Introducción
La urbanización representa un aspecto de gran trascendencia para la conservación biológica, debido a su acelerado crecimiento, la intensidad en el lugar donde se desarrolla y sus efectos a largo plazo en su área de influencia (Barragán y De Andrés 2016, Escobar-Ibáñez y MacGregor-Fors 2017, Jiang y O’Neill 2018). Se estima que para el año 2030 habrá casi 2 billones de nuevas zonas urbanas en el mundo; por consiguiente, éstas se vuelven cada vez más comunes, y su crecimiento impacta la biodiversidad (Mcdonald et al. 2008, Seto et al. 2010).
Los ambientes urbanos modifican el entorno natural, lo que da lugar a ensambles de aves de composición particular (Estades 1995, Evans et al. 2011, MacGregor-Fors y GarcíaArroyo 2017); en muchos casos, caracterizados por una homogeneización funcional en su mayoría de especies generalistas (Devictor et al. 2007, Schneiberg et al. 2020). A pesar de que el ecosistema urbano puede ser un ambiente transformado casi en su totalidad, suelen subsistir en él diversas especies de aves, por lo común, adaptadas a condiciones tales como empobrecimiento de la vegetación, contaminación atmosférica, tránsito, fuentes de alimento artificiales y ausencia de depredadores naturales, entre otros (Estades 1995, Caula et al. 2010, Leveau y Leveau 2016, González-Lagos y Quesada 2017).
América Latina es muy diversa en cuanto a especies de aves; particularmente, México cuenta con alrededor del 10% de todas las especies del planeta, e incluye numerosos endemismos (Berlanga-García et al. 2015, Gill et al. 2020) Sin embargo, en muchas de las regiones, la información básica sobre la avifauna es aún insuficiente. Veracruz es uno de los estados de México con más diversidad biológica (Márquez Ramírez y Márquez Ramírez 2009); a la par, es un territorio con grandes modificaciones en el paisaje (Ellis y Martínez-Bello 2010, Hernández Gómez et al. 2013). En numerosas ocasiones la expansión y crecimiento de la superficie urbana se ha realizado con poca planeación. Ello puede afectar y limitar el monitoreo de la biodiversidad en las ciudades (Lepczyk et al. 2017, Santiago-Alarcon y Delgado-V 2017) y llevar a la pérdida de información sobre riqueza de las especies en su distribución, entre otros.
Particularmente, en el norte de este estado, los estudios ornitológicos se han focalizado a la zona costera y de humedales de los municipios de Tamiahua, Cazones y Tuxpan (Ramos-Ramos 2008, Hernández-Hernández 2009, Hernández-Sánchez 2010, Serrano et al. 2013, Cipriano 2014, Macías-Hernández 2014, Mendoza-Mar 2015), y han dejado fuera al interior de la planicie costera y, en especial, las áreas urbanas. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue realizar un inventario de las aves de Poza Rica, Veracruz, y cotejar la categoría de residencia y de protección y conservación de las especies.
Métodos
Poza Rica es una ciudad localiza al norte de Veracruz, México (Figura 1); cuenta con aproximadamente 200,119 habitantes, su desarrollo es reciente (impulsado por una alta industrialización en los años sesenta del siglo pasado) y su actividad económica está enfocada al sector petroquímico (INEGI 2016). La vegetación original era bosque tropical perennifolio (Rzedowski 1990), pero el constante crecimiento de la ciudad la ha eliminado casi por completo. El clima predominante es cálido subhúmedo con lluvias en verano, el rango de temperatura está entre 22 y 24°C, en tanto que el rango de precipitación es de 1100-1300 mm (INEGI 2009).
El inventario se realizó mediante visitas en enero de cada año, de 2014 a 2017, a 30 sitios de la ciudad, que incluyeron elementos del paisaje urbano y periurbano, como remanentes de vegetación, parques públicos, ranchos particulares, jardines públicos, zonas habitadas, fraccionamientos urbanos, cuerpos de agua (ríos y arroyos) y avenidas (Figura 1). Cada sitio fue recorrido, en promedio, durante 2 h (aprox. de 06:30 a 08:30 h), se siguió, en general, la técnica de búsqueda intensiva de Ralph (1997), aunque los recorridos fueron ad libitum. Este procedimiento facilita la detección de especies silenciosas o raras y permite conocer la riqueza de aves a partir de su identificación a través de inspección visual, de cantos o llamados (Ralph 1997), lo cual resulta muy valioso en el ámbito urbano.
