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Revista Chapingo serie ciencias forestales y del ambiente

On-line version ISSN 2007-4018Print version ISSN 2007-3828

Rev. Chapingo ser. cienc. for. ambient vol.28 n.2 Chapingo May./Aug. 2022  Epub Feb 16, 2024

https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2021.03.013 

Artículo científico

Propagación de Arctostaphylos pungens Kunt procedente de bosques templados del centro-norte de México

Víctor M. Martínez-Calderón1 

Joaquín Sosa-Ramírez2  * 

Jesús M. Fuantos-Mendoza2 

Diego R. Pérez-Salicrup3 

J. de Jesús Luna-Ruíz2 

1Universidad Autónoma de Aguascalientes, Centro de Ciencias Básicas. Av. Universidad 940, Ciudad Universitaria. C. P. 20100. Aguascalientes, Aguascalientes, México.

2Universidad Autónoma de Aguascalientes, Centro de Ciencias Agropecuarias. Av. Universidad 940, Ciudad Universitaria. C. P. 20100. Aguascalientes, Aguascalientes, México.

3Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad. Antigua carretera a Pátzcuaro 8701. C. P. 58190. Morelia, Michoacán, México.


Resumen

Introducción:

Arctostaphylos pungens Kunt es una especie con características relevantes para la restauración; sin embargo, hay pocos trabajos sobre su propagación.

Objetivo:

Evaluar el efecto de tratamientos pregerminativos y el uso de métodos de propagación vegetativa en A. pungens.

Materiales y métodos:

Se evaluaron ocho tratamientos pregerminativos que consistieron en escarificación con H2SO4 (98 %) por 5 y 6 h, inmersión en ácido giberélico (1 000 ppm), estratificación en frío (4 °C por 30, 60 y 90 días) y choque térmico (100 °C por 5 min), así como combinaciones de estos. La propagación vegetativa se evaluó por medio de esquejes y acodos aéreos.

Resultados y discusión:

La mayor germinación (73.33 ± 15.63 %) se registró con la inmersión en H2SO4 por 5 a 6 h; los tratamientos con choque térmico y estratificación fría presentaron baja o nula germinación. No se consiguió formación de raíz en esquejes, pero sí en 37.50 ± 25 % de los acodos aéreos de 20 semanas.

Conclusión:

Los mejores tratamientos consistieron en inmersión en H2SO4. Se recomienda seguir experimentando con la propagación vegetativa dejando los acodos aéreos por más de las 20 semanas utilizadas en este estudio, para lograr el desarrollo completo de la raíz.

Palabras clave: germinación; escarificación; estratificación; acodo aéreo; ácido indolbutírico

Abstract

Introduction:

Arctostaphylos pungens Kunt is a species with significant characteristics for restoration; however, there are few studies on its propagation.

Objective:

To evaluate the effect of pre-germinative treatments and the use of vegetative propagation methods in A. pungens.

Materials and methods:

Eight pre-germinative treatments were evaluated, consisting of scarification with H2SO4 (98 %) for 5 and 6 h, gibberellic acid immersion (1 000 ppm), cold stratification (4 °C for 30, 60 and 90 days) and heat shock (100 °C for 5 min), as well as combinations of these. Vegetative propagation was analyzed by cuttings and air layering.

Results and discussion:

The highest germination (73.33 ± 15.63 %) was for immersion in H2SO4 for 5 to 6 h; heat shock and cold stratification treatments showed low or no germination. Root formation was not achieved in cuttings but was achieved in 37.50 ± 25 % of 20-week air layering.

Conclusion:

The best treatments consisted of immersion in H2SO4. It is recommended to continue experimenting with vegetative propagation by leaving air layering for more than the 20 weeks used in this study to achieve complete root development.

Keywords: germination; scarification; stratification; air layering; indolbutyric acid

Ideas destacadas:

  • Se evaluó el efecto de tratamientos pregerminativos y métodos de propagación vegetativa en A. pungens.

  • La germinación fue mayor (73.33 %) mediante escarificación con H2SO4 durante cinco y seis horas.

  • El choque térmico (100 °C) y estratificación fría (4 °C) causaron baja o nula germinación.

  • Se logró formación de raíz en 37.5 % de los acodos aéreos, pero en esquejes semilignificados no.

