1. Introducción
Las relaciones del Bloque del Este y la Revolución Nacional (RN), están muy mencionadas en la historiografía sobre la RN, muchas veces, como política y económicamente intrascendentes.1 No obstante, sabemos muy poco acerca de las luchas políticas en torno a las políticas públicas desarrollistas suscitadas por aquellas relaciones, si bien recientemente Field aportó bastante a su conocimiento.2
Mayormente, al abordarse las facetas desarrollistas de la relación del Bloque del Este con la RN, se ha tendido a ver en las reiteradas negativas de los gobiernos de la RN boliviana (1952-1964) a las insistentes ofertas asistencialistas y desarrollistas de la URSS y el Bloque del Este para Bolivia, especialmente luego de implementarse el Plan de Estabilización Monetaria con el Decreto Supremo (ds) 4538 del 15 de diciembre de 1956;3 un claro signo de la traición y abdicación que la cúpula del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)4 habría acometido a la causa original de la RN,5 y al unísono, de su subordinación incondicional a los designios del imperialismo estadounidense.
James Dunkerley escribió sobre la marcha de las ofertas desarrollistas de EUA y la URSS por la política boliviana en su clásico Rebelión en las Venas:
La Unión Soviética ratificó su oferta de donación de la fundición que Bolivia necesitaba tanto [octubre de 1960], junto a otros créditos para proyector por un valor de 150 millones de dólares […] Todo parece indicar que Paz aprovechó la oferta soviética para presionar a Washington con objeto de que EE. UU. presentará una alternativa concreta, la cual finalmente no incluía fundiciones.6
Si bien Dunkerley, no se propuso aportar análisis comparados detallados sobre la cantidad, pertinencia y calidad de ambas “ayudas” (las dos debían consumirse en el país cooperante), subraya la inclusión de la metalurgia en la cooperación soviética -precisamente, un rubro en el que la cooperación estadounidense negaba su apoyo, y que según robustas corrientes de intelectuales desarrollistas, devenía imprescindible para la liberación económica (como veremos luego)- sustentado superioridad ante la estadounidense, y de ese modo, el servilismo del MNR a EUA.
Thomas Field, prologado por James Dunkerley en su conspicuo Minas, balas y gringos, cita mucho a los actores izquierdistas del MNR, y de otras fuerzas, indicando la superioridad de las ofertas desarrollistas del Bloque del Este.7 De ese modo Stephansky, el embajador de EUA en Bolivia de 1961 a 1963, parece reconocer la razón de la izquierda del MNR, al menos en el caso de la fundición de antimonio:
Checoslovaquia disminuyó las condiciones para instalar una fundición de antimonio, ofrecida en 1961, en un intento de ‘aprovechar activamente cada oportunidad para hacer más profundas las diferencias entre Bolivia y EE. UU.’. De acuerdo al embajador Stephansky [de Estados Unidos en Bolivia], el trato era ‘es difícil ver cómo el gobierno boliviano puede negarse a aceptarlo’. La cia añadió que sería ‘tan difícil de rechazar como la oferta de Yugoslavia de un préstamo de cinco millones de dólares.8
Precisando, la oferta crediticia yugoslava era de medio millón de dólares habilitados para adquirir herramientas y maquinarias yugoslavas, con posibilidades de ampliación hasta los indicados cinco millones.9
Asimismo, en su reciente publicación de 2020, la levedad del nacionalismo de los jefes de la RN, cuando no, su sumisión innecesaria a EUA (expresada en la postergación de la compra de la fundición checa), surge como explicación a los rechazos de las ofertas desarrollistas de la “bienintencionada” cooperación checa.10
Según Kevin Young, otro destacado historiador estadounidense, la RN hubo instituido la legislación petrolera de 1955, o el denominado Código del Petróleo (cp),11 buscando atraer inversión extranjera, no sólo por la carencia crónica de capital industrial en Bolivia, y por la presión estadounidense en el contexto de la guerra fría. Para Young, tal institución habría respondido, ante todo, a la aversión de la propia cúpula del MNR hacia la “revolución social”, es decir, hacia “una redistribución radical de las riquezas y el poder”. Aquello, en tanto: “desafiar las órdenes norteamericanas y buscar fuentes alternativas de capital (en particular, un préstamo soviético) habría provocado la ira norteamericana y hubiera requerido radicalizar la revolución. Ante estas opciones, los líderes del MNR escogieron la “liberalización sobre la radicalización”.12 Y en consonancia con lo anterior, Young nos dice (varias veces):
La liberalización no era la única opción posible, porque las carencias de capital, no explican por qué el gobierno buscó capitales en las petroleras occidentales, haciendo caso omiso de prestamistas europeos y de la Unión Soviética, quien ofreció un préstamo a Bolivia de 150 millones de dólares” para la instalación de fundiciones y el desarrollo de la industria petrolera.13
A partir de ese contexto historiográfico, esta investigación retoma la discusión sobre las circunstancias y pretensiones desarrollistas que subyacían en cada uno de los países implicados en las relaciones internacionales y diplomáticas del Bloque del Este y Bolivia. En ese marco, el foco del análisis está centrado en comprender las consecuencias de los objetivos, explícitos o encubiertos, de aquellas relaciones, tanto sobre la institución de visiones desarrollistas entre las distintas fuerzas políticas en lucha y estamentos burocráticos del Estado, como sobre la formación de redes de políticas públicas intersectoriales luchando por imponer políticas públicas desarrollistas.
Al unísono, y tejido a los anteriores interrogantes, inquirimos sobre el correlato fáctico de las ofertas del Bloque del Este, ¿eran estas adecuadas al contexto y problemas económicos locales, o sólo parte de una estrategia orientada a la dominación geopolítica en el contexto de la Guerra Fría?
2. Antecedentes sobre las relaciones, y primeros tratos, entre las potencias de la Guerra Fría y el MNR
Durante la década de los cuarenta del siglo XX, EUA acusaban al MNR de pro fascista, y el MNR a EUA, de imperialista tirano y explotador, transcurriendo su relación entre cáusticas disputas. El MNR, combatió sin cuartel a la indemnización pagada por el gobierno boliviano en 1942 a la petrolera estadounidense, Standard Oil, cuyos activos en Bolivia habían sido nacionalizados a fines de 1936, y al aporte del país con el esfuerzo de guerra estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, suministrándole estaño barato.14 EUA, obstruyó la participación del MNR en el gobierno de Gualberto Villarroel (1943-1946), amenazándolo con no reconocer su mandato si seguía compartiendo el poder con el MNR.15
Sin embargo, apenas hubo subido al poder, y desde su muy precaria gobernabilidad, tanto por la oposición de las élites tradicionales (grandes mineros y terratenientes), como por las constantes peleas internas, muchas veces a tiros y fuera de control gubernamental, entre sus alas izquierdista y derechista;16 el MNR, se acercó a EUA, buscando su reconocimiento diplomático incluyendo el aval de sus -para Washington- “subversivos” planes de modernización nacionalizando las minas y reformando el agro con redistribución de tierras, entre otras, pero PRINcipalmente buscando sustentar sus programas de modernización con el patrocinio y crédito del Punto IV de EUA.17 ¿Habían en lontananza otras fuentes dispuesta a financiar los sueños modernizantes del más pobre país sudamericano en su momento más insurgente? Al parecer, no.18
En la política exterior de EUA defender intransigentemente a los derechos de sus capitales privados asentados fuera de su país mayormente ha sido prioritario, y entonces aquello implicaba, según ellos, combatir al comunismo en cualquier parte de mundo. Edgar Hoover, director de su Buró Federal de Investigaciones (fbi), dijo al The American Magazine en diciembre de 1946: “si no contenemos al comunismo las desastrosas consecuencias de sus progresos serán el terror, la opresión y la tiranía que hubieran impuesto las fuerzas del fascismo”.19
Aunque la nacionalización de las minas y la reforma agraria estaban proyectadas en el marco del Estado de Derecho, para EUA. y sus diplomáticos en Bolivia, representaban ribetes comunistas; y no sólo eso, temían al riesgo de que la izquierda del MNR coaligada con la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (fstmb) y con el pueblo armado en milicias obreras y campesinas, empujasen a la RN al comunismo.20
Latinoamérica carecía de valor económico para EUA.21 Y si algo les importaba, era para impedir el avance del comunismo a través de sus territorios. Ya su presidente Harry Truman (1945-1953), junto a la creación en 1949 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (otan) con fines militares contra la URSS y el comunismo, fortificó a la “defensa hemisférica” con iguales fines.22
Como es conocido, por un lado, Víctor Paz Estenssoro recibió con beneplácito y en acto público al informe positivo de José Núñez Rosales, secretario general de la Comisión de Nacionalización de las Minas, sobre la viabilidad económica de la nacionalización de la gran minería.23 Mientras por otro, y apuntando a obtener su aprobación en Washington, accedió a indemnizar a los barones del estaño expropiados y sus socios internacionales, como se lo exigía Truman para no desconocer a su gobierno.
