiología, entre 1943 y 1944; y, finalmente, su último mural al fresco "El pueblo en demanda de salud", en el ahora Centro Médico Nacional La Raza, obra de iconografía profusa en la que están presentes otros dos aspectos que apasionaron al artista: el mundo prehispánico y la reivindicación de la justicia social.

Por otro lado, David Alfaro Siqueiros se interesó en los adelantos técnicos; en sus composiciones continuamente experimentaba con diferentes materiales, como la fibra de vidrio, la piroxilina y las lacas automotrices. Siempre influido por su ideología marxista, plasmó con soltura sus ideas políticas sin dejar de lado el tema de la seguridad social, que se le solicitó cuando lo hicieron partícipe del proyecto en el hospital del IMSS. Los bocetos iniciales eran más acordes al planteamiento original; sin embargo, el artista no desaprovechó la oportunidad de dejar constancia una vez más de sus ideales. Envuelto en una simbología casi clásica de su estilo, el mural representa un proceso de marcha hacia el logro de la atención de la salud de toda la población y, al mismo tiempo, representa la lucha de los trabajadores en una época en la que la tecnología avanzaba irremediablemente, lo cual puede ser una ventaja y una amenaza. Siqueiros usó el tema de la medicina para reflejar sus constantes preocupaciones sobre los derechos de los trabajadores, el enfrentamiento entre el comunismo y el capitalismo y el triunfo de la ciencia sobre la enfermedad.

Esa época se definió por la industrialización del país. El gobierno de Manuel Ávila Camacho (1940-1946) se caracterizó por la decisión política y la perspectiva social; el gasto social creció en la medida en la que se ampliaron los servicios básicos, las acciones de salud y de educación.14 Se fomentó la creación de hospitales (surgió, por ejemplo, el hospital rural) y se incrementaron las campañas contra enfermedades transmisibles. Los hospitales en la primera mitad del siglo XX reflejaban el ingreso del país a la modernidad médica, la cual llegó con la incorporación de médicos mexicanos que habían estudiado en el extranjero y trajeron a México las técnicas aprendidas, las cuales se incorporaron a las instituciones de salud. Por otra parte, las tecnologías médicas daban la posibilidad de atender de mejor manera a los enfermos. Estos acontecimientos son vistos por los artistas como dignos de ser representados en sus obras para ser difundidos entre la sociedad, ya que el muralismo también cumplía con la función de informar al público; por ello, los murales representan la riqueza de México en temas de salud y sus avances hacia el futuro.

Mural de Diego Rivera

Diego Rivera (Guanajuato, 1886-Ciudad de México, 1957) estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de la Ciudad de México. De 1907 a 1922 visitó varios países de Europa (en especial España, Francia e Italia), donde se interesó por el arte de vanguardia y abandonó el academicismo. Identificado con los ideales revolucionarios, regresó a México en 1922. Junto con David Alfaro Siqueiros se dedicó a estudiar con profundidad el arte azteca y el maya, que tendrían influencia de manera significativa en su obra. Fundó el Sindicato de Pintores en colaboración con otros destacados artistas mexicanos del momento (como el propio Siqueiros y José Clemente Orozco), del que surgiría el movimiento muralista mexicano, con profunda raíz indigenista.

En 1922, Rivera concluyó su primera creación mural para el Auditorio Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria, que tituló "La creación"; a partir de esta realizó otras en diferentes recintos públicos y privados.

"El pueblo en demanda de salud", inaugurado el 10 de febrero de 1954, cuenta con una superficie total de 120.02 m2 y se encuentra en el vestíbulo principal del cuerpo central del ahora denominado Hospital General "Dr. Gaudencio González Garza", en el Centro Médico Nacional La Raza.15

La imagen del mural está dispuesta de forma horizontal dividida en dos grandes áreas y en el centro se encuentra Tlazoltéotl, diosa del amor carnal, llamada también Ixcuina; al término de la falda de la diosa, Rivera colocó casi 200 folios del Códice de la Cruz-Badiano, los cuales muestran 272 plantas de la herbolaria azteca. A la derecha de la diosa se presenta una serie de actividades relacionadas con la medicina prehispánica, como atención de partos, trepanación, extracciones dentarias, aplicación de gotas oculares, amputaciones y aplicación de vendajes; así como diversos personajes relacionados con esas actividades como sacerdotes, curanderos y parteras. A la izquierda, la medicina moderna está simbolizada por la atención medica asistida por la tecnología, como la radioterapia, las trasfusiones, los electroencefalogramas, electrocardiogramas, radiografías, el uso del microscopio y cirugías como la cesárea. También se observan imágenes de trabajadores y ciudadanos que demandan atención médica y los beneficios de las tecnologías médicas descritas en el resto de la sección.

