Introducción
En los albores del siglo XX, el ruso Phoebus Aaron Levene identificó los componentes fundamentales de los ácidos nucleicos y demostró que la ribosa y la desoxirribosa eran las pentosas de los ácidos nucleicos.1 Poco después, los experimentos de Giffith establecieron la existencia de los dos tipos de ácidos nucleicos en las células animales: el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN), y que los cromosomas se constituían de ADN y proteínas.2 Sin embargo, la atractiva complejidad de la teoría proteínica en el papel de la herencia frente a la aparente simplicidad del ADN era muy grande en la mente de los científicos de la época, lo que hizo muy difícil demostrar que esta era la molécula encargada de realizar dicha función.3,4
En noviembre de 1951, los físicos Maurice Wilkins y Rosalind Franklin consiguieron datos experimentales suficientes mediante rayos X para proponer que el ADN tenía una conformación helicoidal, en la que el esqueleto de azúcar-fosfato se disponía hacia el exterior y las bases nitrogenadas se acomodaban en el interior de la molécula.5 A pesar de las diferencias que estos mantuvieron con Watson y Crick, su contribución -no exenta de controversia- fue clave para el descubrimiento de la estructura del ADN. No obstante, para llegar a este hito histórico, tras las orientaciones del cristalógrafo Jerry Donohue,6 tuvieron que recurrir a los trabajos del austriaco Edwin Chargaff, quien comprobó que las cantidades de bases nitrogenadas variaban de un organismo a otro y que, sorprendentemente, la cantidad de purinas y la de pirimidinas se mantenían entre organismos de la misma especie.7
El artículo original de Watson y Crick fue publicado el 25 de abril de 1953 en la prestigiosa revista Nature, con el título "Molecular Structure of Nucleic Acids".8 Por estas fechas, la comunidad científica no mostró ningún interés por el modelo propuesto, hasta que en 1958, Matthew Meselson y Franklin Stahl, científicos estadounidenses, demostraron la naturaleza semiconservativa de la replicación de la molécula de ADN a partir de la estructura planteada por Watson y Crick.9 El hallazgo empezó a valorarse notablemente. El descubrimiento de la estructura del ADN originó una discontinuidad en el conocimiento humano, engañó a generaciones de científicos y a los medios de comunicación, pero resolvió un misterio profundo, generó un impulso implacable para desbloquear los secretos del genoma humano, y catalizó un interés en la biología molecular que ha continuado sin cesar hasta nuestros días.10
La prensa internacional siguió de cerca estos acontecimientos con la finalidad principal de transferir conocimientos a la sociedad. Los temas relacionados con la salud siempre han sido de gran interés para los ciudadanos, y la prensa ha respondido constantemente con noticias sobre los avances en la medicina y otras disciplinas relacionadas.11 Sin embargo, uno de los problemas que plantea este paradigma de comunicación es que se precisa de la figura del periodista científico, encargado de traducir el lenguaje específico de la ciencia en una variedad estándar, con el propósito de llegar a toda la población sin generar desinformación.12 La escasez de periodistas científicos implica que el conocimiento sobre el contenido informativo que transmite la prensa acerca de noticias de salud sea muy pobre,13 y, por lo tanto, objeto de estudio.
La escasez de estudios científicos que traten de una forma global o que tengan una visión generalizada de los contenidos de las noticias científicas en la prensa iberoamericana hace necesario el análisis del tratamiento mediático de algunos de los momentos más destacados en la historia de la ciencia, como el descubrimiento de la estructura del ADN.
El objetivo de este estudio es analizar, en la prensa española, el contenido de las noticias sobre el descubrimiento de la estructura de la doble hélice propuesta por Watson y Crick en 1953. La comparación entre las noticias publicadas de distintos diarios nos permite evaluar cómo representó una parte de la prensa hispanohablante este hito histórico y el impacto que tuvo.