Con la reforma agraria fue similar. Primero, el sucesor de Truman, Dwight Eisenhower (1953-1959), envió a su hermano Milton a inspeccionar el asunto en el terreno. De acuerdo al gobierno boliviano, el reparto de los latifundios entre los yanaconas, era inevitable para liquidar el régimen “feudal” de la producción agrícola en Bolivia, y esto último a su vez, imprescindible para modernizar el país en democracia, ¿sería cierto?
Milton, viajó oficialmente a Latinoamérica en julio de 1953. Estuvo varios días en Bolivia negociando con el gobierno. Paz Estenssoro, le obsequió un bello bastón de mando andino.24 A través de Milton, Washington avaló el DS 3464 de Reforma Agraria de agosto de 1953 (con la égida del MNR, los “sindicatos campesinos” ya estaban expropiando a los latifundios por acción directa).25 Casi al unísono, Dwight Eisenhower, decidió seguir enviando alimentos a la RN (una política iniciada por Truman sumamente vital para la continuidad del MNR en el poder),26 y habilitar créditos y subvenciones al gasto fiscal para inversión y gasto corriente.27
No sólo las coacciones de EUA, inherentes al cómo gastar sus préstamos y donaciones, llegaron bastantes laxas inicialmente. Además, la RN llegó a insumir la mayor parte de la “ayuda” estadounidense por algún tiempo en Latinoamérica.28
Eisenhower, vio en la RN una oportunidad irrepetible para legitimar su intransigente anticomunismo en la región, ayudando a un gobierno popular que se distinguía de los varios dictatoriales que se les acusaba de favorecer (como las dictaduras militares que sucedieron al legítimo presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz Gusmán, depuesto en junio de 1954 con un golpe de Estado digitado desde EUA). Y porque, él, su hermano Milton, y el secretario adjunto de Estado para Asuntos Interamericanos, Henry Holland, entendieron que apoyar a la cúpula “movimientista”29 era la única forma de contener al comunismo encarnado en las ya mencionadas fstmb e izquierda del MNR, entre otros actores.30 Pero, ¿podían confiar en los jefes del MNR sin temor a veleidades o calculados engaños de su parte?
Con todo, Eisenhower gobernó desalentando a las compañías estatales que pudiesen competir con las de su país, especialmente las petroleras (hasta 1959) y en eso no hizo excepción con Bolivia.31
Veamos el caso de las relaciones políticas de la URSS y Bolivia. Estas surgieron de la Internacional Comunista (ic) fundada en 1919 por iniciativa de Lenin en Moscú como una federación mundial de cada Partido Comunista (pc) reconocido como tal en su país por la URSS. Su misión era garantizar el apego y lealtad de los pc a la línea política dictaminada por los órganos directivos supranacionales de la ic en Moscú, por ejemplo, la lucha contra los movimientos socialdemócratas y nacionalistas, y a su turno, los fascistas.32
En ese contexto, la ic buscó al comunismo latinoamericano afín a sus objetivos y métodos leninistas de acción, muchas veces a través de agentes clandestinos, con resultados promisorios. A finales de la década de los veinte siglo XX, surgió la Confederación Sindical Latinoamericana (csl), cuyos congresos realizados en Montevideo y Buenos Aires durante 1929, dejaron honda impronta en las izquierdas bolivianas.33
Si bien, muchos de los futuros fundadores del MNR se encontraban imbuidos en el marxismo siendo participantes activos de la organización del incipiente izquierdismo, como: Walter Guevara Arze, Carlos Montenegro, Julio Suazo Cuenca, Luis Iturralde Chinel y Víctor Andrade; ninguno asistió a esos congresos,34 ni tuvo vínculos militantes con la ic, ni antes ni después de la Guerra del Chaco 1932-1935.35
En la posguerra del Chaco, la ideología de aquellos personajes giró hacia un socialismo antiliberal y nacionalista, siendo partidarios de un sistema económico de mercado con fuerte regulación e intervención estatal, y opositores de los horizontes anticapitalistas de la izquierda radical: comunistas y anarquistas.36
En efecto, en los PRINcipios y Acción del MNR (al parecer los redactó José Cuadros Quiroga en 1941), su primer programa político, a tiempo de demandar vagamente nacionalizar los servicios públicos, combatir al “superestado” minero, igualdad de derechos entre clases o etnias, reformar las relaciones de producción agrícolas y la educación urbana y rural; reivindicaron también la raza indomestiza como sujeto transformador y calificaron de antinacional a toda relación con los “partidos políticos internacionales [ic] y el judaísmo”.37La Tesis de Ayopaya de 1946 sustituyó al documento anterior. Ahí, se sustentó teóricamente a las hasta entonces consignas movimientistas de la “alianza de clases” y se dotó de líneas programáticas consistentes al MNR, autodefiniéndolo secuaz de Gandhi y Lázaro Cárdenas, no de Hitler, ni Mussolini, y abrazando a la democracia y al Estado de Derecho como los medios de la RN,38 algo que ya traslucía Nacionalismo y Coloniaje de Carlos Montenegro (1942).
Y eso no es todo. El MNR, pese a su posición más o menos equidistante ante EUA. y la URSS, en su célebre compendio de saberes adquiridos luchando por el poder y editando a modo de consejos para obtenerlo, el Estado Soviético aparece como un aparato burocrático y atado a las directivas de un único y autoritario comité central.39
Al margen de la gran heterogeneidad ideológica y política de los grupos inestablemente aglutinados en el MNR, tanto antes, como en el apogeo del “entrismo”40 a inicios de la RN, en el MNR, prevaleció el antiestalinismo; moderado sólo a fines de los años ‘50 como resultado de la inauguración de la solidaridad política y ayuda desarrollista de la URSS para los países del tercer mundo, y de los intereses y afanes de la RN asociados con su participación en el movimiento internacional de los no alineados.41
Pasemos al campo diplomático. Por la carencia de intereses geopolíticos comunes, Rusia y Bolivia, salvo uno que otro contacto efímero e intercambio de folios oficiales se ignoraron mutuamente hasta la revolución comunista en Rusia de 1917. A consecuencia de la animadversión hacia el comunismo de los gobiernos bolivianos de distinto cuño, dicha lejanía creció en diplomacia. Sólo a fines de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y en el marco de la adhesión del país al bando “aliado” desde el ingreso de EUA al conflicto, Villarroel reconoció al gobierno de la URSS. Y eso indignó a la derecha nacionalista adherida al gobierno villarroelista (civiles y fuerzas del orden). En los festejos oficiales decretados por la caída de Berlín, agredieron a los símbolos y simpatizantes de la URSS en La Paz, Sucre y Potosí.
¿Tenían Villarroel y, sus aliados del MNR, si bien excluidos del gobierno, planes con la URSS? Para Ricardo Anaya, entonces subjefe del Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), ni Villarroel, ni Víctor Paz Estenssoro (el líder del MNR), querían o sentían algún afecto por la URSS (“la patria del socialismo”) no significando la inauguración de las relaciones con ésta, más que “la humillante sumisión” de ambos ante EUA, buscando el “reconocimiento” de EUA al gobierno de Villarroel y la aceptación de la inclusión del MNR en éste.42
A contrapunto con Anaya, el ingeniero pionero de YPFB y líder de opinión, Enrique Mariaca, ya siendo nacionalista prosoviético, escribió: “Villarroel […] se hubo pronunciado en múltiples ocasiones a favor de la conveniencia de ampliar las relaciones comerciales con la URSS y los países socialistas”.43
De cualquier modo, esas relaciones no prosperaron. A los sucesores de Villarroel no les interesó.44 Tampoco a la URSS. En 1947 creó la Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros (kominform) como sustituto de la ic, aglutinando sólo a los pc de los países comunistas europeos más los de Francia e Italia. Y hasta morir Stalin adoptó una actitud muy reservada hacia América Latina, por considerarla fascista o aliada de Estados Unidos.45
Al triunfar la RN, la URSS y el MNR, no tenían empatía.