Los registros fueron realizados por tres observadores, emplearon binoculares Eagle OpticS 9 x 42 y una cámara Canon EOS REBEL T1i. Identificamos a las especies con las guías de campo de Howell y Webb (1995), Peterson y Chalif (1999), Kaufman y Fischer 2005, Robbins et al. 2014, y seguimos el tratamiento taxonómico de la American Ornithological Society (Chesser et al. 2019).
Para conocer el estado de conservación nacional de las especies, seguimos la Norma Oficial Mexicana (SEMARNAT 2010) y, para el internacional, la Lista Roja de las Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN 2019). Finalmente, asignamos categorías de residencia a las especies, con base en los criterios de Howell y Webb (1995) y Berlanga-García (2015).
Resultados y discusión
Las 64 especies de aves que registramos en Poza Rica pertenecen a 13 órdenes y 27 familias (Cuadro 1, Figuras 2 y 3). En Veracruz existen cerca de 719 especies (Gallardo-del Ángel y Aguilar-Rodríguez 2011); es decir, nuestro inventario de especies representa 8.9% de la riqueza del el estado. Este número de especies es bajo cuando se compara con la riqueza de avifauna para otras localidades de la región; por ejemplo, en Tamiahua, en el cual la vegetación que predomina es el pastizal, la selva y el manglar, principalmente, se registraron 79 especies (García 2009) y en Tuxpan, municipio a 50 km de distancia de Poza Rica, Morales-Martínez et al. (2018) evaluaron la riqueza de aves en diferentes tipos de hábitat y registraron 150 especies dentro del ecosistema terrestre (de 230 en total para el municipio). Sin embargo, cuando se comparan algunos sitios de ese estudio como El Edén (68 especies) y Salman (63 spp), que poseen características ecológicas similares (remanentes de selva mediana subperennifolia), nuestros resultados son similares a la riqueza de aves reportada en dichos estudios.
Orden | Familia | Nombre científico | Nombre común | Residencia |
Anseriformes | Anatidae | Cairina moschata | pato real (P) | R |
Columbiformes | Columbidae | Columba livia | paloma doméstica | R |
Patagioenas flavirostris | paloma morada | R | ||
Streptopelia decaocto | paloma de collar turca | R | ||
Columbina inca | tortolita cola larga | R | ||
Zenaida asiatica | paloma las blancas | R, MI | ||
Cuculiformes | Cuculidae | Crotophaga sulcirostris | garrapatero pijuy | R |
Apodiformes | Trochilidae | Anthracothorax prevostii | colibrí garganta negra | R, MI, MV |
Archilochus colubris | colibrí garganta rubí | MI, T | ||
Cynanthus canivetii | esmeralda oriental | R | ||
Amazilia yucatanensis | colibrí vientre canelo | R | ||
Gruiformes | Rallidae | Fulica americana | gallareta americana | R, MI |
Suliformes | Phalacrocoracidae | Phalacrocorax brasilianus | cormorán neotropical | R |
Pelecaniformes | Ardeidae | Ardea alba | garza blanca | R, MI |
Egretta thula | garza dedos dorados | R, MI | ||
Threskiornithidae | Eudocimus albus | ibis blanco | R, MI | |
Cathartiformes | Cathartidae | Coragyps atratus | zopilote común | R |
Cathartes aura | zopilote aura | R | ||
Accipitriformes | Accipitridae | Rupornis magnirostris | aguililla caminera | R |
Buteo swainsoni | aguililla de Swainson (Pr) | T, MV | ||
Strigiformes | Strigidae | Glaucidium brasilianum | tecolote bajeño | R |
Piciformes | Picidae | Melanerpes aurifrons | carpintero cheje | R |
Dryocopus lineatus | carpintero lineado | R | ||
Falconiformes | Falconidae | Falco femoralis | halcón fajado (A) | R |
