La aceptación social es análoga a la aceptación personal, es interpretar la sociedad a través de cualidades de otras personas como categoría generalizada (Keyes, 1998), es sentirse cómodo con aquellas personas a quienes se acepta socialmente. Respecto a ella, Blanco y Díaz (2005) indican que es imprescindible pertenecer y sentirse parte de un grupo y, a su vez, es necesario que esta pertenencia goce de cualidades tales como confianza, aceptación de aspectos positivos y negativos, así como de actitudes positivas hacia los otros. Wentzel y Erdley (1993) indicaron que la aceptación social está más relacionada con las disposiciones prosociales y el atractivo personal que con la compatibilidad con los valores de la red de pares.
La población de estudiantes con Alto Rendimiento Académico (ARA) representa un grupo poco atendido e investigado dentro de las escuelas mexicanas, porque frecuentemente tanto profesores como investigadores dan por sentado que estos alumnos tienen pocos problemas o necesidades de instrucción a juzgar por sus altas calificaciones (Blanco, 2001; Soto, s.f.).
Para fines de este trabajo, resulta importante delimitar el concepto de estudiante con ARA, debido a que en la literatura como muchas veces también en la práctica, algunos profesores tienden a confundir los conceptos al referirse a estos estudiantes: sobresalientes, alto rendimiento, talentosos y dotados, así como a usar los términos de manera indistinta, pese a que estas etiquetas designan a alumnos cualitativamente diferentes y, por ende, con necesidades instruccionales distintas (Sánchez, y Ramírez, 2013).
Este estudio no trata sobre los alumnos con dotación cognitiva (con alto coeficiente intelectual heredado), tampoco a los alumnos con talentos deportivos o artísticos, si no que se enfoca en los alumnos que sobresalen por su esfuerzo, dedicación, con inteligencia típicamente normal y reconocidos por los maestros como buenos estudiantes. Los alumnos con ARA, comúnmente se identifican por su ubicación por encima del percentil 90 o 95 en la distribución de calificaciones y, por lo general, son los primeros lugares cuando se clasifica a los alumnos en el aula de acuerdo con su rendimiento escolar. Estudios previos en México reportan que tanto los maestros como los alumnos atribuyen esta condición al esfuerzo y compromiso con las tareas escolares (Camelo, 2018).
Investigar el alto rendimiento en México es importante, no solo por la relativa escasez de estudios a este respecto, sino porque como Farkas, Duffett y Loveless (2014) afirman, que la escuela deja de lado la atención de estos alumnos por la prioridad de los profesores para atender a los alumnos con bajo rendimiento. En este sentido, Shayshon, Gal, Tesler y Ko (2014) reportaron que los maestros solo hacen modificaciones menores para atender las necesidades de aprendizaje de los estudiantes con ARA para evitar problemas en su alta motivación y la presencia de trastornos emocionales en algunos de ellos (Gerson, y Carracedo, 2007). Además, pocos maestros en México reportan haber recibido entrenamiento específico para trabajar con estudiantes de alto rendimiento (Sánchez, y Ramírez, 2013).
Las variables asociadas a la aceptación y el rechazo de los pares han sido objeto de investigación en los últimos años (Gallagher, 2015). Sin embargo, los resultados de los estudios acerca de la relación entre el rendimiento académico y la popularidad en los estudiantes son mixtos (Meijs, Cillessen, Scholte, Segers, y Spijkerman, 2010). Por ejemplo, Senior y Anderson (1993) mencionaron que es posible que otros estudiantes estén celosos de sus compañeros sobresalientes en un contexto donde ellos no son la norma, y que, como resultado de estos celos, pueden ser estereotipados como nerds, frecuentemente los menos queridos entre los adolescentes. No obstante, por otra parte, Händel, Vialle y Ziegler (2013) reportaron que los estudiantes de alto rendimiento en ciencias y matemáticas son considerados por sus pares como más inteligentes, conscientes y menos sociables que los escolares de alto rendimiento en idiomas o deportes.