Introducción

Los bosques templados de México se distribuyen principalmente en las zonas montañosas y representan 16.56 % de la superficie del país, en cual se incluyen los bosques de coníferas y de encino (Challenger & Soberón, 2008; Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2017). Este tipo de vegetación se encuentra entre los más afectados por el desarrollo y las actividades humanas, siendo susceptibles a incendios forestales, extracción de leña y actividades agrícolas, sobre todo en el centro del país (Challenger, 2003).

En México, la restauración ecológica es una disciplina relativamente reciente (Calva-Soto & Pavón, 2018). Una estrategia viable para la restauración de zonas degradadas es la reforestación con especies nativas que, a largo plazo, favorecen la recuperación de la diversidad y mejoran las condiciones del sitio degradado (Ventura-Ríos, Plascencia-Escalante, Hernández de la Rosa, Ángeles-Pérez, & Aldrete, 2017). Para ello es conveniente la selección de especies nativas adaptadas a las condiciones del sitio a restaurar, obteniendo con ello un mayor porcentaje de éxito (González-Espinosa et al., 2007; Meli, Martínez-Ramos, & Rey-Benayas, 2013). Un impedimento frecuente es no contar con las especies nativas que ayuden a cumplir el objetivo, debido, en parte, a la falta de información biológica. En particular, es fundamental entender los métodos de germinación o reproducción vegetativa (Bonfil & Trejo, 2010; Martínez-Pérez, Orozco-Segovia, & Martorell, 2006; Ramos-Palacios, Orozco-Segovia, Sánchez-Coronado, & Barradas, 2012) y generar información que permita la propagación de especies nativas con características relevantes para la restauración. Las semillas son el medio más común para la reproducción de especies forestales en vivero, por lo que es habitual mejorar la proporción de semillas que germinan por medio de tratamientos pregerminativos (Comisión Nacional Forestal [CONAFOR], 2015; Martínez-Pérez et al., 2006). Otro método es la propagación vegetativa, ya sea por medio de esquejes, estacas o acodos. Lo anterior puede ser una buena opción en la producción de especies con dificultad de reproducción en su hábitat o de difícil germinación en viveros (Delgado, Cuba, Hechenleitner, & Thiers, 2008; Ramos-Palacios et al., 2012)

Arctostaphylos pungens Kunt es una especie común en la vegetación de clima templado como los bosques de encino, encino-pino, coníferas y matorrales templados. A. pungens se distribuye ampliamente desde el suroeste de Estados Unidos hasta el sur de México en estados como Oaxaca y Chiapas, en altitudes de 1 600 a 3 200 m (González-Elizondo & González-Elizondo, 2014; Martínez-Pérez et al., 2006; Rzedowski, 2006). La especie ha sido mencionada como vegetación secundaria y es considerada pionera después de que ocurre un disturbio por causas antrópicas o naturales (Díaz-Núñez, Sosa-Ramírez, & Pérez-Salicrup, 2016; Márquez-Linares et al., 2006; Sosa-Ramírez, Moreno-Rico, Sánchez-Martínez, Luna-Ruiz, & Siqueiros-Delgado, 2016), colonizando sitios afectados principalmente por incendios (Márquez-Linares et al., 2006). A. pungens es un arbusto, rara vez árbol, de 0.4 a 5 m de altura, de corteza exfoliante y color rojizo a rojo-púrpura. Sus hojas son coriáceas, elípticas y de 1 a 3.3 cm de largo. La flor es urceolada de color blanco a rosa mexicano y agrupada en racimos de cinco a ocho flores. Su fruto es una drupa comestible globosa deprimida, lisa, de 5 a 8 (11) mm, de color anaranjado a rojo oscuro. El número de semillas varía de 4 a 7 (10), con los tegumentos endurecidos, formando huesecillos unidos en grupos de dos a tres. Cada semilla tiene forma de gajo y mide en promedio 3.2 mm de largo y 2.6 mm de ancho (Márquez-Linares, Jurado, & González-Elizondo, 2006).