Metodología
Se realizó una revisión sistemática de las noticias publicadas en la prensa española relacionadas con el descubrimiento de la estructura del ADN por Watson y Crick. Para evaluar de manera general la repercusión de las noticias publicadas, se analizó dos periódicos de gran difusión en territorio nacional pero con una índole política bien diferenciada: ABC, de línea conservadora, de ideología monárquica tradicional y católica;14 y La Vanguardia, que refleja la ideología política más avanzada de la sociedad catalana, con una mirada abierta a Europa y dirigida a las clases medias más populares de Cataluña.15 Como parámetros de búsqueda, se utilizaron los apellidos de los célebres investigadores mediante la operación booleana: “Watson” AND “Crick”, y se limitó la selección hasta el 31 de diciembre de 2016, inclusive.
La muestra se obtuvo mediante las respectivas hemerotecas digitales hasta el 31 de diciembre de 1995, y la base de datos documental Dow Jones Factiva a partir del 1 de enero de 1996. Dow Jones Factiva es un servicio de información de valor agregado que ofrece información de alta calidad a partir de una amplia variedad de fuentes, incluidas las agencias de noticias y los periódicos de todo el mundo, que permite a los investigadores examinar tal cantidad de fuentes.16 Sin embargo, este valioso contenido documental sólo está digitalizado a partir de 1996, lo que ha provocado que en esta investigación se utilicen las hemerotecas digitales tradicionales para analizar el periodo temporal anterior.
Tras la obtención de la muestra, se sometió a un análisis cuantitativo y cualitativo. Las variables cuantitativas fueron el número de noticias, la fecha de publicación, el titular y la fuente de información. En cuanto al análisis cualitativo, se leyó cada una de las noticias y se clasificó según el tipo de mensaje emitido en las siguientes categorías: “origen vida”, cuando se planteaban cuestiones relacionadas con el inicio de la vida en nuestro planeta; “Nobel”, cuando se hacía referencia al prestigioso galardón otorgado a Watson y Crick en 1962; “estructura ADN”, cuando se representaba el modelo publicado por ellos; “desarrollo”, cuando se informaba de los avances científicos y tecnológicos a raíz del descubrimiento de la estructura del ADN; “historia”, cuando se narraban sucesos relativos al hallazgo o las efemérides; “Proyecto Genoma Humano”, cuando se hacía referencia al propósito de determinar la secuencia de pares de bases químicas que componen el adn y cartografiar la totalidad del genoma humano; “ingeniería genética”, cuando se detallaba el progreso tecnológico en cuanto a la transferencia de ADN de un organismo a otro, que hace posible la corrección de defectos genéticos y la creación de nuevas cepas de microorganismos, variedades de plantas y razas animales, y “enfermedades”, cuando se destacaba el papel del conocimiento del material genético para enfrentar diferentes patologías.
Las publicaciones con un contenido irrelevante, así como las citas incluidas en secciones de anuncios comerciales o programaciones de televisión, se eliminaron de la muestra. Las publicaciones repetidas en la portada, en el sumario y en su correspondiente sección, se tuvieron en cuenta una sola vez.
La búsqueda se llevó a cabo durante enero de 2017, y en una base de datos elaborada ad-hoc se incluyeron los resultados obtenidos.
Resultados
La operación booleana arrojó un total de 191 noticias, de las cuales se analizaron 167 tras aplicar los criterios de exclusión. Puede observarse la distribución de noticias por año de publicación en la Figura 1, la cual muestra que 36.53% (n=63) de las noticias se publicó entre 1988 y 1993, y 11.38% (n=19) se concentró en 2003. Es decir, 47.91% de las publicaciones acerca del descubrimiento de Watson y Crick se concentró en siete años.

Figura 1 Distribución de noticias por año, resultado de la operación booleana: “Watson” AND “Crick”.
En cuanto a la difusión según la fuente de información, ambos diarios transmitieron por igual los acontecimientos relacionados: La Vanguardia publicó 84 noticias y ABC, 83. Los mensajes de ambos rotativos se fueron alternando en la línea temporal, sin que ninguno destacara sobre el otro en un periodo determinado.
