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Perfiles educativos

Print version ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.26 n.103 Ciudad de México  2004

 

Reseñas

 

La investigación curricular en México. La década de los noventa*

 

Dora Elena Marín Méndez**

 

Ángel Díaz Barriga (coordinador). México, COMIE/SEP/CESU-UNAM, 2003, 304 pp.

 

** Investigadora del CESU-UNAM. doraelen@servidor.unam.mx

 

Este libro es el resultado de un proceso largo de trabajo de los académicos involucrados en su elaboración. En él se perfila una perspectiva actual del estado del conocimiento de la investigación curricular en nuestro país, en la década 1992-2002.

Mediante las distintas ópticas y matices que asumen sus autores, se reflejan fielmente las políticas y tendencias que se han vivido la pasada década en el campo del currículum. Nos caracteriza, a través del trabajo curricular, el periodo social que vivimos de transformaciones vertiginosas y marcado por distintos procesos sociales de cambio y transformación, donde se demanda orientar los trabajos para garantizar su pertinencia y calidad acorde con las exigencias y demandas de la globalización, con el desarrollo de mercados ocupacionales cada vez más competitivos y segmentados, y con las tendencias y recomendaciones educativas emanadas de los organismos internacionales.

El volumen se articula analizando los trabajos reseñados, señalándose de manera puntual aquellas áreas en las cuáles sería indispensable o conveniente generar mayor investigación teórica o empírica o trabajos de intervención institucional de distinto corte. Así, desde mi perspectiva, sienta las bases para generar, junto con otros documentos, materiales y aportaciones, una agenda de investigación en el campo en nuestro país.

Se consideró como punto de partida para su estructuración el estado de conocimiento anterior. Ello posibilitó un avance coordinado del trabajo, sentando las bases para vislumbrar lo deseable o requerido para un futuro inmediato y a mediano plazo durante la presente década. El texto abarca distintas temáticas, siendo ilustrativo de lo pretendido. El desarrollo hecho en su capitulación es ampliamente comprensivo en su contenido y puntual en el análisis hecho, encontrando coincidencias entre los autores y quien hace esta reseña, así como diferencias o matices implícitos subyacentes de interpretación en sus lecturas y análisis.

Está conformado por cinco capítulos, vastos en su contenido y en el análisis hecho, razón por la cual presentaré en términos generales lo abordado deteniéndome en el señalamiento de algunos puntos de interés. En el primer capítulo "Conceptualización de la esfera de lo curricular", Ángel Díaz Barriga se aboca a revisar la producción y uso conceptual acerca del curriculum hecho en el país. Nos muestra un trabajo organizado dirigido en un primer momento a analizar la estructura conceptual de lo logrado, en donde señala la complejidad que encierra el lograr un desarrollo categorial en el campo, considerando que si bien la producción en esta materia no fue abundante, se lograron avances.

Nos presenta así, un "abanico" de conceptos que se desarrollaron, refiriéndonos enseguida a algunos de ellos importantes como "la gestión curricular", "los valores" , entre otros. Todo ello, desde mi perspectiva, tuvo el fin de buscar un diálogo académico con interlocutores que son reconocidos especialistas, y su obra. Queda la idea implícita de que es necesario fortalecer el trabajo dirigido a la conformación conceptual del campo.

En un segundo momento, nos presenta un análisis de lo desarrollado en aquellos casos en que se utiliza o traslada al campo del currículo un concepto generado en otro campo de conocimiento e identifica tres procedencias disciplinarias de los mismos:

a) Los filosóficos sociales que son retomados de un corpus filosófico o de una teoría social, como son el caso de conceptos como dialéctica, posmodernidad, educación en valores, derechos humanos.

b) Los del mundo del trabajo de donde proceden conceptos como flexibilización curricular y educación por competencias, los cuales han constituido ejes del debate en el periodo analizado que han demandado a los especialistas la generación de propuestas y delimitaciones conceptuales a fin de llevarlas al terreno de la práctica curricular.

c) Los de origen psicológico, entre los que destacan los provenientes de los enfoques constructivistas de la educación, que en los años ochenta habían tenido presencia con los enfoques psicogenético piagetiano y cognoscitivista en proyectos nacionales (el currículo de educación inicial, preescolar, especial, el dominio de la lecto-escritura, las matemáticas y las ciencias experimentales en escuela primaria y secundaria). En los noventa se encontraron experiencias en formación de profesores y diseño de materiales educativos principalmente, con énfasis en la formación práctica en escenarios reales, entre otros, lo que hace que el autor lo considere el enfoque psicológico más influyente en este ámbito, el cual tiene mucho que aportar tanto a la construcción curricular, como a las prácticas educativas.

d) Los que reclaman la dimensión pedagógica que el autor denomina como agenda pendiente en la reforma curricular, ya que señala cómo la búsqueda de la excelencia, la calidad y la eficiencia desplazaron la búsqueda de la innovación en el aula, la creatividad y originalidad en el trabajo escolar.

