Introducción
El maíz tiene sus orígenes en México, donde los más sobresalientes fueron emigrando a diferentes países de América para su producción. Se dice que surgió entre los años 8000 y 600 AC aproximadamente en Mesoamérica (Acosta, 2009). El nombre científico con el que se lo conoce es Zea mays, y presenta una característica especial de poder adaptarse a diferentes condiciones de climas para su crecimiento (Sacón, y otros, 2018).
De acuerdo a la expansión alrededor del mundo, el continente americano unos de los que más lo cultivan con un área de casi el 40 % aproximadamente. En el caso de Estados Unidos, se considera como el centro productor, ya que ocupa con más del 45% aproximadamente la producción mundial (Cespón, Curbelo, Varela, & García, 2015). Por otro lado, la comunidad andina de naciones (CAN) también es productora de maíz estando conformada por países que se encuentran geográficamente cerca a Ecuador, entre estos están Colombia, Perú y Bolivia entre toda esta comunidad se obtiene alrededor del 4´805.730 TM de producción anual (Caiza, 2015).
Ecuador es un país que cuenta con diversas riquezas tanto paisajística como climáticas, pero la riqueza más grande es la diversidad de productos agrícolas que se pueden cultivar gracias a los diferentes climas que predominan en el país; de acuerdo a datos obtenidos por el INEC en el año 2012, el maíz se encuentra en el quinto producto más cosechado en el país (Tapia, y otros, 2017), aportando así a su producción un total aproximado de 717.940 TM de maíz duro anualmente. Siendo la región costa la zona que más lo produce (Caiza, 2015). Dentro de la zona mencionada resaltan la provincia de Manabí y Guayas, donde la provincia de Manabí presenta un rendimiento de 8.74TN por cada hectárea sembrada (Nicolas; Bernal; Romero; Rodríguez, 2019), mientras que la provincia de Guayas de acuerdo a datos del MAGAP y con corroboración de (Sacón, y otros, 2018) presenta un rendimiento menor, correspondiente al 4.75 TN por cada hectárea sembrada; esto se debe a la manera en que se manejan los niveles de fertilización, tipo de suelo, clima, disponibilidad del agua y el manejo de densidad de siembra (Nicolas; Bernal; Romero; Rodríguez, 2019).
Al realizar un análisis de revisión de datos sobre la producción de Zea Mays en Manabí, se observa que el volumen de producción decreció en el año agrícola 2018, según el 40% de los entrevistados, el 41% indicó que se mantuvo como en años anteriores, mientras que el restante 19% expresaron que el volumen fue mayor.
En una investigación más desarticulada sobre la producción del Zea mays, la superficie cosechada en la provincia de Manabí se incrementó en la mayoría de los cantones como son: Chone 30%, Calceta 25% (Bolívar, Tosagua), Junín 10%, Jipijapa 40% y Paján 45% (Nicolas; Bernal; Romero; Rodríguez, 2019). En general, el maíz tiene una amplia variedad que vienen definida por el color presente en el grano, textura y su apariencia (FAO, 2014) . Dichas características físicas están relacionadas con la variedad (Genotipo) y las condiciones ambientales predominantes (Temperatura y humedad) durante su desarrollo (Ordóñes, Gely, & Pagano, 2012). Así mismo, existe otra clasificación que es por su tipo de acuerdo a la constitución de endosperma y el grano, reflejando el color del grano, el ambiente donde se cultivó, la madurez presente y el uso que se le vaya a dar, además entre los tipos de maíz más importantes se encuentran el maíz dentado, reventón, dulce, harinoso, ceroso, tunicado y el duro que es el que está puesto en estudio para la presente investigación (FAO, 2014).
Para la agricultura de temporada, el proceso de crecimiento y desarrollo de los diferentes cultivos tienen como limitante la disponibilidad de humedad en el suelo, debido a que su principal fuente de suministro son las precipitaciones (Flores & Ruíz, 1998), por ende (Morejón, y otros, 2015), determina que la disponibilidad del recurso hídrico en cualquier zona viene en función del volumen anual de agua que recibe, también se debe de tomar en cuenta el volumen que se devuelve a la atmósfera por medio de traspiración y evaporación. Otro dato importante para considerar es la disponibilidad hídrica en la época de lluvia así mismo como en la época seca, al ser dos épocas diferentes del año tienen diferentes escenarios donde necesario considerar balances hídricos.
El incremento de temperatura desempeña un papel fundamental para obtener el balance hídrico, ya que al producirse un incremento significativo de temperatura genera una aceleración en el proceso de madurez del cultivo, induciendo que se presente una reducción en su área foliar y con ello el requerimiento hídrico total a la madurez del cultivo (Ruiz, y otros, 2011); por ello, un cultivo al tener presencia de elevadas temperaturas a largo tiempo tienden a presentar modificaciones en su tasa de evapotranspiración esto quiere decir la demanda evaporativa que posee la atmósfera sobre los cultivos que están siendo cosechados (FAO, 2014a).
