INTRODUCCIÓN
La teoría de las representaciones sociales tiene más de cuatro décadas incentivando la generación de conocimiento desde las múltiples tradiciones de pensamiento. Sus manifestaciones han abordado diversidad de referentes empíricos en los distintos espacios de la vida cotidiana. Las instituciones de educación superior no son la excepción, ya que son espacios educativos poderosos que promueven la interacción de sus actores y, con ello, la construcción de expresiones de sentido común, entre los cuales destacan los significados, imaginarios, creencias y representaciones sociales (Piña, 2004; Silas, 2020).
Con la intención de tener acceso a ese tipo de expresiones del sentido común, emprendimos una investigación colectiva amplia para identificar, con base en el enfoque teórico-metodológico de las representaciones sociales, la información, el campo de representación y las actitudes que sobre la profesión de la educación física y deporte comparten educadores físicos en formación de la Universidad de Colima, México (UdeC). La construcción de representaciones sociales por universitarios, propiamente del campo y objeto de estudio de la educación física y deporte, involucra diversos componentes habituales de la persona, como las vivencias, la cultura, la particularidad y la subjetividad. En palabras de Álvarez (2004), “las personas, dadas sus características inherentes, su propio desarrollo y las condiciones específicas en las que están inmersas, dan una interpretación propia a los hechos” (p. 38).
Adentrarse a la identificación de las representaciones sociales permite comprender los procesos de construcción de conocimiento compartido por los sujetos de la representación social, “visión de mundo que los individuos o grupos llevan consigo y utilizan para actuar o tomar posiciones” (Flores, 2005, p. 13). En este trabajo, buscamos entender el conocimiento compartido de los estudiantes universitarios en torno a un objeto de representación: la profesión que cursan. Con esto, podemos constatar lo que establece Jodelet (1986) cuando asegura que es posible acercarse a estas formas de conocimiento porque “los sujetos construimos representaciones sociales sobre algo o alguien” (p. 472).
Retomar en esta investigación como objeto representacional el campo de estudio y profesional de la educación física y deporte es hacer hincapié en las perspectivas y las maneras en que han ido construyendo los estudiantes esas perspectivas que tienen de su carrera y, con ello, todo un cúmulo de saberes compartidos, conocimientos, apreciaciones, justificaciones y tomas de postura acerca de las decisiones asumidas.
Los estudios de este tipo son relevantes porque contribuyen a un mejor reconocimiento de los estudiantes universitarios desde las mismas instituciones en las cuales están adscritos, en virtud de la incipiente indagación y reflexión que parte de la voz de los jóvenes para conocer las razones que los llevaron a estudiar la profesión de educación física y deporte en el contexto colimense. Por otro lado, consideramos relevante la indagación como interés propio de un grupo de investigación de iniciar una línea que permita profundizar, con el paso de las distintas generaciones, los dominios de información, imágenes y actitudes que tienen los interesados y estudiosos de esta profesión. Finalmente, debemos precisar que, al ser un texto derivado de una investigación colectiva más amplia, solo se reporta un acercamiento descriptivo de algunos de los aspectos que conforman el objeto de conocimiento.
CONTORNOS TEÓRICO-CONCEPTUALES
Campo de estudio y profesional de la educación física y deporte
El campo de estudio y profesional de la educación física y deporte, como disciplina, tiene un cuerpo de conocimientos propios (Cagigal, 1984), pero también se relaciona históricamente con otras áreas de conocimiento como la pedagogía, psicología, anatomía, fisiología, estética, biología, sociología y física. En otras palabras, se trata de un campo de estudio multidisciplinario que se articula y fortalece gracias a planteamientos y conceptos para lograr la multidisciplinariedad y transdisciplina.
A lo largo del tiempo se han difundido diversas definiciones sobre la educación física. Cada planteamiento obedece a las necesidades educativas, políticas, sanitarias y recreativas que apremian atender en el contexto social; es decir, existen varios enfoques y conceptos que tratan de delimitar el campo de estudio y profesional de la educación física y deporte. En cada caso, las perspectivas que se adoptan plantean, a su vez, una propia concepción, alcance y los elementos que la componen. Una de ellas proviene de la Federación Internacional de Educación Física (FIEP, 2021), que define en su manifiesto que la educación física es "la educación por medio de las actividades físicas" (5 párr.).
Desde este punto de vista, la FIEP (2021) considera los siguientes fines: psicofisiológico, en tanto que su accionar intenta llegar a la afirmación de cualidades de una buena salud; mantenimiento y perfeccionamiento de la condición física general; psicomotor, puesto que contribuye al desarrollo de la aptitud para la acción, cualidades perceptivas, motrices; y psicosocial, porque promueve el perfeccionamiento de valores humanos indispensables para la vida sana y socialmente útil. Cagigal (1984) y Meinel y Schnabel (1988), por otra parte, afirman que la asignatura de educación física es el punto central de la cultura corporal y del deporte el movimiento, lo que permite inferir una relación entre ambos conceptos a partir de la pedagogía.
Por tanto, el campo y objeto de la educación física y deporte es amplio y, en general, quienes asumen cursar esta profesión tienen vocación, aptitudes y una pertenencia por las actividades y funciones que circunscriben el quehacer del educador físico. Según la literatura, son diversas las razones por las que puede surgir un alto interés por este tipo de formación, entre otras, la empleabilidad y el reconocimiento de la profesión (Di Gresia, 2009), la idea de vocación (Pérez-Ferra et al., 2021) o las experiencias físico-deportivas previas e influencia (Ferreira, 2017).
