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Investigación económica

Print version ISSN 0185-1667

Inv. Econ vol.72 n.284 Ciudad de México Apr./Jun. 2013

 

Patrones de crecimiento y cambio técnico en la producción de un producto bueno y otro malo

 

Adalmir Marquetti* y Gabriel Mendoza Pichardo**

 

* Pontifícia Universidade do Rio Grande do Sul, Brasil, <aam@pucrs.br>,

**Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, <gamp@servidor.unam.mx>

 

Manuscrito recibido en enero de 2012;
aceptado en febrero de 2013.

 

Resumen

En este trabajo investigamos las regularidades del crecimiento económico, considerando que el proceso de producción involucra un producto bueno y otro malo. El bueno es el producto interno bruto (PIB) y el malo son las emisiones de dióxido de carbono (CO2) ocasionadas por el uso de combustibles de origen fósil. Es posible resumir los resultados en cuatro regularidades: 1) la producción del producto bueno y la del producto malo se incrementan con el proceso de crecimiento económico; la del primero se incrementa con el uso de los insumos trabajo y capital, mientras que la del segundo se acrecienta con el uso del insumo capital; 2) la productividad del trabajo y la razón capital-trabajo se incrementan, mientras que la productividad del capital declina en el proceso de crecimiento económico; 3) las emisiones tanto por unidad de producto como por unidad de trabajo se incrementan durante las primeras etapas del crecimiento económico, para declinar después de alcanzar cierto umbral, este, resultado es consistente con la hipótesis de la curva ambiental de Kuznets; 4) hay grandes diferencias entre países tanto en los niveles como en las tasas de crecimiento del producto malo y del producto bueno, de la productividad del trabajo y de la eficiencia de generación de CO2.

Palabras clave: hechos estilizados, contaminación, cambio técnico, emisiones de CO2.

Clasificación JEL: E01, E23.

 

INTRODUCCIÓN

Las enormes dimensiones de la producción en la sociedad capitalista han tenido impactos impresionantes en el medio ambiente, con consecuencias negativas para los ecosistemas. El calentamiento global y sus efectos para las próximas generaciones se encuentran entre las mayores preocupaciones científicas y políticas de nuestro tiempo. El calentamiento global está ligado a las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas, particularmente el dióxido de carbono (CO2) proveniente de la quema de combustibles de origen fósil y de la deforestación (Stern et al., 2006).

Si bien el proceso de producción normalmente involucra tanto la producción de producto bueno y producto malo (Kurz, 2006), el análisis de las regularidades o los hechos estilizados del crecimiento económico únicamente ha considerado el producto bueno. Este trabajo estudia las regularidades del crecimiento económico capitalista asumiendo que el proceso de producción genera un producto bueno, el producto interno bruto (PIB), y un producto malo, las emisiones de CO2 debidas al uso de combustibles de origen fósil, mediante un estudio de panel de datos de países para el periodo 1973-2006, aunque no hay datos para algunos países para todos los años. El producto bueno y el producto malo se producen mediante trabajo y capital físico. El PIB permite al capitalista generar ganancias, que es la principal meta de la producción capitalista.

Por tanto, este trabajo no sólo proporcionará una mirada fresca a los hechos estilizados, sino que también observará algunas regularidades que relacionan la producción de CO2 con el crecimiento económico. Las emisiones de CO2 son un subproducto de la producción de PIB. Es una producción conjunta en la que el proceso económico no determina un precio, positivo o negativo, del producto malo al tiempo que la sociedad tiene que enfrentar sus efectos negativos.

El análisis del crecimiento económico en este trabajo abarca sólo los cambios cuantitativos en la producción y la productividad, sin abordar los cualitativos fundamentales en la naturaleza y la vida de las personas asociados con el crecimiento económico y el desarrollo. Hay una literatura creciente que abarca desde el desarrollo sustentable (Smith y Gareth, 1998), el de capacidades humanas (Drèze y Sen, 2002), la economía feminista (Peterson y Lewis, 1999) y la verde (Cato, 2009) hasta el decrecimiento (Sekulova et al, 2013), que señalan las limitaciones de interpretar el PIB como una medida de producto bueno.

