In memoriam:
Dr. Manuel Cárdenas Loaeza

 

In memoriam:
Dr. Manuel Cárdenas Loaeza

 

Dr. Eduardo Meaney*

 

* Editor in Chief of the Revista Mexicana de Cardiología

 

Dr. Manuel Cárdenas Loaeza passed away on January 17th of the present year. He was an unequaled figure of Mexican cardiology, as well as one of the most illustrious representatives of its golden era, that befall in the past half of the XX century. In fact, Dr. Cárdenas was a member of that generation who marked the transition between classical cardiology based on traditional clinic and talented inspiration and current cardiology funded more in experimental science, scientific method, statistical based evidence, technological development and prevention culture. Those, like myself, who had the honor to know him and work under his command, learned that under a hard and dry external crust, sometimes aggresive and other times sarcastic and mocker, beated a generous and solidary heart. Owner of a vast culture, sharp intelligence and acute discursive resources, to argue with him on diverse medical, cultural or historical topics, was always a thorny and irritating intelectual challenge, and yet gratifying.

In spite of the differences that opposed us since my times of resident and above the irreductible ideological and philosophical barriers, my affection and admiration for him was always rewarded with genuine estimation and unconditional respect. Every time we asked for his support, he assisted us, willing and generous, in diverse academic events of our Cardiovascular Unit of the Hospital Regional "1^o de Octubre", ISSSTE, of the Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones (AMPAC) and more recently of the Asociación Nacional de Cardiólogos al Servicio de los Trabajadores del Estado (ANCISSSTE).

With the death of Dr. Cárdenas, also dies an entire epoch of our cardiology, that in spite of its limitations, had a sense of grandeur and a thirst of transcendence, that our own era does not have.

In behalf of our Asociación Nacional de Cardiólogos de México (ANCAM) and the rest of Associations to whom this Journal provides forum and voice, and also in the name of Dr. José Manuel Enciso Muñoz, President of ANCAM and his Directive Board, the Editorial Committee of the Journal and its Editor in Chief, who undersigned this letter, we express our most sincere condolences to the Teacher's family, to his friends and to his colleagues and the officers of the Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez", institution for which he worked indefatigably just to the end of his days.

 

May you rest finally in peace, beloved Teacher.

 

 

El domingo 17 de enero del año en curso falleció el Dr. Manuel Cárdenas Loaeza, figura señera de la cardiología mexicana y uno de los más preclaros exponentes de su época de oro, que acaeciera a la mitad del siglo que pasó. De hecho, el Dr. Cárdenas fue parte de esa generación que marcó la transición entre la cardiología clásica basada en la clínica tradicional y la inspiración talentosa y la de ahora que se funda más en la ciencia experimental, el método científico, la evidencia estadística, el desarrollo tecnológico y la cultura de la prevención. Los que tuvimos el honor de conocerlo y trabajar bajo sus órdenes supimos que por debajo de un exterior duro y seco, a veces agresivo y otras irónico y burlón, latía un corazón generoso y solidario. Dueño de una vasta cultura, afilada inteligencia y agudos recursos discursivos, polemizar con él sobre tópicos médicos, culturales o históricos, era siempre un reto intelectual espinoso e irritante y, sin embargo, gratificante.

Pese a las diferencias que nos separaron desde mis épocas de residente y por encima de irreductibles barreras ideológicas y filosóficas, mi cariño y admiración fue siempre recompensado con un genuino aprecio e irrestricto respeto. Siempre acudió con gusto y generosidad, cuando así se lo pedimos, a apoyarnos en los eventos académicos de nuestra Unidad Cardiovascular del Hospital Regional "1^o de Octubre" del ISSSTE, de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones (AMPAC) y más recientemente de la Asociación Nacional de Cardiólogos al Servicio de los Trabajadores del Estado (ANCISSSTE).

Con la muerte del Dr. Cárdenas muere también toda una época de nuestra cardiología, que pese a sus limitaciones, tenía un sentido de grandeza y sed de trascendencia que la nuestra no posee.

A nombre de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México (ANCAM) y del resto de las Asociaciones, a quienes esta Revista da voz y foro, del Dr. José Manuel Enciso Muñoz, Presidente de la ANCAM y de su Mesa Directiva, del Comité Editorial y de su titular, el que suscribe este escrito, hacemos patente nuestras más sentidas condolencias a la familia del Maestro, a sus amigos y a sus colegas y directivos del Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez", institución para la que trabajó infatigablemente hasta el fin de sus días.

 

Descanse al fin en paz, querido Maestro.