El campo profesional de la educación física se debate en dos orientaciones para la enseñanza de esta área: la idealista-pedagógica y la biologicista. Crum (2012) menciona que la primera ha cobrado un fuerte arraigo y que se basa en el movimiento para alcanzar la exploración, la comunicación, el desarrollo personal general y la construcción del carácter. Por su parte, desde la orientación biologicista, se considera que el cuerpo humano es una máquina, un instrumento, y que el movimiento-ejercitación física puede mejorar el estado del cuerpo-máquina a través del entrenamiento.
Hay una parte de la producción investigativa en la materia que se centra en el estudio de algún elemento del campo de la educación física y deporte. Desde esta perspectiva, se ha indagado en torno a objetos de estudios que han sido analizados con base en la visión de sus actores, es decir, planteamientos que asumen enfoques teóricos derivados del pensamiento del sentido común. Existen estudios que se han interesado en reconocer las representaciones sociales sobre la educación física como campo de estudio (Castaño y Padierna, 2020), mientras que otras indagaciones se han propuesto recabar la percepción social sobre la educación física (Medina et al., 2011). En la línea anterior se localizan estudios con la variante de identificar las percepciones, concepciones y motivaciones que tanto estudiantes, egresados y profesores tienen sobre ciertas áreas o campos formativos de la educación física, como la motricidad (Prieto y Cerro, 2021), los deportes de colaboración y oposición (Arias, 2019), y el deporte y la recreación (Reyes, 2019).
En conjunto, los resultados de las investigaciones referidas aportan a la conceptualización y el reconocimiento que los actores tienen sobre este campo disciplinar en general o un ámbito en específico, en el cual los actores no se asumen en una posición estática y de espectadores, sino como implementadores de acciones que permiten la construcción y reconstrucción de significados y representaciones sobre lo que hacen para proyectarlo en la esfera social de la que son parte. Cabe precisar que los estudios de esta índole han sido explorados en su mayoría en la esfera internacional, y no en el contexto mexicano.
Enfoque teórico-metodológico de las representaciones sociales
El enfoque de las representaciones sociales aplicado al campo y objeto de estudio de la educación física y deporte como ámbito disciplinar ha aportado un marco teórico y metodológico que destaca la construcción de conocimientos que involucran procesos cognitivos y sociales: lo cognitivo, dado que los individuos no son pasivos y estáticos frente a la información que reciben del contexto al que pertenecen; y lo social, por la activa vinculación dialéctica y afectiva del individuo con la dinámica social en la que se mueve (Piña y Cuevas, 2004).
Lo anterior permite afirmar que los diversos espacios donde interactúan las personas posibilitan la construcción de representaciones sociales, entendidas como sistemas y construcciones simbólicas que se originan en la interacción social por un determinado grupo y se recrean a lo largo del tiempo sin ser estáticas (Abric, 2001; Banchs, 1986; Moscovici, 1979). De hecho, su construcción depende de la categoría social, historia del individuo, motivos, anhelos, lugar del individuo en una organización social, entre otras (Flores, 2005; Piña, 2004).
Así pues, las representaciones sociales, como señala Jodelet (1986), de modo preciso son:
imágenes que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencias que nos permiten interpretar lo que nos sucede; e incluso, dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes tenemos algo que ver […]. A saber: una manera de pensar e interpretar nuestra realidad cotidiana, una forma de conocimiento social (pp. 472-473).
Cuando el interés está colocado en identificar representaciones sociales, existen horizontes y vías que pueden asumirse para cumplir el cometido, por ejemplo, mediante sus tres dimensiones (información, campo de representación y actitud); a través del núcleo central y elementos periféricos; de la objetivación y el anclaje, y de responder a las funciones de toda representación.
La vía que se asume en este trabajo es a través de la tríada: información, campo de representación y actitud. La información “se relaciona con la organización de los conocimientos que posee un grupo con respecto a un objeto social” (Moscovici, 1979, p. 45). Esta dimensión se vincula a los saberes y las fuentes que tienen las personas a propósito de un objeto representacional en un medio habitual específico. El campo de representación “remite a la idea de imagen, de modelo social, al contenido concreto y limitado de las proposiciones que se refieren a un aspecto preciso del objeto de la representación. Las opiniones pueden recubrir el conjunto representado, pero ello no quiere decir que este conjunto esté ordenado y estructurado” (Moscovici, 1979, p. 46). La actitud se asocia a “la orientación global en relación con el objeto de la representación social” (Moscovici, 1979, p. 47). Es el juicio ante un objeto representado: positivo o negativo, favorable o desfavorable, agradable o desagradable.
Estas dimensiones actúan como soportes para identificar los elementos que influyen en la construcción de las representaciones sociales que los sujetos tienen del campo y objeto de su profesión. De acuerdo con la postura de Moscovici (1979), las dimensiones planteadas permiten establecer el grado de estructuración de las representaciones en los contextos estudiados y entender los elementos que han forjado su constitución a través de la interacción social. Con ello, se podrá contar con la información para determinar qué saben, cómo se piensa-interpreta y qué posición se asume del objeto representacional, es decir, hacer visible los significados de los fenómenos y las particularidades del campo estudiado.
En ese sentido, podemos conciliar lo hasta aquí dicho para afirmar que las representaciones sociales son útiles e importantes de estudiar en tanto que los sujetos en su dinámica cotidiana se relacionan en grupos que les influyen al momento de asumir una forma de pensar y, por ende, de desplegar múltiples modos de actuación frente a las distintas circunstancias y situaciones de vida que enfrentan y ante las cuales manifiestan “maneras de ver un aspecto del mundo que se traduce en el juicio y en la acción” (Flament y Rouquette, 2003, p. 21).