Las Extended Penn World Tables son la fuente de datos del PIB, de sus componentes, del número de trabajadores y del acervo de capital fijo neto estandarizado, mientras que para las emisiones de CO2 la fuente es Boden, Marland y Andres (2010). Los datos que empleamos tienen limitaciones importantes, pues suponen una medida única de producto, trabajo y capital. Por ejemplo, no toman en consideración la calificación del trabajo y su composición en términos de esta calificación. No distinguen entre las variaciones en la medida de capital, resultantes de cambios en el precio y la composición del acervo de bienes de capital, de las variaciones debidas a cambios uniformes en la cantidad de bienes de capital de cada tipo, un tema que surgió en los debates de Cambridge sobre capital. No obstante, cabe señalar que en los datos agregados hay regularidades que implican un problema de descripción y explicación para cualquier perspectiva teórica.

El trabajo está organizado de la siguiente manera: en el siguiente apartado presentamos los hechos estilizados de Kaldor y las regularidades del crecimiento del marxismo clásico. A continuación discutimos un sistema simple para analizar la producción y el cambio técnico, para proseguir con un análisis de la relación entre insumo y producto para 1973 y 2006. Después revisamos los patrones mundiales de cambio técnico y analizamos la evidencia de la curva ambiental de Kuznets, para luego estudiar la evolución de la producción de los productos bueno y malo, la técnica de producción y la intensidad de las emisiones para el mundo y las economías regionales entre 1973 y 2006. Finalizamos presentando de manera breve las regularidades empíricas principales discutidas en el trabajo.

 

HECHOS ESTILIZADOS DEL DESARROLLO CAPITALISTA

La concepción de que los teóricos deben iniciar sus modelos a partir de hipótesis basadas en hechos estilizados que resuman "las tendencias amplias, ignorando los detalles individuales y procedan con el método 'como si'" fue señalada por Kaldor (1961: 178). Desde esta perspectiva, los "hechos estilizados" deben proporcionar al investigador las principales características del fenómeno en estudio, guiándole en la construcción del modelo. Además, si los hechos estilizados son fenómenos observables de la naturaleza, el modelo final también debe poder reproducirlos o por lo menos a la mayoría de ellos. En este sentido, los hechos estilizados son tanto el punto de partida como el de llegada del modelo.

Kaldor (1961) sugirió seis hechos estilizados del crecimiento económico en las sociedades capitalistas como el punto de partida para la construcción de los modelos de crecimiento económico:

1) La producción y la productividad del trabajo se incrementan con una tasa de crecimiento más o menos constante en el largo plazo.

2) El capital por trabajador también crece con una tasa más o menos constante en el largo plazo.

3) La razón capital-producto ha sido estable en el largo plazo.

4) La distribución del ingreso entre salario y utilidades ha sido también estable.

5) La tasa de ganancia ha sido estable en el largo plazo, particularmente en las sociedades capitalistas desarrolladas.

6) Hay diferencias apreciables en las tasas de crecimiento del producto y la productividad del trabajo entre países.

Mientras que se acepta que la producción, la productividad del trabajo y el capital por trabajador se han incrementado en el tiempo, su tasa de crecimiento ha cambiado en el largo plazo. Además, los hechos 3 y 4 son controversiales tanto empírica como teóricamente.

La literatura sobre el modelo neoclásico de crecimiento sugiere un patrón de declinación de la productividad del capital, medida por la razón capital-producto, en el proceso de convergencia hacia el estado estable y con una relación estable entre los insumos capital y trabajo en la función de producción (Solow, 1970; Mankiw, Romer y Weil, 1992). La tradición en el marxismo clásico sugiere que la declinación de la productividad del capital resulta de sesgos del cambio técnico (Duménil y Lévy, 1995; Foley y Michl, 1999; Marquetti, 2003).

Smith, Ricardo y Marx veían la caída de la tasa de ganancia con la acumulación de capital y con el crecimiento económico como una tendencia de largo plazo del sistema capitalista. En el siglo XIX esta tendencia se aceptó como una tendencia amplia del crecimiento de la economía capitalista.

