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Historia mexicana

versión On-line ISSN 2448-6531versión impresa ISSN 0185-0172

Hist. mex. vol.73 no.2 Ciudad de México oct./dic. 2023  Epub 29-Sep-2023

https://doi.org/10.24201/hm.v73i2.4394 

Reseñas

Sobre Horacio Tarcus, Las revistas culturales latinoamericanas: giro material, tramas intelectuales y redes revisteriles

Juan Carlos Gaona Poveda1 

1Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social

Tarcus, Horacio. Las revistas culturales latinoamericanas: giro material, tramas intelectuales y redes revisteriles. Buenos Aires: Tren en Movimiento, 2020. 139p. ISBN: 978-987-378-974-8.


El historiador argentino Horacio Tarcus nos ofrece una nueva obra cuyo objetivo es introducir a los lectores en los estudios sobre el campo revisteril latinoamericano. El libro tiene por título Las revistas culturales latinoamericanas: giro material, tramas intelectuales y redes revisteriles. Consta de tres capítulos, los cuales se complementan con una contribución bibliográfica y un anexo gráfico. El conjunto aborda a las revistas como artefactos culturales desde horizontes históricos, archivísticos y metodológicos. La premisa es que este formato impreso dominó la escena intelectual de América Latina durante el siglo XX. Proposición que Tarcus realiza desde dos lugares de enunciación complementarios: en su condición de académico, que no solamente ha investigado sobre el tema, sino que también ha gestionado uno de los acervos más grandes del continente; al igual que como un productor, distribuidor y editor con una trayectoria que se remonta varias décadas atrás.

En el primer capítulo, Tarcus propone un ciclo histórico para comprender el devenir de las revistas latinoamericanas. Establece como criterio temporal su progresiva diferenciación respecto a los periódicos y a los libros en el marco del mundo editorial. Así, el autor encuentra los antecedentes del campo revisteril en la emergencia de formas aproximativas como “periódicos literarios” y “gacetines” a mediados del siglo XIX. Estas publicaciones habrían roto con la urgencia de difundir contenidos diarios propia de los contextos sociopolíticos de formación de los estados nacionales. Su periodicidad espaciada; como también, la agrupación de formas, temas y géneros diversos las asemejaban a las revistas modernas. Sin embargo, es hasta 1890 que se afirmarían simbólicamente a través de la apropiación gradual de modelos europeos; aunque todavía solían orientarse a un público principalmennte familiar bajo el formato de “magazines ilustrados”. Para el autor, es en los años veinte que experimentarían un marcado proceso de especialización vinculado al surgimiento de públicos lectores y nuevos lugares de enunciación; pero, también, a paulatinas transformaciones técnicas y estéticas. Finalmente, las revistas culturales alcanzarían su esplendor a mediados del siglo XX dada la complejización del campo intelectual.

El trabajo llega hasta la primera década del siglo XXI cuando la proliferación de soportes y textos digitales habrían quebrado la hegemonía de lo impreso (grafosfera). El autor se muestra algo pesimista respecto a las nuevas formas de materialización, estructuración y circu la ción de las ideas políticas y culturales. Decadencia que asocia con una retracción de los intelectuales de la vida pública. La hegemonía de Google Books, la imposición de las normas APA y la estructuración academicista de las revistas digitales darían muestra de dicha crisis. En este cuestionamiento, Tarcus evidencia lúcidamente la manera en que los contenidos culturales no se pueden sustraer de sus formas materiales de inscripción. Sin embargo, no idealiza a los antiguos consejos de redacción; aunque sí añora la forma en que estas asociaciones constituían pequeñas comunidades intelectuales, que a partir de sus disputas internas resultaban ser bastante creativas. Queda, así, la tarea de analizar las formas de selección editorial de los productos virtuales y su politicidad inherente.

El capítulo uno termina reflexionando sobre la noción de revista cultural a partir de su diferenciación respecto a universos de sentido como el técnico-científico. No obstante, se advierte que el término guarda cierta ambigüedad, pues toda revista podría incluirse en dicha categoría dada su común dimensión simbólica. Además, la amplitud de géneros discursivos que podría cobijar es difícil de establecer. Es así que la inserción de las ciencias sociales o la historia de la ciencia no tendrían mayor discusión; pero las publicaciones políticas como las anarquistas, las socialistas o las comunistas son casos que aún generan debate. Horacio Tarcus identifica géneros híbridos o “anfibios”, que navegan entre diversas periodicidades, materialidades y diseños editoriales. De manera que la singularidad de las revistas no estaría tanto en sus contenidos; sino en la capacidad de convertirse en voceras de grupos con agendas definidas o en construcción.