MÉTODO
Basados en el desarrollo teórico-conceptual antes descrito, este texto focalizó el interés en identificar las representaciones sociales que comparten educadores físicos en formación de la UdeC sobre la profesión de la educación física y deporte. La investigación se realizó de octubre de 2020 a octubre de 2021. El estudio es de carácter descriptivo, dado que privilegiamos la recuperación de información sobre las tres dimensiones de toda representación social (información, campo de representación y actitud) para poder explicar el fenómeno estudiado a partir de un conjunto de características o áreas de interés (Monje, 2011).
La UdeC es la unidad de estudio en la que se identifican las representaciones sociales que comparten específicamente los estudiantes que cursan la licenciatura en Educación Física y Deporte (LEFyD) de la Facultad de Ciencias de la Educación. En cuanto a la selección de la población participante en la investigación, no utilizamos alguna técnica de muestreo, pues invitamos a la totalidad de estudiantes adscritos a la carrera durante el ciclo escolar febrero-julio de 2021. De 240 estudiantes, participaron 166 de manera voluntaria, es decir, el 69.2% del total. Dado el tiempo disponible para la recogida de datos, decidimos no programar una segunda fecha de aplicación del cuestionario.
Para obtener la información de campo, consideramos pertinente aplicar un cuestionario para recabar opiniones y datos escritos. El cuestionario “es un conjunto de preguntas que tiene como finalidad la obtención de los datos necesarios para una investigación […]. Es un documento necesario que se administra a un determinado colectivo, con el fin de que la información obtenida esté estructurada y sea homogénea” (Verdugo et al., 2006, p. 33).
El cuestionario se diseñó en la plataforma de Google Forms y se integró de cinco secciones, con un total de 30 preguntas de cuatro tipos: cerradas, de respuesta múltiple, abiertas y de asociación de palabras. Antes de su aplicación, solicitamos a cinco especialistas la evaluación del instrumento a fin de analizar la pertinencia de las preguntas y la suficiencia de estas. En la tabla 1 se comparte la estructura del cuestionario y, a manera de ejemplo, un par de reactivos por cada sección.
Sección del instrumento | Tipo de preguntas | Número de reactivos |
Un par de ejemplos de preguntas por sección |
Sección I. Datos generales |
Cerradas | 4 | Sexo Edad |
Sección II. Condiciones de producción de las representaciones sociales |
Cerradas De respuesta múltiple | 8 | Para ti, ¿qué prioridad fue estudiar la LEFyD? ¿Tienes algún familiar, amigo o conocido cercano que estudie la LEFyD? |
Sección III. Información | De respuesta múltiple | 6 | ¿Qué tipo de información tenías sobre el plan de estudios de la carrera antes de ingresar a estudiarla? ¿Cuál es el perfil ideal que debe tener un buen educador físico para estudiar la carrera? |
Sección IV. Campo de representación |
Abierta De asociación de palabras | 6 | ¿Qué significa para ti ser estudiante de la LEFyD? Cuando escuchas la palabra educación física la asocias con: |
Sección V. Actitud |
Abiertas | 6 | ¿Qué es lo que más te agrada de tu carrera profesional? ¿Qué actitudes caracterizan al educador físico? |
Fuente: Elaboración propia con base en el instrumento alojado en Google Forms.
En el estudio se buscó que estuviesen representados estudiantes de la totalidad de semestres de la carrera, criterio que influyó para que la aplicación del cuestionario se desarrollara en cuatro sesiones de trabajo, de acuerdo con cada uno de los semestres pares del ciclo escolar febrero-julio de 2021. Integrantes del equipo a cargo de este estudio estuvieron presentes con el objeto de explicar en cada grupo el propósito de la investigación, así como las medidas para garantizar la confidencialidad de la información obtenida y el anonimato de las respuestas.
Para el análisis de los datos procedimos, en principio, con la sistematización de la información recuperada con base en los datos concentrados en Google Forms. Para las preguntas cerradas, de asociación de palabras y respuesta múltiple, llevamos a cabo un análisis a partir de frecuencias. Cabe precisar que, para el análisis de esta sección, en algunas preguntas la suma de respuestas no coincide con el total de participantes debido a que una buena parte expresaron o seleccionaron más de una respuesta.
Para las preguntas de tipo abierto, realizamos un trabajo de análisis artesanal para desmenuzar los discursos escritos y hacer la interpretación a través del análisis temático (Braune & Clarke, 2006). Esto permitió identificar las formas de pensamiento que se han reconfigurado entre los estudiantes y que, desde nuestros supuestos de trabajo, son resultado de la incorporación e influencia de distintos elementos personales, contextuales y culturales. Para lograr el análisis temático, método fundamental para el análisis cualitativo, Braune y Clarke (2006) precisan que debe efectuarse un proceso analítico, por medio del cual se reconocen y analizan patrones (temas) dentro de un corpus de datos para, a su vez, descubrir, organizar y describir sus propiedades y dimensiones.
Finalmente, dado que un estudio de carácter empírico implica asumir una postura para develar las representaciones, la vía que se emplea para dar cuenta de estas son las dimensiones que propone la teoría de las representaciones sociales de Moscovici (1979): información, campo de representación y actitud. De esta manera, en el reporte de los resultados particularizamos y distinguimos cada una de ellas con fines didácticos, demarcativos y descriptivos.
RESULTADOS
La exposición de los resultados se ordena a partir del análisis en torno a las tres dimensiones citadas. Previamente, compartimos las características de la población participante.