En general, para poder obtener el balance hídrico, se debe consider datos reales o datos simulados de precipitaciones e información climatológica y edáficas. Existen un sinnúmero de estudios relacionados con los balances hídricos, entre los cuales encontramos; climáticos, agroclimáticos, hidrológicos, agroforestales, de cuencas, de drenaje y riego, para la presente investigación se hará uso del balance hídrico agrícola (Cleves, Toro, & Martínez, 2016).
Es importante realizar modelación de balance hídrico, ya que podrá afrontar desafíos en la gestión del recurso, además permite considerar parámetros como la disponibilidad del agua en un futuro debido al cambio climático, ya que en la actualidad, se comienza a sentir el efecto de la crisis del recurso hídrico; por ello, es de vital importancia conocer cuáles son las diferentes causas y que consecuencia lo conlleva.
Mediante la presente investigación se busca disponer de datos climatológicos y edáficos para así observar de cómo se comporta el recurso en una modelación del balance hídrico multianual y como se ve afectado el rendimiento del maíz duro, y a su vez, aprovechar mejorar la gestión y el uso que se le da al agua (González, 2017).
Desarrollo
Materiales y métodos
Modelación del balance hídrico por medio de la ecuación del balance de masas: Antecedente
Se realizó la elaboración de un modelo de balance hídrico desarrollado por el centro de AGRIMED de Chile, con el propósito de mejorar el manejo y gestión del recurso hídrico en las cuencas; para ello, el Sistema Nacional de Referencia demandas de Agua en la Agricultura ha diseñado un modelo el cual se encarga de manejar el uso del suelo, así como también las diferentes condiciones climáticas que dominan en cada sector del área que está en investigación, tiene como punto de arranque la ecuación de balance de masa.
En el caso de presentar más de un cultivo se realiza un balance hídrico para cada uno de ellos, para luego integrar las necesidades de riego por superficie y por especie, en función del área cultivada y la eficiencia de riego atribuida al sistema utilizado en cada especie (AGRIMED, 2014) .
El balance hídrico se hace de acuerdo a datos históricos, suponiendo la fecha de siembra más corriente y para un suelo con propiedades hídricas definidas por el investigador (densidad, capacidad de campo y punto de marchitez permanente). Además, permite simular posibles efectos que se irían presentando sobre la economía del recurso hídrico de la cuenca, a su vez identificar cualquier variación del clima (ETo o precipitación), un cambio en el uso del suelo, aumento en la eficiencia de riego o cambio en la capacidad de regulación hidrológica de la cuenca (AGRIMED, 2014).
Para el cálculo de la demanda hídrica por parte de la superficie cultivada, se utilizó el método de Penman Monteith, mismo que será calculado por el software CROPWAT. Al ser un programa informático permite el cálculo de los requisitos de agua en los cultivos además los requisitos de riego basados en datos climáticos y del suelo. También permite la toma de decisiones en las pretensiones de riego y secano (FAO, 2009). Además, para elaborar el modelo que se utilizará para el rendimiento del maíz duro en el cantón Bolívar se utilizó el software matemático Microsoft Excel.
Materiales y métodos
Es necesario establecer qué balance hídrico se encuentra presente en el suelo en las diferentes épocas del año. Mediante el uso de herramientas de simulación nos permite tener conocimiento en qué periodo de tiempo es ideal para sembrar los cultivos y como se puede establecer un óptimo balance para aprovecharlo en época de déficit (Sánchez, Esquivel, López, Inzunza, & Catalán, 2014).
Para realizar el balance hídrico en el cantón Bolívar se consideran los periodos en la que existe alta demanda de agua y los que presentan mayor escasez del recurso, para así poder tomar las decisiones al momento de llevar a cabo la siembra y que cantidad de agua aplicar al cultivo en caso de presentarse un déficit sin causar estrés hídrico al cultivo, para esto los parámetros a definir son el uso del suelo, los cultivos y el clima (evapotranspiración de referencia). Para el cálculo de la demanda hídrica, por parte de la superficie cultivada, se utiliza el método de Penman Monteith (González, 2017) .
Un dato de tener en cuenta son las precipitaciones y el agua aportada por el riego como contribuciones externas, y como pérdidas, la suma del escurrimiento superficial y la percolación profunda. Para efectuar de manera más clara el modelo, estos dos últimos términos se integraron en el concepto de eficiencia de riego, el cual se asocia a un valor obtenido desde el conocimiento empírico (González, 2017). Al contar con datos climáticos y edáficos se procede a la elaboración de tablas dinámicas donde se van realizando análisis estadístico de regresión y correlación de las variables antes mencionadas, para así, encontrar que modelo es el que más se ajusta para el rendimiento del cultivo de maíz duro y dentro de este modelo que parámetros están ligados al mismo.