3.Apertura y desarrollo de las relaciones con Bolivia y el Bloque del Este
3.1 Primera etapa 1952-1957
Precisamente, el MNR, al tomar el poder, resolvió asumir la posición “neutral” ante la URSS y EUA sosteniendo relaciones y agendas diplomáticas con ambos polos.46 Lo hizo evocando sus viejas consignas antimperialistas sobre la autodeterminación de los pueblos, la no intervención de unos Estados en los asuntos de otros como ley primera del derecho internacional, y al “derecho a decidir por nosotros mismos lo que más conviene en cualquier campo de actividad”.47
Dicha posición, también conocida como “tercerista”, fue adquiriendo amplio respaldo entre los actores obreros y campesinos del cogobierno con el MNR. La Central Obrera Bolivia (COB), pese al cariz pro-soviético concomitante con el planteo de la dualidad de poderes que hubo abrazado al nacer el 17 abril de 1952,48 aprobó la posición “tercerista” en su I Congreso de octubre de 1954, repudiando a los dos bandos beligerantes de la guerra fría: el capitalismo y la burocracia soviética.49
¿Qué pretendía la RN con esos vínculos? Muchos conspicuos, aunque heterogéneos historiadores convergieron en que la cúpula gobernante de la RN, aguijoneada por la debilidad institucional y pobreza endémicas del país, coqueteaban con la URSS, publicitando sus ofertas no para aceptarlas, sino como un medio extorsivo para obtener mayor ayuda de EUA.50 Algo como decirles: “si no nos ayudáis más, dejaremos instalarse a los soviéticos en Bolivia”. En efecto, en cierta ocasión a inicios del mandato de Kennedy en EUA, Víctor Paz le dijo a Carl Strom, embajador estadounidense en el país: “aceptar la cooperación soviética no pondría en peligro el programa de cooperación estadounidense”, a lo que Strom respondió: “eso afianzaría a los soviéticos en Latinoamérica”, cosechando esta respuesta de Paz: “no estoy obligado a impedir que los hechos se desarrollen en tal sentido”.51
Incluso Walter Guevara Arze, como líder de la centroderecha del MNR, al romper totalmente con su partido a raíz de la usurpación de su candidatura presidencial para los comicios generales de 1960 en la VIII Convención del MNR, denunció al poco tiempo:
[…] La ayuda rusa [URSS] ha sido utilizada como un instrumento de chantaje contra los americanos. Como el juego es transparente, los funcionarios del Departamento de Estado no se han dejado engañar, y han ofrecido la limitada ayuda que juzgan que puede aprovecharse sin desperdicio ni malversación, cuidándose de poner el dinero fuera del alcance de Paz y Lechín.52
Tal respuesta es sólo parcialmente válida. Sobre todo, en los gobiernos de Paz, quien mayormente combinó en sus gabinetes a militantes del ala derecha e izquierda53 equilibradamente. La RN, hubo depositado expectativas muy altas en articular un contrapeso a la hegemonía casi absoluta de EUA en América, en proyectos de integración económica con el bloque comunista, en la formación de cuadros técnicos en los institutos y universidades de la Europa comunista, mediante un sistema de becas para los hijos de la clase media y obrera (véase la ampliación del Comité Nacional de Becas del DS 3062 de mayo de 1952).54
En diciembre de 1952 se iniciaron relaciones diplomáticas con la República Popular Federativa de Yugoslavia (RPFY) mediante Lazar Lilic como ministro plenipotenciario con sede en Santiago de Chile, y Mateo Sasunic,55 como cónsul boliviana en Split. Poco después la RPFY designó a su conspicuo diplomático de carrera, estadista, político y héroe partisano de la segunda guerra mundial, Dragutin Djurdjev, como jefe de su legación para Bolivia ya con sede propia en el país.56
Y en octubre de 1954, Walter Guevara, siendo canciller y Dragutin Djurdjev, firmaron convenios comerciales recíprocos por medio millón de dólares anuales y con aranceles preferenciales. Bolivia vendería concentrados de estaño, wólfram, cobre y sulfuros; Yugoslavia, manufacturas e insumos químicos.
Para el Departamento de Estado de EUA todo trato oficial con el Este amenazaba su dominio, tal vez más si involucraba a países débiles y políticamente inestables en los que los comunistas todavía no tenían presencia diplomática, y que, sin embargo, albergaban algún interés para ellos, como el estaño, que hasta el fin de la Guerra de la Guerra de Corea (1949-1953) le seguían considerando estratégico.57 Al PRINcipio, un control minucioso del intercambio comercial a cargo de sus embajadas, parecía bastar en dicho afán.
En efecto, Charles Bridgett, agregado comercial de EUA en Bolivia, informó a su gobierno que tal tratado no constituía peligro para el aprovisionamiento estañífero que Bolivia tenía comprometido con Inglaterra y su país, por “tratarse de otro tipo de concentrados”, como el canciller Guevara hubo aclarado al ser inquirido por este asunto al día siguiente de la firma por la prensa.58
A mediados de 1953, se iniciaron las relaciones con la República Socialista de Checoslovaquia (RSCH), firmando otro acuerdo de venta de 500 toneladas anuales de estaño a cambio de maquinaria agrícola, materiales para las minas y otras manufacturas,59 por un valor no mayor a 4 millones de dólares.60 Luego, en 1956 y 1957, se hizo lo propio con Hungría y Rumania respectivamente,61 cuya relevancia durante la RN fue muy modesta. Con Cuba, los vínculos diplomáticos ya existentes serían renovados en enero de 1961.62 Con todo, hasta la coyuntura de la estabilización monetaria, las relaciones con estos países fueron discretas y poco activas.
La completa desconexión entre las economías del país con las del Este, junto a las distancias y obstáculos geográficos (“Cuba está rodeada de mar, Bolivia de tierra”, solía decirse), interponían grandes desafíos a los proyectos de integración económica, por voluntariosos que fuesen. Comenzó a estudiarse el potencial productivo propio para satisfacer necesidades del otro, desde sus capacidades y recursos. Así, al menos inicialmente, los europeos proveerían insumos mineros y otras maquinarias industriales; los bolivianos, minerales y productos agrícolas, esto último si los planes de diversificación productiva diseñados por la misión estadounidense de fomento económico a cargo de Merwin Bohan en 1942, y que la RN adoptó, marchaban bien.63
La RSCH, que tenía proba experiencia en metalurgia, se interesó en desarrollar fundiciones para el país, si bien, aquella opción en esta primera etapa era sólo promisoria, en tanto la funcionalidad de su metalurgia en el contexto geológico e industrial boliviano aún no había sido técnicamente analizada.
En Los Andes, existió la metalurgia antes de la colonia, en la colonia y en la República, si bien la casi totalidad de las pequeñas fundiciones estaño y otros minerales que llegaron al siglo XX sucumbieron ante la competencia exterior posterior a la Primera Guerra Mundial (1914-1918). De modo que las utilidades industriales adicionales y el ahorro en fletes falsos inherentes a fundir los concentrados en suelo propio, como los beneficios sinérgicos que juntas generarían para la economía nacional, palpitaban conscientes entre parte de los políticos, de los empresarios mineros y del pueblo. Por eso, instalar fundiciones apuntando a integrar verticalmente la industria estañífera en el país, fue constantemente anhelado. Y el anhelo renació fortalecido entre los nacionalistas, en paralelo con la creación de la fstmb, como demanda interpuesta al gobierno.64 Si bien, entonces, la tesis del capital privado como actor del desarrollo metalúrgico tenía gran aceptación, preferentemente, siendo nativos.65
Así, al nacionalizarse las minas, sus trabajadores ofertaron al gobierno un aporte o mita de un día mensual de sus haberes para erigir una fundación estañífera estatal.66
Y así, y como parte del mismo proceso nacionalista, surgieron empresarios nativos desarrollando una metalurgia estañífera e instalando fundiciones propias, como Mariano Peró y su ingenio Funoruro en Oruro y el ingeniero George Zalesky del Laboratorio Metalúrgico del Banco Minero (BM) con su planta experimental Hormet en La Paz. Ambos, resolvieron las dificultades causantes de la quiebra de las varias y pequeñas fundiciones estañíferas de inicios del siglo XX: la baja ley del concentrado subsecuente al agotamiento por explotación intensiva de la casiterita y los veneros ricos. Cabe subrayar la inscripción de dichos emprendimientos en nuevas generaciones tecnológicas, incluso con innovaciones propias como las técnicas PIRometalúrgicas de Zalesky; sin embargo, el alto costo de la energía obtenida del carbón mineral importando (por eso Peró usaba hornos eléctricos), la escasez de oxígeno en las alturas y la frugalidad de sus capitales, limitaron el calibre de sus operaciones al del pequeño productor.