Características de los estudiantes participantes en el estudio
Como mencionamos, en el estudio participaron 166 estudiantes de 240 que integran la matrícula total del semestre febrero-julio de 2021. Los participantes se distribuyen de la siguiente manera: 46 son estudiantes de 2º semestre (27.7%); 24 de 4º semestre (14.5%); 49 de 6º semestre (29.5%); y 47 de 8º semestre (28.3%). La LEFyD reporta mayor número de estudiantes del sexo masculino, con un total de 105 personas (equivalente al 63.3%), en tanto que las del sexo femenino son 61 (36.7%). Los estudiantes se encuentran en el rango de edad de 18 a 38 años, y la mayoría (124) se ubica entre los 19 y los 22 años. La edad promedio de los entrevistados es de 21.57 años, con una desviación estándar de (±2.74). Lo anterior indica que la mayoría de los estudiantes universitarios ingresaron a cursar sus estudios de manera consecutiva a la educación superior, es decir, que no han interrumpido su trayectoria escolar en los niveles previos.
En cuanto al bachillerato de procedencia, 122 jóvenes (más del 70%) estudiaron la educación media superior en algún bachillerato de la UdeC. El resto, 44 (26.5%), reporta haber cursado sus estudios en escuelas privadas, el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios, el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario, o fuera del estado, entre otros. Al cuestionar la prioridad de estudiar la LEFyD, 130 (78%) revelaron haber sido su primera opción contra 36 (22%). Este dato evidencia un interés muy alto por cursar esta carrera profesional. También, preguntamos si tenían algún familiar, amigo o conocido que estudió la profesión, a lo que una gran mayoría declaró que sí: 111 (70%) contra 47 (30%).
Existe un alto porcentaje de estudiantes que comentó que vive con su familia, esto es, 86% frente a un 14% que se han independizado de sus padres. Lo anterior hace evidente que la mayoría son solteros y solteras, y también que los jóvenes de este programa educativo, en Colima, son dependientes de sus familias, situación que probablemente influye en forma positiva para que concluyan su formación académica de pregrado.
Dimensión: información
El análisis de los datos permitió identificar diferentes saberes y conocimientos que los estudiantes manifestaron en relación con el campo y objeto profesional de la educación física y deporte: medio y fuente por el que se enteró de la profesión; lo que sabe de su carrera; fotografía del perfil de un educador físico; y saberes sobre los posibles escenarios laborales.
De los 166 estudiantes participantes, la totalidad declaró haber tenido información de la existencia de la carrera antes de ingresar. Más del 50% señaló haberse enterado de esta profesión por más de una vía. El medio de comunicación preponderante que informó a los estudiantes sobre la carrera profesional fue la página oficial de la UdeC, situación que confirmaron 95 participantes. En contraparte, la página de Facebook de la Facultad de Ciencias de la Educación se considera un entorno poco visitado, ya que solo para 21 estudiantes representó un recurso informativo. Otros medios que refirieron los estudiantes para acceder e identificar como posibilidad esta profesión fueron: un amigo (50 estudiantes), un familiar (37 menciones) y, en el mismo nivel de incidencia, un maestro y el orientador del bachillerato (35).
En cuanto a la información que se tuvo del plan de estudios de la licenciatura antes del ingreso, 118 participantes señalaron haberla revisado en el portal electrónico de la UdeC. Otros 40 casos precisaron que la obtuvieron gracias al orientador del bachillerato, frente a 37 que refirieron que fue un amigo quien les proporcionó información y 27 mencionaron a un familiar. Solo 15 aprendices dijeron no haber tenido información de la carrera que estudian.
Las respuestas a las preguntas ¿qué tipo de información tenías sobre el plan de estudios de la carrera antes de ingresar a estudiarla? y ¿cuál es el perfil ideal que debe tener un buen educador físico para estudiar la carrera? reflejan que los estudiantes acceden a distintas fuentes para conocer sobre la carrera, por lo que la influencia que reciben en este ámbito no es unidireccional. Por otra parte, se puede constatar que los medios electrónicos -en este caso el portal oficial de la UdeC- son cruciales para la población joven, porque satisfacen sus demandas cuando se trata de tomar decisiones. La circunstancia nos lleva a pensar que los aspirantes, al ser nativos en las tecnologías de información, asumen que la información institucional y oficial que buscan está resguardada y organizada en una web.
Además, constatamos que las personas del entorno inmediato vinculado a la familia, amigo u orientador vocacional brindan datos para contextualizar el campo disciplinar de la educación física y deporte. Esto último coincide con lo que Cerón (2012) afirma del tema de elección de carrera en cuanto a que toda elección no es una acción unilateral, sino que tiene doble dirección, pues los aspirantes a determinados estudios universitarios son a la vez cobijados por las estructuras externas de su medio habitual.
A partir de los datos recolectados, es posible inferir el papel relevante que se le confiere a los medios digitales oficiales y redes con amigos y familiares como enlaces para identificar, reconocer y valorar la pertinencia de ingresar a la carrera como educador físico. Esta probablemente ya sea una práctica cotidiana y, sin duda, también un rito de paso en el que todo estudiante se involucra de manera previa a los estudios de pregrado.
En esa misma línea, recuperamos lo que saben los estudiantes sobre el perfil ideal que debe tener un buen educador físico y las áreas en las que pueden desempeñar su labor. En cuanto a la primera, los saberes que destacan de ese perfil/prototipo de profesional revelan dos polos en el acervo de informaciones: el primero, que el perfil debe estar anclado a los siguientes elementos: gusto y pasión por el movimiento y la práctica deportiva; emprender y ser creativo; preservar condiciones óptimas de salud para la práctica deportiva y recreativa; tener vocación e interés para la enseñanza; buenos hábitos de higiene personal y disciplina; capacidad para el trabajo en equipo; y capacidad para la integración y coordinación de grupos. Los atributos referidos se enfocan, en cierto modo, a la función específica y quehacer profesional del educador físico: “un saber hacer y actuar”.