La distinción de una revista con otros artefactos culturales podría ser más difusa de lo que Tarcus propone. Si bien el autor reivindica con éxito la importancia del campo revisteril respecto al mundo libresco o de la prensa; considero que habría que matizar las especificidades que defiende. La oposición que establece entre la revista y el libro podría no ser tan radical como él la presenta. Por ejemplo, en algunos casos pueden compartir la dimensión colectiva y dialógica, al igual que formas de lectura extensivas, discontinuas y fragmentarias. Prácticas editoriales asociadas con los libros, tales como la construcción de bibliotecas o colecciones, la estructuras capitulares no lineales y la coautoría rompen la dualidad planteada. Afirmación que no implica que sean objetos equivalentes, ya que, volviendo a Tarcus, ambos juegan un papel distinto respecto a las tradiciones intelectuales que los producen: las revistas vinculadas a la ruptura, mientras que los libros más orientados a la consagración.

En el segundo capítulo, Tarcus señala que las revistas culturales representan una línea de estudio emergente en nuestro continente. Analiza los archivo y los abordajes que se han realizado sobre el tema en las últimas décadas. Sostiene que las bibliotecas de Estados Unidos y Europa -concebidas con ambiciones imperiales- construyeron hemerotecas de alcance global. En consecuencia, fueron investigadores vinculados a estos centros geopolíticos quienes se percataron de la importancia del campo revisteril en la vida intelectual latinoamericana. Entre tanto, los estudiosos locales quedaron circunscriptos a las fronteras nacionales perpetuando, así, una visión colonial. Por eso, para Tarcus es necesario prestar atención a las políticas de recuperación patrimonial y al acceso a los soportes materiales/virtuales que resguardan a estos documentos. Llamado que nos ayuda a ponderar la importancia de construir como latinoamericanos visiones de conjunto sobre nuestra cultura escrita, que superen perspectivas localistas y monográficas. Siguiendo su lógica, analizar el cuadro completo desde una mirada internacional nos permitiría trascender los marcos eurocéntricos tradicionales; y, de igual forma, comprender las culturas propias en términos más dinámicos, que visibilicen las relaciones de poder que las han configurado.

En el tercer capítulo, el autor examina las tendencias dentro de los estudios revisterilrd realizados por latinoamericanos desde 1990. Identifica ciertos epicentros de producción académica como Buenos Aires, Montevideo, Santiago, Lima, Sao Paulo, San José y México, entre otros. Si bien el acercamiento de Tarcus es interdisciplinario; se decanta por la historia intelectual como una disciplina capaz de vincular dimensiones materiales, temporales, espaciales y colectivas de estos artefactos culturales. En dicha perspectiva, a diferencia de la historia literaria, de la preocupación por los autores se pasa al examen de los cuerpos de redacción como espacios de poder. Por eso, es importante la relación que establece entre las revistas y las generaciones intelectuales; de manera que los impresos se constituiríam en lugares de encuentro más prolongado que los cafés o las librerías.

En términos metodológicos, Tarcus percibe un tránsito del análisis textualista al “giro material”, lo cual implica interesarse en los índices, la tipografía y el diseño. Una valiosa contribución es la advertencia que hace de no aceptar la autorepresentación de una revista. Es así que se requiere contrastar lo expresado en las editoriales con la efectiva selección, ordenación y presentación de autores. Estas muestras materiales se constituirían en testimonio de las luchas al interior de las redacciones. Asimismo, el interés se desplaza a los paratextos, que permiten abordar la relación de las revistas con las artes gráficas, el mercado y el público. De manera que el estudio del campo revisteril se conectaría con dinámicas históricas más amplias a través de lecturas textuales, contextuales y visuales. Paralelamente, la noción de redes revisteriles daría concreción a las redes intelectuales, ya que permite establecer nodos de interacción inscriptos en una materialidad impresa suceptible al estudio empírico.

La obra termina con una amplia contribución a la bibliografía sobre revistas culturales en América Latina. El autor presenta aproximadamente seiscientos trabajos entre catálogos, índices, antologías y estudios realizados en distintos países de la región. A dicho ordenamiento sistemático, suma la reproducción de las portadas de varios ejemplares encontrados en diversos archivos. Recopilación gráfica que contribuye al atractivo visual que se anticipa en la portada del mismo libro. La imagen, para Tarcus, se constituye también en un discurso que se abre a múltiples interpretaciones históricas. Generosidad de referencias

textuales y visuales que sin duda constituyen un aporte sustancial para quienes estudiamos la cultura impresa y la historia intelectual de nuestro continente. De hecho, el volumen es el primero de una colección que pretende denominarse “Serie América Latina en sus revistas”. Proyecto de la editorial Tren en Movimiento en colaboración con el Centro de Documentación e Investigación de las Culturas de Izquierdas (CeDinCI). A tal efecto, el objeto de esta reseña se constituye en el inicio de una ruta de trabajo para los interesados en el campo revisteril latinoamericano.

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