Sr. Editor:
Existen puntos de controversia en el tratamiento del cáncer de laringe, lo cual es evidente en el interesante artículo de Gurrola et al.1 recientemente publicado. Lo más importante es obtener los estándares de control local y supervivencia con base en la evidencia existente de las diversas asociaciones terapéuticas. Por ello llama la atención que solo el 65% de los pacientes con etapas III-IVA fueran considerados operables, cuando se agrupan en ellas desde T1,N1 hasta T4A,N2, que son por definición operables y muchos de ellos no candidatos a preservación de órgano. Los autores reportan que la asociación de cetuximab y radioterapia, que no es el tratamiento estándar2, ofrece la mejor supervivencia; sin embargo, casi un tercio (27%) de los pacientes recurren y solo el 9% pueden ser rescatados, lo cual implica mal control si, por ejemplo, de pacientes T3,N0 se trataba. En esta serie, los que reciben inducción con quimioterapia tienen mejor supervivencia, pero el papel de esta es identificar pacientes candidatos a conservación no quirúrgica y no tiene impacto alguno en la supervivencia3. En etapa IVA (T1,N2 a T4A,N2, cuyo tratamiento estándar es la cirugía) se reporta algo similar; aunque no se desglosan los tratamientos, la supervivencia es mejor con quimioterapia de inducción seguida de bio-radioterapia, pero solo controla al 56% y hay recurrencia en casi la mitad (41%), y solo el 8% pueden ser rescatados. La inadecuada selección del tratamiento inicial con intento conservador no quirúrgico ha traído como consecuencia un incremento en la mortalidad por cáncer laríngeo, y esto parece reflejarse en la presente serie, en la cual la supervivencia a 5 años en etapa III es del 46.5% y en etapa IV es del 28.3%, cuando los estándares son el 80% y el 70%, respectivamente. El tratamiento estándar con intento conservador no quirúrgico es la asociación de quimio-radioterapia3. La quimioterapia de inducción selecciona pacientes a esta terapéutica. Los pacientes que no tienen función laríngea adecuada, independientemente de la etapa, deben ser sometidos a laringectomía, la cual ofrece el mejor control y la mayor supervivencia.