De manera contraria, el segundo polo refiere que valoran con un menor peso los atributos vinculados a los siguientes rasgos: ser crítico y autorreflexivo; tener conocimientos básicos de biología y química; mostrar actitud analítica; desarrollo de textos académicos; y dominio de uso de software, cálculo y navegación en internet. Lo antagónico se puede observar, justamente, en que los estudiantes colocan un peso inferior a un conjunto de competencias genéricas, porque se superponen otros elementos que están muy ligados a la práctica cotidiana del perfil profesional de los educadores físicos. En otras palabras, relacionan más el perfil ideal con funciones de tipo instrumental de la profesión y de orden práctico. En la gráfica 1 presentamos los datos y su frecuencia en menciones.
Las áreas del quehacer profesional que el estudiante identifica son amplias y diversificadas; constatamos que acumulan mayores saberes sobre la función laboral de la carrera mientras más profundizan en ella y en sus áreas de formación; por ejemplo, es preponderante y protagónica la preferencia por las áreas deportiva y de docencia, campos predilectos para el ejercicio laboral. En el imaginario de los estudiantes pesa la idea de que estos son los espacios de mayor oportunidad laboral y reconocimiento social.
Por las respuestas que se emiten en las primeras seis opciones, podemos inferir que la docencia está más inclinada hacia el sentido de saber enseñar un “deporte” o un determinado “ejercicio”, producto de lo que ellos construyen a partir de lo que el propio contexto les ha proporcionado. Sin embargo, esta visión de orientar el desempeño hacia el área deportiva no es la que mayoritariamente se promueve en el plan de estudios de esta carrera en la UdeC. La gráfica 2 contiene los datos de las áreas y su frecuencia en menciones, con lo cual ilustramos que las seis primeras áreas se concentran en los dos ejes preponderantes.
El contenido informacional recuperado de las voces de los estudiantes, de acuerdo con Moscovici (1979) y Groult (2010), muestra una particularidad respecto a la cantidad y la calidad de la información que se posee y las formas de acceder a ella, el carácter estereotipado, el soporte pedagógico/curricular, o la propia cotidianidad y contexto específico del que son parte los estudiantes. De este modo, la información que se ha revelado por los sujetos participantes en este estudio tiene una relación clara y apoya la configuración de las representaciones sociales.
Dimensión: campo de representación
Derivado del análisis de los discursos textuales de las preguntas abiertas, presentamos a continuación un conjunto de categorías empíricas para organizar las imágenes hegemónicas sobre el campo y objeto profesional de la educación física y deporte:
Imagen que perciben los otros en relación con la profesión. Fácil y desacreditada
Desde el punto de vista de los estudiantes, las demás personas llegan a considerar que el campo disciplinar y profesional de la educación física y deporte es fácil. Por tanto, desde la visión que tiene el estudiantado, se revela que esta carrera está desvalorizada. Se alude a lo fácil porque el estudiantado percibe en las personas esta falsa creencia al asociar a la profesión del educador físico solo con el juego, la pelota, la soga, la diversión, el recreo y la informalidad. Por otra parte, los estudiantes tienen plenamente identificada la imagen desvalorizada que la sociedad atribuye a la profesión de educadores físicos, lo cual podría deberse a que las distintas áreas en las que puede desempeñar una labor profesional están subvaloradas y se asocia a este profesionista con el profesor de educación física en la escuela.
Pese a lo anterior, hay consenso en las expresiones textuales que destacan el interés por demostrar el rostro real que arropa y caracteriza a la profesión, en el sentido de visibilizar que esta tiene un sólido campo de conocimiento y relevancia en la educación integral de las personas en las diversas etapas de la vida. Compartimos algunos testimonios:
Creo que somos muy menospreciados y que a nuestro campo le hacen falta más, sobre todo generar cosas nuevas o enfoques que hagan notar el gran impacto que nosotros podemos tener en el ámbito de la salud (11, H, 2º).
Casi todos te toman menos porque piensan que es una carrera fácil y es solo “jugar” (35, H, 2º).
Las personas piensan que solo somos profesores y que no estudiamos mucho [...] piensan y se expresan ahí viene el profesor con el balón [...] incluso la gente piensa que solo nos divertimos… (70, H, 6º).
Es una profesión desvalorizada porque no hemos logrado proyectarnos a pesar de la gran importancia que tenemos en temas de salud, no tenemos el reconocimiento de otras áreas y eso lo tenemos que cambiar desde nosotros mismos y proyectarlo… (161, M, 8º).
Imagen de sí respecto a la profesión. Alta vocación inicial
En el discurso de los jóvenes resulta evidente que quien se inclina por cursar estudios universitarios en el campo de la educación física y deporte es por su alta vocación y adherencia genuina hacia las actividades deportivas, físicas y recreativas, así como a la salud y la docencia. Los estudiantes que optan por cursar estudios en esta área están convencidos y revelan tener la vocación que les inspira este campo y sus actividades ocupacionales. Además, están motivados por la expectativa que les genera el perfeccionamiento de sus habilidades deportivas, y el entusiasmo de ser parte importante en la vida de las personas; finalmente, los anhelos de superarse y lograr un proyecto de vida basado en lo que les apasiona hacer también son primordiales. Algunos testimonios sirven de ejemplo:
Es tener la vocación para poder enseñar a los alumnos los buenos hábitos, es tener una gran responsabilidad porque en algún momento serás el ejemplo a seguir de un niño (4, M, 8º).
