Los organismos establecen diferentes asociaciones entre ellos, como el parasitismo, mutualismo y comensalismo (^{Paracer y Ahmadjian, 2000}). Un tipo especial de esta última es la foresia, la cual se define como la asociación entre un animal pequeño (foronte) y uno grande (huésped) que tiene como consecuencia el transporte del pequeño por el grande (^{Vachon, 1940}), para alcanzar nuevos hábitats donde continuar su ciclo de vida (^{Szymkowiak, Górski y Bajerlein, 2007}).

La foresia puede ser de 2 tipos: activa y pasiva. Activa es cuando el foronte se sujeta de alguna parte del cuerpo del huésped (patas, sedas, pelo, etc.), mientras que en la pasiva se coloca en las oquedades o ranuras del cuerpo del huésped (^{Athias-Binche, 1994}; ^{Vachon, 1940}). Generalmente los estadios del foronte que realizan la foresia son hembras grávidas y deutoninfas tanto en ácaros como en pseudoescorpiones (^{Athias-Binche, 1994}).

La interacción entre arácnidos y coleópteros es muy antigua. El registro forético más antiguo que involucra a coléopteros y pseudoescopiones data de entre 20 y 40 millones de años: es un Parawithius sp. sobre Cenocephalus rhinoceroides (Schwaller) en ámbar dominicano (^{Poinar, Curcic y Cokendolpher, 1998}).

La asociación entre pseudoescorpiones y coleópteros ha sido documentada principalmente en pasálidos y cerambícidos, con unas 40 especies de pseudoescorpiones asociadas a 80 especies de coleópteros de Brasil y México (^{Aguiar y Bührnheim, 1992}, ¹⁹⁹⁸; ^{Villegas-Guzmán y Reyes-Castillo, 2005}, ²⁰¹²), en las cuales no hay especificidad. Respecto a elatéridos se conocen 3 especies asociadas: Parachernes nigrimanus (Banks) y Parachernes setosus Beier, sobre Chalcolepidius rugatus Candeze en Costa Rica (^{Beier, 1948}) y Lustrochernes grossus (Banks) sobre Chalcolepidius sp. en Jalisco, México (^{Villegas-Guzmán, 2004}).

Con la finalidad de conocer la diversidad de pseudoescorpiones sobre Elateridae en México, se revisaron 87 ejemplares de Chalcolepidius approximatus Erichson depositados en las colecciones del Museo de Zoología Alfonso L. Herrera de la Facultad de Ciencias y de la Colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología, ambas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los arácnidos fueron procesados mediante la técnica de ^{Hoff (1949)} con modificaciones de ^{Wirth y Marston (1968)}. Los pseudoescorpiones se encuentran depositados en la Colección Nacional de Arácnidos del Instituto de Biología (UNAM) y en la Colección de Acarología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (IPN).

Se encontraron 18 pseudoescorpiones de 2 especies en 7 ejemplares de C. approximatus debajo de los élitros: 10 de Lustrochernes grossus (Chernetidae) de Morelos, Jalisco y Guerrero, y 8 de Parachelifer scabriculus (Cheliferidae) de Morelos (tabla 1). Solamente en un elatérido de Morelos (Tlayacapan) se encontraron las 2 especies de pseudoescorpiones juntas.

Respecto al hábito de estas especies, los pseudoescorpiones Parachernes scabriculus y L. grosuss han sido registradas debajo de la corteza de Pinus y Pseudosugas (^{Benedict y Malcolm, 1979}; ^{Hoff, 1956}, ¹⁹⁵⁹), mientras que del elatérido C. approximatus se sabe que hiberna debajo de la corteza de algunos árboles, en grietas u oquedades de troncos (^{Casari, 2002}; ^{Kirk, 1922}). Es posible que en este microhábitat subcortícola se haya establecido la asociación forética.

La revisión del material de colecciones científicas es importante, ya que a pesar del tiempo que ha pasado desde que fueron recolectados los ejemplares, aún podemos encontrar organismos foréticos de ellos, tal es el caso de Parachelifer en Chalcolepidius de casi 70 años de antigüedad. Los resultados aquí descritos representan el segundo registro de L. grossus asociados a Chalcolepidius para Jalisco, así como el primero para Morelos y Guerrero, además del primer registro de P. scabriculus asociado a elatéridos mexicanos.

Debido a la baja prevalencia (8%) de los pseudoescorpiones en los elatéridos, se puede considerar que los registros son ocasionales. Lo anterior muestra la necesidad del trabajo de campo y del trabajo curatorial de elatéridos, ya que es probable que se encuentren más registros y que la distribución de los pseudoescorpiones sea igual a la de sus huéspedes, lo cual apoyaría la relación forética que aquí se presenta.

Los autores agradecen a los curadores y técnicos de las colecciones revisadas por las facilidades para realizar este trabajo, así como al Dr. Óscar F. Francke por sus comentarios y sugerencias al manuscrito.