Según el contenido del mensaje de la información publicada, 35.33% (n=59) correspondía a artículos históricos que narraban los sucesos acontecidos con el paso de los años desde el descubrimiento de la estructura del ADN; 26.95% (n=45) se refería al desarrollo científico y tecnológico generado a raíz del hallazgo, y se destacaba el avance en numerosas especialidades, como la biología molecular, la genética, la bioquímica, la inmunología o la microbiología, y la diferenciación de la ingeniería genética como disciplina independiente; 13.17% (n=22) de las noticias trataba sobre las nuevas herramientas biotecnológicas que ofrecía la ingeniería genética; 7.78% (n=13) sobre la aplicación de estos avances científicos en la medicina y la lucha frente a enfermedades; 5.39% (n=9) aludía al Proyecto Genoma Humano y a la repercusión que podría tener entre los ciudadanos; 4.79% (n=8) fue de noticias sobre el Premio Nobel de Fisiología y Medicina otorgado en 1962 a Watson, Crick y Wilkins; 3.59% (n=6) trataba sobre la importancia de conocer la estructura del ADN en las investigaciones del origen de la vida, y 2.99% (n=5) explicaba la estructura propuesta por Watson y Crick (Figura 2).

Figura 2 Número de noticias en la prensa española, con mención de Watson y Crick, según el tipo de mensaje emitido.
El análisis del tipo de mensaje predominante en cada década del periodo estudiado puede observarse en la Tabla 1, que resume las tendencias difundidas por la prensa a través de sus titulares.
Tabla 1 Resumen de mensaje predominante en cada década de estudio.
DÉCADA | MENSAJE | TITULARES |
1960 | Premio Nobel | “Se ha otorgado el premio Nobel de Medicina 1962” (ABC, 19 de octubre de 1962) “El premio Nobel de Medicina para 1962 concedido a dos ingleses y un norteamericano” (La Vanguardia, 19 de octubre de 1962) |
1970 | Estructura del ADN y origen de la vida | “La doble hélice” (La Vanguardia, 29 de abril de 1973) “¿Cuándo comienza la vida humana?” (ABC, 19 de mayo de 1976) |
1980 | Desarrollo científico | “El código genético” (ABC, 4 de febrero de 1987) “La nueva era” (La Vanguardia, 29 de mayo de 1989) |
1990 | Ingeniería genética | “Historia de una revolución” (ABC, 23 de agosto de 1992) “Los cromosomas artificiales permiten nuevas generaciones de experimentos” (La Vanguardia, 1 de octubre de 1994) |
2000 | Historia y enfermedades | “Medio siglo del hallazgo de la molécula de la vida” (ABC, 25 de abril de 2003) “Podemos hacer un esfuerzo para curar la mayoría de los cánceres en diez años” (ABC, 9 de noviembre de 2009) |
Discusión
A pesar de que el descubrimiento de la estructura del ADN se publicó en 1953, no fue sino hasta 1958 cuando la comunidad científica internacional comenzó a interesarse por el modelo propuesto por Watson y Crick. Meselson y Stahl demostraran la naturaleza semiconservativa de la replicación basándose en la estructura planteada por los primeros, pero en cualquiera de los casos, en esta década la prensa española aún no transmitía ningún mensaje sobre el gran hallazgo. Esta carencia de repercusión mediática no sólo se dio en periódicos hispanohablantes, sino que ni la prensa del Reino Unido hizo eco de lo acontecido.17
Para leer las primeras noticias fue necesario esperar a 1960, cuando Watson y Crick aún no habían recibido el Premio Nobel pero ya se valoraba la enorme trascendencia que podría tener el modelo estructural propuesto, tal y como revelan otros estudios.18 En este año, el diario ABC advirtió, mediante la siguiente noticia ilustrada (Figura 3), de la importancia del descubrimiento; hizo hincapié en su papel para comprender la vida y en la lucha frente a las enfermedades, así como en la sospecha de que el ADN tenía un papel crucial en la replicación del material genético, como habían señalado Watson y Crick en su artículo siete años antes: “It has not escaped our notice that the specific pairing we have postulated immediately suggests a possible copying mechanism for the genetic material”.19
Cada vez que una célula se reproduce, sea ésta una célula bacteriana, vegetal o una de los millones de células que constituyen el cuerpo humano, el material genético se duplica, pasando una de las copias a la célula hija. Cómo se efectúa esta duplicación ha sido tema de discusión desde hace tiempo: no se lograba ningún modelo adaptable a los resultados experimentales. Pero esto ya no es así.