Para Smith la tasa de ganancia tiende a declinar debido al incremento de la competencia entre capitalistas conforme el país se hace más rico con el proceso de acumulación. Ricardo explicó la caída de la tasa de ganancia en términos de la disminución de los rendimientos debido a la escasez de recursos naturales como tierras fértiles disponibles y depósitos minerales de fácil extracción. La acumulación de capital y el crecimiento poblacional llevan a un mayor uso de recursos naturales que, debido a la disminución de los rendimientos, reduce la productividad del trabajo, incrementa las rentas y los salarios y provoca una caída de la tasa de ganancia. Ricardo reconoció que el cambio técnico que permite economizar en el uso de recursos naturales escasos puede incrementar temporalmente la productividad del trabajo y la tasa de ganancia, pero previó la eventual paralización final de la acumulación de capital como un resultado del incremento de la renta y la caída de la tasa de ganancia a cero.

Marx criticó la explicación de Ricardo sobre la tendencia de la tasa de ganancia a caer, sobre la base de que ignoró los poderosos incentivos para el cambio técnico inherentes al modo de producción capitalista. Marx veía a las economías capitalistas como generadoras sistemáticas de cambio técnico para superar los rendimientos decrecientes de factores de la producción escasos y rechazó la explicación de Ricardo de la tasa de ganancia decreciente como resultado de una caída en la productividad del trabajo y del incremento de la renta debido a la escasez de recursos. Marx argumentó que la tendencia a la caída de la tasa de ganancia sostenida en los escritos de la larga tradición de la economía política que lo antecedieron tenía que explicarse en conjunto con el incremento de la productividad del trabajo debido al cambio técnico inducido.

Marx considera que en el proceso de competencia los capitalistas adoptarán cambios técnicos para reducir los costos de producción al salario real vigente para obtener una tasa de ganancia por encima del promedio. Marx vio este proceso como un motor potente de la revolución tecnológica de la producción capitalista. Si los salarios reales se incrementan a la par de la productividad del trabajo –lo que ha sido, de hecho, la experiencia histórica de las economías capitalistas y que corresponde a una participación constante del salario en el ingreso nacional o a un valor relativo constante de la fuerza de trabajo en términos de Marx (Foley, 1986)–, el proceso de mecanización puede generar una caída en la tasa de ganancia. Marx resumió su visión del desarrollo de largo plazo del modo de producción capitalista en sus teorías de la plusvalía relativa y de la caída de la tasa de ganancia. Dicho en términos modernos, Marx observó un sesgo sistemático del cambio técnico hacia el ahorro de trabajo y el mayor uso de capital como el patrón típico del desarrollo capitalista. De acuerdo con Marx, el sesgo del cambio técnico no es otra cosa que el ahorro de trabajo y el mayor uso de capital (Foley y Michl, 1999).

En la economía capitalista, el incentivo que tienen los capitalistas para descubrir y adoptar nuevas técnicas de producción son las expectativas de ganancias mayores a los precios actuales, lo que Foley y Michl (1999) denominan cambio técnico viable, resulta en una expansión del uso de máquinas, equipos, recursos naturales y energía. El resultado es la expansión en la producción del producto bueno que permite a los capitalistas obtener una tasa de ganancia por encima de lo normal y la generación de productos indeseables en forma de contaminación y desperdicio. Además, cuando se generaliza, el cambio técnico lleva a una mayor y permanente explotación de la naturaleza, aun cuando la rentabilidad baja, lo que a su vez lleva a una nueva ronda de innovación tecnológica.

Por tanto, la teoría clásica-marxista de la caída de la tasa de ganancia esperaría las siguientes tendencias de largo plazo de la economía capitalista:

1) Un incremento en la producción del producto bueno y del producto malo y en la productividad del trabajo.

2) Un incremento en la relación capital-trabajo.

3) Un incremento en la razón capital-producto.

4) Un incremento en el salario real.

5) Una caída en la tasa de ganancia.