Lugar de estudio
Tabla 1. Datos climáticos multianuales.
Años | Humedad Relativa (%) | Temperatura máxima (°C) | Temperatura mínima (°C) | Temperatura media (°C) | Evaporación (mm) | Precipitación (mm) | Recorrido del viento (km/hora) | Heliofanía (Horas sol) |
2011 | 80.9 | 30.7 | 21.5 | 26 | 1739.5 | 527.9 | 498.5 | 1324.5 |
2012 | 82.9 | 30.4 | 22 | 26 | 1397.7 | 1638.9 | 547.7 | 1182.9 |
2013 | 83.8 | 29.9 | 21.7 | 25 | 1341.4 | 962.4 | 632.4 | 1026.8 |
2014 | 82 | 30.7 | 21.2 | 26 | 1269.6 | 777.3 | 555.3 | 925.2 |
2015 | 82.3 | 31.4 | 22.3 | 27 | 1323.7 | 992.7 | 519 | 1134.7 |
2016 | 80.3 | 31.2 | 22.1 | 26 | 1291.1 | 953.4 | 583.8 | 1118.5 |
2017 | 83.5 | 30.7 | 22.1 | 26 | 1207.7 | 1338.9 | 615.2 | 1079.5 |
2018 | 81.4 | 30.7 | 21.4 | 26 | 1256.3 | 782.6 | 570.2 | 1109.8 |
2019 | 84.3 | 30.6 | 21.3 | 26 | 1182.7 | 979.9 | 557.5 | 966.8 |
Media | 82.38 | 30.7 | 21.73 | 26 | 1334.41111 | 994.9 | 564.4 | 1096.5 |
Los datos recopilados (2011-2019) para la estimación del balance hídrico en el cantón Bolívar, corresponde a la estación meteorológica ubicada en la ESPAM- MFL- Calceta (cod. M1230), cuyas coordenadas son 0°49’23’’S y 80°10’1’’ O, con una altitud de 15 metros. (Duque-Sarango, et al. 2019).
Materiales
Se hará uso de una serie de datos climáticos multianuales (2011-2019) recopilados en la estación meteorológica M1230, al ser una estación ubicada estratégicamente por el Inamhi para cubrir dicha zona y así obtener datos relevantes como son temperatura, humedad relativa, precipitación, evaporación, tensión de vapor y velocidad del viento, siendo datos confiables para llevar la presente investigación, debido a que es una institución encargada de recopilar la información climatológica a nivel nacional por esto es más confiable en relación con datos que provienen de estaciones de uso particular.
Metodología para determinar el balance hídrico
Ecuación de balance de masa
El balance hídrico está basado en el principio de la conservación de la masa en un sistema cerrado, mismo que nos da a conocer que todo cambio en el agua almacenada en un cuerpo, en un volumen de suelo, durante un determinado periodo de tiempo. Matemáticamente es igual a la diferencia que existe entre la cantidad de agua introducida en el suelo y la cantidad que se extrae del mismo. Considerando un intervalo de tiempo que puede ser medio en meses y años (Ministerio de Medio Ambiente y Agua, 2016).
Donde:
Pe: |
precipitación efectiva. |
Ri: |
riego. |
Etr: |
evapotranspiración real. |
Es: |
Escurrimiento superficial. |
Px: |
Percolación profunda. |
δH: |
Cantidad de agua almacenada en el suelo. |
Tomando como punto de partida, que bajo condiciones de no déficit hídrico la evapotranspiración real Etr = Eto x kc y que durante el período de riego no haya cambios significativos en el contenido de agua del suelo, entonces:
Pariendo de valores Kc de acuerdo a sus etapas siendo:
Tabla 2. Coeficientes Kc del maíz duro.
Inicial | Desarrollo | Media | Final | |
Duración de etapas | 20 | 35 | 40 | 30 |
Kc | 0.3 | 1.2 | 0.6-0.35 |
Fuente: (Allen, Pereira, Raes, & Smith, 2006) .
Resultados
Tabla 3. Datos climáticos y edáficos.
