Señor Editor:
El desarrollo de habilidades investigativas en estudiantes de medicina debe constituir una de las prioridades en su formación, por lo cual las universidades han de esforzarse cada día más en garantizar una educación médica acorde con los estándares actuales. La formación de un profesional de la salud transcurre por el aprendizaje de la metodología de la investigación1. En este sentido se realiza cada año la Beca Internacional "Heinrich Quincke", que cuenta ya con ocho ediciones bajo la tutela de su creador, el Dr. C. Alberto Juan Dorta Contreras, en el laboratorio central del líquido cefalorraquídeo "LABCEL" de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Este espacio cuenta con la participación de algunos de los mejores estudiantes de medicina del país, seleccionados minuciosamente por sus resultados en la docencia y la investigación, así como estudiantes extranjeros que acuden a recibir una preparación científica de calidad en forma de curso de verano. La participación de los profesores de LABCEL, así como de algunos invitados extranjeros que acuden a impartir conferencias y cursos de actualización, ha hecho que la Beca Quincke haya ganado el respeto y admiración por parte de los estudiantes de todo el país.
En la Beca Quincke se pone en manos de los estudiantes lo que comienza a conocerse como "ciencia abierta"2, conjuntamente con demostraciones prácticas, clases de bioestadística y cienciometría, mediante lo cual los participantes deben ser capaces de obtener los resultados inéditos que se esperan.
Esta beca contribuye a incentivar el interés por parte de los estudiantes hacia la investigación y publicación científica, así como a la creación de otras becas internacionales de investigación en Cuba y otros países latinoamericanos, teniendo en cuanta que la preparación en materia de metodología de la investigación continúa siendo deficiente, y uno de los deberes de las universidades médicas es formar sus profesionales con competencias tanto en el ámbito profesional como investigativo.
La actitud positiva demostrada por los estudiantes de pregrado hacia la investigación, hace que se deba canalizar esta oportunidad creando nuevos espacios que fomenten el desarrollo de competencias científicas e investigativas3.
El reclamo de los estudiantes hacia una mejor preparación científica justifica la creación de otras becas de investigación, que constituyan un incentivo a la educación médica y un reconocimiento a los actuales docentes e investigadores, los cuales se sentirán honrados de contribuir a formar los futuros científicos. Hacia esto se proyecta el presente artículo.