Passeriformes | Tityridae | Tityra semifasciata | titira puerquito | R |
Tyrannidae | Pitangus sulphuratus | luis bienteveo | R | |
Megarynchus pitangua | luis pico grueso | R | ||
Myiozetetes similis | luisito común | R | ||
Tyrannus melancholicus | tirano pirirí | R | ||
Tyrannus verticalis | tirano pálido | MI, T, MV | ||
Tyrannus forficatus | tirano tijereta rosado | MI, T, MV | ||
Sayornis phoebe | papamoscas fibí | MI | ||
Pyrocephalus rubinus | papamoscas cardenalito | R, MI | ||
Corvidae | Cyanocorax yncas | chara verde | R | |
Hirundinidae | Tachycineta albilinea | golondrina manglera | R | |
Stelgidopteryx serripennis | golondrina alas aserradas | R, MI | ||
Progne chalybea | golondrina pecho gris | R, MV | ||
Troglodytidae | Campylorhynchus zonatus | matraca tropical | R | |
Polioptilidae | Polioptila caerulea | perlita azulgris | R, MI | |
Turdidae | Turdus grayi | mirlo café | R | |
Mimidae | Dumetella carolinensis | maullador gris | MI | |
Fringillidae | Euphonia affinis | eufonia garganta negra | R | |
Euphonia hirundinacea | eufonia garganta amarilla | R | ||
Passerellidae | Ammodramus savannarum | gorrión chapulín | R, MI | |
Melospiza lincolnii | gorrión de Lincoln | MI | ||
Icteridae | Psarocolius montezuma | oropéndola de Moctezuma | R | |
Icterus spurius | (Pr) calandria castaña | MI, MV | ||
Icterus cucullatus | calandria dorso negro menor | R, MI, MV | ||
Icterus gularis | calandria dorso negro mayor | R | ||
Icterus galbula | bolsero de Baltimore | MI | ||
Agelaius phoeniceus | tordo sargento | R, MI | ||
Molothrus aeneus | tordo ojos rojos | R, MV | ||
Dives dives | tordo cantor | R | ||
Quiscalus mexicanus | zanate mayor | R | ||
Parulidae | Setophaga petechia | chipe amarillo | R, MI, MV, T | |
Setophaga dominica | chipe garganta amarilla | MI | ||
Cardellina pusilla | chipe corona negra | MI | ||
Cardinalidae | Piranga rubra | piranga roja | MI, MV | |
Passerina cyanea | colorín azul | MI | ||
Thraupidae | Thraupis episcopus | tangara azulgris | R | |
Thraupis abbas | tangara alas amarillas | R | ||
Volatinia jacarina | semillero brincador | R | ||
Sporophila torqueola | semillero de collar | R | ||
Saltator atriceps | saltador cabeza negra | R |
Existen factores que podrían esclarecer la discrepancia en la riqueza de aves entre Poza Rica y Tuxpan. Una explicación posible es el número de estudios para cada localidad. Por un lado, hasta donde sabemos, éste es el primer reporte de la riqueza de aves de Poza Rica, en tanto que en Tuxpan se han realizado numerosas evaluaciones de su diversidad (Ramos-Ramos 2008, Hernández-Hernández 2009, Hernández-Sánchez 2010, Serrano et al. 2013, Cipriano 2014, Mendoza-Mar 2015 y Morales-Martínez et al. 2018), lo que ha dado oportunidad a documentar ampliamente la riqueza de Tuxpan entre tipos de ambiente, paisaje, hábitos, temporadas, entre otros. Por otro lado, nuestro estudio no contempló la estacionalidad de la avifauna y se estableció a un mes del año (enero), lo cual restringió la posibilidad de registrar más especies. Pese a la limitante, nuestros resultados aportan información sobre los hábitos de residencia; de las 64 especies registradas, 36 fueron exclusivamente residentes, mientras que siete especies fueron sólo migratorias de invierno. Cabe mencionar que el resto de especies (21 spp) las clasificamos en más de una categoría, con lo que se demuestra la dominancia de especies adaptadas al ecosistema urbano.