Localidad | Años | Material | Textura de Suelo | Estructura | Densidad Aparente | Capacidad de Campo | Velocidad de Infiltración | Conductividad Hidráulica | Heliofanía | Precipitación | Ambiente | TMIN | TMAX | HR% | Ren qq/ha |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Calceta | 2011 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 114.62 | 79.72 | 25.9 | 22.06 | 30.92 | 83.6 | 107 |
Calceta | 2012 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 106.22 | 266.5 | 26.34 | 22.93 | 30.94 | 86.6 | 167 |
Calceta | 2013 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 71.1 | 154.22 | 25.56 | 22.54 | 30.04 | 84.5 | 143 |
Calceta | 2014 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 73.33 | 122.57 | 26.19 | 22.03 | 30.7 | 83.4 | 177 |
Calceta | 2015 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 108.42 | 136.35 | 26.55 | 22.55 | 31.79 | 83.9 | 145 |
Calceta | 2016 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 90.75 | 155.52 | 27.1 | 22.74 | 31.63 | 82.1 | 117 |
Calceta | 2017 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 111.07 | 187.78 | 26.74 | 22.67 | 31.61 | 83.9 | 169 |
Calceta | 2018 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 88.77 | 116.33 | 22.99 | 22.11 | 30.68 | 82.1 | 178 |
Calceta | 2019 | Trueno | 1 | 3 | 1.08 | 34 | 3 | 4.58 | 77.92 | 151.85 | 26.55 | 22.33 | 30.99 | 86.8 | 173 |
Calceta | 2011 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 114.62 | 79.72 | 25.9 | 22.06 | 30.92 | 83.6 | 109 |
Calceta | 2012 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 106.22 | 266.5 | 26.34 | 22.93 | 30.94 | 86.6 | 201 |
Calceta | 2013 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 71.1 | 154.22 | 25.56 | 22.54 | 30.04 | 84.5 | 178 |
Calceta | 2014 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 73.33 | 122.57 | 26.19 | 22.03 | 30.7 | 83.4 | 199 |
Calceta | 2015 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 108.42 | 136.35 | 26.55 | 22.55 | 31.79 | 83.9 | 180 |
Calceta | 2016 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 90.75 | 155.52 | 27.1 | 22.74 | 31.63 | 82.1 | 119 |
Calceta | 2017 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 111.07 | 187.78 | 26.74 | 22.67 | 31.61 | 83.9 | 203 |
Calceta | 2018 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 88.77 | 116.33 | 25.99 | 22.11 | 30.68 | 82.1 | 200 |
Calceta | 2019 | Triunfo | 4 | 2 | 1.22 | 32.9 | 2.4 | 5.46 | 77.92 | 151.85 | 26.55 | 22.33 | 30.99 | 86.8 | 200 |
Fuente: Elaboración propia.
Para determinar el modelo para el cálculo del rendimiento en el maíz duro del cantón Bolívar-Calceta, se recopilaron datos climatológicos y edáficos de la zona, donde las principales texturas de suelos que predominan son arcilloso 1 y franco arcilloso 4, presentando estructuras granular prismático 2 y granular 3.
Al existir presencia de suelos francos son favorables para el drenaje y la permeabilidad, permitiendo así que sea fácil realizar siembras, ya que las plantas brotan y crecen fácilmente. Además, los suelos francos tienen una característica especial de almacenar más agua que los otros suelos para posteriormente ser aprovechada por la planta. También se encuentran texturas de suelos arcillosos mismos que son ricos en nutrientes debido a que la CICE (capacidad de intercambio iónico) es más alta que en suelos que poseen menos cantidad de arcilla (Ayaviri, 1996).
De acuerdo a las variedades de maíz duro, que se encuentran en el cantón, existen dos híbridos que son triunfo y trueno, ambos presentan alto rendimiento, pero esto se ve limitado en ocasiones por la cantidad y disponibilidad del agua, así como también por el tiempo en el que se realice la siembra. Ambos híbridos tienen una estrecha relación en la producción de materia verde misma que beneficia al sector ganadero cuando es la época seca y el ganado bovino necesita alimento puede realizar uso del mismo por medio de ensilaje (Borbor, 2018).
Tabla 4. Cálculos estadísticos.