 

UN SISTEMA PARA ESTUDIAR LA PRODUCCIÓN Y EL CAMBIO TECNOLÓGICO

Para estudiar las tendencias más generales del crecimiento económico consideramos un único proceso de producción con rendimientos constantes a escala que produce un producto bueno X y uno malo B, y que utiliza como insumos capital físico homogéneo (K) y trabajo (N). El producto bueno corresponde al PIB de toda la economía, que es igual a la producción bruta total, incluyendo la depreciación de capital fijo (D), valuado a precios monetarios menos los insumos intermedios, materias primas y materias auxiliares, de la producción. La principal fuente de contaminación surge del uso de insumos intermedios específicos como petróleo, carbón y productos químicos en el proceso de producción. Una fracción d de la masa de capital se deprecia cada periodo de producción y la depreciación total es igual a D = dK. El cuadro 1 muestra cómo se lleva a cabo la producción en esta economía.

Una técnica de producción se describe mediante la intensidad del capital (k), la relación entre el acervo neto de capital normalizado y el insumo trabajo; la productividad del trabajo (x), la relación entre el producto bueno y el insumo de trabajo; las "emisiones por trabajador" (b), la relación entre el producto malo y el insumo de trabajo, y la tasa de depreciación (d), es decir, mediante k, x, b y d.

La productividad del capital (p) se calcula como la relación entre el producto bueno y el acervo neto de capital normalizado. Las intensidades de las emisiones quedan medidas como la emisión por unidad de capital (a), la relación entre el producto malo y el acervo de capital, y la emisión por unidad de producto (o), la relación entre el producto malo y el producto bueno. El cuadro 2 presenta la matriz insumo-producto de esta economía.

El producto bueno se distribuye como salario (W) y ganancia bruta (Z). La participación del salario (1 – π) representa el porcentaje de producto bueno recibido por los asalariados. El salario real (w) se mide por la relación entre el salario total y el insumo de trabajo. La tasa de ganancia bruta (v) se mide como la participación de la ganancia en el producto (π), multiplicada por la productividad del capital (p). El producto bueno es utilizado para consumo por los asalariados y los capitalistas o para inversión, principalmente por los capitalistas. La acumulación de capital incrementa la capacidad de producción de ambos productos. El producto malo se dispersa en la atmósfera y con el tiempo se ha estado acumulando a tal punto que a la fecha está ocasionando problemas de salud, cambios climáticos y costos económicos.

Es posible calcular la tasa de crecimiento de cualquiera de las variables planteadas. Expresaremos la tasa de crecimiento de cualquiera de las variables, por ejemplo, la productividad del trabajo como gxx/x, de manera que gp = Δp/p es la tasa de crecimiento de la productividad del capital; gk = Δk/k, la tasa de crecimiento de la intensidad de capital; gbb/b, la tasa de crecimiento de las emisiones por trabajador; ga = Δa/a, la tasa de crecimiento de las emisiones por unidad del capital, y go = Δo/o, la tasa de crecimiento de las emisiones por unidad de producto.

Para el producto bueno el cambio técnico al nivel macroeconómico se refleja en los movimientos de la productividad del trabajo y de la productividad del capital. El ahorro puro de trabajo o el cambio técnico neutral de Harrod corresponde a un incremento en la productividad del trabajo (gx > 0) acompañado por una productividad del capital constante (gp = 0). El ahorro de capital puro o el cambio técnico neutral de Solow corresponde a un incremento de la productividad del capital (gp > 0) y a una productividad del trabajo constante (gx = 0). De igual forma, el ahorro de insumos o cambio técnico neutral de Hicks corresponde a un cambio idéntico en la productividad del trabajo y la productividad del capital (gx = gp). El cambio técnico que combina ahorro de trabajo (gx > 0) y mayor uso de capital (gp < 0) es el que Foley y Michl (1999) denominaron cambio técnico sesgado de Marx.