¿Cómo atendió el MNR la demanda de fundiciones al subir al poder? Al PRINcipio creó reparticiones públicas para resolverla como el Departamento Metalúrgico del Ministerio de Minas y Petróleo y el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas (iimet) en mayo de 1953 (ahí estaban Núñez, Zalesky y Hugo Silva) y buscando créditos y capitales externos para erigirlas. El propio Paz Estenssoro, en sus primeros tratos con EUA, pidió a Henrry Holland, que el Eximbank financie oleoductos de Cochabamba a La Paz y Arica, y un ingenio de fundición estañífero; a lo que Holland respondió que, de acuerdo con la posición de Eisenhower, eso no era posible y que debía buscar capitales privados para ese tipo de propósitos productivos.67 Al unísono, a todo afán del Estado boliviano con ese fin, los grandes lobbies de la fundición estañífera maniobraban para obstruirlo. Incluso, el conocido informe sobre la minería boliviana de 1956 que la consultora estadounidense Ford, Bacon & Davis, hizo por encargo del gobierno, desestimó la rentabilidad de fundir estaño a gran escala en Bolivia.68 En suma, mientras Juan Lechín y Mario Torrez se turnaban ocupando el cargo de ministro de minas y petróleo de 1952 a 1956, no hubo progresos visibles respondiendo a esa demanda.
Sin embargo, según el gobierno frente al pueblo, la metalurgia marchaba ¡y con capitales nativos! En agosto de 1952, el grupo Salim Chacur (de banqueros, industriales y comerciantes mayoristas) y el gobierno, firmaron un convenio a modo de gobernanza. Chacur obtenía fueros tributarios: liberalización de aranceles aduaneras y otros impuestos del gobierno.69 A cambio, estaba obligado a instalar en Bolivia: una fundición estañífera, fábricas de fósforos, explosivos, ácido sulfúrico y otros químicos.70 Incumpliendo Chacur con la metalurgia, el convenio anduvo de caducidades a reanudaciones.71 Quizá, esos vaivenes opacaron la exigencia de una fundición propia.
En adelante, la metalurgia se fue desvaneciendo. Ya gobernando Hernán Siles, apenas la vemos salir en los diarios, cuyo interés central de 1957 a 1959 fue por las guerras campesinas o autonomistas en Santa Cruz, el mercado mundial del estaño, los conflictos salariales de la COB y el gobierno, el Punto IV en Bolivia, la quiebra de comibol, la delantera soviética en la carrera espacial y la guerra nuclear.
Volviendo a las relaciones diplomáticas, no por discretas fueron mojigatas. Firmado el acuerdo comercial con la RSCH en 1953, la embajada estadounidense en La Paz denunció a su gobierno que éste incluía el envío de armamento checo, provocando con eso la aceleración de la ayuda de EUA a Bolivia.72 Hubo muchas denuncias como esa, no sólo estadounidenses. Una de las más sonadas, fue poco antes de la Octava Reunión de Cancilleres de la Organización de Estados Americanos (oea) celebrada en Uruguay a fines de enero de 1962, convocada por EUA para expulsar a Cuba de la oea.
En La Paz, sindicatos de la COB y comandos estudiantiles del MNR, salieron a marchar exigiendo al gobierno votar por Cuba en Uruguay.73 El 24 de enero, congregados en San Francisco, en el furor de la protesta dispararon al aire, y así, mataron por accidente al ingeniero Zalesky con el impacto de una de sus balas perdidas en la cabeza, mientras curioseaba entre las calles Yanacocha y Mercado.74
Quienes realizaron el informe forense, dijeron “se trata de un proyectil extremadamente raro que no se usa en Bolivia […] el arma es de manufactura checoslovaca” publicó Presencia, añadiendo: “Juan Alberto Ortiz y la juventud del MNR y gente de la COB fueron vistos disparando ametralladoras checoslovacas en la marcha comunista […] Gente de la COB también las usó para repeler los ataques de las fuerzas anticomunistas”.75
Al consultar este asunto al historiador Luis Antezana Ergueta, respondió: “los checos no armaron milicia alguna, en ningún tiempo. Las afirmaciones contrarias, fueron rumores contrarrevolucionarios” (Comunicación Personal, 01 de noviembre de 2021).
Seguirá inquietando la condecoración con el Cóndor de los Andes al “antiguo encargado de negocios” de la RSCH, Josef Rutta, “en el Grado de Comendador” en mayo de 1963 (DS 06464). Y lo de enero a noviembre de 1964, cuando “grupos desconocidos” (derechistas) causaron destrozos a la embajada checa varias veces, al punto que su embajador Kole Ćaśule le recordó al gobierno boliviano con queja oficial en octubre de 1964 que la seguridad de su gente y edificios eran una obligación suya.76
3.2 Segunda etapa de intensificación de las relaciones 1958-1964
Como evidencia la gráfica del Anexo I, sí de 1952 a 1958, la correspondencia oficial diplomática sobreviviente con los países comunistas, fue infrecuente y usualmente por asuntos ordinarios de protocolo; entre 1958 y 1959, se intensificó exponencialmente año tras año ¿a raíz de qué?
Al margen de los caminos singulares que siguieron las agendas con la RPFY, RSCH y Cuba, su intensificación surgió de circunstancias coyunturales y causas compartidas.
Veamos las circunstancias. Como fruto combinado de varias medidas gubernamentales a contra pelo del discurso nacionalista hondamente arraigado en las masas, comenzando con la estabilización monetaria, la menos popular,77 el conato del “Bloque Restaurador” de la COB,78 la concesión del campo petrolero Madrejones a capitales privados a fines de 1958, los del cp atrayendo transnacionales y, las primeras olas de mineros despedidos de comibol en el mandato de Siles; la COB, inició su divorcio del MNR, sería titubeante, largo, pero irreversible, y al alejarse del MNR, se imbuía en luchas por una redistribución más radical de riquezas y poder.
Aquello, muy probablemente, arreció el atractivo político de Bolivia para la URSS. De hecho, su primer mega oferta de ayuda al país, sobrevino a inicios de 1958, ¿casualidad?