A. pungens tiene potencial para restauración, ya sea por su capacidad de retención de suelo o por su papel en la formación del mismo, con una buena producción de hojarasca (Martínez-Pérez et al., 2006); además, provee otros beneficios a la población a partir de la producción de frutos comestibles y de madera para leña, así como usos con fines medicinales (García-Regalado, 2014; González-Elizondo & González-Elizondo, 2014). Por ser una especie pionera que se encuentra naturalmente en sitios perturbados, probablemente presente mayor resistencia a condiciones poco favorables como el estrés hídrico y suelos deteriorados (Meli et al., 2013). Bajo un régimen de buen manejo, donde los incendios y otros disturbios son controlados, las especies pioneras ayudan al establecimiento de especies consideradas de bosques clímax, como es el caso del género Quercus (Márquez-Linares et al., 2006)

No hay muchos trabajos sobre la propagación de A. pungens, a pesar de su amplia distribución y de ser considerada una especie con características relevantes para la restauración. La mayoría de ellos proviene de manuales que dan poca información sobre su propagación y de artículos que abordan la ecología de las semillas o tratamientos pregerminativos que, además, señalan baja germinación (Jurado, Márquez-Linares, & Flores, 2011; Martínez-Pérez et al., 2006). Esto no implica que se trate de los mejores métodos posibles, ya que no se toman en cuenta otros tratamientos pregerminativos potenciales (Martínez-Pérez et al., 2006). En cuanto al conocimiento de su propagación con métodos alternos como la reproducción por medio de material vegetativo no se tiene información.

Debido a lo anterior, el objetivo del presente estudio consistió en evaluar la germinación de las semillas de A. pungens bajo tratamientos pregerminativos, así como la propagación vegetativa a través de esquejes y acodos aéreos con el fin de encontrar el método más adecuado. La información generada puede ser útil en la obtención de plantas de A. pungens para su uso posterior en la restauración de bosques templados.

Materiales y métodos

Colecta del material biológico

La estación de otoño es una de las temporadas con presencia de frutos maduros en la zona (Rubalcava-Castillo et al., 2020). El 6 de diciembre del 2019 se colectaron 100 frutos maduros por ejemplar (n = 15) en el bosque templado del Área Natural Protegida (ANP) Sierra Fría, Aguascalientes (22° 11' 56.07 "N, 102° 37' 54.88" W, 2 670 m) (Figura 1). El 21 de abril del 2020 se colectó material vegetal para realizar esquejes, después del crecimiento de las ramillas. La colecta se hizo con tijeras de poda en el predio “Rancho Piletas”, dentro del ANP Sierra Fría. El material vegetal se transportó en bolsas de plástico para conservar la humedad.

Figura 1 Detalles de Arctostaphylos pungens en campo y experimentos. A) Ejemplares en campo, B) fruto, C) propagación vegetativa natural, D) semillas libres, E) semillas fusionadas, F) formación de raíz en acodo, G) tamaño de esqueje utilizado en el experimento. 

Propagación sexual

Caracterización morfométrica del fruto y semilla

Cien frutos se tomaron en forma aleatoria de una muestra compuesta del total de frutos colectados. Los frutos se pesaron en una balanza analítica y se midió el largo y ancho con un calibrador digital (Surtek 122200, China); posteriormente, las semillas se extrajeron manualmente. Las semillas libres extraídas de cada fruto (Figura 1D) se contaron y se pesaron 10 réplicas de 100 semillas; asimismo, se midió el largo, ancho y grosor de 100 semillas libres.

Germinación

Los tratamientos consistieron en tratar de romper la latencia física y fisiológica de las semillas. Para ello, se probaron ocho tratamientos pregerminativos con el fin de encontrar el método más eficaz para su propagación (Cuadro 1). El ácido sulfúrico (H2SO4) se utilizó a una concentración de 98 %. La estratificación consistió en almacenamiento en frío (4 °C). El choque térmico consistió en colocar las semillas en arena seca a 100 °C por 5 min, como simulación de incendios forestales durante la temporada de sequía (Zuloaga-Aguilar, Briones, & Orozco-Segovia, 2010).

Cuadro 1 Tratamientos pregerminativos en semillas de Arctostaphylos pungens. 

Tratamiento Descripción del tratamiento
T1 Control
T2 Inmersión en H2SO4 por 5 h
T3 Inmersión en H2SO4 por 6 h
T4 Estratificación por 90 días + choque térmico
T5 Estratificación por 60 días + choque térmico
T6 Estratificación por 30 días + choque térmico + estratificación por 30 días + choque térmico
T7 Estratificación 60 días + inmersión en H2SO4 por 4 h
T8 Inmersión en H2SO4 por 5 h + inmersión en ácido giberélico (GA3, 1 000 ppm) por 24 h

H2SO4 se utilizó a una concentración de 98 %, la estratificación consistió en almacenamiento en frío (4 °C) y el choque térmico consistió en colocar las semillas en arena seca a 100 °C por 5 min.