Los vínculos entre los cambios técnicos en el producto bueno y en el producto malo pueden establecerse considerando las siguientes identidades:

x = (X/N) = (X/B)(B/N)= b/o

p = (X/K) = (X/B) (B/K) = a/o

Nótese que, en términos de tasas de crecimiento, tenemos gx = gbgo y gp = gago, por lo tanto gxgp = gbga. El cambio técnico neutral de Harrod implica gx= gbga > 0; el cambio técnico neutral de Solow, gp = gagb > 0; el cambio técnico neutral de Hicks, ga = gb, y el cambio técnico sesgado de Marx, gx + gp = gbga > 0.

 

LAS RELACIONES EN LA PRODUCCIÓN DE UN PRODUCTO BUENO Y UN PRODUCTO MALO

Para investigar los hechos estilizados en la producción de un producto bueno y uno malo empleamos un panel de datos con 103 observaciones para 1973 y con 142 observaciones para 2006. El producto bueno es el PIB medido en dolares internacionales, paridad de poder de compra (PPC) de 2005 (en adelante PPC 2005), obtenido de Heston, Summers y Aten (2009). El insumo trabajo se mide como el número de trabajadores, y también se tomó de estos autores. El acervo neto de capital fijo normalizado se mide en las mismas unidades monetarias que el producto bueno. El producto malo es el CO2 emitido en el proceso de producción y procede de Boden, Marlan y Andres (2010), obtenido del Carbon Dioxide Information Analysis Center (CDIAC), que se ha convertido en la fuente estándar en los trabajos referentes al tema. La fuente de los datos y la metodología para obtener las variables utilizadas en este trabajo se describe en el apéndice A.

Iniciamos observando la relación entre el producto bueno y el producto malo y los insumos. La gráfica 1 muestra el diagrama de dispersión de los logaritmos de X y B para 1973 y 2006 y las regresiones locales estimadas para ambos años. Se observa una fuerte asociación positiva en la producción de ambos productos: la expansión del PIB va acompañada por una más alta emisión de CO2. La regresión local es un método no paramétrico para ajustar curvas y superficies suavizando los datos que proponen Stone (1977), Cleveland (1979) y Loader (1999), entre otros. Las regresiones locales calculan mínimos cuadrados ponderados para los datos en cada uno de los puntos en el conjunto, con ponderaciones que caen abruptamente con la distancia entre el punto en cuestión y los otros puntos del conjunto. El ajuste de la regresión local se hace robusta al calcular ponderaciones robustas que declinan de manera aguda con el tamaño del residuo para cada uno de los puntos de los datos del ajuste de la regresión local, y luego iterando la regresión local con estas ponderaciones robustas. El apéndice B proporciona mayor información con respecto a la regresión local.

La gráfica 2 muestra las relaciones de los productos y los insumos para 1973 y 2006. La gráfica superior izquierda presenta las observaciones para X y K, mientras que la inferior izquierda despliega las observaciones para B y K. Un incremento en el acervo de capital fijo neto normalizado hace que se incremente el monto producido del PIB y de CO2. La gráfica superior derecha exhibe las observaciones para X y N y la inferior derecha presenta las observaciones para B y N. La expansión de los insumos del trabajo también incrementa el producto bueno, aunque es menos evidente la relación entre el número de trabajadores y las emisiones de CO2, en la medida en que las observaciones están más dispersas.

El cuadro 3 despliega los datos de la producción del producto bueno y el producto malo y del empleo de insumos para los 20 principales productores de CO2.1 Hay una fuerte correlación positiva en la producción de ambos productos. China y Estados Unidos producen cerca de un tercio del producto bueno y 43% del CO2 mundial. Los 20 principales emisores de este compuesto son responsables de tres cuartas partes del PIB mundial y de 84% de las emisiones. Asimismo, hay una fuerte correlación entre el uso de los insumos, particularmente capital fijo, y la producción de producto bueno y producto malo. Las principales excepciones son Sudáfrica, cuyo sistema de energía utiliza carbón, y Arabia Saudita, el mayor productor de petróleo en el mundo.