Estadísticos | Densidad Aparente | Capacidad de Campo | Velocidad de Infiltración | Conductividade Hidráulica | Heliofanía | Precipitación | Temperatura media | TMIN | TMAX | HR% | Ren qq/ha |
Media | 1.09 | 34.5 | 2.92 | 4.5 | 93.6 | 152.3 | 26.2 | 22.4 | 31.0 | 84.1 | 164 |
Mediana | 1.12 | 33.5 | 2.70 | 4.8 | 90.8 | 151.9 | 26.3 | 22.5 | 30.9 | 83.9 | 173 |
Moda | 1.22 | 32.9 | 3.00 | 5.5 | 114.6 | 79.7 | 26.6 | 22.1 | 30.9 | 83.9 | 178 |
Varianza de la muestra | 0.011 | 25.779 | 1.047 | 1.203 | 272.985 | 2589.964 | 0.826 | 0.099 | 0.295 | 2.649 | 1033.952 |
Desviación estándar | 0.107 | 5.077 | 1.023 | 1.097 | 16.522 | 50.892 | 0.909 | 0.314 | 0.543 | 1.628 | 32.155 |
Error típico | 0.015 | 0.691 | 0.139 | 0.149 | 3.894 | 11.995 | 0.214 | 0.074 | 0.128 | 0.384 | 4.4 |
Coeficiente de variación (%) | 9.79 | 14.72 | 35.09 | 24.34 | 17.66 | 33.41 | 3.48 | 1.40 | 1.75 | 1.94 | 19.66 |
Variación relativa (%) | 1.3 | 2.0 | 4.8 | 3.3 | 4.2 | 7.9 | 0.8 | 0.3 | 0.4 | 0.5 | 2.7 |
Precisión (%) | 98.7 | 98.0 | 95.2 | 96.7 | 95.8 | 92.1 | 99.2 | 99.7 | 99.6 | 99.5 | 97.3 |
Curtosis | -1.25 | -1.38 | 0.33 | 0.88 | -1.71 | 1.43 | 9.01 | -1.38 | -0.59 | -0.64 | -1.04 |
Coeficiente de asimetría | -0.42 | 0.30 | 1.23 | -1.52 | -0.11 | 1.08 | -2.64 | -0.01 | -0.19 | 0.58 | -0.62 |
Rango | 0.3 | 14 | 3.1 | 3.29 | 43.52 | 186.78 | 4.11 | 0.9 | 1.75 | 4.7 | 98 |
Mínimo | 0.92 | 28 | 1.9 | 2.17 | 71.1 | 79.72 | 22.99 | 22.03 | 30.04 | 82.1 | 105 |
Máximo | 1.22 | 42 | 5 | 5.46 | 114.62 | 266.5 | 27.1 | 22.93 | 31.79 | 86.8 | 203 |
Suma | 59.04 | 1862.1 | 157.5 | 243.27 | 1684.4 | 2741.68 | 470.84 | 403.92 | 558.6 | 1513.8 | 8830 |
n | 54 | 54 | 54 | 54 | 18 | 18 | 18 | 18 | 18 | 18 | 54 |
Intervalo de confianza (95%) | 0.029 | 1.354 | 0.273 | 0.292 | 7.633 | 23.511 | 0.420 | 0.145 | 0.251 | 0.752 | 9 |
Limité inferior de µ | 1.065 | 33.129 | 2.644 | 4.213 | 85.945 | 128.805 | 25.738 | 22.295 | 30.782 | 83.348 | 155 |
Limité superior de µ | 1.122 | 35.838 | 3.190 | 4.797 | 101.211 | 175.826 | 26.578 | 22.585 | 31.284 | 84.852 | 172 |
Fuente: Elaboración propia
De acuerdo a los datos estadísticos obtenidos, se presenta una muestra de 164 con un error de ±4.4 pero al proyectarse el rendimiento se estima en 164 µ donde se puede presentar variaciones entre 155 y 172. También se procede a comparar si existe tendencia de normalidad en la moda, media y mediana de los diferentes parámetros, donde la densidad aparente, capacidad de campo, velocidad de infiltración, conductividad hidráulica, heliofanía, temperatura, humedad relativa y rendimiento tienden a ser normal, mientras en la precipitación presenta gran variación.
En cuanto los datos de curtosis muestran que tan apuntada o aplanada se halla una distribución en relación con un comportamiento normal (distribución normal), donde los datos que se encuentren estrechamente concentrado hacia la media son considerados como una distribución leptocúrtica(cu>0), en el caso de estar muy dispersos estos datos son considerados como distribución platicúrtica (cu<0) y una curtosis es considerada mesocurtica cuando el comportamiento normal requiere que sea igual a cero (SECME, 2015) ; por lo tanto, los resultados obtenidos de humedad relativa, temperatura, heliofanía, densidad aparente, capacidad de campo se encuentran en una distribución platicúrtico, mientras que la precipitación y velocidad de infiltración tienden a presentar una distribución ligeramente leptocútica.
Otro parámetro que se toma en consideración es el coeficiente de asimetría que permite medir el grado de asimetría con relación a la moda, donde el signo determina la dirección del sesgado que tiene; es decir, cuando su signo es positivo se encuentra sesgada hacia la derecha y sesgado hacia la izquierda significa que su signo es negativo. Entonces, dentro del análisis estadístico, los valores de capacidad de campo, velocidad de infiltración, precipitación y humedad relativa se encuentran sesgado hacia la derecha, mientras que los restantes se encuentran sesgado hacia la izquierda.