Hace cerca de diez años, los doctores Watson y Crick estudiaron en el Laboratorio de Biología Molecular, de la Universidad de Cambridge, la físicoquímica del ácido desoxirribonucleico, sustancia que como consecuencia de un conjunto de experiencias, parecía tener gran importancia para el establecimiento de la base química del sistema genético. […] El conocimiento de la estructura de los ácidos nucleicos y las proteínas, así como las interacciones entre ellos, posiblemente permitirán entender en términos moleculares las expresiones más simples de la vida. Los científicos suponen que tal hecho conducirá también a un conocimiento más profundo de muchas enfermedades que afectan al hombre, lo que contribuirá notablemente a combatirlas.20

Figura 3 Una de las primeras imágenes de la estructura del ADN propuesta por Watson y Crick publicada en 1960 en el diario ABC.21
En 1962 fue concedido el premio Nobel de Medicina a Maurice Wilkins, Francis Crick y James Watson en el Stockholm’s Concert Hall. Tanto La Vanguardia como ABC recalcaron el acontecimiento, aunque no destacaron la importancia de esta contribución científica ni las posibles consecuencias en un futuro a largo plazo. Ambos rotativos se limitaron a informar sobre el acto de concesión de tan laureado premio, e hicieron una breve presentación de cada uno de los científicos, destacando su área de especialización.
El Premio Nobel para medicina y fisiología ha sido concedido hoy conjuntamente a los científicos británicos Francis Harry Compton Crick y Maurice Hugh Frederick Wilkins, y al norteamericano James Dewey Watson. La comisión Nobel del Instituto Carolina de Estocolmo declaró que los científicos mencionados han sido galardonados por sus descubrimientos relativos a la estructura molecular de los ácidos nucleicos. Francis Harry Compton es un científico de la sección de biología molecular del Consejo de Investigación médica, en Cambridge (Inglaterra); James Gewey Watson es profesor en el departamento de biología de la Universidad de Harvard. Maurice H. F. Wilkins es el subdirector del laboratorio de biofísica del King's College de Londres y durante la pasada guerra participó en los trabajos del proyecto Manhattan. Los tres científicos compartirán la cuantía económica del premio que se eleva a 257 219 coronas suecas (unos tres millones de pesetas).22
Estas publicaciones, meramente informativas y carentes de contenido científico, fueron adquiriendo un tono mucho más enriquecedor a medida que la biología molecular se desarrollaba como disciplina científica. Unas semanas después de la entrega de los premios Nobel, se podía encontrar en el diario ABC la primera alusión al código genético:
Ya a las pocas horas de conocerse los galardonados con el Premio Nobel de 1962, alguien pronosticó que el espaldarazo dado con ello al modelo Watson-Crick va a inaugurar, en la medicina y en la vida de la humanidad, una época de tanta trascendencia como la que se inició con la química del benceno o con la física atómica. La llamada Biología molecular avanza en estos días con celeridad impresionante y ya antes de que se termine este año de 1962 puede afirmarse que va a quedar en la historia de la bioquímica y de la medicina como uno de los años más ricos en realizaciones. En él se ha confirmado que esta espiral del ADN (abreviatura del ácido desoxirribonucleico que constituye la sustancia genética) sirve para albergar un código de señales o de consignas que son las que determinan cómo ha de organizarse la sustancia viva.23
No obstante, la época en que la sociedad hispanoamericana valoró realmente el descubrimiento de la estructura de ADN fue la década de 1970, periodo en que los mensajes se centraron en analizar y expresar el modelo estructural propuesto por Watson y Crick. Entonces los mensajes brotaron de forma notoria y las iniciales ADN fueron abriéndose camino entre el vocabulario de la sociedad hispanohablante:
Gracias a los progresos de las técnicas de análisis bioquímico, en especial la cromatografía, se pudieron averiguar qué piezas constituyen la molécula del ácido desoxirribonucleico: ácido fosfórico, un azúcar llamado desoxirribosa, y cuatro compuestos orgánicos relativamente sencillos: adenina, timina, guanina y citosina. Pero todo esto decía muy poca cosa y resultaba, al parecer, bastante improbable que un compuesto tan sencillo tuviese un decisivo papel biológico. Los biólogos no habían caído todavía en la cuenta de que una molécula es importante para la vida no por su composición sino por la forma y estructura con arreglo a la cual se hallan colocados sus átomos en el espacio. Fueron Watson y Crick quienes pusieron de manifiesto esta trascendental particularidad.24
En esta misma década, aparecieron las primeras noticias que se referían a una nueva disciplina emergente a raíz del descubrimiento: la ingeniería genética. La primera noticia surgió con motivo de la advertencia de diversos científicos de prestigio internacional, entre quienes se encontraba James Watson, para que se actuara con cautela a la hora de transferir genes: “Detengamos las manipulaciones genéticas capaces de crear la bacteria invencible que mataría a millones de hombres”.25 Desde entonces, se continuaron destacando los avances de la ingeniería genética pero no fue sino hasta los años 90 cuando se produjo la gran explosión de noticias sobre esta nueva disciplina científica.