En las pruebas de germinación se usaron cuatro réplicas de 30 semillas libres por tratamiento (Jurado et al., 2011). Cada unidad experimental constó de cajas Petri de 95 x 15 mm, con papel estraza y algodón. Las semillas se lavaron con cloro al 10 % por 5 min, posteriormente se sembraron en las cajas Petri; a cada semilla se agregó una gota de fungicida Interguzan 30-30® para prevenir el ataque de hongos. Las semillas se colocaron a 25 ± 2 °C con un fotoperiodo de 8 h. La germinación se registró cada dos días durante 60 días. Al final se calculó el porcentaje promedio de germinación y tiempo medio de germinación: 𝑇𝑀𝐺= Σ 𝑋𝑖𝑇𝑖 Σ 𝑋𝑖 , donde, Xi es el número de semillas germinadas por observación y Ti son los días transcurridos después de la siembra.

Propagación asexual

Esquejes

Los esquejes consistieron en brotes de crecimiento reciente (primeros 10 cm a partir del ápice), semilignificados, de 6 a 7 cm de longitud, los cuales se eliminaron las hojas inferiores dejando únicamente dos o tres cercanas al ápice (Delgado et al., 2008; Saldías, 2016). Los esquejes se cortaron diagonalmente en la base para aumentar la superficie de absorción. Antes de colocar los esquejes en el sustrato, se trataron con una solución de fungicida Captan (1 g∙L-1) para prevenir hongos; posteriormente, el área del corte basal se impregnó con el producto comercial Radix® 10000 (en polvo), el cual tiene como ingrediente activo el ácido indolbutírico (AIB).

El ensayo constó de cuatro réplicas de 30 esquejes cada una, las cuales se colocaron en charolas de plástico tipo bisagra para conservar la humedad, usando como sustrato peat moss previamente humedecido. Las charolas se mantuvieron en invernadero (15 °C mínimo, 36 °C máximo y humedad relativa 30 a 50 %) con riegos ligeros los lunes y viernes mediante un atomizador. En los cuatro primeros riegos se aplicó nuevamente Captan directamente a la base del esqueje para prevenir formación de hongos.

Acodos aéreos

Los acodos aéreos se realizaron debido a que en campo se observó propagación vegetativa natural y se ha mencionado que es una de las principales formas de reproducción natural en la región de colecta (Luna-Ruiz, Moreno-Rico, Sosa-Ramírez, & Sánchez-Martínez, 2016). Se hicieron 10 acodos aéreos por sitio en cuatro poblaciones de A. pungens en el rancho Piletas, ANP Sierra Fría; cada sitio representó una réplica. Los arbustos tuvieron diámetro en la base mayor de 15 cm y altura de 1.70 a 2.5 m.

Para realizar los acodos se utilizaron ramas con diámetro de 1 a 2 cm y de aproximadamente 40 a 50 cm de longitud. En cada rama se desprendió un anillo de corteza de 2 a 3 cm. Se aplicó enraizante en pasta preparada con lanolina y el producto Radix® 10000 a una proporción 4:1. Posteriormente se colocó una bolsa transparente (18 x 25 cm) sujeta con cordón para colocar peat moss previamente humedecido como sustrato, cubriendo la totalidad de la corteza desprendida. Los extremos se ataron para evitar la pérdida de humedad. El sustrato se regó con 25 mL de agua cada cinco semanas con ayuda de una jeringa de 5 mL.

Análisis estadístico

Se calcularon medias y desviaciones estándar de los valores obtenidos en la caracterización de frutos, peso de semillas, germinación y propagación vegetativa. El diseño experimental fue completamente al azar. El efecto de los tratamientos pregerminativos se comparó por medio de un análisis de varianza de una vía con comparación de medias de Tukey (P ≤ 0.05); los datos de porcentajes se transformaron previamente con la función Arc sen. El TMG se calculó y comparó (Tukey, P ≤ 0.05) entre T2, T3, T7 y T8 que fueron los tratamientos que presentaron germinación. T1 y T4 se excluyeron, ya que solo germinó una semilla en una réplica. Los análisis estadísticos se realizaron con el programa InfoStat (Di-Rienzo et al., 2016).