Análisis de Correlaciones
Tabla 5. Análisis de correlación con respecto al rendimiento.
Variables | Densidad Aparente | Capacidad de Campo | Velocidad de Infiltración | Conductividad Hidráulica | Heliofanía | Precipitación | Temperatura media | TMIN | TMAX | HR% | Ren qq/ha |
Densidad Aparente | 1 | ||||||||||
Capacidad de Campo | -0.0414 | 1 | |||||||||
Velocidad de Infiltración | 0.2009 | -0.8071 | 1 | ||||||||
Conductividad Hidráulica | -0.0211 | -0.7195 | 0.4929 | 1 | |||||||
Heliofanía | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 1 | ||||||
Precipitación | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.1441 | 1 | |||||
Temperatura media | 0.1887 | -0.1887 | -0.1887 | 0.1887 | 0.1949 | 0.2916 | 1 | ||||
TMIN | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.2804 | 0.8479 | 0.4455 | 1 | |||
TMAX | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.6230 | 0.1218 | 0.5629 | 0.380 | 1 | ||
HR% | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | 0.0000 | -0.0315 | 0.5734 | 0.2097 | 0.331 | -0.161 | 1 | |
Ren qq/ha | -0.0950 | -0.0233 | -0.1153 | 0.1545 | -0.2800 | 0.3723 | -0.1029 | 0.014 | -0.167 | 0.3431 | 1 |
Fuente: Elaboración propia
El análisis estadístico de correlación se utiliza para determinar si dos variables observadas tienen relación entre sí o no, donde se presentan valores positivos y negativos, en cual el signo establece el tipo de correlación que se presenta entre dos variables. Al presentarse el signo positivo indica que la relación existente entre las dos variables es positiva; esto quiere decir, que cuando la magnitud de una incrementa la otra también, mientras que con signo negativo pasa lo contrario ya que mientras una incrementa la otra disminuye (Alquicira, 2017). Es necesario tener en cuenta el valor de Pearson permisible, mismo que tiene como objetivo indicar cuán asociadas se encuentran las variables entre sí, de acuerdo a los resultados el valor crítico analizar es 0.273 que hace referencia al 5%, donde se buscan todos los valores que se encuentren por encima de dicho valor para así buscar el modelo que se empleara para el rendimiento, donde sobresalen la precipitación y humedad relativa; esto quiere decir, que entre más destaque estos valores se produce mayor rendimiento.
Tabla 7. Variables relacionadas en el modelo del rendimiento.
HR% (X1) | Precipitación (X2) | Ren (Y) |
---|---|---|
83.6 | 79.72 | 109 |
86.6 | 266.5 | 201 |
84.5 | 154.22 | 178 |
83.4 | 122.57 | 199 |
83.9 | 136.35 | 180 |
82.1 | 155.52 | 119 |
83.9 | 187.78 | 203 |
82.1 | 116.33 | 200 |
86.8 | 151.85 | 200 |
83.6 | 79.72 | 107 |
86.6 | 266.5 | 167 |
84.5 | 154.22 | 143 |
83.4 | 122.57 | 177 |
83.9 | 136.35 | 145 |
82.1 | 155.52 | 117 |
83.9 | 187.78 | 169 |
82.1 | 116.33 | 178 |
86.8 | 151.85 | 173 |
Fuente: Elaboración propia
El modelo lineal contribuye de manera muy baja presentando un valor R2 de 0.14, mientras que el modelo cuadrático o polinómica se ajusta para lograr la optimización teniendo un valor de R2 de 0.20, esta relación es la que se espera en datos cuantitativos.
Análisis de Regresión
Tabla 8. Análisis de regresión para elaborar el modelo de rendimiento.
Coeficientes | Error típico | Estadístico t | Probabilidad | Inferior 95% | Superior 95% | Inferior 95,0% | Superior 95,0% | |
Intercepción | -194.52 | 481.19 | -0.40 | 0.69 | -1220.15 | 831.12 | -1220.15 | 831.12 |
HR% (X1) | 3.96 | 5.91 | 0.67 | 0.51 | -8.64 | 16.56 | -8.64 | 16.56 |
Precipitación (X2) | 0.17 | 0.19 | 0.91 | 0.38 | -0.23 | 0.57 | -0.23 | 0.57 |
Fuente: Elaboración propia
Una vez que se obtiene los datos estadísticos de regresión se procede a evaluar los resultados obtenidos para conocer el modelo que se empleara para el rendimiento, donde se parte de los datos conseguidos de la intercepción, humedad relativa y la precipitación considerando el valor de sus coeficientes, dando como resultado el siguiente modelo:
Al ser negativo el primer dato no afecta a la ecuación, ya que no tiene un valor biológico el dato, solamente es un dato independiente del intercepto cuando se realiza un análisis de regresión lineal.