La gráfica 3 es una representación tridimensional de los logaritmos de cada uno de los productos y de los insumos. Utilizamos el método de regresión local no paramétrica para estimar ambas partes de la gráfica. El análisis de la parte superior deja ver que la producción del producto bueno se incrementa con el empleo de cualquiera de los insumos. En la parte inferior se muestra que la producción del producto malo CO2 se incrementa mucho más rápidamente con la expansión del acervo del capital fijo neto normalizado que con el incremento en los insumos del trabajo.

Las elasticidades estimadas del producto bueno y el producto malo con respecto al trabajo y el capital para 2006 que se presentan en el cuadro 4 dan apoyo a los resultados visuales de las gráficas 2 y 3. La elasticidad del capital es mucho mayor en la producción del producto malo que en la del producto bueno. De esta forma, las emisiones de CO2 se incrementan con mayor rapidez con la expansión del capital que con los insumos del trabajo.

Hay otros tres resultados importantes de las estimaciones. Primero, la elasticidad calculada del producto bueno y el producto malo con respecto al capital es mayor en comparación con la calculada respecto al trabajo; segundo, la producción de producto malo y producto bueno presenta rendimientos constantes de escala, y tercero, las elasticidades estimadas del producto bueno con respecto al trabajo y al capital son consistentes con otros trabajos (Romer, 1987; Marquetti, 2007).

 

PATRONES MUNDIALES DE CRECIMIENTO Y CAMBIO TÉCNICO

La base de datos nos permite investigar los patrones de cambio técnico a la par de la trayectoria del crecimiento económico. En la parte superior de la gráfica 4, a la izquierda se despliega la relación entre la productividad del trabajo y la razón capital-trabajo, y en el lado derecho entre la productividad del trabajo y la productividad del capital, para 1973 y 2006. En la parte inferior sustituimos la productividad del trabajo por emisiones por unidad de trabajo.

Los datos se ajustan utilizando regresiones locales para comparar los cambios en las relaciones entre variables en el periodo de tres decenios.

Los datos para 1973 y 2006 dejan ver que en el curso del crecimiento económico se presenta una forma cóncava en la relación entre la productividad del trabajo y la razón capital-trabajo y una relación con una pendiente descendente entre la productividad del trabajo y la productividad del capital en la economía mundial. Hay algunas excepciones, representadas por puntos, que corresponden a datos que caen fuera del conglomerado principal; estos puntos extremos son principalmente observaciones correspondientes a los países exportadores de petróleo. Este resultado es consistente con la visión de que el sesgo de Marx, de mayor ahorro de trabajo y de mayor uso de capital, es un patrón típico del desarrollo económico capitalista. Además, es posible observar una posición más alta en las curvas de la regresión de 2006 con respecto a la de 1973 en las gráficas de la izquierda, lo que sugiere un incremento en la productividad del trabajo para ambos productos.

En la parte inferior izquierda se muestra que la emisión por trabajador se incrementa con la razón capital-trabajo; luego, después de alcanzar un cierto umbral, se estabiliza o incluso comienza a declinar. Este resultado es consistente con una curva ambiental de Kuznets. Sin embargo, las emisiones de CO2 por trabajador en países con alta razón capital-trabajo son mucho mayores en comparación con aquellos en que dicha razón es baja. La parte inferior derecha despliega una correlación negativa entre la emisión por trabajador y la productividad del capital. Los puntos que caen fuera del conglomerado principal corresponden a observaciones de países exportadores de petróleo.

Los datos de 1973 y de 2006, muestran que en el proceso de crecimiento económico hay una forma cóncava entre las relaciones de la productividad del trabajo y de la emisión por trabajador con la intensidad del capital y una caída de la productividad del capital al aumentar la productividad del trabajo y la emisión por trabajador. Este patrón resulta consistente con el patrón de cambio técnico sesgado de Marx.