Resultados y discusión

Propagación sexual

Los frutos colectados midieron menos de 1 cm, pesaron 0.19 ± 0.04 g y tuvieron tres semillas libres por fruto. Las semillas fueron de tamaño pequeño con peso de 1.22 ± 0.13 g por 100 semillas (Cuadro 2).

Cuadro 2 Valores morfométricos del fruto y semillas libres de Arctostaphylos pungens.  

Fruto Semilla
Ancho (mm) Largo (mm) Peso (g) Semillas libres por fruto Largo (mm) Ancho (mm) Grosor (mm) Peso de 100 semillas (g)
9.06 ± 1.22 6.65 ± 0.67 0.19 ± 0.04 3.43 ± 1.98 4.20 ± 0.53 2.96 ± 0.32 1.98 ± 0.30 1.22 ± 0.13

± desviación estándar de la media (frutos y semillas: n = 100; peso de 100 semillas: n = 10).

En el estado de Durango y en el Bajío y sus zonas adyacentes, los frutos de mayor tamaño miden de 5 a 11 mm de diámetro (González-Elizondo & González-Elizondo, 2014; Márquez-Linares et al., 2006). En este estudio, el tamaño de la semilla fue mayor que la de Durango que midió 3.2 mm de largo y 2.6 mm de ancho. Los tamaños del fruto y semilla varían de acuerdo con las condiciones climáticas y edafológicas del sitio en que se desarrollan (Pozo-Gómez, Orantes-García, Rioja-Paradela, Moreno-Moreno, & Ferrera-Sarmiento, 2019). Las zonas comparadas pueden tener climas similares por lo que los tamaños son parecidos. El número de semillas libres también coincide con la descripción realizada para dichas zonas. El peso es una variable que no se toma en cuenta en la descripción botánica, pero es importante para la producción en vivero, ya que permite determinar el número de semillas por kilogramo y la cantidad de semillas a utilizar (Apodaca-Martínez et al., 2019).

Los resultados de germinación mostraron diferencias significativas (P < 0.0001); estos variaron de 0 a 73.3 % (Cuadro 3; Figura 2). Las semillas con mayor porcentaje de germinación (66 a 73 %) fueron las sometidas al T8, proceso de escarificación con H2SO4 por 5 h + 1 000 ppm de GA3, siendo similares a los tratamientos T2 y T3 expuestos al ácido durante 5 y 6 h. El T7 (4 °C por 60 días + H2SO4 por 4 h) causó 27.5 % de germinación y en los tratamientos restantes fue nula o prácticamente nula (Cuadro 3).

Cuadro 3 Germinación y tiempo medio de germinación (TMG) de semillas de Arctostaphylos pungens sometidas a tratamientos pregerminativos.  

Tratamiento Germinación (%) TMG (días)
T1 (Control) 0.83 ± 1.67 c -18
T2 (H2SO4 por 5 h) 66.67 ± 9.81 a 13.91 ± 1.10 ab
T3 (H2SO4 por 6 h) 71.67 ± 15.75 a 9.93 ± 1.47 a
T4 (4 °C por 90 días + choque térmico) 0.83 ± 1.67 c -54
T5 (4 °C por 60 días + choque térmico) 0 ± 0 c -
T6 (4 °C por 30 días + choque térmico + 4 °C por 30 días + choque térmico) 0 ± 0 c -
T7 (4 °C por 60 días + H2SO4 por 4 h) 27.50 ± 11.01 b 22.02 ± 8.93 b
T8 (H2SO4 por 5 h + ácido giberélico [GA3, 1 000 ppm] por 24 h) 73.33 ± 15.63 a 11.55 ± 0.37 a

La escarificación se hizo con H2SO4 a una concentración de 98 %, la estratificación se basó en el almacenamiento en frío (4 °C) y el choque térmico consistió en colocar las semillas en arena seca a 100 °C por 5 min. La germinación media y el TMG (± desviación estándar; n = 120) con una letra en común no son significativamente diferentes entre tratamientos de acuerdo con la prueba de Tukey (P > 0.05). Los tratamientos T1 y T4 se excluyeron de la comparación de medias, ya que solo germinó una semilla en una réplica; los valores entre paréntesis representan el día de germinación de la semilla.