Sería valioso profundizar la reflexión acerca de las razones por las cuales el trabajo de desarrollo y discusión conceptual ha sido limitado y cuál puede ser la aportación e importancia de la presencia de los discursos emergidos de otras disciplinas en el campo. Se hace pues importante apoyar la apertura de más grupos de estudio y trabajo cuyo interés sea desarrollar este aspecto.

En el capítulo 2, titulado "Desarrollo del currículo", Frida Díaz Barriga y Elisa Lugo presentan un interesante y amplio trabajo dirigido a identificar las principales tendencias de modelos bajo los cuales se orientó el diseño y operación de los proyectos curriculares en la década más relevantes o innovadores, subrayando la significativa presencia del constructivismo psicológico.

Las autoras señalan la diversidad de las propuestas "innovadoras" o predominantes, como son la flexibilización curricular, la educación basada en competencias, el currículo basado en el constructivismo psicológico y centrado en el aprendizaje del alumno. Analizan los procesos de reforma que se dieron en los noventa en el país a los que denominan reformas y proyectos "sello" de la década, abarcando la educación básica y normal, preescolar, normal, media superior, superior, posgrado y la tecnológica.

Según las autoras, la década estuvo marcada por proyectos de reforma curricular a gran escala y por la búsqueda o adaptación de modelos académicos que respondieran a demandas educativas. En gran medida, dichos proyectos estuvieron enmarcados por políticas educativas que surgieron en el contexto de la globalización de la economía, los tratados de colaboración y comercio internacional, la búsqueda de la certificación y homologación de programas educativos y profesiones o la definición de estándares nacionales e internacionales referidos a la formación y ejercicio profesional. Se subraya el esfuerzo de las instituciones en general por acoplarse a dichos procesos y responder de variadas formas a las nuevas reglas.

En cuanto a las experiencias innovadoras surgidas en las dos décadas pasadas, las autoras ubicaron continuidad de experiencias como la UAM-Xochimilco, y señalan que encontraron giros en los trabajos desarrollados bajo este interés hacia la "comprensión multitextual del currículum" con enfoques interpretativos, posmodernos y poscríticas, gestándose un nuevo programa de investigación bajo el rubro de "los sujetos del currículum", interesado en desentrañar los significados subjetivos e intersubjetivos de las experiencias pedagógicas y curriculares. Esta tendencia actual ofrece desde mi opinión, perspectivas novedosas de explicación en el campo.

Sin embargo, agregaría que en la década estudiada por las autoras desaparecieron diversas experiencias innovadoras en el campo, siendo integradas a los planes de estudio tradicionales existentes en sus respectivas universidades.

Logran transmitir la riqueza del trabajo efectuado en el país, quedando pendiente de discutir a fondo las características de los procesos reales llevados a cabo, sus problemáticas de implementación y resultados obtenidos, ante la ausencia de documentos que den cuenta de los mismos. Ello implica la pertinencia de abrir espacios de socialización y discusión de dichos proyectos, para compartir las experiencias de distintas instituciones educativas, así como implementar estudios de seguimiento. Todo estaría dirigido a reflexionar las características del trabajo de reforma curricular y ubicar qué áreas lograron avances reales e innovación.

Por otro lado, Concepción Barrón y Marisa Ysunza, en el capítulo 3, "Currículo y formación profesional", recogen principalmente propuestas y estudios acerca de cómo se concibió la formación de profesionales, el estudio de las profesiones, el seguimiento de los egresados, el diseño curricular, entre otros, haciendo reflexiones importantes en el campo. Refiriéndose a la década de los ochenta, las autoras indican cómo las propuestas de formación profesional se centraron primordialmente, en medio de una crisis de la educación superior y un debilitamiento de la política nacionalista que caracterizó los años anteriores, en el avance de las disciplinas. En los noventa, sin embargo, las demandas de propuestas de formación profesional provienen en buena medida de la conformación de un nuevo orden mundial, del desarrollo de la ciencia y la tecnología y del cambio de concepción del conocimiento. En parte de la producción académica revisada, y de los esfuerzos de reestructuración de planes y programas de estudio, emerge el peso de las exigencias de la globalización y las tendencias mundiales, que se expresa en el énfasis en la calidad y pertinencia de los proyectos formativos, sin abandonarse la preocupación por conservar la función crítica de la universidad. Permanecen los esfuerzos de reestructuración de los planes y programas de estudio, pasando de un énfasis en los ochenta de vincular la teoría con la práctica a los noventa con la demanda de la formación a través de la práctica ligada a escenarios reales de trabajo. Se subraya la importancia de la calidad y la pertinencia de las formaciones, prevalecen algunas perspectivas y tendencias importantes de los ochenta, como son el sistema modular (la UAM-X), la formación basada en la solución de problemas; desarrollándose o incorporándose en los noventa otras perspectivas o modelos como son las tutorías, la formación en competencias, orientadas a dar respuesta a los requerimientos de eficiencia del aparato productivo, mismas que suelen no siempre estar sólidamente fundamentadas . Para concluir, las autoras señalan la ausencia de la dimensión pedagógica en la formación desde los ochenta, en la que los discursos fueron atravesados fuertemente por las perspectivas sociológicas y de la planeación de la educación. En los noventa el énfasis aparece matizado por las perspectivas de la psicología educativa y de la planeación estratégica.