Raúl Ruiz González,79 en su calidad de dirigente del pcb, visitó la URSS a fines de 1957. Volvió embelesado con los logros socioeconómicos y tecnológicos que vio ahí y que traspuso a su Prometeo: “acierta el diputado conservador inglés, Sir Robert Boothby, al escribir en el Daily Express del 10 de octubre de 1957: ‘El comunismo es el líder en cualquier esfera, sean de satélites, cohetes, armas de hidrógeno, diplomacia o el desarrollo industrial’”.80 También volvió colmado de ofertas de ayuda desarrollista de la URSS al país dirigidas al pcb a través suyo. Sin embargo, según su historia, en enero de 1958 el presidente Hernán Siles Zuazo (1956-1960), le convocó a informar en qué consistían tales ofertas. Inicialmente -informó Raúl- en $ 65 millones (ampliables hasta los 80) destinados a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). También podría donar hornos de fundición para toda clase de minerales al país, entre otras cuestiones, siempre y cuando Bolivia formalice relaciones diplomáticas con la URSS.81
Y Siles Zuazo hizo verificar la historia de Ruiz sin avisar a EUA, enviando en septiembre de 1958 una comisión de YPFB a Buenos Aires integrada por su gerente general, Enrique Mariaca, su presidente, José Paz Estenssoro (y quizá el político Paco Careaga), supuestamente a reunirse con directivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) de Argentina, algo rutinario.82 No obstante, aquella fue a la embajada soviética en Buenos Aires, cuyos funcionarios Avatiac E. Badalian y Vladimir Vlasov, confirmaron la total autenticidad del mensaje de Ruiz, aunque siempre condicionado a la apertura de embajadas.83
Pronto todo salió a luz. Anaya, sobresalió defendiendo la supremacía de los beneficios desarrollistas para el país inherentes a la alianza económica con la URSS, no sólo por sus condiciones financieras: treinta años plazo al 2.5 de interés anual, de acuerdo a lo comunicado por Ruiz González y ratificado por ellos posteriormente, y porque no implicaba intromisiones políticas en la “soberanía de los pueblos”, sino también, por su tecnología: “algunas de las máquinas muy buenas que fabrica, por ejemplo turbo perforadoras, son compradas por compañías norteamericanas [Dresser Industries], mientras a nosotros el Departamento de Estado, nos veda adquirirlas”, añadiendo: “no quiero referirme siquiera a aquella majadería de que aceptar la oferta soviética de cooperación económica importa abrir ancho cause a la infiltración ideológica del comunismo”.84
Canelas, parafraseó y amplificó ese doble argumento buscando que Bolivia pacte con el programa soviético de cooperación: la neutralidad política de la técnica y la superioridad o igualdad soviética de aquella, concluyendo que sólo se la podía “acusar de calidades de presentación menos vistosas”.85
Y tan pronto como salió a la luz, se amalgamó con la oposición al cp, hasta ese momento insipiente y disgregada entre actores políticos heterogéneos. Los dirigentes de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia (fstpb), Tomas Cabrera y Marcos Orgaz, junto a los intelectuales Amado Canales y René Rocabado, se cohesionaron buscando imponer la acepción de la oferta soviética y la abrogación del cp en la lucha política.86 Para todos ellos, el crédito soviético, resolvería la crisis de YPFB, transformándola por fin, en el dínamo de la industrialización; algo inimaginable en los marcos del Punto IV. De otro lado, Lechín, quien también alimentaba las compañas anti cp, junto a los dirigentes del MNR y de la COB en La Paz, Guillermo Limpias y Stanley Camberos, se pronunciaron a favor de considerar la oferta soviética frente al rechazo de EUA a dar ese tipo de ayuda.87 Y el sector conservador del MNR a través del Congreso no se quedó atrás: sus senadores Ciro Humboldt y Oscar Donoso interpelaban a YPFB al modo de dinamo y símbolo de la nación, para justificar su apoyo al crédito soviético, en tanto, EUA siguiese negando préstamos a empresas estatales; todo pronunciado con vehemente retórica nacionalista y revolucionaria.88
Mientras tanto, Siles, seguía con el modelo en curso repudiando “a quienes por obcecación doctrinaria confundían al generoso, abierto y democrático pueblo estadounidense, con los grandes monopolios imperialistas”.89 Ante su indolencia el congreso boliviano decidió enviar a sus miembros German Quiroga Galdo, Oscar Donoso y Julio Castro en comisión oficial a la URSS, en julio de 1960, donde pidieron cooperación desarrollista. Al unísono, aprobó la ley de apertura de relaciones diplomáticas con la URSS, incluido el ítem del presupuesto.90 Ni Siles, ni Paz, la efectivizarían.
Hasta ahí, la demanda por fundiciones seguía opacada en la agenda pública. La URSS apenas visualizó ese asunto en su oferta inicial centrada más bien sobre la cuestión política más candente del momento: YPFB. Tampoco conocía las particularidades minerales y geológicas bolivianas. Respecto al estaño, de lo que Bolivia vivía, la URSS, producía alrededor del 1% del total mundial de concentrados en las décadas 50 y 60 del siglo XX (sus exportaciones del 9% del total mundial de 1957 a 1958 salieron de sus reservas).91 Y tampoco lo hacía con tecnologías de vanguardia.
Theodore Shabad, editorialista del New York Times y reconocida eminencia sobre geografía y economía soviéticas, comunicó la inauguración al noreste de Siberia del Centro Estañífero de Iultin a fines de 1959 destinado a investigar la reducción del estaño bruto a concentrado para su fundición de Novosibirsk, la única estañífera de la URSS. Del origen de su estaño exportado en 1957 y 1958 (la URSS nunca había exportado estaño), un hecho conocido en Bolivia como el dumping soviético porque deprimió los precios internacionales del estaño al mínimo histórico durante la RN,92 Shabad, creía que podría “relacionarse con la existencia de un respaldo importado de China”.93
Y esa situación no cambió hasta el fin de la RN. Sergio Almaraz, al visitar la fundición estañífera Williams Harvey, a fines de 1963 como parte de una comisión boliviana invitada por el gobierno inglés, situada en Inglaterra y donde se fundían concentrados bolivianos, se sorprendió viendo preparar cargas de libras finas para la Unión Soviética. Al consultar si Williams Harvey vendía a la URSS, los técnicos anfitriones le respondieron que era uno los viejos clientes de la firma.94
Pasemos el caso de la RSCH. Miloš Vesfly, entonces su encargado de negocios salió de gira por el país en marzo de 1959 a dar conferencias en mesas redondas sobre su sistema social, comenzando en la universidad pública de Cochabamba.95 El 21 de noviembre arribó la primera comisión de diputados checos por invitación de Juan Sanjinés Ovando, presidente de la cámara baja del congreso boliviano. Les recibió el parlamento en gran comisión. Los diputados aimaras y quechuas les dieron cálida bienvenida en sus idiomas nativos. El diputado Gil Coimbra saludó la presencia femenina en su delegación, dijo: “ambos pueblos hemos concedido derechos ciudadanos a la mujer”. Josef Borůvka, jefe de los diputados checos, fue al grano: “queremos incesantemente amigos en Latinoamérica y ayudarlos efectivamente, la economía checoslovaca es poderosa, lo era en 1945 y desde entonces ha triplicado su poder”.96 Retornaron llenos de libros, folletos y otros regalos oficiales.97
Según hallazgos de Field en los archivos de la cancillería de la RSCH, ésta no buscaba beneficios lucrativos con la cooperación a la RN, tampoco consPIRar sistemáticamente contra los gobiernos de la RN, aunque sí aprovechar “todas las oportunidades para profundizar las divisiones entre Bolivia y los estados capitalistas liderados por los EUA”.98
A raíz de la intensa gira de trabajo del vicecanciller checo, Jiri Hajek99 por Bolivia a fines de enero de 1961, se firmaron robustos convenios de intercambio cultural, formación de cuadros técnicos y desarrollo minero, cuyos resultados inmediatos fueron: intercambio diario de programación política y cultural entre Radio Checoslovaquia e Illimani de La Paz, y desde abril de 1960, concesión de exclusividad a la RSCH para elegir a los beneficiarios obreros de sus becas.100