Tabla 9. Datos pronosticados en relación del rendimiento.
Pronóstico | 15 | 19 | 16 | 15 | 16 | 15 | 17 | 15 | 17 | 15 | 19 | 16 | 15 | 16 | 15 | 17 | 15 | 175 |
Ren (Y) | 0 | 4 | 7 | 7 | 1 | 7 | 0 | 1 | 5 | 0 | 4 | 7 | 7 | 1 | 7 | 0 | 11 | 5 |
Fuente: Elaboración propia

Fuente: Elaboración propia.
Ilustración 2. Curva de regresión ajustada entre el rendimiento y lo que se pronostica.
Con los valores pronosticados, se pretende observar si el modelo empleado presenta relación con dicho factor.
El gráfico representa que el percentil de menor valor es de 2.777, representando así, el 2.777% del rendimiento del Zea mays con un valor de 107, encontrándose de esta manera debajo del 97.222% que representa un valor de rendimiento de 203 o menos. En el análisis estadístico para la obtención de percentil se procede a ordenar los datos de forma ascendente, entonces, se tiene un número de muestra de 18 datos donde se pretende calcular el percentil, para esto se le resta 0.5 a la posición que ocupe dicho percentil para luego dividirlo para el número de muestras y posteriormente multiplicarlo por 100; así obtenemos que el percentil 25 ocupa el puesto 5 y se le resta 0.5, dando un valor de 25, es decir que el 25% del rendimiento en el maíz tienen un valor de 143 o menos. En el caso de tener un percentil 75 (P75), quiere decir, que el 75% del rendimiento del maíz presenta un valor de 199 o menor.
Modelo para el cálculo del REN. REN=-195+3.96 HR +0.17 PP
Tabla 10. Cálculo del modelo.
HR% (X1) | Precipitación (X2) | Ren (Y) observado | Ren (Y) Predicción | Residuo | REN |
---|---|---|---|---|---|
83.6 | 79.72 | 109 | 150 | -41 | 150 |
86.6 | 266.5 | 201 | 194 | 7 | 193 |
84.5 | 154.22 | 178 | 167 | 11 | 166 |
83.4 | 122.57 | 199 | 157 | 42 | 156 |
83.9 | 136.35 | 180 | 161 | 19 | 160 |
82.1 | 155.52 | 119 | 157 | -38 | 157 |
83.9 | 187.78 | 203 | 170 | 33 | 169 |
82.1 | 116.33 | 200 | 151 | 49 | 150 |
86.8 | 151.85 | 200 | 175 | 25 | 175 |
83.6 | 79.72 | 107 | 150 | -43 | 150 |
86.6 | 266.5 | 167 | 194 | -27 | 193 |
84.5 | 154.22 | 143 | 167 | -24 | 166 |
83.4 | 122.57 | 177 | 157 | 20 | 156 |
83.9 | 136.35 | 145 | 161 | -16 | 160 |
82.1 | 155.52 | 117 | 157 | -40 | 157 |
83.9 | 187.78 | 169 | 170 | -1 | 169 |
82.1 | 116.33 | 178 | 151 | 27 | 150 |
86.8 | 151.85 | 173 | 175 | -2 | 175 |
Fuente: Elaboración propia.
Una vez realizado los cálculos del rendimiento, aplicando el modelo que más se ajustó para llevar a cabo la investigación del rendimiento, se compara si tienen relación con los valores del Ren (Y) Predicción para evaluar si el modelo empleado es el correcto, evidenciando así que el modelo tiene un completo funcionamiento presentando valores similares a los que se pronostican.
Tabla 11. Balance hídrico multianual.
Balance Hídrico | enero | febrero | marzo | abril | mayo | junio | julio | agosto | septiembre | octubre | noviembre | diciembre |
2011 | 42.48 | 26.98 | -16.36 | 115.7 | -34.90 | -19.42 | -22.54 | -32.32 | -41.92 | -36.94 | -41.56 | -20.74 |
2012 | 229.64 | 331.50 | 255.58 | 64.52 | 84.42 | 24.10 | -20.44 | -31.72 | -40.00 | -36.04 | -34.12 | -17.08 |
2013 | 170.60 | 83.88 | 246.02 | 38.54 | -14.56 | -20.20 | -23.62 | -30.88 | -42.16 | -29.50 | -34.30 | -25.90 |
2014 | 131.24 | 116.04 | 70.58 | 3.14 | 20.84 | -11.80 | -28.90 | -32.80 | -32.92 | -27.52 | -33.16 | -14.20 |
2015 | 45.70 | 6.52 | 19.28 | 15.24 | 21.70 | 39.80 | 38.20 | 61.28 | 62.24 | 59.28 | 61.32 | 28.32 |
2016 | 160.84 | 262.60 | 41.88 | 80.88 | -34.18 | -29.26 | -25.66 | -38.62 | -25.78 | -38.20 | -45.28 | -33.76 |
2017 | 246.30 | 239.46 | 61.22 | 33.54 | 26.70 | -7.90 | -22.96 | -26.08 | -32.32 | -22.30 | -31.00 | -11.56 |
2018 | 8.20 | 250.16 | 78.68 | -5.98 | -10.30 | -22.48 | -24.40 | -35.50 | -37.90 | -36.88 | -33.70 | 13.94 |
2019 | 120.32 | 194.22 | 112.86 | 8.78 | 34.14 | 4.34 | -12.94 | -35.08 | -38.56 | -26.68 | -28.84 | -34.60 |
Fuente: Elaboración propia.