Este mural confirma la capacidad de síntesis de Rivera: aspectos históricos, sociales y humanos conjugados con preocupación individual, demostrando que la medicina ha evolucionado. Las preocupaciones esenciales de Rivera eran la claridad y la objetividad, aunadas a una función didáctica que sirviera de refuerzo a los aspectos temático y estético; en la medicina antigua se percibe al hombre buscando la salud, pero con sentido humano, mágico y ritual. En la medicina moderna existe un orden estructurado, es la búsqueda de la salud por medio de la ciencia: el hombre al servicio del hombre. La tecnología, la ciencia y la cultura de la salud que se entienden y se aplican de forma moderna (Figura 1).

Figura 1 Diego Rivera, "El pueblo en demanda de salud", fresco, 1953. Hospital General "Dr. Gaudencio González Garza", Centro Médico Nacional La Raza, Ciudad de México, Instituto Mexicano del Seguro Social, Ciudad de México. 

Mural de David Alfaro Siqueiros

David Alfaro Siqueiros (Ciudad de México, 1896-Cuernavaca, Morelos, 1974) estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y a los 16 años se enlistó para luchar en la Revolución Mexicana a las órdenes del general Diéguez; por su actividad política y sindical estuvo preso en varias ocasiones. En 1919, viajó a Europa y en París conoció a Diego Rivera. En Italia estudió a los grandes maestros del Renacimiento y el Barroco. En España, en 1921, publicó el texto titulado "Tres llamados a los artistas plásticos de América" en la revista Vida americana, el cual será el primero de una serie de textos teóricos, ideológicos y estéticos que marcarán su quehacer artístico y político. En su obra mural combinó la técnica con el compromiso político y social. Al igual que Rivera, plasmó su obra en edificios públicos y privados en México y otras partes del mundo.

Su mural "Por una seguridad social completa y para todos los mexicanos" fue realizado entre 1951 y 1954, cuenta con una superficie de 310 m2 y se ubica en el Auditorio del Hospital General "Dr. Gaudencio González Garza".16

El propio Siqueiros diseñó, junto con el arquitecto Enrique Yáñez, el espacio de planta ovoide donde se encuentra esta obra, el cual semeja la forma de una concha por sus paredes curvas que se continúan hasta el plafón. Fue inaugurado el 18 de marzo de 1955, después de un largo periodo de realización interrumpido de manera intermitente por la participación del artista en otros proyectos.

El mural está dividido en tres secciones. A la izquierda se aprecia un obrero herido en un accidente de trabajo en espera de las primeras atenciones médicas. A la derecha, figuras que representan la raza mexicana: mujeres con flores y frutos y niños sanos, todos ellos en actitudes eufóricas, reflejando la alegría de la vida; un contingente está dirigido por un obrero industrial, quien puede ser un minero, y junto a él va el intelectual, un médico; atrás de ellos marcha la juventud trabajadora y estudiantil. La figura central del mural es Prometeo, quien representa el cambio social, el régimen naciente que habrá de alumbrar por igual a todos, sinónimo de todo aquello que todavía no se cumple, de una seguridad integral que deberá lograrse. Sobre el muro frontal, dos grupos expresan la solidaridad y la exigencia de los derechos que les asisten para disfrutar de un mejor nivel de vida: el de las campesinas y el de los obreros y estudiantes portadores de banderas desplegadas en pie de lucha.

En este mural, Siqueiros no desaprovechó la oportunidad de dejar constancia una vez más de sus ideales: a través en una simbología casi clásica de su estilo, representó un proceso de marcha hacia el logro de la atención de la salud de toda la población (Figura 2).