Poco después, comenzaron las negociaciones para comprar una fundición de antimonio a la firma checa Technoexport (a instalarse en Vinto, Oruro).101 Aquello, tuvo una excelente recepción política en el país,102 sin embargo, en lo que concierne a los fines desarrollistas, es decir, incrementar el “bienestar” básicamente mediante cambios tecnológicos, la fundición de antimonio, proyectada con una capacidad máxima de 5,000 toneladas anuales, devenía modesta (como se vio luego al instalarse en la década de los setenta del siglo XX).103
No obstante, las causas de la intensificación de las relaciones con el Bloque del Este van más allá de la buena voluntad y del contexto boliviano. La eclosión del programa de cooperación soviético dirigido a los “países emergentes”, como ellos llamaban a los del tercer mundo, fue por supuesto imprescindible, aunque su existencia de por sí no explica su creciente acercamiento al país. Este, pese a ciertos antecedentes en los tiempos primigenios de la URSS, comenzó a cobrar forma organizada en los últimos años de Stalin con los acuerdos económicos, no siempre bien logrados,104 con los países de Europa del Este y Corea del Norte, con base en las experiencias acumuladas en los primeros planes quinquenales de Stalin: “cuando millones de campesinos rápidamente se adiestraban en las industrias que se erigían en gran cantidad en los más diversos oficios”.105 Sobre la ayuda soviética en 1952, Ricardo Anaya, decía que mientras los países amigos y con cooperación de la URSS hubieron marchado a grandes pasos en el camino de su independencia nacional, progreso económico, cultural y políticos; aquellos situados en la órbita del capitalismo imperialista, no progresaban, ni tenían perspectivas de hacerlo.106
El programa dio un salto cualitativo y cuantitativo, más o menos, desde el célebre desafío de Nikita Jrushchov a todo el cuerpo diplomático de las potencias capitalistas en la embajada de Polinia en Moscú: “da igual si les gusta o no, la historia está de nuestro lado, ¡los sepultaremos!”.107 Quizá el hito más claro de su lanzamiento mundial fue la XV Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (onu) entre septiembre y octubre de 1960. Ahí se aprobó a petición de la URSS la emancipación de las colonias o de los pueblos colonizados con la Resolución 1514.108 Y ahí, Jrushchov ofreció personalmente a Bolivia mediante su embajador en la onu, Federico Álvarez Plata, un crédito “desinteresado” de $ 150 millones para YPFB y comibol (80 y 70 respectivamente) más la donación de hornos estañíferos.109
A la oferta, el gobierno respondió con absoluta reserva. Sólo el 27 de octubre, y luego de analizarla el presidente, las directivas del congreso, el consejo de ministros y el Comité Político Nacional (cpn) del MNR, Carlos Ponce Sanginés, secretario permanente del cpn, comunicó: se ha nombrado una comisión constituida por Juan Lechín Oquendo (vicepresidente), Ñuflo Chávez (ministro de minas), Alfonso Gumucio (ministro de economía), Eduardo Arze Quiroga (canciller), Ayala Mercado (diputado presidente de la cámara baja), Guillermo Bedregal (presidente de comibol), y José María Palacios (Secretario de Asuntos Sindicales del cpn), para que redacte un informe minucioso acerca del asunto que sería presentado próximamente al pueblo.110
La cuestión preocupó mucho a la derecha. Mario Ocampo Castrillo, delegado nacional de prensa y propaganda de la fsb, advirtió que habrían PRINcipios de condicionalidad en el crédito, como en cualquier transacción económica, aunque según los soviéticos, era desinteresado, y estos serían: “la utilización de técnicos, repuestos, fundentes, reductores y otros elementos auxiliares de procedencia soviética; es decir, una penetración económica que, con la quinta columna comunista incrustada en el MNR, derivaría fácilmente al campo político”.111
Raúl Olmos Saavedra, diplomático conservador del MNR, además de quejarse de la aprobación de las relaciones diplomáticas con la URSS en el Congreso, advertía que con la aceptación del crédito soviético se propagaría el ateísmo en Bolivia y “nuestra esclavización por los rojos”.112 La defensa del cristianismo y de la religión como argumento contra la “barbarie atea de la URSS”, tuvo muchísima resonancia entre las elites derechistas, y la población mestiza de clase media y baja en general, sembrando desconfianza y temor ante cualquier trato con la URSS.
El acercamiento entre Latinoamérica y el Este, fue una tendencia del momento hasta la ruptura de las relaciones diplomáticas de EUA con Cuba113 el 3 de enero de 1961.114 Así, el 21 de diciembre de 1960, llegó al país, previa estancia de dos días en Argentina, la delegación de diputados soviéticos. En el Aeropuerto de El Alto, el diputado y presidente de la cámara baja del congreso, Rubén Julio Castro, del autodenominado “Bloque Oriental” del MNR, recibió a los soviéticos. Entonces Castro abanderaba la integración económica con la URSS desde el MNR. Ahí, más de 500 personas les aguardaban, izaron una bandera soviética junto a la boliviana en la pista y cuando Jorge Gutiérrez, jefe de protocolo de la cancillería, intentó bajarla -según protocolo, sólo se iza la bandera extranjera cuando llega su jefe de Estado-, le disuadieron con lluvias de piedras.115 Bajaron escoltando a la delegación del aeropuerto a La Paz, más de cincuenta vehículos entre camiones y autos. En Villa Victoria, tuvieron que detenerse a pedido de la gente, y a las puertas del Hotel Crillón, su alojamiento, les esperaban casi cincuenta mil personas y les pasearon e ingresaron en hombros al Hotel.116
Los soviéticos estuvieron 12 días recorriendo el país (estancia inusualmente larga), inquietando y polarizando, a favor y en contra suyo, al país por su paso. Su gira fue un éxito. Miles de mineros salieron a su encuentro en el aguerrido y populoso distrito minero de Siglo XX, diciéndoles que si el gobierno rechazaba los hornos estañíferos su sindicato los aceptará con gusto; hubo vítores generales para la URSS, aunque los mineros del por, aclamaban a Lenin y Trotsky, mientras los del pc, a Jrushchov.117 Visitaron también Catavi, Huanuni y San José, como resultado la fstmb le mandó una carta al presidente instándole a recibir los hornos y créditos soviéticos, volviendo a ofrecer una mita salarial de 6 meses para costear la instalación de los hornos donados, cuyo costo neto se estimó en $ 25 millones.118
En el Parlamento, Rodionov, saludando la “vocación revolucionaria y justiciera del pueblo boliviano”, cuyo valiente y cálido recibimiento, “aliviaba las tensiones internacionales”, expresó: “nuestra ayuda es desinteresada, porque el pueblo ruso hace su aporte para liberar a los pueblos de la pobreza”. Sin embargo, en la rueda de prensa con Paz Estenssoro,119 añadió: “la Unión Soviética siempre apoya la creación de una industria propia como base de la independencia económica sobre los PRINcipios del provecho mutuo”. Ahí, entregó la carta de Leonid Brézhnev, presidente del presídium del Soviet Supremo de la URSS, para Paz Estenssoro. Brézhnev, le decía, entre otras cosas, saber muy bien: “que el pueblo boliviano trabajador ha logrado éxitos en la industria nacional petrolífera y minera, y que, poseyendo riquísimas materias primas y cuadros nacionales capaces, asPIRa a ir por el camino de la creación de una sana industria nacional”; y que esperaba que el gobierno cumpla la decisión del congreso sobre el establecimiento de representaciones diplomáticas entre La Paz y Moscú. Paz Estenssoro lacónicamente respondió: “el mensaje de Brézhnev es la expresión de la amistad de la URSS hacia Bolivia”.120
Al día siguiente, Rodionov, siendo inquirido acerca del correlato factual de sus ofertas, o si eran ciertas o mera propaganda, en reunión con las células de profesionales del MNR, aseguró: “si el gobierno acepta los hornos, serán completamente construidos por ingenieros y obreros soviético, la URSS es suficientemente poderosa para ello […] ya hizo la planta siderúrgica de la India y la represa de Aswan en Egipto”. También dijo: “nuestra ayuda no puede limitarse a las fundiciones y el petróleo, sabemos de la ayuda que necesita Bolivia, podemos proporcionarle recursos para hidroenergía, suministrar tractores y maquinaria agrícola”. Pero ¿cómo y cuándo pasará esto? -sentenció Rodionov, respondiéndose luego el mismo-: “eso sólo el gobierno de Bolivia lo decidirá”,121 léase, cuando inaugure una embajada en la URSS.