Mientras tanto, los años 80 fueron una década en que el número global de noticias sobre el descubrimiento de Watson y Crick se incrementó notablemente. Con la entrada de la democracia en España, los medios de comunicación dejaron de estar manipulados por el régimen y se encontraron con una libertad de expresión que les permitió profundizar en nuevos casos antes impensables.26 Uno de los ámbitos más demandados por los lectores fue el de la salud y el desarrollo científico, el cual se destacó considerablemente en esta década, a tenor de las publicaciones obtenidas. Los diarios destacaron el progreso en el campo de la biología y sus diferentes disciplinas, y resaltaron los innumerables beneficios que podrían conseguirse en un futuro a raíz de tan transcendente descubrimiento, tal y como puede observarse en otros estudios.27,28
En los últimos años la biología ha contemplado, si no una revolución, por lo menos un período de progreso explosivo relacionado con el concepto de ingeniería genética. El futuro verá a esta nueva ciencia y a los conocimientos biológicos incorporados a la química, mientras que la biología, que hasta el momento había tenido un carácter principalmente descriptivo, adquirirá una dimensión sintética y dinámica. Todo ello tendrá consecuencias sorprendentes para la medicina y para la industria farmacéutica en su conjunto.29
En esta misma fase, emergió un nuevo tema de debate. Desde años atrás, el origen de la vida siempre había ocupado la atención de muchos científicos,30,31 pero, tras el descubrimiento de Watson y Crick, esta cuestión fue la protagonista de una buena parte de las investigaciones de los 80,32,33 las cuales no pasaron desapercibidas para la prensa:
Varias cuestiones han ocupado a filósofos y científicos desde que el hombre se ha lanzado en la larga aventura del pensamiento. Entre ellas no hay duda que se encuentra la cuestión sobre el origen de la vida. Si para una ideología religiosa puede no haber duda, el Dios creador lo ha hecho todo animado e inanimado, para los espíritus científicos esta cuestión ha preocupado durante siglos. En la actualidad existe una teoría científica dominante acerca del origen de la vida, que consiste en suponer que ésta se ha formado en la superficie de nuestro planeta por un conjunto de reacciones químicas que dieron lugar, inicialmente, a los materiales orgánicos y después a las primeras células capaces de reproducirse. La evolución biológica explicaría el resto.34
Pero ésta no fue la única noticia que se refería a la Iglesia. A medida que el campo de la genética fue estableciéndose como una rama firme entre las ciencias biológicas, fueron apareciendo nuevas publicaciones que evidenciaban muchas premisas hasta entonces “intocables” de la Santa Sede, con titulares como “En busca del Santo Grial humano”;35 “Jugando a Dios en el laboratorio”;36 “Si Jesucristo viviera hoy, defendería la investigación con células madre”;37 “Los gobiernos y la Iglesia deben mantenerse al margen de la genética”;38 “Científicos contra Dios”.39
Antes de llegar a la década de los 90, en la prensa española ya habían aparecido algunos artículos que anunciaban el inevitable nacimiento de una nueva disciplina científica afín: la ingeniería genética:
La irrupción de la biología molecular con sus técnicas capaces de disecar el ADN en la década de los 70 proporcionó a los científicos herramientas muchísimo más potentes, que han llevado hoy a la identificación del gen determinante del sexo y llevarán mañana a la completa secuenciación del patrimonio genético de nuestra y de otras especies.40
Sin embargo, en la última década del siglo pasado aparecieron más noticias sobre las técnicas que permitían transferir genes de un organismo a otro y expresarlos. En estos años de desconocimiento, las publicaciones mostraron cierta incertidumbre sobre el uso responsable de estos métodos y dudaban de sus beneficios para un futuro a corto plazo.