Otro factor que podría determinar las diferencias en la riqueza de especies en Poza Rica y Tuxpan, es el área cubierta entre los municipios, Poza Rica abarca 64 km2, en tanto que Tuxpan tiene un área de 966.2 km2 (CEIEG 2016), es decir, Poza Rica representa sólo el 6.6% de la superficie de Tuxpan. Asimismo, el municipio de Tuxpan colinda con el Golfo de México y posee más tipos de ecosistemas, lo que favorece la presencia de numerosos gremios tróficos (Morales-Martínez et al. 2018), así como mayor heterogeneidad ambiental; por ejemplo, la presencia de ambientes asociados a ecosistemas costeros y arrecifales (Cipriano 2014, Macías-Hernández 2014, Mendoza-Mar 2015), ecosistemas de humedales, tulares y manglares (Hernández-Sánchez 2010, Serrano et al. 2013), entre otros. Así mismo, Tuxpan posee más cuerpos de agua y mayor cobertura vegetal, mientras que Poza Rica está altamente industrializado, con pocos remanentes de vegetación y sus cuerpos de agua en su mayoría está contaminados; en este sentido, aunque registramos diferentes sitios de la ciudad, entre ellos remanentes de vegetación, parques, jardines y cuerpos de agua para representar lo mejor posible el área, consideramos que son factores que además del área, influyen de forma directa en las diferencias encontradas entre ambos sitios, es decir, las condiciones del ambiente en Poza Rica podrían estar limitando la presencia de más especies.
En Poza Rica estuvieron representados 13 órdenes, esto es, alrededor del 42% de los reportados para Norteamérica (Chesser et al. 2019). Los paseriformes representaron más de la mitad (63.5%) de toda la riqueza de especies. Esta proporción es congruente con lo que se ha reportado a escala global, puesto que el orden abarca a la mayoría de aves del mundo (Gill et al. 2020). En el ámbito nacional, el patrón fue similar, ya que este orden representa casi la mitad de las especies de aves de México (Navarro-Sigüenza et al. 2014), patrón que refleja la amplia variedad y distribución de este orden a diversas escalas geográficas. A nivel de familia, Icteridae (9 especies), Tyrannidae (8), Columbidae (5) y Thraupidae (5) agruparon al mayor número de especies (Cuadro 1).
Todas las especies registradas en el presente estudio se encuentran en la categoría LC (preocupación menor) de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN 2019). De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT 2010), el aguililla de Swainson (Buteo swainsoni) y la oropéndola de Moctezuma (Psarocolius montezuma) están en la categoría de especies sujetas a protección especial (Pr); el halcón fajado (Falco femoralis) en la de amenazadas (A) y el pato real (Cairina moschata) en la de en peligro de extinción (P). Por consiguiente, Poza Rica, a pesar de su alto grado de urbanización, alberga a especies que deben ser protegidas y, con ello, coadyuva a su mantenimiento y conservación en la región norte del estado.
Las aves en contextos urbanos han estado sujetas a numerosos cambios ambientales, y la comparación entre estudios suele resultar complicada debido a la diferencia en condiciones ecogeográficas, riqueza regional, nivel de perturbación y tamaño de los sitios, entre otros. Por ejemplo, en Tamaulipas, se registraron 114 especies dentro del Centro Universitario de Ciudad Victoria (Gómez-Moreno et al. 2017), en tanto que en el estado de Veracruz se registraron 329 especies en la ciudad de Xalapa (González-García et al. 2014). Si bien es cierto que las condiciones ambientales de los sitios son muy diferentes, estos estudios ejemplifican la capacidad que tienen algunas áreas urbanas para albergar gran diversidad de especies. Adicionalmente, como lo señalan Soanes y Lentini (2019), los entornos urbanos representan buenas oportunidades para proteger especies y crear conciencia hacia la conservación, puesto que permiten que la gente se relacione con la naturaleza y tome acción en favor de la conservación y cuidado de las aves.