Sobre la nutrida agenda diplomática de RPFY y la RN, quisiéramos referir cierto hecho anecdótico. En julio de 1962, el Ministerio Boliviano de Agricultura, Ganadería y Colonización, encargó 180,000 arados de hierro de una reja a la Tehnopromet (de Belgrado). A fines de noviembre arribó al país el primer lote de 20,000 arados, costando alrededor de $69,000, estando en camino el segundo.122
¿Serían aquellos arados, los canjeados por los fusiles máuseres de los milicianos campesinas del MNR en el gobierno de Barrientos (1964-1969)? Sin duda, su valor era tanto económico como político. Como sea, la característica más importante de aquellas relaciones, e igual con Cuba, fue su objetivo de articular contrapesos al predominio mundial de los grandes sobre los pequeños, a eso vino Josip Broz Tito, presidente de la rfsy, en octubre de 1963, recibiendo el Cóndor de los Andes en el grado máximo (Gran Collar) por su “leal amistad a Bolivia”.123
4. Consecuencias de las relaciones con el Bloque del Este para la RN
4.1 Desarrollistas
Muy alarmados los países de la otan y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por el éxito de la gira soviética, habilitaron créditos para salvar a comibol de la quiebra en enero de 1961. Como fruto de la revolución cubana y de la mega oferta crediticia soviética para Bolivia en 1959, Dwight Eisenhower, abandonó silenciosamente su política de desaliento a las compañías estatales, fundando el BID con objetivos prestatarios afines a los requerimientos de la compañía estatal en abril de 1959. El BID sirvió de antecedente para la creación de la Alianza para el Progreso por el presidente de EUA John F. Kennedy en marzo de 1961, disponiendo la cifra de $20,000 millones para proyectos desarrollistas en toda América Latina.124 Así, se formalizó el “plan triangular” para “rehabilitar” la minería nacionalizada con un financiamiento de $37 millones aportados por Alemania Occidental, EUA y el BID. Goosen Broersma, gerente de comibol, denotó las palabras de Stephansky al firmar el convenio:
Uds. han bautizado esta operación “triangular” porque son tres entidades las participantes; pero para mí este triángulo tiene otro sentido: existe la riqueza nacional, existe el capital necesario, el tercer elemento es pues el esfuerzo común de los trabajadores y de los técnicos. Si esto no existe, ningún plan por perfecto que sea podrá tener éxito.125
No obstante, sólo al inicio el 7% se destinó a la reducción del personal, a través de programas de retiro “voluntario”. Unos 1750 trabajadores (de 26,000) fueron sacados hasta 1963,126 desatando esPIRales de conflictos entre la fstmb y el gobierno, cuyo pico momentáneo fue el ataque de las milicias campesinas del MNR contra los mineros en Irupata en julio de 1963.127
Mientras tanto, la comisión técnico-política encargada de negociar con Moscú, iba y venía,128 barajando proyectos a realizar con el crédito soviético, siendo algunos ridículos en la época como la irrigación del altiplano con aguas del lago Titicaca. Sin embargo, tras bastidores la realidad era otra: EUA le había prohibido a Paz Estenssoro abrir embajada en Moscú, demandándole, además, purgar al “entrismo” comunista y al pcb del gobierno, asegurándole suspender sus “ayudas” al país en caso contrario, como señaló Guevara:
Paz Estenssoro […] no puede rechazar la demanda de ‘meter en cintura’ a los comunistas, a los que ha criado y protegido por largo tiempo […] Ha puesto un precio, en términos de ayuda americana, a sus cabezas, y una vez aceptado, ha empezado a perseguirlos, cuidándose de apresar sólo a los que carecen de significación y conservando a los otros disfrazados en su gobierno, como el ganadero que después de vender un lote de cabezas, selecciona las más flacas para que se las lleve el comprador. Los otros continúan a sueldo de la comibol y demás entidades autárquicas dedicando todo su tiempo a la política.129
Además, dicha gira resucitó a la demanda por fundiciones propias en Bolivia con inédita y creciente vivacidad, cuestión apenas integrada en el Plan General de Desarrollo Económico y Social (1962-1971), alias Decenal. Éste, hubo sido elaborado en consonancia con las directrices de la Alianza para el Progreso, priorizando la inversión pública en: dotación de servicios básicos en el campo y urbes, vivienda, mejoramiento de la alimentación, salud y educación de la gente, obras e infraestructuras civiles y el desarrollo regional y agropecuario en el oriente boliviano. Aunque contemplaba el fomento a YPFB y comibol, el dirigido a la metalurgia, salvo para el antimonio,130 no era inmediato.131
Los ingenieros nacionalistas Zalesky, José Miguel Velasco, Silva, Narciso Cardozo (del Laboratorio Metalúrgico del BM) y el sociólogo René Zavaleta Mercado, fueron epicentro del diseño y politización de proyectos metalúrgicos mayormente estañíferos, buscando sustituir tecnologías extranjeras (no mencionan a las soviéticas como alternativa seria). Zavaleta justificaba sus proyectos muñido con teorías desarrollistas para saltar directamente del “país pastoril” (agrícola, artesanal y manufacturero), al de la producción mecanizada, ¡como había sucedido en la URSS!, era inevitable instalar fundiciones.132
Desde la opinión técnica metalúrgica local, cabe inferir la inconveniencia de los hornos soviéticos fundiendo estaño para el mercado externo. Augusto Saravia Michel, siendo jefe de planificación de comibol, hizo el plan metalúrgico base a realizarse con el crédito soviético. Así, recorrió fundiciones estañíferas de EUA y Europa. Finalmente, recomendó desarrollar plantas piloto PIRometalúrgicas para concentrados bolivianos en sociedad con la holandesa N.V. Billitón Maatschappij, en vez de instalar hornos soviéticos. Hugo López Videla, presto colaborador de Zalesky mientras éste dirigía el departamento PIRometalúrgico del BM (desde mayo de 1952), polemizó juiciosamente con Sarabia, descartando la superioridad tecnológica de Alemania y Holanda en el asunto, ante la opción de fundir en Bolivia con los métodos bolivianos Hormet que Zalesky hubo creado y patentado.133 Narciso Cardoso, otro estrecho colaborador de Zalesky siendo investigador del laboratorio metalúrgico, también se pronunció en el mismo sentido de López a través de minuciosos estudios técnicos adecuados al formato periodístico.134 No obstante, ni López, ni Cardoso, consideraron viables a los hornos soviéticos.135 En cambio, para técnicos focalizados en la eficiencia empresarial la oferta soviética sólo parecía “destinada a dotar de argumentos políticos a Pimentel y Escóbar cuya única misión es la de sabotear la producción minera del país”.136
La creación de la Corporación Nacional de Fundiciones (conafu) mediante el DS 6504 del 21 de junio de 1963 y el posterior nombramiento a Zavaleta de ministro de minas y petróleo, cuyas atribuciones, incluían tuición a conafu, denotan la ilegitimidad del plan Decenal entre las izquierdas e intelectuales de clase media, para quienes, sin industria pesada, la soberanía sería comedia.