Figura 2 Curva de germinación acumulada de los ocho tratamientos pregerminativos en Arctostaphylos pungens. La escarificación se hizo con H2SO4 a una concentración de 98 %, la estratificación se basó en el almacenamiento en frío (4 °C) y el choque térmico consistió en colocar las semillas en arena seca a 100 °C por 5 min. 

El H2SO4 es usado comúnmente como tratamiento pregerminativo en especies con cubiertas impermeables que dificultan la entrada de agua a la semilla; este método ha aumentado la germinación en especies de los géneros Medicago, Arctostaphylos y Juniperus (Martínez-Pérez et al., 2006; Peng, Xiao, Wang, & Yu, 2018; Tilki, 2007). Arctostaphylos pungens forma bancos de semillas (Márquez-Linares et al., 2006), indicando que son ortodoxas y su testa impide la entrada y salida de humedad, lo que hace necesaria una degradación de la testa. Los resultados de germinación en semillas tratadas con H2SO4 fueron mayores que los señalados por Martínez-Pérez et al. (2006), quienes mencionan 63 % de germinación con exposiciones al H2SO4 por 6 h y menores del 10 % con 5 h de inmersión. Asimismo, dichos autores mencionan que la germinación fue nula con inmersiones por menos de 5 h; en el presente estudio, la inmersión por 4 horas causó germinación de 27.50 ± 11.01 %.

Los porcentajes pueden diferir debido a la semilla usada en los experimentos, ya que suelen presentarse libres o fusionadas por dos o más semillas (Jurado et al., 2011). En el presente estudio se utilizaron semillas libres únicamente; en el caso de Martínez-Pérez et al. (2006) no se menciona si se usaron semillas libres o fusionadas. En estudios con Arctostaphylos uva-ursi (L.) Spreng. se menciona la dificultad de una germinación homogénea, debido a la variedad de tamaño de las semillas y la complejidad de acertar el tiempo necesario para que el H2SO4 tenga los efectos deseados, además de que en semillas pequeñas se pueden provocar daños al embrión (García-Fayos et al., 2001). En el caso de A. pungens esto puede ocurrir de manera similar, ya que las semillas fusionadas podrían presentar una testa de mayor grosor, lo cual incrementaría el tiempo de inmersión necesario para que el H2SO4 degrade suficientemente la barrera mecánica que representa la testa. Cabe destacar que las diferencias de germinación también podrían deberse a variaciones entre las poblaciones, procedencia y su producción de semillas (Pozo-Gómez et al., 2019). De acuerdo con las observaciones, se recomienda escoger semillas libres de tamaño mayor para evitar posibles daños causados por el tratamiento pregerminativo con H2SO4.

A. pungens, además de presentar una testa muy dura, posee una posible latencia fisiológica (Jurado et al., 2011; Martínez-Pérez et al., 2006). Los tratamientos que se enfocaron en romper la latencia fisiológica, basados en estratificación fría junto con choque térmico, no germinaron con excepción de una semilla del T4 (4 °C por 90 días + choque térmico de 100 °C por 5 min). Estos datos son menores que los encontrados por Jurado et al. (2011), quienes se dedicaron a romper la latencia desde un punto de vista de la ecología de la semilla de A. pungens y su relación con el fuego, incrementando la germinación hasta en 29.7 ± 8.4 % con una combinación de diversos factores (extracto de carbón vegetal, humo, frío y calor). Cabe destacar que, en dicho estudio, los porcentajes de germinación fueron relativamente bajos con tratamientos similares a los empleados en este trabajo, ya que con 40 días de almacenamiento en frío más choque térmico de 100 °C lograron 5.7 ± 4.3 % de germinación.

Se ha mencionado el efecto positivo de la estratificación en frío sobre la germinación en diversas especies (Baskin & Baskin, 2004) y el de la combinación con GA3 en especies de la misma familia que A. pungens (Ericaceae) como el género Arbutus (Bertsouklis & Papafotiou, 2013; Smiris et al., 2006). El frío estimula la ruptura de la latencia fisiológica como llega a ocurrir en la naturaleza por efecto del invierno. Dicha latencia puede ser desde no profunda, intermedia y profunda; está ultima requiere de tres a cuatro meses de frío (Baskin & Baskin, 2004). Lo anterior podría indicar que A. pungens quizá tenga latencia fisiológica profunda y requiera más tiempo de almacenamiento en frío que el utilizado en el presente experimento (90 días).