Fuller-Rowell y Doan (2010) en su estudio acerca de la asociación entre el rendimiento académico y aceptación social, encontraron que el costo social del éxito académico difiere en función del grupo étnico de los estudiantes, siendo los escolares afroamericanos, nativo-americanos y mexicanos quienes experimentan mayores costos sociales del alto rendimiento académico. Händel y colaboradores (2013) también sugieren que el alto rendimiento académico puede incitar reacciones negativas en el grupo de pares.
Otros autores como Manaster, Chan, Watt y Wiehe (1994), por el contrario, han afirmado que los alumnos con ARA son respetados y escuchados por sus compañeros. También Gallagher (2015) observó que los niños altamente dotados eran populares entre sus compañeros, tenían amistades a lo largo de todo el rango intelectual en su aula, y los niños de todos los niveles de habilidad intelectual los valoraban como amigos.
En México, es poca la evidencia en uno u otro sentido y no existen estudios que exploren esta percepción en diferentes regiones del país, con valores culturales distintos. Estudiar la aceptación social de los alumnos con ARA es importante, bajo el supuesto de que las relaciones con los compañeros del salón de clases se vinculan con indicadores del compromiso escolar, lo cual sugiere que los compañeros juegan un papel crítico en el mantenimiento de la motivación al estudio, el bienestar emocional y la adaptación de un alumno con ARA al ambiente social de la escuela (Ladd, Herald-Brown, y Kochel, 2009). En este sentido, la literatura sajona documenta una aceptación social pobre de los alumnos con ARA, sobre todo, cuando se analizan los usos de estereotipos y etiquetas como la de nerd. Rentzsch, Shütz, y Schröder-Abé (2011) investigaron cómo estos prejuicios afectan a los estudiantes con ARA, reduciendo su aceptación social por los pares (p. 160). ¿Es este el caso en México? ¿Existen diferencias regionales/ culturales?
Este estudio se dirige a describir la aceptación social de alumnos con ARA en el norte y sur de México y se guía por las siguientes preguntas de investigación:
¿Cuál es la aceptación social de los pares con respecto al alumno con ARA en Sonora y Yucatán?
¿Existen diferencias por región y sexo en la aceptación social del alumno con ARA?
Método
Los participantes fueron estudiantes de bachillerato de los estados de Sonora, en el noroeste, y Yucatán, en el sureste de México, específicamente de las ciudades de Ciudad Obregón y Mérida. En Sonora se recolectaron datos de 248 alumnos (49.6%) y en Mérida, de 252 (50.4%). La tabla 1 describe a los estudiantes de la muestra por grado.
Yucatán | Sonora | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Hombres | Mujeres | Hombres | Mujeres | Total | % | |
Primero | 68 | 17 | 61 | 62 | 214 | 43 |
Segundo | 31 | 52 | 40 | 33 | 156 | 31 |
Tercero | 65 | 19 | 18 | 28 | 130 | 26 |
Total | 164 | 88 | 125 | 123 | 500 | |
% | 65 | 35 | 50 | 50 | 100 |
Puede observarse una muestra equiparable entre ambos estados, con menos participantes a medida que se avanza de grado. Mientras que en el norte se tomaron muestras equivalentes por género, en el sureste se recogieron datos de más varones (65%). Asimismo, el rango de edad de los participantes es el esperado, entre 14 y 19 años (M = 16.45, DE = 1.04). El 57% de los participantes fueron varones.
El promedio escolar general de la muestra fue de 83.35 con una desviación estándar de 7.90 bajo la misma escala estandarizada de 0 a 100. De manera específica, los estudiantes de Sonora (M = 84.13, DE = 8.81) obtuvieron un promedio de calificaciones más alto que los estudiantes de Yucatán (M = 83.10, DE = 7.75); no obstante, estas diferencias fueron no significativas (t= 1.39, p= .164), y sin relevancia práctica para el estudio, ya que cada estado tiene criterios diferentes para asignar calificaciones.