En el capítulo 4, "Procesos y prácticas curriculares" Rosa María Torres revisa la producción de investigaciones en la perspectiva del currículo como construcción de prácticas y procesos, siendo, según la autora mencionada, uno de sus rasgos valiosos de los trabajos revisados que constituyen investigaciones desarrolladas, aun cuando no son abundantes.

En la educación básica los estudios se orientan hacia las tareas formales estructuradas como actividades de enseñanza y aprendizaje o bien a las reformas educativas. En la enseñanza superior se destacan trabajos que articulan conocimientos y perspectivas de campos como la antropología, la psicología social, entre otros, y se ubicó la diversificación de los tipos de investigaciones con metodologías como la etnografía, la investigación-acción, estudios de casos y exploratorios, historias de vida, autobiografías y análisis del discurso.

Se hace un importante señalamiento al ubicar a esta tendencia de estudiar las prácticas y los procesos de la vida curricular como un "ámbito de frontera" que corresponde a la tradición de tres tendencias de interés, el currículo oculto, la sociología del conocimiento y la praxología, que actualmente se articula con la indagación de los procesos didácticos, trabajos de investigación-acción y estudios del salón de clases, lo cual confirma la necesidad e importancia de continuar y fortalecer su trabajo de investigación para estudiar las prácticas entendidas como actos con sentido a fin de dar cuenta de los procesos de construcción en las escuelas y con ello recuperar lo propiamente cultural y social de los actos humanos frente a la perspectiva que da mayor valor a la eficiencia operativa en el currículo.

La autora señala que los investigadores en este "ámbito de frontera" han dirigido sus esfuerzos a otros campos de investigación como la historia de la educación, la gestión académica, entre otras, a lo que yo añadiría que entre otras razones es porque ha sido necesario nutrir los trabajos con las teorías pertinentes provenientes de dichos campos, lo que implica arduos trabajos multidisciplinarios dirigidos a la construcción de marcos conceptuales que posibiliten gestar explicaciones a los novedosos fenómenos en estudio.

Así emergen líneas importantes a investigar que dan cuenta de la diversidad de procesos culturales, afectivos, cognitivos, ideológicos, intersubjetivos, de interacción social, de construcción de identidades, que ocurren en el aula o la institución educativa y que se relacionan con el currículo, o bien destacan las ideas o vivencias de los sujetos o grupos en relación con el mismo como son: la naturaleza de la cultura escolar, la experiencia del alumno ante las tareas formales de aprendizaje y enseñanza; entre otros. Por último, en el capítulo 5, "La evaluación curricular en la década de los noventa" de Jesús Carlos Guzmán, Gloria A. Valenzuela, Ramón Larrauri y José A. López, se analizan las tendencias de la evaluación curricular en la década, abordando modelos, propuestas y enfoques. Se hace referencia a que la mayor producción sobre el tema en la década pasada se realizó en la educación superior , específicamente en licenciatura y posgrado, lo que se entiende debido a que las políticas educativas de este nivel se encaminaron a atender el mejoramiento y actualización de los planes de estudio, constituyendo la evaluación curricular un ejercicio obligado para quienes realizaron cambios curriculares en respuesta a intereses prácticos y demandas institucionales, antes que a trabajos de investigación.

En los materiales revisados se identificó una notoria ausencia de trabajos de reflexión teórico-conceptual en torno a la evaluación curricular, excepto algunos importantes desarrollados por investigadores.

Se ubicó un predominio de trabajos enfocados al desarrollo o aplicación de modelos o metodologías de evaluación curricular, para analizar bajo un enfoque sistémico la congruencia interna y externa de los elementos curriculares, apareciendo algunas propuestas metodológicas de corte cualitativo y eclécticas. Muchos de estos trabajos sin un referente teórico se encaminaron como preparación a la acreditación de los programas académicos, que es una tendencia actual. Todo ello remite a la necesidad de fortalecer los programas académicos que formen a personas interesadas en especializarse en el campo.

Otro tema recurrente fue el seguimiento de egresados en su inserción al mercado de trabajo y en menor medida la evaluación del plan de estudios en interacción con las variables institucionales. La práctica evaluativa predominante ha contribuido a que exista una mayor comprensión sobre cómo debe hacerse una evaluación curricular y cuáles son las condiciones que la hacen más efectiva: la voluntad política de las autoridades, la estabilidad del equipo que la realiza, la disponibilidad de personal especializado. Para finalizar, señalaría que las aportaciones de este libro posibilitan responder qué se ha hecho en este campo en el país, y proporciona una base que nos permite vislumbrar las tendencias de trabajo y lo que sería conveniente apoyar a futuro en un contexto globalizado.

 

Nota

* Este texto fue leído como comentarista en la presentación del libro en el VII Congreso Nacional de Investigación Educativa. COMIE y UG, Guadalajara, Jalisco. 20 de noviembre del 2003.

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