En este estudio, los tratamientos T7 (4 °C por 60 días + H2SO4 por 4 h) y T8 (H2SO4 por 5 h + 1 000 ppm GA3 por 24 h) buscaron cubrir latencia fisiológica y física. Para el tratamiento T7 pudo haber sido necesario un periodo de almacenamiento en frío más largo, así como mayor tiempo de inmersión en H2SO4. El tratamiento T8, al cual se le adicionó GA3 después de la inmersión de 5 h en ácido, aunque no fue estadísticamente diferente, tuvo mayor porcentaje de germinación y un menor TMG que el tratamiento que únicamente constó de inmersión por 5 h en H2SO4. En otros estudios se han mencionado los efectos positivos del GA3 sobre la germinación y el rompimiento de latencia, reemplazando la necesidad de un estímulo ambiental específico como la temperatura o luz (Baskin & Baskin, 2004).

El tiempo necesario para la germinación presentó diferencias (P = 0.0128). Los TMG variaron de 9 a 22 días después de la siembra; los tratamientos con H2SO4 presentaron los menores tiempos de germinación, la cual inició antes de los 10 días después de la siembra, mientras que los tratamientos restantes comenzaron en el día 18 y 54 (Cuadro 3; Figura 2).

El efecto del H2SO4 también se reflejó en el tiempo necesario para que la semilla germine, siendo menor en las semillas inmersas por más tiempo. El H2SO4, al reducir la barrera que representa la testa de A. pungens, facilita la entrada de agua al embrión para iniciar la imbibición y, consecuentemente, la germinación; asimismo, ayuda a que la radícula rompa la testa (Martínez-Calderón, Sosa-Ramírez, Torres-González, Mendieta-Vázquez, & Sandoval-Ortega, 2020). En otros estudios se menciona un T50 (tiempo necesario para alcanzar 50 % de la germinación total) de 18 días (Martínez-Pérez et al., 2006); en el presente estudio se observaron tiempos un poco menores de 16 días en la curva de germinación (Figura 2).

Propagación asexual

Los esquejes presentaron supervivencia de 35.78 % a las 12 semanas, pero no formaron callo y raíz. El inicio del desarrollo de yemas axilares se observó a las cuatro semanas, pero no finalizó. Esto contrasta con lo observado por Hart (2005) en otras especies del género Arctostaphylos con posibilidad de enraizamiento, difiriendo en el uso del sustrato (agrolita). Hart (2005) menciona que la buena aeración y drenaje pueden ser factores importantes en la propagación vegetativa y que, en especies arbustivas medianas o arbóreas como Arctostaphylos grandulosa Eastw., los esquejes pueden tardar de tres a cinco meses en formar raíces. Esto puede ocurrir con A. pungens, siendo una especie arbustiva grande de 3 a 4 m, la formación de raíces tardaría más tiempo.

En los acodos aéreos no se observó muerte de la rama utilizada para realizar el acodo y hubo formación de callo (97.5 %) y raíz (37.50 %). En general, a las 20 semanas, los acodos aéreos tuvieron dos a siete raíces (80 %) formadas recientemente; el resto presentó 10 a 18 raíces (20 %). El tamaño de estas fue en su mayoría menor de 10 mm (78.4 %) y el resto varió de 10 a 25 mm (21.6 %).

Los resultados muestran la posibilidad de inducir la formación de raíces para una propagación vegetativa de la especie como se ha observado en estado silvestre (Luna-Ruiz et al., 2016) por medio de acodos aéreos tratados con AIB. Esta auxina ha sido utilizada de manera exitosa para promover la formación de raíces en especies leñosas de interés alimenticio, ornamental y, en menor medida, en especies forestales silvestres (Abdel-Rahman, Abdul-Hafeez, & Saleh, 2020; Ramos-Palacios et al., 2012; Sánchez-Urdaneta et al., 2009).

Lo observado en el presente estudio es similar a lo ocurrido en una especie de mangle (Conocarpus erectus L.) que formó retoños en esquejes pero no desarrolló raíz, mientras que en acodos aéreos si se logró la formación radicular (Benítez-Pardo, Flores-Verdugo, & Flores-Verdugo, 2002). Esto se puede deber a que la especie requiere más de una estación para lograr la formación de un buen sistema radicular, que por medio de estacas o esquejes no se lograría. Otro factor que influye en el éxito es la estación en la que se realice la práctica de propagación vegetativa (Benítez-Pardo et al., 2002). En el presente trabajo, los acodos se realizaron en primavera llegando al final de su primera etapa de crecimiento y se retiraron en verano cuando estaban en su segunda temporada de crecimiento.