Con el objetivo de analizar diferencias en la percepción del alumno con ARA en relación con el sexo, se diseñaron y administraron dos versiones del instrumento con exactamente los mismos reactivos, pero con sus respectivas flexiones en masculino y femenino. La tabla 2 muestra la relación de los participantes por sexo y el sexo predeterminado por los investigadores del alumno con ARA.
Estado | |||||
---|---|---|---|---|---|
Sexo del alumno con ARA en mente |
Sexo del respondiente |
Yucatán | Sonora | Total | % |
Hombre | Hombre | 88 | 59 | 147 | 59 |
Mujer | 39 | 65 | 104 | 41 | |
Total | 127 | 124 | 251 | 100 | |
Mujer | Hombre | 76 | 66 | 142 | 57 |
Mujer | 49 | 48 | 107 | 43 | |
Total | 125 | 124 | 249 | 100 |
Puede observarse que aproximadamente la mitad de los participantes opinó sobre un varón y la otra mitad sobre una alumna con ARA.
Para explorar las diferencias entre alumnos con ARA y regulares, la muestra se dividió en dos grupos con base en dos criterios: 1) que estuvieran ubicados por encima del percentil 95 de la distribución de las calificaciones de cada región, y 2) que hayan sido identificados como buenos estudiantes por los maestros durante la administración de la batería, ya que se pidió a los profesores, señalar con un marcador, los cuestionarios de los tres alumnos y tres alumnas más estudiosos de cada salón de clase. Teniendo en consideración estos requisitos de selección, el grupo de ARA fue conformado solamente por los estudiantes que cumplían ambos criterios. En total, 22 alumnos (4.4%), 10 hombres y 12 mujeres constituyeron el grupo ARA.
Instrumentos
Para medir la aceptación social, se utilizó la escala de Aceptación Social elaborada por Camelo (2018), la cual mide el nivel de apreciación por el grupo de pares del estudiante con alto rendimiento académico en tres dimensiones: aceptación en actividades académicas, sociales y de amistad.
El instrumento se compone de 12 ítems con un formato de respuesta Likert en forma gráfica o pictograma con valores desde 1 (el cuadro más pequeño) hasta 7 (el cuadro más grande), donde un mayor tamaño de los cuadros indica mayor acuerdo con la afirmación. La calificación tiene un rango de 12 a 84 y la confiabilidad medida por el Alfa de Cronbach fue de .91. La tabla 3 presenta la tabla de especificaciones que sustentó teóricamente el desarrollo del instrumento.
Dimensión | Definición | Ítems |
---|---|---|
Actividades escolares | Estrategias realizadas
dentro del aula para el logro del aprendizaje, tales como: trabajo colaborativo, preguntas, investigaciones, exámenes. |
La invitarías
a tu equipo de tareas. Le preguntarías dudas de la clase. Harías una investigación con ella. Estudiarías con ella para los exámenes. |
Actividades sociales | Actividades en el contexto
donde se desarrolla el adolescente o donde pasa el tiempo (cine, medios electrónicos de interacción, ser invitado a fiestas, salir, etc.) (McNeely, y Blanchard, 2009). |
Irías al cine
con él. La invitarías a tu cumpleaños. Sería tu amiga en Facebook. Irías a una fiesta con ella. |
Amistad | Se compone de interacciones afectivas (apoyo, vinculación, ayuda, etc.) en un contexto donde predomina la confianza, la ayuda mutua y el afecto (Mietzel, 2005). |
Sería tu mejor amiga. Le confiarías un secreto. Le pedirías ayuda para un problema. Le presentarías a tu familia |
Los datos recabados en los instrumentos se capturaron en una base de datos en el programa IBM SPSS versión 23.
Resultados
De manera general, los estudiantes reportaron una media de 66.86 (DE= 15.20) en aceptación social de los alumnos con ARA, considerando que los puntajes en la escala total iban de 12 a 84, lo anterior refleja una aceptación social alta de los alumnos con ARA por parte de sus compañeros. En las dimensiones de Aceptación social, la media más alta se presentó en Actividades escolares (24.68), seguido de las Actividades sociales (21.97) y finalmente Amistad (20.20), dado que los puntajes de cada dimensión iban de 4 a 28, lo anterior podría indicar que existe una aceptación social hacia los alumnos con ARA; no obstante, ésta es mayor en las actividades escolares y en menor grado en amistad de alumnos con ARA.