Tener una verdadera vocación, responsabilidad y dedicación seria para ayudar a muchas personas, no cualquiera tiene ese interés y pasión por esta carrera (116, M, 2º).
Soy una persona que tiene el gusto por el movimiento y además tengo la vocación de poder enseñar (129, M, 8º).
Imagen de la acción predilecta. Perfil de deportista y docente
Ambas áreas de la carrera son las que prevalecen como las preferentes por el estudiantado. La docencia con doble sentido: por un lado, para desempeñar este rol en el sistema oficial de la Secretaría de Educación; y por el otro, para enseñar un deporte de alto rendimiento o ejercicio. Estas prácticas hegemónicas se fortalecen durante el trayecto de la formación académica. Vale la pena mencionar que la UdeC no señala como requisito de ingreso en el plan de estudios de esta carrera que los estudiantes deban realizar algún deporte o pertenecer a algún club o equipo deportivo. Sin embargo, existe contundencia en las respuestas al informar que una parte significativa de los alumnos matriculados practican un deporte específico o desempeñan la función de entrenadores de algún deporte o gimnasio. En el menor de los casos se hace evidente un interés genuino y habitual por la actividad física constante o por tener injerencia en actividades recreativas en algún grupo o comunidad. Por otro lado, conforme se avanza en la licenciatura, el estudiantado se percata de que el dominio de habilidades empíricas relacionadas con el deporte que se práctica se fortalece, pues los ejes de formación y las asignaturas del plan de estudios vinculadas a las áreas biológicas y de salud, recreación, formación pedagógica y formación deportiva otorgan una nueva visión y alcance a las prácticas en el ámbito del deporte que se ejerce. A continuación, algunos testimonios:
Estoy en el deporte desde muy chico y ser un estudiante de esta gran institución me genera mucha ilusión y confianza para seguir adelante en ello para después enseñarlo con técnicas adecuadas (9, H, 2º).
Significa algo importante, ya que de alguna manera decidí entrar a esta carrera porque me gusta el deporte, y me gustaría aprender más sobre mis deportes favoritos y poder desempeñarme en algo que me gusta, pero con los conocimientos teóricos adecuados (23, H, 2º).
Es muy significativo porque en el futuro me gustaría ser alguien muy importante para mi estado en temas de deporte, pienso que la formación la tengo y está completa (84, M, 6º).
Soy un fan de los deportes de conjunto, pero la idea que tenía al principio de iniciar mi carrera estaba muy limitada […] ahora que casi cubrí todas las materias del plan de estudio veo de otra manera mi labor como entrenador (159, H, 8º).
Imagen del perfil del educador físico. Entusiastas, versátiles, apasionados y comprometidos
Los jóvenes utilizan diversos adjetivos para referirse a las características que perfilan la imagen de un educador físico en formación. La manera en que estos revelan esa fotografía que caracteriza a este profesional se vincula a atributos que, en una primera impresión, no necesariamente tienen relación con la formación académica, sino con los signos ligados al aspecto personal y los sentimientos: entusiasmo, compromiso, orgullo, adaptación, motivación, extroversión y pasión. Desde la visión de los estudiantes, estos rasgos son esenciales y los impulsan para lograr sus objetivos de vida y actuar, en consecuencia, para influir de modo positivo en el entorno, en particular en los campos ocupacionales de la enseñanza, el entrenamiento deportivo, así como la promoción, prevención y prescripción de la actividad física, entre otros:
Significa cumplir mis sueños y trabajar en lo que me gusta y eso lo hago con gran entusiasmo y con un alto compromiso por mí, mi familia y la sociedad (108, M, 4º).
Orgullo, ya que no es algo que se le da a cualquiera, se necesita extroversión, pasión, entusiasmo y sentir la carrera (163, M, 8º).
Significa progreso y una gran motivación en mí, ya que siempre fue mi objetivo y pasión el estudiar y terminar esta carrera […] hay que estar comprometidos y saber adaptarse al contexto y población con la que vamos a intervenir (158, H, 8º).
Imagen de cómo se autoperciben en lo laboral. Agentes sociales en temas de salud, bienestar físico y valores
En sus respuestas, los educadores físicos en formación comparten la idea y se conciben como profesionales que promueven e influyen en las personas para propiciar cambios y bienestar en la salud física de las personas y promoción de los valores; esto, a pesar de que identifican la desvalorización de su campo de estudio, como ya lo mencionamos. También es significativo el hecho de que los estudiantes identifican el impacto que ellos tendrán en diversos contextos (escuelas, asilos de ancianos, clínicas de rehabilitación, gimnasios, entre otros) y en las diferentes etapas de la vida (niñez, jóvenes, adultos y adultos mayores):
Significa que tenemos la responsabilidad de prepararnos lo mejor posible para poder brindar un servicio de calidad a la sociedad, y poder tener un impacto real en las personas de manera integral (56, H, 6º).
Es poder adquirir los conocimientos necesarios para poder ayudar a las personas en su desarrollo integral y en las diferentes etapas de la vida (113, H, 4º).
Una persona que se prepara con valores, herramientas, aptitudes y actitudes para resolver problemáticas del entorno social, en lo deportivo, salud y educativo que esté involucrado con la actividad física (155, M, 8º).
Tener la oportunidad de transmitir mis conocimientos y generar en mis estudiantes buenos hábitos de salud física, trabajo en equipo, higiene y valores (165, H, 8º).