La controversia sobre la utilización de la ingeniería genética se confirmó cuando se empezó a difundir la noticia de que el Proyecto Genoma Humano estaba a punto de finalizar, con el objetivo fundamental de determinar la secuencia de pares de bases químicas que componían el ADN e identificar y cartografiar el genoma humano desde un punto de vista físico y funcional. La prensa española calificó este proyecto como algo trascendental para el ser humano pero de dudosa ética; además, dejó entrever su carácter político y económico, tal y como estudiaron otros autores.41 En tal sentido, esta serie de avances científicos y tecnológicos produjo cierta desconfianza de una gran parte de la población hacia todo lo relativo a la ingeniería genética, como también demuestran otros estudios con plantas,42 alimentos,43 animales44 y vacunas.45
Pero no fue sino hasta el año 2000 cuando el conocimiento de la estructura del ADN alcanzó su máximo esplendor tras la decodificación del genoma humano. Esta noticia creó muchas esperanzas en la lucha contra enfermedades, aunque también se revivieron viejos temores.
Cuando se analicen similitudes y diferencias entre estos genomas, se podrían deducir leyes y principios que terminarán en crear técnicas y aplicaciones prácticas, con lo que se creará una nueva biología teórica, algo inimaginable hace pocos años.46
No obstante, las publicaciones que se referían a la lucha contra la enfermedad que más llamaron la atención fueron las que anunciaban una no muy lejana cura del cáncer o del sida: “Curararemos el cáncer y el sida”;47 “Sólo seré feliz cuando descubramos una cura contra el cáncer”,48 “Podemos hacer un esfuerzo para curar la mayoría de los cánceres en diez años”.49 En esta década, la estructura del ADN fue apareciendo de forma gráfica en gran cantidad de publicaciones, y se convirtió en un icono de la ciencia y más concretamente de la biología (Figura 4), tal y como también se ha observado en otras investigaciones.50

Figura 4 Representación del código genético ampliamente difundida en medios tras la secuenciación del genoma humano.51
En 2003 se celebraron 50 años del avance científico más importante del pasado siglo XX en el campo de la biología, efeméride que no pasó desapercibida por la prensa española. Fue el año con más número de publicaciones, y coincidió con los resultados del análisis de la prensa inglesa.52 La mayoría de ellas recordaba el aniversario. En muchas publicaciones se realizó una revisión histórica de cómo se llegó a tal descubrimiento, y otras tantas relataban las ventajas científicas y tecnológicas que se habían producido gracias a este conocimiento:
Hoy hace exactamente 50 años Francis Crick entró en el pub Eagle de Cambridge a la hora de comer y anunció que James Watson y él acababan de descubrir “el secreto de la vida”. Nadie les tomó muy en serio. Odile, la mujer de Crick, no se lo creyó. La respuesta de la comunidad científica fue “un silencio casi total” hasta los años 60, según ha reconocido el propio Watson. Pero medio siglo más tarde, lo que Watson y Crick descubrieron, la doble hélice de ADN, ha revolucionado la medicina, la agricultura, el derecho, nuestra visión de la evolución, del origen de la humanidad, de la vida en el Universo...53
Tras el recuerdo de tan señalada fecha para el mundo de la ciencia, el número de publicaciones disminuyó, aunque continuaron apareciendo temas acerca del descubrimiento que alimentaron la curiosidad de los lectores. Uno de ellos fue el fallecimiento de Francis Crick en julio de 2004 a los 88 años: “Muere Francis Crick, codescubridor del ADN”,54 pero sin duda, el asunto más mediático resultó ser la polémica suscitada tras las declaraciones de James Watson a un diario británico: que la suposición de que los negros poseen la misma inteligencia que los blancos era errónea: “James Watson, más negro de lo que pensaba”.55
Por todos es sabido el interés de Salvador Dalí por la ciencia. Este pintor conoció a James Watson en el hotel St. Regis de Nueva York en 1965.56 El artista catalán demostró en una multitud de posters y obras su obsesión por el descubrimiento del ADN, tal y como se puede ver en su obra Paisaje con mariposa (El Gran Masturbador en paisaje surrealista con ADN) (Figura 5), que sirvió de inspiración a la prestigiosa revista Nature para dedicarle la portada de octubre de 2015 (Figura 6), y a la prensa española no le pasó inadvertida: “Biología molecular y metafísica”;57 “Dalí y la estructura de doble hélice”.58

Figura 6 Portada de la revista Nature de octubre de 2015, inspirada en la obra Paisaje con mariposa (El Gran Masturbador en paisaje surrealista con ADN), de Salvador Dalí.