4.2. Políticas
Viendo en la tercera planaria de dirigentes de la fstmb de 1962, los directores obreros de comibol, Noel Vásquez y Lucio Mandivil, dijeron que la mayoría de los representantes (movimientistas) convenía en aceptar créditos vengan de donde vengan, siempre y cuando beneficien a comibol y a la clase trabajadora; aunque para los extremistas (comunistas), sólo la ayuda soviética podría salvar a comibol de la crisis.137 En uno y otro caso el compromiso en la fstmb con el desarrollismo está claro, e igual en la COB, observando como a su recurrente y dura condena al punto IV y los planes decenal y triangular, se antepuso el abrazo a la cooperación soviética para industrializar realmente al país en su quinto (1961) y sexto (1963) congresos nacionales de fabriles.138
Sobre los rodeos del gobierno con la cooperación soviética sin definir algo Canelas, sentenciaba: “un gobierno verdaderamente nacionalista y patriota y realmente libre habría aceptado”, citando: “el digno ejemplo a seguir” del presidente argentino Arturo Frondizi (1958-1962) “al suscribir con la URSS un crédito de $ 100 millones en equipo petrolero”.139 Si, Frondizi aceptó eso de los diputados soviéticos mientras estuvieron en Argentina en diciembre de 1960, y los diputados lo dijeron triunfalmente llegando a Bolivia, como si fuera seguro.140 Y no era. Después, Frondizi se prestó $ 100 millones para YPF del Eximbank estadounidense, y de la URSS, nada.141
Aquellos rodeos, arreciaron la oposición izquierdista contra Paz Estenssoro, y su aversión al “imperialismo yanqui”. Como se aprecia en un editorial de prensa: “las fuerzas vivas de la nación han venido exigiendo desde hace dos años negociar con la URSS, cuestión que respaldarán con todo vigor frente a cualquier riesgo”, y seguía: “frente a las minorías reaccionarias y de los yankis, está la voluntad del pueblo trabajador que lucha por su grandeza y que está dispuesto a confrontar cualquier circunstancia”.142
No obstante, Paz Estenssoro, y es conocido, se comprometía más y más con la Alianza para el Progreso que, financiaba el 70% del “arranque” del Plan Decenal.143 Un porcentaje extrapolable al de su injerencia en la política boliviana a partir de ahí, especialmente los vinculados al Este, como, al parecer, fue la restricción a las becas dadas por la RSCH, la rfsy y Cuba con el DS 6318 del 14 de diciembre de 1962 ordenando: amoldar la oferta de becas a las necesidades del plan decenal, prohibir a los representes del país otorgante votar en el Comité Nacional de Becas, y crear ficheros (policiacos) registrando todas las actividades del becado. Por supuesto, la multifacética injerencia estadounidense, todavía en estudio, fue sobredimensionada buscando efectivizar la cooperación soviética. Así, por la prohibición de la importación de motorizados a diésel (ds 06355 del 18 de enero de 1963),144 Canelas escribió: “el diario El Pueblo [26 de enero de 1963] fue el único órgano que desenmascaró el fondo antinacional y proimperialista de tal medida: proteger a los automóviles norteamericanas que estaban siendo desplazados fundamentalmente por los vehículos diésel de la skoda checoslovaca”.145
Enrique Mariaca, quien aún tenía empatía con el MNR en 1962,146 veía al crédito soviético como la panacea para la agonía de YPFB, especialmente financiando la planta petroquímica que YPFB le hubo solicitado a la URSS, y cuyo gobierno, dijo que era el mejor proyecto.147 Mariaca dirigía las propuestas de YPFB para la cooperación soviética.148 Y cuando siendo gerente general de YPFB, renunció a YPFB en noviembre de 1963, atribuyó su dimisión PRINcipalmente: “a la discriminación que se hace con el crédito soviético, máxime que éste no contiene contexto dominante alguno”.149
La ruptura de las relaciones diplomáticas con Cuba en agosto de 1964, ya insostenibles ante la presión de Washington (Bolivia fue el penúltimo país americano en hacerlo), arreció la oposición izquierdista, tonificada con la irrupción del movimiento estudiantil, contra el gobierno.150 En ese contexto, incluso Yugoslavia dudó sobre la lealtad del gobierno boliviano al movimiento de “los no alineados”, como evidencia su protesta, solicitando una aclaración formal, remitida al canciller boliviano por su embajador el 14 de octubre de 1964, a propósito de la columna De Polo a Polo publicada ese día en el diario oficialista La Nación, cuyo texto, acusó “a los no alineados” de pro rusos y no democráticos, reprochando la reciente condena de aquellos al bloqueo contra Cuba y ocupación de Guantánamo por EUA.151
¿Y Lechín? Mientras fue aliado de Paz Estenssoro, osciló entre aceptar la cooperación soviética y rechazarla o postergarla. Durante las muchas campañas coyunturales de los parlamentarios del MNR buscando mejor trato de EUA, solía presionar con la COB en ese sentido, como si ésta y el MNR, fuesen “hermanos siameses”; no obstante, cuando la cuestión amenazaba mellar la popularidad del MNR, como en el III congreso de la fstmb, machacaba contra la URSS recordando las consecuencias nefastas para Bolivia del dumping soviético.152 Sin embargo, al concluir la IX Convención del MNR de enero de 1964 expulsando a la izquierda del MNR, del MNR, y repostulando a Paz a la presidencia (1964-1968), Lechín, indudablemente alentado por los filo soviéticos Jorge Ovando Sanz, su Oficial Mayor siendo vicepresidente y fundador del pcb, y Ruiz Gonzáles, su asesor, fundó el Partido Revolucionario de la Izquierda Nacionalista (PRIN) como “instrumento político propio” de la clase obrera.153 Su programa electoral, ofrecía la liberación nacional instalando industrias pesadas con base en la fundición propia de nuestros minerales y potenciando a YPFB con la cooperación de cualquier país [URSS] sin admitir obstrucciones foráneas [EUA] al derecho soberado de aceptarla.154
5.Conclusiones
Si bien analicé la problemática en cuestión mayormente con fuentes y archivos bolivianos, surgieron varios hallazgos valiosos.
Las relaciones del Bloque del Este y la RN fueron muy activas: hubo intercambios culturales, comerciales, de información científica y de becas, giras de dignatarios de Estado de uno y otro lado en torno a cuestiones desarrollistas. Al unísono, trascendieron los protocolos diplomáticos, abonando en el pueblo y las masas cambios de ideas y conductas políticas. Aquí, sólo aparece una pequeña porción de aquello.
Su utilidad económica no fue conspicua, sin embargo, fueron tremendamente influyentes sobre la política: primero, sustentando la neutralidad y relativa autodeterminación de la RN en el contexto exterior y, de ese modo, confiriendo legitimidad “revolucionaria” a la izquierda del MNR; segundo, aportando a la RN un potencial socio alternativo de cooperación en relación a la otorgada por EUA, de utilidad en la mesa de negociaciones y, tercero, abonando la radicalización de la izquierda.
No obstante, las tecnologías soviéticas ofertadas, especialmente, las inherentes al fomento metalúrgico, adolecían de competitividad en aquel libre mercado mundial. Por tanto, el potencial instrumental de aquellas para el MNR negociando con EUA estribaba sólo en la explotación al temor al comunismo de EUA, resultando así lábil como estrategia. De ese modo, se produjo un juego de mentirosos entre la URSS, EUA y la RN, en torno a la cooperación desarrollista, del que al final, el mayor desfavorecido fue el MNR.
Los soviéticos, cuyas ofertas, fueron hechas calculando la coyuntura y rubro productivo políticamente más oportunos, al menos cosecharon secuaces a raudales en la COB, el pcb, y el nacionalismo izquierdista. EUA detuvo al comunismo. El MNR acabó escindido y perdiendo el poder (cuestión a la que coadyuvó romper relaciones con Cuba).
Fue una época de intenso apasionamiento con la industrialización acelerada del país entre los actores más politizados de una u otra clase, siendo el desarrollismo una meta común entre las izquierdas y derechas. En ese marco, intelectuales como: Enrique Mariaca, Amado Canelas, Raúl Ruiz González, Ricardo Anaya, entre otros, desde su plena confianza en la superioridad técnica, rectitud de palabra y solidaridad internacionalista de la URSS, esculpieron los discursos sobre la conveniencia de la cooperación de la URSS frente a la de EUA, posicionándolos al unísono en la lucha política con su desprendida praxis militante.
Por último, subrayamos el renacimiento tonificado de la demanda por fundiciones propias subsecuentes a las ofertas metalúrgicas soviéticas sentando las bases, intelectuales y orgánicas, del reemplazo del Plan Decenal por los centrados en desarrollar industrias pesadas inaugurados en el gobierno del Gral. Ovando (1969-1970). Tales ofertas, en el contexto del Plan Triangular, también aportaron materia programática y discursiva a la fstmb rumbo a la construcción de un instrumento político propio: el PRIN, siempre apuntando a la industrialización del país.
Y, en suma, la RN, pese a sus diferencias con la ic, se acercó al Bloque del Este y la URSS como parte de su política de neutralidad internacional y autodeterminación nacional, cosechando por eso un mejor trato de EUA por algún tiempo.
Fuentes Hemerográficas
El Diario.
El Mundo.
El Pueblo.
Presencia.
Time.
Archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MINREX )
Entrevistas personales.
Jorge Lema Patiño.
Luis Antezana Ergueta.
Lista de Abreviaturas
BID Banco Interamericano de Desarrollo.
BM Banco Minero
CBF Cooperación Boliviana de Fomento.
COB Central Obrera Bolivia.
comibol Corporación Minera Boliviana.
conafu Corporación Nacional de Fundiciones.
cpn Comité Político Nacional.
csl confederación sindical Latinoamericana.
ds Decreto Supremo.
EUA Estados Unidos de América.
fbi Buró Federal de Investigaciones.
fsb Falange Socialista Boliviana.
fstmb Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia.
fstpb Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia.
ic Internacional Comunista.
iimet Instituto de Investigaciones Metalúrgicas.
kominform Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros.
MNR Movimiento Nacionalista Revolucionario.
oea Organización de Estados Americanos.
onu Naciones Unidas.
otan Organización del Tratado del Atlántico Norte.
pc Partico Comunista.
pcb Partico Comunista de Bolivia.
PIR Partido de la Izquierda Revolucionaria.
POR Partido Obrero Revolucionario.
RN Revolución Nacional.
RPFY República Popular Federativa de Yugoslavia.
RSCH República Socialista de Checoslovaquia.
URSS Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
YPF Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
YPFB Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
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