La gráfica 5 profundiza más en la investigación de la curva ambiental de Kuznets al observar las emisiones por unidad de producto y por unidad de capital, relacionándolas con la productividad del trabajo y la razón capital-trabajo. Se ajustaron los datos empleando regresiones locales robustas. En las gráficas superiores, las emisiones por unidad de producto muestran una curva en forma de U invertida en la trayectoria del crecimiento económico, consistente con la curva ambiental de Kuznets. La serie de valores extremos básicamente corresponden a observaciones de países petroleros ricos. Los precios bajos de la energía parecen resultar en altas emisiones de dióxido de carbono. Las gráficas inferiores presentan los datos para los pares (a, x) y (a, k) y los ajustes de las regresiones lineales locales. El apoyo para la hipótesis de una curva ambiental de Kuznets es débil en estos casos. Las emisiones por unidad de capital parecen ser más bajas con relaciones capital-trabajo altas y con productividades del trabajo elevadas.

 

CRECIMIENTO Y CAMBIO TÉCNICO EN EL MUNDO Y EN LAS ECONOMÍAS REGIONALES

El producto bueno y el producto malo son un resultado social. No obstante, mientras el bueno pertenece a un país específico y se distribuye entre sus habitantes, el malo no está atado a ningún país o región; el CO2 se dispersa en el planeta. Más aún, como en el caso del producto bueno, la producción del malo está desigualmente distribuida entre los países y regiones del mundo, acrecentando las dificultades para lograr una coordinación internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es importante investigar los datos de producción y de cambio técnico para el mundo y las economías regionales.

La "economía mundial", que podemos agrupar a partir de los datos que tenemos, está constituida por 82 países; la principal limitación es la exclusión de la mayoría de los países ex socialistas y de Alemania. Hay información para el periodo 1973-2006. La Federación Rusa y Alemania eran el cuarto y sexto lugar, respectivamente, entre los mayores productores de CO2 en 2006. Los países en nuestra economía mundial fueron responsables de 75% del total de emisiones de CO2 en 2006.

La gráfica 6 muestra la evolución en la producción de los productos bueno y malo y en la de los insumos de capital y de trabajo para la economía mundial. Se puede observar un crecimiento en la producción de ambos productos durante el periodo 1973-2006. La producción del PIB se multiplicó por 3.3, mientras que la de CO2 se duplicó. El número de trabajadores también se duplicó y el acervo de capital fijo neto normalizado se multiplicó por 3.7. A Asia le correspondió la mayor parte de estas expansiones, ya que respondió al 76% del incremento de la producción de CO2, 52% de la expansión del PIB, 50% de la del insumo capital y 66% de la del número de trabajadores. Las industrias intensivas en el uso de carbón están siendo relocalizadas en Asia, particularmente en China.

Davis y Caldeira (2010) investigaron las emisiones de CO2 relacionadas con el consumo de bienes y servicios por país. La producción de CO2 difiere de la contabilidad basada en el consumo, debido a las importaciones y las exportaciones de bienes y servicios. Sus resultados muestran que 23% de las emisiones mundiales de CO2 en 2004 fueron comerciadas internacionalmente, sobre todo como exportaciones de los países en desarrollo hacia los desarrollados.

La gráfica 7 despliega la evolución de las variables técnicas del producto bueno, k, x y p, y las variables de intensidades de emisión, b, o y a, para la economía mundial en el periodo 1973-2006. Se observa que la productividad del trabajo y la razón capital-trabajo se incrementan, mientras que la productividad del capital declina a lo largo del periodo estudiado. Esto indica que la economía mundial sigue en proceso de mecanización, expandiendo el acervo de capital por encima del producto bueno. A lo largo del periodo 1973-2006 hubo un patrón de cambio técnico sesgado de Marx.

La emisión de CO2 por trabajador fue relativamente estable a lo largo del periodo estudiado, oscilando para la economía mundial entre 2 000 y 2 500 kg por trabajador. Comenzó a declinar a comienzos del decenio de 1980, para incrementarse lentamente hasta finales del decenio 1990, cuando mostró una aceleración. La emisión por unidad de producto disminuyó en 1.5% anual y la emisión por unidad de capital en 1.9% anual entre 1973 y 2006 (véase el cuadro 5, que presenta los datos de las tasas de crecimiento anual de los productos, los insumos, las intensidades técnicas y las intensidades de emisión de la economía mundial y las economías regionales para el periodo en estudio); ambas variables también decrecen rápido hasta mediados del decenio de 1980. La caída en el precio de la energía proveniente de combustibles de origen fósil parece haber tenido un efecto en la reducción de la velocidad del cambio técnico en la producción de CO2.