A partir de la recuperación de la información durante el trabajo de campo, identificamos los componentes que tienen que ver con el campo de la representación; en ese sentido, la profesión de la educación física y deporte está sedimentada en imágenes, ideas y creencias que configuran la esencia del campo disciplinar. Desde la visión de Jodelet (1986), representa un conjunto de significados, sistemas de referencia que permiten interpretar y dar sentido a lo que acontece y a lo que se hace, de tal manera que es posible asumir un posicionamiento y clasificar las circunstancias y los fenómenos.
Dimensión: actitud
En cuanto al campo actitudinal, las valoraciones emitidas por los estudiantes están relacionadas con dos elementos: las actitudes y emociones (es decir, yo me siento) y los aspectos positivos y negativos del campo profesional (es decir, lo que me agrada y desagrada).
Yo me siento: actitudes y emociones
Las manifestaciones que revelan los estudiantes en cuanto a ser parte del campo de estudio de la educación física y deporte aluden a un sentir personal que manifiesta actitudes positivas, satisfactorias y de orgullo. Así también, el papel que juegan las emociones en la dinámica cotidiana de los estudiantes es muy revelador. La expresión de emociones y afectos se presentó especialmente al interrogar a los estudiantes en concreto en lo referente a ¿qué actitudes caracterizan al educador físico?, ¿qué emociones les genera el ser estudiante de la LEFyD? Estas emociones se vinculan a aspectos que reflejan alegría, ímpetu por seguir aprendiendo, entusiasmo, orgullo, felicidad, entre otras.
Aunque son destacables las reacciones positivas que manifiesta el estudiantado, surgen algunas actitudes no tan positivas al imaginar el estatus al egresar o al referir la poca relevancia que las personas otorgan a este campo profesional. En síntesis, los estudiantes aluden con frecuencia a su sentir en los términos incluidos en la tabla 2.
Yo me siento: actitudes y emociones | |||
Actitudes positivas | F | Actitudes negativas | F |
Optimista/positivo | 81 | Desmotivado | 21 |
Participativo/ímpetu/activo | 90 | Tristeza | 18 |
Creativo/emprendedor/tener iniciativa | 54 | Frustración | 10 |
Orgulloso/un honor | 132 | Desilusión | 12 |
Buen estudiante | 41 | Molestia | 11 |
Apasionado por el deporte | 94 | Tensiones | 9 |
Libre/autonomía | 48 | ||
Apasionado/entusiasmo | 110 | ||
Competitivo | 68 | ||
Dispuesto a trabajar/estar al servicio | 79 | ||
Alegre/motivado/felicidad | 140 | ||
Paciente/comprensivo | 89 | ||
Interés por aprender | 61 | ||
Divertido/dinámico | 38 | ||
Amable | 34 | ||
Responsable/empeñoso | 39 | ||
Honesto/ético | 28 | ||
Sociable | 45 |
Fuente: Elaboración propia con base en los datos concentrados en el formulario en Google Forms.
F: Indica la frecuencia con que fue identificada la palabra en las respuestas al cuestionario.
Lo que me agrada y desagrada
El estudiantado comparte formas de pensamiento respecto a los elementos que más les agradan de la profesión que cursan. En sus respuestas se enfocan en las áreas y asignaturas del plan de estudios, la enseñanza y dinámica de la carrera y el desempeño ocupacional. Por otro lado, existen consensos que permiten explicar algunas situaciones que desagradan a los estudiantes, principalmente sobre la profesión, el campo laboral y la dinámica de trabajo derivada de la pandemia.
Sobre áreas y asignaturas del plan de estudios | Sobre la profesión |
Todo, todas las materias son superinteresantes (2, M, 8º) | El que está un poco quemado el ser un maestro de educación física porque dicen que no hacen nada (64, M, 6º) |
Las distintas áreas que abarca la carrera (51, m, 6º) | No hay tanto apoyo y la sociedad hace de menos esta carrera (15, M, 2º) |
Las materias y toda la organización del plan curricular (60, H, 6º) | El ser discriminado en cuanto a que la carrera es menos exigente en comparación de otras de la universidad (119, H, 4º) |
Sobre la enseñanza y dinámica de la carrera | Sobre el campo laboral |
Me está encantado la carrera por la manera en la que recibo los conocimientos y el ambiente que se genera para la enseñanza, las optativas y las prácticas (18, H, 2º) | Pocas plazas en el ámbito laboral o al menos en la región donde vivo (30, H, 2º) |
El entusiasmo con el que los maestros dan las clases para que podamos aprender y entender bien la información que nos brindan; eso lo valoro y me encanta porque aprendo mucho (25, H, 4º) | Quiero ser docente, pero ya no hay dónde laborar; todo está saturado (121, M, 6º) |
Los maestros y las formas de enseñanza, las materias y el ambiente que se ejerce en la carrera (160, H, 8º) | Hay muy poco trabajo, y no se digan en la docencia, imposible entrar al sistema (91, H, 2º) |
Sobre el futuro desempeño ocupacional | Sobre la dinámica de trabajo en línea (por COVID-19) |
Que tiene un amplio campo de trabajo en distintas áreas (47, H, 6º) | La pandemia nos arruinó porque las clases en línea son aburridas, yo estoy ingresando y pienso que esta carrera necesita mucha práctica (5, H, 2º) |
Las oportunidades que te brindan laboralmente en instituciones diversas, incluso pienso que podemos desempeñarnos de manera independiente, sin depender de un jefe (87, H, 6º) | Que estamos en línea y no se recuperarán las clases que eran físicas (12, H, 2º) |
Que con esta carrera puedo desempeñarme para hacer un cambio positivo en la salud de las personas, y el área de salud me ha sido muy atractiva y útil (123, M, 8º) | Perder prácticas por pandemia ha sido lo peor y creo que no vamos a poder recuperarnos (79, M, 6º) |
Fuente: Elaboración propia con base en los datos concentrados en el formulario en Google Forms.
