Señor Editor:
Quisiéramos hacer algunos comentarios respecto al artículo recientemente publicado sobre fisioterapia y trabajo interdisciplinario1 ‡.
"Multidisciplinarios" es la palabra más usada y reconocida por los profesionales de atención a la salud para referirse a los equipos de trabajo en que participan integrantes de profesiones diferentes o de distintas especialidades dentro de una misma profesión. Proponemos que se prefiera la palabra "interprofesionales". La Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 2010, recomienda que la educación de los profesionales de atención a la salud se lleve a cabo con un enfoque interprofesional2. Las asociaciones de facultades y escuelas de profesiones de atención a la salud en Estados Unidos usan la palabra "interprofesional" para referirse a ese modelo educativo3. Los organismos estadounidenses encargados de acreditar a las mencionadas instituciones usan la palabra "interprofesional" en los estándares relativos al asunto (Commission on Collegiate Nursing Education, 2013; Liaison Committee on Medical Education, 2017). Por último, los términos "multidisciplinario" e "interdisciplinario" ponen el foco de atención en la disciplina o campo del conocimiento, en tanto que "interprofesional" lo pone en las personas que desempeñan las labores de atención a la salud. Nuestro grupo de trabajo ha identificado la falta de conocimiento del término como obstáculo para la implantación del modelo educativo en las instituciones4.
La colaboración interprofesional se sustenta en cuatro competencias centrales: valores/ética, roles/ responsabilidades, comunicación y equipos/trabajo en equipo3. La OMS define a la educación interprofesional como la experiencia de aprendizaje que ocurre "cuando los estudiantes de dos o más profesiones aprenden de, acerca de y con los otros para permitir una colaboración eficaz para mejorar la salud"2.
Es de esperarse que el personal de salud así formado sea capaz de participar en equipos en los que las relaciones entre los integrantes sean más cola-borativas, abiertas, respetuosas, interdependientes, igualitarias y equitativas. Lo anterior podría conducir a la apertura de espacios administrativos y laborales hasta ahora vedados a ciertas profesiones. Trabajar en equipo y compartir las responsabilidades también podría hacer la práctica profesional más satisfactoria y saludable5. Sin soslayar la enorme importancia de lo anterior, estos aspectos solo deberían considerarse ganancias secundarias. En el centro de la filosofía de la educación interprofesional deben estar las ventajas para los pacientes, las familias y las comunidades3. Este punto central no se identifica con claridad en el artículo comentado1. Este escenario es un ejemplo en el que el enfoque interprofesional pudiera ser preferible al interdisciplinario.