Figura 2 David Alfaro Siqueiros, "Por una seguridad social completa y para todos los mexicanos", vinilita, piroxilina y silicona sobre tela montada en masonite, 1951-1954. Auditorio del Hospital General "Dr. Gaudencio González Garza", Centro Médico Nacional La Raza, Instituto Mexicano del Seguro Social, Ciudad de México. 

Discusión

En el contrato que Siqueiros firmó con el Hospital La Raza se estipuló que el tema del mural debería ser "una canción a la ciencia" con un tono eufórico y animado, que exaltará el cuerpo humano en su estado más vibrante; se incluirían flores y frutas. El trabajo se llamaría Apoteosis de la vida y la salud: un canto a la ciencia; sin embargo, Siqueiros se desvió del bosquejo inicial, retomó sus ideales comunistas y plasmó la idea de un México donde las maravillas tecnológicas del siglo XX han dañado el cuerpo de un trabajador y el papel de la medicina es protegerlo y repararlo. El mural representa dos formas de vida antagónicas, según Siqueiros. En un extremo está el mundo contemporáneo con rascacielos y torres, y en un primer plano se encuentran los trabajadores, quienes desanimados miran a un compañero herido o muerto sobre una banda transportadora que representa la deshumanización de la tecnología; el responsable por el daño del trabajador en el mural es el capitalismo, porque creó condiciones que no garantizan la seguridad de los trabajadores. Siqueiros expresó abiertamente los reclamos del progreso social, pero al representarlos en hospitales y otros edificios oficiales mostró que la lucha por la justicia social aún no había terminado.

El mural de Diego Rivera "El pueblo en demanda de salud" no plasma una crítica, sino que constituye una oda a lo que el conocimiento médico y la tecnología podrían lograr. En este mural no es la tecnología la que causa la muerte a los trabajadores, pero sí la avaricia de los ricos. El papel de la tecnología en la vida moderna no era un tema nuevo para Rivera: en sus murales pintados en Estados Unidos representó a las máquinas como objetos estéticos, generadoras del proceso de cambio social.

Para Rivera, la seguridad social es un derecho del pueblo y proporcionarla es una obligación de los líderes; consideraba que era su deber educar a sus conciudadanos sobre sus derechos. En su mural representa cómo el México contemporáneo deriva de una tradición indígena; la obra estaba destinada a mostrar a la gente de México sus modos de curación en el pasado para darle seguridad en el presente. En este mural se atribuyen nuevos significados a la ciencia y a la medicina. Rivera desafía explícitamente la preeminencia eurocéntrica de la ciencia y coloca las prácticas de curación prehispánicas en el mismo plano que los conocimientos modernos. El mural de Rivera muestra la tecnología en las manos de científicos, investigadores y médicos mexicanos. También plasmó las tendencias socialistas vinculadas a la ciencia moderna, por lo que retrató a los enfermos, pobres y heridos exigiendo los derechos prometidos desde la Revolución, la cual no pertenecía al Estado sino al pueblo.

Conclusiones

Los murales del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza transmiten un mismo significado: la ciencia, la medicina y la tecnología como ejes para entender el valor de la seguridad social. A pesar de la forma particular de expresión de cada autor, se puede comprender su interés por hacer llegar a la comunidad su visión de la salud y la lucha para conseguir ese beneficio. La pintura de Diego Rivera tiene la intención de mostrar los contrastes entre la medicina prehispánica y la atención médica asistida por la tecnología, con una visión académica que invita al espectador a la contemplación de la obra. Siqueiros, en cambio, convence enfáticamente y se enfoca en la lucha como el camino para lograr la seguridad social. Ambos artistas utilizan la ciencia y la medicina para enseñar los avances en la atención de la salud como un logro de la Revolución, y al hospital como un espacio donde la medicina podría tomar nuevas direcciones.

El arte mural se entrelaza con la medicina porque da testimonio del advenimiento de la construcción del modelo de seguridad social vigente en México y celebra las conquistas del conocimiento biomédico junto con las gestas sociales y políticas. Estos murales con sus representaciones médicas transformaron los edificios hospitalarios en espacios públicos con un interés comunitario.