Asia desplegó la tasa más alta de crecimiento en la producción del producto bueno y también del malo, seguida por África, mientras que Europa fue la región con las tasas de crecimiento más bajas. La expansión en el uso de insumos del capital también fue mucho mayor en Asia. El cambio técnico sesgado de Marx fue la forma dominante de cambio técnico en las regiones del mundo; las excepciones fueron América Latina que tuvo un estancamiento en el cambio técnico, y África, que mostró un incremento pequeño en la productividad del trabajo y en la productividad del capital. En relación con las intensidades de las emisiones llama la atención el fuerte incremento en las emisiones por trabajador en Asia. Sin embargo, la emisión por unidad de producto y la emisión por unidad de capital declinaron en todas las regiones del mundo en el periodo 1973-2006, con una fuerte declinación en Europa, Estados Unidos y Canadá.

 

CONCLUSIONES

Una de las mayores preocupaciones científicas y políticas en este momento es el posible efecto del calentamiento global para las próximas generaciones. Su principal causa es la emisión antropogénica de gases de efecto invernadero, particularmente CO2 debido al uso de combustibles de origen fósil en el proceso de producción.

En este trabajo investigamos las regularidades del crecimiento económico, considerando que el proceso de producción implica la producción conjunta de un producto bueno y un producto malo (el PIB y la emisión de CO2, debida al uso de combustibles de origen fósil, respectivamente). La literatura clásica marxista y Kaldor (1957, 1961) sugieren algunos hechos estilizados del crecimiento económico del producto bueno. En dichos trabajos no se estudiaron los hechos estilizados del producto malo.

Es posible resumir los resultados en las siguientes regularidades:

1) La producción de un producto bueno y un producto malo se incrementa en el proceso de crecimiento económico; la producción del producto bueno se incrementa con el uso de los insumos trabajo y capital; la producción del producto malo crece con mayor velocidad con el empleo del insumo capital que con el empleo del insumo trabajo.

2) La productividad del trabajo y la razón capital-trabajo se incrementan, mientras la productividad del capital declina en el proceso de crecimiento económico, un resultado consistente con la concepción clásico-marxista del cambio técnico.

3) Las emisiones por unidad de producto y las emisiones por unidad de trabajo se incrementan en las primeras fases del crecimiento económico, pero declinan después de cierto umbral. Estos hallazgos resultan consistentes con la hipótesis de la curva ambiental de Kuznets.

4) Hay grandes diferencias en las tasas de crecimiento de la productividad del trabajo y de las emisiones por trabajador entre países y regiones.

Además, es posible indicar tres vías para reducir las emisiones de CO2. Primero, incrementar la velocidad del cambio técnico en la producción del producto malo (las emisiones de CO2 por unidad de producto han venido cayendo en 1.5% anual en los últimos decenios). Segunda, una producción más baja del producto bueno que podría resultar en una caída en el consumo y/o en la inversión. Tercera, regresar al uso de técnicas intensivas en fuerza de trabajo que reducirían la productividad del trabajo respecto a las técnicas de producción en uso.

Estos hallazgos preliminares sugieren varias líneas de investigación futura. Resultaría útil categorizar esta evidencia por niveles de desarrollo, geografía, estructura de la producción y dimensiones de las economías nacionales. Asimismo, es importante analizar otros gases de efecto invernadero y su relación con la producción del producto bueno, e introducir explícitamente el consumo de energía por país. Este tipo de estudios podrían llevar a una comprensión más profunda de la relación entre emisiones de gases de efecto invernadero y el proceso de desarrollo económico.

 

REFERENCIAS

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NOTAS

Los autores agradecen los valiosos comentarios y sugerencias de los dictaminadores anónimos de la revista.

1 A los 142 países en la base de datos con información completa de insumos y productos se agregaron Rusia y Alemania.

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