Las valoraciones en términos de actitudes sobre el objeto de representación han evidenciado la expresión humana (afectiva y emotiva) de los estudiantes que cursan la carrera en estudio. Esta dimensión pone de manifiesto todo un conjunto de elementos que son guías para la acción y los comportamientos; son también constituyentes de las propias representaciones sociales (Moscovici, 1979), como un elemento primario y esencial afectivo/emotivo que se proyecta en las descripciones de los estudiantes.
CONCLUSIONES
Estudiar las representaciones sociales sobre el campo y objeto de estudio de una determinada formación académica posibilita discernir la condición histórica, social y subjetiva de una realidad, y ubicar al actor educativo como un sujeto dinámico, cuya función es dar forma a lo que piensa (interior) mediado con lo que proviene de su contexto inmediato (exterior) (Marín y Padierna, 2020).
Como mencionamos en la introducción, adentrarse a la identificación de las representaciones sociales permite comprender los procesos de construcción de conocimiento compartido por los sujetos sobre un objeto representacional, que en este caso fue el campo de la educación física y deporte, y que se sitúa en lo que los estudiantes conocen de él y que para ellos les da sentido. En otras palabras, “en el contexto de la formación profesional, las representaciones han sido resaltadas por su utilidad, ya que dan luces para la comprensión de sus objetos” (Marín y Padierna, 2020, p. 254).
En este trabajo abordamos los hallazgos a partir de una estructura que permitiera demarcar la información, campo de representación y actitudes (Moscovici, 1979) que los estudiantes tienen y relacionan con su carrera profesional; es decir, centramos la mirada en cada dimensión, como si se tratara de “anteojos que brindan una manera de ver algunos sucesos o para comprender los datos a conceptos y concebir teorías implícitas para establecer aserciones sobre individuos o sobre nuestra vida cotidiana” (Lacolla, 2005, p. 2). Esto permite acceder a contenidos y significados sobre un objeto representacional (Groult, 2010).
En ese sentido, los resultados hacen evidente una particularidad con el grupo de estudiantes partícipes en la investigación; no sobra decir que no pretendemos generalizar o dar total validez a las afirmaciones más allá del grupo de estudiantes con quienes indagamos las representaciones sociales. Esta circunstancia vuelve relevante seguir indagando en las generaciones futuras las representaciones sociales que se producen sobre la profesión.
En los hallazgos advertimos varias situaciones: los estudiantes destacan haber elegido esta licenciatura por su afinidad hacia los saberes prácticos que emanan de la profesión; en sus respuestas resulta claro que reconocen en ellos mismos ciertos atributos, gustos, habilidades y, sobre todo, vocación y pasión que no cualquiera siente y tiene por el campo de la educación física y el deporte. En ese sentido, se autoperciben como un colectivo que se desarrolla profesional y vocacionalmente; además, los universitarios que aspiran a desempeñar esta profesión manifiestan una activa y entusiasta participación en el ámbito deportivo, como circunstancia previa a ingresar a sus estudios profesionales; además, expresan su deseo de seguir desarrollando y adquiriendo conocimientos. Con base en esto, podemos asegurar que la formación de los profesionales del campo de la educación física y el deporte comienza mucho antes de su ingreso a alguna institución educativa (Medina et al., 2011).
Por otra parte, existe mayor prevalencia a inclinarse por esta carrera cuando en el contexto inmediato del interesado existen familiares y conocidos cercanos involucrados en esta profesión. Lacolla (2005) plantea que los estudiantes son sujetos que llevan consigo realidades del contexto social y cultural al que pertenecen, lo cual ayuda a identificar las características que se manifiestan en el proceso de formación y en el aprendizaje de conceptos dados en el campo académico.
Es evidente el carácter estereotipado de la profesión que identifican los universitarios, ya que ellos perciben una realidad social plagada de etiquetas que dejan entrever que la carrera es fácil y que no se requiere mucho esfuerzo. Los jóvenes reconocen que el arraigo popular de esta creencia incide en la manera de ver este campo profesional. Desde esta perspectiva, es trascendente comprender cómo los jóvenes, a pesar de todo lo que revelan sobre la profesión, perfilan actitudes positivas y suponemos buenas prácticas y conductas hacia el entorno donde se desempeñan.
También es notorio el alto consenso al admitir que los estudiantes se visualizan como deportistas competitivos, docentes y promotores y agentes que contribuyen a la salud y el bienestar de las personas, derivado de la preconcepción de lo que hace y enseña un profesional de la educación física y deporte.
Finalmente, es importante señalar la dificultad que planteó la indagación de las representaciones sociales y los retos pendientes para el contexto estudiado. En cuanto a la dificultad, encontramos una tensión para lograr la recabación de datos en toda la población; esto, en virtud de que el estudio se llevó a cabo en tiempos de pandemia y se generó una saturación en la proliferación de estudios mediante el llenado de formularios en línea. Respecto a los retos, dado que este tipo de estudios contribuye a conocer mejor a nuestros estudiantes desde su experiencia universitaria, el desafío, tras seguir dialogando en futuras indagaciones, será visualizar la posible reproducción o cambio de representaciones y estereotipos de los profesionales de este ámbito de estudio, ya que las representaciones sociales, además de ser esquemas de pensamiento organizados por un conjunto de informaciones, significados, imágenes y actitudes, son una prolongación del comportamiento y las acciones de los sujetos sobre el objeto representado. Por su parte, la escuela, como espacio donde convergen las representaciones sociales, tiene como desafío retomar este aspecto y fortalecerlo desde los procesos de análisis curricular.