Partiendo de las variables climáticas y edáficas como son precipitación efectiva, evapotranspiración real, escurrimiento superficial, percolación profunda y la cantidad de agua almacenada en el suelo se elabora el modelo de balance hídrico que tiene como punto de arranque la ecuación de balance de masa, donde una vez que se obtiene dichas variables se procede a realizar el procesamiento de datos climatológicos y edáficos, logrando así realizar el cálculo en la ecuación para obtener el balance hídrico multianual.
Como referencia se tomó la época de lluvia, donde es usual que se realicen las siembras. Aunque el maíz puede presentar cierta resistencia a las dificultades climáticas durante el periodo vegetativo y de maduración; esto no quiere decir que su rendimiento no se vea afectado a lo largo del proceso de cosecha, como es el caso que se presenta en el periodo de floración, donde al existir déficit hídrico provoca que exista una disminución de los números de granos por mazorca afectando al rendimiento del cultivo (Rivetti, 2006).
Por lo general, las siembras se proyectan para los meses donde existe mayor disponibilidad de agua, pero en ciertos casos no se produce esta condición como pasó en el año 2013, 2015, 2016, donde en la época de lluvia comenzó a mostrar valores bajos de balance en sus últimos meses del periodo lluvioso en relación con el de otros años; dicha condición se debe a la cantidad de precipitación que se aportaba era en ocasiones menor a la que salía, dándonos así déficit hídrico en meses donde la siembra se vería afectada en su proceso, disminuyendo su rendimiento viéndose en la Tabla 12. Entonces se dice que al ser mayor la precipitación sobre la evapotranspiración existe un alto excedente de agua, en el caso de ser lo contrario que la evapotranspiración sea mayor a la precipitación, causa que se generen déficit hídrico teniendo así que integrar tecnología de riego.
Tabla 12. Rendimiento multianual.
Años | Rendimiento quintales/ha | Rendimiento calculado |
2011 | 108.00 | 150 |
2012 | 184 | 193 |
2013 | 160.50 | 166 |
2014 | 188 | 156 |
2015 | 162.50 | 160 |
2016 | 118 | 157 |
2017 | 186.00 | 169 |
2018 | 189 | 150 |
2019 | 186.50 | 175 |
Fuente: Elaboración propia.
Los valores que se observan indican cómo se va comportando el balance hídrico del cultivo de maíz duro en el paso de los años y en cada uno de sus meses, donde los datos con los valores más altos se deben a la cantidad de agua que aporta y asimilada por el suelo, y los más bajos son los periodos de déficit o sequía.
Respecto a los rendimientos obtenidos por datos multianuales y el rendimiento calculado por medio de un modelo estadístico, se elaboró a partir de las variables de humedad relativa y precipitación que eran la que más concordancia presentaban entre sí de acuerdo al grado de libertad que se le dio, dando como resultado, valores calculados que se aproximan al rendimiento de la localidad.
Conclusiones
Se generó un modelo de rendimiento para la evaluación y la relación que lleva con el balance hídrico respecto a los parámetros climatológicos y edáficos, sustentados en análisis estadísticos para poder detectar y describir que variables son las que tienen más aproximación al parámetro que se quiere tener. Permite a su vez explicar el por qué las variables seleccionas, a partir de un análisis de correlación y de regresión.
Los resultados del balance hídrico determinan que su evaluación está ligada con las variables climatológicas, y a su vez, tienen relación con el rendimiento del cultivo. Además, el balance guarda una estrecha relación con la disponibilidad del agua, misma que beneficia al aprovechamiento del cultivo en el proceso de siembra y cosecha.
En general, realizar modelaciones mediante herramientas son muy útil, ya que permite equiparar como ha ido progresando el sector de la agricultura en su interacción con los diferentes escenarios climáticas que en la actualidad se presentan y la importancia que posee tener un apropiado manejo de los recursos.