Agradecimientos

A las autoridades del Centro Médico Nacional La Raza y al personal del Área de Servicios Culturales y Patrimonio de la División de Desarrollo Cultural del IMSS, por las facilidades otorgadas para realizar el presente trabajo.

Bibliografía

1. Loyo VM, Díaz CH. Hospitales en México. Cir Ciruj. 2009;77:497-504. [ Links ]

2. De Anda E, Jiménez V. Cuerpo y espíritu. Cinco siglos de arquitectura médica en México. México:Secretaría de Salud;2006. 120-1. [ Links ]

3. Zertuche F. Historia del Instituto Mexicano del Seguro Social. Los primeros años 1943-1944. México:IMSS;1980. 59. [ Links ]

4. López R, Enrique Yáñez en la cultura arquitectónica mexicana. México:Limusa/Noriega Editores/Universidad Autónoma Metropolitana;1985. p. 91. [ Links ]

5. Fajarado G. La medicina mexicana de 1901 a 2003. Rev Mex Patol Clin. 2005;52:118-23. [ Links ]

6. Logreira-Campos AM. Análisis de las relaciones entre arquitectura patrimonial y pintura mural del siglo XX. [Tesis para obtener el grado de maestría]. Mexico:UNAM;2009. [ Links ]

7. Rosendo-Uribe A. El auge de los nacionalismos y su repercusión en el arte:el caso del muralismo mexicano. [Tesis para obtener la Licenciatura en Relaciones Internacionales]. México:UNAM;2018. [ Links ]

8. Cordero G, Sanfilippo B. A los cincuenta años de su muerte. Diego Rivera y la medicina mexicana. Monografías de Historia y Filosofía de la Medicina No 4. México:Facultad de Medicina, UNAM;2008. [ Links ]

9. Soto-Laveaga G. Building the nation of the future, one waiting room at a time:hospital murals in the making of modern Mexico. History and Technology. 2015;31(3):275-94. [ Links ]

10. Rodríguez-Gómez G, Cabello FC. Diego Rivera, the history of medicine in Mexico:people's demand for better health, mural in 1953 still current. Rev Chil Pediatr. 2019;90(3):351-5. [ Links ]

11. Charlot J. El renacimiento del muralismo mexicano 1920-1925. México:Domés;1985. 125. [ Links ]

12. Fernández S. Historias e imágenes tejidos en los muros mexicanos. Rivera, Orozco y Siqueiros. México:CEPE, UNAM;2017. [ Links ]

13. Feria MF, Lince RM. Arte y grupos de poder:el muralismo y la ruptura. Estudios Políticos. 2010;21:83-100. [ Links ]

14. Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública [Internet]. Antecedentes. En:Desarrollo Social [Actualización 2006 Jun 16]. Disponible en:www.diputados.gob.mx/cesop/ [ Links ]

15. Cárdenas-de la Peña E. Centro Médico La Raza. Bosquejo histórico. México:IMSS;1976. 172-3. [ Links ]

16. Contrato para la ejecución de una pintura mural que celebran por una parte el Instituto Mexicano del Seguro Social, representado por su Director General, señor Antonio Díaz Lombardo, y por la otra el señor David Alfaro Siqueiros como contratista al tenor de las siguientes cláusulas. Estados Unidos:International Center for the Arts of the Americas at the Museum of Fine Arts, Houston. Disponible en:https://icaa.mfah.org/s/es/item/796041#?c=&m=&s=&cv=&xywh=-698%2C109%2C4094%2C2291 [ Links ]

FinanciamientoEste trabajo dispuso de apoyo económico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Las autoras declaran que para esta investigación no realizaron experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Las autoras declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Las autoras declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Uso de inteligencia artificial para generar textos. Las autoras declaran que no han utilizado ningún tipo de inteligencia artificial generativa en la redacción de este manuscrito ni para la creación de figuras, gráficos, tablas o sus correspondientes pies o leyendas.

Recibido: 10 de Mayo de 2023; Aprobado: 25 de Septiembre de 2023

* Correspondencia: Rebeca Vargas-Olmos E-mail: rebvar29@gmail.com

Conflicto de intereses

Las autoras declaran no tener conflicto de intereses.

Creative Commons License Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Published by Permanyer. This is an open ccess article under the CC BY-NC-ND license