Finalmente, es menester destacar que las publicaciones de La Vanguardia en los años dominados por el franquismo tenían un marcado enfoque europeísta y moderno, tal y como indicaron otros autores.60 En este sentido, se pueden leer algunos artículos en los que se comparan trabajos realizados en España con los realizados en otros países punteros en este campo, como los realizados por el asturiano Severo Ochoa y el neoyorkino Arthur Kornberg con sus estudios con los ácidos nucleicos.
En general, puede decirse que Ochoa ha trabajado sobre todo en los ácidos ribonucleínicos (los célebres RNA), aunque anteriormente se ocupase de enzimología de oxidorreducción celular y en particular de la dehidrogenssa del ácido isonicotínico, mientras que los trabajos de Kornberg versaron sobre los ácidos desoxirribonucleínicos (los todavía más célebres DNA) y con ello ya hemos llegado, amigo lector, a los inevitables tecnicismos, sin los cuales es imposible dar una idea, del alcance de estos trabajos. En efecto: puede decirse que los DNA rigen en el núcleo de la célula, en los propios genes de los cromosomas, mientras que los RNA ejercen su dominio en el citoplasma y, desde luego en líneas muy generales, que los primeros cuidan de la función genotípica y los segundos (hasta cierto punto mandatarios de los primeros) ejercen la función fenotípica, distribuyendo por la célula el mensaje enviado por los DNA. El mérito enorme de Ochoa y de Kornberg es el haber explicado, o, por lo menos, iniciado la explicación de cómo tanto este mensaje como su transmisión radican en la constitución química y en las reacciones que ésta es capaz de provocar, tanto entre los propios ácidos como con las substancias presentes en el medio, y ya se comprenderá que con ello apuntamos a la síntesis de las proteínas.61
Conclusiones
El acontecer científico requiere una cobertura informativa que lo convierta en accesible para los ciudadanos hispanoamericanos. Los acontecimientos producidos desde el último cuarto del siglo XX colocan a la biología como una de las áreas científicas que mayor progreso ha experimentado y, al mismo tiempo, la que más controversia social ha suscitado. La estructura del ADN se ha convertido en símbolo universal tras la publicación del modelo helicoidal y de la organización de la molécula, por Watson y Crick en 1953. Durante este tiempo, el trascendental hallazgo fue ampliamente difundido por la prensa hispanohablante, y sus autores fueron protagonistas en gran cantidad de noticias. Aunque los periódicos contribuyeron en la difusión del desarrollo científico y biotecnológico a raíz del descubrimiento de la estructura del ADN, tardaron siete años (1960) en aparecer las primeras noticias que hacían referencia, y no fue hasta después de la entrega del Premio Nobel de Medicina, en 1962, cuando las publicaciones se presentaron de forma continua. En la prensa española, la mayoría de las noticias se centró en los últimos años del siglo XX e inicios del XIX, y coincidió con el 50 aniversario de su descubrimiento. El contenido de la información fue muy variado a lo largo del periodo estudiado, pero destacaron las crónicas históricas, en las que se matiza el importante papel de otros investigadores en el hallazgo, el origen de la hipótesis, y algunas anécdotas de James Watson y Francis Crick durante sus investigaciones, mientras que se hace muy difícil encontrar publicaciones en las que se explique y se analice la estructura del ADN.
Una futura línea de investigación en que se valore la posible asociación entre el contenido de las noticias de la prensa y acontecimientos científicos históricos ofrecería una perspectiva más refinada sobre la influencia de los medios en torno al conocimiento de dichos acontecimientos. El impacto de estos estudios podría contribuir al enriquecimiento de la cultura científica entre la población iberoamericana.