N | Min | Max | M | DE | |
---|---|---|---|---|---|
Aceptación social | 500 | 12.00 | 84.00 | 66.86 | 15.20 |
Actividades escolares | 500 | 4.00 | 28.00 | 24.68 | 4.50 |
Actividades sociales | 500 | 4.00 | 28.00 | 21.97 | 6.07 |
Amistad | 500 | 4.00 | 28.00 | 20.20 | 6.24 |
Respecto a las comparaciones de grupo, se realizó el análisis por región o estado confrontando los resultados y se observó diferencia significativa en la dimensión de actividades sociales, donde los estudiantes del estado de Sonora obtuvieron puntajes más elevados (t = -3.262, p = .001) en aceptación social de los alumnos con ARA que los alumnos de Yucatán, y la magnitud de la diferencia fue moderada (d= .29).
Escala | Yucatán | Sonora | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
n | M | DE | N | M | DE | gl | t | p | d Cohen | |
Aceptación social | 252 | 65.73 | 15.83 | 248 | 68.00 | 14.47 | 498 | -1.672 | .095 | 0.149 |
Actividades escolares | 252 | 24.83 | 4.65 | 248 | 24.53 | 4.35 | 498 | 0.756 | .450 | 0.066 |
Actividades sociales | 252 | 21.10 | 6.47 | 248 | 22.86 | 5.51 | 487.9 | -3.262 | .001 | 0.292 |
Amistad | 252 | 19.79 | 6.37 | 248 | 20.61 | 6.09 | 498 | -1.469 | .143 | 0.131 |
En el análisis por sexo de los participantes, se encontró que las mujeres reportaron una aceptación social mayor de los alumnos con ARA que los hombres; no obstante, esta diferencia fue significativa en la dimensión de actividades sociales (t = -2.08, p = .03), el valor del tamaño del efecto indicó la existencia de una diferencia pequeña (d= .18, respectivamente).
Escala | Hombres | Mujeres | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
n | M | DE | n | M | DE | gl | t | p | d Cohen | |
Aceptación social | 289 | 65.91 | 15.09 | 211 | 68.16 | 15.29 | 498 | -1.633 | .103 | 0.148 |
Actividades escolares | 289 | 24.47 | 4.71 | 211 | 24.97 | 4.20 | 498 | -1.210 | .227 | 0.112 |
Actividades sociales | 289 | 21.49 | 6.10 | 211 | 22.63 | 5.98 | 498 | -2.088 | .037 | 0.188 |
Amistad | 289 | 19.94 | 6.08 | 211 | 20.54 | 6.44 | 498 | -1.070 | .285 | 0.095 |
Finalmente, se analizó la aceptación social en función del sexo del estudiante con ARA, donde se encontraron medias más elevadas en aceptación hacia las alumnas con ARA que en los hombres con ARA, con excepción de las actividades escolares, es decir que, las mujeres con ARA son más aceptadas en general, también en actividades de tipo social y de amistad que los hombres. Sin embargo, las diferencias respecto al sexo del alumno con ARA no fueron significativas.
Escala | Hombre ARA | Mujer ARA | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
n | M | DE | n | M | DE | gl | t | p | d Cohen | |
Aceptación social | 251 | 66.45 | 14.88 | 249 | 67.27 | 15.54 | 498 | -0.599 | .550 | 0.053 |
Actividades escolares | 251 | 24.88 | 4.29 | 249 | 24.48 | 4.71 | 498 | 0.988 | .324 | 0.088 |
Actividades sociales | 251 | 21.65 | 6.02 | 249 | 22.30 | 6.11 | 498 | -1.200 | .231 | 0.107 |
Amistad | 251 | 19.92 | 6.28 | 249 | 20.48 | 6.20 | 498 | -1.006 | .315 | 0.089 |
En resumen, la aceptación social del alumno con ARA fue positiva, y no se sustenta la noción de la literatura que describe la posibilidad de discriminación, bullying o rechazo hacia los alumnos con ARA (Quatman, Sokolik, y Smith, 2000; Rentzsch et al., 2011).
