Eleutherodactylus albolabris (Taylor, 1943), llamada comúnmente Rana de Labios Blancos, es una especie endémica del estado de Guerrero, México; su distribución se restringe a la Sierra Madre del Sur y a la Costa del Pacífico del estado. Se ha reportado para Agua de Obispo y Acahuizotla, municipio de Chilpancingo de los Bravo (Taylor, 1943; Dixon, 1957); y en los municipios de Atoyac de Álvarez, Malinaltepec, Petatlán, Zihuatanejo de Azueta (Grünwald et al., 2021) y Juan R. Escudero (Hernández-Austria et al., 2022). Esta especie se encuentra en un intervalo de elevación entre los 240 y los 1,300 m s.n.m. (IUCN, 2020). Aunque su distribución es restringida, se encuentra en la categoría de preocupación menor de la Lista Roja de la IUCN (IUCN, 2020) y sujeta a protección especial según la NOM-059SEMARNAT-2010 (DOF, 2019).
Eleutherodactylus albolabris se distingue morfológicamente por ser una especie de talla pequeña, con una longitud hocico-cloaca (LHC) de 26.8 mm (Grünwald et al., 2021); los discos de los dedos III y IV son ensanchados y truncados; la parte posterior del disco ventral es granular; el dorso y los costados son ligeramente pustulosos; la articulación tibio-tarsal alcanza a tocar el ojo; el tímpano es indistinto, con un diámetro menor a la mitad del diámetro del ojo; el labio es claro, usualmente de color plateado a blanco; presenta una mancha roja o rojo anaranjada en la parte anterior del muslo, que a veces se extiende hasta la ingle (Taylor, 1943).
México: Guerrero: Municipio de Cuautepec: 2.16 km al este de la localidad de Zihuapoloya (16.708942° N, 98.839992° W; WGS 84; 150 m s.n.m) (Fig. 1). 19 de noviembre de 2021 a las 14:30 h, colectado por Leonardo Ponce-Rosales. Un macho adulto (Fig. 2) con una longitud hocico-cloaca de 24.5 mm. El ejemplar se encontró debajo de hojarasca acumulada a un lado de un arroyo de aproximadamente 1 m de ancho, en selva mediana subcaducifolia. El organismo se capturó para la toma de medidas morfométricas y fotografías, y posteriormente fue liberado. El intento por localizar más individuos fue infructuoso. La fotografía del ejemplar (CNAR-RF 763) se depositó en la Colección Nacional de Anfibios y Reptiles (CNAR) del Instituto de Biología, UNAM. La identidad taxonómica fue corroborada por el técnico curador, Omar Hernández Ordoñez.
Nuestro registro representa el primero para el municipio de Cuautepec, Guerrero, y se localiza a 93.45 km de distancia en línea recta de la localidad tipo Agua del Obispo (17.319127° N, 99.467938° W) y a 36.2 km de distancia en línea recta del registro más cercano sobre la carretera Tlapa-Marquelia (17.021088° N, 98.735678° W), Guerrero (Fig. 2). La elevación a la que fue encontrado el individuo es la más baja reportada hasta ahora (150 m snm), 90 m por debajo de su límite vertical reportado. En la plataforma Naturalista están reportados dos individuos identificados como E. albolabris provenientes de Zihuatanejo de Azueta (Naturalista, 2022). Estos registros se encuentran entre los 10 y 20 m s.n.m.; sin embargo, no pudimos corroborar que estos dos ejemplares se traten de E. albolabris, debido a que no es posible visualizar los caracteres diagnósticos en las fotografías.
El reporte de E. albolabris para el sureste del estado de Guerrero podría indicar que su distribución es mayor a lo reportado en la literatura, aunque significativamente restringida. La escasez de registros de la especie podría deberse principalmente a que son anuros difíciles de observar debido a su naturaleza inadvertida, hábitos nocturnos y talla pequeña; a que los sitios aledaños a los registros anteriores son propiedad privada o de difícil acceso; y a la falta de trabajo de campo dirigido a esta especie.
El sitio en el que encontramos a E. albolabris es usado por la comunidad para el pastoreo de ganado y consumo de agua en temporada de sequía. De alguna manera, las poblaciones de E. albolabris han persistido en estos ambientes transformados; sin embargo, no sabemos cuál es la capacidad de respuesta de la especie a la fragmentación de su hábitat y el impacto a largo plazo de las actividades antropogénicas sobre sus poblaciones y la de otros anfibios de la región. Por tanto, el reporte de nuevos registros de la especie se vuelve importante para promover el monitoreo de sus poblaciones que permitan conocer su estado actual y ayuden a incrementar el conocimiento sobre la ecología de la especie.