Como se mencionó anteriormente, la formación de callo se observó en 97.50 ± 5 % de los acodos aéreos. En diversas especies, dicho fenómeno puede representar el inicio de la formación radicular como consecuencia de la diferenciación celular (Ikeuchi, Sugimoto, & Iwasec, 2013). La formación de callo es estimulada por la acción de hormonas (auxinas y citoquininas), heridas y genes implicados en el crecimiento, desarrollando una masa de células indiferenciadas y subsecuente formación de regeneración de órganos de la planta, ya sea formación de brotes o raíz (Ikeuchi et al., 2013; Lozzi, Abdelwahd, Alami-Halimi, Mentag, & Abousalim, 2019; Lu, Liu, Lyu, Yuan, & Wu, 2019). Ikeuchi et al. (2013) mencionan que una proporción intermedia de auxinas y citoquininas estimula la formación de callo, mientras que una proporción mayor de auxinas que citoquininas estimularía la formación de raíces. Esto indicaría que A. pungens presenta naturalmente citoquininas que junto con las auxinas utilizadas (AIB) formaron callo en la mayoría de los acodos, contando además el efecto de la herida realizada en el proceso de elaboración del acodo. La formación de callo en acodos aéreos, en otros casos, puede llegar a cubrir el corte y formar una reconexión con la rama donante retrasando la formación de raíces (Sánchez-Urdaneta et al., 2009). Esto pudo ocurrir también en el presente estudio con A. pungens.

De acuerdo con los resultados, tanto en esquejes y acodos aéreos, A. pungens es una especie que requiere más de una estación para la formación de raíces. Lo anterior hace necesario dejar los acodos aéreos por más de 20 semanas para conseguir formación de raíz que permita la sobrevivencia de la rama después de la separación del arbusto madre, ya que los acodos comenzaron a secarse al mes del corte por no tener raíces suficientemente grandes para mantener a la rama. Cabe resaltar que no se cuenta con estudios sobre la propagación vegetativa de A. pungens, algo común en las especies forestales silvestres, a pesar de que tal forma de reproducción puede ser una alternativa para especies con problemas de propagación por semilla (Benítez-Pardo et al., 2002; Ramos-Palacios et al., 2012).

Los resultados permiten el entendimiento de A. pungens y el conocimiento para la mejora de la propagación en programas de reforestación y restauración. Aun así, hacen falta más estudios para tener los resultados deseados, sobre todo contemplando la variedad de tamaños en las semillas y su comportamiento en cada región, dada su amplia distribución en el país. La propagación vegetativa de A. pungens debe ser más explorada, siendo este estudio un primer paso y sabiendo que, en algunas zonas, es el principal medio de reproducción. Sería recomendable continuar las investigaciones sobre el cultivo de A. pungens en vivero contemplando emergencia, supervivencia, uso de sustratos y fertilización para completar un esquema de propagación ideal.

Conclusiones

La germinación de Arctostaphylos pungens mejora con la degradación de la testa por un tiempo prolongado en H2SO4. Se recomienda la selección de semillas de mayor tamaño para evitar posibles daños causados por el ácido o probar con otras concentraciones de H2SO4 para lograr la degradación de la testa sin tener que descartar semillas pequeñas, de tal forma que se conserve la diversidad genética de la especie. El acodo aéreo puede funcionar como método alternativo a la semilla, dejándolo por más de 20 semanas para lograr una mejor formación de la raíz. Se recomienda seguir experimentando en la propagación vegetativa con el fin de encontrar el mejor método, probando diferentes concentraciones del ácido indolbutírico, estaciones del año y sustratos que permitan mayor aireación y drenaje.

Agradecimientos

El primer autor agrade a CONACYT y al IDSCEA, Aguascalientes, por la beca otorgada para realizar sus estudios de doctorado. Se agradece al Ing. Clemente Villalobos, propietario de Rancho Piletas en Sierra Fría, por permitirnos realizar parte del experimento en su propiedad. A Stephanie Olivares por su gran ayuda en el trabajo de campo.

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Recibido: 03 de Marzo de 2021; Aprobado: 14 de Marzo de 2022

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