Discusión
Los resultados de la presente investigación indican que los estudiantes poseen una percepción social positiva respecto a los alumnos con ARA, lo que coincide con lo reportado por Manaster et al. (1994), asimismo estos hallazgos no evidenciaron el costo social del alto rendimiento académico o rechazo a estos alumnos por parte de sus pares señalado en investigaciones previas (Händel et al., 2013; Senior y Anderson, 1993). Respecto a las dimensiones de aceptación social, el puntaje más elevado se obtuvo en actividades escolares, seguido de las actividades sociales, y finalmente en amistad.
En las comparaciones de grupos según el sexo de los participantes, los resultados mostraron que las mujeres reportaron mayor promedio de calificaciones y una aceptación social mayor respecto a los alumnos con ARA que los hombres. En la comparación por estado se observó que los alumnos de Sonora presentaron un promedio de calificaciones más elevado y una aceptación social mayor de los estudiantes ARA que los alumnos de Yucatán. Finalmente, no se observaron diferencias significativas en la aceptación social según el sexo del estudiante ARA. Investigaciones previas como la desarrollada por Mendes, Major, McCoy y Blascovich (2008) han señalado que la aceptación social puede conducir a sentimientos positivos y respuestas benignas, mientras que el rechazo social puede conducir a emociones negativas internas y respuestas malignas, por consiguiente, se sugiere continuar el estudio de posibles consecuencias de la aceptación o rechazo social, en función de la población de estudiantes con ARA.
Por otra parte, el alto rendimiento académico se asocia a factores de protección social y de salud e incrementa las probabilidades de permanencia en la escuela y el acceso a niveles más altos de educación. Un alumno de alto rendimiento académico muestra disciplina y esfuerzo, valores indispensables para el éxito en la vida. Entonces, surge la pregunta, ¿debe la investigación educativa en México obviar el estudio de los alumnos con ARA?
Aún quedan caminos de indagación importantes tales como la percepción de los profesores, las expectativas de los padres y, sobre todo, la identificación de políticas y acciones en la escuela que ayuden a incrementar el número de alumnos esforzados y dedicados a la escuela. Quizás, esta población deba estudiarse de otra forma o más intencionada, proactiva y positivamente, visualizando a este grupo de estudiantes como recursos potenciales de la nación, y elementos valiosos del sistema educativo que deben ser impulsados a los posgrados y a carreras del tronco de ciencias y tecnologías. Esta discusión se alinea a las diferentes voces que abogan porque los alumnos con altas capacidades y con ARA sean sujetos de políticas educativas públicas, cuyo fin sea garantizar el pleno desarrollo de sus potenciales y su avance a los más altos niveles de la escalera educativa. Hace falta una política educativa que reconozca el esfuerzo y la dedicación a la escuela, y que prime el alto rendimiento académico y promueva su aceptación social y el reconocimiento social, como lo ha sucedido en otros países que han avanzado hacia el desarrollo y el éxito, como Corea del Sur, Japón y Alemania.
Finalmente, es necesario mencionar algunas de las limitaciones del estudio. La primera radica en el instrumento utilizado, el cual consistió en un auto-reporte de los participantes respecto a la aceptación social de sus pares con alto rendimiento académico, por lo tanto, los resultados podrían verse afectados por la deseabilidad social de los respondientes; estudios posteriores podrían incluir también la perspectiva de otros actores tales como profesores y de los alumnos con ARA. Además, también podría considerarse como una limitación el número de estudiantes que participaron, debido a la no representatividad de la población general de estudiantes de bachillerato en ambos estados. A pesar de las limitaciones mencionadas con anterioridad, el presente estudio proporciona una primera aproximación al estudio de la aceptación social de los estudiantes con ARA en México, por lo cual se sugiere continuar desarrollando investigaciones que aporten a esta línea de investigación.